David y Diego: Sexo de Reconciliación

Aquí un volver se arregla de una manera placentera. sexo...un buen reconcilie es bueno para las parejas. salvo que no es lo mismo...si otro piensa en ti incandescentemente sin tu darte cuenta...

Valoren y comenten...ya las cosas por aqui se estan poniendo algo interesantes. un saludo a los que sacan algo de su tiempo para leerme

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-¿qué quiere? ¿A que vino? – mi mirada era como la de un tigre dispuesto a matar.

-¿no puedo venir por acá? ¿Su ama no le enseño a respetar a alguien mayor que usted?

Me sondeaba una rabia que me invadía en chorros y chorros de aversión y desprecio social por este tipejo que ni amarrarse los cordones sabe hacer…claro obvio, no iba a quedarme callado y decir lo que se merece

-ella si me enseño… lo que no me enseño fue a darle la rendición a alguien que no se lo merece

-¿COMO DIJO? – Su grito con la voz de camionero y pandillero que se gastaba. Hizo generarme algo de miedo empujándome hacia la puerta cerrándola con mi cuerpo de una manera abrupta – ¡a mi peladito de mierda me respeta porque me respeta!

-heh…oblígame...-como un sabelotodo cañero le sonreía despreciablemente

-¡con que muy sabiondo respondiéndome! Usted no sabe en lo que se mete engendrito de mierda, acuérdese que yo le puedo amargar la vida a su mamá de nuevo…y a-

-¿dónde está ella?… ¿dónde? le hice una pregunta ¿¡dónde está mi mamá!? – lo empujé con vigor para que dejara de sentirme sobresaltado.

El desgraciado no cambia de apariencia. Macizo, piel tosca café con leche, con el pelo por las entradas descubiertas pretendiendo su futura calvicie prontamente. Su cara de matón, con su pecho algo grande. Tiene más senos que mi propia madre, con su ropa desgastada como siempre la usa.

-hehehe…salió, fue a comprar unas cosas así que me dejó cuidando tu linda morada…que por cierto…esta vendible esta chozita. con unos arreglos estaría lista pa-

-¿acaso usted el trago lo volvió más estúpido de lo que es? ¿O qué? Yo nunca dejaría que un iluso sin remedio como usted se ponga de gastón a vender mi casa, agradezca que lo dejo entrar.

-¿con que muy machito no? – con fuerza me empujaba nuevamente sin desdén alguno y sin preocupación a yo lastimarme y recibir alguna magulladura o golpe desprevenido.

Faltaban pocos segundos para caerme. Gracias a Dios cogí impulsos devolviéndole el empujón con toda mi rabia tumbándolo cerca de la mesa del comedor sosteniéndose en una de las sillas lastimándose el brazo, quejándose como todo un majadero...No me dejaré maltratar.

-¡¡¡malparidito se le va a ver conmigo!!!

-¿que creyó? ¿Qué me iba dejar vencer tan fácil? ¿Pensó que era ese niñito que solo se ponía a llorar y dejarse vencer por sus gritos de mierda? No mijo, acá las reglas cambiaron…estos son otros tiempos. Y si viene a mandar como lo ha hecho, está perdiendo el tiempo, porque mi madre tiene a alguien que la defienda ¿ok? ¡Con la suya no se va a salir viejo guevon!

Con fuerzas de donde no las tenía, se levantaba. Observaba sin perder de vista mis ojos y sin dejar de quejarse y sucumbir ante esa batalla que había perdido, recuperaba su posición actual…sin embargo la guerra continuaba.

-muy machito…muy machito como para poder…enfrentarse a mi…vuélvalo a hacer y se mete en la boca del lobo.

-lo haré las veces que sea necesario, para que se largue…y nos deje en paz.

-mire engendrito – pegaba esa bola de grasa que tiene de barriga cerca mío comenzándome a hablar con ese tufo a mal aliento de cerveza desgastada y cigarrillo – ¿quiere que vuelva a pasar lo mismo de nuevo? ¿Quiere sufrir otra vez? Usted no me conoce…

-tengo mil razones como para dejarlo en la calle o mejor aún…en una cárcel

-inténtelo porque va a-

La puerta de la casa se abría percibiendo el roce de llaves de mi madre. Bajé la guardia dejando de ser el soldado que defiende a capa y espada lo que más protejo y cuido a toda costa, dándole la espalda a ese cretino de medio pelo. Tuve las agallas. Siento algo de…temor, pretendiendo a llegar a ser ese chico miedoso de nuevo que no le gustaba como mi madre se malgastaba siempre gracias a este espécimen. No sé de donde pude sacar fuerzas para combatir porque yo no me sentía competente para esto.

-mijito… ¡hola! – Mi mamá con algo de sorpresa me observaba, debe de ser porque estoy temprano por acá – ¿dulzurita no tenía practica?

-no madre...hoy no hubo…

-ahh…mire Rique, aquí están los cigarrillos - sacando un paquete de asquerosos cigarros light mientras este los recibía de mala gana

-al menos servís para algo… - disponiéndose a buscar su mechero

Ese maldito desprecio crecía cada vez más y más como un globo lleno de aire hacia él. ¿Ni tan solo un mísero gracias para mi madre? Mis dedos estaban rojos de la furia por empuñarlos y sentir la presión de mis uñas en mis palmas. Apretaba los dientes sin querer como para rastrillarlos y que se partieran de dolor.

-¡agradécele al menos! Ella no es tan patán como vos que no sos capaz de ir al a tienda

-sí, si como sea. Usted y yo arreglamos más tarde… - sin despedirse, se largaba sin cerrar la puerta comenzando a botar humo por ese puto cigarrillo yendo por su camino. Mi mamá cerraba la puerta apoyando su cabeza en ella algo arrepentida…por supuesto, mi discurso hacia ella iba ahora mismo.

-hasta cuando madre… ¿hasta cuándo? ah?

-Dulzurita…

-ya me harté de seguir aguantándome a este tipo. Desde que volvió de nuevo, ya me causa tirria. Y tu siendo alcahueta con el…nos vamos a ir al a ruina del sufrimiento madre si seguimos con esto.

-pero bebé ¿Qué quiere que haga? ¿Qué le diga que no? – acercándose al sillón.

-eso quiero madre…si algo pasa…quiero que me avises si vuelve de nuevo.

-¿y porque dices eso? ¿Para adónde vas? – acarreaba de nuevo mi maleta en una mano mientras dejaba el saco en una silla quedándome con una camisilla blanca

-a dormir…estoy muy cansado madre…

-bueno dulzura el entrenamiento te ha puesto muy cansado estos últimos días…pero ve y repara energías, estaré pendiente cuando vuelva.

La mirada de mi madre…cansada, abrumada y caída. Ella que siempre es alguien coqueta, extrovertida, amorosa y confidente…el maldito de Enrique le succiona la voluntad y la sangre como un vampiro desalmado y codicioso que busca lo que se le ha perdido manifestándolo como suyo. Era el colmo…antes todo se me daba, todo se me efectuaba y desde ahora todo se confirma como lo más jodido y ajetreado que me puede suceder…si estuviera en la universidad, estaría muerto.

Me profeso como Atlas. El Dios griego cargando el firmamento a sus espaldas, reiterándolo como mis problemas aparentes. Una masa cósmica de energía que no me deja progresar estando enlazado y aprisionado con las espinas de las enredaderas de rosas, llamadas desventuras. Me acomodé de nuevo a mi santuario tirándome en mi blanda cama retirándome el tenis para quedar descalzo, rozando el borde de la cama con mis dedos de los pies de arriba abajo, dejando que el sueño se apodere de mi cerebro y mis funciones motoras para al fin

Desconectarme del orbe…

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Mi corazón palpitaba ferozmente, las pulsaciones de mi solemnidad de vida, generarían la explosión de un electrocardiograma. Se saldrá de mi pecho jodidamente sin yo poder evitar la presión de como poder manejar esto a mi antojo…o quizás no a mi capricho, más bien a mi forma de ver como reanudara cuando yo…me justifique.

Iba en un bus con camino al lugar donde habitaba Richie. Por el calor que hacía, llevaba una pantaloneta de todos los colores al estilo playero. Camiseta verde oscura con estampados chéveres de guerreros modernos, gafas negras de la época, las compré en Bogotá para cuando hiciera sol. Y para ir mas descansado, llevaba tenis sin medias, como si fuera a playear a la costa. No iba solo, tengo siempre a alguien que me custodie. Sentados cerca de la puerta trasera para poder avisar rápido en la parada.

-David…

-ah ¿qué? – mis percepciones eran como la de un gato con las ganas de arañar.

-¿estas nervioso?

-¿yo? Noo estoy bien, estoy tranquilo hehehe como crees princesa, yo estoy bien. – deponiendo al ver sus lindos ojos para retornar a disipar mi vista por la ventana

-David…no estás bien, estás pensando en que decirle a Richie

Coño si…tenía razón…como puedo decirle que no a ella, sabiendo que no soy capaz de no poder enfrentar todo… tengo un desasosiego imbatible, destructor y rematado importunando mi forma de pensar relativa e indiscreta de ver todo como yo quiero. No solo eso, las inclinaciones se reñían también por dar beligerancia con la otra persona que me ha estado conmocionando el cerebro apunta de emociones que no quiero sentir. Todo a pinitos de bebé.

Mi linda Margie…accedió ir conmigo ya que estábamos disponibles los dos. Ángel nuestro manager siempre se lleva a Nadia y a león a hacer los trámites para los instrumentos. No quiere que nos arriesguemos con nuestras notas cuando vayamos a cantar, nada de agotamientos entre los dos. Así que por eso cogimos el bus que nos dejaba cerca de la dirección donde se guarecía mi novio, e interceptarlo con mis preguntas, aunque creo… que la bandeja se volteara dejándome a mí con el plato que no me quiero comer.

Vestida con una blusa blanca, falda de jean y tenis purpura percibiendo con mi rodilla las piernas blancas que por cierto, lindas y suaves las tiene. Pero es más recatada que un loro sin tratar de mostrar su plumero. Así siempre ha sido…toda una guardada, cuerda y monográfica en el sentido de expresar todo, así no nos guste.

-David aquí…según la dirección es por aquí.

-está bien – me acercaba al timbre del bus presionándolo con fuerza para que el conductor nos dejara cerca de la acera.

Bajamos del transporte público con un calor que mata hasta las hormigas empalagosas. Dispuse de mis gafas para un mayor acondicionamiento de mis ojos al momento de poder buscar el lugar. Quien lo creyera, no se me pasó por la mente.

-es aquí – Margie iba adelante mío circulando por el senderito de piedras hasta llegar a

-un…polideportivo de gimnasia….vaya coincidencia ¿no crees?

-¿no creíste que iba a estar por aquí cierto que no? – detrás de nosotros se avecinaban los carros a toda velocidad efectuando el sonido de su poder de cambios

-no…tengo la mente en otro lado.

-para eso venimos David vamos a resolver esto…de una vez por todas.

Estaba en lo cierto, todo su poder del habla era verdadero y muy concreto. Ir a enfrentar a Ricardo. El chico musculoso bartender y gimnasta que me ayudo la vez que tuve resaca la primera vez que hicimos festejo cuando salimos todos de celebración…de ahí fue que surgió todo…su enamoramiento hacia mí, y yo por estar prendo, me dejé llevar sin llegar a ser de mala gana…era porque lo sentía y lo manifestaba. Siento aun que lo amo, no quiero perderlo y dejarlo a la deriva.

A paso ligero subíamos una loma que nos llevaba en forma de serpiente. Ya hasta llegar a nuestro destino que eran las puertas del establecimiento deportivo. Tomé aire contando hasta 10 para ver donde podría estar…o si lo conseguía percibir con la mirada. Estaba estático, impasible. A pocos centímetros de pisar el detector de puertas corredizas, mi linda amiga tocaba mi brazo como si fuera la caída desde un parapente o salto en bungee, dándome moral.

-dale David…vamos a buscar a mi primo

Di un solo pasito mientras que las puertas se corrían electrónicamente detallando bien el lugar. Las gradas estaban al lado derecho bajando por unas escaleras en zigzag hasta llegar a las máquinas y a las lonas donde se hacían los saltos. Los caballetes, las barandas, los aros y las pelotas. Varias chicas con mallas iban de allá para acá estirando sus pies a cada salto rítmico por medio de sus pies encorvándolos como en la natación. Habían más del sexo femenino que del masculino. Desfilábamos por las gradas tratando de detallar al chico de tez media con pelo negro y su cuerpo de adonis por algún lado.

-¿lo ves Margie?

-nada…solo veo piruetas y saltos triples mortales en cada zona que me detallo a ver…

-¿nos sentamos? Esperemos a ver si aparece – agregaba - Los pies me están matando.

-si ven esperemos un rato, talvez debe estar por ahí…ya sabes como es.

Me contuve en mis brazos apoyándolos en mis rodillas retirándome algunas lanas descarriadas por mi tenis. Era una sobrecarga en mis hombros sin yo poderlo premeditar. Con el poder de no suceder ni interpretar algunas cosas que llevaba en la mente, se me era difícil decir cuando fuera ver a Richie. Fue sin querer, no me contuve y me besó… o es muy fuerte y no pude salirme de él fácilmente…

No era la mejor manera de poder dar mis declaraciones…cada parte de mi ser quiere amar a Richie una y otra y otra vez. Porque me hace feliz. Pero…lo que yo viví con Diego no fue malo… ¿qué estoy pensando? nunca fue malo…desde esa vez de mi paliza. pudimos superarlo, así haya sido por separado. Conseguimos arreglarlo. No de las mejores condiciones pero sí. Aun, quiero a Diego, es una persona especial para mí, pero de poderlo amar. Yo-

-mira David – mi linda princesa indie se abalanzaba en la baranda de contención de espectadores divisando como marinero a su presa – creo que ese de allá, es Richie

-como lo sabes – acercándome más para poder mirar si era cierto – ¿dónde? ¿Lo ves?

-si mira, el de la trusa blanca

Espera…si, era el, era mi Richie, mi lindo novio. Me acomodé bien para distinguir sus movimientos. Por lo que podía percibir, tenía la cara mojada también por el pecho y las manos algo húmedas, debió ser que estaba en el baño, o tomando agua. con una trusa blanca y una especie de camisilla con rayas azules y rojas echándose en su manos el talco para poder suavizar más los barandales y no propiciarse a una caída.

-mira, va a montarse en esa. Cerca de los aros

-esta decidido míralo – siempre me gusta verlo hacer sus piruetas - ya va a dar el salto

-que miedo

-¿miedo? Noo Richie no tiene desconfianza y espero que tú tampoco

Su salto hizo asustar a mi chica sacudiéndose un poco gimiendo de pavor por si su lindo primo se esguinzaba o algo…puras predicciones ambiguas y ridículas. Emprendió a levantarse con fuerza detallando más los músculos de la espalda. Su impulso era enérgico y estrafalario. Andar con solo la potencia interna de su cuerpo, sus músculos y la habilidad de sacudir esos dedos, era como todo un desafiante de la naturaleza.

Los dos brazos estirados justo como para hacerle calentamiento al tricép. Estiraba esos regazos con ganas, ganas poderosas alzando sus pies en un ángulo de 90° grados con su inclinación en sus piernas rectas como el ariete largo de una caballeriza, o la lanza de un caballero medieval. No sé qué coños hizo después, pero levantaba sus piernas abiertas como unas tijeras distribuyéndolas de un lado al otro generando su cadera como la de un muñeco de acción. Lo hacía parecer tan fácil despilfarrándose sacudiendo solo sus pies dejando su cuerpo desde el ombligo hasta su cabeza quieto como una estatua. Breakdance gimnástico.

Los saltos se detectaron ahora en las manos manteniendo su fuerza levantando todo su cuerpo con la fuerza de sus extremidades para distribuir la fortaleza de sus zancas estiradas para abrirlas y quedar abierto de piernas en el aire. No sé, pero eso me calentó. Uff tenemos que probar esa pose. Me distraje un poco mirando por otro lado y volví a enfocarme de nuevo a él, esta vez desplazaba sus pies encorvándolos más apretando su pelvis arqueándose como para tratar de tocarse la cara con los dedos de los pies…bueno, casi, era como la pose futbolera de un escorpión, no sé si me entenderán, como yo lo veo es fabuloso. Dando vueltas y piruetas en el aire de una manera elegante y artística.

Esa fibra era imparable, y la cara era de pura concentración. Súper asombroso me quedé, lo he visto hacer cosas. No es que sea a menudo poder efectuar semejantes actuaciones para las poses eróticas cuando hacemos el amor. Pero de que lo he visto hacer todo eso, lo he hecho y se ve magnifico. Terminaba ya su acto de impresión bajándose del caballete cerca de las barandas metálicas que lo soportaban, cayendo en un colchón cerca del armazón. Todo sudadito bien rico abultándosele los pectorales fastuosamente. Hacía gala de sus habilidades de cortesía comenzando a charlar con otros chicos y chicas que por lo que podía apreciar, eran también gimnastas.

-creo que es tu oportunidad David…deberías ir a saludarlo…quieres…

-si por favor – quería que me siguiera – acompáñame porfa.

Las manos aprehensivas de Margie sacudían mis hombros con total dedicación para darle un golpe de animo a mi organismo, estilo Rocky Balboa. Dale tigre dale que tú puedes, es momento de pelear y de darse duro con tu chico. Joder, ojala pudiera ser cierto todo eso. El apoyo moral a mis costumbres de dar la cara cuando la cagas, estaba en –1000° grados centígrados. Más helado que paleta en congelador. Bajábamos sin piedad como para destruirse el suelo por los pasos tan grandes que dábamos y obvio, Margie empujándome no ayudaba casi a controlarme.

Mi loco gimnasta iba hacia las duchas para poder acicalarse. A cada momento manifestaba con la mirada de cansancio hacia los baños. Estaban debajo de las escaleras de espectadores. Mi chica bella soltaba mis hombros observándola con puro pavor y desespero porque…daba algo de temor ir y conversar con Richie. Resolví y tomé mis riesgos de poder afrontar todo…cueste lo que cueste.

-Richie!

El desgraciado sabía que estaba aquí…se percató por como frunció el ceño y se estaba marchando. No era el momento para dejarlo solo y quedarme yo con las disculpas guardadas. Apretaba la correa de su maleta con ganas, para dispersarse y salir desapercibido. No me iré sin lidiar, avancé a movimientos acrecentados.

-¿No ves que te hablo? – el sonido de enganchar como una garra el brazo fornido de Richie se hacía evidente por el eco del polideportivo.

-Te estoy hablando… Ricardo

- que putas quieres eh? Porque vienes a molestarme cuando estoy ya en mi sitio…deja de llamar la atención estúpido. – sus señales susurradas hacían que yo me desmoronara y me fuera a tirar por un caño y partirme el lomo.

-crees…que con tratarme así… ¿vas a hacer que me vaya…?- soltaba su brazo para seguir su camino a los baños lujosos que habían por acá sin llegar a reaparecer otra vez. El retumbo era preponderante

-¿Quién te dijo dónde estaba?

-no diré nada…

-fue mi hermano…voy a matar a esa loca descarriada, va a ver que me voy a vengar de él…

-no fue Guillo – con falsas acusaciones trataba de defender a mi cuñado

-la prince no fue, porque ella no es sapa (bocona) ¿quién más crees que es? ¿Tu hermanito?

- Richie escúchame…vine a-

- a decirme que estas feliz con tu lindo Dieguito y que me vas a botar como una cascara de banano. Se sinceró pendejo, si eso es… puedes irte por el pasillo, la puerta está abierta. Me daré una ducha y me iré a buscar a otro. Puedo rehacer mi vida con otra persona.

Me lastimó…sonó tan auténtico que mis pocas cabidas de especular y poder explicar lo sucedido se hacían inactivas e insignificantes. No era una práctica cabal ver que tu novio te trate como un tarro viejo de basura y te eche a patadas como gato callejero. Odie eso último. ‘Buscarse a otro’ como si yo fuera algo menos interesante, sin conmociones ni acotaciones. Su lengua era una espada que cortaba mis cumbres vanagloriosamente. Quería partir aunque…permanecía allí….sin un designio para decir algo.

-¿y ahora qué? – sentado en una banquita de madera cerca de los casilleros de color amarillo y al lado las duchas y los baños de cajuela – ¿no tienes nada que decirme? Pues bien, vete y hasta aquí terminamos.

Comencé a dar todo para mal…a llorar y a convencerme de que…estaba hablando en serio. Apoyé mi espalda en la pared con desgracia, irritación, dolencia y alteración. Apretaba mis ojos sin ningún suministro o arqueo de ver si alguien más entraba y me veía haciendo el burlesco llorando como una niña. Todo lo daba por corrido ya.

-si crees David que con llorar, se me va a partir el corazón. Estas equivocado. Ahora si me disculpas…tomaré un baño. – disponiéndose de su toalla.

-¿así dejaras todo? – los sollozos eran impenetrables e inaguantables. Ambicionaba exponer lo que mi corazón se amontonaba.

-dejar… ¿qué?... mira yo-

-¿¡TIRARME A LA BASURA!? ¿¡BOTARME COMO UN HIJO DE PUTA PERRO CALLEJERO AL BORDE DEL PRECIPICIO!? ¿¡CREES QUE ESO ES JUSTO!? ¿¡¡CREES QUE CON DEJAR TODO ASI QUEDARE YO TRANQUILO!? ¿¡EH!?

Mis gritos no podían ser más evidentes. A cada paso que daba, más dejaba en jaque a Richie. Con un rostro de ‘pero que coños’…una cara de aguevado que ni siquiera podía creérmela yo. No me importaba, era todo o nada. Por ver mi semblante completamente fenecido ante la furia y la perdida, se hacía en la zona derecha de la esquina de los agraciados casilleros amarillos…sobrecogido aproximándome más a él…

- Dos años…he estado contigo dos años… y que me vengas a echar en cara que yo no te importo…entonces maricón de mierda…¿Qué soy?  ¿¡Qué putas soy!?

Richie no me decía nada…su mirada vacía concebía arbitrajes en sus cálculos al verme así…con mi meollo en la mano oprimiéndolo porque se está destruyendo…

-venía a disculparme contigo…tuve las pelotas para venir y decir…perdón, que la cague repugnantemente…que no volveré a hacerlo de nuevo. Tuve que recurrir a él pendejo de tu hermano y lo que hace para buscarte porque… ¿¡sabes porque cretino!? ¿¡Sabes porque!?

Seguía sin musitar palabra. Su cabeza baja no me dejaba notar la mirada necia que se gastaba.

-porque te amo grandísimo estúpido…vine a pedirte disculpas. – Me quitaba las lágrimas de la cara debatiendo mi altercado hacia lo que profesaba mis emociones adversas

-¿sabes?…no te quito más tiempo…mejor me voy ya…si es así como quieres que suceda todo me marcho entonces… - daba media vuelta….era el momento perfecto para seguir mi rumbo. Encontrarme con esa puerta e irme pero-

-no te vayas David… -el mismo movimiento lo hacía de nuevo como nos encontramos. El agarrarme el brazo generando el mismo ruido de choque entre dos cuerpos.

-suéltame…

Con fuerza trataba de desengancharme de su poderío. De reojo veía que aun con la lucidez baja, parecía a los personajes de anime cuando se asienten tristes y desilusionados. Su cabello cubriéndoles la mirada. Así estaba el… daba algo de compasión y sentimiento verlo así…mi corazón se fue calmando al ver que estaba en su parte melancólica.

-no quiero soltarte rebelde…no quiero que te vayas…

-¿para qué? ¿Para que sigamos con tus putos celos? ¿Venía a disculparme sabes?

-no puedo vivir sin ti…

Mi cuerpo no reacciono esa última frase…me dejé guiar por su mano para generar un impulso para correrme….y abrazarme. Su olor a sudor y mal olor en las axilas me formaba estremecerme un poco. Más que todo su calor latente era lo que me sobreexcitaba…volverlo a tener a mi lado nuevamente.

-perdóname David…perdóname por ser un terco…

-yo…te…pero…perdóname tú a mí… - alcé la mirada. pude notar que sus ojos lóbregos estaban más oscuros de lo normal, con la vista perdida. El despertarlo del trance era lo que yo quería manifestar…de la mejor manera. Con un beso.

Lentamente como en las películas…cerraba mis ojos desgastando su cara con mi nariz sin el dejar de apretarme por mi espalda. La llama se estaba incinerando, prefiero tenerlo a no tener nada…no quiero ensuciar el regalo que siempre he cuidado, ni romper ese trago dulce que era su amor. No quiero que se vaya…porque lo pierdo.

-te amo Richie…

-yo te amo más David… - avecinaba de nuevo su rostro. Esta vez con fuerza para rozar lengua con lengua de una manera abrupta y…candente.

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-coño… ¿Qué me pasa? - Invirtiendo de nuevo la almohada para sentir el lado frio y suave del acolchado

No me podía dormir… no podía relajarme…no conseguía procurar que todo estaba bien. Nada está bien, todo lo contrario. Mi cabeza daba mil y mil vueltas de que podría pasar si todo volvía a suceder como antes… si vuelvo con David me imagino esa parte. Dejó de verlo…me imagino también ese momento. No soy capaz de poderme relajar... Un momento…

Hago retrospectiva de lo que decía Renzo. Relájame era lo que necesitaba… ‘Lo que necesitas es relajarte Diego’ ¡Claro! Había acabado de entender la indirecta. Una paja no me caería mal. Tampoco quería perder el tiempo para poder dejar volar mi imaginación…

Me quitaba la sudadera junto con los boxers tirándolos cerca de la silla del escritorio del computador. El sol quería atravesar mi ventana intimando el poder entrar y darme algo de luz. Estando a oscuras en medio del futuro atardecer que se avecinaba a la vuelta de la esquina. Observaba mis piernas velludas empezando a darle masajes a mi polla con mi mano opuesta para que se despertara más de lo que estaba…pensar en David.

Imagino tener sexo con el…en su mejor momento porque está más bello de lo que está. Su barbita, ese cuerpecito que se gasta. Sus piernas y su culito respingado. Me mataba pensar en eso. La mente es poderosa. Me lo follaba mostrándome su agraciada espalda permitiéndome penetrar su lindo culito mientras gimoteaba. Me lo tumbaba cerca de mi pecho para poderle pellizcar esos pequeños pectorales llenos de placer. Lamiendo su oreja por dentro estremeciéndose y poder excitarse.

Con solo mi camisilla blanca…comenzaba a tocarme y a sudar mientras sacudía frenético el prepucio de mí pene incandescentemente estirándolo hasta el límite botando algunas gotas de líquido pre seminal. Sobándome por la entre pierna, apreciando con mis manos, los pelillos de mis rodillas.

-me pones en estas circunstancias…lo que quiero es estar contigo…porque…me cuesta tanto…? – discutía… mis ojos cerrados imaginando…al chico que me está volviendo desequilibrado.

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Richie me empujaba hasta los baños de cabina, los que son privados. Su ímpetu disponía de todo mi cuerpo para cargarme y besarme como un caníbal dispuesto a erradicarme la boca a mordetazos y sacudones de lengua. Mi polla estaba paradisima, aunque él no se quedaba atrás. Gimoteábamos y nos besábamos hablando entrecortado.

- casi una semana…sin esto…me iba a volver loco rebelde…

-tu...me estabas matando sin que me follaras…lo deseo…demasiado maldingo cabrón.

-¿quieres que te folle putico? – esa mirada de perversión hace que mi esfínter se erice.

-afff…quiero que me folles…lo necesito, lo codicio

-deja que me siente…quítate esos pantalones

Mis pies tocaban de nuevo el suelo para despejarme de mis shorts que me molestaban junto con mis boxers. Abandonaba también mis tenis para quedar solo con mi camiseta, de resto, como me trajeron al mundo. Intentaba quitarse la trusa…no podía, se enfadó y salió de la cabina del baño.

-¿adónde vas?

-espera, espera ya voy…

Naa, apuesto que se iba a quitar todo. Para estar a la par, resigne mi camiseta en el suelo para estar los dos encuerados. Comenzaba a pajearme, ese cuerpazo con cara de niño malo me vuelve loco. Sumado que lo íbamos a hacer en un baño de un polideportivo de gimnasia. El momento justo para poder reconciliarnos…con un buen polvazo.

-listo…

Desnudito y bien rico con su pene al 100% tiraba una envoltura dorada en el suelo, hacía que me corriera para el sentarse en la tapa del sanitario. Acomodaba mi culito cerca de su pene sentándome en sus piernas, comenzando a besar de una manera plena y satisfactoria. Mis manos tocaban con fuerza su cuello colocando sus manos sobre mi cadera empinándose con sus pies para tener una buena posición al darnos nuestros besos. Y como siempre…de aguafiestas logro dañar el instante.

-qué pasa si alguien viene…Richie…que pasa si-

-¿no te mata la calentura de que nos puedan descubrir rebelde? Porque yo…si

-heeee… eres todo un… obsceno

-tú lo serás más…levántate

Elevaba mi cuerpo para quedar parado en el borde del sanitario cerca de sus piernas, sosteniéndome en los bordes de los lados del cubículo del baño. Pudiendo ver la entrada por si alguien venia…mi novio planea antes todo, es un genio. Aunque…sus planes de poder yo quedar inmune no eran los más exactos.

Comenzaba a hurgar con su nariz mi culito. lametear de placer la entrada de mi hoyito para una buena lubricación. Esa sensación babosa y salivante me hacía perder el equilibrio.

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Nunca me había pajeado por nadie…nunca había sido por una persona que me hiciera profesar deseo…cariño. Esta vez lo hacía para saciar mis ganas. Lo hacía porque ambiciono forjar semejante talante, severa inserción… quiero luchar pero siento que no puedo…que todo está así bien como está. No puedo decir que no, pero tampoco planeo decir que sí.

Por el calor inmenso que recorría mi cuerpo, lleno de un placer que hace rato no sentía ni apreciaba, me quité la camisilla blanca para estar en mi momento sin ataduras ni reprochajes. Oscilaba de un lado a otro con mi mano apretada mi pene que estaba en su mayor esplendor…esos  17- 18 centímetros que me surgían y me deseaban utilizarlos con alguien. Con el chico que siempre he querido.

Sobaba mi pecho hasta llegar a lo que había desarrollado de abdomen para poder sentir y desear más mi calentura. Era sumamente delicioso y ambicioso el poderse masturbar serenamente, ya que desde hace tiempo, no lo hacía. No soy de hacerlo a menudo. Lo hacía más cuando me mantenía solo. Empezaba a tocarme por debajo de mis bolas, mi zona erógena. Me palpitaba el corazón cada vez más y más al imaginarme y restregarse algunas gotas de sudor por mis lagrimales describiendo el poder apoteósico de botar algunas goticas chiquitas de semen.

-afff…que rico…

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-Richie…métemela de una vez…

- …como quieras.

Con sus feroces manos me hacía acachar por mis caderas para meter con fuerza su mastodonte carnudo con su condón puesto. Daba la plena satisfacción de sentir esa grandísima polla masculina y venosa. Viril y apoteósica con tal de romperme los intestinos y hacer conmigo lo que desee. Gimotee con una fuerza descomunal para no poder hacer ruido apoyándome con mis rodillas en la tapa del sanitario a los lados donde él se mantenía sentado.

La metía y la sacaba como un pene bipolar sediento de querer abrirlo y no. Mi orto, satisfecho por su radical explosión imprescindible, nos mirábamos dispuestos a comernos las caras de nuevo. Durar demasiado en esto. De poder superar nuestro corto rompimiento y satisfacer lo que nos quedaba de tiempo para tener un buen erotismo salvaje. Desde la majestuosa cavidad del recto junto con el arma sensacional llamada aparato masculino. La que te hace ver estrellas, cometas, satélites, y astros espectaculares.

-me…me voy a correr Richie

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Me iba a venir ya…el ver todo lo rico que tiene David en su cuerpo, era deseoso y fastuoso de percibir y contemplar…así no le haya visto su cuerpo de adonis griego después de dos años. Era algo que no podía manifestar con palabras…era con el placer y con las ganas de tener un orgasmo delicioso en mi cuerpo.

-arggggghhhh

Las cosquillas plenas desde mis bolas hasta el falo de mi pene segregando uno y otro chorro de lefa en mi cuerpo. Sumamente delicioso. Exquisito para deleitarme y necesitar de un buen momento…un peso de varios kilos se me bajó de los hombros. Qué bueno es recibir recomendaciones…el que me relajara era hacerme una paja como Dios manda. A veces cuando tengo mis problemas…no sé cómo catalogar las cosas ni se cómo enfrentarlos de la mejor manera porque me hago un nudo en la garganta.

Es hora de parar esto…si quiero solucionar todo algo conforme…y vivir mi vida, debo de dejar todo claro. Enrique esta calmado así que seguiré con lo que me molesta después de esto…hablar con David. Cogi mi celular de la mesa, sin quitarme el semen de mi cuerpo.

Le mandaré un mensaje…

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-coño… rico – descargando mi leche en todo el pectoral izquierdo de Richie y unas pocas gotas por sus piernas – lo necesitaba bastante…

-yo me corrí de nuevo en ti otra vez…el verte me hace enloquecer…

Me enfoqué de nuevo en sus labios…besarlo tiernamente y poder inhibir ese cariño hacia el…es todo mío, todo mío y me gusta tenerlo así. Depusimos el dejar de querernos, levantándonos de nuestras posiciones deliciosas para ir a cambiarnos. Bueno él, toda mi ropa estaba aquí…

-¿Y al final nadie entró…lastima no? tenía ganas de ser descubierto…

-si claro…jajaja no me hagas reír – cogiendo la toalla para poder irse a bañar… -mejor sal y buscas a Margie porque la dejaste botada… - dirigiéndose a su maleta para sacar unas cosas.

Coñoooo Margie ¡se me olvido! Apuesto que se va a enojar conmigo… la hora. 3:53 PM  puff duramos buen rato…apuesto que se fue y me va a demacrar. Oigan no creo, ella lo hizo varias veces conmigo, dejándome solo y no me gusta aunque dejar tirado a alguien no es carta de presentación ni mucho menos… un sobrecogimiento.

-Richie…

-ah?

-ósea que… ¿estamos bien? –saliendo del baño con mi ropa puesta mientras él se iba con su toalla amarrada a la cintura

-Claro que si tonto…nunca me enojaría contigo. Ahora ve que yo ahora te alcanzo para que nos vayamos con mi prima

Obedecía…le di un beso en la punta de sus labios saliendo rápido de los baños para gimnastas. Que bien, estaba vacío así como entramos y discutimos. Fui corriendo mientras me iba por la otra salida cerca porque si salía por donde entré levantaría sospechas… di la vuelta por la derecha a todo el polideportivo tratando de buscar a mi chica y…de milagro estaba, que bueno. Sentada en el borde de ladrillos. Comiéndose una paleta mientras escuchaba música por su reproductor mirando a los skaters hacer sus piruetas.

-holaaaa creía que te habías ido pensé que-

-¿lo hicieron? – al terminar de sentarme, interrumpiéndome observaba mis ojos con tremenda sospecha. Para que ocultar…

-si me demoré bastante fue por algo…

-ósea que todo bien ¿eh?

-si… todo salió bien.

Quedamos platicando un rato, saboreándose la paleta que le caían gotas y temía por ensuciarse la blusa blanca y limpia que llevaba. Al rato mi lindo novio aparecía con una camiseta gris, pantaloneta negra y tenis deportivos cargando una maleta verde similar a la de un paracaídas. La misma que cargaba hace rato.

-hola Marg ¿cómo estás? – recibiendo el beso en su mejilla.

-bien Ricardo…no me quejo…em ¿nos vas a acompañar?

-claro, tengo que ir a hacer unos encargos, puedo acompañarlos hasta cierta parte… ¿me esperan? Compraré un vaso con agua.

-si dale – asentíamos los dos…

Conseguía su agua gracias al calor que se daba en el momento. tampoco había visto mi cel curiosidad. Lo tengo guardado en el bolsillo del lado derecho. Para verificar si un mensaje nuevo, o una llamada perdida. Lo que vi…me sorprendió…

-Margie…

-ah? – Tiraba su palito de paleta al césped – ¿qué sucede?

-mira esto – le mostraba el celular vigilando que Richie no se acercara

-DAVID…NECESITO HABLAR CONTIGO. SI DESEAS CLARO. ESTOY EN MI CASA. QUIERO ACLARAR TODO.

DIEGO

Que quiere decir con… ¿todo? ¿Intenta decirme algo? ¿Acaso planea decidirse y arriesgarse? Estoy bien con mi novio. No quiero nada indebido. …era buen momento para sacarme la espinita y decirle el porqué de su beso…dejándole las cosas claras. Tengo mi chico ahora así él no lo quiera.

-¿qué piensas hacer? – me decía mirando mi cara de duda

-…iré a verlo… Richie no se puede enterar de nada…no quiero problemas. Solo iré a hablar con él para ver qué es lo que quiere.

-ten cuidado David…sé que Diego no es una mala persona…todo lo contrario, además, eres su amigo y es mejor de tenerlo de una amistad…a nada.

Guardaba de nuevo mi celular en el bolsillo. Verdadero. El complejo de que un amigo que se volvió tu novio y que era el chico que tanto deseabas cuando estudiabas. No era algo que se me fuera a dar de buenas a primeras. Lo radicaba fugazmente del plan de mi vida. Por suerte fueron los 7 meses más bonitos que una persona me dio. Eso ya es otro cantar…deben de ser los impulsos vastos que no se pueden maniobrar.

Caminábamos hasta donde estaba Richie tomándose su botella de agua en grandes cantidades. Me colocaba mis anteojos contra el sol dejándome apaciguar de su brazo sudado por mi hombro. Sonriéndome con fervor incandescente.

-¿todo bien rebelde? – lo miraba para recibirle el gesto

-todo bien Richie…

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Una camisa blanca junto con unos shorts cafés más unos mocasines marrón que me había regalado mi madre de cumpleaños…pinta para algo cómodo para permanecer en casa. Mis vacaciones no iban a ser imperecederas. No soy una persona que le gusta salir a regodearse cada fin de semana. De vez en cuando, sí. No soy adicto a estar de festejos espléndidos cada día de respiro…soy relajado respecto a eso.

En todo el escaloncito de mi casa. Sentado tomándome un refresco sacado de la nevera. Contaba los automóviles para evadir el tiempo y dejar de detallar el reloj para poder encontrarme a David…a ese chico que no sé cómo hizo para comerlo afectivamente con los ojos. De estar nombrándolo lo aspiro más sin poderlo sacar de mi mente. Entiendo, no es mío… Aun es mi amigo.

Sorbía los últimos traguitos de mi refresco. El frio de la bebida pasmaba mi garganta como una medicina curativa. Observaba que un chico cruzaba la calle subiendo por la acera. Debe de ser el…debe de ser David. De mal interés mire la hora de mi reloj analógico.

-6:47 PM

Me arreglaba la ropa para estar bien presentable. Son los modales que me recalcaron. Pero…no. El chico se iba hostigando su camino. Era idéntico a él, no puede ser. Me acerqué un poco más para detallarlo y ver si estaba en lo correcto porque-

-SMACK!

Un golpe aturdidor se dirigió en mi nariz. Un puño me devastó la cara cayendo en el suelo cerca de una de las escalas lastimándome la parte trasera de mi cabeza. Mi vista era nublosa…comenzaba a recobrar el sentido y percibir bien que fue eso. Y no, no fue un incidente. Fue alguien que lo ocasionó y lo procreó.

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Llevaba un saco oscuro más unos Jeans azules ajustados junto con el tenis cafés que tanto me gustan con medias negras largas para el frio. De noche guardaba mi celular de nuevo detallando el mensaje otra vez. Le haría el favor a Diego de verlo y conversar. Iba por el otro lado de la calle donde vive, para tomar nueva ruta

…oía unos gritos de regaño cerca de su casa. Estaba a punto de ser sorprendido por un solo paso que iba a dar, de milagro no se dieron cuenta. Para que no se enteraran, me oculté en un arbusto. Sigiloso…por poco y la cagaba.

Era Diego con su rostro con algo de sangre. Discutiendo con un señor algo mayor ya. De complexión media, con su pecho protuberante y pantalones malhechos. Con algo de entradas y una cara de adicto al trago donde no caerse muerto.

- que le dije eh? Que conmigo no se metiera.

- maldito… yo con vos no me voy a quedar quieto – se levantaba de su recaída. Dispuesto a darse a golpes con el

- ah, ah, ah, no ,no, no – algo en la mano del sujeto se posicionaba en el costado de Diego…lo cual lo dejó helado mirándolo como si le hubieran clavado una motosierra por sus caderas.

- ya le dije que se pusiera al margen…usted no puede hacerse el machito…porque aquí mi querido engendrito…soy yo el de ese cargo.

Mi Diego se quedaba impávido. Sin mover un solo musculo brotándole sangre por la nariz. Puede ver lo que llevaba el tipo en su mano. Una pistola Gamo AF 10 de alta precisión. No es una pistola de balas, es de balines. Aunque es letal porque te deja con moretones incontrolables. Lo sé porque las he visto cuando veo torneos de guerras de pintura. Por Dios, le puede hacer algo…

- Mire…si se pone de rebelde otra vez… le meto un pepazo en toda la frente…agradezca que esta pistolita es de Juego. Porque si fuera una 9mm ahí si le parto la cabeza en dos.

- d-donde… ¿se consiguió eso? – entrecortaba al voz estando flemático de achaque

-¿esto? Hehehe no es nada…digamos que usted se quedará quietecito porque no quiero que se entrometa en lo que hacemos su madre y yo… ¿está claro? – su cara no respondía…al ver esa pistola le daba pánico. ¿Cómo será con una verdadera? Primera vez que lo veía con turbación.

-¿está claro hijo de puta? – apretándole las mejillas con ganas machacándole los dientes…

- s-si-si…

- bien…así me gusta peladito…para que lo tenga bien claro – lo dejaba quieto…el en su mismo lugar sin hacer nada mientras que el tipejo ese se iba bajando las escaleras metiéndose el arma dentro del pantalón – ¿le manda saludes a su mamá entendió? – no le decía nada…se iba riendo como un macabro cruzando la calle para cruzar por la derecha.

Pobre…si a mí me dio miedo, él debe de estar peor. Debe de estar como para desmayarse o darle un ataque. Y si, aún seguía temblando con su cara helada. No habían moros en la costa…tengo, tengo que ayudarlo y darle una mano. Dejé mi escondite dispuesto a socorrerlo

-Diego – subía los escalones acercándome a donde estaba, aun con la mirada perdida – Diego ya estoy acá. Aquí estoy – sostenía su mano… estaba de un nervio agudo como si su alma hubiera abandonado su cuerpo.

-da-David…-e-eres tu… - miraba despacio dándose cuenta que lo ayudaba.

Se abalanzó abrazándome con fuerzas estruendoso con el pánico en su mente. Su corazón estaba que se le salía del cuerpo.

-David…por favor no me dejes….Tengo…tengo miedo…

-¿quién era ese tipo? – palmeándole la espalda para que se calmara le preguntaba.

- e-el…e-él es…

-mírame, mírame, cálmate, cálmate ¿sí? –  tocaba su rostro. Achacado…sus ojos eran un mar de ventiscas. Aunque…seguía su brillo… sus ojos resplandeciendo.

Estando así por un momento. Mirándonos fuertemente…callados. Con el valor de no musitar palabra…como si esto…lo viviera de toda la vida…un momento…prodigioso…mi cuerpo comenzaba a estremecerse y a sentirse…libre.

¿Qué me pasa?

buenas fanaticos de la lectura. un saludo muy grande a todos ustedes y espero que les haya gustado esta parte.cabe resaltar que dentro de poco estare preparando mis trabajos finales para la universidad, asi que pueda no se...pueda demorarme publicando o escribiendo las siguientes partes, porque ya estoy en proceso de hacer mis trabajos y pues...un final no se hace de la noche a la mañana ok? para que esten advertidos jejeje pero obvio que yo sigo con esto hasta terminarlo.

el triangulo amoroso cada vez se pone mas y mas intenso claro...y los inconvenientes que no pueden faltar. que pasara despues? solo diré...que la banda hara gala de sus actos en el capitulo siguiente. ¿les ira bien? jejejeje ya saben. me mandan un correo con sus opiniones. y tambien al face.no olvden comentar abajito. un saludo de su amigo subzi. se les quiere bastante.