David III

Subo nuevamente la continuación del relato "David" a pedido de un lector. Javier logra convencer a David y lo penetra en un descampado al pie del río...

Vuelvo a subir la tercera parte de este relato, tenía pensado más secuelas pero las abandone...

David III

He conocido a David a través de una página de internet, es un chico delgado, de piernas rectas bien formadas, hombros angostos, cara redonda, ojos grandes y una boca chiquita, rodeada por unos labios carnosos. Mide cerca de 1.65 m, tiene la piel clara y por lo que he podido comprobar luego de tenerlo de espaldas con el culo al aire, es tan lampiño como un niño. Tiene un par de nalgas redondas y duritas que esconden un agujerito chiquito que estoy a punto de desvirgar… Su boca acaba de albergar los 19 cm de verga que cuelgan entre mis piernas, no sin esfuerzo se la ha comido toda hasta casi tener mis bolas dentro de su boca. Lo tengo de espaldas a mí, con el pantalón en los tobillos y el bóxer en las rodillas. Acabo de susurrar en su oído – Quiero penetrarte – y he sentido su cuerpo tensarse. Ajusta las nalgas y se hace para adelante tratando de separarse de mi a la para que me contesta

  • No, no me la metas, si quieres frótate hasta que te vengas pero no me la metas –

  • No te va doler, te la voy a meter despacito - insisto mientras vuelvo a atraer su cuerpo y pegarlo al mío

  • No, en serio, si quieres frótate pero no me la metas, la tienes muy grande, me va doler -

  • ¿Que, va ser tu primera vez? – pregunto mientras sigo frotando mi verga contra sus nalgas y mis manos recorren sus piernas acariciándolas de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba hasta llagar a sus nalgas una y otra vez. Creo conocer de la respuesta, su apariencia inocente no lo hace parecer para nada un entendido en la materia; sin embargo su silencio me deja ver que ya no es virgen.

  • No, no eres virgen ¿cierto?, ya te la metieron…

  • Solo una vez –

  • ¿Quién fue, un primo, amigo del barrió o del colegio? –

  • Un amigo del colegio -

Su respuesta me calienta más y ahora si estoy seguro que no va irse sin llevarse mi leche en ese agujerito que a todas luces parecería virgen.

  • si ya te la metieron de que te preocupas, ya sabes cómo es, te la voy a meter despacio para que no te duela –

  • La tienes muy grande, me da miedo, métemela pero despacio por fas, en serio la tienes muy grande –

  • Anda, tranquilo, ya verás que terminas disfrutando –

Lo empujó hacia abajo y apoyo su cuerpo contra una piedra, abro sus nalgas con mis manos y dejo caer un poco de saliva en su hoyito. Jugueteo con mi dedo índice por sobre su agujero, noto que él está excitado. Lentamente introduzco mi dedo índice en su cavidad anal, él pega un respingo, quiere reclamar, pero no lo hace y mi dedo se abre paso introduciéndose por completo. Se acomoda y lo dejo moverse lo suficiente para que se quede tranquilo, pero asegurándome que no saque mi dedo de su culo y pueda seguir dilatando su ano. Lo atraigo hacia mí y susurro en su oído.

  • Tranquilo, te prometo que no te va doler –

Se relaja mientras mi dedo empieza a sentirse más independiente. Lo hago girar en su interior mientras le beso el cuello, las orejas y mi mano libre recorre su pierna izquierda de arriba abajo, es hora del segundo. Sin retirar mi índice de su orificio, mi dedo medio se abre paso por su huequito,

  • Me duele me duele me duele!!!!!!…

  • ¡Cálmate! -  le hablo con firmeza para que sepa que no hay vuelta atrás. Pero ahora insiste con que ya no quiere.

  • Si quieres te la chupo hasta que acabes en mi boca pero no me la metas, en serio broder, me está doliendo –

  • Cállate y relájate sino te va doler más, espera a que te acostumbres –

  • No, en serio broder, no me la metas por fas –

  • Relájate, ya te vas a acostumbrar – insisto y vuelvo a acariciar su cuerpo con la mano que tengo libre, beso su cuello y juego con el lóbulo de su oreja, la posición es difícil pero consigo calentarlo, lo sé por la forma en que mueve su cabeza levantándola hacia arriba, como si quisiera pegarla a su espalda, cierra los ojos y muerde sus propios labios. Su hoyito se dilata y me permite rotar mis dedos en su interior, reacciona ajustándolo de nuevo

  • Tranquilo, ya está cediendo, ¿sientes como entran y salen mis dedos? Ahora viene lo bueno ya verás que te gustara tenerme adentro –

  • En serio despacio por favor, mira que solo meterme tus dedos me ha dolido ya, eso me va a doler mucho –

Insiste con que le va a doler y sé que es cierto, pero me queda claro que lo desea pues no hace el intento por zafarse. Saco mis dedos de un solo tirón y llevo mi mano a mi verga, remango el prepucio y dejo caer un coco de saliva sobre la cabeza. Tengo una verga bastante pareja, es un poco más ancha en la cabeza, el cuerpo es venoso, ancho y firme y ahora esta tan tiesa como una vara de metal. Coloco la cabeza en la entrada de su hoyito y lo cojo de la cintura con ambas manos. Al tiempo que le empujo mi mazorca lo atraigo hacia mí, la cabeza ha entrado no sin esfuerzo pero ya está adentro.

  • No, no, no…!!!!! sácamela por favor, en serio, sácamela, me duele mucho, sácamela !!!!! –

Demasiado tarde chiquito pienso para mis adentros, si ya tienes la cabeza adentro el resto te lo clavo si o si…

  • RELAJATE!! – le digo mas como una orden mientras me inclino sobre él y acerco mi boca a su oído, - quédate ahí, no te muevas hasta que te acostumbres, no te voy a meter más hasta que ya no te duela – ablando mi tono de voz para no asustarlo

  • No, por fas, en serio broder, me duele –

  • Respira despacio, y cálmate, no te la voy a sacar deja de moverte porque si se sale te la meto toda en una –

Obedece mis indicaciones, respira y siento que se va calmando y su hoyito se va relajando también.

  • ¿Ya te acostumbraste? – le pregunto con sincero interés, tengo claro que si llega a zafarse no podré volver a metérsela por más que quiera hacerlo.

  • Si – es todo lo que recibo por respuesta y lo único que necesito saber, de un solo empujón termino clavándole el resto de mi verga o casi todo, me guardo unos centímetros para el final.

  • Auuuuuuuu!!!! nononono!!!! para para!!! – grita a la vez que tira el cuerpo hacia adelante tratando de zafarse de mi verga pero es inútil, lo tengo bien cogido y lo único que consigue es que se la meta más a lo que responde con un nuevo

  • Ayayayayay !!!!! nononono!!!!! –

  • Ya la tienes toda adentro, ahora clámate hasta que te acostumbres de nuevo, me dices cuando esté listo –

Respira acelerado, tratando de relajarse

  • uuuuffff, uuufff, uuff, me duele mucho – está al borde de las lágrimas, lo puedo ver en su rostro y lo siento en el tono de su voz.

  • ¿quieres que te la saque? –

  • uuff,uuf, nooo, noo -

  • que bueno porque no lo iba a hacer, ya te estas acostumbrando a tenerme adentro, me avisas cuando estés listo –

Se queda callado y vuelve a respirar, ¿se acordó y aprende rápido o su amiguito del colegio se lo ha comido más de una vez? No espero a su indicación, en cuanto siento que su respiración se tranquiliza empiezo a moverme dentro de él, saco un poco la verga y se la vuelvo a meter, despacio, un poquito más afuera y de nuevo adentro, veo la expresión de dolor en su cara, ajusta y cierra los ojos, los abre y espera, lo tengo cogido de la cintura, el sigue inclinado hacia adelante y yo de pie detrás de él comienzo el mete saca cada vez más rápido, mi verga sale de su ano ahora casi en su totalidad y vuelve a meterse perdiéndose casi por completo en su orificio, David ahora emite pequeños jadeos y aunque en su rostro aún se refleja un atisbo de sufrimiento con cada embestida, el dolor ha dejado paso al placer, ahora lo penetro con energía, levanto su cuerpo y pego su espalda a mi pecho, acaricio su pecho, besos su cuello, sus hombros, mis manos lo tocan sin reparos, estrujo su pecho con violencia, contorneo su cintura y de nuevo regreso sobre su abdomen para comenzar otra vez al paso que mi verga lo embiste sin piedad. Ya no se queja, solo lo disfruta al igual que yo, estoy al borde del orgasmo, acaricio sus huevos y le toco el pene por primera vez, da un respingo y jadea con más fuerza, el momento se acerca y quiero disfrutarlo al máximo, lo vuelvo a inclinar hacia adelante para asegurarme que mi verga lo penetre por completo lo tomo de la cintura y doy un par de nuevas y potentes embestidas, sus jadeos se mezclan nuevamente con quejidos de dolor, esta vez mis huevos se pegan a sus nalgas en cada enculada que le doy, la cual acompaño con un leve gemido, - uhmm, uhmm -, estoy a punto de reventar, y lo pego hacia mi jalándolo por la cintura, me muevo dentro de él y termino con abundantes chorros de leche caliente que dejo en su interior, mi verga da dos respingos más expulsado lo último de leche que me queda al tiempo que me desplomo sobre su espalda.

Salgo de su interior y casi al instante él endereza el tronco, mi leche resbala por su entrepierna, y la suya se chorrea por una piedra, no sé en qué momento se vino y la verdad me importa poco, lo he disfrutado muchísimo y el también, tengo puto para rato es en lo único en lo que pienso ahora.

Nos limpiamos con un pedazo de papel higiénico que David trae en su bolsillo, no dejo de preguntarme si vino preparado. Nos sentamos y charlamos un rato, reconoce que le gusto pero que al principio le dolió demasiado hablamos de otras cojudeces. Es momento de irnos, son casi las 9 de la noche y mi ceniciento tiene colegio mañana, quedamos en venos de nuevo para repetirla. Caminamos de regreso por el mismo sitio por donde llegamos mientras me cuenta que el chico que se la metió es dos años mayor que él, está en su mismo grado, pero ha repetido al menos un par de veces. Por la descripción es el típico matoncito del barrio, su nombre es Angel. David me cuenta que lo molesta en el colegio, le mete la mano cada vez que puede, lo puntea delante de sus amigos y le ha dicho todos que es un maricón y que tengan cuidado. Lo extraño es que por las noches lo llama a su casa para metérsela de nuevo.

Me éxito con la idea de ver a David sometido por otro adolescente, me excita la idea de ver como Angel se lo folla sin piedad, me imagino fallándolo entre los dos o follármelos a ambos ¿por qué no?