De amigo Beto... a marido Beto

Eramos los mejores amigos luego fuimos marido y mujer.

DE AMIGO BETO………A MARIDO BETO

Esta historia es verídica inicio en 1973, cuando conocí a Beto al ingresar a la preparatoria, entonces ambos contábamos con 15 años de edad, desde que nos conocimos nos hicimos grandes e inseparables amigos, el iba a la casa y yo iba a la suya, jugábamos juntos fútbol, básquetbol, hacíamos tareas juntos, íbamos a partidos de béisbol, nos íbamos a la playa a nadar, porque esta historia se desarrolló en el Estado de Veracruz, en fin teníamos bastante afinidad.

Beto era un chico normal de aproximadamente 1. 70 de estatura, ojos cafés, con un cuerpo de chico de playa, y bastante ejercitado, mientras que yo era de la misma estatura, pero más delgado, pues no hacía tanto deporte

Con el tiempo y a los 17 años ambos frecuentábamos prostíbulos, para tener nuestras primeras experiencias sexuales, mismas que nos contábamos, y en ese tiempo seguimos siendo amigos inseparables.

Hasta ese momento no pasaba por mi mente la posibilidad de que Beto me llegará a gustar como hombre, simplemente lo estimaba como amigo, y lo admiraba como deportista y estudiante, pues era el mejor estudiante de la clase. Pues aunque parezca raro, a pesar de tenernos tanta confianza, nunca nos habíamos visto nuestros órganos sexuales

Al final de nuestra preparatoria, el grupo organizó una carne asada en un rancho y ingerimos unas cervezas, y en un momento dado yo me pare a orinar, y para eso me aleje del grupo, y estaba orinando cuando de repente Beto se para a mi lado , y me dice – hola amigo, el mexicano nunca orina solo- y saca su verga y empieza a orinar, y no pude evitar verla, ahí fue donde por vez primera empecé a ver a mi amigo, casi mi hermano como hombre, mas que como amigo, su verga era mucha mas grande que la mía, a pesar de la vi fláccida, en eso el se fija en la mía y me dice- que la midiéramos, yo apenado le dije que no tenía caso que la de el era mucho mas grande, y de di por terminada la platica y nos reintegramos al grupo.

A la hora de retirarnos, un compañero sugiere que fuéramos a su casa a seguir la parranda, y beto y yo decidimos ir, a seguirla, para ese momento no podía quitar de mi mente la visión de la enorme verga de beto y me imaginaba en toda su extensión y la temperatura del cuerpo se me subía, después me asaltaba un remordimiento por estar pensando en mi amigo como hombre, yo que me creía tan machito.

Llegamos a casa de Victor, seguimos tomando cerveza, hasta que nos venció el sueño y yo me quede dormido en una cama, si más ni más. Desperté a la cuatro de la mañana y observe a beto profundamente dormido a mi lado, y en otras camas vecinas dormían otros compañeros, Beto se veía tan hermoso, observe que traía el cinto aflojado y la bragueta del pantalón abierta, quizá el se la aflojo para dormir cómodo. Se veía tan lindo mi amigo, que los deseos sexuales acudieron a mi mente, lo tenía para mi, ahí estaba dormido profundamente, trate de conciliar de nuevo el sueño y no podía, nomás de pensar en beto, en su verga que había visto por la tarde; rehusaba la idea de enamorarme de el, pues éramos muy amigos, sin embargo el deseo y la calentura pudieron mas y presa de excitación acerque mis labios a los suyos, le di un beso, tierno solo rozándole los labios, eso hizo subir mi calentura, y le metí la lengua entre los labios, le chupe los labios, y sentía que estaba en el cielo al estar besando por primera vez a un hombre, a mis hombre, a mi ídolo, llegue al máximo de excitación y dirigí mis manos a su entre pierna, le baje tantito el pantalón y el calzón y temblando de deseo, metí la cabeza de su verga en mi boca, al sentir el calor de mi boca su verga empezó a reaccionar hasta alcanzar una extensión de cerca de 23 cm. Sentí un sabor raro pero rico mezcla de salado y de olor a macho, yo temblando de deseo chupe el glande, ávidamente, mientras le acariciaba su fuertes pechos, sin embargo beto se movió y retire mi boca de su verga, por el temor de que me descubriera, no quería perder su amistad; así transcurrió la noche, yo observando al todavía mi amigo, cuidando su sueño. Admirando su verga y consumiéndome de deseo por el.

El no supo, ni se entero de nada, seguimos nuestra amistad aparentemente como si nada hubiera pasado, aunque para mi era un sufrimiento tenerlo todos los días a mi lado sin poder decirle cuanto lo deseaba, sin poder decirle que quería ser su mujer, sin poder expresarle mi deseo de ser poseído por el, masturbándome casi todos los días pensando en beto, en mi amigo beto.

Llego el fin de la prepa donde cada quien se iría la universidad, yo sufría pensando que tenía que separarme de beto, el decía lo mismo que me extrañaría mucho, que no encontraría otro amigo como yo, en fin , sin embargo yo tenía mi plan para seguir teniéndolo a mi lado sino como marido al menos como amigo.

Conseguí los datos de una universidad y lo invite a que nos matriculemos juntos y el quizá movido por nuestra amistad acepto, juntos presentamos el examen de admisión y fuimos aceptados, sin embargo la universidad era en Monterrey, hacía allá nos trasladamos a estudiar.

Juntos rentamos un departamento y empezamos las clases, quiso la suerte que mismo grupo por lo que empezamos a vivir juntos, hacíamos tareas juntos, estudiamos juntos,

Íbamos a fiestas estudiantiles etc. , yo sentía que mi deseo por el iba en aumento, máxime que ahora lo veía frecuentemente en calzones y en algunas ocasiones hasta desnudo por el departamento, yo a menudo me pajeaba, pensando en el en el, en su cuerpo, en su linda verga, que quizá nunca sería mía.

Pero en una ocasión después de una fiesta estudiantil, llegamos medio tomados al departamento, y me propuso seguir tomado cerveza y jugar a las cartas, yo le dije que no sabía jugar cartas a lo que el dijo que me enseñaría, me empezó a enseñar y aprendí rápido, luego me propuso que jugáramos a apostar algo, le dije que si, así apostamos, a cosas si trascendencia hasta que en una ocasión se puso de pie y pude ver que tenía u paquetote en su entrepierna, tenía la verga bien parada, lo que acelero mis deseos sexuales hacía el, mirándome con una mirada sensual me dijo que apostáramos algo más fuerte, yo le dije que estaba de acuerdo y de sopetón me dice, el que gane se coje al que pierda.

Yo le dije que no, que éramos amigos, que eso no estaba bien, entonces me replica diciéndome que estaba muy caliente, que hacia mucho que no tenía sexo, y que eso iba a quedar entre nosotros que seguiríamos siendo amigos, para convencerme me tomo de la cintura y me dio un beso en el cuello, eso me hizo bajar al guardia y acepte, pensando que esa era mi oportunidad de ser suyo.

Hice todo lo posible por perder la partida y que creen, ¡ la perdí !. Beto me dice entonces que le pague la apuesta, yo me negaba a hacerlo aunque me quemaba por dentro, pero el con todo amor, se acerca me toma por atrás, me restriega su paquetote y me dice – anda putito, deja que te coja, al fin que ya perdiste la apuesta., dame ese culito, y me empieza a quitar la camisa, a besarme las tetillas, a a besarme el cuello, yo sentía que no podía más- y le dije, pero solo es por la apuesta- el contesta- claro que sí, y para apagar este fuego que tengo, esto no va afectar nuestra amistad- para esto beto ya me había bajado los pantalones y los calzones, había vencido mi resistencia ( cual resistencia, si era lo que había deseado por años).

Suavemente como una novia en su noche de bodas, me reclina en el borde de la cama, se quita toda su ropa, me acaricia la espalda, me besa la nuca, acaricia mis nalgas, sentía su aliento en mi nuca y el calor de su cuerpo sobre el mío, separa mis nalgas y acomoda la cabeza de su verga en la entrada de mi culo, y yo temblando de excitación me dispuse a ser suyo, a cumplir mi deseo de años, de ser fornicado por ese bombón de hombre.

Siento el calor de su pene en mi culo, la carne se me enchina de deseo, empieza a pasarme la cabeza de la verga en el culo, lo coloca en el centro de mi palpitante culo y empezar a meterlo, yo me sentía en la nubes, por fin sería de beto, por fin me convertiría en su mujer, sin embargo, mi culito virgen se negaba a ser penetrado, por mas intentos que hicimos no pudo penetrarme, pues su verga era muy gruesa y muy larga, presa de excitación al ver que no podía penetrarme, me acuesta salvajemente en la cama bocarriba y me mete la cabeza de su verga en mi boca- y me dice- mama puto, mamame la verga, putito- yo le chupaba el glande amorosamente quería darle placer, para que fuera solo mío, luego el empezó a embestir mi boca cojiéndome fuertemente, hasta meterme sus 23 cm hasta la garganta, luego la sacaba, me la pasaba por toda la cara, por la nariz, por los ojos, para luego volver a metérmela en la boca. Hasta el fondo, yo estaba extasiado, chupaba, chupaba y chupaba, le lamía las bolas grandotas, me metía en la boca su bello púbico, yo le dije temblando de exitación y deseo- déjame acariciarte, déjame besarte- y me contesto- si mi amor lo que quieras, le bese su abdomen plano, sus tetillas, hasta que el volvió a meterme la verga en la boca, y seguía fallándome, la boca me dolía de tanto que me metía la verga.

Creería que no acabaría nunca, hasta que por fin entre jadeos me dice, que –rico mamas, putito, quiero que me la mames diariooooooo.- ahhhh, ahhhhhh, y sin decir agua va me lleno la boca de su leche, primero la retuve en la boca y me resistía a tragarla, pero el me dijo- trágatela, ahhhhh…… para sellar nuestro amor- y venciendo el asco me trague

toda la leche de mi amado beto, después, el metió su verga de nuevo en mi boca y me ordeno- límpiamela- a lo que accedí amorosamente como gatita en celo dejándole limpio la verga a veto.

Por primera vez dormimos juntos, como marido y mujer yo recostado en su pecho y el abrazándome, me sentí realizado como mujer, como su mujer, sin embargo aún faltaba consumar nuestro amor como marido y mujer. Yo desperté primero que el y me dedique a observarlo, luego al ver su verga, el deseo me invadió de nuevo, y acercando mi boca a su verga me la metí a la boca, y empecé a chupar, en eso despertó y me dijo- no llenaste anoche- yo le dije- nunca llenaré de ti, mi amor- me empezó a coger por la boca de nuevo, y entre gemidos decía- que bien mamas hoooooo……que rico………., quiero que todos los día me despiertes con una mamada…putito mío- antes de eyacular en mi boca me dijo- vamos a bañarnos—

Nos dirigimos al baño desnudos como estábamos- y ahí en el baño- lo empecé a acariciar, le bese el cuello, los brazos, las tetillas, las piernas, el se dejaba hacer todo entre gemidos de placer. Me metí su verga en mi boca y chupe hasta que su verga quedo a tope, el me abrazo por atrás- y me pregunto- quieres que te coja- yo le dije- si mi amor, eso es lo que mas he deseado desde aquel día que te vi orinar- el dijo- nunca creí que fueras puto, yo le replique, no soy puto mi amor, solo quiero ser tuyo, quiero ser tu mujer, el me beso el cuello, la espalda, los brazos, las nalgas, y me pregunto de nuevo con una sonrisita sensual -de veras quieras que te la meta- yo no aguantaba más y le dije, te lo suplico mi amor, hazme tuyo, rómpeme el culo, fornícame, dame tu lechita, por piedad, no aguanta mas, necesito sentirte dentro de mi para sentirme completamente tu mujer- el me dijo- si te cojo, pero tienes que prometerme- que solo yo te cojeré, y que me obedecerás en todo, yo al borde del desmaye le dije- lo que quiera mi rey- pero ya métemela- de nuevo me acarició todo el cuerpo, me acomdo la verga en el culo, y de nuevo no la pudo meter, por mas que empujaba y yo cooperaba, aventando las nalgas para atrás, para ensartarme solo.

Me separó de el y admirando su hermoso cuerpo, le dije con voz temblorosa- beto úntate jabón en la verga y lléname de jabón el culo, solo así me va a entrar, me dijo -hazlo tu- tome el jabón y le embadurne la hermosa verga que roja, grande venosa y amenazante apuntaba al techo del baño, luego el tomo el jabón y acariándome las nalgas me lleno el culo de jabón.

Luego temblando de pasión los dos, me tomo de la cintura me recorrió el cuerpo, el cuello la espalda y me dio un beso en la nalgas, para reclinarme y separar con sus manos mis nalgas, apunta s su objetivo, y de un golpe me ensarto toda la verga, sus 23 cm. de largo y 15 cm. de redondez la tenia toda adentro, fue todo tan rápido que solo me sentía todo lleno de ese salchicha, las piernas me temblaban, y no me caía porque estaba bien ensartado y mi amor me detenía, entonces el me dijo- eso querías putito- pues ya es toda tuya la tienes toda adentro, así que mueve el culo- yo me sentía en el cielo, por fin era de el, por fin su verga me taladraba, sentía dolor pero, sentía mucho más placer, el empezó el mete y saca rítmico, diciéndome-¡que culito tan rico¡, que apretadito estas¡, anda dime ¿ de quien es este culito¿- yo le contestaba – tuyo mi amor , solo tuyo y será solo tuyo por siempre, el me decía- te gusta putito, quieres mas- quien es tu macho- yo entre jadeos sólo decía –tuyooooooo…..mi amor-----cojeme…….hazme sentir tu hembra. Después de buen rato de mete y saca, sentí por primera vez el culo lleno de la leche de mi marido, si, mi marido, porque desde ese instante beto y yo éramos marido y mujer, por fin era completamente feliz. Antes de que beto me sacará la verga tuve un orgasmo tan intenso, que creía que me desmayaría pero mi beto aun me tenía ensartado y no dejo que me cayera.

A partir de ese y hasta que terminamos la carrera beto y yo hicimos vida marital, en la intimidad el me poseía cuando, como y cuantas veces quería y yo feliz de acceder a sus deseos, todos los días lo despertaba con una suculenta mamada de verga como el me lo había pedido, el me ayudada en las clases, yo le l lavaba la ropa interior, tendía la cama, aseaba el departamento, hacia la comida, y estaba siempre dispuesta a complacerlo sexualmente.

Públicamente seguíamos siendo los buenos amigos que compartían el departamento, que se emborrachan, que iban a fiestas, que jugaban fútbol y que iban con mujeres.

Desafortunadamente al terminar la carrera tuvimos que separarnos por cuestiones laborales, actualmente ambos estamos casados y con hijos, el radica en hermosillo y yo en Veracruz, eventualmente tenemos contactos como amigos a través del e-mail, se que esta bien, y a pesar de los años que han pasado sigo masturbándome al recordar las tórridas noches de pasión que pasamos en monterrey, cuando Beto dejo de ser mi amigo para ser mi marido.