David y Diego: Final
El ultimo capitulo de esta maravillosa historia
Lo sé...les dije a todos que seguiria con mi otro personaje, pero.. estaba tan ansioso de escribir esta parte que quiero que ya suceda lo que tenga que suceder para si ver como concluye el final a todo esto. asi que comenten y opinen cuando terminen de leerlo.
antes, quiero dedicarle esta ultima parte a un amigo que no se si le pasarán cosas parecidas a lo que va a pasar en este relato, aparte de que fue uno de los primeros amigos que tuve por aqui... esta parte va dedicada a mi amigo Marcus D. aunque actues como un viejito siendo un adolescente te quiero bastante. ahora si los dejo tranquilos para que lean
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Frío…el estruendoso gélido apogeo de viento se precipitaba por toda la casa mientras trataba de llegar a la puerta para abrir
-Hola ¿llevas algo ya? – sus manitos se destinaban a abrazarme cautelosamente mientras terminaba de cerrar
-no…en este momento, no tengo nada…
-pues vamos…ven yo te ayudo, tenemos que tener todo listo para mañana ¿Son dos o tres maletas? – me preguntaba mientras me acarreaba
-solo es una…la verdad no tengo tanto. – asentí, mis impulsos no me iban a revitalizar por el dolor que me poseía. Detrás la seguía mirando como su saquito azul celeste dejando lucir una camisa rosada por su cuello, falda negra y leggins morados la resguardaban del día opaco de hoy.
-descuida David. Donde vamos a estar, va a ser sobresaliente. Estudiaremos en la misma universidad, conoceremos nueva gente, mi tío que trabaja en arrendamiento pudo localizarnos un apartamento pequeño pero acogedor en una urbanización cerca de la U para no tener problema al transportarnos. Y también hay-
Mi nueva vida. Sorprendentemente como cosa normal no me destiné a sentirme emocionado por todo lo que me aplicaba repentinamente Margie. Su lindo cabello rubio se iba para adelante recogiendóselo con su mano, buscando cada camisa, camiseta y pantalón que se encontraba para yo guardarlo en la maleta negra con cargadera y rueditas predestinada para mi viaje a Bogotá.
Mi salida del hospital fue...hace 6 días y aún sigo con el dolor que me produjeron en mi cadera. ¿La situación familiar? Todo cayó de un golpe mortífero sin vacilar habiendo tensión en el ambiente, más que todo por parte de mi madre. Quiso hacer lo que sea con tal de que, no estuviera este año con ella. Hizo que me trasladaran y matricularan en esa universidad, aun sin saber qué es lo que voy a aprender. Por eso iré más temprano para ver que pensum universitario me serviría para mi dichoso futuro…había perdido la certidumbre, todo, se fue por la borda al perpetuar siempre cada momento exhaustivo y doloroso.
La doctora me dijo que llevara ropa cómoda para no molestar la curación de mi cadera. Llevo una camiseta blanca con una pantaloneta roja y tenis negros para estar en la casa. Me la he pasado en el tejado de mi casa observando la intemperie. Solo, desorbitado y sin alguien con quien hablar o desahuciar mis penas. Los días han tenido un periodo al igual que yo, nublados, sin una lluvia decreciente o un sol agobiante, no. Todos han sido lóbregos y ensombrecedores al igual que mi ánimo.
Nunca pensé…que el dolor que siento fuera a demolerme por completo. Me sucumbía cada vez más en los rencorosos sentimientos y ya no poder sentir todo como lo profesaba conveniente. A quienes tengo a mi lado…los puedo contar en mi mano: Margie que nunca me ha abandonado, Javi que ha sido el único que me ha hecho sacar una sonrisa cuando hablo con él ya sea por teléfono o por el chat. Mi hermanito y mi padre que pues, aunque no le importe sé que lo decepcione porque yo era su machito, su lindo hombrecito que le iba a dar una nueva familia. Pero eso quedo en el olvido…
Margie seguía doblando y hablando pero la barrera pensativa me hacía bloquearle su habla. Todo esto porque no…consigo y no dejo de pensar en-
-¿David? ¿Estás bien? ¿Porque me pones esa cara? – angustiada trataba de despertarme con unas palmaditas en mi cara
-no es nada…perdóname por no escucharte, es que…todo cambiará dentro de poco.
-eso lo se David pero, no es razón para que todo se pierda como lo ves tú. – comenzaba otra vez con la doblada de pliegues a mis camisetas y mis boxers. Vaya intimidad que le hacía a mi ropa.
-Margie, no quiero que te ofendas con la pregunta que te voy a hacer pero… ¿Por qué me ayudas?
Termino de doblarme la camisa roja con rayas amarillas que me puse la vez que fui…a su casa. Sin querer, sin esfuerzo, cogió mi mano aún con el parche del catete donde transportaba antes la sangre que necesitaba. Su otra mano hizo deponer sus gafas en la cama sin soltar mi adolorida palma.
-David…estos últimos meses, me he alegrado mucho de tenerte como aliado. De poder tener a alguien que siempre, me entusiasma más y más mi vida. Cuando estoy a tu lado no sé, siento algo tan inexplicable que me hace sentir…bien, feliz, ya no dejo de ser la chica temerosa que era antes. Y todo gracias a ti. No somos nada…somos solo…amigos. Y ver que siempre me sacabas una sonrisa cuando estaba triste…eso… no se compara con nada.
Ahí estaba ante mí. Margarita Cardozo alias Margie, sentada a mi lado abriendo su corazón. Solo…retribuía el estar a mi lado, por no abandonarme como lo hicieron los demás. De lo que me expresaba se me salieron unas lamentos pero no para ensuciar toda mi cara. Nunca llore tanto como lo hice anteriormente. Me sobrellevé, casi agonicé y me dejaron solo en estos últimos días. Pero supe que ella, era esa palomita blanca con un ramito en su pico…una esperanza.
-Mejor…sigamos que hay que tener todo listo para el viaje. – refutaba al dejar de acariciarme la mano dirigiéndose a mi closet. Un impulso se me avecinó cuando ciertas palabras querían destinarse de mi boca al exterior llegando a sus suaves oídos.
-Margie…
-¿sí? – volteó su cabeza para poder percibirme
-te amo mucho…y es en serio
Una sonrisa tímida apareció en su carita tersa con antojos de poder hablar. Sus ojos brillaban como dos solecitos.
-también te amo mucho David…
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-Y eso fue lo que contaron parce, si vos vieras que se cagaron en la invitación de la vieja esa
-uff si ya te creí, esa se hace la farra porque quiere, no porque sus padres digan lo que ella piense – feliz sin tapujos respondía César a Sneyder acerca de la fiesta de una tal verónica que haría una fiesta en su casa.
Ya estaba era mamado (cansado) de escuchar fiestas y más celebraciones, Salí un rato afuera para poder despejarme y no pensar más de la cuenta. Pero escuchar a todos esos heteros sin reparación para ver con quien se iban a culear y pasar la noche, me tenían era como para removerme los pelos de mi cabeza y largarme de ese parque de skaters e irme a mi casa. La verdad eso quería hacer.
-César…podes venir que tengo que hablar una cosa con vos. – le decía tocándole la espalda para que me viera a lo cual el no puso problema.
-Claro carilindo veni pues… ¡cuchos! ahora regresamos pues y me seguís contando acerca de lo buena que esta esa vieja. – les advertía a esa recua de perdedores, ni yo supe porque estaba ahí sin forjar nada.
Nos alejamos un poco para estar cerca de una tienda de abarrotes en un espacio abierto cerca donde poder sentarnos. Solo quería largarme y dejarlo solo con cosas que ni me interesaban ni me convenían.
-César, estoy cansado, me voy, tengo que hacer unas cosas… – afirmaba tocando su hombro con mis dedos estirados para ya marcharme
-¡Pero espérate hombre! Que nos toca ya la paca de cervecitas para que nos la tomemos ¿o no queres home Diegoncho? – Señalaba con su mano el lugar donde residíamos anteriormente – ¿no tenes ganas de una?
-no la verdad no...Ahí te dejo, le mandas saludes a todos – acababa de despedirme de él con el saludito de manos que nos caracteriza, la verdad, ni siquiera sé porque acepte venir con él un domingo por la mañana con el cielo todo seco y poblado de nubes tristes. No tengo a la persona que amo y solo me acuerdo de él. Así que solo volteé y predestinaba el marcharme pero-
-Sabes Riascos… vos has estado todo raro desde que ese marica del Mantilla le dieron duro por ser un puto cacorro – pare por un instante. Ya estaba harto de que David fuera la comidilla de esos malditos hijos de su puta madre. Me parecía lo más asqueroso y bundano que le podía pasar a una persona… que la critiquen como es. No me eche para atrás y me dirigí a su cara.
-¿sabes que si? Sí, me importa mucho el sujeto… ¿porque? ¿A vos no? –intimidaba con mi gesto de seriedad
-¡que me va importar un marica de esos! ¡¡Que se joda!! a mí y a los demás nos vale que lo hayan atropellado a golpes hehe – como si nada se reía sin ver el dolor de mí necesitado amor.
-co-¿Cómo sabes eso? – algo sorprendido le dije mientras me apartaba de su cara
-Sí, el combo fue y le dio lo que se merecía a ese malparido maricon, hehe si vos vieras, les pague para que me hicieran el trabajito. ¡Claro! es que eres tipo que no se vuelva a aparecer por aquí porque le vuelvo a partir la madre.
…Mi amigo, al que catalogaba como mi mejor amigo, fue el precursor de la destrucción de todo lo que amaba en este planeta. Traición, yo que fui su camarada, el que me contaba todo y que me auxiliaba y respaldaba. Sea el causante de semejante atrocidad, hizo que todo mi cuerpo protestara de forma violenta. Sobé mi mentón sacudiéndolo de lado a lado, mientras el seguía riéndose. Pero haré que no se le olvide poque lo dejará marcado de por vida. Gire y me dirigí a su rostro.
Mi puño ferozmente gobernó su mejilla derecha causándole un golpe certero dejándolo en el suelo. Pasó lo mismo con David, pero esta rabia infernal era lo que me carcomía por dentro por ser el hijo de satán. A eso mi pie generó una patada poderosa en su estómago, retorciéndose con dolor dejando sus dientes machacados de sangre protuberante cayendo en el rocoso suelo.
-sos…¡¡SOS UN HIJO DE PUTA!! – grité con violencia
-Que te hice malparido…para que me pegarás… ¿¡que te hice!? ¿¡QUE TE HICE!? – Jadeaba por la tunda que le ocasione sin el dejar de gritarme tratando de defenderme, mientras los demás pendejos se acercaban y trataban de socorrer a César, pero él no quería ayuda humanitaria.
-Trataste de matar… lo que yo más amo en mi vida… ¿¡y aun quieres saber porque te pegue!? ¡¡Miserable!! – seguí con una patada en su cadera, justo donde le pegaron a David a ver qué era lo que sentía haber hecho semejante bajeza. Que ni el mismo Dios lo perdonara por lo que causó, Destruirle la vida a alguien.
Rodeado de crimen quería seguir con mi rabia inexplicable a ese tipo considerándolo antes como, mi amigo. Pero alguien me rodeo con sus brazos por mi espalda… me apartó sin dejarme seguir masacrándolo. Mire y era…Javi
-¡Riascos! ¡Deja de pegarle! ¿¡Qué te hizo!? La ¡¡la violencia no es solución para desquitarte!! ¡¡Es tu amigo!! – con fuerza me agarraba tratando de calmarme pero no daba resultado.
-¡¡EL NO ES MI AMIGO!! Este…hijo de puta fue el que mando tipos para dejar lisiado a David ¡¡Javi suéltame!! Necesita que le dé duro…¡¡Suéltame!! ¡¡SUELTAME MIERDA!!
-¿¡Cómo!? – Javi sin desengancharse de mi quedó estupefacto con el comentario. Pero no me dejaba intervenir al idiota de César. El maldito sin precipitaciones, se levantó apoyándose para estar sentado mientras se corría la sangre de su boca dejándola en el suelo cayendo abruptamente.
-¿¡Sabes maldito!? Por tu culpa, David se le arruinó la vida. Estuvo a punto de morirse y ¿¡qué es lo que haces tú cabron de mierda!? Reírte por lo que hiciste… sí, me preocupo por el maldito pelado porque…Porque lo amo. no importa lo que todos ustedes piensen, par de malparidos ¡¡y me vale un culo que me digas que es un marica!! ¡¡También lo soy y que!! ¡¡Lo que hiciste no tiene ni un perdón!!
…
- No… sabía… - sin mirarme por lo cobarde que es, departía sin que se le creyeran las palabras
-No lo sabias…te desquitaste con alguien por puro placer y desprecio. Nunca creí que fuiste tú César ¿Qué te hizo él? ¿¡QUE TE HIZO!? ¡¡MIERDA!! –mi cólera era abrupta, gotas de sudor se despeñaban por mi frente por lo devastado que estaba, entristecido y destruido.
-perdón… - arrepentido… no era el mismo César pendejo. Se sentía pavoroso por lo que creó, aun…intenté calmarme por un momento.
-no me tienes que pedir perdón a mi…pídeselo a él. Solo espero… que Dios te perdone, pero prefiero que te pudras en mierda para toda la vida. – hice que Javi me soltará para retirarme y dejarlo ahí, comiéndose solo sus penas, no valía la pena hostigarlo a golpes, la violencia no me llevaba a nada para satisfacer mi dolor amargo. Fue difícil de digerir pero. El causante de todo esto que siento, fue él. Esto…concurrió de una manera premeditada… ahí todos lo auxiliaron para ayudarlo…adiós ‘amigo’ ojala te pudras en el infierno.
-Aún no puedo creer que el haya sido que el mandará a esos tipos para causarle tanto daño a David – Javi sin querer me seguía por donde caminaba pero yo-
-Javi gracias pero – redundante lo mire como siempre lo miro y me lo quería sacar del pecho -…quiero estar solo.
-Ok…tranquilo, sé que estas confundido…ve relajado…pero cuando estés calmado, tengo que hablar contigo de algo - Javi sin querer se fue por el otro lado de la calle sonriéndome sin dejar de verme continuando su camino al entrecruzarse con la esquina, mientras varios carros cruzaban por el semáforo en verde… ¿Qué me querrá decir?
Aun no sé porque este chico…siempre aparece en el momento que lo necesito. ¿Será mi ángel guardián? Me resulta tan efímero que cada día que necesito a alguien que me detenga para no rendirme, aparece él, no sé si será nigromante pero…me alegra que siempre me apoye.
Pero… nunca me imaginé que César…fuera el que propició la golpiza a David, solo por ser un puto homofóbico sin el perdón de no indultar y aspirar a alguien por lo que es. Nunca lo vi de esa manera. Pero… mi cuerpo reacciona distinto. Por más que no tenga mi novio a mi lado…seré siempre su caballero, su guardián y siempre que lo ultrajen, hablen mal de él y lo reprochen por lo que es…siempre estaré ahí porque yo…yo
-yo lo amo… - decía en voz alta al parar de caminar.
Me quede como una estatua sin dejar de ver el cielo…
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-Margie ¿en serio tenemos que caminar hasta el centro comercial? – jadeaba mientras llevaba esa bendita muleta para que no me doliera el costado. Caminábamos por la acera después de transitar 7 cuadras hasta el bendito lugar de esparcimiento.
-Claro, antes de irnos compraremos ropa nueva para llevar y estar bonitos cuando estemos en la nevera (Bogotá) – me miraba con amor ayudándome a cruzar la calle
-Margie, ni iremos a una fiesta, ni es navidad, ni año nuevo como para estrenar ropa –adolorido llegando a las escaleras dije entrando por la puerta principal. El lateral de mi cuerpo ardía con intensidad
-vamos ¡solo es una cosa nada más! Jejeje ¿no quieres verte más lindo de lo que estás?
-no, ni se cómo me convenciste en acompañarte. Por aquí, veo mucha gente que conozco a veces y no se… – reprimido me sentaba en una banca mientras dejaba esa puta muleta de mierda al lado estando Margie acomodándose junto a mí.
-escucha, hago esto es para que te alegres un poco ¿sí? te quiero regalar algo bonito
-está bien…te lo agradezco pero ¿qué me darás? – preguntaba suspicaz adecuando mi espalda en la banca, fingía mi curiosidad pero no pretendía dañar la alegría y el compadecimiento de Margie hacia mí, porque era lo único bonito que me quedaba.
-ven, vamos y miramos…
Me ayudó a levantarme mientras sin dejar que mi camiseta blanca se ensuciara o tratará de mancharse con un poco de sangre que permanecía en mi parche. ‘Pasadena’ una de las boutiques favoritas de ella. Sus intuiciones ascendieron como ojos de gato tierno al ver la entrada junto con las letras en relieve de la tienda. Pura ropa de la que ella usa, habitaba en lo más cercano a su ser. La verdad faltaba poco para no aguantarse. En 3, 2, 1…
-¡David! ¡Ahora vengo! ¡Voy a mirar que hay en oferta! – dichosa como si acaeciera haber visto su futuro vestido de novia, parecía hechizada por el imperio del ropaje de colores chillantes.
-Aquí te espero… - dije… aún así de todas formas no me iba a atender…las chicas y su indumentaria.
Trataba de ver donde estaba, por la ventana del almacén. Se metió a un probador de ropa con varias prendas…se demorará ¡carajo! y ahora yo solo por aquí pensarán. Que tengo alguna enfermedad dolorosa y psicoactiva endémica, entramando fastidiosas miradas a mi existencia. Solo pude ignorar a los que me concibieran vista incendiaria. Trataba de imaginarme otra cosa… pero estaba tan perdido como poder razonar en algo diferente porque-
-¡Mira Karen! ¿Ese no es tu amigo?
Una voz ruidosa hizo que me girara tomándome mi tiempo para hacerlo más contundente. Vi que 4 chicas bonitas y bien maquilladas se avecinaban a mí con sus miradas. Me compuse y eran muchachas del colegio. Conocidas como las creídas, las que se creen por ser bonitas. detrás de todas ellas…La chica cocodrilo…impactado quedé.
-Si Karen, el amiguito tuyo que es mariposon. Pobre, míralo como esta. – decía una chica chiquita de pelo negro.
Junto a ella una que se me hacía familiar...claro, la tal Marcela que me miraba con lastima al igual que todas sus amigas pero…destine mis ojos a Karen. Su vestido azul oscuro y una minifalda muy corta con zapatos bien pronunciados y colores despectivos y horrendos en su catadura…
Me miraba distinto. Reservada y fría, pero sus ojos exponían todo lo contrario, la conozco…me ve con dolencia. Con un tremendo sufrimiento en el pecho al verme de esa manera, estaba seguro que acudiría a ayudarme y abrazarme, solo estaba preparado a ver qué era lo que iba a responderme… que disponía a realizar, porque la verdad de tantos días que sucedió esto…la extraño inmensamente.
-¡Karen amiguis! ¿Sí o no es tu amigo? – insistía una de las chicas.
Esperaba una respuesta… residía todo en silencio, salvo por el demás ruido de nuestro alrededor, solo estaba a punto de apreciar…su decisión.
…
-No. no lo conozco…
La sonrisa estúpida de mi cara decayó rápidamente. Hizo un entrecejo al terminar de fulminarme con la mirada. No…no había cambiado nada, irreconocible a la vista…y tiene toda la razón para que este así. Todas en hilera dejaron de verme comenzando a ignorarme yendo todas juntas por su camino, como si nada hubiera pasado.
Fue un golpe al corazón…esa chica, esa misma niña que me pregunto dónde estaba el salón por ser nueva en el colegio. Después de eso, llegando a ser mi mejor amiga, pronta novia y ser mi confidente…no es más una persona que, me dio la espalda. Mi cuerpo se concibió de angustia…era como si un gran pedazo de alegría se hubiera disipado con calor. Todo se fue a la mierda cuando su puto ex novio apareció…y me arrepiento.
Mis lágrimas no fueron más evidentes que antes, esta vez no chiflaba, no sucumbía al dolor. Solo, me daba cuenta de que, esa linda chica, la perdí para siempre…a lo lejos del pasillo del centro comercial terminaba de ver su espalda y su largo pelo… ’mierda Karen, voltea…mierda voltea, sé que aún me quieres…voltea’ generaba una esperanza en mi para que me viera…pero, solo fue algo inusitado e ineficaz. Desapareció. No creo que…la vuelva a ver.
Solo me senté y me quitaba las hileras de lágrimas que salían de mis lagrimales hasta por mi cuello llegando casi a mi pecho. Resguardaba la muleta en mis piernas escondida por mis brazos observando ese suelo…terso y liso. Porque… ¿Por qué me pasa esto? La vida que tenía…desapareció sin dejar rastro.
-¡Mira David! ¿Te parece este conjunto de lo más bonito? es violeta con toques de púrpura y morado ¡costo barato! perdón por demorarme, es que-
Sentía que me apreciaba. Volvía a sacar el sufrimiento decadente de la única manera que yo sé hacerlo. Llorar a más no poder. Salía esa dolorosa agua salada corrompe almas porque reventaban…porque ya lo había predestinado, imaginármelo tantas veces… que se haya hecho realidad…me hacía hundirme en mis atormentadas penas.
-¿Qué te pasó? ¿Porque lloras? ¿Alguien te trato mal…? – se interpuso entre mi muleta y yo para…un abrazo.
-acabo…de perder a Karen también…me-me ignoró…
Solo seguía abrazándola y sin autoridad al pensar. Las tres palabras que provenían de su boca fueron dolorosas al escuchar…’no lo conozco’ se resolvió todo. Yo solo quiero marcharme...irme ya de aquí y no volver jamás. Todo se había caído como un edificio viejo a punto de colapsar. Derrochaba toda mi tribulación en la opresión de mis brazos. Apretaba fuerte. Solo… sentenciaba que fuera mañana para ya partir…
-Margie…quiero irme a mi casa…
No hizo objeción al salir conmigo del centro comercial, cargaba su bolsita donde llevaba lo que había comprado mientras con su brazo me acompañaba afuera para conseguir un taxi. No deseaba nada…solo estaba destrozado. Toda mi vida se iba al caño y no podía fenecer a algo bueno que me pasará en la vida. El transporte hizo su seguimiento normal entrando los dos para indicarle al conductor la ruta indicada hacia mi morada. Quería irme a dormir y dejar que el resto del lapso de tiempo transcurra hasta la hora indicada para partir.
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-6:35 am
Bañado, arreglado, listo y preparado…dentro de poco, todo no será como imaginaria…irme del lugar donde nací, me críe y viví por 16 años…no era lo que procuraba dejar así de factible. Separarme de mi familia. El rencor no iba a dejar arrollarme por la misericordia maldita de mi mamá. No consigo entrar en su mente y decirle ‘madre…quiero que todo vuela a ser como antes’ no…por más que sea imposible o que cambie de parecer…tengo que seguir mi vida. Afrontar mi futuro, ya sea sin amigos, sin confidente, sin…sin-
-David hola… - dejaba de mirar el cielo mañanero mirando al estilo scanner a mi compañera de viaje. Abrigada como para disfrutar de navidad en nueva york. Chaleco, camiseta, falda, leggings y botas…todo de color café…extraño en su pinta
-¿Por qué tanto marrón en tu cuerpo? –preguntaba levantando una de mis cejas rascándome el codo derecho
-dicen que para ir a un lugar que no conoces, el café es la mejor opción. – afirmaba dejando la maleta inmensa detrás de ella. – ¿llevas algo café?
-mis zapatos… - hice que los mirara. No los iba a dejar aquí.
Me puse una camiseta roja de estrellas náuticas, una en el pecho y otra negra por el hombro. Pantalones negros ajustados, medias negras largas para el frio, y por supuesto, mis tenis cafés desgastados, los de siempre. Sin querer se destinó a acercarse suavemente a mí y abrazarme para no lastimarme la cadera. Me sentía algo mejor, la muleta era ya del olvido.
Nuestro transporte a flota saldría dentro de tres horas, mi padre nos transportará a la terminal, recoger los pasajes y despegar para partir…todo lo abandonaría…no aspiraba desistir todo lo que quiero… el olor a vainilla del cabello de Margie se regodeaba en mis fosas nasales sin detallar las hebras doradas de su cabello y sus preciosos ojos resguardados por esas gafas.
-gracias por ser…mi Ángel guardián –constipado puntualizaba sus lindas pupilas
-Siempre estaré a tu lado, aun así no podamos estar juntos precioso…
-estamos juntos…y vamos a estarlo por allá lejos…pero…remachados –dije mientras acercarme un poco más a sus ojitos tiernos le di un pico en su boquita. Eso no era para nada malo, cariño entre amigos, además, el no poder corresponderle a esa aura preciosa de su vida. Con eso y muchos más no me haría escapar. Para no llegar a ser redundante con lo de mejor amiga, la adopto como mi hermanita incondicional.
-¿Vamos…? Te están esperando…
Accedí a sus encantos. Mi familia me esperaba. Bueno, solo mi papá y mi hermanito, mi madre sin talante no pidió al menos un permiso como para llegar tarde y despedirse de mí. Ni siquiera ayer. Pero… hay que tener ánimo, no me dejaré derrotar por semejante perjuicio que me causaba mi progenitora. Margie estaba detrás de mí en todo el apogeo de la oscuridad llegando a la puerta de mi cuarto.
Todo lo que me gustaba, lo que quería estaba ahí…mis cosas, los objetos que no me podía llevar permanecerían ahí o no los volvería a ver. Suspire y me puse algo…afligido por dejar mi aposento donde he pasado toda mi subsistencia ahí. Me pose en el muro de la puerta para despedirme mentalmente de mi cuarto. Cogí solo mi guitarra, eso y mi ropa, era lo único que necesitaba. Por más que lo repita yo...todo esto no lo deseaba, pero agradecía tenerlo.
-vamos…
Me dejaba llevar de Margie y de sus manos situadas en mis hombros descendiendo las escaleras con nuestras maletas. Adelante, mi papá y mi hermanito cerca de la puerta esperando la desbandada de su hijito. Mi pobre hermanito lo tuvieron que despertar para que pudiera decirme adiós. Porque no sé si será un chao, un hasta luego o un…hasta pronto.
-Toño...vaya despídase de su hermanito – mi papá tratando de abrir la puerta mandaba a mi pobre primogénito pequeño para que se acercara. Su carita insinuaba todo.
-Herma…
Me agaché para que me viera sin intentar despeinarle su cabello. Aferré su carita con mis manos y sin dejar de mirar esos ojos…idénticos a los míos
-Toño. Quiero… que cuides a mi mamá y a mi papá por mi… que los protejas porque los amo mucho, pero en especial a ti…quiero que estudies y que seas siendo un buen estudiante y que sigas jugando porque el tiempo se pasa rápido… ¿Me lo prometes?
-yo...si…pero – abatido y agitado no fue capaz de sobrellevarse.
-quiero que tú también te cuides mi lindo hermanito – no pude contenerme, más de esas lagrimas resurgían hacia mis mejillas, igual con mi manito, me lastimaba el dejarlo solo.
-David…no quiero que me dejes solo…
-Será por un tiempo Toño. Quiero alejarme de todo, lo que me duele es dejarte…aspiro a que te portaras bien ¿ok?
-Si…– sus mocos surgían retirándoselos con su mano reducida abrazándome fuertemente, no me importaba. Su olor a niño me hacía recordar…acerca de cómo era yo en ese entonces. Ingenuo, alegre, cuerdo y algo tímido. espero que nunca sufra…como he sufrido yo, porque no ha parado todavía el dolor que siento en el pecho. Su rizado cabello generaba cosquillas por mis orejas mientras sentía como su mano agarraba la de Margie, levantando su tenue brazo.
-cuida mucho a mi herma… -sonó triste entrecortando sus palabras chiflando su nariz. – ¿me lo prometes Marga?
-si…te lo prometo pequeño Antonio. –Margie por detrás consolaba a mi hermanito. – descuida hermoso, que a él no le pasara nada si está a mi lado. David…tenemos que irnos…
-Toño me tengo que ir ya… - trataba de que me soltara pero no me lo permitía, apretaba fuerte con fuerzas inútiles. – ve y vuelve a dormir…por favor
-¡no! ¡Hermanito no quiero… que te vayas!
-te prometo que volveré- lo dejaba en el suelo llevando mi maleta dejando pasar a Margie primero para que se montará en el carro. Cerraba la reja para que Toño interceptara la puerta, no ambicionaba que se enfermara por el frio moribundo de la mañana. Mi guitarra la cargaba en mi mano. Tenía que tener un pasatiempo ya que salgo de mi mundo y emerger a otro.
-Te amo Toñito…cuídate mucho.
-herma…adiós…
Con la puerta a su lado ajustaba un poco para cerrar hasta que yo me metiera al carro. Guardaba mi maleta y la de mi princesa indie junto con mi guitarra. Me hacía al lado de ella en el carro, despidiéndome dándole un beso a mi hermano para que lo recibiera, sacudiendo mi mano de un lado al otro. El carro desprendía de nuestro lugar de parqueo siguiendo nuestra próxima parada…no me contuve, dejar a una de las personas que más amo en mi vida…no es fácil para mi dejarlo, que se defienda solo sin que nadie lo respalde.
-David…no me gusta que sigas llorando – tratada de distraerme mirando por la ventana…me detallaba esos últimos instantes de su abracito.
-Papi…cuídeme mucho a mi hermanito…
-tranquilo hijito que usted sabe que lo trataremos como un tesoro
Giraba el manubrio a la derecha cruzando por la calle que nos lleva por un atajo para llegar a la terminal. Nos demoraríamos media hora al estar ya en el transbordo. A tan solo unas cuantas horas de marcharme… me faltaba algo por resolver…algo que se me metió en el pecho y es Contraproducente en mis palabras. Me calmé un poco y esperé hasta llegar a mi destino.
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Destino… es lo que nos crea caminos sin propósitos para definir un futuro. El sendero rocoso que transitaba lleno de hojas secas por arboles marchitados junto a una tienda de cerámica pasando por la transversal…llegué hasta la casa de Javi. Me desnucaba de curiosidad el porqué de su inquietud hacia mí. Además quería contarme algo. Pasaría clandestino por la casa de David, solo al menos distinguir su linda carita por la ventana de su cuarto, versión romeo y Julieta modo gay. Pasaban los días y no podía sentir todo su olor corporal, su cariño, su afecto. Su sol, ese ente agraciado y maravilloso que me alegraba cada día al verlo. Lo extraño, lo necesito y lo deseo con todas las fueras que me deparan.
El día estaba frio. Me puse una chaqueta gris de rayas verdes que me regalaron de navidad con una camiseta polo blanca, mis jeans favoritos, el conjunto de medias blancas y los tenis azules que le parecieron hermosos a mi amado. Solo predestinaba tocar el timbre de la puerta de la casa de… ¿mi Ángel guardián? Me tintinea raro pero creo que de esa manera percibo la amistad de Javi.
Mi dedo pulsaba el timbre blanco desgastado. De repente, la puerta se abre saliendo el tratando de ponerse su camiseta amarilla enredado un poco por sus codos protuberantes
-Tonces Riascos, espérame yo me acomodó la camiseta
-descuida tranquilo - de fisgón pude detallar q la V de su cadera. Estaba bien formada a lo que él se la tapo mirándome por entrometido.
-¿Qué me ves home?
-emmm yo nada, solo veo que has hecho ejercicio jeje creo que si tengo algo de gusto por los hombres.
-si algo, pero no tanto. Veni sentémonos en la misma vez donde hablamos… - ajustaba la puerta con una piedra bajando las escaleras acomodándose en ese muro donde hablé la vez acerca de nuestra pillada amorosa en el parque. A la cual lo seguí en la misma posición como estaba, salvo que mi bicicleta estaba guardada en mi casa.
-¿Vas a salir a algún lado? – preguntaba amarrándose uno de sus tenis verdes con naranjado en los cordones
-voy a hacer una vuelta, pero vine para acá como me dijiste por teléfono acerca de…lo que me tenes que contar…
-Ah sí…eso – levantaba su cabeza mientras terminaba de hacerle doble nudo a su zapato
-antes de que me digas…quiero saber y no es por desmeritarte ni mucho menos… ¿Por qué me ayudas tanto Javi? no sé… apareces de la nada y me ayudas como un ángel que me mando Dios pero sabes…me alegra que eso suceda.
Remonto una de sus rodillas dejando su otra pierna abajo tocando el muro mientras entrecruzaba yo las mías. Sonreía por lo malo que era la manifestarle lo de teletransportarse cuando peligro. me resurgió un pensamiento… Será que…no, no creo que sea-
-Lo de que aparezco repentinamente jeje es pura casualidad pero…solo lo hago porque me importas mucho y pues…porque me concierne mucho David. Y que hayan terminado…pues, no me pone contento al ver que algo tan bonito, se acabe.
El solo proseguía…quería decirme todo, pero esa idea loca que se entró a la cabeza acerca de que él y yo pues… se desvaneció completamente, que ridiculez. A veces soy paranoico sexual con muchas cosas que pasan. Dejaba que mis oídos interceptaran sus palabras.
-Mira, la primera vez que entré a la escuela…me dio miedo porque me senté atrás el primer día cuando me asignaron a prescolar. Sentía el pánico más aterrador del mundo, agarraba mi lonchera por miedo a que me la robaran los niños más grandes. Quería berrear porque ese lugar me daba desconfianza… ahí el apareció, con la cara llena de chocolate y unos bloques de juguete en la mano mostrándome esos ojos grandes y verdes que tiene…me dijo hola ¿me llamo David y tú?
-Yo le respondí algo penoso con mi nombre…desde ese día nunca hemos sido tan inseparables como hasta ahora.
El amor puede que se desaparezca, pero una amistad dura para toda una vida. Por eso es que él lo respalda mucho y por eso David siempre lo aprecia de esa manera. Ya entiendo…como antes estábamos juntos, nos protegía a los dos.
-un día…Estuvimos jugando ahí con varios chicos con una pelota de fútbol desgastada. Le di una patada al balón cayéndole a uno de los niños de primero por la espalda. Que por cómo era creo que había repetido año por ser algo grande. Se acercó a mí, me empujó y me intimidó. Me puse a llorar…se burlaba de mi estando tirado en el suelo. Pero, paro de reírse por sorpresa. Cuando lo mire, abrió sus ojos como si le hubieran pegado fuerte. Y así sucedió, se agarraba el paquete con fuerza cayendo al suelo ensuciándose y sacudiéndose de tanto dolor. Vi que David me levantaba y me decía: ‘no te dejes pegar, defiéndete’ desde ese día ese niño no nos volvió a molestar.
-Jejejeje ¿en serio David hizo eso? Le pego en las bolas a – sorprendido, la verdad nunca pensé que el hiciera eso
-es en serio, puede que él sea muy pacifista ahora, pero cada vez que veía una injusticia defendía a sus compañeros a capa y espada.
-Ya veo pero…
-a ustedes dos los quiero demasiado…y ver que estás en problemas saldría de una a socorrerte. Además porque hiciste muy feliz la vida de mi amigo y eso es un regalo que nunca olvidaré Diego…
Diego…era la primera vez que refutaba mi nombre. Ahora le agradezco al mundo de tener a un amigo como lo es Javi. Que David haya protegido a su amigo desde pequeños, me hacía amarlo cada vez más y más. Era lo más bello de mi vida y aun así lo visitaré, ya sea escalando su ventana como novio furtivo.
-Gracias Javi, te agradezco que estés ahí a cada momento pero. Si me disculpas… iré a ver a lo que yo más quiero – caía del muro bajándose el vertiginoso también agarrándome el hombro apretándolo intensamente
-v-¿vas a ir a ver a David?
-si… ¿Por qué? ¿No puedo verlo? Sé que me lo tienen prohibido pero-
-no es que…eso era lo que te quería decir… –quedé dubitativo mientras que miraba la suelo – creía que tú lo sabías…
-¿Qué cosa?
…
-David se fue…
-q-…q-¿qué? – mi corazón dejo de palpitar literalmente…se… ¿se marchó?
-se va a ir a Bogotá…y no va…no va a volver.
-pero…no ¡NO! No puede irse…porque ¿¡porque no me dijo nada!? – me daba esa agitación de nuevo, lo perdí…y no…volverá.
-creía que él te había dicho, pero por las dudas, quería contártelo yo. Porque la última vez que hablé con él, se despidió de mi por teléfono pero, me dijo que se iba con Margie y que iban a estudiar allá y pasar la universidad y vivirán allá…perdón por no decírtelo Diego pero.
-¿Se iban cuándo? ¿El ya no está aquí en la ciudad? Caí abatido de emociones.
-se iban hoy, deben de estar en la terminal de transportes en este momento.
Aún… tenía una esperanza…Salí corriendo. Deje ese lugar mientras Javi guardaba su celular en su pantalón, corría hasta alcanzarme transitando los dos por la cebra de la calle.
-¿A dónde vas Riascos? – Gritando, sin dejar de marchar le respondí:
-a mi casa, necesito plata, me voy derechito al terminal de transportes…
-voy contigo – decía Javi corriendo por el parque hasta llegar a dos cuadras de mi casa, accedí.
No te puedo perder David…no te puedo perder…
///////////////
-¿Seguro mijo que no quiere que lo acompañe hasta que se vaya? – del carro mi padre se apoyaba por la ventana cuidando su carrito para que no le roben los retrovisores
-Papá…es algo que quiero hacer…creo que me volveré maduro ya…papá yo… ¿lo decepcione verdad?...
-mijo…nunca me has decepcionado, no me molesta que tú seas gay. Pero si me hubiera gustado ser abuelo. pero…lo importante es que alguien te quiera y que no te confundas por las cosas que siente. Cuando encuentre el amor de su vida así como lo hizo con el peladito amigo suyo…será feliz…y si usted es feliz hijo mío, también lo soy.
Mi papá…sus vicios también se hacían indiscutibles para mal cuando era pequeño. Se la pasaba en el casino y le gustaba apostar…mi mamá siempre se metía en dificultades con las deudas ocasionadas por el…lloraba y se sentía mal por mi padre…fue dentro de varios meses recapacito y consiguió trabajo nuevamente. que mi papá haya sido adicto al juego, me hacía considerarme triste a mí y mi hermano porque se desaparecía dos, tres días sin saber nada de él… lo abracé como gesto de despedida sin dejar de acariciarle su calvita.
-lo quiero mucho papi…gracias
-también lo quiero mucho mijo -sin parar de abrazarlo, pude apreciar que ya estaba más grande que él.
…
-ahí esta Toño… para que pronto le de sus hijitos jejeje – sofocado sin dejar de lamentarme, pude decirle eso
-espero que sí, pero los quiero a ambos como son…
Deje de abrazarlo, la verdad no aspiraba hacerlo…cogí mi guitarra y mi maleta radicadas en suelo de transporte. Margie se había adelantado despidiéndose antes de mi papá y que le agradecía por todo lo que había hecho, por valorarme como soy. Trataba de recomponerme pero, las lágrimas sonaban dentro de mis ojos para querer salir. Me iba hasta la puerta electrónica gire para verlo a los lejos levantando la mano como gesto de despedida hacia él.
…
-chao papi…
- se cuida mucho hijito mío…me va llamando cuando pueda… - desde lejos, me daba un beso de gesto de cariño, terminando de cerrarse la puerta electrónica de vidrio dejándome a mi adentro.
Me alejaba de la gente que me ama. Devastador, no era lo que se me enmarañaba en mi corazón. Estaba confundido. Eran cosas que nunca vi que sucederían en mi vida…cada vez se presionaba un punzón doloroso y venenoso que me generaba muchos lamentos inconclusos. Pero tengo…tengo que continuar, esto…es solo un obstáculo y lo franquearé sin daños.
Me asenté al lado de las maletas de Margie mientras ella, hacia los trámites para poder viajar, no se demoró mucho para hacerlo y se sentó a mi lado lleno de bastante gente que conseguía tiquetes para viajar, estando cerca el mes decembrino.
-Mira, tu pasaje, no fue tan complicado recogerlos, mínimo porque nos vamos en fecha que la gente no se va seguido a otra ciudad – se retocaba su cabello con un espejo mientras palpaba el relieve del troquel del pasaje.
-ya… ¿nos vamos? – no quería irme de verdad, no lo sentía en mi cuerpo
-hay que esperar a que llamen a los pasajeros por los altoparlantes. Solo nos cuesta esperar.
-ok… - solitaria era mi respuesta. Hacia frio. Margie se acomodó en mi hombro dejando descansar su cabeza. Destine a hacer eso también, chocamos cráneos mientras mirábamos como la fila para conseguir pasajes se creía mas como serpiente de Nokia.
-David…
-¿si?
…
-¿lo extrañas no? – me acariciaba la mano con uno de su dedos.
-la verdad…es lo que más extraño en este momento…deseo tanto tenerlo a mi lado.
///////////////
-Dos pasajes sencillos por favor – me acercaba la ventanilla para entrar al metro, comprar para mí y Javi y predestinarnos a la estación que está conectada con la terminal.
-gracias… - salía rápido de la fila para pasar el pasaje en la registradora, entregándole el otro a Javi rápido. Para que subiera conmigo las escaleras que nos llevarían a nuestro transporte
-¡espérame! ¡No me dejes botado!
-¡movete pues! que me queda poco tiempo – le gritaba mientras subía de a dos las escaleras, el tipo es rápido.
-me dañaste la salida pendejo pero ya que… tenemos que buscar… rápido a David y a Margie – trataba de respirar por el calentón que se pegó subiendo los escalones
-¿Sabes cuál es la flota que van a tomar? – preguntaba con recelo al mirar el vagón llegando a lo lejos para entrar.
-ufff, no se….mierda…creo que son las Bogotá con los números del 100 hasta el 110…son las que salen hoy ufff… según me dijo Margie.
-hay que apurarnos. Y párate ya que tenemos que entrar – el vagón se abalanzaba con fuerza por los rieles parqueándose enfrente de toda la gente abriéndose las puertas para entrar y marchar rápido para coger la ruta siguiente.
No puedo dejarte ir David…tengo que alcanzarte…
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PASAJEROS CON DESTINO A BOGOTÁ DEL LOS BUSES A FLOTA 100 A 110 FAVOR ACERQUENSEN A LA PUERTA DE ACCESO POR FAVOR, PASAJEROS CON DESTINO A BOGOTÁ DEL LOS BUSES A FLOTA 100 A 110 FAVOR ACERQUENSEN A LA PUERTA DE ACCESO POR FAVOR
Mierda. nos tocaba viajar ya, pasó una hora de tanto esperar pero valió la pena porque estábamos a punto de salir, faltaba como bastante para poder emigrar hacia otra ciudad porque, creo que nos tocaba de uno de los últimos buses.
-por curiosidad Margie… – levantaba mis cosas ayudándole a ella con su maleta mientras agarraba su bolso - ¿a qué flota nos toca montarnos?
-La última, la 110 espero que nos toque un buen lugar.
-pero mira que fila… será- ¿Será que nos sentamos?
No…ya estoy cansada de estar sentada, ven sigamos.
-ya que – no podía luchar con su democracia, me tocaba hacer hilera para poder ir a nuestro transporte.
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-¿es pro este lado o por el otro? ¡Dime rápido! – salía por la cabina pequeña después de pasar 6 estaciones hasta llegar por aquí.
-es por la derecha Diego pero ¿si estás seguro que todavía están ahí? Mira, ya son las 10:30 y no creo que-
-escúchame – con fuerza lo agarré de la camiseta pasando mucha gente mirándonos como extraños locos preguntándose qué es lo que pasaba – si me vienes con ese negativismo, te tiro por esa canaliza y no vivís para contarlo ¿me oíste? – estaba enojado y desesperado.
-cálmate que si seguimos así, perdemos tiempo para buscar a David.
Me recompuse y trataba de relajarme soltando a Javi mientras seguíamos el camino hasta la terminal, grande por fuera, con miles de buses dispuestos a llevar pasajeros a su destino. Como un aeropuerto pequeño con tiendas de souvenirs y variedades para llevar de regalo, claro y los lugares de espera, restaurantes y los puntos de deportación para reclamar y confirmar pasajes.
-Perdóname Javi ¿sabes dónde está la zona de salida de los buses?
-más adelante…tranquilo perdóname tu a mí por ser tan negativo…solo espero encontrarlo y ¿Qué pasaría si pues?
-me muero Javi…me muero y no vuelvo a renacer si él se me escapa de las manos.
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-Pasajeros del 109 y del 110 por favor acérquense que necesitamos verificar
Nos decía el tramitador de la entrada, mierda dentro de poco nos tocaba entrar al bus e irnos. Pero no sé porque me daba una palpitación de que, no podíamos marcharnos de una. Me faltaba algo por hacer...y no sabía que era lo que lo ocasionaba
-nos toca David - entregando los pasajes para que los revisara. A lo cual el portero manifestó
-sí, están exactos, el 110 es el que está por aquí Jóvenes, que tengan un buen viaje
-gracias – decíamos los dos al unísono saliendo mientras nos registraban nuestras cosas.
-pueden subir ya, el transporte esta ya por arrancar – decía el carga maletas mientras nos guardaba nuestro equipaje junto con las otras en la cajuela del bus.
-ya es hora David…
-ok – pero…
Porque no puedo subirme todavía ¿porque siento que debo esperar un rato más?
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-¡No lo ves! ¡Tengo que encontrarlo carajo! – comenzaba a sudar y sucumbir por no poder hacer nada porque no podía verlo por ningún lado.
-relájate Diego, ya, espera que vamos a preguntar por aquí – no podía sentirme más intranquilo de perder a David y no decirle todo lo que siento.
-Disculpe señor ¿ya partieron los buses?
-faltan los últimos joven, pero creo que ese que va ahí es el último en partir – señalaba por el muro observando como ese último bus se iba por la carretera.
-¿es ese? – preguntaba con dolor
-gracias señor – acercándose Javi hacia el balcón de comidas cerca de los baños distinguiendo a lo lejos…no, David ni siquiera me llamó ni nada ¿ni para despedirse de mí? No, no puedo creerlo…
-No ¡mierda! No, no puede irse… - me puse a llorar regándome en el suelo ladrilloso mientras trataba de llamarlo una vez más a su celular…nada, ni una puta llamada. Me dejó. Ni siquiera me espero. Era injusto que él se me fuera y que no me abrazara. El no sentir su calor, el no sentir su alma. El no…poder amarlo. El amor de mi vida…se fue. Se fue y no regresará... era la primera vez que me profesaba así por una persona. Por alguien a quien amo con las fuerzas de mi corazón. No…llegue a tiempo. Las esperanzas que tenía se fueron para siempre.
-Diego…David
-Sí ¿qué?... él ya se fue…qué más puedo hacer no puedo verlo más… - me lamentaba mis pensas en el suelo.
-¡No mira! abajo esta David… ¡todavía no se ha ido!… y esta con Margie.
No...¿Me tomaba del pelo o qué? eso no lo podía creer. Me levante de mi posición de vago triste. apuñe con fuerza mis manos en el muro de cemento que estaba arriba con talantes. Estaba ahí, con una camiseta roja y sus jeans negros. Se me dibujo una sonrisa en mi cara y por la emoción no me contuve en gritar…su nombre.
/////////////////
-¡DAVID!
Me volteé rápido antes de subirme al bus, mirando por debajo estando otros mirando también, de seguro se llamaban como yo. Pero cuando alcé la mirada…ahí estaba, junto con mi amigo. Mi cuerpo reacciono de una forma sorpresiva. Generando una sucesión de emociones al ver su cara sonriente y llorosa a metros de mí. De repente se retiró de donde estaba. Y vi que Javi lo seguía.
Me baje de las escaleras del bus llegando hasta donde él estaba, Margie me seguía preocupada
-¿David que te pasó? Sube rápido
-¡está aquí Margie!…está aquí, Diego está aquí… no sabes que alegría me da al verlo.
http://www.youtube.com/watch?v=lboUNlnKIlY (si quieren la escuchan, es para amenizar el momento)
Me dirigí más cerca para ver donde estaba. Bajaba por las escaleras de la terminal y se dirigía a por la entrada de carga, era prohibida la entrada pero no le importó pasarse la baranda que nos deparaba. Salió corriendo hacia mí en ese sitio nublado lleno de buses y cargas. Hice también lo mismo.
Se había detenido el tiempo cuando juntamos miradas. Me daba como el momento de no haberlo visto hace años. Todo se destinó con un abrazo…una fuerte transmisión de tonos sublimes que se armonizaron al sentir el tacto nuestros cuerpos. Mi costado me dolió un poco pero no fue como tan grave. Tenerlo a mi lado no me hacía sentir nada malo. Solo sentía amor…
////////////////
Ese olor corporal tan hermoso me hacía vibrar mis sentidos. No sabía cómo explicarlo. Amor, cariño pro este chico. No paraba de tocarle su cabello. Su cuerpo. Era rescatarlo del peligro, del dolor, de la amargura. Nuestras orejas se chocaban entre ellas. Lo quería tanto que era ilimitado todo lo que apreciaba por David. Ese amor maravilloso no quería que se esfumara.
-David...no te vayas…te amo…
-perdón por no decirte nada Diego. Es que, no quería hacerte sufrir más por mi culpa.
-escúchame – le tocaba su cara con mis dos manos. – tu nunca me harás sentir mal… podemos pelear, matarnos entre nosotros pero…nunca dejaré de quererte.
-pero yo…no quiero dejarte…
-y no tienes que hacerlo…pue-puedes quedarte aquí, no hay necesidad de irte…
Fue ahí que mi corazón dejo de sentirse feliz…al vacilar su cabeza hacia abajo cayendo unas cuantas lágrimas en mis manos. No puede irse…mi vida sin él sería una pesadilla. No sería…nada, estaría solo de por vida, en el olvido.
-por más que me duela…yo…tengo que irme…
////////////////
Me dolía decírselo. Era una cólera amarga, un parásito enfermo que no me dejaba quedarme. Pero, por tener tantos problemas en mi vida. Tenía que cambiar de alguna forma, rehacer mi vida. Pero, era lo que más extrañaría en toda mi existencia. Dejarlo…
-No te vayas David…no me dejes solo…
-yo tampoco quiero irme…yo sin ti, no sé lo que haré…
-No te puedes ir…lamento por pegarte, lamento haberte dejado solo, lamento no creerte esa vez de lo que pasó…todo fue por mi culpa, pero…tu sabes que tú eres lo que yo más amo – lloraba emergiendo unas pocas lágrimas de su cara. La primera vez que lo vi llorar, fue cuando me dijo te amo por primera vez. Lo único que podía hacer era…secarle mis lágrimas con los dos dedos.
-no llores por mí Diego…me duele verte así. Pero…no será para siempre. Yo…volveré…
-¿pero cuando? Sus ojos se volvían rojizos mientras que sus lágrimas caían por su cuello.
-te prometo que volveré…lo mejor que me ha pasado en mi vida…no puedo abandonarlo así como así…
-entonces se feliz… - me miraba con determinación sin dejar de llorar.
-¿Cómo?
-se feliz David, búscate a alguien que te quiera, que te amé como lo he hecho yo.
- no puedo hacerte eso.pero… ¿Qué pasará contigo? – no podía faltar yo al llorar…
-tu…solo rehaz tu vida…yo te esperaré, pero nunca me olvidaré de ti.
No pude aguantar…me abalance en su pecho a abrazarlo sin dejar de lloriquear. A lo cual el también hacia lo mismo. No me importaba nada, la gente era lo que menos me imaginaba en ese entonces. Éramos solo yo y el en ese mundo creado por los dos. Mi precipitación era de lo más dolorosa por ya cortar lazos afectivos con Diego, pero…nunca amaré a nadie como él. Quería quedarme pero…era imposible. Sus manos se dirigieron a mi cara dulcemente.
Me quitaba el resto de gotas de salpicaduras de arrepentimiento y dolor fervoroso. De a poco se me acercaba a mi rostro y sin pensarlo dos veces...lo bese. Nos besábamos como si el mundo se fuera a acabar, se fuera a precipitar y caerse pro un abismo. Pero no paraba de gesticular mi boca junto con la de el sin dejar de querernos. Nuestras lenguas se entrelazaban con fervor. Había perdido la emoción. Pero la recuperé al sentir todo en ese momento…había recobrado todo.
Me despeinaba el pelo por detrás mientras yo tocaba su rostro sin dejar de abrir mis ojos. Flashback…desde ese saludo de manos en el baño, hasta todo esto. Es lo mejor que me ha pasado en el mundo, en el universo. Me transportaba a otro planeta cada vez que lo tenía a mi lado… volvía a ser yo nuevamente…por obra divina veía como el sol se asemejaba por detrás de mis párpados, lo apreciaba y abrí mis ojos distanciando sus bellos ojos sin parar de consentirlo.
Al ver como todo se hacía realidad, escaparme de mi burbuja mágica. Pude notar que mucha gente nos miraba. Por la puerta, por detrás, por arriba. Y percibían todo lo que vivíamos, como si fuera el final de una película. Javi estaba arriba sin dejar de vernos y Margie detrás en el bus. De mis ojos ya no salían más de eso…ya ni me acordaba que era. Mire a Diego…el sin sonreírme me agarro la mano y sin poder resistirlo se ostentó con la sinceridad más afectiva del planeta…
-Ve…te están esperando…
Lamia mis labios y sin dejar de mirar por el camino que transitaría pronto. Me puse en marcha. Le daba la espalda sin poder verlo. Poco a poco se iban desolando nuestros dedos, así como nuestro amor…era como si tuviera unas alas grandes que él me daba. Cada paso que daba…era un paso destructivo que dejaba atrás…dejándolo a él detrás... Llegando a la puerta por fin viendo como los espectadores del bus no paraban de notarnos.
La última vez que veía a todos por ahí. Distinguía a mi mejor amigo junto a todo ese montón de gente…no paraba de mirarme. Con sonreírle el solo levanto su pulgar despidiéndose de mi a lo lejos. Diego… Solo podía observarlo y dejar que todo terminara…me dirigí a su cara. Era la última vez que lo veía pero gracias a él…toda mi energía se recompuso y volví a transitar en órbita. Me hacía ya creer, que no lo volvería a ver…y me preguntaré ¿Dónde estás? ¡No te veo…te extraño. Donde estas corazón. Volvía a perder fuerzas pero-
-¡HEY!
Al girarme, pude notarlo como no dejaba de sonreírme y decirme:
-te amo
Era el ánimo que necesitaba para poder seguir adelante…
-yo… también te amo…
Tome ánimos y seguí subiendo hasta llegar a los asientos del carro. Me tocaba adelante junto a Margie mientras todos atrás no dejaban de verme en un lado positivo. Me senté junto a ella y dándome unas palmaditas sin dejar de sonreírme. trate de calmarme y estar feliz. Respiraba para poder tener aire en mis pulmones y…
-¿listo para partir amiguito? –indicaba el conductor, grande y barbudo con su uniforme, detallándome con cara de felicidad.
...
-si…podemos irnos ya – recobraba cada vez más mi sentido de ver las cosas…
Fueron las justas palabras para que arranque y poder despegar para e irnos. El que haya venido…me hizo dar las fuerzas que necesitaba para poder seguir adelante… dejar todo atrás. ese impulso hermoso que me ofreció. Solo podía llegar si seguía luchando por algún día volverlo a ver…lo único que lograba hacer era…abrazar a la persona que tenía a mi lado.
/////////////////
El bus se iba marchando sin para por la ruta que le tocaba transitar. Solo podía ver su carita por la ventana. Con sus ojos tristes…pero sabía que estaría bien, que el rehacer su vida sería lo mejor que le podía haber pasado…no dejo de deliberar cada vez que lo veo. eso pretendía hacer…dejar que vuele, que siga subiendo alto y poder verlo perfecto algún día.
Estaba sentado en una banca viendo como partía y se alejaba cada vez más de mí pero…no me daba el impulso para detenerlo. Me di cuenta de que, no hay que ser egoístas en la vida…si te gusta esa persona y se ira o estará con alguien más que le puedas ofrecer todo ese cariño que tú le das y que él te da. No es razón para abandonarlo. Sé que algún día volverá y volveremos, quien sabe a estar juntos. tengo un pedacito de el en mi corazón y no lo dejaría ir.
Una canción se escuchaba por los altoparlantes de los puestos de información cerca de donde yo estaba…
http://www.youtube.com/watch?v=HWXPFtU8PJc (creo que esta canción se identifica con todo lo que pasa, la escuche varias veces y pues es perfecta para esto)
Javi se acercaba junto con dos latas de refresco mientras yo sin moverme de mi puesto, acorralaba el horizonte sin dejar de verlo. No pretendía llorar pero, me contenía el hacerlo.
-mira, desde que paso todo eso entre ustedes dos…salió el sol, parece extraño pero puede significar algo ¿no?
…
-se fue Javi…no sé, me siento feliz…pero, qué será mi vida sin él. Se fue y como dice la canción…la razón no la sé…
Solo destinaba a llorar. Comencé a agitarme y sentir el dolor y la tristeza más afligida en todo mi cuerpo. Nunca se me borrará esa carita que me hizo antes de subirse al bus. Puede que siga adelante pero…sin él, todo será difícil… David no se…si me escuchas o se te viene este pensamiento a la mente. Quiero que sepas que…
Nunca dejaré de amarte…
///////////////
La radio del bus se escuchaba una canción que mis oídos percibían un tema que pues… concebía apreciar cosas por las que…me sucedieron. No paraba de mirar a la ventana desde que partimos…Margie trataba de ayudarme y consolarme, pero no pude. Cada palabra, cada oración de la canción, expresaba todo.
Se fue todo…se fue lo que yo quería y lo que más amaba, lo que más adoraba, las razones si las sabia y todo fue por culpa mía. Pero dejaría todo atrás…se lo prometí, y le dije que volvería. Y eso haré porque no desistiré que lo más grande que tengo de ti… se me vaya. Necesitaba desahogarme. Me agaché sin dejar de llorar. Pero sin deponer al pensar en él, pude darme cuenta que.
Ese ‘hombre que me gusta’ le agradecería siempre por hacerme…vivir plenamente… pude decir al dejar de sollozar…
-Te amo Diego…no desertaré el amarte siempre.
FIN
Fue... dificíl escribir esta parte como la penúltima de esta historia. se que todos querían que estuvieran juntos y todo, final feliz. el llorar y ver que te sientes triste porque se acabará todo. es tristeza porque escribirlo fue algo muy hermoso y especial para que todos ustedes se sintieran felices de que hya historias de amor y nunca se van a acabar...estan tristes lo se, y no quiero que me vayan a odiar pero estaba planeada en mi cabeza desde hace rato. me alegro mucho escribir la historia, me escriben y comentan sus opiniones abajito o me pueden agregar a mi facebook entrando a mi perfil abajito dandole click al enlace. un saludo a todos.
¿que creyeron? ¿que iba a dejar de escribir? jeje haré segunda temporada de esta historia, deben de estar felices con la noticia. pero me tomaré un descanso de escribir. no sé semanas, meses. necesito despejar mi mente y poder seguirle la trama a lo que pueda suceder después con David y con Diego. pero cuando me de el tiempo publicaré otras cosas ,esta en duda la historia de felipe así que la terminaré. solo para que sepan...que esto no se ha acabado todavia jejeje
Los quiero mucho. de parte de su amigo Subzi, un abrazo grande a todos :D