De 0 a 100 parte 2

Amistad + Amigo = Fuerte unión

Continuación

Qué pasó después de ese día del no retorno?

Por mi parte quedé traumatizado, me había corrido de una manera nueva para mí, es como si hubiera sido la primera vez en mi vida, incluso busqué ese placer en mi mujer y alguna que otra chica, pero sin éxito, una de las partes más lindas del sexo es el final y ya yo no tenía satisfacción, sentía como que algo me faltaba y sabía lo que era, pero por hetero, macho espalda plateada y orgulloso era una conversación que no iba a suceder, tanto por parte de Alex como mía, y me lo imaginaba diciéndome: Deja la mariconería, nosotros no somos de los que le van atrás de las mujeres para obtener algo, Alex y yo nunca hablamos de lo sucedido incluso hoy, muchos años después, no hemos tocado el tema.

Por parte de Alex nuestras escapadas para encontrarnos con otras chicas fueron disminuyendo, no por lo sucedido sino porque su mujer hacia pocas semanas que estaba embarazada, de ahí el casamiento de él, ambas familias querían que el niño naciera dentro del matrimonio y ya sus prioridades eran otras.

Su actitud respecto a mí no había cambiado, era como si no hubiera pasado nada y eso me molestaba, yo incluso había pensado tener otros encuentros con otros hombres, ya que es más fácil con un desconocido que con un conocido, pero solo quedo en ideas, los pensamientos de mi familia y sobre todo de mi papá me llegaban a la cabeza, era como un antivirus y solo suprimía mi deseo.

Todo iba a cambiar dos semanas después, cuando me dieron la visa para Italia, mi madre y dos de mis hermanos ya vivían ahí y solo faltaba yo, también mi mamá se casaba y quería que yo estuviera, la fecha de mi viaje eran 50 días después del visado de la embajada, solo lo sabían mi familia en Italia, mi abuela que me crio y yo, ni siquiera Alex, yo quería esperar que me dieran el sí en la embajada.

Un mes después del visado era su boda, quería prepararle algo diferente, tanto para él como para mí, pero nos era casi imposible acordar el día porque su mujer estaba más pesada que nunca, insoportable diría yo, una semana antes de su boda, Alex me fue a buscar al trabajo, era viernes a las 23:20 más o menos, yo trabajaba en una fábrica de cosmético y hacia 3 turnos: de 7 a 3pm, de 3 a 11pm y de 11a 7am.

Para mi era normal que lo hiciera y solo significaba una cosa, fiesta, me alegré de verlo, nos saludamos, me entregó la ropa para cambiarme en la máquina y con una enorme sonrisa me dijo: Hoyyyy seee beebeee, -aclaro una cosa-, a medida que nuestras relaciones eran más serias, íbamos evolucionando nuestras mentiras respecto a nuestras mujeres, ya habíamos acordado hacia un tiempo dejar ropa de vestir en casa del otro, él tenía ropa mía en su casa y yo ropa de él en la mía, nunca se sabe y hay que estar preparado.

A veces salíamos vestidos normales, ropa de sport, nos cambiábamos, hacíamos fiesta luego regresábamos, nos cambiábamos de nuevo y la de vestir la dejábamos en el maletero del auto, regresábamos a casa, por mi parte mi mujer me reclamaba, yo le decía que era culpa de él, que el auto se rompió, todo el proceso que hicimos, la verdad que yo de auto no se nada, pero ya Alex me había explicado como es el proceso de reparación, nosotros sabíamos como mantener a nuestras mujeres contentas, un, no lo voy a hacer más, un regalo, una promesa, una salida romántica y sexo un poco violento lo solucionaba.

Ok, salimos en dirección a la disco, ya era media noche, habíamos cazado dos buenas niñas. ¿Uff!, todo estaba bien, bailamos, tomamos, toqueteo, ya era su fiesta de despedida. La noche se empezó a torcer cuando Alex me dice: ”Vamos a la playa”. Esa frase significaba solo una cosa, una de las dos muchachas no tenía intención de tener sexo, después de pagarle todas las cervezas, de hacerme perder mi tiempo, buscarme problemas en casa y a las 2:30 am me da indicios de que no va a haber sexo, imperdonable.

El significado de: "Vamos a la playa”. Es ir literalmente a la playa, a que mujer no le gusta ver el amanecer sobre la arena, la tranquilidad bajo la luna y ese romanticismo…

La playa queda a 45 minutos de la capital a esas horas de la noche, una vez allí o teníamos sexo, o las dejábamos tiradas en la playa, ellas sabían que regresar era un problema, era sexo sí o sí, consentido o no, no nos importaba lo que pensaran, no la veríamos más. Así transcurrió la noche, fuimos a la playa, tuvimos sexo, ellas no estaban muy contenta con lo sucedido, pero creo que aprendieron la lección, las dejamos en el centro y nos fuimos a casa, eran casi las 7 am del sábado, estábamos contentos por la victoria, en el camino hablamos de su matrimonio y otras cosa, hasta que llegamos a la puerta de mi casa, allí le digo:

J -Tengo algo que decirte…

A -Dime.

J -Dentro de dos meses me voy.

A -A dónde?

J -A Italia con mi ma.

A -Estas de joda, no?

J -No, ya tengo fecha de salida.

A -Eres un mal amigo, lo sabes verdad?, cuando pensabas decírmelo?, cuándo hiciste todos los tramites y el papeleo?

J -Quería estar seguro cuando te lo dijera, sabes que la embajada te puede decir que si como no…

A -Enséñame el pasaje, dime que es una broma, no me jodas el día que lo había empezado bien, hace cuanto sabes lo de la fecha?

J -Eso no importa ahora.

A -A mí sí, cuánto tiempo hace que lo sabes?

J -Hace un mes...

A -UN MESSS... Bájate del auto... QUE te bajes!

J -Per…

A -No quiero hablar ahora, nos vemos el próximo sábado para la boda y porque dios es grande y cojonudo…, si no…

Salí de la máquina hecho mierda por dentro, no entendía su comportamiento, pensé que iba a estar feliz por mí, eso era lo que me imaginaba yo muchas veces, no me esperé esa reacción, no hablamos más hasta el día antes de su boda, me pasó un mensaje recordándome la hora y el lugar.

La verdad que en la boda hablamos poco, era un caos, se hizo la ceremonia, yo firme como padrino, las felicitaciones de todos, los regalos, y después ellos se fueron directo al hotel, no hubo fiesta ni nada porque la mujer no estaba en condiciones y tampoco le gustan mucho, yo me había despedido de él con un fuerte abrazo...

FIN

Es broma, les cuento…

Un mes antes de mi salida del país ya había dejado de trabajar, quería pasar mi último mes tranquilo y visitando un poco a familiares, amigos y unos pocos conocidos que apreciaba mucho, de Alex no supe nada, no hablamos más desde lo ocurrido en el auto, ni mensajes, ni llamadas, nada de nada y me dolía tener que irme así, lo llamé varias veces pero no me respondió, también un par de ocasiones fui a su casa y no estaba, después de más 15 años de amistad, mi amigo, mi hermano de guerra, mi brazo derecho, solo de pensar que todo había acabado ahí me destruía, incluso mi mujer me preguntaba que si yo estaba bien, que ya no era el mismo, que yo estaba muy intranquilo y eso la preocupaba, ella no sabía que yo había tenido problemas con Alex y que me iba del país en un mes.

No desconfió de ella, es una mujer espectacular, muy bonita, pero yo desconfió de las mujeres en general y no quería que a última hora me saliera con algo extraño, una venganza, o que los papeles no aparecieran en el último minuto, o un embarazo inventado, o alguna sorpresa, solo dios sabe lo que pasa por la cabeza a una mujer y no quería correr el riesgo... Al final se lo dije 48 horas antes de irme del país… Esa es otra historia.

Una semana antes de irme, fue que decidí decirle a mi papá, a una hermana por parte padre y a un par de amigos, y le mande un mensaje a Alex diciéndole el día y la hora de mi viaje, soy muy celoso y reservado con todo, esa semana fue caótica para mí, estaba llenos de compromisos, casi no dormía y Alex no daba señales de vida, mi padre me hizo un regalo de despedida, no era la primera vez, en fechas importantes, o eventos, o en algún suceso de felicidad, me regalaba el tiempo de dos buenas niñas para mí solo, no me sorprendí, hasta que las vi a las dos, son hermanas gemelas, yo no estoy en contra, ni en favor de nada en esta vida, siempre y cuando no me afecte directamente.

Un día antes de mi salida del país me encontraba en casa de mi hermana, su marido, mi papá, la madre de mi hermana con su marido y una amiga de mi hermana que siempre se me escapaba, les dije que alrededor de las 8 pm me iría a mi casa, que todavía tenía que preparar el equipaje, [yo no sé ustedes, pero yo lo dejo todo para el último momento], todo bien y todo lindo, a las 8:08 me entra una llamada al móvil, Alex, mi corazón se detuvo.

A -Dónde estas?

J -En casa de mi hermana.

A -No te muevas que llego en 10 minutos.

Después llegó Alex, él y mi hermana ya se conocían y muy bien, entró por la puerta como si nada, para mí que él, en su mente, piensa que lo de la playa pasó el día anterior, no sé la verdad, a 16 horas de mi partida del país y no lo veía desde su boda, quería abrazarlo y darle un beso en la boca de amistad, realmente lo extrañaba y me hizo mucha falta el muy hijo puta, dieron las 11 pm en casa de mi hermana, Alex me había dicho que no me preocupara, que él me llevaría para la casa.

A -Que vas a hacer ahora?

J -Irme a mi casa que tengo que preparar la cosas del viaje.

A -Tú como siempre, dejándolo todo para el final, porque no damos una vuelta con tu hermana y la amiga así te despides.

J -No, no, no, deja eso, no me compliques la vida.

A -Dale viejorro, me la debes y lo sabes?

Lo miré con ganas de darle una galleta, en ese momento mi hermana me abraza y me dice, dale tito, no se cuando podré verte de nuevo, además, que va a pensar mi amiga, con una mano hacia círculos en mi pecho, le vi los ojos llorosos y no me pude negar.

Me despedí de todos y salimos los 5 contentos hasta llegar a la discoteca, mi hermana conocía el lugar, ya era cerca de media noche, Alex parquea el auto en una calle del lugar porque estaba lleno, dentro del lugar había un ambiente buenísimo, luces, reggaetón, cerveza y buena compañía, a las 2 am Alex me avisa y me dice que se tiene que ir, que si me voy con él, yo le digo, mejor nos vemos mañana por la mañana, yo me voy con la amiga de mi hermana que tú sabes que siempre se me escapa la muy puta, mi vuelo sale a las 3:30 de la tarde, pero debo estar en el aeropuerto al medio día, recapacito en ese instante y le digo, que mejor le acompaño al auto, que me espere ahí, había demasiadas cosas que decir y no teníamos tiempo, para que dejar para mañana lo que se puede hacer hoy me dije, le informé a mi hermana que saldría con Alex y me despediría y que volvía en un rato.

Cuando llego al auto él ya estaba sentado dentro, yo me senté en el asiento del copiloto, su auto es antiguo, de los grandes, es un Chevrolet, los asientos de adelante son de una pieza enteriza como los de atrás y muy espaciosos, nos miramos y no dijimos ni una palabra, había un silencio enorme en el lugar, nos abrazamos, mientras la luz del techo del auto se apagaba, un abrazo fuerte, estuvimos así casi una eternidad, aunque no dijéramos palabra alguna, sentía su respiración entrecortada, pero su nariz lo delato, era como si tuviera alergias, "los hombres no lloran", es lo que nos habían enseñado de pequeño.

Cuando logramos separarnos, puso sus manos en mi cara, unimos nuestras frentes, yo puse mis manos detrás de su cabeza, empezó a darme consejos, que dejara la locura, crear una familia, escuchar a mi madre y otras cosas, cuando lo interrumpí y le dije que si podía pedirle un último favor, tus palabras son leyes me dijo, baje mi mano a su muslo y la subí hasta su paquete, no me juzgues le dije yo, que malo soy, él dándome consejos y yo solo pensaba en agarrarle el paquete, lo que estaba pasando no me había pasado por la cabeza, creo que era el calor del momento y las circunstancias las que me llevaron a actuar así.

Ahora con mis dos manos me ayudaba a quitar el botón del short y el zipper, de pronto me da un beso, algo dentro de mi bajo de mi cabeza hasta el culo, les juro que mi culo se dilató de repente, con sus manos ahora en mi cuello y basándome, se inclinó facilitándome bajarle el short y el bóxer, tenía mi mano en su paquete, se sentía bien al tacto, me daba placer, no era la misma sensación cuando te tocas el pene tu mismo, yo estaba caliente y quería chupárselo, se detiene de besarme y me dice, vente conmigo, mi mente en un segundo pensó veinte cosas a la vez, me negué, me preguntó el por qué?, le dije que si me daba tiempo para pensar lo que iba a suceder no me atrevería, entonces vamos para atrás me dijo y así hicimos. Donde cae el burro ahí mismo le das los palos, dice el refrán.

Yo ya me había quitado los zapatos y la ropa antes de pasarme al asiento trasero, me senté sobre sus piernas y comenzamos a besarnos eufóricamente, yo movía la piel de su pene con mi mano de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba mientras tomaba volumen, tocaba su brazo ancho y se lo apretaba, su pecho, su abdomen, lo deseaba a él más que a nada en el mundo, tenía la sensación de querer estar dentro de el como una fusión, yo me sentía fuera de este mundo, el tiempo para mí se detuvo, me mojé la palma de mi mano con bastante saliva y lo puse en la cabeza de su pene que ya estaba duro y empecé a frotárselo circularmente, en pocos segundos me pidió que parara, que si quería que las cosas acabaran antes de empezar, nos reímos juntos, dirigí su pene al centro de mi ojete y comencé hacer la brochita, mi cintura había comenzado a moverse de adelante hacia atrás involuntariamente, espera me dijo, sacó de debajo del asiento un bulto de sobres con lubricante, nosotros comprábamos una cajita que contenía dos condones más el lubricante, parecían tres condones en total, no podíamos andar con un bulto de condones por nuestra situación, yo no sabía que los guardaba.

Todos los planetas se habían alineado para mí, el llenó su mano con lubricante, y me la puso en el ojete y comenzó a restregarlo, mientras me pajeaba con la otra, su cara estaba a centímetros de mí, estaba más caliente que nunca en mi vida, te deseaba me dijo, mis manos estaban apoyadas en el espaldar del asiento a cada lado de su cabeza, yo hice como que no lo escuché, mi cintura seguía moviéndose, pero al compás de las manecillas del reloj, al sentir que el primer dedo entró, mi cuerpo se detuvo, ni siquiera yo lo había hecho en mi vida, ni por curiosidad, pero yo quería sentir su pene dentro de mí, me invadía la necesidad de tenerlo dentro, todo mi cuerpo lo pedía a gritos.

El segundo dedo entró sin complicación diría yo, el tercero me hacía levantar de sus piernas y chocar la cabeza contra el techo del auto, en ese momento no tenía miedo de su enorme pene ni de su grosor, si tenía miedo de que tocaran el cristal del auto porque lo habíamos bajado un poco por el calor que hacia dentro y quería meterme su pene...

La verdad, se puso el preservativo que viene un poco lubricado y lo llenamos más de lubricante así como también mi ojete, yo mismo personalmente cogí su pene y lo dirigí a la entrada, lo comencé a besar con mi mano en su cara y le pedí que lo metiera despacio para que no me hiciera daño, nunca te haría daño, no sabes lo especial e importante que tú eres en mi vida y te quiero de una forma absurda, me decía mientras se le escapaba la lágrima, le respondí con un, tú eres y serás mi amor platónico y lo callé con un beso.

A medida que su pene entraba, me dolía, puse mi mano en el lado izquierdo de su cuello, mientras más me dolía, más se lo apretaba y Alex lo entendió, pero poco a poco el martirio llegaría a su fin, comencé a moverme, de adelante hacia atrás, yo quería controlar la salida y la entrada de su pene en mi culo, era a mi a quien le dolía, después de varios minutos mi culo dejo de llorar y comenzó a reír, madre mía, que gusto le estaba cogiendo a esto, yo tenía la boca abierta, Alex me tenía de la cintura y me la apretaba como ordenándome que quería controlarla.

Ay! Por dios que rico mmmm!, no pares por lo que más quieras.

J -Seguro que eso se lo dices a todas cabrón.

A -Sí, pero es de mentira y lo sabes, mmmm, joderrr que enculada me das hijo puta.

J -Oh mi dios!, lo que me estaba perdiendo, ahhhh ayyyy!

A -Pinga, no sabes cuanto te extrañé, entre jadeos, tú me extrañaste?

J -No te me pongas en ese plan, pero si, y ahora te voy a extrañar más, que rico.

A -Dime papi.

J -En tus sueños…

A -Dime mi amor cabrón, tienes este culo estrecho que parece que me va a romper el frenillo, en ese momento me dio la vuelta quedándose él a mi espalda, comenzó a darme duro, pensé que todo dentro de mi se rompía, sobre todo mi culo, tenía mis brazos apoyados en los asientos de adelante y me fije que el parabrisas estaba empañado, me siguió dando duro, puse una de mis manos en mi boca para que no me oyeran, pinga cabrón!, que rico, no pares y solo detenía el ritmo cuanto estaba a punto de venirse, no creo que aguante mucho más, me dijo, lo detuve, me puse en la posición inicial, sobre sus piernas, no soy ninguna puta, lo terminamos cara a cara, y ahora échame la leche dentro, él solo se rio, esta vez yo me puse de cuclillas en el borde del asiento con las piernas abiertas aguantándome del techo, él metió sus manos por dentro de mis piernas, me abrió el culo, se acomodó bien y la introdujo suavemente, pero esta vez la sentí mucho más adentro, empezó a subir de velocidad, era una máquina: tatatata, tatatata, joder singao me vas a matar!

Yo no sé si dio mucho en el punto G, H, o W, solo sé que empecé a botar leche para todas parte, en su pecho, cara, asiento, mi culo sé cerró, caí desplomado arriba de él, mis piernas no las sentía, que te paso men?, me llenaste toda la cara y el pecho de leche, me dijo.

Nada, que te he bautizado le dije riéndome, me senté a su lado, le quité el condón y comencé a chupársela.

Avísame le dije.

Ok, respondió, yo tenía mi mano en su pene y mi boca llena de su polla, el mundo se podía acabar en ese momento que no me arrepentiría de nada y me iría feliz, yo estaba dando lo mejor de mí chupando esa verga, me gustaba lo que estaba haciendo, estaba de lo más contento, sentí una mano en mi cabeza y me tragué casi toda su verga y comenzó a follarme la boca una y otra y otra vez, la mitad de su verga salía y entraba de mi boca como si fuese su casa, se oía el plas, plas, plas de sus huevos que chocaban con todo, yo jugaba a atrapar su verga con mi boca y a recoger toda la saliva que botaba, de pronto empujó mi cabeza hasta lo mas profundo de su verga y comenzó a disparar dentro de mi boca un chorro detrás otro, tanta leche, me estaba ahogando, cuando logré salir de esa situación lo quería matar, su leche creo que fue directamente a mi estómago, pero quedaba bastante todavía en mi boca con saliva y decidí tragármela para insultarlo, eres estúpido, casi me muero, no te llego mucho oxígeno al cerebro o que?, el muy estúpido solo se reía. Así te vas bautizando, me dijo.

Nos limpiamos todo y seguíamos riéndonos, nos vestimos y salimos del auto, yo encendí un cigarro, aquel auto apestaba a sudor de hombre, a sexo, a leche…, y a una gota de amor, dejamos las puertas abiertas y le dije que me llevara para mi casa, con el olor que traía encima todos se iban a dar cuenta y mi ropa de cambio estaba en su casa, llame a mi hermana y me despedí.

Alex me llevo a mi casa, hablamos del futuro, nos reímos recordando viejas historias, ya en la puerta de la casa, 5:30 am

J -Men!…

A -No tenemos que decirnos nada, ya todo está dicho.

J -Sabes qué?…

A -Nos hemos demostrado más con hechos que con palabras, nos abrazamos por última vez.

A -Te quiero.

J -Y yo a ti…, mientras le tocaba el paquete.

A -Jajaja me estás poniendo caliente.

J -Si ya veo, jajaja.

A -No calientes la comida que no te vas a comer.

J -Quien dijo que no?

Y sí, le hice un pajote en la puerta de mi casa a las cinco de la mañana, y nos despedimos de nuevo, entré a mi casa, me di un baño, y sí, me hice una paja, cuando entre al cuarto mi mujer se levantó, pero ya eso es otra historia...

A las doce salí para el aeropuerto y a las 3:30 pm, cogí el avión, llegué a Italia donde me esperaban todos.

En mi próximo relato les contaré que pasó dos años después, cuando fui de visita a mi país y me reencontré con Alex.