David y Diego: Infidelidad Embriagante
El peor error que ha cometido David en su vida, por culpa del alcohol...
La siguiente parte de la historia...valoren y comenten...solo espero que no me odien... aca les dejo la siguiente parte.
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-¿Como?
-Perdóname David, se me presento una emergencia
-…yo, yo no… – Mi curiosidad se perdió de mi y se fue a otra parte. Fue como un golpe a mi cabeza con un yunque pesado retumbando mi cerebro como masa cósmica apunto de estallar. Estuve estático en ese lapso de tiempo escuchando su voz a lo lejos entrando en mi oído derecho.
-David, David, se me van a acabar los minutos ¿estas ahí?
-em, si, si, perdón… ¿Qué es lo que quieres? – insinuaba con un tono molesto al celular
-No te enojes conmigo por favor, lo que pasa es que-----
-¿Diego? ¿Diego me escuchas?...
Tres soniditos me revelaban que se había acabado su tiempo, que sus minutos caducaron. Grite un ¡Mierda! al aire pateando un vaso de plástico estando cerca a mis pies. Me carcomía la ira. Desahogaría mis penas tirando este puto aparato a alguien en la cabeza para poder estar mas despejado…pero, me lo guarde en mi bolsillo. Mi fuerza interior de ponerme a lamentarme e ir a recargar mi celular en una esquina de minutos, no seria el camino correcto para desahuciarme en mis ridículos escarmientos. Yo estoy cumpliendo años…si lo tengo que celebrar a lo grande para que se me pase esto, bailare reggaetón cosa que no hago lo haría, hasta con la más fea e intensa del bar. No me iría a deprimir por semejante inconveniente.
Entre como alguien nuevo. No el David calmado, ingenuo, esporádico y enamoradizo. Era otro, uno que quería emocionarse por el fiestón que le regalaban sus amigos. Chiflaba gritando: ‘¿Donde esta la fiesta que yo no la veo? ¡FIESTA! ¡FIESTA! uuuu si ‘A la par de gritos y voces siguiendo mis acciones. Dirigí mi nuevo yo a la tarima donde se encontraba Karen, a la par se escuchaba un tema que era perfecto para la pregunta dispuesta a proporcionarle.
-♫ ¿Por qué tan solitaria? Tu, Tu, si él te hace sentir sola♫ no en serio linda ¿porque estás tan sola?
-¡Tan bobo David! te salió la canción en el momento justo, en el momento exacto. Carlos esta en el baño ¿hablaste con Diego?
-Si… no va a venir… ¡pero me vale! jajajaja ¿Tienes por ahí una cerveza? tengo meras ganas de una – desprendiendo mi chaqueta en una de las sillas acomodándola por el espaldar del asiento
-Mira D, una cervecita bien fría para que te la tomes de una – me entregaba Juancar, dispuesto a tomármela toda. Con la sed que tenia, me dispuse a degustarla hasta llegar hasta la mitad.
-Pero David ¡pensé que no tomabas! - angustiada Karen jalando la botella de cerveza de mi mano
-Hay que celebrar Karen, es mi día especial ¿no crees? – agregaba feliz y dichoso abrazando a mi amiga, entre toda esa poca gente bailando al lado – no sabes cuanto te adoro…te quiero demasiado
-Yo también te quiero David, pero tú-
A la par de ese mimo amistoso, apareció su confidente novio al cual no detestaba mas. Es más, lo veía como un amigo de mi buen repertorio de compinches
-¡Carlitos! Gusto de verte de nuevo – saludándolo con el común saludo de manos junto con unas palmaditas en su grande espalda. Tomando de la cerveza
-Gusto el mio cucho, de ¿de que hablabas con mi princesa?
-Nada mi hermanito, que la quiero mucho, que me ha apoyado bastante, solo le agradecía bro – miraba a Karen con cara de perdida, de desubicada, no sabia que decirme con su boca abierta.
-Me alegro mucho ehmm pues…
-que ¿que paso con ese súper militar que era imponente? ¡Ven saca a esta preciosura que se merece bailar! ¡Vamos dale pues! – me pare de mi asiento estando en la pista de baile. Unos toquecitos delicados a mi espalda hicieron que volteara de repente.
-oye David… ¿quieres bailar? – preguntaba Julieta, una chica de salón que se veía radiante dispuesta a bailar conmigo. Con su pelo café amarrado con un lazo detallando sus ojos grisáceos y su boquita pequeña, con un vestido beige de encaje…se escuchaba I’m still in love with you boy de Sean Paul. Yo dije sin pensar:
-¿Por qué no? ¡Claro ven! – sostuve su mano estando detrás de ella, me dirigí a la pista meneándome como todos, esta canción era sexy y yo solo destinaba a divertirme y pasarla bien. Miraba a pocos metros de distancia a Karen y a Carlos mirando mis hazañas, pero no los escuchaba conversar…
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-¿Pero que le paso a zarquito que se entusiasmo de una?
-No se Carlos… fue a llamar a alguien y salió como una persona completamente diferente
-¿Porque pones esa mirada?
-No se…me preocupa, tu sabes que David no es así ¡míralo! el no hace eso, además como nos observa me pone de los nervios…
-Nah mi amor, deja que se divierta, es su cumpleaños…además el traguito esta muy bueno y no voy a desperdiciarlo
-solo espero… que no se emborrache y haga el ridículo
-Pero como nos mira, se ve que la pasa bueno…
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Divisaba a Carlos todo el tiempo. Esas camisetas apretadas que usa, me revoloteaban todos mis pensamientos morbosos, mucho más con esa camiseta negra de Affliction que llevaba resaltando sus brazos a término medio, ni muy grande ni muy minúsculo. Tome otro trago que me pasaban por ahí, bailaba con Julieta acercándonos mas y mas, cuerpo con cuerpo aprovechando cada momento mirando a el novio de mi amiga.
Karen se puso a hablar con alguien mas, no distinguía quien era, envolvía con mi miraba a González tomando mas de su trago sin parar de acecharlo. Sostuve las manos de Juli levantándolas siguiendo el ritmo del pom pom de la canción moviendo mi pelvis de mi lado contrario a su cadera acoplando nuestros cuerpos al compas del tema.
Disfrutábamos de otra canción, una bachata. Juli se despidió de mí con un beso en la mejilla diciéndome feliz cumpleaños y que gracias por bailar con ella…era como un venado prevenido de cuanta Leona se me pegara al cuello. Otra se me acerco al lado preguntando lo mismo. Melissa, de cabello negro corto, ojitos cafés con un vestidito moradito. Yo no era por ligar, solo era por pasar el rato.
-David ¿quieres bailar? ¿Un traguito? –mostrándome un vaso con licor
-Claro…por supuesto que si – tomando mi trago como si fuera el último que vendieran
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-Margie, Margie Margie! ¡Ven, ven!
-¿Pero que te pasa Karen? ¿Estas bien?... Ahora hablamos César, espérame un momento…
-Amiga, estoy preocupada
-¿porque?
-Mira a David
-¿que? Esta bailando con Meli ¿que tiene?
-Margie estoy encrespada, desde que fue a hablar con Diego dio un giro de 360° grados
-querrás decir de 180°
-¡Bueno si! ¡Me entendiste! el punto es que esta tomando mucho y actúa como todo un hetero obsesionado, parece un perro. el…no es así, me preocupa Margie
-¿y Diego esta por a aquí? ¿Vino a la fiesta?
-No, no pudo venir, según David. Pero creía que estaría triste o deprimido, ¡pero míralo! ya esta bailando con otra
-No te preocupes Karen, la esta pasando bueno, tu tranquila… ¡ay César! ¡Ya voy! Karen, me cuentas si pasa algo ¿ok? Iré a donde esta César
-¡no Margie!... ay no ¿y ahora que voy a hacer?
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Electrónica, House, Reggaetón, bachata, todo lo bailaba. Sudaban mis axilas, me divertía con tanta chica que se posaba entre mi cuerpo ofreciéndole un buen baile. Mis amigos celebraban conmigo, hace rato no me distraía tanto al salir y pasarla bien con tanta gente. Me tome un trago mas para sentarme y descansar un rato, creo que estuve una hora por ahí en la pista no se. Mi cabeza se sentía explayada. Empecé a alegrarme, toda esa gente bailando. Lleno de luces estorboticas de todos los colores... me aleje un rato acomodándome en un sillón grande estirando mis brazos en las partes de atrás, desquitando mi pie sacudiéndolo al sonido vibrante de la música.
-¿David quieres un trago? – se me acercaba Marco vestido completamente de negro, llevando en su mano mas alcohol.
-Claro, pendejo jejeje dame pa acá – era como el séptimo que me tomaba, pero ya no me apetecía tomar tanto. Solo relajarme un rato. estaba pasando delicioso.
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-¡Juancar! Oye ¡Juan Carlos! ¡Préstame atención un momento!
-Que Karen ¿queres bailar muñequita?
-¡No! ¿Has visto a David?
-¿Mi amigo? Estaba bailando con todas esas viejas buenas, por ahí estará no se…
-Ya lo busque, no lo encuentro…
-Debe de estar cansado… se la paso bailando por horas, vos sabes que cuando uno la pasa bueno se le va el tiempo de una. Mira Karencita que debe de estar por ahí descansando… ¡ah ya se! ¡Llámalo al celular! Así lo encuentras en un abrir y cerrar de ojos
-Si eso voy a hacer…
-¿Bailamos preciosa?
-Estas más caído de la perra Juancar, no bailare con un borracho. Además, que pensara Carlos…
-a ese bobo no le importara jejeje
-sabes, no va a haber necesidad de llamar a David
-¿Por qué? Contame
-Porque ya lo vi, y no se me va a perder otra vez…
-No Karen ¡no te vayas home! ¡Espérate veni bailemos!
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Con dificultad miraba la hora…mis ojos a ratos se me volvían borrosos, sin saber porque se me tambaleaba la mano. La precisión de mi cuerpo desequilibraba por su inestabilidad…mi organismo solo quería mas bebida y mas esparcimiento. Pero…mi mente me lo trajo a él, a la razón de porque estoy así… diferente, un completo extraño a lo que soy ahora. Mi paranoia se me hacia evidente, ¿solo bebí casi un galón de alcohol solo porque mi novio no vino a mi fiesta de cumpleaños? Que ignorante era…cerré mis ojos apoyando mi cabeza al sillón. Pellizcaba con mi mano el entrecejo desde mis parpados hasta la parte de arriba de mi nariz…intentaba equilibrarme, pero el alcohol en mi sangre me lo impedía. El rebote del sillón me sacudió el sistema tratando de mirar quien se me acercaba.
-¡DAVID! –gritaban a mi lado
-que, que, que sucedió ¿paso algo? El que quiera que sea…
-no idiota ¡soy yo Karen!
-Ah, hola Karen…mira mi reloj y dime que horas son – señalaba con mi mano empuñada
-David, son las 12:48 AM ¡te la pasaste bebiendo alcohol!
-No, no, solo fueron algunos traguitos nada mas – me dispuse a mirarla, solo podía distinguir su gesto de furia por haber hecho lo que hice y tenia todo el derecho a estar enojada.
-David, perdóname por empezar a ser malhablada pero ¿PORQUE MIERDAS EMPEZASTE A TOMAR? – disgustada me gritaba sacudiendo mis hombros
-Karen…no es nada… – se me empezaron a derramar de mis ojos unas cuantas lagrimas, estaba desquiciado. Su grito no se estremeció por el reggaetón romántico que se escucha en ese instante. Ese ritmito me generaba dolor de cabeza.
-… ¿Es Diego cierto?
-Karen…porque… ¿Por qué no vino? ¡No hice nada malo! Yo solo no quería sufrir porque-
-ya, yo te entiendo hermoso pero…divertirse es bueno pero no te debes ahogar en bebida solo porque tu novio no apareció a tu fiesta de cumpleaños.
-Yo solo quería disfrutar…y estar con el…nada mas- decía con mis ojos cerrados
Solo le di un abrazo…si, no digería el hecho de que Diego no lo podía tenerlo a mi lado, lo extrañaba a borbotones. Comencé a llorar en su hombro. No sabia lo que hacia, era todo un egoísta, todo quería que me naciera como a mi se me diera la gana y no pensaba en las circunstancias de las otras personas. Pensaba en mi…fui yo por unos momentos, pero el dolor de cabeza no me dejaba razonar de manera reflexiva y leal…en ese instante me quede dormido sin estar completamente somnoliento en los brazos de la chica cocodrilo.
-Carlos ven ayúdame, agarra a David del otro lado – Karen me trasladaba intentando ponerme en uno de los sillones con una mesa para poder descansar de la jaqueca
-¿pero que le paso al zarquito? ¿Se desmayo?
-Tiene dolor de cabeza, solo necesita acostarse. Dejémoslo por aquí ¿su celular esta en el otro bolsillo?
-Si espera – una mano revolcaba mi bolsillo sacando mi celular – ¿es este de aquí?
-si ven, dámelo
Me dejaron al lado apoyando mi cara entre mis brazos para que se pasara el dolor de cabeza. Karen trataba de llamar a alguien por mi celular, no sabia quien. Mis parpados se caían. Todo mi cuerpo resultaba pesado y molesto. Descansaba en la mesa desistiendo para poder dormir mi delirante cuerpo…de ahí no supe que sucedió más, caí profundo.
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-Si señora Claudia, si, David esta muy prendido. Yo me encargare de él, se va a quedar conmigo no se preocupe, yo lo cuidare. Esta bien hasta luego, muchas gracias…
…
-¿Y bien?
-¿Qué?
-¿Que te dijo la mamá de zarquito?
-Que lo cuidara muy bien, pero esta que bota fuego por la boca y tiene todo el derecho. Es que míralo como esta, mira… se durmió
-esta paila el pobre cucho, me da pesar por el, Coco
-Ñenguis tengo un problema…
-¿y cual es el gazapo?
-es que si mis papás ven que llevo así a David devastado, pensaran mal de mi y no me dejaran juntar con nadie, si les dio dificultad aceptarte a vos ¿como será cuando lo lleve a mi casa? así que no se… además esta tarde y debería irme ya ¿pero que hago?
…
-…Coco…yo lo cuidare...
-No Carlos, no te pongas en esas...
-Mira, vos sabes que yo vivo solo, sin ningún cucho que me cague la vida, Zarquito duerme en mi cama mientras yo duermo en el sofa. Sé que la cuevita es pequeñita pero con tal de que no se vaya por allá a causar problemas así caguetas, todo bien.
-Es que no se Ñenguis…
-Yo lo cuido, tu tranquila, además el bar cierra temprano por un evento que van a hacer por aquí mañana según el parcero Surcán. Mejor yo lo llevo ya ¿has visto mi chaqueta?
-esta por ahí…ósea que me puedo ir con los demás en un taxi, yo sé que no le pasara nada si esta contigo, mira guárdale el celular, acá esta tu chaqueta y la de David…
-Si, no pasara nada, ven yo lo cargo a caballito ¡Surcán! Socio gracias por prestarnos el chuzo ¡se cuida bastante! ¡Todo bien!...
-¡Todo bien Gonza! Cuida bien al pelao, que se ve que la paso bueno
-Quédate un rato mas, que por ahí veo que te necesitan…el zarquito pesa bastante, yo lo llevo en un taxi
-Cuídate mucho mi amor y…cuida mucho de David (beso)
-Chao cariño
…
-ufff…gracias Dios mio
-Karen amiga ¿que le paso a David? ¿Se desmayo?
-No Margie, todo estará bien con Carlos…no pasara nada de lo normal, si él lo cuida…
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Retumbaba un terremoto a escala ultimátum en mi cabeza. Me desperté asustado. Alguien me cargaba y no sabia quien era. Solo pude ver que estábamos en la acera apunto de cruzar la calle. Estaba tan prendido que me tuvieron que poner la chaqueta por si se me helaban los brazos. Repentinamente me surgió esa sensación de cuando uno se come un helado rápido y sientes que se te congela el cerebro. Con mi mano me aprisione la cabeza soportando todo ese amargo dolor.
-AAAARGH!...Puta, que dolor de cabeza
-…veo que ya te despertaste zarquito
Caí en cuenta. Brazos fuertes, un corte de cabello estilo militar, el puto sobrenombre de zarquito que ya vi que me quedare así para toda la vida…Señoras y señores, González. No se pero estaba como con un afecto fuera de lo normal en mi cuerpo al saber que era el…me sentía extraño.
-A donde me llevas…yo quiero mas rumba, donde… ¿esta el bar? –sin poder pensar claramente quería festejar mas
-Estas jodido zarquito, veo que todavía estas con traguitos… Coco llamo a tu cucha y esta furibunda, así que le dijo que se iba a quedar contigo para que respirara tranquila.
-ósea que… ¿me llevaras a donde esta Karen?
-no, tu te vas conmigo, vamos a mi apartacho. Este esta libre, ¿te podes bajar a ver si yo puedo coger este taxi? –me decía mirándome por detrás
-Si, dale – me bajaba de su espalda, casi apunto de caerme – p-pero espérate…vamos para otro lado, yo todavía estoy es con ganas de festejar ¡es mi cumpleaños guevon!
-Puede que yo sea un pendejo pero…ya es el otro día, estamos es de madrugada. Tu cumpleaños ya paso – desorientado, pude ver que levantaba su mano para poder coger un taxi – después parrandeas, yo te tengo que cuidar para que no te sobrepases – asentía entrando al taxi con el. Pude ver que mis zapatos estaban sucios, pero no me importaba para nada. Arrepentido, era lo único que podía hacer, estaba tarde ya.
-¿A donde los llevo patrón? –preguntaba el taxista
-Jefe, por Villa Hermosa, cerquita de la parroquia de San Miguel si me haces el favor…
-Listo, como usted diga
Carlos, estaba en lo cierto…ya no era mi cumpleaños, pero ¡y que! Me valían mil y mil mierdas. Si no fuera por este achaque a mis sentidos, yo seguiría parrandeando hasta el otro día…aun así no
No creo que festejar más sea la solución para traer al chico que amo. Era un completo inmaduro, ni siquiera se las razones de porque no fue al bar. Deje de estar así amenizando mi vista tratando de ver que hacia Carlos. Por un segundo se me quedo mirando, luego volteo para que no me diera cuenta de que lo veía. ¿Por qué? ¿Por qué me miraba?
-¿que?
-no nada, zarqui- digo David ¿sabes que tengo una moto?
-¿Ah si?
-Si, una honda 125 de color amarilla…no la traje porque como iba a beber de garrafitas, tengo algunos traguitos en mi cabeza pues…fue buena idea dejarla parqueada en mi morada para que no le pasara nada. Y también porque-
El solo me hablaba y seguía con la conversación. Me sonreía a veces iluminándosele los ojos tratando de sonreír también, pero escuchaba solo mi subconsciente. Porque esta puta sensación de cosquillas desde mi espalda a mi cabeza me trataba de avisar algo, era distinto este sentimiento fuera de lo habitual a lo que yo considero. No, no puede ser que todo este trago me haga creer que Carlos me-
-Llegamos patrón – avisaba el taxista prendiendo la lucecita de arriba de su carro. Llegamos rápido
-ah socio disculpa ¿es la mínima cierto?
-Si, patrón
-quédate con el sobrante que yo sé que los taxistas les da mucho palo al trabajo – le entregaba un billete generándole una sonrisa al taxista
-mi Dios le pague socio, que Dios los bendiga
-A usted ¿seguro que podes andar zarquito? – me decía preocupado abriendo la puerta del taxi para que pudiera salir
-si, si puedo – ya con la cabeza mas despejada, Salí del carro inhalado del aire nocturno observando una parroquia por lo grande que era. Nuestro transporte amarillo se fue alejando siguiendo su rumbo.
Mi cuerpo desequilibro de nuevo dejándome tirado en el suelo con un raspón en la palma de mi mano. Mi frente parecía hecha de hierro. ¿Cuántos tragos me tome? ¿Dos botellas o mas? González se me avecino al lado mio sosteniendo mi brazo levantándome tratando de mantenerme de su hombro con mi mano.
-Zarquito no estas bien. Ven yo te llevo, tomaste mucho
-¿Como cuanto tome Carlos?...mi cabeza me da vueltas
-fueron como 8 o 9 no se ¿habías hartado antes?
-Si, una vez… en una fiesta de la amiga de Karen… de ahí nada más
-David… ¿Por qué te pusiste a tomar? ¿Fue una traga maluca? –preguntaba curioso
No pude responderle, mire para el otro lado dejándome en pura evidencia. No, no podía saber que era cierto, pero así como estoy hago malas jugadas sin dejarme razonar como yo quiero para que todo salga viento en popa. No me quede callado.
-Solo fue…por celebrar mi cumpleaños
Gesticulo su boca como que bueno, ok. Pero sé que no se creería todo el cuento. Pasábamos por una calle angosta llegando a un edificio de tres apartamentos envueltos en escaleras. Distinguí una moto amarilla al lado…era el lugar donde se hospedaba militonto, no me cabía duda con toda las pruebas que mis ojos apreciaban.
-Nos toca subir escaleras zarquito, espero que no te moleste
-me agarrare de la baranda para no caerme…
La reja que pretendía resguardar los apartamentos, no tardo en abrirla. Un ladrón la pudo haber pasado por encima sin problemas pero ya que, no buscaba seguridad, sino un lugar donde dormir…me resigne rápido. El estar con González no era tan malo…para que tener rencor a este sujeto, sabiendo que me estaba ayudando. Que me prestaría un lugar donde dormir mientras mi madre se le apaga el volcán que tiene de genio. Mi intención no era ver doble pero si, el efecto del alcohol en mi sangre destilaba puro tambaleo generando a mis pies resquebrados como los de un zombie sin calcio.
Estando cerca del último apartamento, a tan solo 6 escalones. No aguante y me maree. Me senté masajeando mis cienes con mis dedos. Carlos se me avecino mirándole sus tenis blancos de marca acomodándose a mi lado como si fuera mi hermano mayor.
-¿Estas bien zarquito? – sobando mi espalda
-Si ya, me perdí por un rato, pero ya estoy bien – recobrándome retirando con mis manos la grasa de mi cara observando los postes de luz de la calle resplandeciendo anaranjadamente.
-bueno vamos pues – se paro de el escalón pero… volvió a sentarse nuevamente, observándome otra vez.
-Zarquito, sinceramente… ¿Por qué estas actuando tan extraño? Vos no sos así… ¿me ocultas algo?
Me intranquilice, trate de levantarme, estando cerca de la puerta y del balcón. Pensaba que trasbocaría ahí mismo. Me retemblaban las manos. No, pero ¿porque tenia el animo de responderle? ¿Qué putas me pasaba?
-No, nada… – respondía sin mirarlo, no deseaba que se enterara de que yo-
-no me culebrees David, yo sé que vos…
Me jodi en ese momento, era como tener a Jason el asesino gore de las películas justo detrás de mi. Si, que dispare, estoy listo para recibirlo, no había remedio alguno o alguna acción evasiva para seguirme ocultando...pero era tan pendejo que me seguia ocultando.
-De que soy que ¡respóndeme! – dije enfurecido y prendido
Miraba hacia el suelo sin manifestarse, me dirigí a la puerta de su casa sin parar de mirarlo
…
-… ¿cucho vos sos del otro equipo cierto?
Se me hizo un nudo en el estomago…creo que me había perdido en mis pensamientos. Para que ocultarlo…me sentía en confianza con el, no me perjudicaría con el al decirle que yo-
-si…
-¿si que?
-que si ¡Mierda! que soy gay ¿eso te molesta?
Me miraba con cara seria, decepcionado de mi, de lo que soy sin aparentar…tanto esfuerzo que hice para divertirme sin sacar tanta aprensión, hizo que me hundiera mas en las sospechas de Carlos… ¿Qué hacia? Hice todo eso fue…para que el y otras personas ¿no se dieran cuentan de que yo era gay? Dirigió todo su corpulento cuerpo al lado del balcón donde yo estaba…puso sus manos en mis hombros, forzando a que lo viera. Lo miraba con mis ojos apagados por el efecto del poco guayabo en mis ojos.
-zarquito…mejor entremos – al dejar de mirarme, fue a abrir la puerta metalizada que resguardaba su casa
-Pero Carlos espera ¿no te molesta que yo sea gay? – decía impactado sin el decir algo entrando a la casita donde vive…la verdad, mi sala es mas grande
-¿te muestro donde vas a dormir? –me indicaba sin responder mi pregunta
-Carlos, respóndeme por favor – poniendo su chaqueta en una silla
Estaba detrás de mí, apreciaba los garabatos de su camiseta y su espalda. ¿Pretendía desprecio hacia mí y hacia esto por obligación? Se quedo parado ahí resaltado por las luces amarillas de la calle. ¿Por qué? Porque no me aceptaba… no puede esforzarme más de lo normal para que me dijera un simple si o un simple no, el ignorarme no resolvería nada. Con mis propios esfuerzos iré a mi casa y enfrentare a mi madre…para que dormir con alguien que no me pretendía.
-Yo…mejor me voy – concretaba ya el momento al despedirme
Un sacudón estiro mi brazo a punto de desprenderse de mí. Sorprendido voltee mirando como atacaba con furia mis labios. Ese gorila de mi misma estatura comenzaba a besarme. Todo ese poder con el que cometió su acción destruyo mi barrera de no poder defenderme y apartarme de él. Sus manos permanecieron en mi espalda acercándome mas a él, me besaba con fuerza metiendo mi lengua en toda cavidad de mi boca. Trataba de limpiarme toda mi entrada con su grande lengua. Me derretí completamente por ese beso tan brutal y candente. Ese cuerpo moreno color leche se amontonaba con el mio sosteniéndome tímidamente de su cadera. Al separarnos de ese rico beso hicimos ruido al dejar en el aire nuestros labios ya experimentados uno del otro.
-Eso… ¿responde a tu pregunta?
-Yo… - mi mente la patearon como balón de futbol al estrellato porque no sabia que decir
-Me encantas zarquito, me encantas desde esa vez que te vi en el ejército – decía salvaje besando mi cuello con suavidez y quietud
-Carlos…no…no podemos
-¿Porque no?... La pasamos bueno los dos…podríamos llegar a mas.
-no Carlos, no puedo hacerle eso a Karen ni a – mi mente se vino su cara, su alegría, su ser esplendoroso al que yo amaba. Y mi mejor amiga, mi confidente, mi guía, mi complemento…no, no podía hacerle eso a Karen y sobre todo a Diego. Trate de retirarme de él, Para calmarme. Seria una persona que no merecía todo lo bueno que me pasaba por, por hacer esto pero... todo cambio de repente.
Un apretón fuerte a mis bolas y mi polla por mi pantalón, me produjeron el brincar como un excéntrico por lo rico que se sentía ese masajeo a mis genitales. Su cara se posaba en mi cachete derecho estimulando mi cara con picos deliciosos pasando por mi cuello y el lóbulo blando de mi oreja. Todavía el trago me enloquecía y con el mimoseo bárbaro que hacia Carlos a mi cuerpo…me excite sin parpadear, su método para conquistar, era delicioso. Titubeaba en mi oreja abrasivamente.
-quiero hacerte el amor zarquito, quiero hacértelo hasta mas no poder.
-Que propones… -sin pudor en mi cuerpo, me rendí a sus encantos
-vamos a mi cama…
Por ser de la misma altura acariciaba su corto cabello, sobando su calva de los lados con mis dedos empezando a besarnos dando pasos cortos llegando cautelosamente a su pequeña pieza. Por estar todo oscuro no podía apreciar nada. Pero por la luz de la calle se podía apreciar algo. Un pequeño televisor, una cómoda, un closet desaliñado y dañado y una cama pequeña con una almohada para uno, pero no se como haríamos ahí. De esos colchones sin una funda, resaltando las rayas del poco amoblado de su catre.
Trataba de resignarme y de no seguir con esto, pero su intensidad eufórica no me dejaba pensar, aparte de mis condiciones de embriague no es que pueda recapacitar ágilmente.
-Aprovechare cada momento de estar juntos para poder quererte como yo quiero zarquito…
Su piel caliente con ambición a hacerme dar placer, mis sentidos se expandían mas a su cuerpo y su cara, específicamente su embocadura salivante. Destine a mi chaqueta a dormir hoy en el suelo, tirándola por ahí. Arañaba la espalda de Carlos casi por el fin de su camiseta negra. Este sin pensarlo la agarro de arriba pasándola por su cabeza terminando de retirársela de sus mangas, botándola al suelo.
En su cuello llevaba una camándula plateada sin poder dejar detallar la cruz de abajo por esos pectorales formados por ese entrenamiento militar al que esta acostumbrado. No tiene abdominales como yo. Pero un abdomen bien formado con la V que te lleva al jardín secreto donde se mantiene ese suculento miembro.
Beneficiaba cada momento de su tiempo, con sus manos sin parar de usar esa maquina carnosa entrelazando saliva, desgajaba cada uno de los botones de mi camisa azul clara a rayas. Residuo esas armas en mi cadera acariciando de arriba abajo mi espalda. Sin quedarme yo atrás, pude acariciar uno de sus pectorales inflados y deliciosos. Con ganas comencé a chupar uno de sus pezones estando excitados por estar en relieve. Estaban duros y apetitosos, sacando toda esa deliciosa masculinidad sin parar.
Con fuerza Carlos tomo mis hombros empujándome con fuerza cayendo en la cama, forjando ruido al tirarme. Comencé a reírme, acercándose a mí como un caimán acechando a su victima para poder comérsela. Acorralamos nuestros labios con el morreo delicioso en el que nos envolvíamos. Primera vez que besaba morbosamente deleitándome con el cuerpazo de Carlos, no se comparaba con el mio. Pero con algo me defendía.
-Zarquito, veo que haces ejercicio, estas bueno hasta la chimba…
Con ferocidad, se dirigió a mi cinturón. Despegando el botón de mi jean. Se aproximó después a mis zapatos, quitándomelos tirando cada uno por ahí sin saber su paradero. Engancho el elástico de mi bóxer mostrando poco a poco mis desnudas piernas y mi falo con algunas gotas de semen. Levante mis pies para tratar de que me quitara toda esa ropa que incomodaba. Tirando al suelo lo que faltaba de mí, se deshizo de mis medias negras dejándolas al lado de mi jean.
Casi desnudo ante el, faltando solo mi camisa, su mano con fuerza desde mi pie me acariciaba siguiendo su trayectoria, por mi pene llegando a mi abdomen. Su vista incendiara se conecto conmigo sin dejar de vernos eróticamente, su sonrisa picara-maligna hizo que me lamiera el labio de arriba destilando sexo por toda mi cara. Con mi mirada le decía todo, quería que me la mamara de una.
No hubo que hacer diagramas o pasos a pasos para chuparme la polla. Su boca sin dejar de verme, mamo mi cabeza rosada. El frio de la cruz de la camándula plateada se había quedado en mi pierna subiendo y bajando por el fellatio del novio de mi amiga…mierda me estaba comiendo al novio de mi mejor amiga… suena a titulo de relato, pero me morboseaba mas y mas que el fuera el novio consentido de Karen. Pensaba en el sexo incandescente entre nosotros dos.
Sus fauces mamaban completicos mis 17.5 centímetros como todo un puto fanático del sexo destrabando mi polla a una orbita indefinida. Mamaba con ganas subiendo yo mi pelvis para tratar de ahogarlo o que trasbocara, pero perdía yo porque lo hacia con pasión sin poder yo contenerme a gemir y balbucear. Se dirigió a mí besándonos otra vez. Se sentía delicioso, apacible. Exorbitante al chupar esos provocativos labios de este militar moreno-claro que me parecía el actor porno mas cachondo con el que he estado.
-Me encantas zarquito…sos todo un puto
-vos lo sos mas… – jadeaba al terminar de besarlo. Era como un succionador de energía, me estaba quedando sin fuerzas, pero el seguía con las pilas puestas
-quiero que me la mames también…
-espera…
-que zarquito ¿que?
-báilame…
-¿que?
-que me bailes, te quitas lo que te haga falta mientras bailas…
-lo que vos queras zarquito…
Me excitaba cuando me decía zarquito sin yo serlo…para el soy un ojizarco como Jesús devoto de sus oraciones. Bajo la luz de las luces nocturnas comenzó a sacudir su pelvis sin dejar de mirarme o no se si me miraba por estar tan oscuro. Con mi mano empecé a pajearme, mientras que sostenía su cinturón con sus dos manos al estilo de un vaquero cachondo.
Estire uno de mis pies dejando el otro puesto en la cama. Ese cuerpo se sacudía a la par de su pelvis. Meneaba todo, quitaba su cinturón como un stripper deleitante. Su pantalón fue resbalando de a poco, descubriendo unos boxers azules oscuros o claros, no los distinguía… pequeñitos deliciosos se posaban en su culo sin parar de moverse sensualmente.
Un meneo que hizo me volvió extravagantemente loco. Levanto su mano, con los dedos abiertos agarrando el elástico de su bóxer con la otra mirando hacia abajo como si estuviera cabalgando un caballo. Me estimulo mucho. Pero quería más, hice que se viniera hacia mí con mis manos al estilo de pelea sin dejar de mirarlo como un puto. Con sus pies se quitaba sus tenis de marca, dejando su pantalón junto al mio. Exhibiendo sus medias blancas llegando casi al muslo delicioso de su pierna.
Encima mio estando casi a la pared al tocar el techo con su cabeza… era como un profesional bailando encima mio todo sudoroso dispuesto a complacerme. Me levante dándole palmadas a esas piernas apetitosas y jugosas sin dejar de ver lo que me hacia. Con esas manos, bajo sus boxers para poder considerar su polla, esa polla inmensa a mi manera de ver. Sus interiores fueron directo a sus talones dejándolos en el suelo. Si no se…este tipo me gustaba, pero para pasar el rato, delicioso era lo que se metía en la cabeza al tratar de escuchar mis pensamientos sin poder seguir razonando racionalmente.
-¿estas feliz de que te bailara?
-si… - sin poder razonar, era mi polla la que hablaba por mi
-…es tu turno zarquito de mamármela…
-tráela para acá – disponiendo su cuerpo para acomodarse tranquilo para mamar ese falo tan apetitoso y apacible
Si discutir mas, empecé a meterme su polla en mi garganta. Ese descomunal pene violaba mi abertura bucal adelante y hacia atrás. Era completamente exquisito su sabor único en su especie. Me acomode en su camastro para poder degustar cómodamente. Con su pie presionaba mis bolas, con el roce de la tela de su media y mis testículos, hizo que mi miembro se parara de su descanso en mi pierna. Mi lengua le daba un cariño inmenso a todo su venoso tronco. Mis ojos estaban desorbitados por saborear ese manjar apetitoso en mi boca. El revoloteo de mis babas y de la leche que segregaba de a chorros pequeños me encantaba, ese sabor indescriptible lo deseaba a mas no poder.
Con tanto ajetreo sexual entre los dos, mas la embriaguez, me iba por minutos…por alguna razón vi como se proyectaban unos flashes sin abrir yo mis ojos. Al estar oscuro al tener mis parpados cerrados, por dos segundos la vista me blanqueaba los parpados sin yo abrirlos. Pero no paraba de mamar el pene de González, pero me lo saque un rato para saber que fue…¿el flash de una camara?
-¿Carlos que paso? ¿Qué fue eso?
-Nada zarquito, nada, sigue mamando que lo haces muy bueno…
-pero-
-dale, dale zarquito, que mamas mejor que muchas chicas…
Ese cumplido me dejo ya tranquilo dispuesto a mamar de nuevo. Me metí de nuevo su pene para paladear otra vez dejando que mi otra mano pajeara mi pene. Me quede en ese modo como por algunos minutos…Carlos tenia mas planes para mi, creo que quiere dirigirse a mi zona trasera…iré a peligrar pero sé que podre aguantar meneando mi culo como la zorra chupapijas que me encantaba ser por ese intervalo.
Se acomodó de rodillas mientras yo me volteaba para quedar como un perrito frente a él. A pocos metros de su pija de tronco oscuro y cabecita rosada, esos casi 19 centímetros estarían dentro de mí en poco tiempo…para que se preparara me pajeaba para no perder la excitación del momento. Carlos saco debajo de su cama aceite de esos para el momento y un condón. Con dos de sus dedos untaba de ese líquido estimulante adentro de mi culo.
Destapando el condón que llevaba para la ocasión. De lo poco que apreciaba de mi entorno, usaría uno de esos condones rojos, de esos que te hacen vibrar de placer el culo mejores que un consolador…ardería en el infierno si me meten ese pene forrado instruido a perforarme el culo desertando un hueco colosal que me lastimará por días…lo presiento. Palmeaba con fuerza mis nalgas haciéndome gemir y jadear por que me dolía y me gustaba.
-están ricas tus nalguitas zarquito…
-deja de hablar…métemela de una vez…
-como quieras – añadía perverso
Sin yo poder respirar, me la metió de una. Fue un dolor terrible, ese grosor me corrompía mis nalgas sin estar en placer relajante. Su mete saca corrompido me hacia agarrar de la baranda de la cama con las dos manos sosteniéndome fuerte. Era como si un elefante me lo hiciera. El dolor era amargo. fue un golpe letal…trataba de decirle que parara pero no prestaba atención a mis quejas, agache mi cabeza sin decir nada…creo, que era lo que merecía, los minutos eran eternos para mi. Su mano con fuerza me corría la camisa sin parar de follarme intensamente.
Sudaba…mis poros desataban mucha energía estando sin poder hacer nada. La erección que tenia se desapareció…el placer incandescente se había muerto, pero seguía follándome sin que un tren lo detuviera. Sufría por dentro, no lo veía como violación porque me dejaba hacer…yo, si no hubiera tomado, no estaría metido en esto…teniendo sexo con el novio de mi mejor amiga…como pude caer tan bajo. Si alguno de los dos se da cuenta de lo que estoy haciendo…no los volvería a ver por el resto de mi vida.
Carlos se despendio de mi. Era como sacar una astilla de un dedo pero multiplicado al 100% dolía tremendamente fatal…no estaba acostumbrado a semejante maquina consoladora en mis partes intimas. Era una estatua en ese instante. Dispuesto a recibir la lefa de este hijo de puta. Sus gritos destronaban la casa por hacer la estocada final conmigo…no mire como lo hacia, solo quedaba así como estuve, de piedra…interfecto por la sencilla razón de ser un infiel de puta madre. Tres chorros grandes caían en mi espalda…el feliz de tener sexo y yo…me sentía como una mierda pone cachos dejando mi relación en la cuerda floja…
-Eso estuvo una chimba zarquito, sos todo un fenómeno del crack en la cama…
Yo no respondía, el estar en esa cama me batía era el cansancio y el sueño.
-Zarquito ¿estas bien? – me daba palmadas pequeñas en mi cara para tratar de despertarme
-estuvo bueno Carlos…gracias…yo, tengo sueño –asentía con agotamiento
-te dejare dormir zarquito…
Apreciaba con mis oídos como se levantaba de su cama desaliñada donde yo dormía, ya después de ese sexo, baje mis rodillas para poder acomodarme en mi cama, dejando que mi pene y todo mi debilitado cuerpo descansara por fin…ante un ultimo intento de sentir mas cosas, Carlos acomodo mis brazos tocando mucho el brazo donde tenia la manilla, no me importaba lo que hacia, solo, quería dormirme. dejar que mi cuerpo se relaje y goce del sueño…
____________
♫Oooooh baby
I feel right
the music sounds better with you♫
♫Love might
bring us both together
I feel so good♫
Puta... mi celular sonaba como una ambulancia en todo mi oído, mi tímpano vibraba como parlante de equipo de sonido apunto de reventarse aun asi estando mi aparato de comunicacion en el suelo lejos de mi…mis ojos lo sentía pegados por las lagañas de mis lagrimales. Desperté levantándome con preocupación… ¿donde me encontraba? ¿Porque solo llevaba mi camisa? ¿Porque estaba desnudo? ¿Porque huelo a trago? y mucho peor aun… ¿porque me ardía el culo?
No recordaba nada…mi mente estaba toda borrosa, lo único que me acuerdo era que me tome una cerveza y baile con una chica, de ahí todo se me va en picada porque no me acuerdo de nada…mierda toda mi ropa estaba regada, me dolían los ojos…trate de levantarme pero me daban ganas de dormir ahí… volví a acostarme…al amoldarme bien en la almohada percibí algo en mi oreja. Algo pegajoso, baboso y gomoso. Voltee mirando a ver que era, sin pensar me levante de ese catre asqueado por ver que-
-¿Qué hace un puto condón usado en esta cama? – grite desesperado
Un ronquido hizo que volteara mirando ese cuarto tan desaliñado. Posters del equipo glorioso de Colombia, posters de reggaetón, mas que todo de Ñengo Flow, y uno que otro que no conocía. Un uniforme militar en un closet apunto de dañarse su puerta corrediza con un montón de ropa parecida a la de los reggeatoneros, desde el cuarto se veía una ventanita donde se veía un barrio que no conocía…no, no puede ser que yo... ¡No!
Mire a mi alrededor…una cocina desaliñada, comedor sin mantel, un televisor pantalla led de 42 pulgadas puesto sobre una cómoda de directorios telefónicos. Ahí estaba el que no quería ver, durmiendo en el sofá rojo lleno de lanas blancas y motas de polvo…casi desnudo mostrando su no tan mal torso, resguardándolo un cubre lecho de su equipo del alma estando en medias blancas…descansando y roncando a mas no poder…
Salí rápido de ahí, me puse rápido mi ropa, mis boxers, mi pantalón, las medias y los zapatos…mierda de la gran mierda de las tres mil putas ¿¿yo tuve sexo con González?? ¡No! Me siento como la puta más perra y pone cachos de todas las zorras del planeta. Me lo negaba una y otra vez al ponerme mi chaqueta…contemplaba las evidencias, el puto condón, el estado semidesnudo durmiendo en ese sofá, el dolor de mi culo que nunca lo he sentido ni cuando tengo sexo con Diego…quería llorar ahí mismo pero me aguante, me desahogaría después. No puedo creer que haya hecho semejante barbaridad…cogí mis cosas y cerré la puerta despacio para que no se despertara.
Baje rápidamente, este barrio no lo conozco ni un pelo. Me pase la reja de ese edificio de apartamentos como en las películas, con una mano pasando mis pies. Sentía que la gente me miraba…murmuraban del porque yo estaba ahí. Hice oídos sordos y me fui por un parque cerca de una iglesia a sentarme en una de las bancas a pensar que hice mal…la cague completamente
Mi remordimiento de culpa era evidente. Era una completa bazofia. Una persona que tiro todo por la ventana, me sentía mal…terrible, el haberle hecho semejante desplante a Diego, a la persona que mas amo en mi toda mi vida no tenía perdón de dios ni de nadie. La gente que pasaba por ahí me miraba mal…notaban tal vez mis ojos rojos por tanto que bebí alcohol, ni me acuerdo que tome o que hice el día de mi cumpleaños…
9 llamas pérdidas. Cinco de mi mamá, dos de Karen y tres de Diego…carajo ¿que mas hice? Revise mis bolsillos a ver si tenia plata en ellos…mi plata estaba intacta menos mal. El sonido característico del bus pasaba por la calle de ese parque…pero, conocía ese bus, pasa por la esquina cerca de mi casa. Salí corriendo para que parara y fue bueno que lo hiciera porque no se asomaba por ahí el transporte público a esas horas tempranas, me monte al bus mirando mi reloj
-10:55 AM
Como siempre me hice en la parte de atrás cerca de la puerta. El bus solo habían unas cuantas personas…me apoye en la silla mirando para arriba viendo como paraba el bus en el semáforo en rojo. Sin querer se me derramaron lagrimas…yo criticando a los infieles y mira. Soy uno que la cago completamente…era la completa escoria que ni podía existir por lo que forjé…junte mis brazos en el asiento delantero sin parar de llorar y de sentirme mal. Sé que en algún momento, perdería todo lo que yo quiero por lo que hice…arrepentimiento
-No quiero perderte Diego…no quiero perderte…
Creo...que me deben de odiar en este momento, lo se...mi cabeza estaba en otro lugar al escribir esto...soy perverso, esperare todos esos golpetones verbales y criticas constructivas ahi abajo, en los comoentarios jejeje. o me buscan en facebook Andrés SubZero , un saludo a todos los que me dicen que la historia es excelente, que se sienten identificada con ella. y ahi surge la pregunta ¿que pasara con Diego y con David?... un saludo a todos :)