Daños colaterales.3.Resaca y remordimiento

Unos sabios consejos de Oliver, hacen recapacitar a Alba. Nadie aprende por cabeza ajena y Oli comienza a tener ganas de jugar.

A la mañana siguiente mi cabeza y mi cuerpo exhumaban cerveza pero, yo ya conocía el remedio. Mi chándal y a correr, eso siempre me hacia resucitar.

Al volver después de mi carrera matutina, me di cuenta que eran las ocho y media y la habitación de Alba seguía vacía, se me cortó el rollo radicalmente “Ya iba a empezar la “niña” a dar problemas”…Cogí el móvil para llamarla, estaba preocupado pero, justo entonces sonó el timbre.

Abrí la puerta y ahí estaba lo que quedaba de la “muñeca” que salió de mi casa.

Descalza, con varias manchas de bebida en su vestido blanco, los zapatos en la mano y el maquillaje corrido, desprendiendo una mezcla de olor a tabaco y alcohol que anulaban por completo el de su perfume.

-        ¿Te he despertado? – balbuceó con la voz aun afectada por las copas.

-        No. Acabo de llegar de correr pero, creo que te di unas llaves para algo Bicho. – le dije sonriéndole y burlándome de ella mientras me giré yendo para el salón.

-        Uuuuf, ¡Qué mala cabeza tengo! Tienen que estar aquí en el bolso…Y yo sin querer venirme antes para no tenerte que despertar…

-        Ja, ja, ja. ¿Esa es tu excusa? ¡Malísima! ¡A mí no me la das!

-        Pero de verdad Oli, yo quería venirme antes pero,…

-        A ver, no puedo menospreciar tu excusa pero, no cuela…esto está todo estudiado. La excusa es buena, está currada. El problema es que, yo soy lo suficientemente viejo para no salir de marcha todos los fines de semana pero, lo suficientemente joven para no creérmela. Jajajaja. No tienes porqué llegar temprano, ni poner excusas,…Solo tienes que cuidarte y no darme tarea. Es fácil.

-        ¡Eres el mejor cuñado del mundo!- dijo dándome un beso.

-        ¡No me hagas la pelota, anda! Y date una ducha, hueles a tasca…- dije para picarla.

-        ¡Oyeeeeeeee! Que tu no hueles a gloria ¡Hueles a macho ibérico! ¡Ahí, todo sudado!

-        Ja, ja, ja al menos es de correr, y no estoy pringoso de vodka y refresco.

-        Bueno, luego me ducho. Tú primero- dijo agazapándose en el sofá y encendiendo la tele.

-        De eso nada. Que te quedas dormida en el sofá. ¡Venga a la ducha!

-        Siiiiii, papaaaaaaa- dijo a modo de cancioncilla pero, no se metió al baño sino para el dormitorio. Me vi obligado a seguirla, no podía permitir que se durmiera así.

-        No te acuestes así. Venga a la ducha…- dije ya bastante serio.

-        He venido a coger un tanga, dijo mostrándomelo con cara de indignada y un pijama- continuó, enseñándome un camisón de panteras rosas en la otra.

-        Pues ¡A ducharte rapidita, que después voy yo!- salió del dormitorio negando con la cabeza y los ojos en blanco en señal de protesta.

En la puerta del baño se volvió y mirándome me dijo burlona.

-        Si tanta prisa tienes por ducharte. Dúchate conmigo y así ahorras tiempo y agua.

Y cerró de pronto sin darme opción a responderle aunque, tampoco creo que hubiera podido.

Creo que ella tampoco pensó mucho lo que soltó, era de coña evidentemente pero, más bien no pensó a quien se lo soltó.

Coqueteó entre bromas conmigo, como si yo fuese cualquier otro chico.

Eso me hizo sonreír y resurgir un poco de la miseria puretona en la que yo mismo me había sumido. Me subió la moral sin proponérselo.

De nuevo Alba, causaba en mí emociones que cualquiera no logra sacar ¡Adoro a esta niña!

Un poco más despabilada y tímida tras la ducha, se fue a la cama y yo me metí en el baño.

Olía a su champú. Su tanga sobresalía un poco del cesto de la ropa sucia,…mi baño se había impregnado de ella y vino a mi mente la imagen de su coñito rosado.

Quise deshacerme de ese pensamiento pero, empezaban a refrescarse los detalles de su perfección en mi cabeza.

Mi mente traidora quería saber también como serían sus pechos, como sería enjabonarnos en mi bañera,…yo intentaba pensar en otra cosa y sin embargo mi polla iba a reventar la goma de mis bóxers mientras me afeitaba.

Hice un gran esfuerzo para ducharme sin masturbarme y justo cuando me envolví la cintura con la toalla, la puerta del baño se abrió como si hubiera entrado un huracán. Alba entró como un rayo a vomitar en el W.C.

Me limité a sujetarle la frente mientras ella descargaba todo el alcohol que había bebido esa noche, entre quejidos y lamentos.

Jurando que no volvería a beber, mientras yo la consolaba.

Cuando logró recuperarse y lavarse los dientes, aun con los ojos enrojecidos y lagrimosos intentó disculparse…

-        Es que cuando me acosté todo me daba vueltas y…

-        Ya, ya no hace falta que me lo expliques Bicho, se lo que es vomitar de borrachera…jajajajaajajaj

-        Oye no te rías de mi…

-        ¿Yooooo?- me burlé

-        ¡Qué estoy malitaaaa!

-        Ja, ja,ja. Si estas malísima ya lo veo peeero, haberlo pensado antes de la copa número ocho, nueve, diez,…

Ella me miró con cara de culpabilidad, yo seguía solo con la toalla enrollada en la cintura y notaba que se estaba fijando en mi cuerpo. En ese momento agradecí que el susto de verla así me hubiese bajado la erección.

-        Bueno, si estás mejor podías irte ya a la cama ¿no?

-        No, a la cama no Oli, que me da vueltas…Yo al sofá. Con Niam y contigo, no me dejes sola. Que estoy malita.

-        ¡Pero, bueno! Parece que me he traído a mi prima de ocho años a pasar el fin de semana. Venga a la cama o al sofá, donde quieras pero, deja que me vista.

-        Es que solaaaa,…me tiemblan las piernas.

-        Está bien, mira para otro lado me voy a poner la ropa y nos vamos al sofá.

-        Ja, ja, ja. ¿¡Mira para otro lado dices?! ¿En serio? Jajajajaja No creerás que me voy a asustar. No va a ser la primera que veo…

-        Bueno, eso es seguro pero, también estoy seguro que de esta envergadura no hay muchas por ahí…- Me burlé vacilando, siguiendo su rollo.

-        ¡Joder cuñado! Pues entonces me voy a girar pero, conste que es en contra de mi voluntad…

Ambos reímos, estaba aun colocadilla y seguía coqueteando, y yo reconozco que disfrutaba del rollito.

Prácticamente la arrastré al sofá, la cubrí con una manta y me senté al lado de ella prestándole a Niam para que se acurrucase con él.

Alba se durmió mientras yo le acariciaba la cabeza, y yo aproveché para salir con Fernando a tomar unas cañas al medio día, como cada sábado.

En el bar de siempre, estaban Fernando y Ginés, con sus respectivas cañas. Ambos con unas gafas de sol de último modelo que les cubrían media cara, intentado camuflar sus caras resacosas de recién levantados.

-        ¡Vaya caretos tenéis los dos! ¿La noche fue larga, eh?

-        Te dije que te vinieras Oli- vaciló Fernando- ¡Qué niñas!

-        Me quedé a gusto en casa con unas kulmbacher…

-        Lo que yo te diga Ginés, este es un puretón. – ambos rieron.

-        Pues, nos encontramos a tu cuñadita con Paulita. No veas con Paulita, las invitamos a unas copas y demás pero, esa Paulita es calentita tela. ¡Y qué tetazas ha echado!

-        ¡Tío que la conoces desde que era una cría! Que iba a la primaria con Alba. No respetas nada, macho.

-        Mmmm, pues hablando de Alba. Ginés ayer dio un paseito con Alba pero, vamos pasearon y lo que no es pasear.- Ambos chocaron sus manos en señal de complicidad. A mí me sentó como una inyección de arsénico en la mismísima yugular. Fernando siguió…- Se fueron a mi coche los dos y bueno, bueno…Ya lo demás que lo cuente Ginés porque yo no estaba pero, desde entonces no se le quita esa sonrisa de gilipollas de la cara.

El novato, no se atrevía hablar porque en cierto modo yo soy su superior pero, yo miraba su cara y sí que me parecía de completo gilipollas.

-        Ufff, pues si tíos. No veas tu cuñada. Nos metimos en el coche de Fernando y…- intentó explicarnos Ginés.

-        ¡Ey novato! Como sigas hablando te meto los 15 metros de manguera del camión por el puto culo delante de todo el cuerpo para no tener que ir contándolo luego como vosotros. Par de mariconas. Un tío que se viste por los pies no vacila de lo que hace con una mujer. – lo corté dando un golpe en la mesa.

-        Como te pasas Oli. El chaval no iba a entrar en detalles ¿A qué no Ginés?

-        No,..no- contestó el novato nervioso.

Zanjado el tema, me tomé dos cañas con ellos por compromiso. Aunque lo que me apetecía era partirles la cara y marcharme de allí a pedir explicaciones a Alba pero, ni una cosa ni otra me correspondía.

No debía afectarme. Que se acostase con tíos, era lo normal pero,…Como me jodía que hubiesen intentado vacilarme con eso.

Pensándolo bien, Ginés no era mal tipo, incluso era un buen partido para Alba pero, ella merece un tío que la trate como merece desde el primer contacto. Y él no empezó con buen pie, si no lo llego a parar  me cuenta todo de pe a pa.


Abrí la puerta de mi casa y nunca olvidaré ese olor. Olía a guiso de una forma espectacular.

Asomé la cabeza por la cocina y con un moño, un minúsculo pantaloncito amarillo y una camiseta de tirantes blanca, cantando y bailando “Single lady”, estaba Alba cocinando.

El pellizco que traía porque sabía que se había follado a Ginés, pasó a un segundo plano ante tremendísima imagen.

-        ¿Qué guisas Bichete?

-        ¡Surprise, surprise!

-        Intenté abrir la olla pero, ágilmente se interponía impidiéndolo.

-        Es sorpresa,…No lo estropees…

Yo metía mi cara por su cuello, intentaba apartarla pero ella, hábil  y escurridiza me lo impedía, aunque había más roces de la cuenta.

De repente con sus enclenques manitas, sujetó mis brazos, como si tuviese fuerza para retenerme. Estábamos tan cerca que notaba su pecho contra el mío, sabía que no llevaba sujetador por la camiseta sin tirantes pero, a esa distancia casi notaba el roce de sus pezones a través de nuestras camisetas.

Me miró con sus ojazos fijamente a los míos, con la respiración algo agitada por el jugueteo y me habló seriamente con voz cálida…Solo la había visto abandonar el tono “cuasi infantil” con el que hablaba conmigo y dirigirse a mí como una autentica mujer en dos ocasiones. En ese momento  y cuando casi se ahoga en la piscina de su casa y pidió que existiera otro Oliver Vega para ella y…

-        Tómame en serio por favor. No obvies todo siempre. No me perdones todo siempre como si yo tuviese inmunidad total. Te estoy haciendo un almuerzo porque no tengo otra cosa física, ni material con la que agradecerte, todo lo que hacer por mí,…

-        ¿Yo? Pero, si…

-        Tsss. No me interrumpas. Hoy no soy tu “bichito indultado”, hoy soy Alba Orozco y necesito que aceptes mis disculpas Sr. Oliver Vega, es importante para mí, que te tomes este almuerzo en serio. Necesito dejar de sentirme en deuda contigo. Porque te portas conmigo como nadie y yo no paro de putearte: Me dejas tu casa y el primer día llego borracha y vomitando. Eso no es algo que te corresponda por estar casado con mi hermana. Eso lo haces conmigo porque eres un hombre de los que ya no quedan, y mereces mis disculpas, mis respetos y mucho más, me porto como una estúpida y no lo mereces…

Cada una de esas putas palabras se me tatuaron en la piel, y la aguja que las grabaron fueron sus ojos marrones.

Reconozco que muy a mi pesar fue la primera vez que lo pensé pero, no la última…”Alba Orozco, en ese momento no era mi Bichito era, una mujer que yo no había sido capaz de ver hasta ahora, aun conociéndola de toda la vida”, como si fueran dos personas diferentes…

Iiiiii

Una caldereta de cordero, y un buen rioja.

Su madre, al saber que iba a pasar conmigo unos días, le había mandado buena materia prima para que me hiciera un guiso de los que sabe que a mí me gustan. Mi suegro se había encargado de mandarme un rioja de los que yo no sé valorar pero, que estaba muy rico.

La comida tenía una pinta suculenta, y mi cocinera particular más.

Se había quitado el moño y su pelo caía con gracia por su cara, definitivamente su camiseta blanca me había dejado comprobar que no llevaba sujetador, transparentando sus pechos pequeños, morenos, sus pezones abultados y su aureola. Ya no los tenía que imaginar más, ya sabía cómo eran, no eran muy grandes pero, eso no era impedimento para que los deseara.

En la primera cucharada, intenté alabar a “bichito” pero, me cortó el rollo de inmediato. No me salía llamarla Alba…

-        Esto está de vicio, Doña Alba.

-        Deja la coña Oliver. No te das cuenta que me siento fatal. Tú no paras de portarte bien conmigo y yo…

-        Jumm, ya decía yo que esta comida tenía un cierto regusto a culpabilidad- bromeé.

-        Sí, me siento culpable…yo no me merezco que me lo perdones todo, siento que soy una aprovechada…

-        Eso no es así. Yo no te lo perdono todo, el caso es que no me has hecho nada que haya que perdonar…Sales, te diviertes, llegas tarde, respiras, comes,…Son todo cosas normales. Mientras cuides de ti misma…

-        Es que anoche…bueno esta mañana, joder llegué muy perjudicada…Me da vergüenza que me vieras en ese plan: vomitando, ciega,…

-        Ja, ja, ja pero, eso no es algo que yo tenga que perdonar, eso es algo que te avergüenza a ti,…- entonces recordé que la fiestecita de mi cuñada había incluido follarse a Ginés en el coche de Fernando y no pude evitar cambiar mi tono- Quizá te arrepientas de cosas que has hecho y que te hacen sentir culpable, y eso es lo que te hace sentir así- lancé en tono casi acusador.

-        Quizá, tienes ante ti una idiota que no sabe hacer las cosas.

-        ¿Es qué te ocurrió algo malo anoche?- intenté sonsacarle.

-        No…Bueno, no sé. Creo que fue algo bueno pero, como siempre me perdieron las formas…No sé hacer las cosas. Ese es mi problema definitivamente. Me dejo llevar, y termino por no darme a valer...Hay un tío, me gusta y yo a él pues,…en vez de ir poco a poco yo me dejo llevar a la primera de cambio, y así nunca me toman en serio.

Siento que me usan y adiós. Al día siguiente siempre siento culpabilidad pero, ya se me pasará… No voy a tener una relación con nadie en la vida, lo tengo asumido.

-        Los tíos somos…Somos muy simples y muy cómodos. Ya tú lo sabrás. Para echar un polvo, sales una noche y la más mona y simpática de las que consigamos que pique, cae. En cambio para formar una relación nos tenéis que inspirar confianza, transmitir necesidad de protección y candidez, una vez demostrado esto último podéis ser una “hija de puta”, ya nos tenéis en el bote…

-        Ja, ja, ja ¿No te referirás a mi hermana?

-        Para nada. – conteste con convicción- Solo quiero que comprendas que nunca una tía con la que solo follas puede ser tu novia y viceversa, no en nuestro mundo. Tú eliges. Yo solo te digo que en la mayoría de casos es así.

-        Seguramente tengas razón…ya te digo que yo luego me siento fatal

-        Nena, créeme. Tengo razón al 100% – le dije agarrándola por la barbilla y mirándola fijamente- Soy un tío, y curro a diario con otros 200.

-        Ya pero, tú no eres cualquier tío ni tienes nada que ver con esos 200, ni con dos mil o dos millones que haya por ahí. Yo no he conocido a nadie como tu…

-        No te dejes engañar por mi carcasa de angelito- bromeé- Aquí debajo hay un tío como cualquier otro.

Alba me miró con expresión tierna, había conseguido de nuevo apaciguar sus inseguridades y calmar su culpabilidad.

-        Bueno ¿Y a ti qué es lo que te pasa? ¿Por qué estás aquí encerrado, atiborrándote a cervezas todo el día como un amargado?

-        No me pasa nada, estoy cansado del curro y me tumbo aquí en casa a relajarme…

-        Ya, pues eso no es lo que se ve desde fuera

-        ¿A no? ¿Y qué se ve?

-        Pues se ve, a un tío joven un poco apático, que necesita ponerle algo de “salsa” a su vida, antes de que se convierta en un carca sin remedio. Jajaja

-        ¡Gracias por tus elogios!- ironicé- Quizá me veas un poco aburrido, Vicky no está y discutimos justo antes de irse, es algo que no hemos conseguido arreglar y estoy algo decaído.

-        ¿Sabes que se me ocurre? ¿Por qué no sales mañana a tomar unas copas con nosotras?

-        ¿Con Paula y contigo? No gracias,…- me veía fuera de contexto con ellas dos. No me apetecía.

-        A ver no pongas excusas, mañana no vamos al polígono. Vamos a los pub, a tomar algo de tranqui. Además, van a ir Fernando y Ginés. Anoche los vimos y bueno quedamos en ir a tomar algo después de cenar con ellos.

-        ¡Vaya! No sabía que ahora eras amiga del “Vividor Follador”

-        No, no lo soy. Solo, que bueno…Ginés…

-        ¿Te gusta Ginés?

-        Algo así, jejeje. Solo hemos quedado cuatro o cinco veces y la verdad es que me mola. Es mono y simpático, me lo paso bien con él y él conmigo. Por ahora poco más…- Una parte de mí se alegraba por otro lado quería molerlo a puñetazos por lo que dijo a medio día. Y de lo más hondo de mi, sin poder remediarlo me vino a la boca un regusto a celos que no podía controlar.

De nuevo me sentí confuso ¿No quería que mi cuñadita se hiciera mayor o lo que no quería es que nadie me la arrebatase?

-         Ya, bueno bueno. Tú llámalo como quieras pero, ya sabes lo que te he dicho. Dáte a valer.


Ya era de noche, salí a la terraza a tomar el aire acompañado por una buena cervecita.

-        ¿Hace un póker?- Entró diciendo Alba al rato a la terraza con una baraja de cartas en la mano.

-        ¿Qué haces aquí? No te he visto al entrar ¿No has salido con…?

-        No, estaba hablando por teléfono con él. Denegando su invitación a salir hoy. Me quedo en casa y te hago caso. Eso sí, ahora te va a tocar enseñarme a jugar al póker porque no me pienso quedar toda la noche de un jueves de verano, aquí aburrida y sin beber.- dijo abriéndose una cerveza para ella.

-        Está bien Bicho, presta atención porque en cuanto cojas el rollo, empezaremos a apostar. No vamos a jugar por amor al arte- desafié

-        Ok pero, no tengo mucha pasta así que…Más vale que me enseñes bien o terminaré en deuda contigo.

-        Eeeeem, no te preocupes. Coge de la nevera la botella de jägermeister y un par de vasos de chupitos del congelador. Así te quitas el aburrimiento y bebes algo duro esta noche de jueves. Apostaremos chupitos, así estamos en tu terreno.

-        ¡Oye que no soy ninguna alcoholica! Yo bebo vozka con naranja y si acaso algún chupito de caramelo.

-        ¿Me lo juras? Jajajaja. Lo he olido en tu piel, lo he visto en tu ropa y hasta echarlo de nuevo.

-        ¡Pero, que guarro! No me lo recuerdes por favor ¡Qué asco!

-        ¡Venga chica dura! ¿Apuestas a jägermeister o te da miedo?

-        Veo que vas en serio…

-        Tú no me conoces, me tomo el pócker en serio ¿Lo tomas o lo dejas? ¿Acaso crees que todo en esta vida está en el polígono o en los pubs? El riesgo, la aventura, la diversión, está donde cada uno la pone. – me acerqué a ella y le susurré muy serio con la voz grave- ¿Juegas conmigo?