David y Diego: Mi novio de nuevo

Quieres…ser mi novio… ¿de nuevo?

La pereza no me dejo publicar el siguiente parte la semana pasada jajajaja no me odien , lo siento jejejej disfruto de mis vacaciones. aqui les dejo la siguiente parte

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Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver…

Lo que quiero saber es… ¿porque te fuiste? Porque me dejaste solo justo en el momento en el que constábamos los dos juntos. Felices, enloquecidos por lo que sucedió. Ahora no te tengo…me siento solitario de nuevo. Sin ningún rumbo. Aunque… lo que ahora pido es poder ser feliz y estar vigente en mis prioridades: el último partido. Poder organizar lo del trámite de mi dinero para usarlo en lo que necesitaba. Mi universidad y el pago de deudas de mi madre. Justo eso para poder presidir en lo que respecta…el vivir mi vida como quiero…sin saber dos días de David.

Sin especular lo que puede estar haciendo…será, no, no creo. Él no puede volver con Richie, me partiría el corazón si lo hiciera. No pretendo ser su juguete y resolver lo que deseo como amor así sin mentiras. Pero sé que él no es de esas personas. Él es importante. Sabe lo que hace. Mi rockero empedernido no puede dejarme…confió en él. El no haberlo sentido en mi cama fue lo más devastador que me pudo haber ocurrido, más que todo lo que he pasado por él. Creo que es lo que más me ha dolido.

-ósea que… ¿David se fue? Después de que tú y él lo hicieron.

-Si – suspiraba resignado dejando caer mi  maletín de deporte al suelo. Moría de hambre y quería desayunar.

-ay Dieguito…no te importa cómo estas de moreteado, te importa es donde se metió David.

Esa carita que me hacía no había cabildo para que ni no se riera. Mataba del aburrimiento pero ella me saco la sonrisa que necesitaba.

-gracias Karen… ¿te han dicho que eres un ángel?

-¿¡ANGEL!? Jum, mejor dicho ‘Diabla’ así es Marco conmigo, me trata de diablilla pendenciera. Hasta una vez me dijo que era una ‘puta’, en el sentido del sexo.

Mi cara era de dos puntitos y un guion. Carajo, estaba era sobresaltado jajaja que le digan eso. Pobre. Menos mal no me gustan las chicas…no me gustaría decirle eso.

-¿ahora te toca practica? – traía mi banquete mañanero con ganas de comérmelo como jabalí hambriento. Dos huevos revueltos con cebolla tomate, jamón y tocino junto con un Beagle y un pan de bono (pan hecho con queso) junto con el jugo de naranja.

-si…pero no pienso con el estómago vacío. Tengo que comer…-busque mis cubiertos pero-

-¡¡culeca!! ¡¡Vení para aca!! ¡Maldinga mona sabionda ven aquí y tráeme la plata que me debes!

Volteé y era Margie, vestida con un vestido rosáceo y un collar de una calaverita plateada con el pelo alborotado, detrás venia un chico de pelito bonito y blanco como la nieve, denotaba ternura.

-No te debo nada…deja de inventar calumnias – se hacían a mi lado derecho para que no les tapara la luz de la mañana. – hola Diego ¿cómo estás? – saludaba de beso

-bien linda ¿cómo estás tú?

-bien, vinimos a comer. Ah sí, se me olvidaba…no te he presentado, mira él es Carlo, el guitarrista que reemplaza a David.

¿Reemplaza a David? ¿Y eso? acaso…

-mucho gusto amigo, me llamo Diego - estrechaba con fuerza su mano

-el gusto es mío – brotaba un acento tierno y argentino de sus silabas y consonantes – vaya por fin voy a comer algo rico…hace rato que no me invitabas Marg

-porque no me dio el tiempo…pero aquí es comida rápida, mañana te llevo por el centro para que te comas un almuerzo típico de aquí.

-Oye Margie – dejaba mis huevos a un lado, mataba de curiosidad – ¿cómo así que David lo reemplazo Carlo? No entiendo.

-David pues…no sé, creo que tú estabas cuando tocamos la otra vez…el

-¿sí?

-se desmayó por tanta presión. Le dije que descansara de la banda…

-¿cómo? – Eso no lo sabía -¿y no sabes porque? – me impresionó la noticia. Fue tanto que regué un poco de jugo en mi uniforme.

-sí. Por la presión del momento y sus problemas. De esto, no lo sé la verdad…hemos tocado dos veces con Carlo y no hemos sabido nada de él…creo que me hizo caso.

-pobre de mi bebé…-Karen le entregaba a los recién llegados el menú para comer – que guapo eres Carlito, eres un bombón no parare de decírtelo

-gracias linda em yo… estoy algo jajaja sonrojado.

-así te ves más lindo ¿Bueno y entonces? ¿Tu primo sabe algo?

-sabe de qué o que – levantaba más sus gafas – ¿qué paso?

-David ha estado desaparecido por dos días…-dije

-¿¡cómo!? ¿¡Pero está bien!? ¿¡Saben de su paradero!? – atónita gritó

-si Marg…cuando me dijo mi madre la otra vez que él se había ido…me dijo que necesitaría un tiempo. Hablé con sus padres al día siguiente por teléfono, y me dijeron que quería estar solo…- asentía

-Haber… ¿tu madre te dijo que? ¿Ella hablo con David?

-¿acaso no lo sabes pendeja? - Karen de nuevo metiendo la cucharada – ven yo te susurro, pero levántate muñeca que te voy a contar algo

-dímelo así sin rodeos

-¡que no! móntate en la silla

-Dios…que loca

No tuvo más objeción que obedecer a la peli tostada y escuchar el chisme que le conté hace poco. Casi se iba de para atrás la pobre rubia. Estaba que le daba algo.

-N-No entiendo…

-¿que no entiendes pedazo de relajada?

-pero…David está con…Richie…

-estaba mi amor, es-ta-ba

Me sentí incómodo por un momento, pero me aplaqué. Me observaba confundida y de una manera deslucida. Aunque apaciguo su rostro por un momento…

-¿separaste a David y a Richie?

-no Margie…yo

-¡no cariño! ¡No pienses así! David fue el que busco a Diego…

-pero…siempre veía que ellos se querían. Ósea que…lo que David tenia era… ¿celos?

-¿¡celos!? – ¿los tres hacíamos cara de cómo así? ¿Acaso ella sabía algo que nosotros no?

-pero che Margie… ¿porque David sentiría celos? – decía Carlo

-¡desembucha pequeña gusana! Que quiero oírte ¡ya!

-ya Karen – interfería –deja que Margie hable

-yo pues…

-antes de que David se desmayara y lo atendiera el paramédico. Me había dicho que había visto a Diego…con otro chico…dándose un beso…y por como lo había visto, creo que se había enojado. Tal vez por eso más la tensión de las canciones que nos tocaba cantar. No aguantó.

Quedé impactado. Hacia retrospectiva para saber qué había pasado. Si…ya me acordé. Me besé con Renzo, estaba algo prendido y me daba la impresión de que él me había visto de una manera distinta en el escenario. Y justo por eso, le paso lo que le pasó. Debió haber estado amontonando sus sentimientos hacia mí y por eso. Por eso se fue para estar despejado… saber exactamente lo que sentía…ahora entiendo todo.

-Diego… ¿te pasa algo? –decía Karen

-ya sé porque David necesitaba un tiempo…

-¿porque dime? – decía Margie

-quiere saber si lo que realmente siente por mí, no lo hará forzar como pasó esa vez en el concierto. Quiere estar solo…

-che ¿pero para bien o para mal? – decía Carlo.

-creo que es como él lo quiera ver… pero no sé porque me aprecio culpable de lo que le pasó.

-tú no tienes la culpa… porque David estaba con Richie ¿me entiendes? Solo que se estaba resguardando forzudamente los sentimientos por ti. No era feliz con Richie…y te busco a ti. Solo se sintió cerca de ti y dio su cometido. Que era volverte a querer…

Marg tenía razón… todo esto me parecía doloroso y a la vez. Confuso. Hice sufrir a David sin darme cuenta, aunque él me hizo sobrellevar más por estar con Richie y yo de pendejo de seguir mi rumbo y caer en estos problemas. Pero fue el. Fue ese lindo angelito de los ojos verdes que me salvó de ciertas circunstancias que podría estar lamentando en este instante. Mi David. Aun me estremezco cuando lo pongo como de mi autoridad. Lo siento mío…lo profeso de toda la vida.

-el aparecerá che – concluía Carlo – debe de renacer con la cabeza bien puesta y sin errores.

Solo destinamos a comer lo que habíamos pedido. Margie pidió una tarta de frutas con ensalada y Carlo un sándwich con mucho aderezo de mostaza. Yo terminé de satisfacerme con mis huevos para estar completo para la práctica, que dentro de poco me tocaba el último partido contra los ‘Tigers’ la final se disputaba la próxima semana, así que iba a ser duro.

Cuando apetecía estar con David sin poder estarlo por su relación con Tovo. Me daban ganas de regalarle algo antes de arremeter con mi padrastro. Algo que le gustara. Pero no era el David de hace dos años, el ingenuo y desapercibido, espontáneo y confortante de la vida. Este era más maduro y sabía lo que hacía. Ya no era el que se dejaba dominar por lo que lo ponía en jaque. Era ya más reflexivo y equidistante con los pies en la tierra y no un ser vaporoso sin variación. Quería darle algo, pero no sé qué. Aprovecharé y le preguntaré a Margie, ya que Karen esta algo alejada de el por su trabajo.

-Marg, perdón que te interrumpa pero…

-no me interrumpes, hasta te puedo responder cuando este en un baño lleno de gente – esta chica es única – ¿qué paso Diego?

-quiero saber últimamente que es lo que le podría llamar la atención a David. No se…hace tiempo que no se dé su nuevos gustos. Y me gustaría regalarle algo…no sé, cualquier cosa. Algo con lo que este fascinado.

-pues…- ponía su cubiertos en la mesa – no sé pero cuando David no hacía nada los domingos, le gustaba ver una serie. Corta pero le gustaba. Se llama ‘World Destruction’ y una que otra serie

-no la conozco…hace rato no veo anime… ¿qué le llama la atención?

-un oso de peluche

-¿un qué?

-caza recompensas y parece un pirata…ósea David cuando lo vio, se enamoró de él.

-¿me tendré que poner celoso?

-no seas ridículo Diego, puedes regalarle algo parecido o similar al oso que le gusta a él.

-y donde…

-tiendas de anime – carajo…no me deja terminar, pero es lo que me encanta de ella. – ¿quieres ir cuando termines de practicar?

-¿conoces donde puedan vender el oso?

-claro Diego, David y yo en Bogotá íbamos siempre a los ‘cosplays’ a veces león y Nadia nos acompañaban, porque vendían cosas que nos gustaban de nuestras bandas preferidas. A Ángel no le gusta eso, así que íbamos a veces los cuatro, o solo nosotros dos. Pero en las tiendas anime venden de todo.

-¿me acompañarías?

-claro ¿Carlo quieres ir con nosotros?

-si Margie, donde quieras, tengo que disfrutar mi estadía aquí.

-listo, entonces cuando salga de la práctica me dices dónde están, los llamo por el cel y en un dos por tres, llego rápidamente hacia donde me vas a llevar.

-no es necesidad…el centro comercial es el que queda cerca de la casa de David donde él toma el bus.

-¿allá hay uno? – en ese lugar tuvimos nuestra cita. – no sabia

-si… ¿Karen me podrías decir la hora? No traje mi reloj y deje mi celular.

-9:23 AM ¿oye piensas volarte? Quiero mi plata ¡ya!

-que no te debo nada Karen…

Ellas seguían en lo suyo. Yo solo me limpiaba con un papelito de servilleta y recogía mis cosas…se me había hecho tarde, solo tenía 7 minutos para llegar allá.

-¿te cogió la tarde? - Decía Karen.

-si mira, la plata del desayuno y…carajo Margie, donde nos encontramos…yo

-en la entrada Diego, ve rápido que estaremos por ahí, no te preocupes.

-ok chicos chao…

Corría la maratón de mi vida. Si el entrenador me cogía tarde de nuevo, no practicaría, y quiero hacerlo. Quiero correr y ligarme a ese último equipo que me tiene en ascuas. Carajo solo me faltaba cruzar la calle y el puente y listo. Estaba era al pie del cañón. Solo descubrí que me había vuelto muy rápido. Los demás ya estaban llegando. Sudaba horriblemente, gracias a este uniforme que es casi idéntico a la vestimenta de un rapero, pesado y transpirante.

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Estaba agotado…el entrenador y sus benditas piruetas, golpes de ataque, defensa personal, uso de los palos, distracción, acción evasiva. Me temblaban las piernas y aun no me recuperaba 100% de las heridas. Mañana también sería lo mismo. Porque era nuestro último partido y no quería perder. Te juro que no quiero decaer en lo último. Guardaba mi uniforme y me ponía la sudadera deportiva y me quedaba con la manga corta azul junto con una chaqueta del equipo. Los tenis y ya podía zarpar hasta el centro comercial.

-Diego…-me había estado evitando por estos días.

-dime Renzo…

-amigo me gusta verte de nuevo así…estas todo cambiado, con el mismo semblante…es ¿es lo que yo pienso?

-Si Renzo…

-que bien, me alegro por ti

No lo podía creer, se atendía sincero, era lo más extraño hasta ahora, creía que me iba despreciar o algo, me iba a tratar mal porque estuve con David, el chico me dice siempre que me ama, peor no quiere nada.

-qué bueno que recapacitó

-¿porque lo dices?

-cuando te lo encuentres…dile que tiene todo mi respeto.

-¿porque? – me había hecho bola, la ceja se iba a salir de mi frente de tanto levantarla. – ¿sabes algo?

-que él te lo diga…hasta luego Diego.

Solo se iba así y ya…no pregunto nada más. Ósea. Era sumamente ilógico. Una sonrisa, palmaditas de buen amigo y listo. Hondamente incoherente. No le di más vueltas al toro y cargué todo en mi mochila. Estos patines si pesan demasiado. Daba a conocer lo que realmente pasaba sin yo darme cuenta.

David habló con Renzo de alguna manera. Y puede que lo haya complicado o arreglado todo de tan buen carácter que…uno no sabe. Cuando tenga la oportunidad le preguntaré. Salí hacia la calle cerca de la acera de un colegio y sus canchas inmensas de fútbol. Transitaba abundante por las rayas de la calle en el paso de peatones. El calor era como para estar en la playa y mecerse un buen descanso y disfrutar. El viento soplaba mi cara con algunas piedrillas golpeándome en el rostro. Pero por favor. Un simple vientecito no me impedirá ir a buscarle el regalo a mi chico.

Pase por el ala este del Mall buscando la entrada principal. Y si, puntuales estaban los dos en una banquita pequeña. Carlo leía publicidad, mientras Margie escuchaba música en su reproductor de música. La chica de los lentes se apresuró por ser la primera en percibirme. Claro, era obvio, estar con este uniforme y esta chaqueta conmemorativa, no pude salir desapercibido.

-vienes sudando…estas de un calor que ni un ventarrón te lo quita.

-vine lo más rápido que pude, hola Carlo

-hola mi querido amigo – su tonito de voz era tan tierno que dan ganas de apapacharlo.

-bien Diego…vamos es en el segundo piso. Que suerte tienes, estamos en nuestro día libre

-¿ah sí? – Subíamos las escaleras eléctricas cerca de una ancianita con unas bolsas – y los demás de la banda ¿también están de relajo?

-jajajaja no, Ángel está buscando un nuevo lugar. Estamos tratando de ser acordes con los temas en general. Nadia y león deben estar haciendo sus cosas. Para la próxima ya queremos que David regrese.

-oyeeeee – vociferaba Carlo con desgano – ósea que yo-

-no tonto, como te había dicho antes…tu sabes tocar piano, así que tú te quedas con nosotros hasta que tengas que irte, ¿porque te botaría como un perrito sucio?

-Margie no es mala Carlo, ella es lo más dulce del mundo, como un pudin rosado con concentrado de uva deliciosa – agregaba

-jajajajaja ya me hicieron reír, está bien, no hare puchero, ya entendí

-mira Diego, es este que está aquí.

La tienda estaba al ala izquierda del segundo piso, cerca de una compraventa y una tienda electrónica. Al frente estaba una tienda de peluches, el lugar era inmenso. Con tantos personajes de anime, manga, siluetas, llaveros. Figuras coleccionables. Libros. Caballetes forrados en letras orientales. Una que otra lámpara de papel y varios dvd’s con series de todo tipo. El paraíso de los otaku por asi decirse.

-si buenas tardes ¿en que los puedo ayudar? – una chica con su pelo estilo Hayley Williams en negro nos atendía, junto a ella estaba una que se parecía a Taylor Momsen. Sí, si jajaja se algo de punk rock y chicas góticas y rockeras.

-si buenas mira – Carlo se iba para el otro lado buscando los dvd’s de música japonesa – buscamos un personaje anime que es un caza recompensas feral, un oso de peluche.

-Haber… déjame busco en la base de datos – registraba unas cosas en la computadora sin observar el teclado, levantaba más mi maleta para que no me pesara tanto. – si mira ¿es este? – mostraba el portátil sin poder ver bien el muñeco.

-si ese, diste en el blanco amiga,

-si jajajaa mira, lo único que tenemos del personaje es un llavero de 5 x 5cm ¿buscabas algo en especial?

-no pues… ¿Diego te gustaría el llavero para regalárselo a David? – me preguntaba mirándome de reojo.

-pues…tendría que verlo primero

-¿podemos verlo?

-si claro, esperen.

Mientras ella lo traía yo seguía observando el lugar y a Carlo entusiasmado con unos audífonos de gato negro en sus orejas, parece que le encantaba lo que escuchaba.

-sabes…me gustaba ver series anime cuando llegaba de estudiar, pero…creo que eso fue como a los 12 o 13 años…me gustaba coleccionar figuras.

-yo cuando puedo - decía la rubia – la verdad no me ha dado tiempo por estar comprometida con la banda. Me encanta una serie que estaba viendo, pero no he podido por compromisos.

-¿y cuál es?

-‘Fairy Tail’

-estoy tan de malas que no sé de qué trata. Jajajaja

-descuida, tu aprovechas bien tu tiempo.

La chica llegaba con el llavero metido en una cajita con unas referencias pegadas por adelante. Cuando lo vi me encantó. Un osito amarillo canario con un parche en el ojo con una estrella, bandana azul con reflejos amarillos, un collar de perro, guantes y botas como las del gato de shrek y un bolsito bien formadito con mapas y papeles dentro.

-no, no se diga más, me lo llevo ¿Crees que le gustara?

-lo amará, te lo aseguro

-que bien ¿quiere que se lo envuelva de regalo? – decía la cajera

-em ¿regalo?

-si Diego un regalo, tu dijiste que querías que fuera de regalo.

-¿se puede escoger el papel? - preguntaba

-¿si dime cual quieres? –mostraba varios papeles de presente para envolverlo en una cajita parecida a un cofre. Vi uno que me gusto, uno de cráneos negros y el fondo azul. – ¿este?

-si ese – no cabía de la dicha – se verá genial.

Me envolvían el llaverito con un moño pequeño junto con el papel de regalo, mientras que la otra chica me decía cuanto costaba. Menos mal llevaba dinero, no era tan caro. Además este lugar estaba eminente. Fue aquí cuando David y yo tuvimos nuestra primera cita jajaja, en el tercer piso. Lo adorará, de seguro lo fanatizará.

-que tengan un buen día, vuelvan pronto

-muchas gracias – decíamos al unísono

-Carlo, ya nos vamos.

-¡pero espera! comprare algo y ya los alcanzo,

-dale amigo – decía – estaremos sentados en la banca de al lado.

-dale ya voy…

Deje mi maleta por debajo de mis piernas. Recobre el aire y los hombros decaían con esmero generándome un dolorcito minúsculo por mis brazos. Estaba adecuado y sonriente porque le iba a dar a mi rockero algo que le iba a gustar, no un par de medias o una caja de chocolates. Creo que es fácil comprarse regalos entre hombres. Margie se me hacía al lado.

-Diego…

-dime – abría mis ojos después de dejar descansar mi cabeza

-cuéntame… ¿en serio David te busco a ti?

-si…si no fuera por él, estaría muerto.

-si de eso me contó Javier…pero no creía que ustedes estuvieran juntos, por ya sabes…mi primo, creía que iban a estar juntos agradecerse pero…de que pasara eso…pues, no sabía. A veces soy muy ingenua.

-no lo eres… ¿Sabes algo de él?

-quien…

-Richie

-em…no sé, he hablado con Guillo, pero con el no.

-la otra vez Karen me dijo que si su hermano me había llamado y le dije que no ¿sabes porque?

-mínimo fue porque le gustaste –carajo, me puse nervioso – Guillo es así. Llama de una al que le gusta y tiene oportunidad. Pero, lo que no entiendo es porque no lo hizo contigo.

-si raro… ¿oye y tienes su número?

-si… ¿porque lo necesitas para algo?

-quiero que me haga un favor, espero que acepte ¿quieres que te cuente?

-si quieres

-pues…

No saben cuanta risa me dio el relatarle la idea a Margie sobre lo que tengo pensado hacer con Guillo. David me había dicho unas cosas sobre el cuándo estábamos hablando la primera vez que lo vi y cuando se lo llevo Tovo. Ósea creo que busqué el que va a ser mi embellecedor esa noche. Aunque aún así falta bastante para eso.

-estás loco

-jajajajaja es buena idea

-está bien, le diré para que se comunique contigo.

-dale

Mi celular vibraba por una llamada. No puede ser que Guillo tenga poderes telepáticos y me esté llamando. Las leyes psicotécnicas de la vida no pueden ocasionarme esto. Por un momento casi me sorprendo, pero no… era mi madre. Que gran alivio. Aun todavía no es el momento para que el hermano del ex de mi chico fuera a buscarme, si tengo que buscarlo sea a él o a otro que se le haya corrido el shampoo.

-dulzurita ¡hola!

-hola madre

-¿ya saliste de la práctica?

-si madre ¿cómo te fue en el juzgado?

-bien…estoy en el taxi ahora, pero necesito que estés allá antes porque llevo la comida de los dos meses y se me quedaron las llaves

-no pasó nada así… ¿grave?

-no dulzurita, rique está pasando sabroso en la cárcel jajajaja

A veces es mala, saca su toque de sinceridad algunas veces

-ya voy madre…estoy en un centro comercial. No me demoro

-dale amor, te espero

-chao madre…

A mi madre le preocupo mucho verme en el estado en el que permanecía. Era algo que no presenciaba tan rápido. El explicarle lo que pasó, el haber estado con David, ver su cara de nerviosismo y no haberle dicho nada. Todo lo que sucedió con Enrique. Fue una larga conversación. Pero por ahora estamos bien en esos términos. Pero me castigo sin salir a fiestas o de noche tarde. Jajaja creo que estando grande, sabe lo que hace porque, es mi madre…y prefiero que me vilipendie y que me reprenda a estar metido en un ataúd vestido de negro y sin vida.

Lo más importante fue que me dijo que estaba bien del corazón, porque que haya estado con David, mi chico, mi hermoso, es lo que anhelaba desde hace tiempo, y no…no me gustaría estar con alguien más que me amargue la vida. Quiero ser feliz con David. Y si hubiera sido, chica, transgénero, hermafrodita lo seguiría amando, porque me enamoré fue de su ser, no de su apariencia ni de su problemas.

-¿Era tu progenitora? – preguntaba Margie

-si…quiere que vaya ya a la casa, lo siento, pero tengo que dejarte.

-descuida que aparte de ti, Carlo me hace buena compañía.

-está bien linda – me despedí de beso diciéndole que nos veremos pronto – si sabes algo de David me avisas ¿vale?

-como un rayo Diego

-chao Carlo cuida a Margie – le dije cerca de la entrada leyendo unos libros

-dale Diego, cuídate…

Me dirigí a las escaleras eléctricas con mochila en mano para después recostarla en los hombros y seguir adelante hacia mi casa que mínimo mi madre llegaba rápido para ayudarla.

Llevaba el regalito perfecto que he comprado en mis manos. Si lo llevaba en la maleta, los patines y el resto del equipo lo dañarían. Y quiero que quede perfecto para cuando llegue. Solo espero que el este bien y que este consciente de lo que haga o vaya a hacer, confiaría en él. Por ahora mi madre me necesitaba.

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Tercer día pesado de prácticas. Era fatigoso y destructor el momento en que todos tus huesos se despedazan y se desmoronan por el cansancio. Un día nuevo, hacia algo de frio, pero el clima estaba cargante e incomodaba un poco ese frio que congelaba mis pómulos con algo de fuerza. Me punzaba un poco mi pierna porque me había aislado ya los vendajes y estaba mejor de mis heridas. Bastaba era darme una ducha y un buen descanso, porque…

Todo el tiempo, toda la noche me quedé sin pelar el ojo, sin dormir ni un carajo por estar mirando el regalito puesto en mi mesita de noche. De sentir la esencia aun de su pelo, de su cuerpo en mis almohadas. De apreciar ese olorcito corpóreo entre el colchón y las sábanas. De todo. Todo ahí me huele a David, ese olor a colonia de hombre y sudor tierno con un toque de colonia de bebe. Así escarba. Me encanta como sea y me muero si se fue para siempre. Mi regalo no tendría fin alguno.

Si tan solo-

-¡SMACK!

El disco de pista interceptó en mi cabeza. Menos mal llevaba el casco o si no me hubiera quebrado el cráneo. Caí abatido al suelo blanco lastimándome un poco el mentón.

- ¿coño Diego estas bien? – Renzo me levantaba para acomodarme bien. El ‘gear’ resultaba pesado a veces.

-si pues… casi me quiebro la mandíbula ¿Quién me lo tiro?

-Federal hizo un pase largo y estabas desconcentrado, de nuevo.

Le avistaba la mirada por detrás de las rendijas del casco se me acercaban los demás llevándome a la banca como puro costal de papas.

-verga no joda Riasco’s lo que estas es ‘dañao’ – Cayetano acometiendo con su acento de la costa.

-no me molestes Cayetano, estoy bien, lo he sido siempre

-¿de seguro ese golpe no te dio duro en la cabeza? – decía Skiller

  • estoy algo atolondrado y ya…ahora sigo, solo necesito recobrar el aliento

-dale Diego te dejamos

Renzo terminaba con un soporte de amigos hacia el lado de la banca cerca de las graderías. Cerca de la entrada de los casilleros. Me derribaba en el asiento para estar algo quieto y tranquilo recobrando las fuerzas y dejar ese dolor de cabeza gracias al aturdimiento de mi cabeza, se estremecía la vista como terremoto al acecho. Comenzaba a hablar solo de nuevo.

- David…porque no te puedo sacar de mis sentimientos…

Ósea, que fue lo que me hizo este tipo…ese agradable y gustoso chico con su verga sabrosa y deleitable, junto con esas nalguitas color carne y sus lindos dibujos artísticos plasmados en su cuerpo. No se…fue un hechizo de amor. No puedo dejar de pensar que es lo que tuvo que hacer David para irse. Como dicen por ahí, si dejo de pensar en el por un rato, estaré tranquilo. Y ya después cuando no siga al pendiente de lo que haga. Sabré de su paradero.

Volví a colocarme el casco. Sin prensas ni ligazones, ni golpes al corazón, ni incertidumbres macabras. Era el momento. Con el palo me ayude para levantarme de mi asiento. Iba a donde estaba el entrenador y los muchachos pero-

Sonaba mi celular cerca del bolso. En su espacio pequeño para guardar el reproductor de música o el dispositivo con el que hablo, siempre lo meto ahí. Despacio como pendejo pasaba la banca y indagaba con todo el equipo puesto mi celular, parecía con esos trajes de luchador de sumo contemplando con los guantes le mensaje, me consideraba hulk con estos dedotes.

Era un mensaje…de David

-El amor es lo que rige todo lo que pasa entre dos personas…y se dan los lugares donde se da el apego. Si quieres buscarme…encuentra el lugar del amor verdadero.

Mierda. Sonaba más a acertijo de periódico que a un mensaje especifico de localización. Me puse a especular. El mensaje claro, era de mi chico pero. Que me trataba de decir. Daba la impresión de que quería llegar a algo. Buscarlo, no estaría en su casa, ni en un bar donde toca música, ni con los chicos, ni en el restaurante donde está Karen. lo leía varias veces. Aun no podía saber, vamos Diego, eres inteligente, un puto acertijo no va a dejarme con dudas en mi cabeza, tenía que encontrar la llave para llegar a David y buscar el candado que era este problema en el que me metía. Era solo de pensar…piensa Diego, piensa.

-¿Diego anda que te sucede? – Renzo de nuevo con las interrupciones. – pensé que ibas a seguir, ¿ya no tienes dolor?

-no es que, me llego un mensaje al cel.

-ahhh oye ¿ahora me acompañas al paradero de buses? Es que necesito ir por un lugar que no conozco y-

¡Un momento! Paradero de buses…volví a leer de nuevo el mensaje ¡sí! Carajo todo cuadraba ya. A David le di un beso en el paradero de buses. Era de noche cerca de un puente peatonal color verde y cerca de una fuente de una escultura antigua, al frente estaba la biblioteca pública y dos ancianitas nos desearon suerte cuando éramos novios. Era todo o nada, ya sabía dónde estaba David.

-¿Pero qué paso? Te hice una pregunta Diego

-Ven, ven rápido - el tonto se acercó tan rápido como pudo a donde yo estaba, levante el protector de su caso y le di un beso. corto pero sustancioso

-pero…ósea ¿wa? ¿¡Porque me besas!?

-Que haría sin ti, dile al entrenador que me tengo que ir – me quitaba el protector resaltando mi cuerpo frente a él. Buscaba el polo gris con la que me había venido para estar a gusto. Desprendiéndome de los patines para colocarme mis tenis

-Pero… ¿qué paso?

-digamos que veré a mi chico adorado ahora mismo

  • … ¿no dijiste que estaba desparecido?

-eso se sabrá dentro de poco. Bueno, cuento contigo, ya falta poco para el partido pero tengo que verlo a él urgente.

-está bien, dale… yo te cubro.

-suerte Renzo te quiero demasiado

-y yo a ti

Su dedo pulgar daba que todo estaba justo. Cogí mis cosas y saque el regalito que lo había metido en una bolsa cerca para que no se lastimara, usaba el bolso de mano. Estaba siendo muy precavido. Lo llevaba como pajarito para llevarlo al nido. Pase rápido por la calle como ayer para llegar al centro comercial, porque cuando salimos la vez que tuvimos la cita él y yo, nos fuimos por otro camino, largo. Quería dejar mí maleta para no dejar tanto tropiezo en la calle, pero eran más las ganas de ver a David, que hasta podía llevar el mundo en mis manos como Atlas. Pase por el centro comercial y ahí me detuve por ese camino.

Te había cogido de la mano por aquí. Usabas una camiseta negra de los ramones con unos tenis rojos con negro y Jeans ceñidos. Parecías un Rockstar todo arreglado y lindo, yo con un traje que no era mío pero…era feliz. Porque te tenía a mi lado como quería. Con regodeo y satisfacción, pude demostrar que te quería con todas mis fuerzas, agarrándote la mano con fuerza delante de los que pasaban por ahí. Eras único. No, corrijo…eres mi todo.

Había llegado. El lugar inhóspito, no había nadie, la gente pasaba, vendían mangos con sal, el puente transitaba normalmente, me senté en el asiento de la parada pero sin saber de ti. Varia gente se aproximaba para coger el transporte poco a poco y pues, alguien cansado puede necesitar mi puesto, yo por ahora no necesito coger bus, ni irme a pie hasta mí casa. Caminar ayuda al cuerpo, así que me fui de mi asiento. Me hice cerca del asiento grande de piedra que está cerca de la fuente junto con ms cosas a un lado. Respiraba tranquilo. Fue tanta la emoción que no me baje las medias de la sudadera cuando me cambié, estaban ahí como las de una porrista jajaja con los muslos resaltándolos.

Me puse a ver a mi alrededor, nada…no podía ver a mi chico por ningún lado. Será que… ¿falle en mi percepción? ¿Me aconteció mal todo esto? Fallé…debe de ser. Me iban a salir las lágrimas. Estaba desconsolado. Pasaron varios minutos y nada. Lo mejor era irme. Cogí mis cosas y-

-¿porque te piensas ir?

Gire rápido, esa voz, mire y si…era David, que sobresalto me había dado. Estaba ahí sentado como por arte de magia, como una varita mágica lo apareció de repente. comía una paleta de varios colores con una maleta de campista en su espalda, una camisa roja de rayas con una camiseta blanca por debajo, pantalones de campista color beige y unas botas marrón de montaña, la barba la tenía más crecida y con unas ojeras tremendas en sus ojos verdes.

-D-David…carajo me pegaste un susto…

-disculpa, pero te estaba buscando por el paradero, hasta que te vi, me hice el ratoncito sigiloso y me hice acá sin que te dieras cuenta. Mírate, estas mejor que antes…

-yo…espera

Me acerque para abrazarlo, sin importar lo sudado que estaba, olía su cuello. Se sentía que era un olor a sudor potente y amargo, pero era tan masculino que me encantaba, se apreciaba tan bien abrazar de nuevo a mi rockero. Era tocar algodón de azúcar de todos los colores, me pongo tan cursi cuando lo tengo cerca, pero es una cursilería que me mataba.

-¿cómo estas Diego? – no paraba de envolverme con sus brazos

-extrañándote.

-yo…

-tu qué – sobaba su cabello, estaba algo largo.

-también te extrañe…

-oye si quieres nos sentamos y hablamos – dije

-pues… si dale, me duele la espalda

-ni que lo digas, la mía me arde, creo que quedaré como el jorobado

-¿de notre dame?

-iba a decir que el de la esquina que vende minutos, pero si ese también vale

-jajajajaja

Se veía tan lindo, tan inocente y su barbita toda desproporcionada. Quería saber a dónde se había metido. Remangaba las mangas de su camisa roja, esa camisa la uso la segunda vez que fue a mi casa a hacer ese proyecto de ciencias. Aun le quedaba hermosa. Carajo me pierdo en un universo distinto cuando lo tengo. No se…me siento pleno. Satisfecho, lleno de un no sé qué, que me encanta.

-ahora si…

-que dime

-¿me dirás dónde estabas? - El viento nos interrumpía soplando fuerte escuchando el ruido de la fuente.

-yo pues… ¿no estás enojado conmigo por haberte abandonado?

-al principio…si, porque creía que estabas con-

-jajajajajaja como crees no, me fui…

-¿a dónde?

-fuera de la ciudad…Salí hacia un resort campestre donde trabaja un amigo mío, lo conocí en Bogotá y es a las afueras de la ciudad, en todo el bosque. Era el único lugar que se me ocurría para estar solo.

-¿cerca del parque ecológico donde uno coge el metro?

-si cerca de por ahí. El lugar es tan tranquilo que puedes escuchar un alfiler caer.

-ya… ¿y porque? fueron 3 días con el día de hoy que estuviste desaparecido…no quiero sonar egoísta pero-

  • necesitaba saber lo que quería…quería estar solo para pensar todo lo ocurrido, del porque me guardaba esto tan dentro mío. Me daba un dolor inmenso no poder decir lo que sentía, que hasta…creía que iba a ser normal. Pero no. Era todo o nada. Eran más las ganas de llegar y abrazarte. Y de llamarte. Pero solo tuve que estar solo para saber todo lo que me agobiaba. Y…lo que me hacía enamorar. De haber puesto a sufrir así a Richie…y lo peor. De haberte puesto a sufrir a ti.

-nunca me harás sufrir David.

-no, no digas eso que yo sé que si…

-no. Salvaste mi vida, eso recompensa todo lo ocurrido en el pasado.

-no Diego, soy un monstro

-Escúchame – agarraba su mano, se sentía sucia y algo húmeda por el sudor – ¿quién fue el que me animo la vez que recordé a mi padre? ¿Quién me dijo que no vale la pena pelear cuando de verdad no importa? Quien… ha madurado sin importar las consecuencias de lo que nos toca. Quien ha salido adelante con una banda, ¿un buen solo de guitarra y un amor sincero en sus hombros? No quiero decir más la palabra ‘quien’ pero sé que tu llegarás lejos y hasta más.

-pues yo pero…¿porque vienes a decirme todo esto?

-porque te amo

-Amo tu ser...amo todo de ti, y tú para mí, no eres un monstro. Eres el chico más bello que pueda existir en este planeta. Puedo sufrir todos los golpes, cortadas y quemaduras posibles por ti. Seguiré amándote siempre.

Su mano…temblaba, su alegría se desbordaba por su sonrisa nerviosa pero a la vez contemporánea con lo que sucedía. Era mágico. Volvíamos a crear ese universo en el que estábamos siempre, nuestro pequeño edén donde podemos forjar lo que pretendamos. Donde estaremos juntos. Y ese amor verdadero es la llave de nuestros corazones para querernos. Volvía a abrazarlo, esta vez acomodando la paleta para que no se le regara. Empezaba a gotearle un poco, su corazón latía a mil por hora. Eso me hizo poner más feliz de lo normal. Como me gustaba esto.

-ojo que se te riega la paleta.

-sí, discúlpame.

Aferre los dedos de mis manos como candado soportando los codos en mis piernas mientras David degustaba de su botana helada. Por un rato no dijimos nada, el ambiente era de emoción y de cosas positivas. No de traer un cuchillo para cortar y matar tensiones.

-tomé bien mi decisión…

-ah?

-que yo…tome bien mis decisiones.

-¿Si?

-si…tu serás siempre lo mejor que me ha pasado en la vida Diego… así estemos separados. – Buscaba algo en su maleta, pude notar que sacaba una bolsita de cuero de color roja con una tira de cabuya enredada –…quiero mostrarte algo – quería disfrutarlo más de cerca, estar lindante a él y abarcarlo con ganas. Acurruque mi mano por su hombro abriendo su bolsita de terciopelo.

-¿qué tienes ahí? Dime…

-Quiero decirte algo…

-Dímelo – miraba esos lindos y tiernos ojos, pero se corría de mi apartando ese golpe certero que había dado de conquistar a mi chico…

-Diego…mira

De su bolsita saco algo que…detallaba a la perfección. No lo podía creer. Mi mente se había fundido de alegría y emoción al ver esos pedacitos de afecto que yo había construido. Mis impresiones no eran muy claras, pero la emoción desbordaba en tantos segmentos que era un placer inolvidable verlo y amarlo. Y de aun conservar lo que para nosotros era…nuestro lazo de compromiso.

-las…son las manillas…

-sí.

-pero…creía que las habías tirado. Siguen igual, mira, ahora tienen tronquitos de madera tallada entre los tejidos…

-las mande a arreglar cuando estaba por allá…dime ¿porque las botaría?

-yo pues…

-es uno de los regalos más grandes y bellos que me han dado. Adoro tener a mi lado estos pedacitos de tela y…aunque no fuéramos nada después de partir…son recuerdos que no se olvidan.

Sostuvo mi mano delicadamente. Mi mano derecha temblaba porque al sobarme la muñeca colocaba esa manilita bien arreglada y organizada en todos los huesitos de mi articulación. Pero no la amarraba por sus tirantes. Dejaba de palparme los dedos mirándome a los ojos.

-Diego…Riascos…Sarmiento…

-¿Si…?

-Quieres…

-ser mi novio… ¿de nuevo?

Me surgió la sonrisa más estúpida que pueda haber en este mundo. Parecía un bobo lo sé, la cara se me puso roja. Por Dios, tenía a mi David pidiendo ser su pareja. No se arrodillaba, pero me daba una carita de emoción de gatito tierno y amoroso que sus bembos daba eran ganas de arrancárselos tiernamente. Saborear y sentir esa barba, besarlo hasta dejarlo sin aliento y sin reproche. Salvaje y discreto o tierno y apacible. Mis ojos se cristalizaban, había que resistir a tanta emoción junta porque a su vez-

-Si…

-¿sí?

-Si quiero hermoso…- me amarraba mi manilla ‘nueva’ porque esto era un nuevo amor. El viejo era fastuoso, sin embargo… me gustará vivir este presente.

-Diego yo…

-espera espera…yo también te traje un regalo.

-¿sí? No te hubier-

-si…-saque la bolsita que estaba encima de mi maleta para sacar el regalo envuelto en ese papel maravilloso. Parecíamos en san Valentín una parejita de niños enamorados. Él se amarraba su manilla con mi nombre, yo ya tenía la mía con su nombre, puesta en mi muñeca derecha.

-Ábrelo…

Se lo pasaba mientras el desprendía el moño del papel y abrió el cofrecito donde estaba su preciado regalo. Su sonrisa fue más grande que la de Julia Roberts y Steven Tyler juntos.

-¡no puede ser!

-aja si

-nooooooo

-si David.

-¿¡cómo supiste que me gustaba Taupy Toplan el feral caza recompensas!? ¡Mira qué lindo! Es un llavero

-no te diré, solo que

-fue Marg…

-si…es muy obvio

-no me importa, me encanta. Gracias Diego…lo pondré junto con mis llaves

-me hace sentir bien que te haya gustado. Sabes es genial verte porque yo-

Nada…no dije ni una sola palabra…me calló con un pacífico beso en los labios respaldando sus lindos dedos entre mi sudado cabello. Quedé sobrecogido un poco, pero a la final me deje llevar y cerrar mis ojos esporádicamente. Comencé a gesticular por obra del destino esos labiecitos escondidos en semejantes cabildos de pelitos. Era la intemperie suburbana lo que nos atacaba, lo presentía, lo sabía. Pero…era lo último en lo que iba a especular en severos instantes. La verdad. Solo es un beso…una prueba de amor.

-extrañaba esto…

-yo la verdad. También…y mucho . Créeme que estar como un ermitaño no es de mi agrado

-jajajajaja la boca te huele a yerbabuena

-¡cállate! Jajaja

Esta vez yo lo besaba. Que hay niños…sí. Niños, si creen en el amor verdadero, síganlo y no lo dejen escapar, así seas gay o lesbiana. Búscalo y si te sientes feliz. Es lo mejor para ti, sin importar los demás. No sonar a ser egoístas. Es solo yo y solo esa persona que tanto quieres. Y poder transmitir su amor en su vida y su amor en la tuya.

Lástima que el momento lo cagaran unas risas inoportunas.

-mira ese par de maricas, como son de cacorros y se picotean como para decapitarlos y quemarlos

- ¡hey! hay moteles para eso, descuento de mierda de vaca a mitad de precio jajajaja

Malditos hijos de su puta madre, no falta que yo…pero

- ¿qué haces? – tocaba su frente con la mía, se retorcía tanto esos musculitos frentales que me daba algo de carcajeo

-nada, solo digo la verdad.

Todo su brazo mostraba especialmente un dedo en particular hacia ellos. El de la mitad, como si fuera el regalo más dorado del siglo. El ‘vete a la mierda’ o ‘metete un dedo por el culo’ más hermoso que he presenciado en miles de años de existencia. Termino de palpar mi frente con la suya separándose, dirigiéndose a los ‘peladitos’ de 15 años

-¡manada de amargados resentidos maricones metidos aun en el closet! ¡Vivo mi vida! jajajaja no como ustedes par de guevones! ¡Vayan a chillar con sus mamis!

Vaya…eso fue…de improvisto. No pensé que David fuera gritarle en medio de la calle a unos pubertos. Pero…nosotros también lo fuimos. No es cuestión de manifestarlo, sino que es cierto. Somos mejores que ellos, los que nos denigran, los que no nos pueden ver felices por ciertas reglas y ciertas estupideces, amor es amor y es sabroso compartirlo con el Ángel que Dios te dio. Y ese Ángel es mi chico. Mi hermoso, mi rockero empedernido.

Ambos se iban cabizbajos mientras llamábamos la atención un poco. Lo último que le faltaba a este ’David’ era reírse como un loco

-¿viste su caras? Se acobardaron muy rápido jajajaja

-David no te importo pero…fue algo que-

-mejor vámonos. Caminemos por ese sendero de por allá.

-pero…

-yaaa deja de mirarme así y vamos

Objeciones, en lo absoluto, lo más sorprendido que pueda existir. Antes…este chico se acomplejaba porque alguien que lo viera besarse con alguien de su mismo, sexo, era una herejía enmarañada multiplicada al 1000, ahora. Era el que se defendía a capa y espada a cuestas de no importarle tanto lo que pensara la gente. El cambio ha sido prospero. Y ya sabe a qué abstenerse, a que es lo que se enfrenta. Una sociedad involucrada en modismos y arquetipos cerrados. Y que locura. Ando por este sendero marrón lleno de árboles rodeados e iluminados por la tersa y resplandeciente luz del sol que…sigo aun impresionado, perdonen jajaja

-oye. Tú…hablaste con alguien antes de vernos… ¿esa noche? ¿Por lo que pasó?

-esa noche…esa noche…me recuerdo de eso y me duele el hombro jajaja aunque no tengo vendajes ya

-igual

-pero si…hable con un chico. Me trato algo mal, pero tenía razón en algo.

-espera, espera. Pelo lacio, bien formado, de piel neutra algo morena

-¿ojos oscuros, labios bonitos y unos topitos en sus orejas?

-sí, el…

-el mismo. Me dijo que te buscara y que no me reprimiera mis sentimientos…fue algo, de confusión porque al rato supe que era el chico con el que te besabas en ‘Rising’

-es mi mejor amigo en el equipo…dejemos el tema para después. Por ahora…quiero disfrutarte como yo quiero, así parezcas casi indiana jones con esa ropa

-jajajajaja pendejo

Dejamos de hablar por un momento. Solo permitíamos rodearnos de la gente que transitaba por esos alrededores y el panorama del lugar. Todo como la canción de un muñeco de tuerca. Sonaban esas melodías en mi cabeza mientras deambulábamos hacia llegar al final del sendero.

-oye si quiero saber algo…-rompía nuestro silencio confortante.

-dime…

-¿cuándo te hiciste esos tatuajes? Encontraste en mí un punto débil jajaja

-pues, fue en Bogotá, ambos los diseñe aunque son comunes. me dije a mi mismo, si quieres algo en tu cuerpo que sea hecho por tu propia mano…o por un pc con el mouse, em…me entiendes ¿no?

-te entiendo guapo, no tienes que alarmarte jeje

-¿y eso? ¿Te gustan los tatuajes?

-es…como un fetiche. Me gusta que con el que estoy al lado, en cuestión erótico-sexual tenga varios y que se vean sexys, pero que yo los tenga, no. Y pues tú…me mataste con el que tienes en el costado.

-jajajajaja mira tú, me haré muchos entonces

-nooooo no te vayas a hacer en zonas donde después te arrepientas

-relájate que no. Te preguntare a ti primero.

-dale jejeje

Cuanto…extrañaba esto, ósea, no es solo las ganas de poder consentir a esa persona. Sino pasarla bien, tener empatía, hacer click, estar conectados. Eso es lo que la gente quiere. Disfrutar como un par de amigos y a la vez…darnos el mejor cariño del mundo, el momento en el cual, uno se siente pleno y puedas decirle a todo el mundo…este, es el amor de mi vida. La tarde iba cayendo desplazándose ese satélite natural, inmenso y caluroso por el horizonte. El final del camino nos llevaba a otro puente, esta vez algo más grande y amplio y con altura. Paramos por un instante.

Quedamos notando el resto de la ciudad ambos observando hacia lo lejos, las serranías, las nubes, los carros pasar, sin decir nada. Podemos decirle al mundo que, nunca nos cansaremos, sin excusas, sin trabajos. Ni esfuerzos. Solo, apropiarnos de lo que queremos. Vernos nuestros rostros, sobarnos las manos y darnos el afecto que hace rato estábamos esperando. El calor corporal de su palma abrazando mi mano derecha. Generaba en mi estar tocando el cielo por lo alto.

-Diego…

-David…

-te amo guapo…

-y yo a ti hermoso…

Juntos de nuevo…sin que nada ni nadie nos separe.

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Hola a todos. un fuerte abrazo a todos ustedes de parte mia, del escritor loco que escribe esto. espero que me den sus opiniones del relato por aca abajito en los comentarios, o en mi correo. o me agregan al face, entran a mi perfil y le dan click al enlace.

si tiene alguna duda, saben que siempre respondo y si no, lamento dejarlos con la palabra en la boca, un abrazo :D