Daniel.

Comienzo una nueva historia.

Mi nombre es Daniel, tengo 18 años y vivo en Buenos Aires, Argentina. Mi padre murió hace más de 10 años y mi madre decidió comenzar de nuevo casándose con Mauricio, un hombre de pocas palabras pero con una gran fortuna. No es que mi madre sea una interesada, de hecho Mauricio fue enamorando a mi madre. Ella trabajaba en una clínica residencial como enfermera, fue ahí donde se conocieron y una cosa llevo a la otra. Luego de tres años decidieron casarse y fue ahí cuando conocí a Alejandro, hijo de Mauricio.

Fuimos a vivir a su casa como una familia. Y todo era nuevo para mí, instituto nuevo, vecino nuevos, todo, dejando a todas mis amistades atrás.

Siempre supe que era gay, pero aún no he salido del closet por así decirlo. No soy la gran cosa. No soy muy alto, pero ni muy bajo. Soy de piel clara y ojos café. De pelo castaño y corto.  Normal. En cambio, Alejandro era todo lo contrario a mí. Mi hermanastro era fuerte todo musculado a sus 20 años, ojos claros con una gran sonrisa, muy varonil con una  belleza envidiable es muy perfecto el rubito. Nuestra relación al principio era fría, pero a los pocos días de convivir nos llevamos mejor. Me gustaba, si y mucho. Como no gustarme semejante modelo de revista, pero tiene novia y parece algo serio porque ya llevan más de un año juntos.

Llevaba viviendo ya un mes en mi nueva casa. Y tenía que empezar el nuevo curso. Era un colegio privado con gran prestigio en la ciudad. El primer día me sentí un total idiota, nadie me conocía y yo no conocía a ninguno. Por lo visto casi no había  alumnos nuevos. Sumándole que soy medio tímido, no sería fácil adaptarme. Algunos chicos me cargaban o molestaban, pero yo prefería no darle atención. Me molestaban por ser callado y tímido y yo no ponía mi parte para relacionarme así que preferí seguir así. Solo sería un año. Soy buen alumno, siempre me gusto estudiar y tengo como meta ser médico y poder ayudar, creo que esa parte la he sacado de mi madre.

Era lunes, y me desperté tarde, tenía que llegar al instituto cuanto antes, tenía examen. Suelo ir caminando pero no llegaría a tiempo así que tendría que correr. Agarre mi mochila y abro la puerta para salir y me choque con mi hermanastro. Nos miramos a los ojos y él se rio mostrando sus perfectos dientes. Dios como me gustaba Ale.

-Buenos días- le grite y salí corriendo, pero Ale me agarro de la mochila y no me dijo correr. –Aleeee suelta que llego tarde- lo mire con cara de pena.

-jJAJAJAAJAJA, ay Dani… Dani durmiendo tanto suspenderás todas las asignaturas- me dijo gracioso.

-Cállate, soy inteligente me gusta estudiar- dije un poco entre dientes sin mirarlo.

-Si siempre dices eso- me acerca hasta quedar a centímetros de distancia mirándome a los ojos. –Pero… te la pasas durmiendo- decía en vos baja sin despejar sus ojos de los míos.

-Vas a tener que dormir con migo- dijo sin poner ningún gesto. –Así te despiertas temprano- termino con un risita.

-Alejandro…- suspire.

-Que Dani?-

-llego… tarde…- dije bajando la mirada.

-Pensé que dirías otra cosa- sonrió, y me soltó. –Vamos que te llevo en el auto- automáticamente sonreí como un idiota. Ale era muy dulce conmigo, demasiado diría yo  porque hace que me gusta cada vez más. Pero cada vez que pienso en eso, recuerdo a su novia y me doy cuenta que todo es parte de mi fantasía.

Durante el camino, hablamos de cosas de nuestras rutinas… hasta me ofreció llevarme todos los días a la escuela y que a él no me molestaba ya que no trabajaba ni estudiaba siempre anda con sus amigos del barrio. Creo que todo el vecindario lo conoce y lo respeta. Siempre me pregunte, de que trabaja mi padrastro pero nunca se habla del tema y por una cuestión de respeto. Solo sé que tiene una empresa de seguro o algo por el estilo según mi madre.

Al llegar, no era tan tarde. Aun entraban alumnos al instituto. Cuando baje del auto me acompaño mi hermanastro hasta la entrada. Era como si una estrella de cine caminara junto a mí porque todas las chicas volteaban a verle. Un sentimiento de celos me comía por dentro pero trate de controlarme para que Ale no se diera cuenta. Se despidió de mí y me dijo que pasaría por mí a la salida pero no lo creí necesario así que me negué cortésmente. Estaba muy feliz porque me trajo al instituto, y soy más feliz de saber que me traería todos los días.

Tuve el examen y no me pareció difícil, pude contestar todas las preguntas. Seguramente voy a aprobar. Las otras cases se fueron pasando lentamente. Pero toda mi felicidad se destruyó cuando unos compañeros de mi clase empezaron a molestarme. Trate de hacerme el sordo y no escucharlos pero en cuanto más los ignoraba, ellos se hacían notar más tirándome papeles o inventando historias de mí y se reían. Yo no los molesto, porque ellos tienen que molestarme. En mi otro colegio no eran así las cosas. Yo tenía amigos, siempre pasaba buenos recuerdos con ellos. De solo pensar en ello, me siento un poco desolado porque extraño mucho mi antigua vida. Pero tenía que acostumbrarme a mi nueva realidad podría ser peor. Gracias a dios tengo a mi madre, y una nueva familia.

Por suerte la hora de salida llego. Como lo hago desde el primer día, vuelvo caminando por el vecindario hasta mi casa. Pero esta vez, note que el grupito de mi salón que siempre me molesta me estaba siguiendo. Me puse un poco nervioso pero no me detuve. Cada vez los sentía más cerca de mí. Corrieron y detuvieron.

-PARA PARA..!-  Me dijo Iván. Iván era el líder de ese grupito de cinco. –Por qué tanta prisa?- me rodearon dejándome acorralado.

-Ya déjame Ivan que quieres?- dije un poco nervioso. Se me acercó  con una risita de superioridad y me dijo.

-Tranquilito Daniel, solo queremos hablar- miro a sus perros falderos que siempre andabas tras el- oh no chicos?- les pregunto y todos contestaron riéndose.

-Ya deja Iván- lo mire. –No es necesario, yo no les molesto-

-Mira Danielito nadie pidió tu opinión- dijo cambiando su tono de voz. Me empujo y me agarraron los brazos dejándome inmóvil. –Así que voy a tener que ponerte en tu lugar para que aprendas como son las cosas aquí para que veas quien manda- me dio un puñetazo en el estómago dejándome sin aire  y otro en la cara. Me soltaron y caí en el suelo muy asustado y me dieron varias patadas en el suelo acompañadas de sus risas. No podía creer lo que me estaba pasando. Porque lo hacían, que ganaban, que les había hecho yo. No dejaba de llorar tirado en el suelo.

-Ya está chicos, déjenlo- dijo Iván- Ya aprendió con esta lección el chico nuevo- rio.  Se agacho y miro mis ojos. –Cuidadito con decirle a alguien de esto porque algo mucho peor te pasara. –sonrió y se fue.

Se fueron. Recogí mi mochila trate de tranquilizarme y deje de llorar como una niña. Me dolía el rostro y todo el cuerpo. Quería a mi madre, necesitaba un abrazo. Empecé a correr sin parar hasta entrar a mi casa. Al entrar vi que Alejandro estaba en el sillón mirando la tele con unos amigos de él. Cuando me vio sentí la mirada de todos sus amigos, de uno en especial y me puse más nervioso. No quería llorar delante de todos esos desconocidos.

Trate de hacerme el fuerte y no delatarme. Y actuar naturalmente.

-Que te sucedió?- se levantó y camino asía la puerta.- Dani…?- me miraba un poco asustado

-Nada Ale…- vacile un instante –es que… me robaron el celular solo eso pero estoy bien- Ale me miraba apenado pero a la vez estaba enojado, note su rabia en sus ojos. Miro a sus amigos por un instante, pensé que se leían la mente porque ellos asintieron son solo su mirada.

-Chicos salgan afuera- Les dijo. Todos salieron sin decir nada dejándonos solos. –Ve arriba Dani, a descansar y me llamas para lo que quieras- me sonrió y me dio un abrazo. Sentir sus brazos me causaron un poco de dolor por los golpes pero se compensaba al saber que era el, él que me abrazaba. –Yo voy a estar siempre contigo.- beso mi frente y salió con sus amigos.

Deje mi mochila en el sofá y subí a mi habitación a tranquilizarme. Me dormí un rato, y cuando me desperté me sentía un poco mejor. Me estaba hundiendo en mis pensamientos, trataba de analizar la situación y me daba miedo pensar en que me volvieran a golpear. De repente, escuche que tocaban en mi puerta.

-Adelante…- dije en vos baja. Era Ale.

-Dani….- me sonrió con una mirada comprensiva- como te sientes?-

-Bien mucho mejor no te preocupes- mentí, no quería causar problemas. Ale suspiro e hiso una mueca con sus labios, como si supiera lo que estaba pensando.

-No quiero que me mientas…solo quiero protegerte. Sé que es mentira lo del robo, llame a tu móvil y sonó dentro de tu mochila en el sofá. Anda decime, mira tú labio esta partido, sé que cuando te abrace te dolió- estiro sus brazos y me quito la remera rebelando algunas marcas de golpes – No puedo ayudarte si no me dices la verdad-

-Ale… es que yo…- suspire y miré al suelo. –Unos chicos del colegio… me siguieron pero… no hicieron nada, solo me empujaron y me caí, yo solo me provoqué los golpes.- no dije  nada más.

-Dani, -chasqueo sus labios- está bien… por lo visto no me quieres contar…pero te prometo que no voy a dejar que nada te pase.- acaricio mis rostro y besó mi frente.

Nos quedamos hablando toda la tarde. No podía creer cuanto lo quería y él a mí. Tan solo nos conocemos hace tres meses, y nos llevamos también, como si fuéramos hermanos de toda la vida. Trato de levantarme el ánimo y luego bajamos a comer algo. Después llego mi madre de la clínica. Ella nunca dejó de trabajar, ya que según ella…era su vocación, pero cabe destacar que ya no trabaja tanto como antes. Le conté la misma versión que le dije a Ale para que no se preocupe. A diferencia de él, mi madre si me creyó. Se hiso la hora de la cena y comimos todos juntos sin mi padrastro. Él llega tarde muchas veces seguramente debido a su trabajo. Había un lindo ambiente y la charla era fluida, lo cual me ayudo a olvidarme que mañana tenía que volver a clases.

Me despedí de todos y fui a  darme una ducha a mi cuarto. Mientras sentía caer el agua por mi cuerpo cerré los ojos y pensaba solo en relajarme. Apoye mis manos contra la pared y baje la cabeza. Solo podía escuchar el caer del agua y en mis pensamientos apareció Ale. Admito que me he masturbado mucho pensando en él. Pero esta vez no me haría una paja no estaba de ánimos. Luego de unos minutos así, sentí unos labios en mi cuello. Abrí los ojos automáticamente y note como unos brazos me rodeaban lentamente. Quise mirar, pero al escuchar su voz me tranquilicé.

-Shhh…. Soy yo- me daba besitos en mi nuca que me sabían a gloria- Solo quería saber si estabas bien, entre y te vi de espaldas tan tierno- No podía procesar lo que mis oídos escuchaban-  No me resistí y decidí acompañarte – libero su típica risita que me derretía.

-Ale…..ALEJANDROOOOO!!!- grite su nombre cuando me di cuenta que estaba totalmente desnudo. Gire y pude admirar su perfecto cuerpo casi sin pelos, solo un poco en la entrepierna. Y dios que pene, era hermoso nunca lo había visto. Me moría por tocarlo  pero no podía hacerlo. De solo ver su cuerpo me avergonzada del mío.

-JAJAJAJAJA…! Vamos Dani… somos hombres, no pasa nada- me estaba excitando y mucho, no quería que el notara mi erección. Estaba muy nervioso, tape mi pene y salí de la bañera. Agarre una toalla y fui a mi cuarto a vestirme. –Euuu, Dani….espera-  no le di tiempo a nada no quería que me viera excitado.

Me puse un pantaloncillo que uso para dormir y me acosté en mi cama. Espere que Ale saliera de mi baño pero tardo un poco. Luego de diez minutos salió desnudo como si yo no estuviera con total naturalidad. Le dije que se vistiera pero solo se puso un bóxer mío que le quedaba bastante chico.

-Listo gruñón, ya está…ya tape mis vergüenzas- me dijo gracioso y se tiro a mi lado en la cama.

-Ale que haces?- le pregunte

-Anda, dale déjame dormir aquí…- puso un tono de voz como si fuera un niño- poooooooooooooorfaaa…- me dio mucha ternura y no podía negarme.

-Está bien, pero para la próxima usas tu ropa-

-Pero…me parece que tus bóxer me quedan mucho mejor o no?- mi hermanastro me volvía loco. Esos bóxer le quedaban estupendos, le marcan todo su pene sus grandes testículos. De solo verlos me moría de excitación. Pero tenía que aparentar y siempre en estas situaciones lo trataba con un poco de indiferencia.

-Bueno como quieras… pero no te muevas mucho que necesito descansar…-

-Sabía que ibas a decir que si-  me abrazo  - Buenas noches Dani-

Me encantaba estar de esa forma con Ale, era la primera vez que dormiría con él. Me hace sentir tan seguro, como si nada me podría lastimar. Pero como todo lo bueno, tiene que acabar, al día siguiente volvería a clases y mi pecho se llenaba de miedo.

Luego de un rato  sentí como Ale me tocaba el pene lentamente. Sentía su pija presionar en mi culo y su mano recorrer mi excitado bulto. Me bajo mi pantaloncillo dejando mis nalgas desnudas y refregaba la cabeza de su pene por toda mi raya, no intentaba penetrarme pero me encantaba esa sensación de placer. Me sentía en la gloria y pronto iba a acabar pero Ale dejo de masturbarme para besarme en los labios. Se subió sobre mí quedándonos frente a frente mientras nos besamos llenos de lujuria. Presionaba su pene con el mío y yo estaba por acabar. Pero de repente… desperté. Ale estaba mi lado en posición de cucharita. Solo era un sueño. Mi pene me dolía por la presión que tenía en su encierro. Mi sueño era tan real, cada sensación las recordaba como si hubieran pasado. Me quede mirando en la nada, ya debería levantarme para ir al colegio aunque preferiría no ir.

-Buen día…- dijo medio dormido- Hace mucho despertaste?- me pregunto desperezándose en la cama.

-No, solo un poco antes que tú…- trate de que no note mi erección.

-mmmm...vamos Dani bajas a desayunar?- me pregunto, mientras se levantaba y buscaba su ropa.

-Si… ya voy…-  le respondí en voz baja.

-AHHH… después te los devuelvo- dijo refiriéndose a mi bóxer. Yo solo sonríe como respuesta y se fue. Me había fascinado dormir con él. Es como si lo hubiera conocido en otra vida, existía mucha química entre nosotros pero yo no tenía que confundir las cosas. Ale solo me quiere como el hermano que nunca tuvo, su hermanito menor.

Desayunamos, y salimos para el instituto. Mi madre ya estaba en la clínica y mi padrastro no vino en toda la noche según me conto Ale. Al llegar, me volvió a decir que él siempre me protegería y que lo llame siempre que quiera. Me ponía feliz saber que él estaría para mí, pero no creo que él me pudiera ayudar con el tema de Iván y su sus amigos. Ale me dijo que un amigo de él de confianza vendría por mí a buscarme a la salida que no me preocupara porque él tenía que hacer unas cosas. Me pareció muchas molestias que mande a algún amigo suyo pero no me dio oportunidad a que me niegue. Se despidió de mí y vi como se alejaba con su auto.

Cuando entre en el salón, sentí la mirada de Iván…una mirada llena de superioridad pero algo en su mirada andaba mal. Yo no dije nada solo me senté y preste atención a las clases. Cuando llego el recreo fui al corredor lateral que tenía un lindo jardín. Estaba empezando a odiar este colegio, pero ese jardín era muy bello lleno de flores y unos arbustos que permitían que me relajara. Desde lejos vi al grupito de Iván, pero casualmente él no estaba con ellos. No creo que algo me pase aquí, esta lleno de alumnos por todos lados me decía a mí mismo para tranquilizarme pero de  la nada Iván se sienta a mi lado sacándome de mis pensamientos.

-Lindo no?- me pregunto. – sí, es un lindo jardín…- se respondió a sí solo.. – Mira Dani, lo de ayer fue como decirlo… una forma de darte la bienvenida, no pienses a mal. Solo quiero que sepas que… todo está bien, no sabía que eras Hermano de Alejandro y te quería pedir perdón. No quiero tener problemas con tu hermano ni tu padre. Quiero pedirte perdón por lo de ayer-

-No entiendo…- no podía articular palabra alguna, nada tenía sentido. Tan solo ayer Iván me había golpeado con sus amigos y hoy me pedía disculpas – Iván, no entiendo nada…-

-Lo siento… lo siento de verdad ya nadie va a molestarte en el instituto-

-esto… gracias?- dije sorprendido-

-No digas nada solo perdóname a mí y a mis amigos- me dijo con un poco de miedo.

-Está bien Iván…solo déjalo…-

Él asintió y se fue corriendo con sus amigos. Todavía no podía caer con lo sucedido no tenía coherencia. El resto del día en la escuela paso muy rápido. No sé qué tenía que ver Alejandro en todo esto y menos mi Padrastro. Aunque, Iván dijo que Alejandro era mi hermano y que mi Padrastro era mi padre. Tal vez no sabía bien las cosas. Capas como Alejandro era muy conocido le tenia un poco de respeto o algo por el estilo. No encontraba sentido a nada.

Cuando llego la hora de salida, me puse a esperar en la puerta principal. No sabía con certeza a quien debería  esperar pero se lo prometí a Ale que esperaría. Pasaron unos minutos y un chico me saludo. Lo conocía de vista, lo había visto con Alejandro muchas veces. Los amigos de mi hermanastro son muy lindos parecen modelos todos musculados.

-hola soy Teo- sonrió, tenía una voz muy relajante. –Siempre nos vemos pero nunca nos presentamos- me dio la mano-

-hola jajaja, si tienes razón soy Daniel- dije un poco atontado.

-Eso ya lo sé….- volvía a sonreír – Te vine a buscar, Alejandro me pido que pasara por ti-

-Me parece mucha molestia que Ale te pidiera eso, no es necesario- trataba de ser un poco respetuoso.

-JAJAJAJA…! Hay chiquilín no eres molestia, vamos anda… también es para protegerte…emmm tómalo como un guardaespaldas- dijo un poco gracioso.

Caminamos una cuadra y me dijo que su auto estaba en la esquina. Teo era muy agradable, y su carisma hacia que todo fluyera un poco más.

-Como te fue en cole?- me pregunto para sacarme charla.

-Bien… -recordé lo sucedido con Iván. –Demasiado bien creo- note una leve sonrisa en Teo como si supiera mi respuesta.

-Me alegro Dan…-

-Dan?- le pregunte

-Sí, DAN…me gusta, puedo llamarte de esa forma?- mi padre me llamaba de esa manera. Como extrañaba a mi padre. Me quede en silencio, pensando en mi papa –Perdona… si no te gusta dime cómo quieres que te llame…- dijo un poco apenado.

-No, no….está bien dime Dan…. Es que mi padre me solía llamar así- le sonreí para que se tranquilizara.

-PERFECTO! –grito contento- y….quieres un helado camino a casa?-

Fuimos a una heladería, y me compro un helado de limón mi preferido. Disfrute mucho de la compañía de Teo. Tenía los ojos verdes, piel un poco morena. Es alto como mi hermanastro, pero Teo tiene unos brazos muy fuertes que marcaban grandes músculos. Tenía que admitir que Teo estaba muy bueno. Aunque estando entre hombre como Teo o Ale me sentía un poco incómodo. Ellos tan guapos y tan, tan normal.

Después fuimos a mi casa, y Teo se despidió de mí. Entre, y pensé que no había nadie pero cuando pase por la cocina vi a mi padrastro. Lo salude con respeto. Siempre lo trate de señor. Me devolvió el saludo y me pregunto por mi madre. Le comente que hoy tenia guardia en la clínica. Mauricio no quería que mi mama trabaje, ya que no lo necesita él tenía mucho dinero y no hacía falta. De todas formas mi mama disfruta hacerlo. La relación con mi padrastro era un poco fría, no sé cómo mi madre se enamoró de ese hombre pero por algo abra sido. No es mala persona ,solo que un poco serio. Me pregunto qué tal iba en clases y si necesitaba dinero. Me negué pero de todas formas me dejo un poco.

Al poco tiempo llego Alejandro con su novia. Ella se llama Elena, una chica muy linda digna de Alejandro, con una melena rubia y un cuerpo esplendo. Verlos a los dos, perecían la pareja perfecta. Me daba un poco de envidia y celos pero… ella era tan buena y simpática con migo que me apenaba sentir eso por ella.  Seguramente se quedaría a dormir en la casa como suele hacer cada vez que viene. Tenía que hablar con Alejandro con respecto a lo de Iván, necesitaba una respuesta para poder encontrarle sentido a todo. Pero ya hablare a solas con él.

A la hora de cenar llego mi madre y comimos todos juntos en armonía, era increíble el buen ambiente que se formaba me sentía en un hogar. Mi padrastro se fui a su dormitorio con mi madre y yo fui a mirar un poco de tele al salón. Ale y su novia me acompañaron pero después subieron a su cuarto. Yo me quede un rato más y fui por agua a la cocina. Miraba a la nada por la ventana de la cocina cuando entro Ale y me asusto.

-Todo bien?- me pregunto. Llevaba puesta  su ropa de dormir.

-Todo bien gracias…- pensé- Ale… no fue necesario que Teo valla por mí al colegio…- Ale se paró a mi lado.

-Si lo fue… se todo lo que paso y quien te lastimo- me miraba serio- es por tu seguridad, si perteneces a esta familia la seguridad es lo principal- me sonrió

-Pero…. Como sabias quien fue? – estaba confundido.

-JAJAJA…realmente no lo sabes?....- se quedó esperando mi respuestas pero no suque que decir. –No puedo creer lo inocente que eres Dani…- llevo su mano y acaricio tiernamente mi mejilla.

-…- lo mire a los ojos.

-De que crees que trabaja mi padre?- me preguntó un poco serio.

-En una aseguradora….creo…-

-Mi familia es muy famosa aquí y en gran parte de Buenos Aires… pero no es por la empresa de seguros Dani…-  Ale me confundía con sus palabras, no podía entender. –Como decirlo… para que entiendas chiquitín… mi padre, cuenta con mucha gente leal a él, que harían lo que mi padre pidiera sin importar lo que sea. Él tiene el control de la seguridad y los movimientos de todo, muchos le temen y otros le respetan. Tiene enemigos, la competencia diría mi padre, pero nadie en tan grande como la empresa de mi padre.-

-Ale… no sé si entiendo pero tu padre en mafioso?- dije un poco con miedo  y sorprendido.

-Yo no lo diría así….-

-Como lo dirías entonces?- le dije un poco levantando la vos de lo sorprendido que estaba.

-mmmm, yo diría que él es…. El jefe de la mafia-  me lo decía con extrema naturalidad y con un poco de gracia. Me estaba rayando la mente no podía procesarlo.

-co…co como dices?-  mis ojos se me salían de la sorpresa

-Ay Dani eres tan inocente… pero quiero que sepas que con nosotros estas seguro, nada ni nadie va a lastimarte y a ti, ni a tu madre. Ella ya lo sabía, pero seguro ella no quería que tú lo sepas-

-Entonces Iván…por eso me pidió…- no pude seguir porque Ale se me adelanto.

-Porque sabe quién soy, sabe quién es mi padre…todos saben quiénes somos aquí, y ahora sabe que tú eres mi hermano ya no tienes que preocuparte por ese Iván- me acaricio  con sus dos manos. –Siempre te voy a cuidar Dani- me mostro una sonrisa sincera. Me estaba derritiendo con sus carisias. Pero de todas formas no quitaba mi asombro y miedo de lo que me acababa de enterar.

-Amor…estas aquí?- entro Elena buscando a Alejandro. El instantáneamente se separó de mí y me dio la espalda.

-Si aquí estoy, estaba hablando con Dani…cosas de la familia-

-Vamos a la cama- le pidió- Buenas noches Dani- me sonrió

-Buenas noches Elena- me despedí de ella y me dirigí a mi cuarto sin saludar a mi hermanastro.

No tenía sueño, aún no lograba caer en la idea de que mi padrastro sea mafioso y menos que mi madre haya aceptado estar con un hombre como él. Pensándolo dos veces todo tiene sentido, todo el misterio de Mauricio y su trabajo. Su fama por todo el vecindario. La reacción de Iván. Todo. Pero… una sensación de miedo llenaba mi corazón. Luego de un rato conseguí dormirme.

Toda la semana, paso muy rápido. Las cosas en el colegio empezaron a cambiar, algunas personas empezaron a acercarse a mí. Empecé a relacionarme con más gente. Muchos querían ser mis amigos, pero yo de todas formas no estaba interesado. Me estaba volviendo muy popular, pero sabía cuál era la razón. Seguro se corrió el rumor que pertenezco a la familia  “Velásquez”.

No es algo que me enorgullezca, porque la idea de que Alejandro o el marido de mi madre se manchen las manos me apenaba mucho.

Todos los días, Teo me iba a buscar a la salida de clases en su auto. Cada vez nos llevábamos mejor. Cada vez que estaba con mi hermanastro pasaba a saludarme. Hasta me invito a dar un paseo en su auto. Fuimos a una ciudad vecina muy céntrica, fuimos al cine y después a comer. Teo estaba a un nivel más que yo. Era mucho más guapo, apuesto, su carisma era tan agradable tenía un cuerpo de infierno, simplemente era perfecto a sus 20 años. Siempre me hace reír con sus ocurrencias.

Estábamos pasando una tarde maravillosa.  Me gustaba mucho su compañía. Para finalizar el paseo me llevo a la costanera y nos sentamos en unos bancos mirando al rio.

-Sabes Dan… de todos los trabajos que tu hermanastro me encargo…- me miro fijo a los ojos- ir por ti al instituto es mi favorito-  sonreía un poco nervioso.

-Teo… enserio?...no sé qué decir…-

-No digas nada… solo, déjate llevar…- se acercó a mí y me beso. Sentí sus labios presionando con los míos. Empecé a aceptar su beso fundiéndonos en un tierno beso. Me encantaba esto, no podía creerlo que alguien como Teo se fijara en mí. Empezó a sonar mi celular, y me separe de Teo.

-Hola?-

-Dani dónde estás? Estoy preocupado, pensé que estabas en casa y cuando llegue no estabas- era Ale.

-Estoy con Teo, dando un paseo…- mire a Teo y él me sonreía y me tiraba besos en el aire.

-Con Teo? En dónde? Que estaban haciendo? Porque no me esperaste e íbamos juntos?- me preguntaba muchas cosas una tras otra.

-Fuimos al cine y estamos en costanera…no te preocupes Ale todo está bien-  Ale me pareció que estaba un poco enojado…escuche como suspiraba.

-Está bien Dani, te espero en casa- y colgó.

Guarde mi celular y Teo me abrazo. Nos volvimos a besar pero esta vez fue un poco más salvaje. Estaba excitadísimo, era imposible no estarlo con Teo a mi lado y besándome. Pero, sentía que estaba mal, yo quería mucho a Alejandro, sé que estaba mal porque es mi hermanastro y él tiene novia. Es obvio que no podría estar con Ale nunca. Me separe de Teo, y le pedí que me lleve a casa. Me pregunto si había hecho algo mal. Pero le dije que solo era yo. Me pidió un último beso y se lo di, pero fue bastante corto. Sin haberme dado cuenta había dado mi primer beso con Teo y había sido perfecto pero de todas formas tenía que organizar mi mente. Todo estaba pasando muy rápido. Fuimos a su auto y volvimos a casa. Cuando llegamos al portal de mi casa Teo se detuvo.

-Dan… discúlpame si fui muy rápido…pero es que  me gustas mucho desde que te vi por primera vez en la casa.-  empezó a decirme con una mirada muy dulce. –y no me resistí-

-Waw, Teo… todavía no creo lo que me dices…es todo tan loco- seguramente estaba rojo de timidez. Me estaba poniendo un poco nervioso.

-Te ves tan lindo así Dan…te que comería a besos-

-Teo…- Se acercó a mí con la intención de besarme pero Alejandro estaba en el portal y llamo a Teo con un grito. Teo se sorprendió y salió del auto. Yo no salí y me quede mirándolos. Ale me sonrió y me saludo con la mano. Tenía mucha vergüenza que Ale se entere que soy gay, por suerte no nos vio besándonos. Mientras hablaba con Teo, Alejandro estaba un poco serio y pensé que algo malo estaba pasando. Baje del coche y pregunte que pasaba.

-Paso algo?-

-No, no Dani…solo que la próxima vez que salgas con Teo me avisen- dijo Ale un poco molesto mirando a Teo.

-Para la próxima lo voy a hacer- respondió Teo.

-Disculpa Ale…, pero le había pedido permiso a mi madre- dije un poco molesto. –Es a ella a quien debo obedecer- levante un poco más la voz- Teo no tiene la culpa, no tiene la culpa de nada-

-DANIEL! SOLO ESTOY CUIDANDOTE!- me grito mi hermanastro. Teo se quedó callado todo el tiempo. –NO SEAS IDIOTA Y CALLATE-

-ESTABA CON TEO, ÉL ME CUIDA O NO LE ORDENASTE ESO?- nos estábamos gritando. El enojo de él me estaba sacando. –Y SABES QUE? SI SOY UN IDIOTA- me fui corriendo y entre en la casa cerrando el portón. Mientras Alejandro gritaba mi nombre para que vuelva como si fuera mi padre.

Estaba muy enojado con Alejandro, era una estupidez su enojo. No quería ni verlo. Tenía que distraerme y me encerré en mi cuarto. Estuve encerrado toda la noche, enojado con Alejandro. No baje a comer, diciendo que no tenía hambre.

Ya eran las 12 de la noche, y me dispuse a dormir cuando recibí una llamada de Teo. Me pregunto cómo estaba, y me explico que no me enojara con Ale. Hablamos de nosotros, y me prometió que guardaría mi secreto. Me dijo que me quiere mucho, y que si yo quería el me esperaría hasta que este seguro de continuar. Hablamos por dos horas y no me había dado cuenta de cómo pasaba el tiempo. Se despidió porque mañana debía levantarse temprano. No lo volvería a ver hasta el lunes cuando me valla a buscar a la salida del instituto. Mañana era domingo, bueno ya era domingo a la madrugada y hoy pasaríamos un día de campo toda la familia.

Cuando me desperté, saluda a todos menos a Alejandro. Fui con mi madre, a ayudarla con unas cosas. Durante el viaje no hable con nadie los cuatros íbamos en la camioneta de mi padrastro mientras  mi mama hablaba con Mauricio. Sentía la mirada de Ale, pero en ningún momento gire a verlo. Al llegar puede ver un paisaje maravilloso. Parecía una postal de película un gran campo rodeado de un muro, lleno de árboles y flores que eran acariciados por el viento. El día era perfecto con un sol radiante. Todavía no podía acostumbrarme a tantos lujos, mi padrastro nos brindaba todo lo que queríamos y mas también. Pero yo prefería no pedir nada. Parecía un tonto mirando  con asombro todo el paisaje. Había una cabaña muy hogareña con dos cuartos con toques muy rústicos. Estaba maravillado con todo.

Con mi madre recorrimos el lugar, era gigantesco pero no nos alejamos mucho. Al volver, ella preparo algo para comer. No hablaba con Alejandro, iba a esperar que el me pidiera perdón por su actitud. Mauricio y mi madre fueron a su cuarto a dormir una siesta. Yo no quería a mi cuarto porque sabía que estaba Ale. Entre al cuarto mi hermanastro no estaba para mi asombro. Busque mi cámara para tomar unas fotografías, regalo de mi madre. Tome  varias fotos a casi todo lo que me parecía hermoso. No soy un gran fotógrafo, pero me gusta mucho como un pasatiempo o admito que algunas tomas son muy buenas.

Me senté bajo un gran árbol para mirar la galería de fotos y borrar algunas. Cuando escuche que alguien se acercaba, levanté la viste y me encontré con Alejandro. Dios que guapo que estaba, llevaba una camisa a cuadros que le sentaba muy bien marcando su fibroso cuerpo con sus cabellos rubios un poco largos en la parte del flequillo que se movían por el viento. Me estaba embobando de solo mirarlo. Camino a mi lado y se sentó.

-Hola Dani..- yo solo lo mire, me quería hacer un poco el duro.

-…..-

-Perdóname por favor te lo pido, lamento haberte dicho que eres un idiota y por haberte gritado…no sé qué me paso….- se quedó en silencio por un instante.- es que tuve un mal día, y quería estar contigo pero no estabas….solo…lo siento…-

-Ya no aguantaba más seguir enojado Ale… no hay nada que perdonar…- los dos sonreímos y me dio un fuerte abrazo.

-Desde que te conozco… sentí que ibas a ser alguien muy especial en mi vida y me alegra tenerte a mi lado hermanito- cuando me llamo así me recordó que no tenía que confundir más las cosas.

-Ale, tú también eres el hermano mayor que nunca tuve…- apoye mi cabeza en su hombro.

-Y….si nos sacamos unas fotos como muestra de conciliación?- dijo sonriéndome.

Saqué varias fotos con él, abrazados, en varias poses, haciendo muecas…. Sé que esas fotos serias unas de mis mejores recuerdos que guardaría.

El resto del día fue fantástico, pero ya teníamos que volver a nuestras vidas. El domingo estaba llegando a su fin. Antes de la cena varios amigos de mi hermanastro llegaron y entre ellos estaba Teo. Ahora sabía que todos los amigos de mi hermanastro tal vez no eran amigos, sino que eran empleados de él que realizaban trabajos para él. Por alguna razón, me estaba acostumbrado a todo, capas es porque solo veo la parte bonita de las cosas que pasan. No sé de dónde sale el dinero y sé que no lo sabré nunca y quizá no quiera saberlo. Comprobé que mi madre amaba a Mauricio sin importarle lo que mi padrastro haga  y  sé que nunca se separara de él. Tal vez, asumí que no podría cambiar nada y que todo seguiría su rumbo. Yo me sentía en un hogar, quería mucho a mi madre y a Alejandro.

Alejandro tuvo una reunión con sus “amigos” fuera de la casa. Luego de un rato le envié un mensaje a Teo –Te espero en el garaje cuando termines- el solo me respondió con un “ok”. Lo espere unos minutos y golpeo la puerta. Apenas los vi, me tire a sus brazos.

-HEY…que linda forma de saludar- dijo mientras reía respondiéndome el abrazo.

-Es que quería verte…- lo mire a los ojos…y lo besé.

continuara...

espero que les guste.