Dany – tercera parte felipe

Dany, sumisa de Martina, conoce a Felipe, quien le hace conocer el rigor y el placer de una buena fellatio

DANY – TERCERA PARTE

FELIPE

Por la mañana, luego de una ducha reparadora, Dany acompañó a su ama a desayunar, caminando a su lado, silenciosa, tal como era el gusto de Martina. Camila apareció en forma inmediata, trayendo en una bandeja el desayuno, aprovechando la ocasión para mirar con desprecio a la niña.

Antes de marcharse a sus ocupaciones Martina dejó instrucciones a sus dos sumisas, delegando en Camila la responsabilidad y supervisado de Dany. Esto le causó cierto temor a la niña, ya que Camila no le brindaba nada de confianza.

Mientras Martina se encontraba en su trabajo recibe el llamado de su amigo Felipe, quien le anuncia que habiendo regresado de un viaje de placer, extrañaba las veladas nocturnas en su casa.

  • Felipe, yo también te estaba echando de menos, porque no te vienes a visitarme, tengo una niña que quiero que conozcas y me des tu parecer, a ver si me orientas en lo que respecta al adiestramiento que le estoy haciendo.

  • Regio Martina, pasaré a la noche después de la cena, mientras tomamos una copa, me enseñas a tu niña y yo te doy mi parecer.

Felipe era un prestigioso empresario, de 45 años de edad, de contextura física robusta, no era un hombre atractivo físicamente, su atracción la ejercía mediante su conversación o su cuenta bancaria. Además tenía una característica que lo hacía irresistible ante las mujeres (y algunos hombres también) que era la medida de su miembro viril, esta situación corría de boca en boca y muchas morían por verificar ese don.

Esa noche después de la cena, se hizo presente en casa de Martina, quien lo aguardaba en la comodidad de su living, asistida por Dany y servida por Camila.

Fue Camila quien fue a recibir al caballero que venía de visita, llevándolo hasta el living en donde esperaba Martina junto a su chiquilla. Hubo intercambio de saludos y comentarios gentiles por parte de Felipe. Martina hizo un gesto con su mano, indicándole a Dany que se acercara para presentársela a su invitado. La niña concurrió al instante, colocándose al costado de su ama, en frente de Felipe, con su cabeza agachada, situación ésta que era espiada desde el acceso al living por Camila, con ojos maliciosos.

  • Esta es la niña que te mencioné hoy Felipe – dijo Martina, tomando del antebrazo a Dany y haciéndola adelantar como si fuera a exponer un animal en una feria.

Dany quedó sorprendida por el trato humillante de su ama, ya que había pensado que la presentaría al caballero como su asistente personal. Claro que Dany distaba mucho de ser la asistente personal de Martina, para ella, Dany era su esclava, la niña que había sometido recientemente.

Felipe no dudó un instante en acercarse mas a Dany, para mirarla detenidamente, incluso estiró una de sus manos, para acariciar y palpar la dureza del brazo de la pequeña.

  • Es una hermosa niña, se la ve saludable, su piel es suave y su carne está firme dada su juventud y la vida que ha llevado hasta ahora. Le revisaste la dentadura? – Felipe había hecho una evaluación preliminar del estado físico de Dany, interesándose por el estado de la dentadura – tu sabes que si tiene problemas dentales, tal vez tengas que desprenderte de ella – le hablaba a Martina de la niña, sin dirigirle la palabra a Dany.

  • Tiene buen aliento, eso es un índice del estado de su boca, pero tienes razón, mañana lo llamo al dr. Fernandez, para que venga a revisar a la muchacha – acotó Martina.

  • Me parece muy bien Martina, a veces uno se encariña con estas criaturas y termina siendo pérdida de tiempo.

  • Me disculpas Felipe, voy a ordenar la tarea de Camila que está un poco atrasada, estás en tu casa, ya lo sabes, jajaja – Martina, a propósito se retiró para permitir a Felipe que avance sobre Dany.

  • Gracias Martina, eres muy gentil – contestó Felipe, mientras Martina se alejaba, mirando fijamente a Dany, le hizo señas con su dedo índice que se le acercara.

Dany presintió que algo podría sucederle a ella, al sentir la risita cómplice de su ama, tímidamente se incorporó y se paró enfrente de donde estaba sentado Felipe.

  • Ponte a mi lado chiquilla – haciéndole señas para que se parara al costado de su sillón, una vez que Dany lo hizo, él estiró su brazo y con su mano recorrió descaradamente la pierna derecha de la niña, subiendo hasta su cola.

  • Hey que hace, señor – se quejó Dany, retirándole la mano a Felipe.

  • Ah, esto quiere decir que todavía Martina no te ha dado educación suficiente, está bien, ven, arrodíllate acá enfrente de mi sillón y mírame a los ojos que te voy a decir lo que tendrás que hacer.

Dany estaba totalmente desconcertada, no sabía si obedecerle a Felipe o salir corriendo, el miedo pudo más y terminó arrodillándose frente a Felipe.

  • A partir de ahora me vas a considerar tu amo, me entiendes chiquilla?

  • Si Señor – respondió Dany

  • Ok, nos vamos entendiendo – Felipe abrió sus piernas y se acomodó mas relajadamente en el sillón, antes de continuar con Dany – dime quien soy yo.

  • Usted es mi amo, Señor – respondió Dany

  • Muy bien perra, con mucho cuidado y delicadeza, vas a desprender mi pantalón, buscarás dentro de él hasta encontrar mi verga, la vas a sacar y me la vas a chupar hasta que yo te diga basta, entendiste puta? – su directiva comenzó en un tono de voz bajo y terminó a los gritos, aturdiendo a la temblorosa Dany, quien ignoraba que tras la puerta Martina y Camila, se abrazaban y festejaban lo que le sucedía a la niña.

Dany se había quedado dura del miedo, nunca había tocado a un hombre que no fuera por sobre el pantalón y ahora tendría que hacer lo que había visto solo en alguna película porno alquilada con amigas. Ante esa falta de movimiento, Felipe perdió la compostura y estrelló su mano abierta contra el rostro de Dany, que cayó al piso de espaldas.

  • Cumple la orden que te he dado o te voy a dar una paliza que no olvidarás por mucho tiempo – le gritó Felipe desde su cómodo sillón.

Dany llorando desconsoladamente por el dolor del cachetazo más el dolor moral por lo que le estaba sucediendo, se lanzó sobre el hombre a cumplir con la orden dada.

Era tanto lo que lloraba que sus lágrimas mojaban el pantalón de Felipe, lo que provocó además de todo lo que le estaba pasando a Dany, que éste le recriminara el mancharle el pantalón con sus lágrimas.

  • Ahora mejor quítame el pantalón, así me chuparas la verga y los huevos hasta que te llene esa boca con mi leche calentita, hazlo ya puta de mierda.

Pero antes que nada, responde lo que te he ordenado.

  • Si  sssi Señor, eso haré – Dany cuando vio el tamaño de la pija de Felipe quedó aturdida, era muy grande, rosada, el prepucio tapaba la mitad de la cabeza de la verga. Ella la tomó con una de sus manos, apoyando la otra mano en la pierna del hombre, cerró los ojos, abrió la boca y se metió la verga adentro.

Al principio sintió arcadas, ganas de vomitar, se sintió descompuesta, pero eso fue algo nervioso, cuando recuperó la normalidad de su pulso, si dio cuenta que finalmente no era tan grave chupar una pija, hasta podía llegar a sentirle un gusto agradable, algo bueno había podido percibir y era que la verga no tenía olor desagradable. Además estaba tibia y por eso se animó más y empezó a mover su lengua que tenía escondida al fondo de su boca y a pasarla por el tronco que tenía dentro de su cavidad bucal.

Dany notó que esa verga crecía mientras ella pasaba su lengua, llenando de saliva toda su superficie. Y entonces se animó mas, siguió con su lengua hasta la cabeza, el glande, pasando la lengua por todo su contorno, luego se sacó la verga de la boca y la miró, tiró de la piel hacia abajo y la cabeza salió entera, abrió grande la boca y la volvió a tragar y nuevamente se la sacó de la boca y la tragó y la sacó y comenzó con un entre y saca y acarició suavemente los huevos y se animó a lamerlos y porque no a chuparlos y le encantó chupar esos huevos, pero quería mas pija, por lo que volvió a tragarla y la sacó de la boca y mirándolo a Felipe le dijo:

  • Señor, me gusta chuparle la pija – y enseguida de esa licencia se volvió a meter la pija en la boca y al levantar su vista, percibió que su amo estaba sonriendo, por su ocurrencia seguramente o por lo bien que le estaba chupando la verga.

  • Chupa chiquilla, sigue que te voy a acabar, mmmm anda chiquilla, te voy a llenar la boca con mi leche, vamos mmm anda putita chupa chupa mmmmm – y Felipe poniendo las manos en la nuca de Dany, aceleró el movimiento de entre y saca hasta que lanzó su primer chorro de leche, que provocó que la niña se atragante y luego vino otra oleada de semen calentito y un poquito mas y mas, hasta que Dany sintió que Felipe le acariciaba la nuca en clara señal de que había quedado satisfecho.

  • Glup, mmmm, me gusta Señor, glup su leche, tiene rico gusto, mmmmm.

  • Pero que está pasando acá con mí invitado – Martina que había estado espiando lo que acontecía, cuando percibió que Felipe había acabado, entró para recibir el parecer de su amigo respecto de su esclava.

  • Pues Martina, creo que a esta chica la tendremos que educar esmeradamente, por el trato que me ha dado recién, puedo asegurarte que saldrá muy buena. Veremos como se comporta mas adelante – mientras esto le decía, Dany seguía lamiendo la zona en busca de mas semen, lo que le había parecido delicioso, Felipe la apartó haciéndole nota que ya debería retirarse de su lado.

Felipe se paró totalmente desnudo de la cintura hacia abajo, como si estuviese completamente solo y comenzó a tomar una copa, charlando de una y otra tema, hasta llegar al punto de acordar con Martina, que en la próxima reunión podría llevar a su niña, para que se vaya adaptando a la convivencia con otros amos y sumisos, ya que hasta el presente el mundo de Dany era muy pequeño y acotado. A juicio de Felipe la niña merecía un voto de confianza, por lo rápido que a su juicio ella se adaptaba.

A todo esto, había algo que tenía intrigada a Dany: porque no se vestía este señor. Pronto se daría cuenta que no había terminado aún la noche para ella.

  • Que tal Martina si nos trasladamos a tu estudio? – preguntó sarcásticamente Felipe.

  • Me parece muy buena idea, de paso se lo haremos conocer a Dany, tal vez le guste, jajaja – la risa de Martina, fue compartida por Felipe y Camila, desde afuera del ambiente, se re-lamía, pensando en lo que se venía para Dany.

Felipe, en el estado de semidesnudez en que se encontraba, tomó del brazo a Martina y caminó hacia el estudio. Dany se dio cuenta que se dirigían para un sector de la casa que ella no conocía, no iban al estudio en donde funcionaba el taller literario, esta situación la puso recelosa, presintiendo que algo mas podría sucederle esa noche. Martina se adelantó, Felipe tras ella, luego Dany y por detrás, cerrando el paso, Camila.

Ingresaron por una puerta que parecía ser de una alacena, en realidad era una puerta trampa, desde allí partía una escalera hacia abajo hasta un sótano, en don funcionaba el estudio. Se abrió una última puerta al final de la escalera, se encendieron las luces y la sola vista del ambiente y su amoblamiento, hizo erizar la piel de Dany. Había una mesa grande de madera, rústica, sillas haciendo juego, las paredes eran acolchadas y no había una sola ventana, el piso era alfombrado, en un rincón había lo que podría ser una cama, en donde cabrían diez personas aproximadamente. Descubrió un cilindro del tamaño del lomo de un caballo, colocado en forma horizontal, con agarraderas laterales, había también un sillón tipo ginecológico, con posaderas para colocar los pies, dejando las piernas abiertas y levantadas. Observó un perchero con ropas, fustas, látigos, esposas, muchos elementos para aplicar castigos, hacer ataduras, tormentos, etc.

Dany no tenía permitido hablar sin el permiso de sus amos, igualmente, de haber tenido permiso, hubiera enmudecido. Se sobresaltó más, cuando sintió el cierre de la puerta, porque volvió a pensar en que algo se avecinaba.

  • Comenzaremos con una sesión de adoctrinamiento, que Camila ubique a la perra en el cilindro – Felipe daba directivas a Martina.

Camila, al sentir estas palabras se adelantó hasta donde se encontraba Dany, la tomó de uno de sus brazos, tironeándola para que la siguiera.

  • Quítate toda la ropa rápido, sin preguntas, arrójala contra la pared – Camila era una auténtica resentida, siempre malhumorada o cargada de sadismo, aplicaba el rigor a Dany que anteriormente le habían aplicado a ella.

  • Rápido te he dicho, puedo golpearte si no obedeces.

  • No lo hagas, lo estoy haciendo rápido.

Una vez que la niña estuvo desnuda, hizo que se acostara sobre el cilindro, boca abajo, con las piernas abiertas, una a cada lado, las manos hacia abajo, su cuerpo debería quedar al borde mismo de la terminación del cilindro. Una vez que Camila consideró que estaba correctamente ubicada, procedió a atar las muñecas y los tobillos a unas asideras que había en el cilindro. Con Dany completamente inmovilizada, Camila tomó un pomo de gel lubricante y lo oprimió en el comienzo de la raya de la cola. Con una de sus manos esparció el gel por las nalgas, la raya, pasando por el ano y llegando hasta la concha, colocó mas gel y repitió la operación, introduciendo un dedito en el ano, adentro y afuera, rapidito y luego en la concha, volvió a colocar mas gel y a repetir lo hecho, pero ahora el dedo entraba todo en el ano y mas de un dedo en la concha. A cada entrada del dedo en uno u otro agujero, Dany pegaba un gritito, que Camila acallaba diciéndole que se guardara los gritos para cuando los necesitara en serio, que ella estaba dilatándola y relajándola, para lo que le harían luego.

A todo esto, Felipe y Martina, se encontraban sentados tomando un trago, Felipe ya se había desnudado totalmente y de tanto en tanto manoseaba a Martina, que recibía con agrado las caricias de su amigo. Así estaban cuando Camila le hizo saber a su ama, que la pequeña Dany se encontraba preparada de acuerdo a lo solicitado por los amos.

Felipe se paró de un saltó, para acercarse a mirar a la pequeña Dany, una vez a su lado, con un gesto le indicó a Camila que debía ocuparse de su verga, de rodillas sobre el piso Camila procedió a chuparle la pija.

  • Si Señor, mmmm mmmm splasss mmmm – Camila sabía bien lo que tenía que hacer, debía ponerle la verga bien dura, para que penetrara a Dany. Cuando Felipe sintió que la dureza era óptima, le indicó a Camila que debía lubricársela con el gel, cosa que la mucama hizo diestramente. Felipe ya listo para la batalla, se dio vuelta, para encarar con su verga el culo de Dany, ésta esperaba que la verga le entrara por su concha, pero no fue así.

  • A ver perra, como te portas ahora – decía esto y apoyaba la cabeza de su verga en el orto de Dany.

  • No Señor, no lo hice nunca por ahí, por favor, nooooo, por adelante Señor, hágalo por adelante, por favor Señor.

Felipe se retiró, como haciendo caso de las súplicas de Dany, pero fue para autorizar a Camila, a que pusiera las cosas en su lugar. Así fue que Camila, tomó un látigo y lo descargó con furia sobre las nalgas de Dany.

  • Ayyyyy ayyyyyyyyyyyyy noooo, no me peguen por favor.

Y otro latigazo volvió a caer sobre las nalgas y otro más, hasta que Felipe detuvo a Camila, porque de ser por ella, hubiera seguido hasta desangrar a la niña. Dany, lloraba y se contorneaba con furia, histeria y mucho dolor. Martina, sentada en un sillón se masturbaba con un vibrador, excitada por el espectáculo que Camila y Dany protagonizaban, hasta que al notar que Camila quedaba desocupada, la hizo ir a su lado para que chupara su concha, dejando de lado el vibrador, mientras se deleitaba viendo el cuerpito entregado de Dany.

Felipe volvió a acercarse a Dany, su verga había crecido más con los golpes que le aplicaron a la niña, así que solo fue apoyar la pija en el culo, presionar suavemente y la cabeza entró sin mayor dificultad.

  • Ajjjjjj ahhhhh aiiiiiii, me duele, me duele todo, snif snif – lloraba y lloraba la niña ahora con la pija de Felipe entrando en su culo, desvirgándolo.

  • Shhhhh, basta, ya la tienes adentro, ahora la tendrás toda, mmmmm, siii.

  • Nooooo, ahhh aiiiii, me está matando Señor, sáquela  por favor, no aguanto mas, es mucho dolor, ahhhhh ajjjjjj ajjj noooooo, por favor.

  • Calla puta o te hago azotar de nuevo, aguanta – gritó desde su posición Martina, teniendo siempre la atención permanente de Camila entre sus piernas.

Cuando Dany sintió los huevos de Felipe golpear sus nalgas, se dijo, ya está, entró toda, se terminó y comenzó a relajarse, a ordenar su respiración y hasta se podría decir a sentir un mínimo de placer.

Dany empezaba a comprender como el dolor y el placer se hermanaban, como uno y otro, le llegaban de la mano. Como recibiendo dolor, se hallaba mucho placer.

El entre y saca de Felipe en el culo de la niña, fue de menor a mayor, las embestidas finales eran muy fuertes, se sentía perfectamente el golpeteo del cuerpo de hombre sobre el de Dany.

  • Ahhhh sii, ahora si, me gusta Señor, póngamela toda Señor, soy suya Señor, mmmm – Dany disfrutaba del empalamiento a que estaba sometida, lo que hacía que Camila se pusiera rabiosa, no concentrándose en lo que Martina le había ordenado, por lo cual recibió algún que otro coscorrón, a modo de correctivo.

  • Entiendes puta, porque debes obedecer a tus amos, somos nosotros los que sabemos que es bueno y que no – decía Felipe mientras la golpeaba con pijazos fuertes, que llegaban hasta la profundidad del culo de Dany.

  • Si Señor, prometo no contradecirlo mas, ahora hágame lo que quiera, soy suya, Usted me gusta mucho Señor.

  • Ya cállate, puta, que te quiero acabar, eres una perra, mmm ahí va, ahí va, toma puta, traga la leche por el orto, trágala.

  • Si Señor, siento su leche, démela toda, mmmm – Dany sintió perfectamente cual si fuera una enema, la leche tibia que llenaba su orto, luego cuando Felipe le sacó la verga del culo, sentía una cosquilla cuando esa misma leche se le escurría por su orto ahora bien abierto, le chorreaba por la raya hasta las piernas y de ahí al suelo.

Dany terminó gozando mucho la rotura de su culo por parte de Felipe, cuando Camila la soltó, se llegó hasta donde se encontraba Felipe y pidió permiso para besar sus pies, permiso que le fue concedido. Mientras ella hacía esto, Felipe no tuvo mejor idea, que orinarle en la cabeza y cuando la niña miró hacia arriba para ver de donde venía ese líquido caliente, éste la orinó en la cara.

Pero no dijo nada Dany, ni un comentario, esperó que Felipe terminara de mearla, para ir a buscar un trapo y secar todo.

Cuando Felipe se retiró, Martina subió a su cuarto seguida de su sumisa Dany, en tanto Camila ocupando su rol de sumisa mucama y cocinera, debió dedicarse al orden y aseo de todo aquello que estuviera fuera de lugar, para no enojar a su ama.

Ya en el cuarto de Martina, Dany como de costumbre procedió a desnudar a su ama, masajeando sus pies para darle relax, ayudándola a acostar y acompañándola hasta que quedara dormida. Muchas veces Martina fingía estar dormida para aprovechar a espiar los movimientos de Dany, cuanto tiempo se quedaba en su compañía, si curioseaba algo antes de retirarse a su cuarto, ya que en alguna oportunidad una sumisa suya tuvo el descaro de revisar sus pertenencias, hasta que sorprendida por ella fue castigada de un modo cruel, para luego ser vendida en las reuniones de remates.

Estas reuniones hacían que se junten muchos amos acompañados de sus sumisos, alguno de los cuales se ofrecían en remate al mejor postor, para alquiler o venta, según sea la conveniencia. Martina tenía la idea de llevar a su niña a la próxima reunión, para que ésta sociabilice con otros sumisos y vea con sus propios ojos los alcances de estas subastas.

A Dany este tema le inquietaba un poco, por algunas conversaciones que había mantenido con Camila, quien haciendo gala de su personalidad sádica, aprovechó para inventarle historias de sumisas y sumisos, que fueron alquilados o vendidos a otros amos, mas perversos, lo que hizo estremecer a la niña. Esta a su vez no se atrevía a preguntar a su ama, en carácter de que ella iría a esos remates, si para compañía de su ama o para ser alquilada o vendida. Todo esto pensaba Dany y estos pensamientos, le impedían conciliar su sueño.

Esta es la tercera entrega del relato que escribo de Dany, una chica latina y que ha de continuar.

Marcela ( marce459@live.com.ar )