DANIELA, una TV a la fuerza

Cuando mi amiga comenzo a jugar conmigo haciendome usar sus ropitas y sus pañuelos, todo se fue de mis manos y comence a vivir un sueño hermoso

DANIELA, UNA CD A LA FUERZA

Cuando tenía 16 años conocí a Alicia. Alicia tenía 2 años más que yo. Vivía en Flores en una casa muy bonita. Su madre tenía una ferretería en la zona del Once (era viuda) y siempre estaba muy ocupada con el negocio, así que Alicia casi siempre estaba sola en su casa. Los días de semana una mujer iba a limpiar pero los Sábados Alicia siempre estaba solita en su casa. Yo, por supuesto, siempre iba los Sábados a la tarde a su casa. Se usaba bastante el pelo largo, y yo lo tenía bastante largo pero mi pelo era muy rebelde y se me despelotaba todo. Alicia también lo tenía largo y por aquel entonces se usaba muy lacio, así que las mujeres solían hacerse "la toca", esta consistía en lavar el pelo y peinarlo mucho, luego se comenzaba a enrollar en la cabeza y se mantenía por medio de piquitos metálicos y en el pelo sobrante del medio (el famoso remolino) se colocaba un rulero que solía ser grande, depende del largo del pelo. Alicia solía usar un rulero muy grande y luego se envolvía la cabeza con un hermoso pañuelo de seda. Una tarde de Sábado llego a la casa de Alicia y ella ya se había hecho la toca y estaba con su infaltable pañuelo. A mi me encantaba, yo ya era fetichista de los pañuelos pero no de ponérmelos yo, me encantaban las mujeres que los llevaban. Ese día llovía como loco y yo llegué todo mojado. Alicia me sacó la remera y me empezó a secar la cabeza. Mi pelo, era una porquería, así que Alicia decidió lavarme la cabeza. Una vez lavado Alicia empezó a peinarme.

-No te gustaría que te haga la toca, así estás como yo y te queda joya el pelo?.

-Bueno dale

Comenzó a trabajar en mi pelo y me iba poniendo los piquitos en la cabeza, como no tenía el pelo tan largo el rulero del medio fue más pequeño que el de ella y finalizó con un hermoso pañuelo de la madre en mi cabeza. Esa sensación me empezó a marcar la vida.

-Te queda bárbaro

Ahí nomás me estampó un beso alucinante y comenzamos a franelear a lo loco, supongo que parecíamos dos minas con los pañuelos y los ruleros puestos, pero tanto a ella como a mi nos calentaba demasiado.

Después de la franela Alicia tenía que dar vuelta nuestras tocas, asi que empezó con la de ella, esto consiste nada mas en envolver el mismo pelo pero para el otro lado. Una vez que terminó con la de ella, puso sus manos en la mía. Me vuelve a poner el pañuelo y otra vez la franela y ya esta vez terminamos en una acabada maravillosa.

Me fui de su casa con una hermosa cabellera lacia con la promesa de vernos el próximo Sábado. A veces salíamos los Sábados a la noche, pero como la madre era medio jodida yo trataba de no acercarme.

El Sábado siguiente llegué a las 2 de la tarde a Flores y ella me estaba esperando. Estaba muy empilchada, como para salir, tenía una camisa de raso blanca, pollera, medias negras, tacos altos y estaba con la toca echa con su infaltable pañuelo.

-Hola amor.

-Hola, ¿vamos a algún lado?

-Vení que te voy a lavar la cabeza.

-¿Otra vez?

-Si, si estuvo bárbaro la otra vez. ¿No te gustó como quedó?

-Si me encantó, pero mas me gustó lo del medio.

-Si, a mi también.

Dicho esto nos metimos en el baño y a lavar mi cabeza (que dicho sea de paso me había bañado hacia 1 hora pero no me importaba, las consecuencias eran fantásticas).

Me empezó a peinar, piquitos, rulero, pañuelo y a otra cosa.

Me quedé esperando el beso y ella solo se quedaba mirándome y sonriendo.

-¿De que te reís?

-Tengo ganas de probar otra cosa.

-¿Qué querés probar ahora?

-Vení.

Me llevó a la habitación de la madre.

-Tengo ganas de ver como quedás vestido de mujer.

-No, amor, por favor.

-Dale, después te prometo una tarde de placer maravillosa.

-Está bien, si esas son las consecuencias, no hay problema.

Me empezó a vestir con ropa de la madre que mas o menos era de mi talla, una señora un poco gordita, alta y muy sobria.

Ya cuando me puso la bombacha notó mi erección

-Epa, parece que esto no me excita solo a mi.

-No, tenés razón. Nunca me vestí de mujer pero soy muy fetichista. ¿No viste que siempre acaricio tu bombacha y tus medias?

-Si, es cierto, ahora que lo decís, entiendo

Bombacha, medias, corpiño, una enagua, pollera, camisa de seda rosa, pañuelo al cuello, zapatos con poco taco y listo. Me había convertido por completo, parecía una señora de pies a cabeza.

-No te voy a decir que parecés mi mamá, pero hasta podrías salir a la calle con un poco de maquillaje.

-No, pinturas no.

-Bueno, está bien, la próxima semana te pinto todo…bah, toda, jajajajajajajaja

Ahí nomás me tiró en la cama de la madre y nos matamos durante toda la tarde. Nos olvidamos de nuestras tocas, es mas quedaron hechas polvo ya que el pañuelo de ella se salió y el mio lo tenía ya en el cuello en vez de en la cabeza, los piquitos volaron y los ruleros también.

Asi se sucedieron durante dos Sábados mas. Al llegar a la casa de Alicia yo era convertido en una mujer y …. A la cama.

Al tercer Sábado llego y me abre la puerta la madre.

Un mujer muy elegante, alta, no muy gordita, mas bien fuerte.

-Hola, yo soy la mamá de Alicia, pasá que ella se está lavando la cabeza.

La madre de Alicia no tenía la toca hecha pero tenía ruleros y el pañuelo que yo solía llevar en la cabeza.

Entro en la casa, maldiciendo. Hoy no hay joda.

-Vos debés ser Dany

-Si

-Mi hija me habla siempre de vos, dice que sos un chico macanudo.

-Gracias.

-Esperá que le aviso que llegaste, asi se apura y te lava la cabeza a vos.

Mi cara se transformó por completo, la vieja sabía todo, yo me rajo. Me debo haber puesto pálido.

-Te sentis bien?

-Si, gracias. Pero deje, no la apure, yo vengo en otro momento.

-No, como te vas a ir, si yo se que venís siempre a la tarde y Alicia te hace la toca.

Tragame tierra. Donde me meto ahora. Me moría de vergüenza, que pensaría esta mujer de mi ahora.

-Hola amor.

-Que hola ni que hola. Vos le contaste todo a tu vieja.

-Si, ¿que tiene?, mi vieja es re copada, no le oculto nada.

-Pero como le vas a contar que me haces la toca ¡!!!

-Tambien le conté que te visto de mujer y que nos pegamos unas revolcadas tremendas en su cama.

-A no, yo te mato. Mirá el papelón que me hacés hacer.

-No te hagas drama amor, ella se encierra en su pieza y no jode mas.

-Hoy no me visto, no me jodas.

-Vení que te voy a lavar la cabeza y a hacerte la toca.

Me lavó, me peinó, me puso los piquitos y un nuevo pañuelo en la cabeza ya que el que siempre usaba, lo tenía su madre.

-Este pañuelo también es de mamá, te lo presta ella.

-Es lindo, mas grande que el otro.

-Ahora cerramos mi pieza con llave y te visto.

-Segura que tu vieja no va a entrar.

-Estate tranquilo, no pasa nada.

-¿y la ropa?

-Ya la tengo preparada en mi placard.

Cerró la puerta con llave y empezó a transformarme. Me viste completamente, bombacha de raso y encaje, un corpiño muy grande, medias, pollera, blusa de raso y empezamos

a matarnos en la cama.

Después de la primer acabada, nos sentamos en la cama a mirar un poco de televisión. En esa época, en canal 11 pasaban Sábados de Super Acción y daban películas, por lo general, medio berretas pero entretenidas, por supuesto, en blanco y negro.

Justo empezaba una película y era la historia de una mujer que era secuestrada y los raptores pedían un rescate. En un momento, la protagonista es atada a una silla y amordazada.

-Con esa mordaza puede gritar todo lo que quiera y si te atan asi te podés escapar como querés.

-Es una película, nena, que querés que la aten como un matambre?

-No hace falta atar mucho, con un poco de fuerza es suficiente. ¿te ataron alguna vez?

-No, nunca. ¿a vos?

-A mi me ato una vez un amiguito cuando eramos chicos, pero me solté enseguida.

-¿Y?

-A que si te ato, no te podés escapar.

-No me quiero escapar

-En serio te digo, dale, dejame atarte.

-No, no me jodas Alicia ahora, dejame ver la película.

-No, voy a atarte.

Se dirigió al placard y agarró unas medias y unos cinturones de raso que eran de unas batas y unos vestidos y algunos pañuelos de seda.

-Poné las manos atrás.

Empieza a atarme las manos con uno de los cinturones. Luego me ata los brazos con 2 pares de medias y luego ata mis tobillos y rodillas con los otros cinturones.

-¿Y, te podés mover?

-No, la verdad, está fuerte.

-Yo te dije que no te ibas a escapar.

-Yo te dije que no me quiero escapar, dame un beso.

-No, tengo que impedir que grites.

Dobló un pañuelo y me hizo abrir la boca, me lo hace morder y me lo ata atrás de la nuca.

Luego tomó otro pañuelo y me vendó los ojos.

-Ahora, estas en mi poder

-Aha, ero ahora ame un eso (ahora dame un beso, dicho con un pañuelo atravesado en mi boca)

Me estampó un tremendo beso, sentí su lengua buscando la mia por entre la seda. La sensación de que ella domine la situación me encantaba, era como que ella hacía lo que queria conmigo y de hecho, era así. Me acarició todo el cuerpo y me besaba las manos atadas y volvia a mi boca. Me acariciaba a travez de mi bombacha, era algo que nunca había vivido.

-Está lindo esto.

-Hi, ero no ares (si, pero no pares)

-El problema es que todavía podés hablar.

Dicho esto me puso dos pañuelos mas sobre la boca, uno apoyado y el otro atado a la nuca.

-Ahora si estas completo.

Justo en ese momento…. TOC, TOC, TOC.

-Nena, vos tenés mi pañuelo verde?

-Si mami, lo está usando Dany

Casi me muero, la loca le estaba diciendo a la madre que yo tenía un pañuelo de ella, si estuviera suelto la ahorco.

-Le queda bárbaro, ¿querés verlo?

-Dale, abrime.

Ya estaba entregado, la vieja me iba a ver vestido de mujer con su ropa, atado, amordazado y en la cama de su hija. Todo se iba al carajo.

-Pasá mami.

-Pero que bueno, veo que ya han estado jugando. Que lindo que le queda el pañuelo verde en la cabeza.

La mamá de Alicia, inocente no era, asi que empezé a creer que esto lo habían planeado entre las dos.

-Bueno nena, yo ya estoy lista, los espero.

-Si mami

¿Lista para que? Que me querrán hacer estas dos guachas.

-Mirá Dany, mi mamá ya hace dos años que quedó viuda y desde ese dia que no tiene ni una alegría. Y yo le conté que eras un tipo macanudo y le conté todos los juegos que hacíamos y ella pensó que si estabas vestido de mujer y atado, a ella le daría menos culpa que si se encamaba con un hombre directamente.

-Mmfffffffmmmmmmmmfffffffffff

-Huy, perdona, vení que te saco la mordaza.

Me saca los pañuelos de la boca.

-Porque no me lo decís directamente en vez de hacerme pasar estos papelones, yo creí que tu vieja no sabía nada y si me veía asi le iba a dar un paro cardíaco. Además, si yo me niego ahora, ¿Qué vas a hacer?

-Te até por eso. Si vos te negabas, lo hacíamos por la fuerza. Total yo se que está al palo y cuando la veas a mi vieja en la cama vas a estar mas al palo todavía.

-Ah, no, esto es una violación, me niego rotundamente a que me pongas en esta posición que no tiene nada que v mmmmmmmfffffffffffffffffffffffmmmmmmmm

-Mejor te callás y empezamos, sino mi mamá por ahí se arrepiente y no quiere hacer nada. No me hagas quedar mal, amor, yo tambien voy a estar ahí.

Me desató los tobillos y me llevó dando pasitos cortos hasta la pieza de la madre.

En cuanto entramos, me saca la venda de los ojos. La madre de Alicia estaba tendida en la cama, vestía una bombacha hermosa color negra, tenía un portaligas y una medias tambien negras, un gran corpiño blanco de lycra cubria esos enormes senos, todavía tenía pañuelo en la cabeza pero ya no tenía los ruleros. La verdad es que estaba muy buena. Me acostaron en la cama boca arriba. La mamá de Alicia empezó a acariciarme todo el cuerpo, Alicia mientras tanto ataba mis tobillos y me empezaba a bajar las medias y la bombacha. La mamá de Alicia me empieza a chupar la pija con un maestria insólita, jamás creí que la vieja tuviera tanta cancha, Alicia se me acerca con otro pañuelo y vuelve a vendarme los ojos. Luego quita mi mordaza y empieza a besarme con toda su lengua. Asi estuvieron un rato hasta que Alicia se sentó en mi cara obligándome a chupar su concha y la madre se sentó en mi pene metiéndoselo por completo. La verdad, casi no podía respirar, pero el placer era maravilloso. Acabamos los tres casi al mismo tiempo, ellas dos se entendían a la perfección y manejaban los tiempos con una calidad increíble. La mamá de Alicia limpió los restos de semen con su boca y luego me terminó de secar con un pañuelo. Yo terminé de limpiar los jugos de Alicia que eran deliciosos. Alicia se baja de mi cara.

-Te gustó amor?

-Si, me gustó, estuvo muy bueno, pero creo que estaría mas cómodo si no tuviera las manos atadas a la espalda, se me aplastan y me duelen.

-Bueno lindo, aguantá un poquito mas.

-¿Qué, hay mas?

-Si, mamá quedó enloquecida asi que tenemos un rato mas.

-No hay drama, pero soltame , si así vestido no voy a ir a ningún lado.

-Sabés que pasa, que a mamá le daría culpa, además, asi me encantás.

-Bueno, pero soltame un ratito, descansamos y despmmmmfffffffffffffff

Me amordazó, metió su bombacha en mi boca y ató dos pañuelos alrededor de mi cabeza.

Revisó mis ataduras, me dio un beso en la punta de la nariz y salió de la habitación.

Pasaron mil cosas por mi cabeza, la forma en la que terminé no me habría imaginado nunca. En manos de mi novia y su madre, siendo juguete sexual de ambas. Aunque realmente gozaba de aquella situación, un poco me preocupaba. Evidentemente las dos estaban muy cancheras en esto, yo no me iba a tragar el cuento de que la madre es tímida, algo me olía mal y ya lo averiguaría.

Deben haber pasado unos veinte minutos cuando volvió Alicia.

Me levanta y me hace sentar en la cama. Me quita los pañuelos y me saca la bombacha de la boca.

-Te gustó mi bombachita de lycra?

-Lindo gusto, pero me gustaría que me expliques porque me amordazaste de vuelta, si no tengo ninguna intención de gritar.

-Es parte del juego, amor. ¿Acaso no te gustó?

-Si, la verdad es que me gustó mucho, es una sensación rara, ser dominado por madre e hija.

-Todavía tengo que darte vuelta la toca, en este rato me la di vuelta yo.

-Ya me había olvidado, ni me acordaba de la toca.

Me saca la venda de los ojos.

-Pero vamos a seguir el juego, voy a amordazarte mientras te la doy vuelta. Te voy a poner otra bombachita, esta es de mi mamá, pero prometeme que no la vas a escupir.

-Está bien, dale.

Ya estaba totalmente entregado a ellas. Me colocó en la boca una bombacha de raso de la madre y me la hizo morder.

Me sacó el pañuelo de la cabeza, los piquitos, el rulero y empezó a peinarme, luego enrrolló mi pelo nuevamente, piquitos, rulero y nuevamente el infaltable pañuelo.

-Listo, amor.

Tomó unas medias del cajón de la madre y aseguró mi mordaza con ellas dándome varias vueltas y atándolas a la nuca. Agarró otro pañuelo y volvió a vendarme los ojos.

-Te voy a desatar las manos y te voy a atar de otra forma.

Me desata y vuelve a atar mis manos a los postes de la cama de dos plazas de forma que quedé con los brazos abiertos. Contrario a lo que suponía no me ató las piernas de la misma forma, solamente me las dejó atadas juntas, como estaban.

-Está listo, nena

-Si, mamá, ya está.

-Hola Dany, gracias por lo que haces por mi

-Mmmmmmmffffffff

-Alicia me contó que esto te gusta, así que se vos también gozás.

-Lo amordazé como vos me pediste.

-Si, así le gustaba a tu padre

Así eran las cosas, la vieja y el viejo jugaban a estas cosas y la vieja quería desquitarse y usaba a su hija para conseguir candidatos. A la hija mucho no le costaba ya que a ella tambien le fascinaban estos jueguitos y así se conseguían la diversión. Lo que me faltaba saber era cuantos pasaron antes de mi.

Me sacan la venda de los ojos, la madre se había cambiado de ropa, estaba muy sensual con medias y portaligas, corpiño rojo, su pañuelo en la cabeza, estaba muy buena. Alicia empieza a levantarme las piernas atadas y me baja la bombacha. Comienza a acariciarme el culo con uno de los pañuelos, la madre me saca las medias y la bombacha de la boca y empieza a besarme frenéticamente, su lengua recorría toda mi boca, mordía mis labios, cuando me besaba el cuello, me ponía otra vez la bombacha en la boca, no me dejaba la boca libre nunca. De pronto siento que Alicia empieza a meterme algo en el culo.

La madre me mete la bombacha y me tapa la boca con la mano.

-No tengas miedo Dany, no te va a doler.

Me estaban violando, las muy hijas de puta me estaban metiendo un consolador en el culo.

Lo peor era que me estaba gustando, Alicia lo metía suavemente mientra me besaba la raya y la entrepierna, en cuanto lo encendió, la vibración me produjo un éxtasis tremendo. La madre me había sujetado la bombacha otra vez con las medias y se dedicó a chuparme la pija . Luego me sacó la mordaza, se sentó en mi cara y mientras yo se la chupaba ella me la chupaba a mi, espectacular. Acabé y la vieja se tragó toda mi leche y yo sus adorables jugos. Alicia había acabado con otro vibrador en su concha.

Me sacan el vibrador, me suben la bombacha, me amordazan de vuelta y se van.

Las sentí que parloteaban y se reían….¿se estarían riendo de mi? Creo que parecían risas de felicidad y no de burla.

Al rato vuele Alicia y me saca la mordaza.

-¿Todo bien amor?

-Si, pero se me están durmiendo los brazos, no estoy acostumbrado a estar asi.

-Te voy a soltar.

Me desató los brazos que tenía atados a los barrotes de la cama, me desató los tobillos y me condujo a su dormitorio. Una vez allí terminó de desatar mis rodillas y me quitó el pañuelo de los ojos.

-Dejame abrazarte un ratito.

-Si, abrazame.

Estuvimos abrazados y besándonos un buen rato y por supuesto terminamos revolcados en la cama y haciendo el amor. A ella le encantaba sacar mi pija de la bombacha y chupármela y metérsela, ella era la que mas laburaba y con una cancha maravillosa. Después de un rato me empezó a desvestir y luego yo me volví a vestir de hombrecito.

-¿Te vas a ir así?

-Si, ¿que querés, que me vaya vestido de mujer?

-Todavía tenés el pañuelo en la cabeza.

-¡No te puedo creer!!, Tenés razón, no me había dado cuenta.

Me sacó el pañuelo, los piquitos, el rulero y me peinó.

-Ahora si parecés un hombre.

-Te imaginás si hubiese salido a la calle con el pañuelo?, Terrible.

-Vení, despedite de mamá.

Vamos hacia el comedor. La mamá se había puesto un salto de cama de raso espectacular color dorado y se había puesto otra vez los ruleros y el pañuelo en la cabeza.

-Me voy señora.

-Primero, llamame Cristina y además tuteame.

-Bien, me voy Cristina, que te vaya bien.

-Chau Dany, nos vemos el Sábado que viene, o si preferís, venite esta noche, vamos a estar las dos solitas. Y te digo mas, te ofrezco que te quedes acá hasta mañana a la noche, avisas a tu casa que te quedás en lo de una amiga y listo. ¿Qué te parece?

La idea era tentadora, tendría un fin de semana de sexo total.

-Dale amor, quedate así somos tres amigas!!!!!

-Bueno, podría ser.

Llamé a mi casa por teléfono y avisé que no volvía hasta el Domingo a la noche, dejé el teléfono por las dudas y listo.

-Bien, estoy en sus manos, ¿Qué hacemos?

-Vamos a vestirte como nunca, te voy a pintar también.

Me pusieron una bombacha color carne de lycra, muy grande y muy ajustada, tenía las tiritas de portaligas y me pusieron una medias de seda negras, un corpiño blanco, de raso y puntillas, una enagua negra de satén, una pollera tubo, muy ajustada que me llegaba a las rodillas y me calzaba perfecto, una camisa roja de raso, pañuelo al cuello. Me sentaron en una silla y me ataron las manos a la espalda con sogas de nylon, la silla tenía rueditas y era reclinable, asi rodando me llevaron al baño donde colocaron una de esas bandejas con forma para lavar la cabeza y me empezaron a lavar. Tenía una obsesión terrible con lavar el pelo y todo eso.Una vez lavado mi cabello Cristina me empezó a ponér ruleros, ya no la toca, ahora era toda la cabeza llena de ruleros. Por supuesto en cuanto terminó, pañuelo en la cabeza. En la misma silla me llevaron a la habitación de Cristina, allí Alicia empezó a pintarme los labios, sombra en los ojos, rubor en los cachetes. Luego me pusieron un par de aros con broches a presión, un collar de perlas y listo, parecía una mujer total.

Realmente me gustaba cuando me miraba al espejo.

-Estás preciosa, desde ahora vas a ser Daniela.

  • Bueno Alicia, amordazala y atala bien asi esperamos a que lleguen las visitas.

-¿Cómo, que visitas?, Pará Alicia, vos no me dijiste nada de unmmmmfffffffffffffff

Alicia estaba metiendo una bombacha en mi boca, la aseguró con dos pañuelos, me vendó los ojos con otro pañuelo y me ató todo el cuerpo y los pies con sogas de nylón.

Las guachas me habían mentido, no íbamos a ser tres amigas, tenían visitas y andá a saber que papel jugaba yo en todo esto.

Como a la media hora viene Cristina, se sienta en una silla al lado mio y empieza a hablarme.

-Mira Daniela, la cosa es así, van a venir tres amigas mías de muchos años, ellas son iguales a Alicia y a mi, con ellas jugábamos cuando vivía mi marido. No quiero que te sientas mal, no quiero que pienses que somos unas turras, quiero que sepas que la vas a pasar muy bien, que te vas a divertir y a gozar como loca. Mis amigas son muy buena gente, son super discretas, no vas a tener ningún problema. Ahora que te conté todo, te voy a sacar la mordaza para que me preguntes lo que quieras.

Cristina retira los pañuelos y la bombacha de la boca y tambien me saca el pañuelo de los ojos.

-Porque tienen la costumbre de decirme las cosas de prepo, todo a la fuerza. ¿Por qué no me viene de frente y me dicen las cosas y yo les digo si quiero o no?

-Porque pensamos que te podías negar y yo ya les había dicho a mis amigas que vengan.

-Perfecto, ¿y si yo me niego ahora?

-Lo haremos de todo modos

-Esto es un secuestro ¡!!!

-Llamalo como quieras, pero igual, yo se que a vos te está gustando mucho, se que no te vas a negar. Ahora te voy sacar los ruleros y a peinarte asi quedás espectacular.

Me metió otra bombacha en la boca sin sujetármela con nada ya que tenía que trabajar en mi cabeza. Me sacó el pañuelo y comenzó a sacarme los quinientos ruleros que tenía puestos en la cabeza y empezó a darle forma al peinado. Algo no andaba bien, mi pelo era muy rebelde y no tomaba la forma que ella quería.

-¡Alicia!¡Vení por favor!. No le dimos tiempo suficiente a los ruleros y el pelo no se marco, es muy rebelde, si se lo hago de vuelta no hacemos a tiempo, mejor hacele la toca y que se quede así.

-Bueno, dejá que yo me encargo.

Otra vez en la silla con rueditas directo al baño y a lavarme la cabeza. Mientras Alicia me secaba el pelo, escupí la bombacha que amordazaba mi boca.

-¿Te puedo hacer una pregunta?

-Si amor, lo que quieras

-¿A cuantos ya le hicieron este jueguito vos y tu vieja?

-Nunca a nadie, vos sos el primero. Y si a vos te sigue gustando también vas a ser el último.

-Dale, no me vas a hacer creer que vos y tu vieja no hicieron nunca esto antes.

-Las dos juntas jamás. Mamá jugaba con papá pero yo ahí no entraba, y vos no sos el primer tipo de mi vida, eso si, sos el mejor, el mas bueno, el mas copado, el mas divertido.

-Si, y con el que mas te divertiste.

-Seguro, pero no te estoy haciendo ningún mal, si la está pasando bárbaro, te gusta vestirte de mujer, te gusta ser dominado por mujeres, atado, amordazado….no me digas que estás a disgusto, secuestrado porque no te creo. Encima, vas a tener tanto sexo, que un pibe de tu edad no tendrá jamás, no sabés lo que son las amigas de mi vieja, una mas fuerte que otra y una mas puta que la otra.

-Pero que van a pensar de un tipo vestido de mujer.

-¡Si lo hacían con mi viejo!!!. Años haciendo este juego estuvieron. A mi, el amor por los pañuelos, la toca, los ruleros, las telas suaves y todas estas cosas me lo inculcaron ellas, me disfrazaban de chiquita, me armaban vestidos con sus pañuelos y me regalaban además, asi yo me hice amante de este tipo de cosas.

-¿Y lo de la dominación, las ataduras?

-Varias veces pesqué a mis viejos y a las amigas de mi mamá. Además, acá en casa había muchas fotos porno con mujeres atadas y tipos también atados, y fotos de mi viejo atado. Así que para mi es lo mas natural. Ojo, mi viejo era un dominado solo en la cama, el era un macho que se volteó a cuanta mina pudo, no era ningún boludo. Es mas, cuando falleció, estaba atado en la cama de una de las amigas de mi mamá.

Todo esto me sobrepasaba. Yo era el primer tipo al que le hacían esto, bah, en realidad, era el segundo. Y las cosas que Alicia me contaba me excitaban mas todavía.

-¿Y que es lo que vamos a hacer cuando vengan las amigas de tu vieja?

-Primero te vamos a vestir de mucama y vas a servir unos bocadillos y después, la cena. Te aviso que mientras sirvas, estas guachas te van a toquetear por todos lados y habrá bastante sexo antes de la comida. Mirá. Menos mal que tenemos una cantidad enorme de bombachas, porque vas a manchar tantas que no tenés idea.

Alicia terminó de hacerme la toca, esta vez colocó un rulero mas grande en mi cabeza y al poner el pañuelo me quedaba muy levantado de atrás y el triángulo que formaba el pañuelo en mi nuca quedaba suelto, era muy sexy verse al espejo y al sacudir la cabeza ver el trozo de seda agitándose tras de mi. Alicia me metió otra bombacha en la boca y me la aseguró con un par de medias, me desató de la silla, desató mis pies y me llevó caminando a la habitación de la madre. En esa habitación había una puerta que yo siempre pensé que era un baño, cuando Alicia la abre descubro con sorpresa que no era lo que yo pensaba. La habitación era bastante grande, tenía una cama de 1 plaza, un cepo, varias argollas colgando del techo y las paredes, una pared era un ropero gigante y la cantidad de ropa que había alli adentro era increíble. Ropa de mucama, uniformes, delantales, zapatos, medias, pañuelos, corsets, enaguas, corpiños, portaligas, girdless, bodys, todo de muy buena calidad y en perfecto estado, unos vestidos increíbles, de lycra, de seda, de raso, de saten, todo lo que se les pueda ocurrir estaba allí, sogas para tirar para arriba, algún látigo, prótesis de todos los tamaños, era como un sex shop, pero mas completo.

-Este era el cuarto de juegos de mis padres, acá vamos a pasar unos buenos ratos. Pero ahora vinimos a otra cosa.

Me dejó parado al lado de la cama y empezó a sacar cosas del placard. Primero me destató las manos y me empezó a desvestir, solamente quedé con la mordaza y el pañuelo de la cabeza. Me colocó un corpiño muy grande y armado, lo que me hacía unas tetas importantes, también colocó un par de prótesis mamarias para que no se deformara, luego un girdless de lycra y raso que comprimió mi pancita, el girdless ya tenía las tiritas del portaligas, unas medias de seda y lycra negras super sensuales, muy brillosas y luego una bombacha grande, negra, que tenía un poco de pierna. El vestido de mucama era espectacular, color rosa fuerte de raso con muchas puntillas en el cuello, ruedo y puños, la parte de la pollera tenía una buena caída que me cubría las rodillas, muy entallado en la cintura y el busto lo que resaltaba mas mi comprimida figura. Se cerraba por detrás con un cierre y como era de manga corta me puso unos hermosos guantes largos de lycra color blancos. El vestido tenía cuello alto por lo que las puntillas quedaron justo debajo de mi barbilla.

-Estás preciosa Dany ¡!!!. Te voy a dejar asi para siempre.

Alicia tomó mis manos y las ató con soga adelante, luego tomó un gancho que colgaba del techo y enganchó mis ataduras a el, agarró otra soga de la pared y tiro de ella y así mis brazos se fueron levantando hasta quedar casi colgado. Agarró mas soga y ató mis tobillos, rodillas y muslos. Camina hacia atrás y admira su obra, se me acerca y empieza a lamer mis labios que no estaban cubiertos por la mordaza ya que tenía en la boca la bombacha y la sujetaba unas medias que se me metían en la boca. Lamió mis labios y acarició mi aprisionado pito que estaba explotando. Así estuvo un ratito hasta que paró de golpe.

-Si sigo, vamos a acabar y no quiero que manches ya tu bombacha.

Tomó otro pañuelo y me vendó los ojos.

-Te quiero mucho amor.

Salió de la habitación.

Que sensación extraña que tenía, gozaba como loco pese a estar atado y amordazado, colgando de un gancho y vestido de mucama. Y encima con la perspectiva de ser atacado por mas mujeres en cualquier momento.

No escuchaba nada de lo que pasaba afuera, la seda del pañuelo que vendaba mis ojos era tan gruesa que tapaba mis oídos, además la habitación debería tener algún tratamiento acústico porque ni siquiera escuche los pasos antes de que se abra la puerta.

-Aquí tenemos a Daniela, nuestra nueva amiga.

-Pero que belleza, es un bombón.

-Muy linda, linda figura.

-¿Está bien dotada o tiene un manicito?

-Muy bien dotada, 16 años, mucha leche garantizada

Eran Cristina y sus queridas amigas haciendo mi presentación en sociedad.

-Yo voy a descolgarla y vamos a empezar, porque estoy tan caliente que no aguanto mas.

-Como quieras, te dejamos sola.

-Perfecto.

Siento que todas salen de la habitación pero que alguna se queda. Escucho sus tacos acercándose a mi.

-Hola Daniela, yo soy Ruth. ¿Querés que te quite la venda asi me conocés?

Asiento con la cabeza, otra no tenía. Ruth empieza a desatar el pañuelo de mis ojos. Cuando enfoco, ella se para delante mio, era una mujer de unos 50 años pero muy bien conservada, ni una arruga, rubia, muy tetona, un culo espectacular, muy fuerte.

-¿Te gusto? Seguro que si.

Comenzó a bajarme de mi colgadura, me costó mucho hacer equilibrio sobre los zapatos de taco y encima con las ataduras de mis piernas. Me atajó justo cuando estaba por caerme y me arrastró hasta la cama. Fui tendido en la cama boca arriba. Ruth se subió a la cama y se paró con un pie a cada costado de mi cuerpo. Levantó su pollera de satén verde y pude admirar sus carnosos labios vajinales cubiertos por una espectacular bombacha de seda también verde. Se agacha y quita las medias que sujetaban mi mordaza.

-Ahora no vas a decir absolutamente nada y me vas a meter la lengua hasta el fondo.

Pone su bombacha junto a mi cara y recién ahí me quita la bombacha de la boca.

-Empezá lamiendo y chupando la seda, mordeme con tus labios.

Comenzé haciendo lo que ella me decía, su olor era majestuoso, un aroma especial invadía mis fosas nasales, me excitación era tremenda. Con una mano empezó a hacer a un lado su bombacha para dejar paso a una concha espectacular, firme, madura.

-Meteme la lengua, Daniela ¡!!! ¡Aaahhhhhhaaaaaaahhhh!!!

Sus gritos eran terribles, estaba gozando como loca. Yo, al tener las manos atadas adelante podía apenas acariciar mi pija por entre la lycra y la seda de mis prendas, pero lo podía sentir que estaba que explotaba. En cuanto Ruth notó que yo intentaba acarciarme se dio vuelta, me levantó la pollera, me bajó la bombacha hasta las ataduras de mis muslos y se encontró con mi terrible pedazo agigantado. Quedamos en un 69 maravilloso, chupaba como un diosa y acabamos los dos juntos. Ella se tragó toda mi leche y yo me bebí todos sus jugos.

-Hay mi madre, cuanto hace que no gozaba asi, por favor.

Yo estaba empezando a ahogarme.

Ruth se bajó de la cama, se sacó su bombacha de seda verde y me la metió en la boca, quitó el pañuelo rojo que llevaba en el cuello y completó mi mordaza.

-Así vas a tener mi gusto siempre en tu boca, bebé.

Limpió mi pito con una toalla y me puso la bombacha en su lugar otra vez.

-Muy bueno lo tuyo Daniela, nos vamos a llevar bárbaro y vas a ver que mis amigas son muy parecidas a mi, yo soy la mas puta, pero ellas también saben mucho de esto, jajajaja.

Mejor vamos para allá o van a pensar que te secuestré en serio.

Ruth me hace sentar en la cama, desata mis tobillos y mis rodilla pero no mis muslos. Me venda los ojos con un pañuelo y me conduce hacia la puerta. Tenía que dar pasos cortitos y con mis tacos se me complicaba.

-Volviste, guacha. Ya te hiciste una fiestita con la putita.

-Y bueno querida, hacía rato que no la pasaba así, esta chica que trajiste es una leona, tiene una pija espectacular y no se acaba nunca!!!. Le dejé mi bombacha mojada en la boca, asi se familiariza con mi juguito. Vení, te voy a sacar la venda asi conocés a las otras dos yeguas.

-La colorada es Mirna, una diosa roja y la morocha es Wanda, chiquita pero cumplidora.

Estaban muy buenas las dos. Todas tenían pañuelos en el cuello y Mirna tenía otro pañuelo en la cabeza que ataba su largo pelo rojo.

-Hola Daniela

Yo saludaba con la cabeza. La verdad es que me daba mucha vergüenza estar en esa posición ante 5 mujeres, pero no podía hacer nada para evitarlo.

-Bueno Dany, servite unos bocadillos en el living mientras nosotras charlamos un rato. Por ser la primera vez, Alicia te va a ayudar, ella va a ser tu co-esclava esta noche.

Ataron las manos de Alicia con un pañuelo, pero no la amordazaron ni le ataron las piernas.

-Me excita mucho que seamos esclavas nosotras dos. ¿No está bueno?

-Mmmmmmmffffffffffffffff

-Jajajajaja, mové la cabeza, con eso es suficiente.

Llevamos unas masas y café al living. Cada vez que me agachaba para servir alguna guacha me tocaba el culo o me franeleaba las piernas, se reían, se paraban y me besaban, me apretaban las falsas tetas, eran terribles.

-Vení Daniela, vamos a preparar mas café.

Salgo con Alicia del living y una vez en la cocina Alicia me ataca. Se me cuelga con sus brazos atados y empieza a besarme a travez de mi mordaza. Después desata sus manos y me baja la bombacha y se vuelve a trepar en mi ensartándose mi pija y moviéndose compulsivamente. Yo no podía ni abrazarla, ella sola hacía todo. Justo cuando estába por acabar, apareció Cristina.

-¿Qué haces nena?

-Bueno mamá, me excito mucho ella atada y yo también….y bueno.

-Esto ya es un relajo, el personal de servicio no debe hacer chanchadas entre si, para eso estamos nosotras cuatro, esto va a ser duramente castigado. Vení para acá.

Cristina se lleva a Alicia y yo me quedo en la cocina. Enseguida viene Ruth y Wanda.

-Así que estaban haciendo porquerías las dos.

-Cristina se calentó, así que cuidate. Vení con nosotras.

Me llevan a la habitación de Cristina.

Mirna y Cristina habían atado a Alicia a una silla, con muchas sogas, la habían amordazado con dos pañuelos, uno en la boca y otro sujetándolo. Me hacen arrodillar ante Alicia y colocan mi cabeza sobre su falda, podía sentir el aroma de Alicia, inconfundible. Me bajan la bombacha y mi culo queda expuesto.

  • Daniela, este va a ser tu castigo por hacer lo que hiciste.

Me empezaron a meter un vibrador no muy grande, lo prenden y me suben otra vez la bombacha. La verdad, no me dolió, pero cuando me levantaron y me hicieron caminar me molestó bastante.

-Asi vas a aprender, cuidado con acabar y manchar la bombacha porque el castigo será peor. Ahora volvé a la cocina y te quedás ahí.

Me volví a la cocina a esperar nuevas órdenes, lo que no sabía era que iban a hacer con Alicia. El vibrador que tenia puesto me causaba un placer terrible, pero no podía ni tocarme por miedo a acabar, mancharía todo y sería un desastre. Me costaba mucho controlarme, esa cosa metida en mi culo vibrando estaba gustándome mucho.

Al ratito viene Ruth y me venda los ojos, me agarra mis atadas manos y me conduce hacia el comedor. Me sienta en una silla y me ata a la misma con varias vueltas de soga, ata mis tobillos y me saca la venda. Ahí estaba Alicia, atada a la mesa en forma de cruz, su cabeza salía de la mesa y caía hacia atrás. Estaba totalmente desnuda y amordazada. Mirna estaba subida a la mesa lamiéndole la concha, Wanda besaba sus tetas y Cristina solamente miraba. Ruth estaba atendiéndome a mi, había empezado a acariciar me pene a travez de la bombacha y me acariciaba y besaba mis piernas. Alicia me miraba, pero se notaba en su mirada mucha felicidad, no era para nada una mirada de sufrimiento, ella estaba gozando como loca eso. Cristina se acerca a la cabeza de Alicia y le quita la mordaza, la obliga a chuparle la concha. Después de un rato, Ruth se cansa de mi y saca a Mirna de la entrepierna de Alicia, Mirna viene y me desata el cuerpo, me ayuda a pararme y me acerca a la cabeza de Alicia, me baja la bombacha y mi pija sale despedida hacia delante, directamente a la boca de la sometida. Alicia empezó a chupar con muchas ganas, hasta que un par de minutos después la bañe de semen. En ese momento yo pegué un pequeño salto hacia atrás, eso fue un error. Con mis manos atadas adelante me sostenía la pollera del vestido de mucama, al saltar hacia atrás perdí el equilibrio y para no caer al piso fui saltando para caer justo en un sillón que había junto a la pared. Como se imaginarán, dando saltos sin control inmediatamente de haber acabado manche todo. Piso, vestido, medias, bombacha, a Mirna y al sillón.

-Pero que puerca que sos, mirá como dejaste todo.

-Mirna, Wanda, vayan a cambiar a Daniela por favor.

Wanda me desata los pies y me lleva al famoso cuarto secreto. Entre las dos me desvisten y me limpian. Me sacaron todo, hasta lo que no tenía manchado, solo me quedó el pañuelo en la cabeza, la mordaza y el vibrador en el culo. Empezaron a sacar ropa.

-Vendale los ojos asi no ve que le vamos a poner

-No, dejala asi, quiero ver como le crece el pito cuando la empezamos a vestir.

Primero me pusieron un corpiño de raso rojo con puntillas y las prótesis, Luego agarron un corset, me ataron a una argolla de la pared y procedieron a ponérmelo. Tiraban tanto de las cuerdas que creí que no podría soportarlo, me dibujó una figura que parecía Marylin Monroe, una cinturita que mas de una mina querría tener, pero la verdad era que me costaba respirar. Luego un portaligas enorme, medias blancas, una bombacha no muy grande pero si muy ajustada que me sostenía el vibrador, encima de todo eso un body de lycra rojo y para rematarlo un calzón de saten rojo tambien. Me ponen un pañuelo en el cuello, me atan las manos por detrás y me empiezan a franelear entre las dos. Lo mas cómico de todo es que empezaron a desvestirme casi al instante de haberme vestido. Me bajaron el calzón, abrieron el body por debajo y bajaron la bombacha, todo para saborear mi duro miembro. Las cosas que me hicieron esas dos no tiene nombre. Fui manoseado y chupado por todos lados, se metieron mi pija en todos los agujeros que tenían. Me ataron acostado, sentado, boca arriba, boca abajo para jugar con mi culo, en el piso, en la cama, en la silla, fue una sesión de gimnasia casi. Acabamos los tres después de un largo rato. Me sacaron el vibrador, me volvieron a acomodar toda la ropa, y me ataron a una silla. Mirna se acercó a mi y me saca la mordaza, todavía tenía la bombacha de Ruth en la boca.

-Todavía tenés la bombacha de esa turra en la boca, mejor, probá la mía.

La bombacha de Mirna era bastante grande, de lycra y eso me obligó a abrir mucho la boca. Me la sujetó con un pañuelo que undió mas la prenda en mi boca y con otro pañuelo cubrió mis labios y los anudó a la nuca, me vendó los ojos me desató de la silla y nos fuimos al comedor.

-Acá la trajimos, que hacemos con ella?

-Atenlá a esa silla bien fuerte, asi mientras nosotras comemos.

-Pero ¿Quién nos va a servir la cena?

-Alicia lo hará y también le dará de comer a Daniela.

Me ataron a una silla, mis manos a la espalda, aseguradas a la silla, mis piernas eran como matambres enrroscadas en sogas, me ataron todo el cuerpo a la silla pero muy fuertemente, estaba muy incómodo, finalmente pasaron una chalina de seda por mi cuello y la ataron al respaldo de la silla por lo que debía mantener mi cabeza tirada hacia atrás levemente pero si la bajaba me ahorcaba.

-Alicia, empezá a servir la cena.

Alicia, sin ropa alguna, comenzó a servir a su madre a amigas, le tocaban el culo, le tiraban del pelo, la jodieron constantemente.

-Sacale la mordaza a Daniela y dale algo de comer y comé vos también, nena.

Alicia se me acercó y me quitó los pañuelos de la boca y comenzó a darme pequeños pedazos de pollo. La verdad, no se si estaban muy ricos o si tenía mucho hambre, alguna de las dos cosas eran y lo necesitaba realmente. Luego me dio un poco de vino para bajarlo y ella también comió. Fue bastante extraño comer atado en esa posición con la cabeza tirada hacia atrás, pero a esta altura yo ya estaba acostumbrado a todo.

-Bueno, que les parece si tomamos todas un descanso y nos preparamos para lo que se viene.

-Me parece muy bien, es una gran idea.

-Alicia, desatá a Daniela.

Me desataron por completo, hacía rato que no estaba aprisionada por algo. También me fue quitada la venda de los ojos. Me convidaron cigarrilos, charlamos, comimos helado de postre, tomamos unos tragos, la pasamos como unas amigas que hacía tiempo que no se veían, la pasamos bárbaro. Pasaron 45 minutos mas o menos de charla y distensión y ya Ruth empezó a acariciarme las piernas. Alicia se había vestido con medias, bombacha, corpiño, enagua y un vestido de lycra color dorado, se había vuelto a colocar un pañuelo en la cabeza y llevaba otro en el cuello. Mirna, Wanda y Cristina también llevaban pañuelos en sus cabezas y en el cuello y Ruth solo llevaba uno en el cuello. Ese pañuelo, Ruth se lo sacó y cubrió mi cabeza por completo, tipo capucha y me lo sujetó con otro alrededor del cuello. Inmediatamente mis manos fueron sujetadas a la espalda por unos pares de medias y mis piernas corrieron la misma suerte. Otro pañuelo me fue colocado como mordaza por sobre la capucha de seda. Ruth me tendió en el sofá en donde estábamos sentadas, me puso de costado y se tendió a mi lado. Me empezó a acariciar la entrepierna y mis medias, yo intentaba por todos los medias moverme para, por lo menos, apoyar mi miembro aprisionado por la bombacha sobre su concha. Me besaba por sobre la capucha de seda. Luego siento que otras manos toman mis pies y comienza a besármelos. Es una sensación fantástica que te besen los pies, mas todavía sobre las medias, por momentos me hacía cosquillas con su lengua, pero el placer era indescriptible. De pronto Ruth mete su mano debajo de mi bombacha y me empieza a masturbar, su otra mano seguía recorriendo mi cuerpo y la boca desconocida continuaba con mis piés. Tan solo unos minutos y mi bombacha quedó blanca de leche. Me retorcí como un animal y eso les encantó a mis captoras.

-Mirá como se revuelve la guacha esta ¡!!!!

-Acabó como loca

-Esto es un enchastre

-Wanda y Ruth, vayan a cambiarla de ropa y prepárenla bien para la próxima.

Cual sería la próxima? Ruth y Wanda me llevan a la habitación secreta para cambiarme, lo que tenía sucio nada mas eran las medias y la bombacha pero ellas querían cambiarme por completo.

-Desvestila Ruth, mientras yo busco ropa.

-Buscá algo cómodo, algo mas bien amplio.

Ruth desató mis manos y comenzó a sacarme toda la ropa, solo quedé con la mordaza y el pañuelo de capucha.

-Sacale la mordaza y el pañuelo.

Ruth me saca la mordaza y la capucha así que quedé solamente con el pañuelo de la cabeza que cubría mi toca.

-Porque tenés la toca hecha y con ese rulero gigante ahí?

-Alicia me la hizo hoy cuando estaban por llegar ustedes.

-Si Alicia te la hizo, está todo bien.

Ahí se quedaron piquitos, rulero y pañuelo, la verdad, no me molestaban en lo mas mínimo, es mas, si me los sacaban sentiría como que me faltara algo, tan acostumbrado estaba a todo eso que no sabía como iba a reaccionar cuando me vistiera de hombre de vuelta.

Primero me pusieron un corpiño que era acompañado por una faja, luego me enteré que llama bustier, era de raso, blanco como la nieve, por supuesto fue rellenado con dos prótesis mas grandes que las que tenía antes, la faja me ajustaba mucho pero me marcaba bien la cintura, luego un portaligas grande, rojo y negro muy sexy y unas medias negras de lycra muy brillosas, una bombacha roja que cubría el portaligas y llegaba hasta el bustier. Me pusieron unos zapatos de taco de unos 10 cm y muy finitos, se me hacía muy difícil hasta mantener el equilibrio. El vestido era precioso, era de seda pesada color azul eléctrico, de media manga. La parte de arriba me quedaba muy ajustada pero la pollera era amplia y me llegaba por debajo de las rodillas. Completaron mi atuendo con un pañuelo en el cuello del mismo color que el vestido, anudado al costado.

-Estás bárbara Daniela.

-Ahora tenemos que amarrarte

Ataron mis manos a la espalda con soga de nylón y también ataron mis codos, eso me dolió un poco al principio ya que es un poco incómodo. Luego me metieron un pañuelo de seda en la boca y lo sujetaron con otro mas grande, el que me metieron en la boca también era grande, por lo que debí abrirla mucho. Ataron mis muslos y rodillas con soga pero por debajo del vestido, de esa forma las sogas no se veían y les era facil levantarme la pollera. Me vendaron los ojos con otro pañuelo y me llevaron al living.

-Que linda que quedó, muy buen trabajo. Mirá que linda está tu novia, nena.

-Preciosa, una diosa.

-Arrodíllenla acá, delante de mí.

Me arrodillaron delante de Cristina pero no notaba cercana su presencia.

-Ahora te vamos a sacar la mordaza y te vas a encontrar con algo, en cuando lo sientas, empezá a besar.

Me sacan los pañuelos de la boca y me encuentro con un par de pies enfundados en medias de seda. Cristina tenía sus pies sobre un banquito y así quería que se los bese. Comenzé a lamer y besar los pies de Cristina, su sabor era rico y sus medias producían una bella sensación en mi boca.

Mientras yo besaba pies, Mirna se me coloca detrás y empieza a acariciarme el culo por sobre la lycra de la bombacha. A mi costado sentía gemidos de placer de los demás, que no se si se estaban masturbando o se revolcaban entre ellas. Las caricias de Mirna aumentaban mi excitación. De pronto, Cristina saca sus pies del banquito y me arrastra hacia ella. Me obliga a besar su concha por encima de la bombacha. Luego descubrí que la bombacha de Cristina tenía una abertura justo en su vajina así que mi lenguá empezó a entrar y salir de su agujero infinito. Mirna ya había bajado mi bombacha y me acariciaba con un pañuelo de seda y me metía un dedo y seguía con el pañuelo, me besaba y mordía los cachetes y mi extasis total llegó cuando me dio un beso negro espectacular. Cristina se retorcía en el sillón y mi cabeza sufría entre sus piernas, Mirna seguía con sus besos a mi culo y los gemidos de todas se escuchaban por toda la sala. La cabeza de mi pito rozaba con el borde de mi bombacha baja masturbándome lentamente. Por supuesto, manche otra bombacha.

Al acabar, Cristina me tiró a un costado y caí pesadamente al suelo. Mirna tomó los pañuelos con los que me había acariciado y me volvió a amordazar.

-Que maravilla, como extrañaba estos momentos.

-Realmente, tu esclava es una joyita, no se rinde jamás, tiene cuerda para rato.

-Si, pero ya estoy podrida de que manche bombachas, vamos a tomar medidas.

Cristina me levantó y me llevó al baño. Me sacó la bombacha y las medias que había manchado, por suerte el vestido quedó seco. Me sentó en el bidet y me lavó y luego me secó. Fuimos al cuarto secreto, me puso otras medias y me empezo a poner otra bombacha. Pero antes de acomodarla me colocó el pito hacia atrás y luego si me subió la bombacha. Yo notaba algo extraño en mi entrepierna pero no sabía que era.

-Te puse una toallita higiénica, a ver si asi te dejas de mojarme las bombachas, de paso entendés a las mujeres como nos sentimos cuando estamos indispuestas.

Era el colmo, ahora me tendría que bancar la toallita mojada si acababa. Alicia me había prometido muchos cambios de bombacha. Pero como no podía decir nada, me la tuve que aguantar. Me llevó nuevamente al living me sentó en el sillón y me ató los tobillos.

Todas, excepto Cristina, se habían vestido. Estaban vestidas distintas a cuando llegaron.

Alicia se había puesto un vestido de lycra rojo, muy ajustado y muy largo, tenía el pelo suelto. Vino hacia el sillón y se sentó a mi lado. Mientras, las tres brujas se fueron con Cristina para ayudarla a cambiarse.

-Hola amor, ¿la estas pasando bien?

Asentí con la cabeza.

-No sabés que contenta que me pone, me encanta que estés disfrutando este momento. ¿Viste que linda que estoy con este vestido y el pelo suelto?

-Mmmmmmfffffffffff mmmmmmmmffffffffffmmmmmmm

-Vení que te saco la mordaza un ratito y nos fumamos un cigarrillo.

-Haaaaa, gracias, lo necesitaba. Tu vieja me puso un toallita femenina en la entrepierna.

-Jajajajaja, que bueno!!!!

-Que bueno, tengo todo el pito tirado para atrás, en cuanto te vi asi vestida me excité y lo tengo al mango, me duele mucho.

-Es una pequeña maldad de mamá, no te hagas drama, no debe ser para tanto.

Mientras ella fumaba me daba pitadas de su cigarrilllo, en un momento amaga a darme una pitada y me estampa un beso en la boca, su lengua se metió hasta casi mi garganta y nos quedamos enganchados durante un rato. Me acomodó un poco de costado y empezó a acariciarme la cola mientras seguía besándome, sus manos acariciaban todo mi cuerpo y su lengua se encontraba con la mía. Comenzó a bajarme la bombacha pero solo para dejar mi cola al aire. Mi pija se encontraba aprisionada y me dolía un poco. Me acostó en el sillón boca abajo y empezó a lamerme el culo. Como estaba acostada sobre mi, yo podía acariciar un poco sus tetas con mis manos atadas a la espalda, mientras ella besaba mi agujero con pasión.

-¡Otra vez, Alicia! ¡No se las puede dejar solas un minuto!

Cristina había vuelto con las locas.

-Que bárbaras que son, no paran.

-Dejala Cristina, por favor.

-Vos callate la boca que nadie te autorizó a hablar.

Ruth me metió un pañuelo en la boca y lo aseguró con un par de medias que había allí. Quedé tendido en el sofá, boca abajo y con el culo al aire.

-Vamos a salir un ratito pero no quiero que ustedes estén revolcándose como degeneradas mientras no estamos así que voy a tomar medidas.

Se llevaron a Alicia y al rato vinieron por mi. Mirna me desata los pies pero no me sube la bombacha. Me llevan al cuarto especial. Alicia está atada a la silla, sus piernas fueron atadas juntas con medias y sus manos hacia atrás también con medias. Estaba amordazada con tres pañuelos y tenía el cuerpo totalmente atado a la silla con cuerdas de Nylon.

A mi me pusieron en el cepo. El cepo estaba montado como arriba de una mesa, de modo que me hicieron acostar boca abajo y mis manos y cabeza quedaron aprisionadas en las maderas. Me pusieron pañuelos en el cuello y muñecas para que no me lastime y ataron mis piernas a las patas de la mesa, bien abiertas.

-Bien, ahora nos podemos ir tranquilas

Las guachas se fueron y nos dejaron a las dos ahí, sin posibilidades de hacer nada y una calentura terrible. Pero yo no contaba con la astucia de Alicia.

Empezó a mover la silla, dando saltitos muy cortos y acercándose a mi. Yo me preguntaba que quería hacer si estando asi atados nada era posible. Se fue ubicando detrás de mí, Tardó bastante en llegar porque los saltitos eran muy cansadores y parecía estar agotada. En cuanto se ubicó detrás de mí y yo ya no la podía ver, se puso con su cara justo detrás de mi culo que todavía estaba al aire. Comenzé a sentir los pañuelos que amordazaban su boca acariciarme el culo. Yo intentaba soltarme pero era imposible, casi no tenía movimiento posible, asi que Alicia se encargó de todo. La escuchaba gemir a travez de su mordaza y su nariz se introducía un poquito en mi agujero y luego seguía refregándose los pañuelos. Así estuvimos casi 1 hora, yo acabé de la inmensa calentura que tenía y ella también acabó al rato. La escuchaba respirar con un poco de dificultad por la mordaza severa pero se notaba muy feliz. Empezó a dar saltitos otra vez para ubicarse en su lugar.

Al ratito llegan las cuatro locas.

-Muy bien, parece que se han portado bien

-Igualmente, vamos a revisar la cinta de video

¡¡Que turras, nos habían filmado!!

Cuando vuelven de mirar las cintas, inmediatamente Cristina se me acerca para controlar mi bombacha.

-Y con toallita y todo la manchaste, pero que cosa, che. Ruth soltala que la voy a vamos a cambiarla otra vez. Mirna, vos solta a Alicia.

Soltaron a Alicia y se la llevaron. Ruth y Cristina me empezaron a desvestir, me dejaron totalmente desnudo. Me ponen un bombacha muy grande, medias de lycra, corpiño y me ponen un camisón de satén precioso, largo hasta el piso, mangas largas, bastante ajustado, color rojo fuerte, realmente hermoso. Cambiaron el pañuelo de mi cabeza y atan mis manos a la espalda.

-Bien, ahora es hora de dormir, los siento por vos pero las esclavas duermen atadas y amordazadas. ¿Querés algo antes de dormir?

-Me gustaría un vaso de Coca y un cigarrillo.

-Está bien, vamos al living.

Me llevaron al living y me ataron las manos adelante y también los pies. Cristina me trajo un vaso grande de Coca Cola y me convidó un cigarrillo. Me dejaron solo y pude relajarme y disfrutar del momento. Me sentía muy a gusto vestido de mujer con esas prendas maravillosamente suaves y sensuales. Además, gozaba mucho ese momento de tranquilidad, pese a estar atado. Comparado a como estuve atado antes, esa forma era como estar en libertad total. El camisón de satén rozaba mis piernas con medias y era una sensación fascinante que lograba excitarme muchísimo. Me había acostumbrado al pañuelo de la cabeza, ya era como parte de cuerpo. Y ni hablar de las bombachas tipo faja, era una compresión constante a mi panza, pero maravillosa. Fumé mi cigarrillo, tomé mi coca y me recosté en el sillón. Acomodé bien mi camisón para que no se arrugue y me quedé disfrutando el momento.

-Mirá como descansa esta guacha. Lo siento Daniela, pero no vas a dormir tan cómoda.

Desataron mis pies y me llevaron al cuarto especial. Primero me amordazaron con un pañuelo al que le habían hecho un nudo en el centro, el nudo lo introdujeron en mi boca y me lo ataron a la nuca. Era una mordaza cómoda, no me obligaba atener la boca muy abierta, luego vendaron mis ojos con otro pañuelo. Me recostaron en la cama y ataron mis manos juntas al respaldo y también ataron mis pies y los sujetaron a la otra punta de la cama.

-Buenas noches Daniela, que descanses. Pronto nos volveremos a encontrar.

-Chau linda, hasta pronto

-Nos vemos, dulce

Las tres amigas de Cristina se despidieron de mi dandome un besito en mis labios y salieron del cuarto que fue cerrado con llave. Como estaba realmente cansado traté de dormirme. Estaba ya casi en el primer sueño cuando escucho que la puerta se abre.

-Ahora voy a aprovechar que Alicia duerme y las tres se fueron, vamos a hecr la última del día. ¿Dormís?

-MMmfmmmmmmmffffffffffff

Cristina era insaciable. Levantó mi camisón, bajó mi bombacha y se calzó mi erecta pija montándome como un jinete a su yegua. Sentir sus caricias por sobre mi camisón de satén era fantástico, a veces se acostaba sobre mi y besaba mi boca amordazada. En ningún momento me sacó la mordaza ni me desató. Acabó ella y yo acabé inmediatamente después dentro suyo. Salió de encima mío, me limpió el poco semen que quedaba con un pañuelo y con el mismo pañuelo envolvió mi pija y me subió la bombacha.

-No tengo ganas de cambiarte ahora, así no te vas a manchar y no vas a estar molesta. Ahora si, hasta mañana.

Acomodó mi camisón y salió del cuarto cerrando con llave.

Me quedé dormido enseguida. Creo que eran la 4 de la mañana.

Recién volví a despertar cuando alguien me había sacado la mordaza y me estaba despertando con un maravilloso beso de lengua. No había sentido la puerta ni cuando me sacaba la mordaza, desperté con su lengua buscando la mía.

-Hola amor, por fin te despertaste.

-Hola linda, ¿Qué hora es?

-Son las diez de la mañana y llevo un minuto besándote y no te despertabas.

-Y bueno, fue un noche larga.

-Por como tardaste, veo que dormiste muy bien.

-Si, tenés razón, dormí bárbaro.

-¿Mamá te visitó a la noche?

-Si

-Que guacha, es insaciable. Bueno, vamos que te vas a pegar una ducha.

Alicia me desató y me condujo al baño que ya estaba todo preparado.

-Bañante y ponete esa bata de seda roja que está ahí. Después venis a mi dormitorio.

Era la primera vez que me desvestía solo, me duche durante un rato, casi me olvido de sacarme el pañuelo y la toca, mi pelo era un desastre de lacio.

Después de secarme me puse esa hermosa bata de seda y me fui al cuarto de Alicia.

-Que linda que te queda esa bata.

-Si, es muy cómoda.

-Bien, vamos a arreglarte.

Alicia me colocó un corpiño blanco grande y un par de prótesis que me hacían unas tetas importantes. Luego una especie de corsette que no llevaba correas, se estiraba bastante y se abrochaba por detrás, era de lycra blanca y me tomaba justo la cintura. No comprimía tanto como el de correas pero me hacía una linda figura. Me puso una bombacha no muy grande de lycra negra, medias enterizas color tostado muy brillantes, y encima de ellas una bombacha mas grande de lycra y raso color carne que me llegaba hasta el corselette.

Luego me puso un blusa de satén blanca, de manga larga y un pañuelo en el cuello que me lo acomodó dentro del cuello de la blusa, quedaba muy lindo, color verde con vivos azules. Me trajo una pollera que era parte de un trajecito muy clásico, era una tela rústica, tipo escocesa pero muy discreta, me llegaba poco mas abajo de las rodillas. Y completamos con el saco del trajecito. Un traje sastre clásico y discreto.

-Preciosa, ahora voy a pintarte.

Pintó mis labios, mis ojos, mis cejas, aplicó rubor en mis mejillas y me puso unos aros, una pulseras y un collar de perlas.

Pensé que me iba a hacer la toca, pero empezó a peinarme y a secarme el pelo. Cuando ya estaba casi seco, acomodó mi largo y rebelde pelo en una cola y la ató con una gomita.

Agarra un pañuelo azul muy grande, lo dobla en triángulo y me lo coloca en la cabeza pero tipo Jacky Onassis o Grace Nelly, le cruza debajo de mi barbilla y me lo ata a la nuca. No lo ató muy fuerte, mas bien flojo y de manera que los costados taparan un poco mi cara. Completó mi atuendo con unos anteojos de sol bastante grandes.

-Perfecta

-¿A que se debe tanta elegancia y preparación?

-Vamos a ir a comprar el pan y las pastas.

-¡No, ni en pedo salgo así a la calle!. Vos estás loca.

-Ya estás lista, no se va a dar cuenta nadie y si seguís negándote, te saco atada, elegí.

La loca era capaz de cualquier cosa, asi que accedí a salir con ella a la calle.

-Mirá que linda que quedó, mami

-Una señora elegante, podés decir que es tu tía

-Jajajajaja

-Yo no me río, no me causa gracia.

-No te hagas drama, no se va a dar cuenta nadie, para eso te puse el pañuelo asi y los anteojos.

-Bueno, vayan que se hace tarde, son un par de cuadras nada mas pero debe haber bastante gente.

Menos mal que ya me había acostumbrado a caminar con tacos, encima no eran muy altos por suerte. Alicia mientras caminábamos me corregía la posición y la forma de caminar. Lo mas alucinante sentir el vientito suave en mis medias, era como que me acariciaban las piernas constantemente y se metía debajo de mi pollera y me hacía cosquillas. Como tenía un miedo terrible caminaba mirando hacia abajo.

-Caminá bien, levantá la vista, asi parecés un mina elegante, sinó parecés una idiota.

Llegamos a la fábrica de pastas, estaba lleno de gente, yo tenía un miedo pánico. Como a los 15 minutos nos atienden y Alicia le pide 4 cajas de ravioles. Paga y nos vamos.

-Vamos a la panadería

La panadería estaba enfrente, como la calle era de empedrado, se me complicó mucho cruzar por los malditos tacos, casi pierdo el equilibrio, si me caía era el final, por suerte me pude apoyar en Alicia y todo quedó bien.

-Toma plata, entrá y pedí 1 kilo de pan

-Vos estás en pedo, entrá y pedilo vos.

-No seas cagona, entrá y pedí el pan.

-No, mi voz es muy gruesa, dejame practicar y otra vez voy yo a hacer las compras

-Cagona, cuando lleguemos a casa, te voy a atar de las pelotas

Compramos el pan y nos fuimos a la casa. Cristina ya estaba calentando el agua.

-¿Todo bien nena?

-No, esta miedosa no quiso comprar el pan

-Bueno, es la primera vez que sale, ya va a ir solita a la feria disfrazada de mucama, jajajaja

-Vení que voy a cambiarte, no quiero que manches este trajecito con salsa.

Alicia me llevó al cuartito especial y me sacó el trajecito, la blusa y el pañuelo de la cabeza.

Me puso un uniforme enterizo de mucama, que se cerraba con un cierre por detrás, tenía una pollera larguísima, era color negro y muy brillante, no se de que tela era, pero seguro que era sintética, muy sedosa y brillante. Como era de manga corta, me colocó unos guantes de lycra largos hasta arriba del codo. En la cabeza me puso otro pañuelo pero atado a la nuca como antes. Me metió un bombacha en la boca y me la aseguró con un par de medias, ató mis manos a la espalda, luego mis piernas y me acostó en la cama. Una vez acostado me empieza a levantar la pollera y me baja la bombacha, mi erecto miembro queda al descubierto. Comienza a envolverme el pito y las bolas con un pañuelo y ata el otro extremo a una soga del techo.

-Te dije que te iba a colgar de las bolas, ahora aguantate.

Tiró de la soga y no tuve otro remedio que arquear mi cuerpo.

-MMMmmffffffffffffffmmmmmmmmmmmmmmmmfffffffffffffffff

-Jodete, si te duele, jodete.

Ató la soga a un gancho y se fue, quedé en esa horrible posición. No había tirado mucho pero si lo suficiente para que esté bien incómodo. Habrán pasado unos 5 minutos y el pañuelo que envolvía mis bolas y mis pija empezó a ceder, comenzó a resbalarse hasta que por fin pude abandonar esa incómoda posición. Me senté en la cama y comenzé a forcejear con las ataduras de mis manos. Como me había atado con medias logré zafármelas y desaté mis piernas, levanté mi bombacha y me dirigi a la puerta. Por suerte, estaba sin llave. Salgo sigilosamente por el pasillo y me dirijo a la habitación de Alicia. Ella estaba allí, de espaldas a la puerta acomodando su ropero. Entro silenciosamente y con una mano tapo su boca y con la otra rodeo su cuerpo.

-No se te ocurra gritar.

Tomo una bombacha del cajón que estaba abierto y se la meto en la boca. Era una de lycra y raso, negra y bastante grande por lo que tuvo que abrir mucho la boca. Luego se la sujeto con un pañuelo. Por suerte, como estaba acomodando la ropa, tenía todo a mano. Con otro par de medias até sus manos a la espalda. La cargé en mi hombro y me la llevé al cuartito.

Cerré la puerta con llave, ahora si me toca a mi.

Alicia tenía puesta una remera y un short, llevaba como siempre un pañuelo en la cabeza, medias de nylon y zapatillas. Desato sus manos y se la vuelvo a atar adelante, la paro en el medio de la habitación y la sujeto a la soga que colgaba del techo. Comienzo a levantar sus manos, tirando de la soga, hasta que sus brazos quedan totalmente estirados. Arranco la remera y le saco las zapatillas y el short. No tenía corpiño y debajo de las medias tenía una bombacha similar a la que le había metido en la boca para amordazarla. Comenzé a besarla por todo el cuerpo, metí mis manos por todos lados, bajé sus medias y bombachas y la comenzé a acariciar con el pañuelo como ella me había enseñado. Una vez que la tenía bien caliente la alzé y se la fui metiendo lentamente. Ella solo gemía a travez de la mordaza y eran gemidos de placer no de sufrimiento. Una vez que acabamos tomé unos pañuelos y le hice un top para sus tetas, le puse la bombacha, le subí las medias y la bajé lentamente. Desaté sus manos y la llevé al cepo. La puse en el cepo y até sus piernas a las patas de la mesa, bajé su bombacha y su hermoso culo quedó al descubierto. Comenzé a besarlo lentamente, pasé mi lengua por toda su raya, después empezé con un pañuelo, Alicia se derretía, sus gemidos eran cada vez mas fuertes, se la empezé a meter de a poco, haciéndola gozar, hasta que la tuvo toda adentro y mis bolas golpeaban contra sus cachetes, una vez que acabé, retiré mi pija y le metí un vibrador en el culo, subí su bombacha y se lo dejé ahí, aprisionado. Fui hacia delante, aflojé el pañuelo y saque la bombacha de su boca, sin darle tiempo a nada metí mi verga en su boca y ella comenzó a chupar con mucho placer. Tuvo que tomarse toda mi leche, ya que no se la saque hasta que me la dejó casi limpia. Me termino de limpiar con la bombacha que la había amordazado y vuelvo a colocar la bombacha en su boca. Cuando estoy por ponerle el pañuelo para sujetársela, siento, toctoc

-Nena, ¿estas ahí?

-Decile que si, que ahora le abrís y ni se te ocurra decirle nada mas.

Quito la bombacha de su boca

-Si mami, esperá que te abro.

Vuelvo a amordazar fuertemente a Alicia y voy hacia la puerta, antes tomo unos pañuelos del cajón y algunas sogas, giro la llave y abro la puerta escondiéndome detrás de ella. Cristina entra e inmediatamente ve a Alicia en el cepo. Sin darle tiempo a reaccionar me abalanzo sobre su cuerpo colocándole la soga para aprisionar sus brazos. Cristina ni siquiera atinaba a hablar, estaba totalmente sorprendida. Una vez sujetados sus brazos coloque un pañuelo en su boca y le puse otro para sostener la mordaza. Luego até sus manos a la espalda y la acosté en la cama atándole también los pies. Era una fiera, se revolvía en sus ataduras y protestaba con unos gritos embozados por la severa mordaza que le coloque.

-Ahora el que se ríe soy yo, tengo a madre e hija a mi disposición.

-Mmmmmmmmmffffffffffffffmmmmmmmmmfffffffffffffff

-Estás muy sacada Cristina, mejor te vendo los ojos, te vas a calmar un poco.

Vendé los ojos de Cristina con un pañuelo y puse otro mas ancho sobre su mordaza, ahora ya casi no se la escuchaba. Me senté cómodamente a fumar un cigarrillo y a observar a mis dos cautivas. Cristina seguía revolviéndose pero con menos intensidad que antes y Alicia me miraba fijamente. Me acerque a ella y le quité la mordaza.

-Porque me mirás con esos ojitos de malhumor?

-¿Qué te hicimos nosotras para que nos trates así?

-¿¿¿Queeeeeee? ¿Vos pensás que las estoy tratando mal? ¿Y que tendría que decir yo entonces?. Me vistieron de mujer, me mantuvieron secustrado, me entregaron a tres locas mas, estuve atado y amordazado por 24 horas, me sacaste a la calle vestido de mujer, me depilaron, sigo vestido de mujer. ¿Y encima me preguntás que me hicieron?

-Vos no podés negar que disfrutaste de todo eso.

-Juro que disfruté muchísimo, me encantó y va a seguir encantándome, pero ahora quiero probar que se siente el ser dominadora. Y vos no me digas que no disfrutás porque se que te gusta estar atada.

-A mi me gusta, pero a mi mamá, no.

-Vas a ver como después de que yo la agarre, me va a pedir de rodillas que la ate.

Volvía a amordazar a Alica y me dirigí a Cristina. Llevaba puesto camisón de material sintético, pañuelo en la cabeza y medias. Comenzé acariciando sus piernas y besando sus pies atados. Allí comenzó a calmarse un poco. Lentamente fui subiendo hasta llegar a su bombacha y comenzé a acariciarle la entrepierna. Sus gemidos eran cada vez mas fuertes, ya no había bronca, estaba empezando a gozar. Desaté sus piernas bajé su bombacha, volví a atarle las piernas pero separadas, una a cada punta de la cama. Su concha se notaba húmeda por la excitación. Empezé a penetrarla lentamente, Cristina gemía a travez de su mordaza, Enterre mi miembro hasta el fondo y acabé muy rapidamente y ella también. Se retorcía como una gata, había llegado al climax total. Así como estaba, le coloqué un vibrador en su concha y le subí la bombacha dejándoselo aprisionado, desaté sus piernas de la cama y se las até juntas nuevamente. Comenzé a acariciar sus tetas y su cabeza totalmente enfundada en pañuelos de seda, le saque el primer pañuelo de su boca y parte de sus labios quedaron al descubierto, empezé a besárselos lentamente, a pasar mi lengua por su cuello, su excitación iba en aumento. Saqué el pañuelo que sujetaba su mordaza y ella ni siquiera intento escupir el que tenía en la boca, gemía a travez de el. Se lo saco de la boca y le obligo a chupar mi pija. Cristina chupa con maestría, es una verdadera gata chupando y lamiendo mi miembro con una pasión indescriptible. Pese a tener posibilidad de hablar no dijo absolutamente nada. Acabé dentro de su boca y ella ya había acabado dos o tres veces. Limpié un poco su cara con el pañuelo, me limpié yo y se lo volví a incrustar en la boca sujetándoselo con los otros dos pañuelos. Me senté nuevamente a admirar a mis cutivas y a fumarme otro cigarrillo. Alicia me miraba, todavía tenía un vibrador en el culo. Voy hacia el cepo y retiro el aparato de Alicia, suelto las trabas del cepo y la saco. Ato sus manos adelante y ato sus rodillas.

-Andá a la cocina y poné la mesa. Ojo con soltarte o intentar nada.

Alicia se marcha dando pasitos cortos hacia la cocina. Me acerco a Cristina que seguia revolviendose un poco por el vibrador de su concha. Le bajo la bombacha y retiro el aparato. Quito los pañuelos que amordazan su boca y solo sale un suspiro de placer.

-¿Parece que te gustó?

-Desatame inmediatamente. No me gusta estar atada.

-¡Dejate de joder, si te encantó lo que te hice!

-

-¿No me lo vas a reconocer?

-Me encantó, la verdad es que me encantó. Jamás había probado esto, lo hice miles de veces pero nunca me lo hicieron a mi. Y si vos no lo hacías a la fuerza, jamás lo hubiera aceptado. Pero ahora desatame que tengo que terminar en la cocina.

-Ya fue Alicia, ahora vas a probar lo que es comer atada.

-No, basta, ya está, no la sigas, fue muy lindo pero ya esstmmmmffffffffffffff

La volvía a amordazar con una bombacha y un pañuelo que la sujetaba. Desaté su cuerpo y sus manos y se las até adelante, desaté sus piernas y até sus rodillas, la ayudé a pararse y la conduje hacia la cocina. La senté en una silla y la acerqué a la mesa. Quité el pañuelo de sus ojos y me fui a ayudar a Alicia con los ravioles. Llevé los ravioles a la mesa, les serví a las dos y a mi también, les quité la mordaza a las dos y nos sentamos a comer. Fue maravilloso verlas comer con las manos atadas, al ser ravioles no era tan problemático pero igual les costó un poco y yo me divertí mucho. Una vez terminado el almuerzo les convidé un cigarrillo a cada una y les serví café. Charlamos un rato, Cristina me contó la fascinación que le provocaban los pañuelos y la ropa interior, me contaba que han gastado fortunas en ropa ya que su marido era también fanático total. Ese mismo amor por las telas sedosas y la ropa se la transmitió a Alicia. Me contó que ella se enteró que al marido le gustaba transvestirse cuando un día lo descubrió.

-Yo tenía que ir a cuidar a mi madre que estaba enferma. Alicia no había nacido todavía.A la madrugada mi hermana vino a remplazarme y yo me volví a mi casa. En cuanto llegué encontré a mi marido durmiendo….¡pero con mi camisón y mi ropa interior puesta!. Además estaba con los ojos vendados con un pañuelo, otro pañuelo en la cabeza y las piernas atadas con sogas. Al principio me quería morir, pero con el correr de los días fuí aflojando y le propuse que ya que tanto le gustaba eso, ella sería la señora de la casa. No todo el tiempo, pero si durante gran parte de los días. Los días de semana trabajábamos pero a la noche, el se convertía en Malena. Me cocinaba, lavaba la ropa, planchaba yo a veces lo ayudaba un poco pero en general ella hacía las tareas. Muchas noches dormía atado y amordazado a la cama. Los Domingos eran los dias que mas disfrutábamos. Ya se levantaba vestido de la noche anterior, lo amordazaba bien fuerte y a lavar y planchar la ropa de la semana. Además debía hacer todas las tareas atado, tal como te hicimos a vos. Y cuando nació Alicia construímos el cuartito para encerrarnos y no tener problemas. Además venían mis amigas y nos matábamos noches enteras. Eran tiempos felices y no teníamos problemas de ningún tipo. El negocio andaba muy bien y podíamos comprarnos toda la ropa que se nos ocurría. La cantidad de pañuelos que he comprado en mi vida no tiene nombre. He comprado en todos los países y de las mejores marcas, Hermes, Gucci, Escada, Ferragamo, las mejores sedas del mundo, podría atarte y envolverte todo el cuerpo en seda y me sobrarían muchos pañuelos.

-Me gustaría probar.

-Desatanos y te muestro.

Procedí a desatar a mis dos cautivas y nos dirigimos al cuartito. Una vez allí fui desnudado por completo y Cristina agarró dos cajas gigantes que había sobre el ropero. Las cajas estaban llenas de hermosos pañuelos prolijamente doblados, de todo tipo y color, todas las marcas mundiales y sin marca también. Empezaron a envolverme los brazos, una vez envuelto ataban pañuelos sobre los que envolvían para que no se caigan, mis manos también fueron envueltas con pañuelos. Luego comenzaron con mi cintura, cola y pito, me hicieron como un pañal y luego ataron mas pañuelos. Se pusieron a trabajar en mis piernas y quedaron ensedadas totalmente, al igual que mis pies. Le llegó el turno a mi pecho y mi panza. La cantidad de pañuelos que usaron para cubrirme el pecho y los hombros es increíble, dieron vueltas por todos lados. Yo gozaba como loco, realmente era una maravilla el trabajo que hacían y la seda se hacía sentir en mi cuerpo. Para la panza utilizaron unas chalinas que me la comprimían un poco semejando un corsett. Yo calculo que hasta ahí, deben haber usado unos 120 o 130 pañuelos. Luego envolvieron mi cuello con tres pañuelos y en mi cabeza pusieron dos pañuelos mas. Llegó el turno de la mordaza. Metieron un pañuelo mediano en mi boca, lo sujetaron con otro entre mis labios, atado a la nuca, sobre esos pusieron otro que cubría mis labios y sobre esos tres una chalina doblada ancha que cubría desde debajo de mi nariz y hasta el mentón. Me vendaron los ojos con varios pañuelos mas y luego pusieron uno muy grande cubriendo toda mi cabeza y otro cerrando a este en mi cuello. Estaba totalmente envuelto en seda, se sentía muy bien. Pese a toda la seda que me envolvía tenía cierta movilidad, podía caminar y también mover los brazos pero eso fue por poco tiempo. Ataron mis manos a la espalda y me colocaron contra un caño grueso que había en el cuartito. Ataron mis pies y luego ataron todo mi cuerpo al poste inclusive mi cabeza, o sea que quedé absolutamente inmóvil, como una estatua.

-Ahora estas completita

-Y asi te vas a quedar por un buen rato

-Vamos a pegarnos una ducha nena, descansamos un rato y después volvemos.

Estuve atado por espacio de 2 horas en esa posición. Me ponía loco estar tan quieto. Asi inmóvil no podía sentir el placer del roce con la seda y las guachas lo sabían. Fue muy extraño permanecer tan inmóvil, me gustaba, pero prefería cuando alguna de ella estaba franeleándome y jodiéndome.

-Bien, ahora vamos a soltarte.

Empezaron a desatarme. Las muy guachas habían dejado todo preparado para sacarme solamente los pañuelos que estaban cubriendo mi cola y mi pito y todo el conjunto de pañal de seda que ella habían fabricado. Me desataron las piernas y me pusieron una bombacha por sobre todos los pañuelos. Me tirarnos en la cama de Cristina y comenzamos a tener sexo otra vez, Alicia se encargaba de mi trasero y Cristina de mi pija. Las caricias que me daban a travez de mi envoltura de seda eran maravillosas y ella moviéndose y el roce eran fabulosos, por supuesto acabé enseguida y ellas también ya que estaban muy calientes.

-Menos mal que le sacamos los pañuelos, sino tendríamos mucho que lavar.

Me pusieron otra bombacha, me ataron los pies y me dejaron en la cama.

Al rato siento que empiezan a desatarme los pies, las manos, me quitan la capucha de seda, retiran las vendas de mis ojos y finalmente todas mis mordazas. Era Alicia.

-Gracias amor.

-Ya es hora de que te vayas, son como las seis de la tarde

-Si, lástima pero tengo que volver a casa.

-¿No te querés quedar con nosotras?

-Me encantaría, pero tengo que estudiar, tengo mi familia, no linda, no puedo.

-Que bronca. En un par de años, cuando seas mayor, nos casamos.

-Me encantaría, además de toda esta cosa, creo que estoy muy enamorado de vos, podría ser tu esclavo toda la vida.

-Mmmmm eso me encantaría.

-Eso si, nos vamos a vivir solos. Tu vieja que venga todas las veces que quiera pero vivimos solitos.

-Si, bebé.

Mientras hablábamos y nos besábamos Alicia me iba sacando mi envoltura de pañuelos.

Me saca por último el pañuelo de la cabeza y me peina un poco. Me visto de varón (ya extrañaba mis calzoncillos) y me voy a saludar a Cristina.

-Chau Cristina, nos vemos el Sábado.

-Te esperamos Dany. Te propongo una cosa, ¿querés venir el viernes a la noche?

-Podría ser, estaría bueno. Llamo por teléfono

-Venite cuando quieras, te voy a comprar ropita nueva.

-Bueno bárbaro

Me despedí efusivamente de mi novia Alicia y me tome el colectivo a mi casa.

Llego, abro la puerta, saludo a mi vieja y me voy a mi dormitorio. Cuando voy a abrir la puerta escucho música adentro. Mi hermana (cuatro años mayor) estaba escuchando música y sacándose la toca frente a mi espejo.

-¿Qué hacés acá?

-Quería escuchar música mientras me peinaba y mi radiograbador no anda. Ya me voy. ¿Dónde estuviste todo el fin de semana, turrito?¿Con alguna minita?

-Mas o menos. En realidad estuve con cinco minitas.

-¡Que bueno!¿la pasaste bien?

-Bárbaro

-Te dejo tu habitación.Chau.

-Chau

Se fue dejando el pañuelo que cubría su toca sobre mis baffles. Lo agarré, cerre la puerta con llave, me lo puse en el cuello y me quedé tendido escuchando música.

Fue una semana interminable, me maté estudiando para poder salir todo el fin de semana, le dije a mis viejos que me invitaron a una quinta y que me tenía que ir el viernes a la noche. Saque una notas buenísimas y me permitieron rajarme los tres dias. El viernes a la tarde la llamé a Alicia y le dije que a la noche me tenía por ahí.

Viernes, ocho de la noche toco el timbre en lo de mi amada novia. Me abre Cristina. Vestía como para una fiesta, un traje largo de satén rosa, con guantes larguísimos, estaba peinada, no llevaba pañuelo.

-Hola Daniela, pasá.

-Hola Cristina, que elegante.

-Tenemos un vestido igual a este pero para vos.

-¿Vamos a tener una fiesta?

-Vamos a ir a una fiesta

-¿Cómo a IR?

-Si, vamos a salir, vamos al casamiento de la prima de Alica, y vos vas a ser una amiga de Alicia que se vino con nosotras.

Ya no estaba para negarme a nada, pero esa va a ser otra historia.

FIN