David y Diego: Sexo en los Casilleros

-eso...eso era lo que yo quería…verte así todo puto… -seee...llámame puto…me gusta serlo, me caliento más

Acá les dejó el siguiente relato, valoren y comoenten cuando terminen de leerlo y me dan sus opiniones.

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-no…que hice…- me lamentaba

-¡¡¡MALDITO HIJO DE TU PUTA MADRE!!!

La gente se volvía loca y la algarabía de cómo se sorprendían unos con los otros por lo que habíamos hecho Diego y yo…no, no puede ser…se, van a pelear y se darán duro entre ellos para ver quien de los dos es el que tiene la última palabra prominente.

-¿¡con que besando a David!? ¿¡Eh!? ¿Te gustó? ¡Maldito de mierda!

-Hey Ri-Richie no quiero que te pongas a pelear aquí…por fa-vor, cálmate… - susurraba en su oreja…las manos me temblaban por el miedo retorcido que me invadía.

Diego levantaba su cabeza aun entre toda la algarabía que se hacía…la gente estaba empezando a dar cuenta…los demás trataban de bajar pero no era fácil debido a la algarabía del momento, trataba con dolor quitándose los restos de sangre de su boca lo miraba con enojo.

-si…me vas a moler a golpes…dale…si eras tan macho...hazlo… -El jugador de hockey haciéndose el macho dispuesto para la guerra.

Gracias a la incitación de Diego hacia Ricardo…empujó esa baranda sin misericordia y lo espoleó lo más duro que pudo tirándose los dos al suelo agarrándose a golpes poderosos en cada parte del cuerpo…

Estaba en blasón sin potestad de hacer algo…los dos se daban tan severo que se dejarán marcas entre los dos por…por mí y por mis deslices…mi culpa. Algo tan inesperado originó todo esto que pasaba…se molían los cuerpos con sus devastadoras empuñaduras para saber que yo era el causante de sus defensas premeditadas…pura fuerza y poderío siniestro era lo que tenía Richie y Diego combatiendo como un guerrero sediento de defunción hacia el…

-Hey hey hey!!! Ya basta yaaa ¡YA! – Javi se metía al campo y trataba de aferrar a Richie de los brazos y otro del equipo. Agarraba a Diego para que renunciaran al batallar…Karen me empujo tratando de llamarme la atención.

-¿por qué putas no vas y ayudas para que no se maten entre los dos? –me interceptaba con una mirada de preocupación…trataba de recobrarme pero…me sonaba sumamente poco análogo lo que me hostigaba…Margie estaba impactada…yo la verdad…no me daban ganas de hacer nada…no sabía el porqué. Sin embargo reaccioné para que-

-dejen de pelearse… ¿acaso no ven que esto es ridículo? – se zarandeaban dispuestos a usar lo que les quedaba de fuerzas para seguir destruyéndose recíprocamente

-Y besarte con este tipo no te parece ridículo…- aun con los brazos agarrados por Javi, trataba de arremeterse contra Diego de nuevo estando él, incauto y machacado…su cara estaba destrozada-no soy estúpido David…no…soy…estúpido

-no fue así. No… sucedió nada…-nervios de no saber que decir

-no soy caído del zarzo Da-vid. menos mal tu amigo me está sosteniendo…porque egh... le partiría el culo a Guepa hasta que los músculos se me desinflen…

-dale…porque no vienes si eres tan bueno como en tus palabras… ¡te estoy esperando! ¡Dale! ¡Vení pelea conmigo! ¿O es que no sos capaz? Venite ¡¡¡VENITE!!!

El otro chico trataba de sostenerlo también estando todo el mundo enfocandose en lo que estábamos haciendo…no les importaba, solo querían matarse el uno al otro. La Furia incandescente de Diego, atroz a la vista…y percibía que surgían…lagrimas.

Richie con su mejilla algo hinchada y el ojo moreteado botando sangre entre sus dientes, dejó a Diego mucho peor. Tenía la frente rayada botando algo de sangre, la nariz con sangre emergiendo de sus orificios, moretones por su mentón y su ojo algo hinchado y el otro raspado…se desquitó terriblemente…y me daba lastima verlo así…aunque alternaba su vistas incompletas hacia mi…se daba por exceso y vicio a lo que yo hacía y mis reacciones.

‘lo hice por ti’…el maldito me dejó como los problemas algorítmicos del algebra…confundido. Esta confusión me dejó completamente sin saber que pasaba…no reaccionaba como debía ante los momentos majestuosos del partido. Ni mucho menos a todo esto…el escenario en el que estábamos ya era de proveniente calma, pero de un silencio hacia el pandemonio…todos miraban lo que hacíamos...

No sabía que un mísero beso…volvería a los dos seres que he amado…volverse como demonios

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Quería seguir batallando, darme duro hasta quebrarme el alma pero-

-Diego escúchame…deja todo así…no quiero que te metas en más problemas…mira que…el entrenador miró todo lo que tu hiciste…si sigue así…te saca…te juro que te saca…

Susurros en mi oreja por parte de Renzo…la cólera más amarga del planeta me sonsacaba todos los sentidos que no tengo y que me faltaban por descubrir. quería partirle la madre a Tovo por haberme pegado y dejarme como estoy…siento que mi cara esta adolorida por un lado yo por el otro no siento dolor aparente…botaba mi saliva ensangrentada permitiéndome escupir. Miraba a David…me aguantaba las lágrimas…porque el quererlo me basta hasta que me muera…

Solo lo hacía por él.

Calmarme…soy sereno, apaciguado…relajado…pero cuando yo me enojo, no hay quien me depare y justo en ese momento cuando ese cretino sonreía como un idiota haciéndome sulfurar como reactivo químico. Pero me di cuenta de que yo no tenía velas en este entierro, e incluso yo era el muerto fúnebre…no tenía nada que hacer aquí, si seguía defendiendo lo que por derecho no era mío…estaría haciendo el ridículo. No por el beso, o por el golpe, lo hacía por querer algo que no era mío, sino de Tovo.

Me retiré. Dejé que Renzo me soltara y dejara de apretarme para no seguir clavando más la estaca de la muerte…me quité toda la mugre, el poco de llantos que por estar así tan mal como me había dejado el novio de David y ahora catalogado ex amigo mío, di la espalda y no me percaté al verlos…porque la vergüenza era lo que se me inflaba cada vez más en el corazón,  en el estómago y en la cabeza…diciendo claramente en mis pensamientos. ¿Porque putas hice eso? ¿Porque carajos lo bese?

¿Era el momento? ¿Lo decía mi cuerpo para tratar de efectuar mi cometido? No…fue porque me deje llevar y no sabía la consecuencia de mis actos solo por haber sentido de nuevo los labios de David. El castigo a todo esto fue mi cara y los golpes que me propino en el cuello también, el tipo daba duro. Toda mi cara estaba era adolorida, demacrada y completamente despavorida gracias a los puños. Entré a las gradas para poder sentarme y quitarme los patines que de por sí, no eran un buen augurio para la corta pero aliciente pelea en la que estaba. El entrenador entró y me miró con cara de pocos amigos…que no quieren la cosa.

-Riascos, a ver peladito ¿Qué hablamos usted y yo?

No quería decir nada…me sabia el parlamento. Siempre me lo decía cada final del entrenamiento…mi cara estaba entumida y me costaba hablarlo también

-¿me va a dejar con la palabra en la boca? Quiero oírlo de su boca ¡ya!

-ojo pues con las mariconadas… - mascullaba con fastidio

-¿Cómo? No lo escuche que, ¿qué? – se ponía la mano en la oreja sarcástico estando yo botando chispas devastadoras

-Ojo pues con las… (Suspiro) mariconadas…

-Exacto…sabe exactamente que le había dicho a usted que usted puede estar en el equipo porque es bueno…sin embargo sabe lo que no me gusta, que se la pase de mariquita chupaflores dándose picos cacorros con un hombre. Se lo agradezco mil veces una y otra vez por los tres puntos que nos dio usted y el equipo por haber metido ese punto y despejar la retaguardia. Pero de que cause conmoción pública, no solo por molerse a golpes sino por hacer esas maricadas, son problemas que no puedo evitar peladito.

El entrenador, con su gorra de para atrás para ocultar sus calva y sus aproximaciones a la vejez… los shorts de atleta, las piernas fornidas y la camiseta polo de coach que siempre usa. Más los tenis de preparación. A veces usaba de esas sudaderas. Podría haberlo comparado con el profesor de educación física que tenía en el colegio siendo este su padre. Siendo un homofóbico de aquí hasta hokkaido, ni se cómo no me desprecio cuando me preguntó mi orientación sexual.

Los chicos entrabas murmurando y estando al a par de futuros chismes…los seis se mantienen en eso a veces, yendo a sus casilleros respectivos mientras que el entrenador apretando más la frente y arrugando más el entrecejo se enfocaba en mi dispuesto yo a recibir…

-Castigo…me pule todos los cascos, lustra los patines, lija las ruedas y desinfecta los protectores…no me importa si se demora hasta la noche. Y todo eso también por pendejo y por dejarse masacrar por un pelado que ni protección en el cuerpo tenía.

¡Wow! la conspiración…que feliz estaba, claro ni más faltaba…las orejas eran las que me abastecían de murmullos de mis compañeros como viejas chismosas más los ‘uyyyyy’ sonsos que daban la finalidad a la redención de mi castigo…iba a aceptar, claro yo sabía que me iba a decir eso pero-

-¿acaso es usted idiota? ¿No ve que él se estaba defendiendo?

No Renzo… no quiero que te pongas a defenderme. Levanté la mirada y me dispuse a verlo estando este firme y con determinación ante sus modestas palabras…sin importar lo que el entrenador dijera, estaba dispuesto a salvaguardarme…que buen amigo es, pero la está cagando. No, la cagó completamente

-¿eso es lo que piensas Jiménez?

-soy justo… entrenador…

-entonces quédate vos y le ayudas, recibís también castigo por no respetar a la autoridad, en este caso yo…Riascos, vea las llaves – tiraba las llaves agarrándolas yo con las dos manos – para que cierre cuando terminen.

-pero entrenador – lo interrumpía Renzo

-sin peros…hago el papeleo necesario de este partido y me largo, los dejo a ustedes dos, para que recapaciten

Salía estando casi todos preparándose para irse también. Se hacían los que no querían participar en esto…pero bueno, no era que me agradara o me fastidiara. Mejor para mí y que no estén involucrados. Seguía en mi meditación sin llegar a ser calma y quietud. Pensaba muchas cosas, me valía estar de esta forma…mandar todo para la mierda.

Nos habían dejado a los dos solos…escuchaba las gotas desde el techo caer cerca por las regaderas. Observe y vi que los cascos estaban raspados y sucios y lo demás estaba completamente desorganizado…esto iba a ser para largo. Si tenía que olvidar lo que había hecho es mejor para mí.

-ven. deja yo te ayudo con esas heridas…

-no déjame que así estoy bien…

-no Diego se va a infectar, déjame – con un poco de algodón que sacó del botiquín trataba de secar las heridas tratando se acercarse a mi rostro. Le agarre la muñeca tratando de pararlo

-¿por qué lo hiciste? ¿Porque te arriesgaste a quedarte conmigo? ¿Porque? – por la poca vista que podía percibir uno de mis ojos, me abalancé y pude verlo con cara de valiente

-eres…eres mi amigo Diego…no te podía dejar solo con todo esto…

Herido, abatido, cansado y tenía que implementar mi castigo, era lo mejor para ambos si queríamos salir de aquí. Me alegraba lo que me decía…sabía que tenía a un buen compinche que me daba la mano siempre. Lo miré con una sonrisa algo adolorida, me levanté y sin despojarme aun de mi uniforme comencé a buscar un trapito para limpiar los cascos y lustrarlos.

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-6:39 PM

El ultimo protector. Estaba agotado, lastimado, adolorido y fastidiado por haber usado tanto lustrador y dejar todo restaurado. El que Renzo me haya ayudado fue una bendición. Aparte de haber cumplido este castigo, el pensar en David y lo que pasó ya me era demasiado redundante. Renzo por su parte, no llevaba los patines y se había quitado el protector.

Con su camisilla negra con el logo de under armour en toda la mitad, notaba lo fibradito que se mantenía, por sus escaladas, lo que lo hacían poner en forma. Estábamos descalzos, en medias porque no llevábamos zapatos de reserva para descansar, solo los nuestros. El dolor de mi espalda era desafortunado.

-terminamos ya Diego…que bueno porque ya estoy algo cansado… aparte de eso para poder darnos una ducha e irnos, aunque pienso que-

No…Mi corazón me generaba malas ínfulas con respecto a como yo, quería olvidar y desaparecer todo como un mago…planeo hacerlo. Aunque…la bipolaridad me estremece…no puedo, no puedo hacerlo porque…mi corazón, solo pertenece a él. A ese chico, a David. El sinsabor amargo recorría mi alma sin dejarme escapar de mis pésimas lamentaciones. Por un lado yo…no quiero luchar, no quiero sofocarme ni seguir pensando en ese amor que, anteriormente…era incondicional, sagaz e innato. Puedo seguir pensándolo, pero… todo queda en palabras. En míseras letras que hacen que piense en cosas diferentes para no sacar a la luz, mis crudezas. Y esas verdades son que amo todavía a David.

Sin querer derramaba contenidamente lágrimas y sollozos silenciosos sin saber lo que me tenía en mente. Apretaba ese casco que me resguardaba en los brazos, como si una naranja estuviera expuesta a exprimirse sin saber que era imposible hacerlo. Me rendí ante el protector craneal echándome a gemir como un perro baboso suspirando con dolor. Desahogándome de todas mis lamentaciones con dolores en mi cara y serios problemas en mi corazón.

Ese chico de 9 años que lloraba por las injusticias de ser uno mismo, resurgía nuevamente. Cuando mi padre me decía siempre cada vez que contenía mis tristezas: ‘hijo…llorar es un momento de nuestras vidas que no queremos presenciar…pero es bueno apreciarlo para poderse desahogar’ a la mente se me venían esas palabras, y dichas por la voz gruesa de mi padre. Por el libido recuerdo del momento, me lo decía era por ser el niño pequeño al que lastimaban por ser supuestamente el que sabe más que los demás.

Nunca me vi en esta situación. En este típico momento en el que cada ser humano llora por la persona que uno…ama. De la cual me enamoré de ella y por no poderla sacar de mi cabeza, asumo las graves derivaciones.

-Diego…socio, no me gusta verlo así…-no me daba pena que mi amigo me viera llorar

-déjame Renzo…quiero…quiero estar solo…

-no, no lo haré, no te dejaré…- sentía como se acomodaba en el banco simulando estar sentado en una silla de manera contraria. El silencio hacia presente su nombre, sin yo todavía abrir mis ojos.

-Renzo…hazme caso…déjame

-Mierda ¡que no me voy a ir! – agarraba el casco sin yo poder estar atento a no quitármelo y tirarlo al suelo. – ¡coño! ¡Deja de sufrir por ese pendejo! ¿¡No te acordás lo que me dijiste una vez cuando terminábamos de practicar!?

-no…no me acuerdo lo que te dije. – no hacía severo caso, detallaba cada contraparte de la madera en la que estábamos sentados desteñida y llena de marcador con estupideces escritas aun con mi vista algo cristalizada y borrosa.

-Diego…si…nos sucedía algo que nos molestara, o que nos lastimara…lo íbamos a hablar…pasara lo que pasara…en confiar...somos…somos amigos

Su mano, tocaba el protector de mi hombro sin yo verle la cara aun…era un dolor amargo y sofocante el no poder desahogarme. Decir lo que pensaba, manifestarme ante mis actos y sentimientos hacia mí y mis pensamientos. Todo esto se radicaba, como una patada en el culo dejándome la hinchazón y la sensación de clavitos de desgarre era lo que afrontaba con todo esto.

Pero esos impulsos…esos impulsos hacen que me manifieste sublimemente sin prohibiciones. Hacer brotar las palabras paulatinamente desde el corazón hasta mi cuerpo. Como si no tuviera ningún atrofio o barrera para decir lo que pensaba y pues…sucumbir ante la verdad.

-Nadie me ama Renzo…

-¿Hey cómo?

-Nadie me ama…David ya no me ama. La única persona que ha logrado ese cometido es él…y no creo que nadie más lo haga.

Fatídico. Medaban impulsos extraordinarios para hablar, hablar…y charlar hasta el amanecer. Sin hacer contacto visual frente a mi amigo, no eran congruencias exactas a lo que yo quería que pasara. Que todo fuera como antes. Que David y yo fuéramos de nuevo pareja, que estuviéramos juntos cada momento y poder vivir la vida, tal y como yo la quería. Aunque ilusionarme era lo que me hacía generar cosquillas premeditadas por mi pecho y reírme como un estúpido. Nada de eso iba a ser cierto.

-Ahí tienes lo que me molesta…lo que me hiere. Aunque se siente…bueno sacarlo del pecho - bajaba la mirada, con mi mano derecha saciaba mis angustias y dolores cortantes llamados lagrimas amortiguándose en toda la punta de mi nariz- me alegra tener que decírselo a alguien porque necesi-

Interrumpido frenéticamente…su olor de cabello con aroma a antitranspirante masculino y algo de sudor sintiendo un poco ese olor a las cortezas de las papas apreciándolo intensamente. Pero…el poder de sus labios era otro cantar. Descubrir…que el sabor de su boca era completamente relajante. Sorprendido cono todo ese cariño casi apoteósico gastándoselo en mí templadamente.

No podía creerlo, pienso que…esto ¿está pasando? Renzo…me está besando. Me está haciendo deshacer estos pensamientos furtivos que hacen que mi cerebro le sangre intensamente la materia gris del cerebro. Lo correspondía, le seguía el juego a mi amigo. Sin importar los actos culpables de mis labios. Desistí de probar la carne arriesgada de mi socio del crimen apartando el dolor de mi cara de lado.

-Diego…

-si…

  • te amo…

Insostenible. Lo primero que se difunde entre ambos es ver como Renzo abría sinceramente sus sentimientos hacia mí. No me sentía, ni desesperado, ni angustiado, ni con malentendidos en mi cabeza. Todo era lo contrario… cosas inofensivas, agraciadas y poco problemáticas. El ver que alguien me quiere con pasión y desdén, era algo que para mí, fuese como ganarse la lotería y me dieran de premio: una pareja incondicional. Su mano quería toquetear por mi cuello sin dejar de percibirnos con la mirada, o por lo poco que podía percibir yo por un ojo gracias a la golpiza de ese idiota desalmado. Relajándome pacíficamente.

-agh…des...pacio…

-que, que pasó. Te ¿te hice duro? – angustiado creyendo haberme lastimado

-no es que…me duele el cuello

-no te pondrás de terco conmigo…déjame…déjame ayudarte.

Trataba de quitarme el uniforme gracias a que con el protector no podía hacerlo. Logró buscar por la parte derecha de mi costado izquierdo y desabrochar el protector blanco de hombreras para estar desnudo del torso aun con las marcas del protector. Ya detallando más mis hombros, pude notar que estaban moreteados y por el cuello, estaba rojo, parte de unos cuantos estrujones llenos de malestar por la espalda.

-como… ¿cómo se ve?- preguntaba

-maldito…te dejó más moreteado que una papaya descompuesta

-todo esto…sanara, cálmate que estará todo bien.

-voy a echarte de esa crema por la espalda para que dejes de sufrir con estas raspaduras– con enojo se pronunciaba

-d-dale…

Apreciaba su ayuda. Manifestaba todo su afecto acerca de cómo sentir algo de cariño por parte de alguien diferente…realmente lo buscaba. Claro, tengo el cariño de mi madre, sin embargo es sumamente diferente a este. Estoy es, falto de amor y lo podía apreciar en las manos palpables de Renzo curándome y aliviarme de mis heridas momentáneamente. Dejó de sobarme los brazos percibiéndolo por el calor que emana ante su intensidad amorosa tirando la camisilla negra que llevaba puesta al suelo, junto con el resto de los cascos organizados.

Casi desnudos. Nuestro pecho descubierto sin nada por delante, usando nuestros pantalones del uniforme y las medias rojas a rayas del equipo. Su torso tibio se profundizaba más en mi espalda acomodando su pelvis cerca de mí siendo los dos únicos seres que se proclamaban en ese lugar, más y más deleitando un suave roce entre ambos forcejeando de manera susceptible y aplacada mis hombros siguiendo con el tratamiento que estaba disfrutando.

-Renzo…

-… ¿sí?...dime – me miraba percibiéndolo por detras

-porque… ¿no me dijiste nada antes…?

-yo pues…tenía miedo de decírtelo…no sé porque me encrespaba de miedo al tratar de ser sincero contigo. Cuando hablaste de lo que eras con el resto pues…quería sincerarme para saber que no estabas solo…pero quería ganarme…la confianza que ahora tienes conmigo.

-¿y tú que eres? ¿Cuál es tu orientación sexual? – gire mi cabeza para que mediera su respuesta.

-me considero bisexual Diego.

-pero tú me dijiste que-

-te dije que me gustaban las chicas si…pero, no quería decirte la verdad, si no fuera por el miedo que tenía, seria abiertamente contigo como…lo estoy haciendo ahora. Mira…te quiero, eres un ser espectacular porque hay pocos como tú en este planeta. No están en la lista actual los chicos que son lindos, atentos, tranquilos que se comportan de una manera tan noble considerándolos como una estrella naciente. Y tú eres…todo eso.

-Renzo yo…

-el que ames a David, no me importa…te-te amo pero yo te considero es como un amigo al que aprecio y sin querer, siento…más allá de eso. Pasas por un momento lleno de aflicción aunque yo… te tengo buenas noticias – algo indeciso en esa última aclaración

-¿que…?

Pregunté mientras sus manos se aproximaban más a mi pecho suavizándome con la crema.

-me tienes aquí para…auxiliarte.

Sus manos con fuerza premeditada para no lastimarme, hicieron que me corriera para poder verlo. Los topitos blancos de sus orejas brillaban con la luz de la lámpara cerca de los casilleros. Prominentemente esa mano suave y resbalosa por la crema se dejaba tocar de mi rostro con el contacto explícito y espacial de nuestros ojos. Interceptaba mis labios a pasos de caracol, donde el aire entre nosotros, era limitado, hasta ya poder estimar el roce de nuestros labios nuevamente.

Correspondía levemente su poder de amor. Acomodé mi pierna para poder estar más cómodo dejando mis manos quietas apoyándome en la banca pero… este loco maniobra implosivamente. Sus manos estaban calientes al tacto apretando con cariño por mi trícep derecho cruzando el camino lentamente de mi piel, pasando por mi codo llegando hasta mi brazo llegando a entrelazar mis dedos con los suyos.

Con la otra mano me sobaba el cuello pasando sus dedos como un rastrillo sosegando mi cabello hasta despeinarlo por detrás. Necesitaba esto…hace tiempo no disfrutaba el dejar de sufrir de esta manera. Era amor lo que me daban, un cariño inimaginable que te puedes sentir animado y glorioso para toda una vida pero. El bloqueo de no poder corresponder ese amor por más que deseara, era lo que no me dejaba sentir el más allá de todo como pasaba con David. Era jovencito y no sabía de la vida, sin embargo, la sensación de hace tiempo era monumental.

Esa puta sensación de amar y ser amado, esa impresión de afecto que hace que tengas oídos, vista y alucinaciones implícitas hacia ese ser para siempre. Mi cuerpo puede que responda una cosa diferente que es saciarse de sexo. Pero mi corazón dice que no…no es lo correcto hacer esto, pero es bipolar en instantes. Quería darle amor a Renzo, aunque me daba ese asedio majadero que no sabía si ser bueno sentirlo o mandarlo para la porra y entretenerme con lo que me daban.

Soltaba mis labios de nuevo para poder recostarme en la banca mientras acomodaba su cuerpo en mi cadera casi medio sentado sin dejar de mirarme abriendo su boca por reacción del deseo.

-Diego...te amo.

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- Sistema correo de voz…su llamada tendrá cobro a partir de este momento …puub

El momento perfecto para dejarle a mi novio un mensaje

-Richie por favor…sé que no quieres hablarme, sé que no quieres verme, pienso mucho en vos y en lo que podes estar haciendo en este momento. Desde que te fuiste enojado dándome la espalda, me he estado preocupando mucho por ti, por favor…respóndeme…la verdad, perdóname…espero que…me devuelvas la llamada.

Dejaba que el celular y la telefonía hicieran lo suyo para poder dejar el mensaje y deponer la llamada finalizada. Sentando en esa banca del parque esperando una llamada, una oscilación de mi celular para que me avisaran de algo. Me estaba intranquilizando por Richie…que me haya ignorado desde que Diego también lo hizo yéndose sin escuchar mis gritos hacia los dos estando al a deriva del altamar. Ambos completamente alborotados conmigo… ¿qué podía hacer yo?…dejándome reconfortar por Margie, Karen y Javi.

-¿cuantos mensajes le has mandando? – Karen con la mano en la cabeza amortiguándola con la banca me observaba pacificada por mis reacciones de pavor.

-12…- el ritmo de mi pie era tortuoso.

-mírame David – me acerqué más para verla con mi gesto de inocente-…esto pues, no se veía venir…que Diego…te haya hecho eso, pues, fue malo de su parte, pero…son sentimientos  que el necesitaba liberar.

  • …pero porque yo ¿porque yo? – Las lágrimas iban a hacer su jugada mortal…de nuevo- Karen, yo amo es a Richie, dejé a Diego atrás…yo no lo amo.

-pero el a ti sí.

-no pasara de nuevo.

-estas extraño David… ¿sabes que pienso?

-Dime…ilumíname santa Altamirano por favor ¡necesito de tu luz! - Levantaba las manos como el señor todopoderoso siendo sarcástico, pero a Karen no le daba gracia.

-piensas que con llamar a Richie y disculparte, solucionaras todo… ¿acaso no te has dado cuenta de que es lo que pueda sentir él? Richie sabe todo el pasado que tuviste con Diego. Y tiene miedo de como pueda surgir todo de nuevo. ¡Por eso fue que le pegó! porque aunque no lo quieras y me digas que no señor Mantilla, tu aun sientes cosas por Diego.

  • no es cierto… – tajante me ponía serio apretando mis manos entre sí.

-tus miradas…tus emociones se ponen blandengues cuando tú lo miras, se te nota el aprecio. Pero todo se me confirmo ante mis sospechas ¿sabes porque? Cuando Diego lo tumbaron en el partido, tú saliste a verlo y tratar de ayudarlo y como me habías dicho tú antes cuando lo volviste a ver de nuevo con Marg, ayudándolo portentosamente…los actos reflejan los sentimientos de las personas…a veces

-Karen sabes que eso no puede ser…

-¿ah sí? ¿Que eres un buen samaritano entonces? No, admítelo, aun sientes cosas por él. Dime, alguna reacción de tu cuerpo cuando te dan cosquillitas amorosas por la espalda, mariposas en el estómago o ¿una vibración desde las costillas hasta tus hombros? ¿Alguna de ellas?

-lo…primero…- daba vergüenza admitirlo.

-te conozco David…quieres estar a paz con Richie, aunque en este momento piensas más en Diego…por su beso por eso tratas de evadirlo. Fue apresurado, pero lo sentiste como si los pájaros hubieran volado al sur después de presenciar una puesta romántica de sol.

Aparecía el carro de Javi  por la esquina que sus padres le prestaron para poder llevarnos a las chicas y a mí a nuestras casas. Me levanté…no quería hacerle caso a Karen ignorándola. Me hice cerca de la acera sin dejar de poder observar a los lados de la calle prendiendo las luces naranjadas de los postes de la luz.

-Karen…dejemos de hablar de esto…primero…es mi novio.

-ok lindo…pero tengo razón…

No respondí a eso, el auto se parqueo y me entre para atrás estando Margie adelante y Karen se me hacía al lado.

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Era casi apoteósico…me importunaba que mi cerebro estuviera conectado a mi pene emocionalmente, claro, la excitación era sagazmente exquisita al poder apreciar a Renzo en sus deliciosos Jockstraps blancos y su cuerpecito de escaladas. Nos habíamos quitado los pantalones deportivos Apoyando su culito desnudo en mi bulto, usando también yo unos suspensorios grises. Los uso cuando tengo partidos o prácticas para no sudar mal por ahí.

-me gustas Diego…no pensé que iba a llegar tan rápido el día que…te tuviera así…eres muy lindo…

-tú también Renzo…

Mi mano se asemejaba cerca de su cadera mientras no paraba de mirar mis ojos tristes y apagados por tanto sufrimiento y sensaciones dañinas por culpa de mi primer amor. No quería seguir con los pensamientos…hace tiempo no presenciaba un buen libídine. Y Renzo me lo estaba dando. No podía desaprovecharlo.

El  lugar estaba frio aun con la puerta cerrada. Lo único que tenía caliente eran mis pies por las medias que me las quise dejar para no sufrir de alguna torcedura por el frio en mis extremidades. Y claro… una ‘parte’ que estaba ya sensitiva por tener el culito de Renzo cerca de mi polla. A pocos instantes de poderlo follar aunque-

-Diego…

Abalanzaba su cuerpo hacia el mío para poderse acomodar sintiendo su corazón agitado a punto de estallar. no sé si de pasión, desenfreno, lujuria o amor de estar conmigo.

-dime…Renzo…- mis ojos se cerraban serenamente al sentir sus besos acalorados cerca de mi cuello pasando por mi mentón. Estando algo presionado por las tablas del banco, se colisionaba juntando sus pies en mis muslos para no caerse. Paraba de besarme para poder recorrer mi cabello con los dedos sublimes de su poder semental.

-Quiero…que seas mío…solo…por esta noche…

-pero yo – sorprendido. como un ciervo apunto de ver las luces de un automóvil en la intensidad nocturna.

-quiero que arrojes todo lo que te molesta, lo que te sacia de dolor…y la mejor forma…es que tú y yo…lo hagamos…quiero que sea… sin presiones.

No sabía que decir…no me molestaba recibir cariño de su parte con la herramienta masculina que estremece los sentidos a ambos sexos enviciada y eróticamente. David me lo hizo una vez…me he considerado versátil, pero en posición de activo. Es algo que se manifiesta en mi cuando tenía sexo… con el chico que me enamoró. Los nervios me acribillaron el organismo, generándome un escalofrió por el cuello.

Asentí con la cabeza. Hacia murmullos vastos y poco entendibles que yo no podía entenderlo aunque se percibía muy sexy y devastadora la transpiración y la agitación en la que se mecía intensamente tambaleando con su movimiento injurioso en un buen término, en el vocablo de ser candente. Se bajaba de mí para acercarse a mis muslos levantándolos comenzando a tocar las partes de vellos que habitaban por ahí.

-estas calientico Diego…

-es porque me gusta lo que veo…

-y…

-¿sí? Cuéntame – la respiración de sofoco suavizante proveniente de su nariz hacia generarme unos escalofríos completamente profundos.

- esto… ¿también? – su lengua se apreciaba como una carne extremadamente exótica llena de vida propia en busca de satisfacción y poder apreciar la segregación de mi sudor y virilidad de mi culo.

-si…eso…también…

Eran como si él se estuviera besando con mi esfínter…esos labios subían y bajaban intercalándolo todo con su lengua apretando bien fuerte mis piernas por las extremidades mientras lamia como si fuera gato para bañarse, salivando todo el poco pelo que tenía dentro de mi ano. No me preocupaba, el sudor, el mal olor, o si apestaba mal por ahí adentro...a Renzo tampoco le interesaba. Él se sentía relajado y con una polla completamente súbita en el pleno sentido de la palabra.

Mi cuello dejó de desgarrarse al mirar como lo hacía o si percibía algún contacto visual entre los dos… ‘Relájate’. Fue lo primero que se me vino a la mente después de sentir serenamente como la lengua larga de Renzo se comportaba rebeldemente degustándose mi culo como un rico tentempié. El sudor se me hacía evidente por mi cuerpo porque era delicioso como lo hacía. Apretando cada musculo ocular de mi cara.

-quiero que te relajes Diego…

Mis manos comenzaban a sudar, se iban resbalando poco a poco por apretar fuerte y que Renzo tuviera mi deleitado y necesitado culito algo abierto para que siguiera con su trabajo, aunque tenía planes diferentes contra mí. Agarró mi polla excitada y comenzó a darle besos pequeños a mis bolas. Me preguntaba si tendría una zona erógena…ahora que me doy cuenta. La tengo, es por debajo de mis bolas, con un cosquilleo estúpido se me puso la piel de gallina por sentir esos labios ricos y babosos por ahí. Me compuse y aguanté la risa por el cosquilleo.

Apretó mi palanca con fuerza y con un poder que hacia que me invadiera de deseo, comenzando a gemir y a suspirar como en el porno hetero y en el gay. Gemidos pendejos, pero los disfrutaba completamente. La boca de Renzo hizo un hilo de baba hasta presenciar la punta de mi pene erecto empezándolo a mamar despacio para poderlo sentir vibrantemente dejando libre una de mis manos para poderle sentir las hebras de pelo revoloteándole su pelo de niño malo, se ve bonito cuando lo tiene revoloteado y sudado.

El tiempo para mí era despreciado…no quería saber qué hora era, pero como estaba en esa posición come-culo y verga, debió haber pasado bastante tiempo como para destruir mi polla por medio de lametadas. Satisfactorio. Me sentía en el cielo, dejando que mi cuerpo se desconectara de sus enchufes fastidiados de la realidad y poderme distraer un rato. Su boca dejo de consentirme levantándose de su posición, con una polla grande saliéndose de su interior tratando de entretenerse también y verlo con las medias que llevaba y ese cuerpazo que se gasta. Era ilógico no excitarme.

-Listo para el plato fuerte… ¿amigo mío? – de su maleta sacaba un condón de envoltura plateada y un poco de aceite transparente de bebé

-si… - bajaba una de mis piernas comenzando a maniobrar mi pene de arriba a abajo algo lubricado por la saliva de mi amigo y un poco de semen generado por su buen arte al mamar.

-te volverás loquito hoy – refrescaba su polla volviéndola resbalosa para dejar entrar rápidamente el condón y lubricarlo más de aceite para tener la maquina lista para hacerme sufrir.

Acercaba sus 19 centímetros cerca de mí. Linda su verga, cafecita por el glande y su falo algo morenito con tonitos carne que hacían que se viera viril y apetitosa. Brillante como una escultura de vidrio, la rozaba protegida por el condón por mi muslo izquierdo en forma de golpes por mi cachete izquierdo del trasero. Ambos sonreíamos maliciosamente, porque ambos necesitábamos de esto, lo deseábamos demasiado que no perderíamos más tiempo.

Aferró mis espinillas agarrándolas fuertemente aun yo con mis medias puestas metía despacio sin ayuda de sus manos. su pene entraba facilito gracias a la ayuda del aceite de bebé. Comenzaba a árdeme por el grosor de ese mastodonte. Era rico como lo apreciaba y lo merendaba adentro de mí. Faltaba de a poquitos para rozar sus huevos con mi culo abierto. No tenía de dónde agarrarme, mis manos estaban en el limbo. Lo que veía borrosamente gracias al deleite de la polla de Renzo era su cuello, con una mano lo apreté rápido mientras él hacia el bamboleo de arriba abajo que sentía dentro y me estaba fascinando.

Se acomodó fácilmente soltando mis pies para yo hacerle una llave con mis piernas por su espalda. Juntando mis hombros en su espaldar y su cuello estando acostado teniéndolo cerca de mí, depravándonos de a pocos unos 5 centímetros para rozarnos las narices…

-¿te gusta?… ¿te gusta Diego?

-si… - tiraba mi cabeza para sentirla en la madera apretando duro mis párpados y estirando más los músculos del cuello desgarrándolos de placer.

-eso...eso era lo que yo quería…verte así todo puto…

-seee...llámame puto…me gusta serlo, me caliento más…

Ufff como todo un profesional depuraba mis golpes psicorigidos hacia mi culo dejándome querer yo también sacudiéndolo un poco. Me moría de amor…supremo, cada embestida, me hacía volar a la estratosfera y someterme a severos golpes…lo estaba disfrutando… sensacional y poco factible el no pensar en esos instantes que te llena de contagio sexual todo su poder…el de poder sentir una verga en el pleno sentido de la palabra. Llevábamos tiempo en la misma posición.

-ven…levántate…

Nuestra respiración agitada y tremenda al sentir porque estábamos hirviendo por nuestros cuerpos acomodándose para sentarse. En el banco sin sacar la polla de mi culo, hace que me apropié en su cadera haciendo base con mis pies en el piso. Dejándolo acostarse, deponiéndome dominar. Al estilo silla sexual.

-que rico todo tu cuerpecito…Diego estas para el crimen…

No entendí su ultimo parafraseo pero debe ser algo bueno. Subía y bajaba hasta dejar que mi culo tuviera al agujero de una mesa de pool dispuesto a esparcir todo…y si el flujo de mi pene para hacerme botar todo mi semen estaba a punto de tocar la puerta y dar su bienvenida. Depuse que mi pene hiciera lo suyo comenzando a convulsionar por esa uretra delgada para botar leche a lo puro semental…

Me corrí en su pecho, era sabroso y delicioso. Sorprendentemente apetitoso y rico fue pajearse y sentir todo ese placer recorrer todo mi cuerpo, mis venas y todo el organismo que se me olvidaba nombrar. Al levantarme, me senté en el suelo de cuclillas cerca de las bolas de Renzo para poder esperar su corrida profunda. Los topitos sele movían ferozmente al ver como esa polla se volvía roja y más aún después de haber tirado el condón. Me empujó hacia atrás con una mano para doblegarme a que él se corriera en mi espalda, sintiendo 4 chorros grandes de leche rica cayendo la primera cerca de la raja de mi culo.

Se agachó a mí misma altura y comenzó a darme un beso. Todo se definió con un beso sumamente hermoso y pervertido porque así fue como se resolvió el golpe emocional de todo. Le agradecería a Renzo por esto. Abrí mis ojos sintiendo como el tocaba mi cara musitando suavemente por mi oreja…acercando su mentón por mi hombro.

-te amo

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-quien sabe...quizás debe de estar durmiendo o algo - con protuberancia me mostraba por el portátil como se comía una manzana. Aun llevaba el celular en la mano para alguna respuesta

¿-podrías dejar de comer y ponerte serio Javi? Estamos hablando de cómo podría solucionar todo esto…

- sabes que te ayudo… ñum…pero el viaje fue largo, deja que mi panza se llene por favor…además, ñum esta rica la manzana.

Javi y yo nos pusimos a hablar por nuestros portátiles para alguna solución. A las 9:15 PM en mi casa y ya tenía mi pijama puesta. La única persona conectada era el así que no tuve más remedio que preguntarle que hacer…en la vaca loca que me metí con Richie que debe de estar sumamente enfadado conmigo y con Diego… ni quiere verme por lo que sucedió aunque. La culpa fue de él, aunque… siento que yo soy el mediador automático en todo esto.

-dime por favor...que ¿que podría hacer? Dime – me rascaba por el costado contrario del tatuaje, estando desnudo del torso porque hace un calor ni el tremendo, solo con mi pantalón pijama.

-mira… ¿quieres saber mi opinión? – podía ve que estaba en la sala de su casa usando una camisilla blanca. Es cierto, hace un calor horrible.

-si dime

-creo que deberías ver a Richie primero…me dijiste que no te contestaba o que te ignoraba la llamada. Es mejor que hables con él y le aclares todo. ¿No tienes algún método o alguna entrada fácil para poder buscarlo ya que se desapareció de la faz de la tierra?

Nada…mi mente estaba nublada sin saber qué hacer. El celular no servía, el Facebook tampoco, no tenía nada o alguien en particular…espera ¿acaso dije alguien?

-si – se me vino una idea – ¡sí! Si tengo una opción pero necesito que me ayudes…

-em claro ¿pero qué es? – buscaba por perfiles para buscar alguna información aprovechando que tenía el perfil abierto…Bingo

-necesito que me lleves el jueves a las 8:00 PM por el bar ‘Geishapabooza’. Te escribiré la dirección…

- dale… -algo confundido miraba lo que le acababa de copiar

Heh porque no lo pensé antes…la única persona que puede localizar a Richie o saber dónde está…

Es Guillo.

...

Mañana será largo…

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-¿Listo? ¿Todo organizado ya? – percibiéndolo mal del ojo podía ver que su sonrisa no me la iba a cambiar

-si…ya todo está limpio y organizado como dijo el entrenador.

Un  buen baño, una buena curación de las heridas aunque me dolían más que todo por mi cara. Y por supuesto...un buen sexo, hacen que el cuerpo se sienta 100% nuevecito, aunque yo lo sentía como un 85% después de hacerlo, nos bañamos, nos colocamos nuestra ropa habitual y organizamos todo. Yo con mi ropa deportiva cuando salgo, salvo que usaba una camiseta roja con negro y Renzo un saco de capucha azul oscuro.

-vamos pues…debe de estar tarde, mira, ya hay estrellas en el cielo

-se llama 'noche' Renzo. – me burlaba un poco cerrando las gradas con las llaves que me dio nuestro jefe deportivo, cargando nuestras maletas a cuestas.

-9:31 PM mejor vamos antes de que nos suceda algo

-¿cómo qué? – caminábamos hasta llegar a la portería y dejar las llaves al portero nocturno que estaba al corriente que estábamos ahí. Lo que no sabía era lo que hacíamos – hey gracias

-con gusto muchachos- algo raro nos miró pero en fin

-pues…que nos acribillen y nos lastimen por ahí…me da miedo eso…- pasábamos hasta la salida

-naa, no creo…

Cruzábamos nuestros lugares de destino, calles, aceras ,semáforos, urbanizaciones hasta llegar a nuestras casas y por fin descansar…pensaba como mi madre me iba a sermonear por los moretones de mi cara…aunque tenía algo más en mente estando a punto de cruzarse nuestros caminos y separarnos.

-Renzo…

-¿si dime? – miraba sereno mis parpados dañados, pero su calma me relajaba

-después de lo que hicimos…pues…somos… ¿qué?

-em…creo que eso se llama ‘amigos con derechos’…o tú quieres que-

-no, así como estamos, estamos bien amigo …solo quería saberlo.

-si…aun pues, de haberte ayudado con la exfoliación milagrosa que te hice…sigues pensando en el chico

-no puedo negarlo. Pero si…aunque el cansancio no me deja. Esperemos mañana a ver…

Llegábamos a la calle que iba cruzando la calle y estar ahí mi casa adorada que me daba tremenda emoción verla y poder acostarme en mi cama. Era la primera vez que no tenía que decirle a mi amigo por acompañarme…

-em Renzo…

Al verme me abrazo fervorosamente tocando mi espalda como un amigo, un pana, un loco y más que todo…un salvador…necesitaba esto,  me dolería el culito mañana jejeje. Susurraba al oído sintiendo su respiración, angustiado de saber sus palabras.

-aunque tú y yo no seamos nada…te amaré hasta el fin del mundo…

Puso sus manos en mis hombros sonriendo como buen amigo estando yo desconcertado. Me palmo el hombro derecho diciendo un ‘suerte’ y dio dos pasitos para adelante girándose y seguir su camino. Todo esto…había pasado…mi amigo del equipo, me quería, no me quería no, me amaba. Y yo por egoísmo de amar y sentir lo que yo quería sentir…no podía corresponderlo como él quería…aunque él no me dijo ‘quiero ser tu pareja’ no. Quiso ser alguien con quien apoyar el hombro cuando yo lo necesitaba.

Perder a ese amigo…me era difícil soltarlo…y si, tuvimos sexo pero…fue por una causa para yo salir de ese trance sin embargo…volvía a surgir de nuevo ese amor imposible de querer a David.

Busqué mis llaves después de pensar cruzando la solitaria calle…algo me parecía extraño, que uno de los arbustos de la casa esté deforme. Y algo arrancado, no hice reparos y entre a la casa…

No…la luz prendida pero no era como llegaba a ser habitualmente…los muebles tirados, algunos muñecos de porcelana destruidos en el suelo y rotos sin arreglo, los cuadros no estaban en su lugar…y un montón de papeles regados…todo estaba casi destruido…tiré mi maleta y vi con mis ojos salidos de la desdicha y rabia al ver que…

Mi madre sentada en uno de los sillones de la sala…llorando a mares, llena de toda esa basura y desorden sin parar de lamentarse y balbucear cosas que no entendía…

Solo puede ser una cosa…

-no…otra vez no… ¿Por qué? ¿¡PORQUE!? Maldita sea…

Ultimamente me estan diciendo que cuando cambio de personaje....pues que se pierden con la redacción y el argumento del principio...lo cual me parece sumamente extraño porque desde el capitulo 6 de 'el hombre que me gusta' hasta ahora, nadie me habia dicho eso, asi que tomé cartas en el asunto. traté de seguir el consejo de alguien que quiero mucho y pues, ahi trate de hacer que no se perdieran. si algo me lo hacen saber, porque si todavia estan en el limbo tocara colocar los nombres de los personajes para saber quien dice que cosa (cosa que no me gustaria) pero lo haria por todos ustedes, recuerden que se puede cambiar todo con solo hablar, aunque la estetica de un autor se refleja en su historia.

que pasara en el proximo capitulo? de que se queja Diego? David ira a ver a su cuñadoto para poder ver a su novio en este rompimiento de pareja. como se tomará Diego a Renzo ya abiertamente sin secretos hacia el ¿sabiendo que todavia ama a su rockero empedernido? toca esperar al otro capitulo jejeje

zerosubzero259@hotmail.com y si quieren tenerme en facebook entren a mi perfil, me agregan para estar en contacto y responderle alguna duda.

un saludo de su amigo subzi aka zerosubzero un abrazo..