David y Diego: Salvajismo del sexo y el sueño
El lado pervertido y sexual de Diego...y la ventana a la realidad que destapará los sentimientos ocultos de David
Subzi ha estado ocupado con trabajos universitarios jajaja no se por hablo de esta manera, me demoré un poquito pero aqui les dejo la siguiente parte, un abrazo gigante a los que leen el relato :D
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Que es lo que deseo… ¿qué es lo que siempre ambiciono para mi existencia? Estar en una casa, acompañándote tu familia o la persona que ames y aspire ser tu pareja. Un buen trabajo, saber de la vida y alegrarse de lo que te rodea. Siempre he anhelado eso…que todo se me dé conforme y he luchado siempre para ello. Sufrir golpes, insultos, quejas y sobre todo humillaciones. Ver al chico homosexual comparándolo con una inocente chica que no puede hacer las cosas solo por…ser gay. Trato de despedazar ese estereotipo.
Ahora que tengo lo esencial, lo que quiero para mi vida. Buen estudio, buen trabajo, mi pasatiempo, La música. Mi familia, mi novio… agradezco una y otra vez lo que pasé y lo que tenga que venir. Sin embargo…lo que hizo confirmar mi profundo enamoramiento hacia los chicos, fue gracias a una persona. A un hombre que podría decirse, un ángel hermoso que ha venido desde el cielo para ser importante en la sociedad. De estatura media, ojos pardos, cabello oscuro y castaño, un rostro de facciones distinguidas con un corazón sagrado. Diego Riascos…el chico que me hizo sentir cosquillas en mi estómago y en mi pene por primera vez.
Gracias a ese amor…pude ver lo bonito de la vida tratando de ser yo mismo, alguien con sus promesas y propuestas bien obtenidas. Nunca encontré alguien a quien querer...hasta el momento de haberlo conocido en un baño público de colegio por quedar atascado en una cabina maloliente. Después de 2 años 4 meses y 27 días había dicho que no era pasión lo que desafiaba.
Fue en el instante en que lo vi besándose con ese chico, al cual consideraba como si fuera…su nuevo apego después de haberle explicado que… no. Concebí que la complacencia que llevaba, se disipara como la bruma después de la calima. El peso substancial de la emoción era algo que me forjaba profesar limpio y sereno…ya no estaba. Se había ido.
Que podía hacer…mis emociones siempre estarían ligadas a Diego desde que estuvimos juntos hasta ser novios en un baño de salón social casi a las 2 de la madrugada en unos 15 rockeros. Hasta los 7 meses que fuimos pareja y el haberlo dejado. un devastador pronóstico que me destrozaba el alma con una sierra eléctrica de marca ‘Despedida’ odie el momento en el que deje de detallarlo a la distancia ese día que me despedí de él…recuperando de nuevo mi subsistencia.
Hacia mi nuevo rumbo era un zombie seco vacío, sin nada que pensar ni razonar en la vida. Mi madre me odiaba, todo el mundo sabía que era gay, había perdido al amor de mi vida. No Salí de esa cama por días. Atroz el momento de estar completamente solo en el mundo. Nuca se me pasó el momento de suicidarme o algo parecido. Solo sufrir y estar mal por el resto de mi vida.
No quería que mi existencia fuera a ser un tremendo terremoto estrechando mis emociones constantes y desvanecerme como un melancólico amargado que no sabía que hacer…no escudriñaba una dirección. El único que pudo hacer eso fue…Richie. Desde que Margie me lo presentó fue algo que me atraía por el chico. Un no sé qué de un quién sabe. Un día entro a mi cuarto cuando ya estaba instalado siguiendo con mi depresión permanente.
Encorvado casi en posición fetal tocando la rugosa y fría pared rozando mis rodillas, con llantos en mis ojos y los lagrimales áridos como el desierto. El poder de la sensación es poderosa. Sus manos cálidas tocaban mi pecho como un grandioso cosmos que atestaba mi cuerpo de algo con que luchar, algo para poder levantarme y sostenerme del risco que me interponía la vida. Una misión que era subjetiva y equivalente a seguir combatiendo. Su abrazo me apaciguo de sufrimientos… me apisonaba como si se me fuera a acabar los últimos instantes de existir, percibiendo el olor de su cara y la masculinidad latente de su querer.
‘El cariño es grande…destruye las ambigüedades’
Esas palabras provenientes de su voz…generaron que reaccionara. Que pudiera seguir combatiendo y…el batallar para poder seguir adelante era lo que me motivaba. Miré sus ojos. Ese amor se propagaba desde sus cuencas hasta mi cara. Dejaba fluir mi cuerpo sometiéndome más a su potestad. Cerca de poder sentir su cara con mis lágrimas secas, avecinaba mis labios para poder contratacar toda su adhesión…con un beso.
Gracias a Richie pude seguir adelante…mi novio fue el que me sacudió del trance. Es un sentimiento distinto que radicaba en mi corazón como el néctar que me satisface siempre. Igual al de Diego. El de él es puro, vasto y lleno de amor, similar al de Richie, aunque este tiene sus contrariedades…significa que ese poder de cariño hacia Diego... ¿se desvaneció así no más? Tal vez…porque al verlo con el chico. No me quedaba otro remedio que, no seguir con esto. Buscar la senda que me deparaba el destino y dejarlo a él…aparte.
No se dio cuenta de que lo tenía a pocos metros de mí. Ni se percató…lo único que hice fue irme, resignado…buscar de nuevo tras bambalinas y, decirle a él que ese amor que sentía por el…así sea un granito de arena. Me lo había quitado gracias al acto que daba en público.
El chico que me hizo dar amor por primera vez…había soltado mis manos y me había dejado a mí…por mi cuenta. Siguiendo mi lugar en el mundo.
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Marchaba dando pasos salivantes en la cavidad de Renzo desquitando todo lo que me corrompía mordazmente en toda su boca. El ámbito de querer más y más era lo que me hacía dar más contemplación al chico. El alcohol en mi sangre no era de lo más confortante ni me hace sacudir mi mente como debería. Pensaba era en sentirlo, en experimentarlo y en sodomizarlo. Mi piel se erizaba cada vez más por el toqueteo de sus manos por mi cuello. La polla se me paraba tratando de reventar la tela de mi pantalón. Estaba sumamente excitado.
- B-besas muy rico Renzo… - agitado suspiraba levemente
-Tú me vuelves loco hermano ufff estoy es sudando ¡mira!
-jejejeje nos dejamos llevar…
-pienso que aquí no deberíamos hacer más nada…tengo unas ganas inmensas de-
-mi apartamento esta libre, no hay nadie así que podemos ir… ¿qué te parece?
-últimamente me están gustando tus ideas. Si, vamos que quiero saborear de nuevo todo eso
-bueno – levantándose del asiento mirándome como ¿cuándo te vas a levantar? – ¿qué esperas?
-yooo pensaba, despedirme de David y darle mis felicitaciones. No quiero irme sin despedirme además su presentación fue fenomenal porque-
- naa no se lo merece, vamos – apretaba mi mano jalándola dispuesto a quebrármela buscando la salida.
-yaa no estoy tan borracho, déjame a mí que yo puedo – lo enviaba para que se aproximara a la salida.
Infrecuente…era como si me estuvieran viendo en este momento…como si unos ojos estuvieran detectando mis movimientos. Giré para no sacar después sospechas.
Ahí estaba, encima del escenario calibrando su guitarra. La mirada que hacía era de… ¿nada? su vista hondamente extraña. Avistaba de una forma seria y distante. Quizás yo…
-¡Marica! ¡Movete pues!
Puede que esté equivocado con lo que pienso…solo, debe de ser el estrés que lleva. Aparté mi panorama dirigiéndome hacia la salida y buscar al gritón que me estaba haciendo perder la excitación.
-¿¡no te podes esperar!?
-no, no quiero – agarrándome del cuello dispuesto a arrancármelo – hoy quiero que me folles con todas las ganas que tengas ¿estamos?
No me pude contener. Contrataque apretando su mano para que me soltara transitando por la esquina para coger un taxi. Hoy mojaría y moría por hacerlo. Se nos parqueaba en toda la mitad de nosotros. Dejé que entrara primero para cerrar la puerta del amarillito para que el borrachito diera la dirección de su casa. Vaya sorpresa que me di, el conductor
Era una chica
-¿eso queda cerca de la circunvalar pasando por el centro por una urbanización no? –su voz completamente dulce y algo tosca
-si señorita. Vaya… primera vez que veo una chica manejar un taxi
-yo también- añadía yo transitando para llegar al semáforo en rojo
-y es la primera vez que veo una parejita gay tan bonita
-¿¡Perdón!? – Mi gesto era de incertidumbre – nosotros no somos – iba a terminar. Renzo me tapaba la boca con toda su mano
-sí, acabábamos de salir y pues ya nos vamos a poner a descansar
-oo ya veo – la chica nos miraba siempre por el retrovisor. De pelo castaño y algo madura ya, como en los 30 – se ve que la pasaron bueno en ‘Rising’ ese bar es genial
-¿ha ido al bar? – algo nervioso me pronunciaba
-¡claro! Cuando estoy de descanso del carrito voy con mi nena y me entretengo
-¿cómo? – ambos nos mirábamos como un par de pendejos
-¿qué? ¿No puedo ir con mi chica a pasarla bueno?
-¿¡eres lesbiana!? ¡Noo qué bueno! yo no tengo amigas lesbianas ¿¡quieres ser mi amiga!? – Renzo se comportaba como un hetero fascinado por ver a una chica que les gustan las mozas
-claro por qué no jajaja soy samantha ¿y tú…?
-Renzo, él es mi novio Diego – ¿porque dice que soy su novio?
-que bonitos los dos jejeje oigan vean llegamos rápido ¿es aquí no?
-¡sí! ¡Eres una genio! llegamos en par patadas – salía algo incómodo no sé el porque. El pendejo pagaba mientras la chica le daba una tarjeta, seguía igual parado en frente de su apartamento, cerca de una urbanización.
-si necesitas mi servicios Renzo, llámame jajajaja cuídense los dos ¡adiosito!
-Hasta luego – wow no pude quedar más ‘plop’ en mi vida. El carro se iba, permitiendo a mi desubicado amigo abrir la puerta.
-mira su tarjeta tiene formato UV ¡que chévere!
-¿Por qué le dijiste que somos novios? ¿Acaso estás loco?
-Qué crees tarado – abriendo la puerta con un chirrido aterrador – estoy borracho hablo pura mierda. Como si tú no lo estuvieras
-estoy es prendido ¡nada más! y mejor entremos que me estoy muriendo de frio
-ok príncipe de los valles, como usted ordene
Un edificio blanco titanio, dentro de una urbanización donde todos los edificios son iguales, constituidos por 4 apartamentos en cada edificación. Exponía por medio de balbuceos cortos cuál era su apartamento, el 306, lo llevaba apoyando mis manos en sus hombros para dirigirlo como guía espiritual sin que se fuera a tambalear y a lastimarse. Aprecio también algo de locura y embriaguez, el mérito lo tengo algo disoluto, mi cabeza la siento algo pesada con un zangoloteo débil, puede hacerme incomodar en cualquier momento.
-¿Dieguito…?
-dime Renzo…
-¿estas borrachito?
-estoy prendido ¿no te dije?
-naaa tu estas bien, yo estoy es algo perdido, pero se de lo que hablo. No tome tanto – me encontré con la puerta de su apartamento, el número de la habitación cerca de una planta decorando la entrada.
-¿tienes las llaves?
-si mira- hurgándose el pantalón como un loco entregándomelas en la mano – es la plateada mi querido gallardo
-voy
Abría la puerta mientras cargaba a Renzo para que no se fuera a precipitar. Su casa, de paredes blancas, una vista pequeña con balcón hacia los demás edificios, sillón de cuero negro que acaparaba toda la sala cerca de una mesa de vidrio, el computador cerca de un escritorio y el equipo de sonido cerca de una mesa estampadora, dos cuartos, el baño la cocina cerca de un lugar de espacio abierto para poder colgar la ropa. Pequeña pero muy agraciada, como a los que les gusta vivir solo, tienen su lugarcito para poder relajarse.
-Renzo ¿vives solo? – admiraba el lugar
-vivo con mi hermana mayor y Hudson
-¿hud-
-es mi perro pendejo jajaja debe de estar durmiendo cerca del portón del balcón. Diego amigo… ¿me traes un alka-seltzer? para que se me quite algo de la pesadez del estómago. Hay uno en el cajón de abajo cerca a la nevera.
-ya te lo traigo - directo a la cocina detallando al perrito, un lobo siberiano de pelaje oscuro cachorro durmiendo en su camita.
Buscaba la envoltura llenando un vaso de vidrio con agua tratando de abrir la cobertura con mis dientes. Menos mal tenia mis 5 sentidos en un 80% para socorrer a mi amigo que estaba como en menos del 50% dejaba que se disolvieran las tabletas llevándoselo a donde se acomodaba.
-¿Renzo no está tu hermana? – se desprendía de sus botas resaltando el blanco de su calcetines descansando sus pies en la mesita de vidrio
-naa, no está, se fue a visitar a los cuchos. Ella viene el domingo, me dejó cuidando la casita aunque no es que yo sea un niño para no hacerlo – pasándole el vaso tomándoselo suavemente
-ya veo – así que estas es de guardia en la casa
-afff que rico...sí. bueno, no es malo quedarse solo de vez en cuando. – dejando el vaso sin nada en la mesa.
La opacidad de la casa se hacía evidente, en una tonalidad purpura reflejando la luz nocturna de afuera. No aferramos ninguna luz. Daba la luminiscencia detrás de mí admirando algunos reflejos de ella en Renzo. No se…me gustó mucho su cara tratando de calmar el estómago y algo de la pesadez de su borrachera. Su perfil… Su rostro, las arruguitas que se le estremecen en la frente. Sus labios, esos topitos blancos. Remangaba su saco por encima de sus codos recostándose de nuevo en el sillón observándolo tratando de recobrar el aliento.
-eres muy lindo Renzo…
-¿ah? ¿Cómo? – dirigiéndose sorprendido, se nota que está pensando mucho.
- eres muy lindo tonto… ¿en qué estás pensando? – encorvándome un poco colocando mis codos en mis rodillas sosteniéndome las manos.
-…tú no te mereces sufrir Diego…mereces a alguien que te quiera por lo que eres…y me da piedra que ese chico no te ponga atención.
Es…lo más lindo que ha dicho desde que lo conozco. De verdad, movería cielo y tierra para hacerme feliz. Siempre me ha ayudado, siempre me da la mano, siempre es…el mejor chico que uno pueda tener. Mi corazón deseaba el aproximarme a él sin desventuras. Sin dudas y poder darle a Renzo…algo de mi amor. Acerque mi cuerpo colisionando cadera con cadera, sostuve su mano obligando el verlo detallándole la visión perdida que llevaba.
-te quiero Renzo…
-yo…también… te quiero Diego…
Con mi otra mano agasajaba su oreja disponiéndome a avecinarme más a él a pocos milímetros de rozar su nariz. Apreciaba sin cesar con mi rostro sus facciones palpando con mi cuello uno de su topitos. Mi misión era sentir la comisura de sus labios despacio, considerando el calor de su boca con olor a trago, rigiendo a besarlo con devoción. Con todo el apego que llevaba por dentro, transbordando mucho amor dentro de mí y él se lo merecía.
Junté mis manos en sus hombros trayéndolo hacia la otra parte del sillón tirándonos en los cojines de cuero, disfrutando de saborear su gustoso paladar, de excitarme y sentir un amor que para mí, lo tengo olvidado y no podía corresponder. No quería luchar más por David, no profesaba que el seguir entrando y quedarme para siempre. Ahora lo que más deseo es poder querer a este sujeto que ha dado intensos placeres y ayudas condescendientes de su parte. Mis manos dirigían sus adentros como dos deliciosas e intocables máquinas de placer, deleitándome con ese delicioso abdomen que se gasta.
No perdía más tiempo conmigo, se quitaba el saco prediciendo como Dios manda el cuerpo bonito de Renzo, su pecho abultado y su abdomen plano. al tocarlo se siente como una roca blindada de acero lleno de bultos deliciosos. Sus hombros fortalecidos y sus antebrazos con sus músculos y venas floreadas como un buen macho que se respeta. decidido, poder sentir y saborear sus tetillas presionándolas con mis dedos dejándolas planas retorciéndolas con afecto y un poquito de dolor gracias a la fuerza de presión en su cuerpo. Esas manos que no tenían lugar donde poder experimentar el tacto máximo de un sentir y someter. Se quedaron en mis hombros soportando su fuerza. El bulto de su pantalones estaba al acecho haciendo su presentación de inadvertido… dentro de poco ese momento no será oculto.
Al ver que ambos estábamos muertos de deseo, sus dedos jugaban despacio en cada botón de mi camisa negra, uno por uno. Desprendiéndola con el pecho sin ninguna restricción aparente. Su rostro por el lado de sus mejillas y por debajo de la nariz cerca de su boca, rojos por la excitación. Lo veo como el enamoramiento hacia mis anchas detallándose en su cara. Un fanatismo inmenso verlo en esa forma tan tierna.
-tienes los pezones excitados…me estas poniendo caliente.
-yo...lo estoy más…quiero besarte Diego.
Sus boxers rojos entallaban por su elástico, gracias al descaderado de su pantalón. Me excitaba mucho. Mis besos dirigían una marcha de huellas besables por todo su cuerpo, llegando hacia el lóbulo de su oreja por debajo del mentón, la punta de su nariz tocando de nuevo su boca y comérmela toda. Mis patrocinios jocosos desprendían la hebilla de su cinturón deleitando el sudor de su frente que se combinaba con nuestros besos de lujuria y alcohol.
Ni corto ni perezoso quitaba sus pantalones reluciendo sus medias blancas tobilleras y los slips rojos de elástico de una marca famosa de ropa interior. Distinguía una manchita en todo su resalte mágico de placer. Siguiendo con lo suyo que era. Llenarme de un pronóstico placentero e ilimitado entre ambos. A tan solo una prendas de dejar a Renzo semidesnudo. Colisionando sus piernas y su traserito entelado en mi bulto escondido.
-Diego quiero que me lo mames…quiero sentirlo…
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-Ya es hora muchachos… ¿me están oyendo? ¡Por su santa madre! ¡Venga! ya es hora de tocar, en bombitas que quiero escuchar ¡buena música!
-yaaa estas muy intenso hoy señor conejo ¿cálmate quieres? –sin pelos en la lengua Nadia defendiéndose ante los regaños de ángel.
-zi zi zi zi puro parloteo ¡León! levántate del suelo que ya nos toca – a veces escucha la percusión en su reproductor para poder indagar la profundización del golpeteo metonímico en su batería.
Mis trastornos en estos soplos son de una forma tan…extraña, fosca y…forzada. Tanto en que pensar, extraviaban mis corrientes. No puedo sacar de mi cerebro esa imagen como una diapositiva permanente estilo virus troyano envenenándome el día ¡Maldita sea! El hijo de puta de Diego no es nada mío y me siento completamente enojado de no poder saber porque me da rabia que se hayan besado en exteriores con ese chico.
La púa triangular de plástico la llevaba en la mano y por la cólera del volcán en mi discernimiento, se partía en miles de pedacitos gracias a la fuerza engendrada de no saber de dónde provenía. Entablaba a imaginarme un montón de eventos futuros en lo que constataría mi vida dentro de poco. A Diego y al tipo estando juntos agarrados de la mano, que me echen de la banda por no estar pensando cómo debería. Sufrir y que Richie se dé cuenta de que yo…no sé, no quiero decirlo. Porque no estoy seguro de que sea eso… ¿yo aún…amo a-
-¿David estas bien? – Margie se acomodaba tropezándose un poco apoyándose en mi hombro – ¿dañaste la púa? – tirando los restos al suelo
-si…
-pero es tu púa favorita ¿Te presto una? – sacando una de un bolsito chiquito de su falda – oye hable ahora con Diego y un amigo de el
-que bien – tajante e incrédulo respondía secamente.
-¿porque me respondes así?
-¿los viste besarse? Yo si
-se… ¿besaron? Pero-
-¿eso no lo sabias verdad? Ahora levántate que nos toca hacer performance.
Marg estaba confundida…sus pensamientos se podrían derivar de algo muy obvio y exacto ‘no puedo creer que ese chico sea el nuevo novio de Diego’ muy crudo para ella y execrable para mí. La inexistencia estaba al tope. Acondicionaba mis manos, nos toca cantar de nuevo, esta vez sin presentación de locutor. Relajado para los acordes futuros al improvisto. Mi enojo era propicio a un enfurecimiento letal como para desgarrar a alguien de su cabeza y tirarla a la audiencia, así que ni Ángel, ni Nadia, ni nadie me diga nada.
-¿preparados muchachos?, doy señales con mis palillos – decia león
-de una.
Me tocaba está a mí y después con Margie en dueto. Calenté mis dedos sin presión alguna vacilando el estribillo de la canción. Todo se apagaba de nuevo abierto a la futura curiosidad.
Two Fingers – Jake Bugg
( http://www.youtube.com/watch?v=XuWJ7ZWyw2I )
Country con un toque de indie y riff alternativo que despilfarraba con un refrescante dueto de percusión y bajo, acompañados con la guitarra acústica de Margie y mi guitarra. La voz del artista original suena como un ventilador puesto en su boca. Lo innovaba a mi gusto, con un tono duro y fresco, a excepción de que estaba deteriorando un poco la canción.
Quería gritar al mundo, ser como un artista de rock y demoler ante audiencia mi vieja confiable…mi guitarra negra que tanto amaba. Por culpa del amor estoy metido en este nudo desgraciado de trastornos y sentimientos que me tenían absorto con semejante recibimiento. Quedando yo como un ridículo culo, observándolos como sus cabezas se oscilaban de un lado para el otro besándose como si el mañana fuera la última vez. El raciocino me llevaba a la ruina tanto que me equivocándome demasiadas veces. Las chicas lo notaban ya. No me estaba concentrando.
Tengo que dirigir la mirada al público. Tengo que seguir mirando para calmarme porque no quiero cagarla. Tengo que llevar la corriente, soy el líder. Todo comenzaba como flashbacks poderosos de imágenes de…lo que pasé con Diego. Basta…ya no más ¡basta! venía también lo malo. Lo que sufrí…en la audiencia…estaba, estaba.
Había dejado de tocar….apunto de terminar la canción quede pálido estilo después de un ataque de epilepsia. Rehilaba mi boca más que un vibrador de celular polifónico al haber visto mi muerte en carne propia. La presión me hizo estallar…y no dar más.
- Da…vid…. ¿que…te….su…ce…de…?
Mi mente se nublaba…todo derramaba su tono de color rebasando a un vacío negro damnificando todo mi cuerpo sin poderlo manejar…caí en el suelo. Mi última imagen fue, varias cabezas acercándose a mi…sosegado por la luz del escenario. Hasta ese momento supe de mí.
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-si aggg siii que rico Diego…me lo mamas como todo un cabron…
Desprendía mis pantalones descartando los tenis con mis pies hacia los talones para poder sacar el jean que tanto me estaba incomodando. Despedí a un sitio lejano mis boxers, el jean y las medias que llevaba quedando solo con la camisa desabotonada menos sus empuñaduras. Metía esa apetitosa polla con un letal y enérgico ímpetu sin que no le quedara nada en su interior. Sentía un ahogamiento de su parte, seguía como un cráter de afecto y sonrojamiento espontáneo.
La había mamado bastante tiempo, quería más…la voluntad la tenía tan almacenada que surgió un enojo sexual en todo mi cuerpo. Quiero ser perverso. Empuje su cuerpo dejándolo impactado cayendo al otro lado del largo sillón.
-¿¡qué te pasa!?
- quiero que tú me la mames …ahora
-yo- esa carita no podía dejar de verla…me mataba el morbo.
- párate, quiero verte pajear mientras me la chupas bien rico.
-o-ok
Empuñaba la mano en mi falo…apretaba tan duro que rebotaban unas pocas gotas gracias al macartismo de someterlo… la metía toda la boca pero no como para ahogarlo sin que pudiera oler mis vellos nasales, no, no soy tan despiadado, quiero ser malo hoy. Lo acercaba más a mí sobándome las piernas desde las extremidades de mis muslos hasta los talones de mis pies. Lo curioso surgió improvisadamente. Su espalda llevaba un tatuaje tribal en los dos lados de la espalda. Me hizo excitar más, tengo una extravagancia con que los chicos que me atraen tengan sus tatuajes o manías extrañas, pero en mi caso nunca lo haría. Mordía ferozmente su oreja pellizcando inmensamente los lados de su espalda.
-ngggghhh…mmm gag…
-sigue mamando…lo haces muy rico…me encanta.
La polla de Renzo estaba a mil…ese deseo de darle por su culo era lo que me tenía en el otro lado del mundo, un yo diferente hambriento de sexo y éxtasis. De nuevo en el sillón acomodaba una posición perfecta dejando que se adaptara mejor para que siguiera con su labor… llenaba sus pulmones seguido porque se estaba quedando rojo y sin aire.
-¿te dije que pararas?
-Dieg-
-síguelo mamando, para que así te pueda follar.
Tenía el demonio clavado en mis ojos. Subía de arriba a abajo la pelvis apretando los glúteos sucumbiendo ante el poder de sentir esa sensación de cosquilleo, brote excesivo y manifestación orgásmica. Estaba hecho un demente. Pasaba bastante tiempo permitiendo que los poros comenzaran a llorar estando algo pegajosas mis extremidades por las caderas. El chico ya quería otra cosa… deseaba una mamadita a su culito. Lo tiraba en el sillón diciéndole adiós a la camisa para estar desnudo.
Cargaba sus piernas, mi amor duro y ‘verdadero’ estaba volviéndose extremista porque estaba agitado, rojo, inestabilizado. Sin coraje… metí un dedo sin siquiera lubricarlo gimiendo de dolor. No musitaba palabra alguna…nada, no era algo que fuera hacer o a ocasionar. Solo seguía ahí, excitado y con un desenfreno que ni el cuerpo dejaba que siguiera su trabajo. De poder sobrellevarse cómo yo deseaba. El que si lo dejaba en su ámbito de aguantar era su corazón.
Lamia mis dedos para metérselos ricamente en su orificio disfrutando de un poder que jamás pude creer que tenía. En el que mi pene cachondo tomaría las riendas del momento. Estaba hecho ascuas, solo dejaba lo que mi instinto sexual me dijera. Y lo que quería era follar a Renzo.
- levántate ¿quieres que te folle?
-si
-dale… no quiero correrme ya…quiero sentirte adentro Renzo.
¿Qué me pasaba? Me estaba comportando como un macho alfa que deseaba follar a una chica y dejarla muerta de placer. Nunca me pasó eso las veces que he tenido sexo. No puedo creer que este sea yo, un hambriento sin embargo… era un yo que quería esto. Se moría de ganas por poder hacerlo y descubrir eso que no sabía que tenía. un desalmado en la cama. Mi amigo sufría ahogamientos, apretones, estrujones, metida de cavidades y arañones por parte de su activo servidor, no se quejaba. Su cara seguía intacta, algo cerrados sus ojos. Ese rostro anhelaba todo mi amor hacia él. Solo daba un amor fuerte. Sin saber el porqué de esto…
Saqué un condón de mi billetera, llevo uno nuevo cada vez que uso uno. Mi corazón palpitaba abruptamente. Agarré a Renzo de la cadera y comencé a meterle mi polla en su culito. Despacio, besándolo para que no sufriera tanto, socorriéndolo con mis manos en su espalda. Su sudor y el mío se fusionaban como el néctar del sexo más frenético y salvaje que he ocasionado
- agh…me…está doliendo…
-mírame- ahora se dirigían mis palmas a su cara – te quiero Renzo…piensa es en el amor que me tienes…
Mataba el momento besándolo solo con la lengua, solo metía mi modalidad carnosa y salivante en su boca para después pasársela por toda su cara haciendo una línea de baba hasta llegar a su frente.
- Diego…follame, me gusta cómo me la metes…afff
-¿te gusta pedazo de puto?
-c-claro que si idiota…sos un m-maldito hijo de tu puta madre. Tu verga deliciosa m-me está haciendo templar las piernas…
-yo quiero es dejarte parapléjico… te vayas a poder sentar en varios días.
-no p-pares mierda…me estas perforando de lo más rico.
Duramos así bastante tiempo. Las uñas de sus pies apretaban demasiado por debajo de mis rodillas. Era como cargarlo y la presión de no querer bajarse era lo que nos mataba de excitación a los dos. Palmeaba con fuerza sus caderas gimiendo como la bestia que era absorbiendo bastante placer para explotarlo como un orgasmo delicioso que no dejaría sin olvidar para toda su vida.
- me voy…a-a v-venir Diego…
- espera – socorría su pene para que chorreara toda su leche – déjame hacerlo a mi
Mi ritmo era acelerado y sufridamente colisionante, dispuesto a sacudir su pene deliciosamente. Ambos húmedos de placer, dedicados a satisfacer nuestros cuerpos. Era todo o nada. Su polla de color rojo erupción como para someterse a un infarto o convulsión severa. Brotaban como si fueran a caer al techo. Su leche casi me roza en el ojo. Chorreo fue en mi hombro, y en todo mi abdomen casi a punto de caerse y tropezarse en la mesa de vidrio. Su cara completamente excitada después del orgasmo, ese pecho abultado palpitaba abruptamente dejando que todo su cuerpo se estremeciera por el poder de esos 7 segundos que permitían a mi amigo relajarse y descubrir en sí, un buen sexo otorgado por mí.
-termina tu…también…
Tire el condón cerca del muro de la cocina. Comenzaba suave porque mi verga estaba era algo abatida y rojiza gracias al haber posesionado el culito de Renzo y follarlo. Pajeaba con fuerza besando cada diente, lengua, paladar y sobretodo su boca. Las energías estaban a la deriva y la última rayita de fuerza así como la carga de un celular se iba a apagar. Jadeaba para ultimar el ‘momentum sexualem’ palabra inventada de mis intercepciones al poderme masturbar. Ver todo lo que hicimos detallarlo cada instante en mi cabeza, se formó como esperaba…en 4 chorros abundantes en todo mi cuerpo y un poco en el mentón de mi amigo. Ahora si estaba era extasiado.
Finalizamos con lo último que se nos venía a la mente…un beso. Mis ojos al cerrarlos propagaron en mí un sueño tenaz cayendo como un impávido en la cama….el alcohol hacia que me diera cansancio…pudiendo recuperar las energías de mi cuerpo…
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Todo lo que llevo por dentro…se forma en un vórtice relampagoso a la deriva caminando un tifón llevando mi inquietud sosegada a un lugar paralelo…otro sitio del mundo, del infinito, del cosmos divisando la maldad y el bien como dos polos opuestos… en un lugar súbitamente extraño. Mi panorámica es a un solo peritecio. Sudor inquietante y cuenta compuesta por el dolor y la angustia de no saber…donde estoy.
Manos pálidas como las nubes…un camino frente a mi devorado por la niebla certera sin una vista preliminar de lo que indagaba y me rodeaba… no era una primavera besando las flores del jardín…o un verano candente, ni un fresco y almendro otoño, o un tenaz y condenado invierno.
Tierra arida. Prado neutro, tensión pesada en el ambiente y un sendero de piedra que me hacía seguir…cae un fuerte augurio de ruido sobre mi cuerpo…el roce de él agua incandescente sobre las piedras del lago a mi derecha…sin yo saber si, era un lago el que engendraba en mis insinuaciones…esto… ¿estoy delirando?
Todo esto era como el escenario de un videojuego insólito y terrorífico. No me quedaba más que…transitar el sendero bestial que tenía al frente…sin saber lo que deparaba el destino de este forastero aislado por el pánico. Por el sobresalto de que me lleve la muerte sin saber por qué de esto…de esta…nulidad y carencia.
Por más que seguía a marchas paulatinadas, no lograba alguna superación o algo novedoso en mi transitar ingenuo por ese sitio. La niebla no es buena guía y consejera en estos instantes de como poder andar y maniobrar…seguir sin ningún propósito. No puedo, no concuerdo ni reitero que, esto es algún mensaje o…una señal de algo. Como el personaje principal… alguien me maneja, cuando me detengo, profeso que tengo que seguir. Los controles de mis acciones los están conspirando mis emociones. Buscar el sentido de lo que siento…el sentido de mi vida. La ropa que llevo…blanca como las nubes en el cielo. El conjunto del concierto…pero es…blanco.
Arribé sin prolongar mi paso a un banco….de madera vieja y el asiento algo estancado, junto con dos árboles gastados sin encaminarse a su conservación. La razón del porque estuve enfadado…de poder afrontar la presión y los anchares. La inquietud y los celos. La rabia, sospecha y la maldita envidia. El causante de todo…arribaba en esa banca resucitando al señor Jesucristo en persona… su luz era majestuosa y centellante sin haber un sol a la deriva. Solo la bruma era la que abrazaba los lares.
-Tu…
-esperaba tu llegada…
Lustroso, luminiscente esporádico. Este sujeto es Diego… pero sin llegar a serlo. Idéntico, más grande y compuesto…radica en el augurio de que…es alguien que quiere decir…interpretar, o someterme a algo…es este mundo paralelo, sin escudriñar la cognición a esta entelequia.
-Te engañas…
-p-pero…y-yo
-No engañes el poder absoluto de la veracidad…
-¿la que?
-tu deseas esto…lo deseas con todas tus fuerzas….esto que ves…lo amas…
-¿tú quién eres? Tú no eres D-Die-
-soy el ser que se rige en apariencia hacia el deseo interior de la persona que me observa. La transformación intacta de lo que desea el corazón del que me observa al entablar miradas.
¿Un ser? Que es todo esto… la confusión se acercaba cada vez más y más a lo que estaba tratando de asimilar…es una mentira…yo no puedo dudar acerca de lo que amo…amo a Ricardo Tovar, no a Diego Riascos, es una trampa. No caeré en este sucio juego, así sea en un lugar tan insólito.
-yo amo a Richie…tu que vas a saber…
-lo predicas en esas circunstancias David…
-¿cómo sabes mi nombre? Aunque tengas la apariencia de Diego no quiera decir que-
-el poder innato de mi ser genera una transformación exacta de lo que la persona quiere…cuando ven a mis ojos, se descubrirá la eterna verdad del deseo.
-… ¿porque estoy aquí? – no quería seguir con el tema…
-encomendarte una misión hacia lo más deseado en tu corazón. La ausencia de lo que tanto anhelas, hace que dejes de volar como lo has hecho….el engaño de un demente.
-¿una misión?
El aura de su potestad sacudía algo su túnica blanca con desdén, sin lograr una mugre en su impecable vestido, agarrando una piedra pequeña resguardándola en su mano.
-observa…comandante del destino…
La piedrita en su mano se quedó en la uña del dedo índice, presionándola con su pulgar para tirarla hacia lo que hacía llamar el lago que estaba al lado derecho. ¿Tiraría esa piedra para qué? ¿Qué iba a ganar con eso? sin querer estornude sin desconcentrar al ‘ser’ con la forma de mi ex. Solo esperaba la reacción del catalogado transformador realista.
-abriré la verdad hacia tus ojos… - de un golpecito de la piedra con sus dedos, salió a toda velocidad disipando en línea recta toda la niebla alrededor como si fuera el poder del cosmos de un caballero dorado, o un hamehameha, o un disparo en cámara lenta. No sé cómo explicarlo. Fue tan potente que siguió hacia el infinito sin un frene.
-acércate… - aun había bruma, dejaba llevar mis pasos hacia el sitio de su luminiscencia.
No era un lago normal…no había agua, no era lo más normal del mundo…el cielo se tornó naranja con toques de una diablura apocalíptica en el cielo…era sangre lo que habitaba en el supuesto lago. Era más de ese líquido abundante plasmático y tenebroso junto con mutilaciones de partes de cuerpos aun sin descomponer desgarrados por los dientes de demonios sin alma con ganas de satisfacer miembros cercenados de pecado y desesperación.
Mi boca era un mar de nervios. Vivir todo esto en carne propia…ver cada demonio alzando vuelo mirando cada parte de mi cuerpo como su futura víctima de muerte y cena. Nunca había sentido miedo por algún ser que no fuera de este planeta…hasta el día de hoy.
- David…crecerán más de estos demonios si no aceptas la realidad de las consecuencias de tus actos…
-no pero no tengo nada que…
-el soldado que lucha advertido, no muera en la guerra del amor y el desengaño. Sin decepción en el momento.
-si no hago lo correcto tu…
-tu misión es enfrentarlo…
-¿A quién? – mi medo se hacía evidente. Salir corriendo, pero…apuesto que si lo hacía, era ‘game over’ para mí. La guía prevaleciente de su mano…indicaba el grado…
Un demonio hacia lo lejos gritaba de furia…los ojos llenos de calor amargo y su fuego por la espalda. Esa vehemencia infernal rodeada de sus 6 brazos lóbregos y sanguinarios…las cadenas imparables y su contraparte de centauro… chapoteaban en cada paso enorme que se propagaba. Amortiguando sus golpes gracias a los cuerpos que destrozaba con sus pisotones.
-ZWeeeAAAAAARRRRRQQQQQQQQQiiiEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEToooooUUUUUUUUUUUUUU
Eso gritos salvajes con deseos de matarme… caí al suelo, el ser seguía ahí intacto sin dejar su posición…necesitaba ayuda cada vez se aproximaba más dispuesto a tirarse encima sin yo poder hacer nada…los demonios neutros salían de su guarida avecinándose a mí. Despacio como la horda de zombies resaltando la carne fresca de su quehacer maldito al tratar de comerme.
-¿¡qué esperas!? ¡¡¡¡Ayúdame!!!! No ¡no puedo yo solo! - gritaba
-te está llamando…te conoce…quiere que lo enfrentes…
-¡no puedo!…
-sí, si eres capaz…si logras enfrentar tu demonio…podrás tener cerca el poder de perseguir lo que deseas…esto que miras aquí…
-no...No es verdad yo-
-ZWeeeAAAAAARRRRRQQQQQQQQQiiiEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEToooooUUUUUUUUUUUUUU
Lloraba del miedo…los hálitos se arrimaban más a mí, los demonios agarraban mi cuerpo. El atroz Leviatán descomunal terminaba de colapsarse en el borde del estero demoniaco…no tenía escapatoria… el ‘ser’ ya no estaba…era mi fin. sus ojos malvados del tamaño de mi rostro miraban todo mi temerosa voluntad de hacer algo…
-…no me mates por favor… - la cara malformada del demonio…estaba quieta y confundida…era mi final…
…
-ZWAAAAAARRRRR!!!!!!!!!!!!
-¡¡¡NO!!!
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-no…no me mates por favor…no me mates….no… ¡NO!
Mi grito me hizo poder reaccionar y sacudirme…estaba en un cuarto…blanco con las cosas de la banda…cerca de un sillón descompuesto. No…no llevaba mi camiseta, no tenía mis zapatos… llevaba una venda con algo de sangre en el hombro. ¿Qué pasó?
-¡David!
mi linda Margie se acercaba rápido acarreando unas cosas para darme un abrazo sin yo saber bien que fue lo que aconteció…
-Margie…que... ¿qué me sucedió? Donde… ¿dónde estoy?
-estas en la sala de reposo del bar…mi lindo te…desmayaste…m-me preocupaste mucho…
-¿y los demás? Porque... ¿porque tengo el hombro vendado?
-llamaron a urgencias…dijeron que fue mucha presión que llevaste en el cuerpo…que no habías comido bien y solo tenías un poco de alcohol en el organismo… gracias a la desesperación…fue que te pasó todo esto…
Trataba de equiparar todo. Así que lo que sucedió…fue un sueño…se sintió tan real que me dio inclemente susto…estaba transpirando demasiado, por el borde de mi pecho estaba sumamente mojado bañado en sudor. Siento que todo esto es tan…realístico
…esto fue un mensaje ¿para qué? ¿Para volver de nuevo con Diego? No… pero yo-
-¿quién me trajo hasta aquí…?
-León y yo te trajimos hasta por acá mientras que Nadia y Ángel explicaban lo que había pasado…de milagro no caíste en el público.
-lo…siento por haberlos metido en este problema… -algo vergonzoso espete
-descuida David….cada persona pasa por un momento así. Mira una vez me dijeron…que si la presión te invadía…lo mejor es desahogarte de alguna manera…que estés tu solo así te crean un loco…para así estar tranquilo…
-¿cómo…hago eso…? – buscaba mi camiseta para colocármela guiando mis pies a mis tenis.
-graba lo que piensas en este momento, lo que sientes…así me llames loca pero creo que es mejor que lo hagas…usa la grabadora de tu cel…
-e-está bien… - me levantaba algo aturdido. Tratando de buscar la salida hacia mí destino – ¿lo que realmente siento?
-si bello…lo que dicte tu corazón…si me necesitas estaré en el escenario…
Mi espíritu quería salirse y contar todo, el sueño…el miedo no dejaba que mi interior se expresara como yo pretendía hacerlo…un manojo de nervios eran los que invadían trasladándose en mis manos. Decir todo lo que me molestaba…lo que quería, lo que deseaba y adoraba en ese preciso momento… busque donde había hecho mis necesidades la otra vez hace ratico ya. Entré al baño, cerré con llave porque no creo que a las 3:35 AM alguien vaya a entrar…me senté cerca del muro del lavamanos cerca al espejo…inhale bastante aire y presione el botoncito de la mitad para…grabar lo que mis emociones llegaban a engendrar.
Bien…si no lo hago…me jodo
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Caminaba algo aturdido todavía, pasando tras bambalinas para llegar al escenario
-¿Listo? ¿Te desahogaste?
-algo así…- confundido todavía.
Margie se acercaba a darme un abrazo de oso cerca de los parlantes de sonido…el bar ya estaba cerrado, todos ya se habían ido. Era los de limpieza y recogimiento de todo el desorden. Los tramoyistas desenganchando todo lo nuestro para meterlo a la van.
-descuida que mañana te sentirás mejor…voy a ver cómo va todo para al fin irnos a dormir…
-dale…
Mi lugar aquí era sumamente distorsionado. Por Dios, no sé cómo paso todo esto de repente, el beso de Diego, la presión, el desmayo, ese sueño…’el ser’ y sus predicciones…el demonio… ¿tengo que lidiar con un diablo para poder llegar a la paz y sacar la verdad de lo que quiero? ¿Será eso? combatir el mal para llegar a la felicidad, tratan de decir eso para que yo esté tranquilo con mi vida… estoy bien como estoy, es lo que yo quiero pero en el amor yo-
-Disculpa amigo – voltee para ver quien me llamaba, era como el que despachaba los tramites de cada lugar donde tocábamos, detrás pasaba un hombre detrás de mí como organizando el escenario – mira busco a…Ángel Martínez ¿sabes dónde está?
-debe de estar por ahí, no se ¿tienes que llevar los papeles firmados del trámite?
-si amigo y como él está a cargo, no me puedo ir sin su consentimiento. O puedo buscar a alguien que este familiarizado con el evento
-ven yo te lo firmo, soy el guitarrista – agachándome en el borde del escenario para poder firmárselo.
-¡qué bien! Eso me sirve, ven tengo que escribir tu nombre ¿cuál es?
-David… Mantilla…
Algo se cayó detrás de mí...coño que susto, rondé algo molesto mirando que el tramoyista había dejado caer una luz del colgadero. No me dio algo de importancia
-¿me das tu firma? Pasándome la tabla con los papeles
-si claro…a veces ese pendejo se desaparece. mínimo debe de estar estresado
-espero que lo encuentres jajaja –devolviéndole la tabla – muchas gracias.
-de nada amigo – devolvía su gesto con una sonrisa dejando que se fuera a su trabajo. Bajaba también para irme ya dormir…estaba cansado y rendi-
-¿David?
Me llamaba el tramoyista…su voz se me hacía conocida por alguna razón.
-¿ah?
-¿David eres tú? ¿Eres tú?...
…
- ¿¡Zarquito!?
…
Ahora entiendo todo…
Como les dije antes, estoy en mis tres ultimas semanas de universidad de este semestre, estoy hecho un caldero de presión jajajaja pero eso si, no puedo defraudar a mis lectores. asi que no se, puede no se, que suba la proxima semana, o talvez no, jajaja no puedo perder los finales xD
que pasara en este capitulo...¿el sueño de david le mostro la realidad que tiene que afrontar para poder buscar lo que desea? ¿Diego se olvidará de David? se sabran muchas cosas mas mas adelante
no olviden comentar abajito, mandarme un correo o me agregan al face si tienen inquietudes o sugerencias para yo acatarlas o escucharlas, un saludo bien grande y se les quiere bastante.