David y Diego: Chantaje Sexual

David pasara por cosas amargas en su vida...perdiendo su dignidad, apunto de sexo.

Falta poco para terminar esta historia, pronto se acerca el final de este gran relato...comenten y valoren, saludos a todos los lectores

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Ruta helada…una de las llantas de mi bicicleta se desinflo desistiendo sin poder transportarme con ella hasta el colegio… llevaba mi maleta al hombro y un gorro negro porque digamos que…al exhalar sale aliento fresco por el gélido de las 5:45 de la mañana…oscuro y sin un alma a esas horas de la madrugada.

Mi iPod se quedo sin batería la otra noche…gracias a la prohibición de mi madre de no tenerlo y…la consola de videojuegos, el computador, sin Facebook y ninguna otra cosa que me llenara de emoción, por una semana. Pero ya que, solo faltaban pocos días para poder graduarme y hacer mi carrera profesional el próximo año. Sin embargo…nada me entusiasmaba, desde que llegue ese día a mi casa yo-

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-Buenas… - decía seco al entrar a mi casa. Con el genio caldeado mi mamá salía de la cocina como si hulk la hubiera poseído, sin llegar a convertirse en King Kong y sin llegar a ser verde.

-¡Héctor! ¡Llévese a Toño para su cuarto y viene después para acá que tenemos que hablar con este irresponsable!

-Ma...no tengo ganas de hablar…

-¡ah no! ¿¡Ah no quiere hablar el señor!? ¡Bien! – sarcástica con rabia gritaba mi madre, me agarro de un brazo pellizcando mi piel sin llegar a dolerme por mi chaqueta, su furia era incandescente. me sentó en la silla del comedor brincando chispas apunto de estallar.

-¿Por qué no me llamo David Alejandro ah? ¡Porque no me llamo guevoncito!

-mami, perdóneme por favor…

-¿perdonarlo? Noo ¿usted cree que por lo que hizo merece que lo perdone?

  • … -no la miraba, miraba era al suelo sin ver sus ojos iracundos, tampoco pretendía que viera mis vistas rojas y enguayabadas. Mi papá bajaba suspirando con desolación por verme así y eso que el me dio el permiso.

-Mijo…perdón por decírselo pero…la confianza que le dimos se aprovechó completamente de ella. Menos mal estaba con su amiga, imagínese el problema ahí vagando en la calle prendido para que lo roben y le hagan algo – advertía sentándose a mi lado sin yo verlo tampoco.

-noo ¡es que esa niña es un ángel de Dios! Ella tuvo la decencia de llamarme y de avisarme que ¡mi hijo estaba borracho desmayado en la mesa de un bar! ¡Esto es el colmo David! ¡Es el colmo!

Insinuaba sin calmarse mi matrona…el sermón de rabia me lo merecía, si. con todos los regaños paternales me quedaría ahí a escuchar mi madre, yo dejaba que mi mente hiciera retrospectiva por la cagada que hice. Karen se llevaba todas las flores sin ella haber hecho algo conmigo y yo me acarreaba toda la mierda a la cara, pero merecía eso y que me orinara un perro… solo era el arrepentimiento lo que me saciaba de dolencia por lo que le hice a mi novio, a la persona mas susceptible de todos los seres que conozco…merezco todo esto indefinidamente.

-¡nada del aparato ese de música, ni de esos nintendos, ni el computador, ni nada por una semana! ¡Y no me importa si le falta poco para salir del colegio, ni que me des buenas notas! ¿Me escuchaste David Alejandro? – concluía el discurso de guerra de mi madre

-que mas puedo hacer ma…tengo que obedecerla, no me queda mas remedio… -asentía secamente sin luchar por lo que me quitaban

-así me gusta mijo, que acepte sus errores, sé que no lo volverá a hacer… ahora vaya a darse un baño que huele a puro trago. –refutaba por el hedor mi padre

-¡y me deja la ropa en su cama que tengo que lavarla varias veces! ¡Y se lava los dientes que su tufo me marea David! – me informaba mi madre con su ultima reprimenda

Lucía como un decrepito nauseabundo sin sentimientos… mis sensaciones se difundieron en el espacio para no volver para siempre…fui a mi cuarto, me quite toda mi ropa quedando solo en mis boxers negros malolientes…repose mis ojos tirado en mi cama como muerto viviente tomando un descanso. Aun me dolía el culo, la perforadora humana que tiene ese marica militar de polla hace que mi esfínter se sienta como herida abierta sin apalear una curación.

Mire al escritorio de mi computador…el portarretratos donde esta una foto de mi madre, dejándose tocar la cara de mi hermano cuando era solo un infante sin saber nada de la vida…al lado de esa foto esta mi foto con Diego, después de ese partido de futbol. Los dos…sonriendo, felices y alegres por estar juntos, Agarre el portarretrato sin despegarme de mi cama. Mi dedo solo iba a su cara constantemente, oscilaba con mi dedo pequeños circulitos alrededor de su rostro. Era ineludible y áspero todo esto…dentro de poco perderé al amor de mi vida, al chico que me hizo vivir el amor real por primera vez.

Me encamine al baño dejando las fotos en su sitio. Me quite el bóxer desamparándolo en el suelo del baño. Aproveche que estaba limpio el piso sentándome consumadamente desnudo dejando que el chorro caliente me cayera encima de mi cabeza. ¿Por qué? Que me destino tan mal gusto para cometer semejante bajeza. Que mi mejor amiga y mi novio vean que yo, me acosté con un idiota pendejo por pasarme de tragos…no será difícil de digerir. Decirle a ellos: ‘chicos miren lo que paso ayer, me acosté con González tu novio, si tu novio y tuvimos sexo desenfrenado ¿Qué loco no?’ ¿Se reirán de mí y lo dejaran pasar? Mierda, Si eso sucede me doy un tiro en la cabeza.

Su manilla…esa manilla que para mi era lo mas preciado que llevaba en mi cuerpo. Detallaba siempre mi mano derecha por lado y lado…su rostro se me vino a la mente. Comencé a llorar, mis lágrimas abundantes se camuflaban con las millones de goticas de agua que caían por todo mi cuerpo. Mi cabello esponjado por estar todo el tiempo en ese chorro caliente se resguardaba en mi frente sin dejar de solucionar en el embrollo destructivo al cual me metí y cague completamente por mi propia cuenta. Se me derramaban más y mas lagrimas sin poderlas contener…

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Y desde ahí…todo ha sido monótono hasta llegar este día que empezó con el pie izquierdo a mi manera de observar todo en percepciones distintas. El orto me seguía doliendo a más no poder, eso y mi corazón…en momentos me ponía sensible y mis lágrimas harían su aparición para darse un clavado en mis mejillas. Pero me dije ‘se fuerte, te metiste en este problema y de este vas a salir’ sentía vergüenza al mirarme al espejo, o que alguien me viera. El secreto me estaba matando desde adentro hacia afuera. Ser un chico normal que todo le pasa lo habitual, me encogía y llegaba a ser ese niño tímido que era a los 7 años.

Fui fuerte por un instante haciendo caso omiso a lo que ocasione. Entre al colegio sin darle problema al asunto por los días que pasaban, pero tengo que contarlo antes de que alguien mas lo haga por mi. Mire y los chicos estaban donde siempre.

-ututuy! Con que esas tenemos David ¿eh? – como un pipiolo se acercaba Juancar a darme unas palmadas en la espalda contento de verme.

-se ve que la pasaste súper genial en la fiesta ¿no? Ya eres un popular y eso que ya vamos a terminar periodo – agregaba seriamente Marco sentado con Javi al lado del salón sin abrir. Javi solo miraba a otro lado sin verme con cara de decepcionado.

-pues muchachos…era una fiesta…había que celebrar – agregaba secamente

-¿pero que te pasa parce? ¿Todavía estas con guayabito desenfrenado? – aludía Juancar mas feliz de normal, no se como ese hijo de puta es capaz de tomar y no pasarle nada a los demás días.

-nadie esta feliz un lunes…

-eso mismo digo yo, pero anímate amigo que ya casi salimos – tratando de animarme Marco. El me apartaba de Javi sin lograr ver lo que hacia por mirarme intentando confortarme. El sonido del timbre indicaba que ya era hora de entrar, apareciendo rápido nuestro profesor loco de química que teníamos de orientador. Faltaba poco para despedirnos de él.

-a ver Ordoñez, Suarez, Mantilla, Riviera a un ladito muchachitos que tengo que abrir la puerta que se me hace tarde jejeje –decía jocosamente nuestro profesor al corrernos para que abriera la puerta – ya que esta aquí Ordoñez, necesito habar con usted rapidito jejeje

-y ahora que hice PROFE? – fuerte gritaba su ultima palabra Juancar por necesitarlo urgente

-también necesito a al señor Suarez, con los dos rapidito jejeje – no se por qué al final ríe como viejito cascarrabias nuestro profesor. Al irse los dos locos al salón, pude ver que Javi también se levantaba dispuesto con todas sus fuerzas al no verme. Rompí el hielo con el de alguna manera.

-¿y que? ¿Tú no me dirás nada acerca de la fiesta? – preguntaba dudoso sin el observarme.

-¿y así eres de descarado para decirme que como me pareció? – refutaba al verme con enojo

-pero-

-¿porque le hiciste eso a Riascos? El a ti no te hizo algo como para que te pusieras a bailar con cualquier grilla que se posara enfrente…sé que es secreto pero, respétalo al menos… ¿sabes David? eres un egoísta, un puto egoísta…

Su mirada fría se había dirigido al salón dispuesto a entrar. Perfecto, mi mejor amigo me odia ya, ¡maldita sea! odiare el trago para toda mi vida. Pero tiene toda la razón en cada palabra que le salía por su boca. Era el villano del paseo, por una parte me daban ganas de pegarle a Javi en la cara, la otra solo quería deprimirse y entrar…deje que esa parte de mis sentimientos hiciera su labor. Fui y me senté en mi puesto. Me asenté a dormir en ese pedazo de madera con tuercas para ver si la depre de pone cachos se iría en algún momento.

Un golpe a las barandas metálicas de soporte de la silla me hizo brincar de mí puesto con los ojos caídos del sueño sin perder de vista la cara arrugada de mi profesor estando todos mirándome como un bicho raro, creo que dormí algo porque todos estaban ahí sentados.

-señor mantilla jejeje puede que usted haya mejorado mucho en mi clase jejeje pero no tiene derecho a dormir jejeje mi clase al ultimo momento de régimen escolar es para que la acates jejeje ¿me entiendes? Y te quitas el gorro por favor jejeje – me regañaba alegremente girándose a su lugar de enseñanza.

-si profesor…discúlpeme – apuntaba mi mirada a su espalda mientras se acercaba al tablero a dar una de sus últimas clases

Mi mente tronaba reflexivamente al guardar mi gorro en mi bolso…si Javi se puso así por algo tan crudo como bailar con chicas, como será cuando los demás se enteren de mi aventura maldita con el maricon de González…

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-‘bueno no importa para todo hay una primera vez jaja me llamo Diego…Diego Riascos’

Hacia una retrospectiva radical mientras orinaba en este baño, lleno de grafitis, palabras obscenas y uno que otro comentario malintencionado. Me guarde el compañero de carne en mi pantalón, gire para ver que había chapa nueva en la puerta… si jejeje apenas me vengo a dar cuenta, no entro en un baño de estos, uso los de arriba para estar mas tranquilo. Algo me señalaba que debía entrar por aquí. Toque el muro del baño…aparecían esas amigas saladas de lo ajeno queriendo aparecer para hacerme sentir mal de nuevo…observaba el suelo con dolencia.

-para todo hay una primera vez…Diego…fue y siempre será mi primera vez…no…no quiero perderlo… - empuñaba mi mano con fuerza a la pared, pendía de un hilo el que me quiera como siempre lo ha hecho.

Abrí esa chapa nueva metálica… vi que no había nadie, no pasaría como la ultima vez que estuve…me acorralaban toda clase de espectros dejando que la brecha de mi alma se siguiera abriendo mas y mas sucumbiendo el dolor…quería salir de ahí, fulminante. Como algo tan agraciado de conocer al amor de mi vida en ese lugar, me fuera a hacer daño…no puedo dejar de sentirme mal.

Quería vagar por el campus del colegio…no deseaba ver a nadie por ahí, ni a ninguno de mis amigos, mucho menos a Diego sin darle respuesta por lo que paso en esa ultima llamada.

Mis planes no serian efectivos porque…se me pego como pulpo con sus ventosas en mi cara…

-Karen, podrías dejarme de besarme ¿por favor? –incomodo me la retiraba de mi… ¿porque me besa? ni debería verla, fui una mierda con ella sin ella darse cuenta.

-Dis-cul-pate ¡corazón mio ahora mismo! jejeje, me alegra que sigas siendo tú mi lindo David –miraba y me hablaba con ternura pero yo bloqueaba mi visión mirando a otro lado.

-si vieras amore mio ¡mi lindo novio me dijo que te portaste como todo un angelito! y que te fuiste sin despedirte de él, lastima, sabia que era buena idea dejarlo contigo – pobre, creo que fue el vil error de su vida y yo fui el causante de ello…no tenia el coraje para enfrentarla en ese momento. Mi voluntad era del tamaño de un chicle.

-gracias Karen… - pude solo decirle eso aun así con las fuerzas bajas, era lo que me pasaba en la cabeza en esos instantes.

-cuando quieras mi amorcito jejeje yo sigo en la lucha de conquistarte, aun seas mi lindo amigo…gay – susurraba esa ultima palabra…me sentía lo mas incomodo posible, como pude caer tan bajo, quería que la tierra me tragara. Pensar, que esa linda carita que hace no seria la misma…cuando pase lo que tenga que suceder.

-mira hermoso ¿adivina quien esta sacando un refresco de la maquina? – eche una mirada sin esfuerzo pero ahí lo vi, detallándolo de abajo hacia arriba. Sus diesel negros del uniforme, su pantalón sobresaliendo sus bellas posaderas. Chaqueta recogida por las mangas dejando ver en su muñeca su reloj negro y por su otra mano, la manilla contraria a la mía…eso me hizo lacerar más de lo que estaba antes.

Y de ahí notando el cuello blanco de su camisa institucional, me encontré con su hermosa carita. Su pelo castaño oscuro, sus lindos ojos pardos, cejas grandes, esa nariz perfecta, su boca varonil y las patillas pequeñas detrás de sus orejas medianas. Guardaba su refresco en una de las redes de su maleta para meter el envase de la maquina. Trague saliva. Era el mismo Diego de siempre, pero lo notaba distraído.

-DIEGOOO ¡Precioso! ¡Por aquí! – gritaba Karen levantando la mano como fanática de concierto a mas no poder, mis deseos eran de matarla o que dejara de hacer eso.

-no Karen… ¿Qué haces? No he hablado con Diego desde que lo llame la otra vez

-Ah…creía que ya se habían reconciliado...perdóname ¿si? – los dos dirigimos nuestra mirada al chico que estaba a pocos metros de nosotros acercándose indeciso…yo por vergüenza, no podía observarlo.

-Karen, David ¿como han estado? – preguntaba con miedo, como si era la segunda vez que nos encontrábamos.

-bien, cariño todo bien ¿cierto David? – me preguntaba Karen dándome de reversa un codazo en mis costillas. Trate de componerme por el dolor

-si eh…si – agregaba tímidamente con un poco de daño

-ah bien…

Se hizo un silencio incomodo como por…9 segundos ¡mierda! No quería hablar para nada de esto.

-¡bueh! ¡¡Miren la hora!! Yo me voy, no quiero ser un mal trio jejeje ahora nos vemos príncipes – expresaba Karen dejándome completamente solo. Puta, quería matarla pero ella pronto seria la que me mataría a mi…ese pensamiento lo tenia pegado en mi frente sin salirse de mi cabeza.

-chao Karen, nos vemos ahora… – ultimaba Diego al ver que ella salía corriendo como la loca que es. Yo sin decir nada, me sostuve mis manos mirando al suelo. Diego sin pensarlo se dejo de su mochila, poniéndola en el suelo. Quería buscarme tema de conversación.

-si vieras como la naranjada subió de precio, esto de la inflación económica no nos beneficia para nada jejeje…

-hmm… - gemia y suspuraba. Mierdaaaa ¿porque no puedo responderle? era una estatua sin habla ¡maldita sea! Como no le podía hablar a mi novio…al que tanto amo, los nervios no me dejan.

-David…dime ¿estas enojado conmigo por lo de la fiesta? – preguntaba con cariño

-no…no Diego no es eso…no es un buen día para mi… - apenado bajaba mi cabeza otra vez

-perdón David…el cuñado de mi mamá sufrió un accidente…ella se pone muy nerviosa con estos casos graves que tengan que ver con emergencias medicas. Mi tío le diagnosticaron una hemorragia intracraneal, algo que le genera problemas constantes en la cabeza. Aun no se como fue todo eso, no se cual fue su accidente todavía porque no lo conozco bien pero…sé que estas enojado conmigo por tu fiesta…lo se

Ahora me sentía completamente culpable…por ser un puto egoísta de mierda, cometí esa salvajada asquerosa de serle infiel a semejante…Querubín hermoso. Mi paranoia de esa noche me hizo pensar, que no le importaba, que estaba con alguien más y no le di el beneficio de la duda ni por un segundo. Sentía mi espíritu maligno succionando toda mi felicidad por cagarla así de feo. Por detrás agarre su mano. Estaba frio, era algo aterrador…pero la divinura de este sujeto, me hizo calmarme para poder razonar con el…

-Perdóname tu a mi… - cabizbajo hablaba estando en silencio después de decirle

-tranquilo…el hecho que hayas bailado con todas las chicas del salón, no es algo que me haga enfadar, relájate loco jejejeje

-pero que- lo mire con incertidumbre ¿de que carajos hablaba?

-César me conto lo que hiciste, de nuevo. Creo que se volvió como mi espía informático alias el sapo chismoso cuando no estoy contigo.

-Yo…no

-sé que tomaste David, era tu cumpleaños aunque te sobrepasaste y el gorilón novio de la desquiciada esa de Karen te llevo cargado en caballito. Me pareció lo correcto David, imagínate tu tirado en la calle sin saber donde estas…

Alentó su brazo para ponerlo en mi hombro…era como un traumático. Me temblaban las manos como Tweek el de South Park. Aun por haber hecho el burlesco en mi fiesta, me perdonaba… yo, como pude haberle hecho esto a…el hombre mas extraordinario del mundo. Aspiraba salir corriendo e ir a mi lugar tranquilo pero su abrazo me dejaba aferrado por semejante belleza de persona.

-Cualquier cosa que hagas David…no me importa, con tal de que estés bien, todo esta conforme para mí…sabes que te amo con todo mi corazón, no importa lo que pase.

Era un ignorante de la vida…que ellos no lo distingan me hace tener un dolor corto punzante en mi corazón. Ese letargo de dolencia carcomía mi alma. Todo lo veía reglamentario, como si no hubiera hecho algo que nos perjudicaría a los dos. Antes de que se me concluyera mi respiro de descanso. Me informo de algo importante

-no se si querrás ir a mas fiestas pero….harán una para celebrar la despedida de nuestro último año. Y pues…quiero ir contigo para celebrarlo junto a ti, esta vez si iré. Será en el salón de eventos Drummond, que queda por esos estratos altos jejeje

-pues…solo si no bebemos…estoy es asqueado de ver una botella de alcohol.

-lo que tu quieras bonito, lo que tu quieras. – conforme me acariciaba el hombro gentil y recónditamente

Otra fiesta vaya…que mas podía esperar. Pero no me dejaba de lamentar…quería suicidarme, pero después si cuento de mi desventura, Le partiría el corazón si lo hago. El y yo, nunca tuvimos una relación seria, nunca se cuadro oficialmente, ni yo tuve una novia o un novio aparte de Karen. Solo esperaba que las clases se fueran rápido porque como dije antes…no era un día bueno para mí…

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Llegaba a mi casa fatigoso. El día estaba radiante, sin una nube que despejara el cielo azulado tan caldeante que hacia, los arboles verdes, las calles casi vacías, cerca de pasar vacaciones. Llegue a mi cuarto otra vez para tirarme en la cama así con todo el uniforme para dormir sin que nadie me jodiera la vida. Mi hermanito tenia entrega de notas, pero como era buen estudiante no necesitaba ir a reclamarlas con mi mamá, por eso fue sola. Mi papá tenía día libre así que estaban en la casa. Toño se me acerco tímido como es el para preguntarme una cosa. Mi cara estaba puesta sobre la almohada pero mis oídos estaban bien puestos.

-¿Hermanito?

-hmmm – gemía en mi almohada sin importar lo que me dijera

-¿estas triste? – me preguntaba con cariño

-no… - desprendía de mi cara mi almohada para ver su carita de niño inocente. Agarre su mano

-no Toño… todo esta bien hermanito

-¿fue por lo de mi mamá?

-algo parecido Toño, mira como me regañaron, para que no hagas lo mismo porque te pasara igual que a mi. Se responsable y veras…que todo saldrá bien – le ocultaba todo hasta mi propio hermanito… ¿en que clase de persona me convertía? Era un ser indigno, egoísta y embustero. Deje que fuera a hacer sus cosas sin preocupaciones.

-anda Toño ve a hacer tus cosas, dormiré un rato tranquilo

-esta bien hermanito…eh ¿David te puedo decir algo?

-si

-…te quiero mucho, no lo olvides…

Se me encrespo el corazón por las palabras de mi hermanito. Porque cada cosa que me sucedía, me hacia sentir mas y mas condenado…el karma me manipulaba como un yo-yo, de arriba a abajo sin poder parar. Era una completa montaña rusa de emociones desencadenadas sin yo poderlo mantener o poderlo maniobrar. Toño se fue por ahí a jugar, dejando caer mi cabeza en mi almohada para poder conciliar el sueño y calmar mis pensamientos fuera de lugar por un rato…

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-David, mijo despierte pues…

Mi papá me sacudía abriendo yo mis ojos con dureza. Eran por ahí las 3:30 de la tarde según lo poco que veía de mi radio reloj.

-Mijo, allá lo buscan en la puerta.

-¿si?... ¿quien es?

-no se mijo, no lo conozco, vaya mire haber quien es.

Me levanté lo más rápido que puede. Mi uniforme se arrugo por haber dormido más de dos horas en mi cómodo catre. ¿Quién carajos me estaba buscando? pase por el lado donde estaba mi hermanito jugando con carros observando la televisión marchando directo a la puerta. Me trataba de arreglar el pelo para no salir como un loco psicópata. ¿Mis amigos? ¿Karen? ¿Margie? ¿Alguien del colegio? Solo me deparaba esa persona a una puerta. Apreté el pomo dejando apreciar el aire de la puerta para ver quien venia a buscarme…maldita sea.

-¿Qué putas estas haciendo por aquí? ¿Cómo sabes que vivo aquí? – decía con enojo al ver que-

-¿no estas feliz de verme zarquito? Pensé que lo estarías, Karen me dio tu dirección – con un tono irónico se me dirigía el hijo de puta

Con su traje militar, estaba de guardia, igualito a como me lo encontré en el ejercito. Odiaba esa cara, esa persona la detestaba con todas mis fuerzas. Hubiera preferido andar por ahí vagando como un ebrio al haberlo experimentado con el.

-vamos zarquito… ¿dime si no te gusto? Podemos hacerlo de nuevo, mira la escena morbosa que podríamos hacer tu y yo eh? Tu vestido como inocente estudiante y yo como un militar rudo que te complace…

-¿porque me dices esto? ¿Por qué sigues con esto?... ¡Mierda! eres un maldito, lo que hicimos nunca lo debimos hecho, porque tu estas con mi mejor amiga y yo-

-tienes novio si…tenes un pollito delicioso al que también debe de mamar hasta la chimba como vos.

-¿pero que putas te pasa? – el coraje pasaba por todo mi cuerpo. Apunto de pegarle ahí mismo. No me importaría para nada si me destruía la cara, yo solo quería pegarle y cascarlo como se merece. Respiraba agitado y enfurecido con dolor. Esa puta risita que me daba era para patearle sus putas bolas y coger su fusil de mierda para matarlo con todo su arsenal.

Pero la duda me surgió de repente…

-¿Cómo supiste que yo tengo novio? – le preguntaba sin dejar de mirarlo con irritación

-ese cosito que tienes en la mano, el tal Dieguito debe de ser todo un garmundia. Ese pirobito debe de ser un puto en la cama para mamarle bien rico ese chimbito delicioso

Maldito cabrón de mierda. No podía creer que este tipo me la metió a más no poder. Este militar de barrio lo que quiere es que siga su juego. Pero no caería tan fácilmente, el decirle a Diego que es un puto semental en la cama no me haría caer en sus juegos sucios e infantiles.

-¿sabes que? ¡Ándate pa la mierda! ¡Vos a mi no me vas a joder! – dejaba las cosas claro con el, pero eso no seria suficiente. Aprovecho que yo estaba por detrás cogiendo con fuerza mi brazo aplicándome una llave apoyándose en el muro de la casa. Me dejaba inútil al tratar de salir de su maniobra. Malditos del ejército y sus entrenamientos masivos.

-escúchame pues…esto es lo que vamos a hacer. O vamos a hacerlo en mi casa como la otra vez…o soy capaz de dejarte frente a todos tus amigos como una mierda por el resto de tu hijueputa vida ¿oíste? – me chantajeaba. Era un maligno demonio que me dejo sin ninguna opción. Mis lagrimas estaban a punto de salirse de mi cara nuevamente sin yo poder negociar o algo.

-no…no lo hare…no caeré en tus trucos- decía al tratar de no resistirme a sus imposiciones macabras.

-ay zarquito. Te parto el culo a la fuerza si no colaboras pues. ¿Queres ver como caes bajamente frente a tu mejor amiga? ¿O que el resto de tus amigos te vean como la mierda cagada que eres? jeje ¿a los mariquitas como tu no les gustaría eso cierto? ¡Oíste puta! Hacemos lo que digo cuando a mi se me de la gana, o yo te dejo en el hijo de puta suelo llorando como la rata rastrera que sos.

No… era inútil todo esto. No me dejaba iniciativas para poder huir y tratar de remediar el asunto. No tenía dinero para que me dejara en paz, o algo que no fuera esto para que saliera de mi vida. El solo quería sexo. Sexo, sexo, sexo por todos lados. Me rendí sin poderlo evitar. Su lengua asquerosa lamia el lóbulo de mi oreja asqueado y fastidiado por sus actos despreciables e impuros convirtiéndome en el puto idiota que se dejaba mandar por haber metido las patas.

-esta bien, esta bien, suéltame.

-¿y bien? ¿Harás lo que te diga puto cacorro?

-si… - miraba al otro lado, no quería ver la cara de estúpido al ver que caía como su sirviente sexual por una mísera noche de sexo.

-jejeje así me gusta zarquito ¡así me gusta! Esto es lo que vamos hacer putico. Coge esta tarjeta, yo estoy de turno hasta las 10 de la noche, así que no encontramos en el lugar donde dice la dirección del papelito. A las 7:00 pues, si no vas te jodes ¿o eso es lo que queres?

-no… -hablaba entre cortado. Ya veía venir toda la pesadilla que iba a sucederme. Dejarme dominar de este idiota malparido que estaba chantajeándome por ofrecerle lo único que me quedaba. Mi cuerpo. Perderé mi dignidad por no dejar que todo lo que hice no lo sepa nadie.

-a las 7:00 PM zarquito y lleva ese uniforme que tienes…me encanta verte así como un estudiante cachondito. Nos vemos putico hehehe

Salía campante de la acera de mi casa. Me hundiría. Me aplastaría en lo mas ruin de toda la basura que me esta traspasando en mis últimos días académicos. ¿Como paso esto tan rápido? Todo en una mísera noche se torno de castaño a rojo infierno. Me destine a mi cuarto, agarre mi almohada en mi cara. Apreté fuerte y grite a más no poder. Necesitaba vociferar y sacar todo lo que me dolía. Mi vida se estaba yendo por el drenaje y se pondría infame.

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-6:53 PM

Gaste una parte de mis ahorros en un taxi. Mentí acerca de que saldría a la casa de Javi a hacer un trabajo llevando mi maleta para no causar sospechas, pero la deje en el arbusto al lado de mi casa, solo espero que no se despojen de la maleta. No era tan estúpido de meter mis libros ahí, estaba lleno de papel higiénico. Pero casi no me dejaban salir.

Le pregunte al taxista a donde me llevaba esa dirección…el solo cumplió con llevarme porque unas palabras de su boca me helaron la sangre

-Pobre muchacho, no sabe donde se mete, solo espero que los santos lo protejan.

Sentí pánico. No conocía estos lares. Solo mi cara de duda inquieta observaba toda esa gente extraña y esas calles estrechas por la ventana del carro. Quería irme, salir del carro arrancar hasta mi casa y quedarme ahí hasta el otro día. Mi chaqueta me resguardaba del frio, porque, los pantalones del colegio no me daban calor en lo absoluto.

Mi lugar objetivo era un motel de mala muerte cerca de una calle estrecha en una esquina por un asadero de pollos. El maldito estaba ahí fumando un porro relajado e inteligente a su modo de dejarme a un hilo de morir. Lo que me faltaba, ahora fuma. No falte que sean drogas o puro tabaco asqueroso. Le pague al taxista mirándome con lastima, puede que este en lo cierto. Este día era un completo desastre.

Trate de ir rápido donde él estaba porque ver este barrio me intimidaba mucho. Al verme sonrió maliciosamente como si fuera a ser su marioneta sádica esta noche.

-¡que cumplido eres zarquito! – emocionado al verme tira su cigarrillo a la calle

-¿podemos hacer esto ya? – decía resignado

-claro zarquito, como tu quieras.

Al entrar a ese motel, me senté en una silla mientras el reservaba un cuarto… solo espero que me ayuden los santos que les reza siempre mi madre y que no me suceda nada. Salir de esto ya, si se pasara todo rápido de eso no cabe duda. La gente que tenia al lado me miraba con lujuria. Pervertidos sin oficio. Baje mi cabeza para que dejaran de mirarme. Comencé a sentir turbación, era todo absurdo, quería denunciar a ese engendro de mierda para que se fuera de mi vida. Pero así pagaría yo también. Carlos me chasqueaba los dedos en mi cara. Me enfrasque y me sentí tímido al estar en ese antro de perdición.

-¡tonces pues zarquito! ¡En bombas pues!

Pasábamos a un cuarto pequeño, entramos viendo la cama desaliñada, una mesa de noche, un televisor pequeño, lámpara chueca y un baño con un espejo. Quería sollozar. Era como un perro con correa y el maldito de González me acarreaba. Me agarro del brazo sosteniéndome con fuerza sacando mi chaqueta salvajemente. Se acercó a mi sin poderlo evitar.

-dame un beso zarquito...

Me daba asco verle esa boca…no perdería mi dignidad al hacerlo, aun podía pelear y luchar, gire fuerte mi cara para que no me besara. Dudoso se enmarañado conmigo…al verlo a la cara su puño iba a gran velocidad llegando a mi mejilla izquierda. El dolor fue intenso, los tendones de mi cuello se estiraron fuertemente dejándome lastimada mi cara por su golpe. Mis lágrimas hicieron su efecto. Por mis lagrimales salía más de esa agua salada que me daba sufrimiento y ahogo por lo que hizo.

-se va a dejar a las buenas… ¿o a las malas? Marica de mierda

-no lo hare si me sigues tratando así… -recobraba mi aliento después de su golpe

-creía que te gustaba, ver que te agrado mucho la escenita matutina del marica del mayor, te puso al cien…el cacorro ese se la pasa llamando cabos que le gusten para sus placeres de mierda.

Lo que faltaba…me vio haciéndome una paja viendo al militar y su cabo, era la estocada final para que me tratara como un pordiosero sexual. Me daba asco verlo, pero se abalanzo ante mi sin razón alguna. Se puso de rodillas desabotonando mi camisa institucional. El porte del gorro no dejaba que se acercara mas a mi cara, así que se lo corrió.

-bésame zarquito…si quieres salir de esto rápido, déjate querer de mi…quiero saborear de nuevo ese cuerpecito fibrado…

No sé que es lo que tiene…pero cuando me toca, me hace vivir plenamente el sexo en todos sus colores apetitosos. Sus gruesos dedos palpaban mi pecho llegando tímidamente a tocar su cara…me estaba excitando pero… ¿Por qué? Este tipo me hacia el mal en todas sus formas. Tome fuerzas. Me dirigí a su morena boca y empecé a saborearla con fervor. Entrecruzamos nuestras lenguas fortuitamente llegando yo a desabotonar el uniforme que llevaba quedando en su camiseta verde oliva notando sus suculentos brazos musculosos llenado su camiseta plenamente sin ningún borde salido de sus mangas.

Me deje llevar por sus manos, alzándome quedando sentado en la cama. Al ver que su furia y su maldad se desvanecieron apreciando solo goce y amor hacia mí, pero en una extraña y tierna manera de hacerme sentir tranquilo.

-deja me acomodo mas a ti, quiero que los dos estemos cómodos…

Con cara de estúpido asentía con mi cabeza. Nuevamente le seria infiel a Diego, pero el cuerpo cuando se siente como estoy yo ahora no tiene pensamientos de recapacitación. Mi corazón palpitaba aceleradamente sin parar de mirarme. Se levantaba de la cama dirigiéndose a mis zapatos para quitarlos lentamente quedando en mis medias negras. Sus manos llegaron a mi cinturón para desabrochármelo jalando fuertemente para pasar por cada abertura de mi pantalón colegial.

Presiono mis hombros para masajearlos llegando por detrás de mi camisa para después quitármela quedando con el torso desnudo. Comenzó a besarme otra vez mis labios deseosos de ese sujeto malvado pero a la vez excitante. Se sacaba de por dentro de su pantalón la camiseta militar dejándola por fuera. Pero él quería tenerme completamente tranquilo. Se bajo de la cama mirando yo con mis manos apoyadas por detrás dejando ver su sombra agrandada por la luz naranjada de la lámpara chueca de la habitación.

-Carlos no…

-no sabes cuanto te quiero zarquito…perdóname si me pongo de malas contigo – agachado se desamarraba las botas negras que llevaba. Las ponía a un lado del el mueble del televisor quedando en medias verdes oscuras. Su camiseta iba a una silla que estaba cerca del baño cayendo en caída libre. Otra vez notando claramente sin trago entumecedor en mis sentidos, su cuerpo. Ese cuerpo que veía su cadena militar en ves de su camándula que llevaba si mal no recuerdo.

Llegaba lentamente donde permanecía, aproximándose como un chico deseoso de tener sexo a mas no poder. Buscaba estar conmigo pero del lado sanguinario y poco agradable. Mi mente estaba en otro lugar…no sabia si dejarme llevar por lo que me hacia Carlos o pensar en lo correcto. Pero me relaje gracias a mis pocos profesionales instintos sexuales al ver que estamos sin camisa, solo con nuestros pantalones dispuestos a pasar una noche candente.

-Así con poquita ropa me gustas zarquito…

No dije nada. Mi cara solo estaba seria, pero mis ojos buscaban ese deleite extremo de sentir y saborear todo ese cuerpo maldito. Se amoldó a mí como yo me acomode con Diego esa vez en mi casa. Todo su cuerpo estaba encima mio separado por su brazo sin parar de acariciarnos nuestros cuerpos sedientos de placer intenso. Mi mano iba su cara pasando por los cortos pelos de su cabello. Apreté con fuerza su cuello para acercarlo nuevamente sin perder de vista nuestros ojos con nuestras bocas preparadas para morrearnos.

-bésame… - sin querer hablaba lleno de morbo al tener semejante semental perverso encima mio

Él no se quejo…comenzó a besarme nuevamente acariciando mi cara al rozar nuestros miembros sin percibir perfectamente por nuestros pantalones. Su pelvis se sacudía de arriba abajo desgastando la pretina de nuestros pantalones. Era como si me follara sin follarme, su movimiento me volvía loco. Gemía apreciando mi pene que chorreaba unas gotas por lo excitado que me ponía. Sacudía su paquete tocando los dedos de nuestros pies abrigados por nuestras medias.

Sus dos manos agarraban mi cabeza sin parar de besuquearnos abrasivamente. Mis manos tocaban su grande espalda llegando desde abajo hasta su cuello. Con mis dedos índices podía sentir el collar de bolitas metálicas de su cadena. Sus placas se sacudían en mi pecho siguiendo el ritmo cachondo de esa posición.

Dejo de besarme desabrochando el botón de su pantalón presentándome a su polla escondida en un bóxer gris azulado. El elástico de sus interiores se fue para abajo mostrando ese monstruoso miembro peludo que le colgaba junto con sus bolas. Su mano me agarro la cabeza por detrás mirando yo con mi boca ensalivada sus ojos oscuros.

-mámamela de nuevo zarquito, lo haces mejor que una chica…

No me acuerdo cuando se la mame…pero tener semejante carne al lado, no me redimí y agarre su falo dispuesto a chuparlo como se debe. Su gruesa polla no me cabía por la boca. La sentía grande, era inmensa…pero me enfoque en chupar traviesamente estando de esa manera por varios minutos. Su cadera sacudía mi boca por los impulsos de su pene a mi entrada con fuerza. Por poco me ahogo si no me daba el empuje para respirar, mis manos juguetonas se dirigían a su culo. Para desquitar lo poco que se daba de rabia, baje su bóxer y empecé a darle palmadas a su culo con todas mis fuerzas.

-wow z-¡zarquito! Me gusta cuando te alebrestas. Sigue así zarquito que lo haces delicioso.

Yo seguía con mi rabia sexual. Era la única manera que me podía desquitar con los chantajes de este marica. Critica tanto a estos, sabiendo que es uno pero…no se como esta definido sexualmente. Me deshice de su pene de mi boca y me levante quedando sentado quitándome el resto de mi ropa rápidamente. Quería salir de esto, la pasaba a las mil maravillas, pero me quedaría algo de dignidad y redención por ser un completo puto al hacer esto.

-apuremos esto de una vez ¿quieres? – apurado dejaba toda mi ropa en el suelo quedando completamente desnudo

-¿pero que piensas hacer? – dudoso me miraba extrañado aun en la cama

-que crees…que me dejare hacer…

-Bueno pues, como quieras putico.

El marica de González no paraba de tratarme como su zorra, pero eso si, tiene una magia sexual que era incandescente ante sus encantos. Se quitaba el resto de su ropa dejándose solo las medias ¿era frio o que? Bueno no me importaba, quería estar afuera y dejar que este día se parta y que no suceda nunca más. Pero el maldito de Carlos tenía otras cosas en mente. Su glande se posaba golpeando mi culo pero. Lo sentía limpio

-que ¿Qué tratas de hacerme?

-te voy a penetrar sin nada hehe…

-no, Carlos, no, así no quiero… – me resignaba al tratar de no quejarme hacer sin condón.

-lo harás a mi manera y punto…

-¡no!

-te dejaras y punto ¡puto!

Su polla se fue metiendo sin dejarme acomodar y prepararme para la embestida. Comenzaba a dolerme así sin lubricación. González escupía derecho en mi ranura circular para tratar de que su gorda polla encajara en mi culito. Siempre un pasivo, aunque a veces pasaba del activo pero sin llegar a serlo completamente. Su golpe a mi culo, me dolía más que la vez anterior. Salvo que esta vez lo recordaría. Me sentía despreciable. me daba miedo si en su cuerpo hubiera alguna enfermedad sexual.

Estaba atrapado por las garras sensuales y detractadas de Carlos…no le importaba lo que yo pensaba, no le importaba Karen, ni los demás a su alrededor, solo le importaba mi cuerpo y mi culo para poder dejar sus cosas ahí. El dolor era tremendo y sin protección me sentía como un cachorro indefenso.

Agitaba sin piedad mis extremidades generando mucho malestar a mi cuerpo…un sufrimiento amargo es que te penetren sin estar tu enamorado de esa persona, solo por pura coerción sexual. Su mano se dirigía a mi excitado pene sacudiéndolo para que me corriera inmediatamente. El golpeteo de su pelvis y mis nalgas me hacia correr, iba alternando mis sentimientos, éxtasis y después arrepentimiento, después pasión y luego cólera. Quería que se acabara. Que terminara todo ya y destinarme a pasar otro día de pesadilla. Tenia que contar esto, no me importaba a quien, era el juguete de un militar enfermo de sexo. Toque fondo.

-zarquito. Se me va a salir ya…ufff – jadeaba sin piedad al manipular mi cuerpo.

No me contuve…ver que sacaba esa morcilla hiriente de mi fue como si respirara por los dos lados. Los bordes de mis orificios, ardían, apreciaba como el hueco alado a mi entraba aire colosal e indeseable dolor marchito. Me corrí sin darme cuenta…la intensidad de todo esto se me complicaba mas y mas. Deje los pocos chorros de mi lefa en la cama. Unas gotas calientes caían sin piedad en mi espalda como esperma hirviente. Satisfacía mi cuerpo otra vez, peor mi alma era un nudo doloroso que era difícil de desenredar.

______________

-¿espero que esto se repita eh zarquito? –confidente fumando otro de sus cigarrillos con toda mi ropa puesta, me colocaba mi chaqueta decepcionado de mi mismo. Con mis 5 sentidos bien puestos, caí radicalmente al pozo de los muertos. Era un ser sin emociones especulando por lo que yo mas quiero…y hacerle esto era inaudito.

-si…lo se, lo tengo bien claro – agregaba con inquietud por irme

-ah y una cosa mas… - tramposo me insinuaba levantándose de su puesto dirigiéndose a mi tocando mi pecho

-te quiero solo y exclusivamente para mi…así que ese tal Diego, te vas despidiendo de el… ¿estamos claros?

Maldito gonorrea, jamás haría eso en la vida. Nunca lo haría y nunca lo hare, se comerá sus palabras porque nunca en mi vida dejare de lado a lo que yo mas amo, a lo que mas quiero en todo el universo…mis dientes relucían de rabia, de violencia. Ahogarlo era mi opción para que me dejara en paz y no fastidiarme mas dejándome vivir mi vida tal como la quiero yo.

-¿estamos claros?

No respondí ante mi incandescente rabia maldita. ¿Qué termine con Diego ya? No, que se joda este marica y sus chantajes denigrantes.

-después hablamos…González – Salí rápido abriendo esa puerta yendo rápido al vestíbulo de quinta para salir de ese lugar asqueroso.

-piénsalo David… ¡tu sabes que pasa si no lo haces!- gritaba desde la puerta retumbando esas ultimas palabras en mi cabeza.

Salir rápido de ahí…afortunadamente había un taxi disponible dispuesto a llevarme. Le indique donde me tenia que llevar…era, el viaje en transporte mas largo de mi vida. Tenerlo en las manos, en todo mi ser, en mi mente y ver que lo hare sufrir. Me partía el alma. Esa señal de amor se acabaría prontamente. No, no estará por ahí cuando sepa toda la verdad. Lo echaría de menos, estaría arrepentido súbitamente por todo lo que paso… Te amo, no quiero perderte. Inmensamente hasta el cielo y todas las estrellas te amare. Dejare que mi corazón hable y se pronuncie al decirte toda la verdad. Perdóname fui un idiota y falle, pero sé que no dejare de amarte. De quererte inmensamente sin dejar de amarte. No quiero que sea tarde.

Pensaba lo que le diría cuando se enterara. No puedo olvidarlo así no mas…no puedo renunciar a él. Que me digan que tengo que olvidarlo será imposible que eso pase. Decidí hacer mi parada por la calle que Diego toma para ir a su casa, a tan solo dos cuadras para coger la mochila escondida para no aparentar sospechas de mis padres. Le pague al conductor con lo único que me quedaba de plata…estaba pelado y sin nada.

Al ver que mi trasporte se iba. Mi celular comenzó a vibrar, alguien me llamaba, yo por reacción conteste ágilmente para no perder la llamada.

-¿alo? -preguntaba

- hola…

-hola – saludaba agarrando el celular con mi mano

- ¿Cómo sigues?

-estoy bien, todo esta bien… – Salí rápido por el arbusto a coger mi mochila sin dejar de usar el teléfono puesto en mi oreja. Me lo puse en el hombro apoyado con mi cabeza, a tan solos unos pocos metros de mi casa.

- y ¿donde estas?

-cerca de mi casa ¿porque? tienes algo que decirme porque ya casi llego para poder hablar tranquilamente – decía para dar vuelta para llegar a la puerta de mi casa

- ya, te entiendo...

-¿donde estas tu? – preguntaba acomodando mi maleta

- enfrente tuyo

-¿Cómo? – voltee rápidamente, estaba ahí en la puerta de mi casa. Apago su celular dirigiéndose a mí despacio apagando yo mi celular también guardándolo en mi bolsillo.

Fueron 5 segundos ahí parados, viéndonos sin decir nada. Sus manos se acercaron a mí a darme un cálido abrazo. No decía nada. Solo disfrutaba de su cuerpo, de su ser, de ese ángel hermoso que estaba junto a mi lado sin saber el porqué de su visita.

-Diego…

Al decir su nombre se fijo en mi mirándonos comenzando el a sonreír. Me abrazo fuerte

-te amo David…

Mis lagrimas comenzaban a salir de su hombro...no,no quiero dejarlo ir...

pues varios de mis lectories me dicen que recomoeinde el relato de 7Legolas, pues yo creo que no hay necesidad de recomendarlo porque es uno de los mejores de la pagina. pero aun asi lean su historia porque es entretenida e impactante. ya para el proximo capitulo pasaran cosas em pues...dolorosas. ¿que pasara con Diego y con David? ¿Gonzalez dañara todo para estar a la fuerza con su zarquito? ¿y con que pruebas lo lograra destruir? ... vuelvo y repito a todos mis lectores...no me odien, se que el amor entre estos dos, era extraordinario, perdón si los decepcione pero...ya veran mas adelante

zerosubzero259@hotmail.com si quieren escribirme, o me agregan al facebook. reccuerden que abajo me pueden comentar y dejar sus inquietudes. se les quiere de gratis a todos.