De amante a justiciero
Lucila siempre se burlaba de mi hermano por su problema psiquiátrico hasta que me encargué de dominarla y hacer justicia...
Lucila era una mujer bellísima, el prototipo de la mujer venezolana; morena clara, de cabello negro azabache muy abundante, mediana estatura y con un cuerpo que enloquecía a todos los hombres y era la envidia de las mujeres; todos en la familia le decían Miss Mundo por su extraordinario parecido con una reina de belleza venezolana que había ganado ese certamen en los años cincuenta; ella era vecina de un primo nuestro y yo, con apenas nueve años me la pasaba fantaseando con ella, ya he dicho antes que fui muy precoz en cuestiones sexuales, por lo que no es extraño que me masturbara pensando en aquella mujer que era la admiración de todos.
Dejé de verla cuando apenas tenía doce años, pero siempre la recordaba en mis fantasías; muchos años después mi hermano me comentó que él solía visitarla, ya que, después de su divorcio se había mudado cerca de la casa de mi madre. Me di cuenta que a mi hermano le gustaba aquella mujer porque me confió que ella lo hacía sentir mal pues siempre se le insinuaba sexualmente y le hacía bromas pues decía que las personas con problemas mentales como él, tenían fama de poseer miembros descomunales y que ella sería capaz de cualquier cosa con tal de tenerlo para ella, pero al final no pasaba de puras insinuaciones y mi hermano se quedaba excitado y frustrado ya que ella siempre lo dejaba con las ganas.
Muy discretamente le saqué la dirección y decidí tomar cartas en el asunto...; fui hasta su casa y cuando abrió la puerta me encontré que todavía era una mujer hermosísima...; "buenos días Lucila!, quince años sin verte y todavía eres tan bella que enamoras...!!"; "Disculpe pero no recuerdo conocerlo de ningún lado...", "Me conoces, pero es imposible que me recuerdes, yo soy el hijo menor de Elías , Nabih , "El bordón", como me decían todos, el que se la pasaba embelesado viéndote y teniendo fantasías contigo!!...", "Definitivamente eres un hijo de Elías!, solo ustedes son tan audaces como para decir cosas como esas, pero pasa!, después de tantos años no podía reconocerte, estás hecho todo un hombre!, y tan bello como entonces!!...", "Gracias por el cumplido, y aunque tú no me lo preguntaste, sigo siendo tu mas ferviente admirador!!, te ves espléndida!, o mejor dicho, excitante!!...", "Muchacho!, que cosas dices!, si ya yo soy una vieja!!...", "Pues entérate que si hay algo que me guste más que una mujer madura, es una mujer madura que se conserve tan bella y tan buenota como tú...!!"; se puso roja y frotó sus manos con nerviosismo aunque trató de aparentar serenidad...; "Mira, mejor dime que te puedo ofrecer, ¿qué te apetece?"; había encontrado su lado flaco y me dispuse a atacar sin descanso, mi instinto me decía que en cualquier momento la iba a tener desnuda y ensartada; y es que la verdad se mantenía en muy buena forma, se le notaba la carne firme y lozana y sus formas se habían conservado muy bien a pesar de los años, ya debía tener cuarenta y dos aproximadamente...; "En este momento me apeteces toda!!", "sería muy bueno si me mostraras un poco de respeto!, me refería a algo de tomar..", me lo dijo muy sería, pero no pudo ocultar lo bien que le había caído mi insinuación...; "Ya te dije lo que me apetece, es que tu estás tan potable que la imaginación no me da para más nada, así es que tu decide...", "Voy a preparar café, ¿cómo te gusta?", "Como tú me lo des será bien recibido, ahora que si me lo preguntas, yo lo prefiero en la cama!!...", "Oye!!, ¿vas a seguir?!!", "No solo voy a seguir, no me voy hoy de aquí sin haberte hecho el amor, y te advierto que soy muy tenaz, cuando deseo algo no descanso hasta que no lo obtengo, y yo a ti te deseo, ya lo sabes....", "Si, ya me lo dijiste!, pues ahora yo te voy a decir algo..., siéntate y espera que llueva!, como si eso fuera tan fácil..."; se había vuelto a sonrojar y cuando caminó hacia la cocina, lo hizo moviendo las caderas de una forma muy cadenciosa.
La seguí hasta la cocina y mientras montó el café estuvimos conversando de cualquier tontería; durante la conversación le pedí que me dejara usar el baño y me saqué la verga fuera del calzoncillo para que se notara mas, me froté hasta excitarme y volví a la cocina; Lucila enseguida notó el bulto que se marcaba en mi pantalón y no pudo dejar de observarme durante unos segundos; yo la dejé observarme haciendo que notara que me había percatado de su curiosidad hasta que muy nerviosa, se frotó las manos y me dio la espalda para servir el café. Sirvió dos tazas y las tomó en sus manos, en ese momento la tomé por la cintura y le dejé sentir mi erección contra sus apetitosas nalgas, la sentí dura como había imaginado, y le hablé muy bajito al oído...; "Déjame que te ayude...", "Vas a hacer que me queme con el café, suéltame!, no seas pasado!!", "Aquí la que está pasada de buena eres tú Lucila, y si alguien se está quemando, ese soy yo, siente como me excitas, me tienes enamorado como cuando tenía nueve años!!..."; le apreté el sexo con firmeza y con la otra mano amasé una de sus rotundas tetas pellizcándole el pezón muy sutilmente, dejó las tazas sobre el mesón y aferrando mis manos se liberó del abrazo con fuerza y me encaró muy seria...; "Te dije que me sueltes!!, ¿qué te has creído!, que puedes llegar aquí y hacerme lo que te dé la gana como si yo fuera una puta!!?, pues te equivocas de pe a pa, abusador!!!"; "Puedes decir lo que se te antoje, pero yo vine a hacerte el amor y espero que lo entiendas, de niño me volvías loco y hoy me excitas de una manera bárbara!, mira como me tienes!!..."; Tomé una de sus manos y la llevé hasta mi erección dejándole sentir mi dureza, ella dejó que la mantuviera allí por unos segundos y luego la retiró violentamente...; "Eres un sucio!!, puerco desgraciado!!", "Tal vez si, pero no me negarás que te encantó sentir que a tu edad todavía eres capaz de hacer que un hombre se excite con solo mirarte!!...", "Pues lo niego y lo réquete niego, estúpido!!!, abusador!!!...", "Niégalo, pero yo no te creo!, es más..., ni tú misma te lo crees, mira como estás..., te sudan las manos, tu respiración se hizo mas fuerte y las aletas de tu nariz están dilatadas, y lo mejor de todo, es que a pesar de lo que dices, no sabes como hacer para aplacarte el calor que te está quemando entre las piernas, te has estado frotando muy disimuladamente los muslos, pero esa no es la forma y tú lo sabes..., pero bueno, tu te lo pierdes..."; tomé una taza y se la ofrecí, Lucila la recibió en silencio, agarré la otra taza, camine hacia la sala y ella me siguió, parecía un corderillo cuando lo llevan al matadero...
Nos sentamos enfrentados, yo en una butaca y ella en un sofá muy amplio; encendí dos cigarrillos y le pasé uno...; "Este café está exquisito..."; ella no contestó, bebimos el café y ella le dio un largo chupón al cigarrillo...; "Todavía no sé como te permití tanto abuso sin sacarte a cachetadas de mi casa...", "Eso fue porque no querías que me fuera..., es mas, en este momento estás esperando ansiosa el instante cuando te haga el amor..."; se levantó furiosa y me gritó que saliera de su casa inmediatamente ; "Siéntate!", le ordené desde mi asiento, "me iré solo cuando hayamos hecho el amor hasta el cansancio "; Lucila se sentó en silencio y bajó la mirada, esa señal bastó para comprender que aceptaría sumisa cualquier cosa que yo hiciera en adelante; me levanté despacio y le quité el cigarro de las manos, me agaché frente a ella y sin decirle más nada le metí las manos bajo la falda apresando sus muslos, Lucila no dijo nada, separé sus piernas suavemente y avancé hacia arriba, ella cerró los ojos y crispó sus dedos en el cojín del mueble mientras mordía su labio inferior y resoplaba fuerte por la nariz, tenía la piel muy tersa y su carne era firme, "eres un sucio "; me dijo muy bajo; seguí subiendo muy despacio para darle tiempo a que me rechazara, pero su actitud de espera y su piel de gallina me indicaron que tenía la vía libre; alcancé su sexo y lo acaricié por sobre la tela de su bikini dándole con mi pulgar justo sobre el clítoris; ella se tensó y tembló de arriba a abajo, aferró mi mano como para impedir que siguiera, pero yo metí mis dedos entre la tela y su carne y ella retiró la mano; entonces halé la prenda hacia abajo y ella levantó las nalgas del asiento para permitirme la maniobra, desabotoné el vestido y separé las piezas de tela dejando sus carnosos pechos al descubierto, los tenía firmes y sus pezones estaban erectos por la excitación, amasé aquellas apetitosas esferas de carne y pellizqué sus pezones para luego aplicar mi boca y deleitarme un buen rato con ambas tetas mientras hurgaba en su vagina con dos dedos y acariciaba su clítoris con un tercero; Lucila permanecía inmóvil pero se notaba muy excitada. Me levanté y me paré como a metro y medio de ella que enseguida abrió los ojos extrañada; comencé a despojarme de la ropa muy despacio sin dejar de mirarla fijo a los ojos, cuando quedé en calzoncillos, ella bajó la mirada hacia el inmenso bulto que se marcaba en la tela...; "Levántate Lucila!, ven hacia mí!"; se paró muy cerca y me miró fijo, yo halé su vestido hacia abajo hasta que cayó al suelo, tomé su cara entre mis manos y la besé apasionadamente mordiendo sus labios y succionando su lengua con fuerza, entonces tomé sus manos y las llevé hasta mi calzoncillo; me acarició a todo lo largo y haló la tela hacia abajo, cuando terminó de sacarme la prenda, estaba doblada y yo también, entonces separé mis labios de los suyos y me erguí ante ella dejando mi verga a milímetros de su boca, pasé mi dedo gordo por sus labios y se lo introduje muy sugestivamente para luego sacárselo y halar su cara hacia mi mástil; abrió su boca y me recibió muy sumisa succionando y lamiendo toda mi erección hasta que la tuvo bien profunda en su garganta; fui arrimándome hasta el sofá con Lucila pegada a mí, me senté y busqué su sexo con el dedo del pie, se lo acaricié un poco y luego lo introduje lo más que pude; aquello la puso frenética!, resopló fuerte por la nariz y se aferró a mi verga como si la vida le fuera en la mamada que me estaba dando; yo me concentré en las sensaciones que me estaba provocando, aferré sus cabellos y le inundé la boca con inmensos chorros de semen; la agarré tan de sorpresa que no fue capaz de tragarlo todo y una buena parte rodó por la comisura de sus labios y escurriendo fue a dar sobre sus tetas...; "Desgraciado!!, ni mi marido me había hecho eso!!...", "Tu marido era un güevón que jamás supo la calidad de hembra que tenía por mujer!..., tu eres capaz de gozar con eso y con muchas otras cosas..."; tomé una de sus manos y la hice frotarse mi semen sobre las tetas...; "Ahora saboréate los dedos, verás que lo vas a sentir delicioso!, sobre todo después de haber estado sobre esas tetas divinas que tu tienes!!"; se metió cuatro dedos en la boca y los chupó con pasión, entonces yo la besé intensamente y amasé sus tetas restregando el líquido que todavía quedaba en su piel.
La tumbé en el sofá y fui recorriendo todo su cuerpo con boca, lengua y manos, olía a recién bañada y eso me excitó más todavía, se me paró de inmediato y la ensarté de un solo golpe rápido y fuerte; Lucila lanzó un quejido largo y profundo acusando el dolor que le produjo mi invasión repentina, se notaba que hacía mucho tiempo que no había recibido la invasión de una verga en sus entrañas, pero enseguida empezó a moverse como una fiera! Mientras yo seguía golpeando el fondo de su vagina con todas mis fuerzas; la tenía muy húmeda, pero placenteramente estrecha, caliente, rugosa y sobre todo, muy corta.... mamé sus deliciosas tetas con furia mordiendo sus pezones mientras mis manos aprisionaban fuerte sus enormes masas de dura carne.
Justo en ese momento, le comenzó una cadena de orgasmos sucesivos, a cual más intenso e interminable!, su vagina me apretaba con fuerza y yo me mantenía pensando en cualquier cosa para evitar que me provocara un orgasmo antes de lo que yo deseaba; lloraba a mares, gritaba desaforadamente y me golpeaba los costados con sus talones mientras con sus manos halaba mi cintura muy fuerte hacia ella al tiempo que levantaba la pelvis hacia arriba con impetuosidad; aquella mujer se había convertido en una fiera salvaje!, me decía que yo era el hombre más sabroso que había tenido en su vida...; "No sé que coño me pasa Nabih!, pero jamás había gozado tanto una cogida como lo estoy gozando contigo desgraciado!!, coño de madre!!, ¿qué coño tienes que me volviste loca desde que llegaste a mi casa!!?, apenas me hablaste se me hizo agua la cuca; te rechacé al principio porque me arrechó sentirme tan turbada con un hombre que casi no conocía, pero al saber quien eras y luego tú, hablándome de la forma como lo hiciste, me pusiste a millón!!, y lo peor es que te diste cuenta enseguida!, sabes mucho de mujeres porque cuando me dijiste "tu te lo pierdes..."; estuve a punto de rogarte que no te fueras y me cogieras allá en la cocina!!...", "Dime donde está tu cuarto!", "Por allá..."; la levanté ensartada hasta el fondo y me fui con ella colgada a mi cuello con sus piernas enlazadas a mi cintura, aferré sus nalgas y mientras caminaba le iba metiendo un dedo en el culo y ella se balanceaba sobre mi lanza, antes de llegar al dormitorio, estalló en un nuevo orgasmo violentísimo; me dio la lengua y se la chupé como si quisiera arrancársela mientras hurgaba en su culo con un dedo y sentía su esfínter apretando seguido sobre mi dedo hasta que cesaron sus espasmos.
La deposité sobre la cama justo al borde, dejando sus piernas sobre mis hombros para llegarle más profundo, separé sus nalgas al máximo y le encajé el dedo otra vez en su trasero...; "Apriétate las tetas para que acabes más rico mamacita!, quiero verte muerta de placer mientras me cojo esta cuquita tan divina Lucila, estás que te pudres de lo buena!!, y me resultaste tan caliente como te imaginé desde niño..., tienes esa cuca caliente y estrecha!, y me encanta como siento mi verga golpeándote el útero!!!..."; cuando acabó de nuevo creí que se iba a arrancar los pezones de las aureolas, los haló con tanta fuerza sacudiéndolos hacia los lados que sentí miedo, fue una acabada salvaje, gritó desgarradóramente como si la estuvieran matando...; "Que güevo tan rico te gastas animal!!, me vas a volver loca de tan rico que me coges Nabih!!, mátame papito rico, pero a fuerza de verga!!, mi viiidaaaaaaaaa!!, ¿qué me pasa coño?, ahí voy otra vez!!, estoy acabando otra vez papaciiiitoooooooo!!, Sssssssssssssssss!, Aaaaaagggghhhhhhhhhhhhhhhh!!!, házmelo como quieras carajito!, imagínate que tienes nueve años y que la puta de Lucila te sedujo, cógeme como te dé la perra gana niñito divino!, catirito lindo!!, así te decíamos todas, ¿te acuerdas?, y tu haciéndote la paja por mí!!!..., yo creo que si lo hubiera sabido entonces, no te hubiera pelado!, te hubiera desvirgado a los nueve años!!!..."; la llevé hasta el centro de la cama y seguí dándole duro hasta que acabó tres veces más y entonces le descargué otra buena cantidad de semen en aquella tibia vagina mientras me saciaba con sus tetas y ella me clavaba las uñas en la espalda.
"Eres como una droga mi vida!!, te probé una vez y sé que ya no podré vivir sin ese güevote enorme destrozándome la cuca!!...", "Me tendrás cada vez que yo venga a Barcelona ricura!, pero con la condición de que me complazcas dos fantasías que quiero realizar contigo...", "Las que tu quieras Nabih!!!, te lo juro!....", "Okey, lo primero que quiero es que me dejes cogerte ese culo divino hasta que me sacie y tú aprendas a gozarme por detrás...", "Yo nunca lo he hecho así!, ni mi ex logró convencerme, y mira que lo intentó siempre!!...", "Ya te dije que tu marido era un tremendo güevón..., tu crees que teniendo una mujer con un culo tan provocativo como el tuyo, yo voy a dejar de gozármela hasta el cansancio?..., ni loco que estuviera!!!..., pero ya sabes que esa es mi primera fantasía, tú decides...", "A un hombre como tú no se le niega nada!, ¿cuál es la segunda?", "Me alegro que aceptes porque vas a gozar como jamás lo hiciste en tu puta vida!!"; "Te suplico que no me hables en esos términos!!", "Mira Lucila!, dejémonos de hipocresías, tu crees que yo no me daba cuenta que tu marido tenía más cachos que un venado, pero lo que pasa es que todos tus amantes eran tan mediocres como él...; el asunto es que quiero verte haciendo el amor con otro hombre, así podrás compararme y saber si soy tan bueno como tú dices...", "Coño!, tu estás bien loco si crees que yo soy capaz de hacer el amor con otro mientras tú nos observas, te pasaste!!", "Esas son mis condiciones...", "Definitivamente me haces hacer unas vainas que jamás creí que haría por un hombre..."; si Lucila era una fiera por delante, por detrás era muy superior; después de maldecirme mil veces cuando le perforé el culo, patearme desde abajo y rasgar la almohada con los dientes, se desató en ella la verdadera ninfómana que llevaba escondida; ya no quiso que la volviera a coger por delante, me arrancó seis orgasmos con su voraz culo y ella acabó las veces que quiso...; "Hazme acabar así por todos los años que me perdí esta delicia!!, y cuando quieras me traes otro hombre para que me coja!!, todo con tal que siempre me cojas como hoy Nabicito!, o mejor te digo Nabisote, o macho divino, lo que quieras mi cielo!!...".
al día siguiente llegué muy temprano y ella me recibió amorosa, me dio café y quiso que le hiciera el amor de inmediato, pero yo la detuve...; "Voy a esconderme porque tu amante vendrá pronto..."; se quedó extrañada pero no dijo nada, a los pocos minutos sonó el timbre y Lucila fue a abrir la puerta..., su sorpresa fue mayúscula...; "Deud!!, que bueno tú por aquí...", "Vine a saludarte porque mi hermano Nabih me dijo que se había encontrado contigo y le habías preguntado por mí, y como tenía tiempo sin visitarte...".
Comenzó a insinuársele a mi hermano pero esta vez él no se intimidó, se le fue encima y empezó a meterle mano por todos lados mientras ella se dejaba desnudar, lo enseñó a besar con la lengua y dejó que él se extasiara con sus tetas y todo su cuerpo, luego, muy provocativa lo llevó hasta el dormitorio y fue desvistiéndolo hasta que le sacó el calzoncillo...; "coooñoooooooo!, ¿tu me vas a meter toda esa vaina!!!?, me vas a reventar por dentro!!, eso no me va a caber, la tienes descomunal!!!"; volteó a verme y yo le hice señas de que continuara; llegué a pensar que en realidad la iba a reventar toda por dentro, Lucila chillaba como una perra en celo cuando sintió aquel poste taladrando sus entrañas, pero luego que logró acoplarse a aquel cañón de grueso calibre y muy largo alcance, se lo gozó como le dio la gana, acabó como quince veces en medio de lágrimas, gritos y estertores incontrolables.
Lo que sucedió después me dejó pasmado, no me había perdido detalle de aquella escena tan erótica, de hecho estaba tan excitado que me había sacado la verga y me estaba dando una masturbada fenomenal cuando de pronto mi hermano la hizo ponerse debajo y arremetió contra ella con furia; estaba alcanzando su orgasmo y yo también, comencé a soltar chorros y mas chorros de leche cuando me percaté que Lucila puso los ojos en blanco y se desmayó mientras Deud gruñía y resoplaba sobre su cuerpo durante más de un minuto; así como fue de violenta su acabada, así mismo se dejó caer de lado presa de un sopor que lo dejó dormido profundamente; yo estaba francamente preocupado por Lucila, guardé mi ya dormido miembro y fui hasta la cama con mucho sigilo, estaba a punto de tocarla cuando ella abrió sus ojos muy despacio; me miró como extrañada de mi presencia y luego que recordó lo sucedido me hizo señas de que guardara silencio.
Salimos de la habitación y ella me besó muy dulcemente...; "Este es el mejor regalo que me podías hacer..., tu hermano es un monstruo!!, ya viste que hasta me desmayé del dolor que me produjo cuando acabó, pero créeme que me lo voy a gozar más que lo que gocé contigo...", "Yo sabía que él me superaría y con creces!!..., solo espero que de ahora en adelante lo trates como se merece, y solo si quieres, me dejes gozarte cuando venga por estos lados, eres una mujer super deliciosa!!...", "Cada vez que vengas mi amor!, pero ahora me voy a gozar este monstruo por todos lados, lo único que te pido ahora es que me cojas por el culo antes que se despierte..."; no había terminado de pedirme aquello cuando la puse en cuatro en plena sala y se lo enterré sin miramientos hasta que la hice acabar al tiempo que yo le llenaba el culo con mi leche; nos besamos apasionadamente y luego yo me quedé escondido hasta que Lucila atendió a mi hermano como debía y se lo gozó a sus anchas..., la vi mamarle el güevo sin que pudiera metérselo todo en la boca, pero igual se atragantaba con aquel gigante hasta que lo hizo acabar y se tragó toda su leche sin desperdiciar una sola gota. Luego se enculó sola y acabó como poseída unas diez veces hasta que él le inundó los intestinos con una copiosa carga de semen; yo por mi parte me volví a masturbar viendo como aquel descomunal trozo de carne le entraba por el culo a Lucila y después ella se agachaba para dejar que le escurriera la leche de su trasero.
Salí silencioso cuando ella se lo paró otra vez y dejó que Deud se le pusiera encima hasta que acabó por primera vez en esa posición, dándole ánimo y alabándolo como hombre...; "Rómpeme la cuca Deud!, no te preocupes si me vuelvo a desmayar macho divino porque es de puro placer!!, ni tu hermano lo hace tan rico mi amor!..., de ahora en adelante ven cuando quieras, te prometo que seré la puta que siempre te decía que deseaba ser contigo!!, ahora síngame bien rico papito!, dame bien duro con ese monstruo que quiero que me lo saques por la boca!!!...".
Volví en tres oportunidades por vacaciones y Lucila me recibió ardiente como siempre, luego la dejé gozar de mi hermano pues lo que yo quería era que él tuviera una mujer que lo satisficiera y que no lo tratara como sabía que hacían las putas que frecuentaba, que hasta lo estafaban y le quitaban el dinero para luego echarle a la policía encima.
En una oportunidad le pregunté a mi hermano por Lucila y me contó que ella había cambiado mucho y que hasta le había permitido estar con ella...; "Fíjate que cuando pasan días que no voy, ella me llama y me dice que me necesita, que no puede vivir sin mí...", "Será que no puede vivir sin ese monstruo que le metes..."; Deud rió como un niño, como solía hacerlo, yo le di un beso en la cara como acostumbramos en la familia y me despedí contento de verlo tan feliz...