Daniel. 3

Solo se deja llevar por la situación.

Muchas gracias a todos los que me comentan… como siempre este relato de los dedico a ustedes que me ayudar a progresar de a poco. Muchas gracias n_n Albany, LUDAVAGI, Keegan, Franky, Arik100, Richart, Daniel Casales, y geni. Y un abrazo fuerte para wiche

Daniel 3:

Desperté antes que el despertador sonara. Todavía estaba en mi cama mirando al reloj, solo faltaban dos minutos para que sonase la alarme. Me sumergí en mis pensamientos, tratando de aclarar mis ideas. Teo y Ale eran amigos de toda la vida, eran compañeros, camaradas en todo. Por lo que sé, Teo siempre estuvo junto a Alejandro. Creo que con el asunto de la mafia, Teo es la mano derecha de mi hermanastro. Yo no quería ser el tema de la discordia entre ellos dos y separar una amistad que tuvieron siempre.

El sonido de la alarma me trajo a la realidad. Tenía que ir al colegio pero primero me daría una ducha y desayunare. Entre al baño de mi cuarto para darme una ducha rápida. Al salir, me vestí con mi uniforme. Baje a la cocina, y me encontré con Alejandro.

-Buen día! –Me dijo muy alegre- te prepare el desayuno- mire sobre la mesa, y note que no era un desayuno ordinario. Me había preparado frutas cortas con jugo. También había café, tostadas, mantequilla, mermelada, dulce, galletas y otras cosas que no comería.

-wow! Ale te pasaste con todo!- le dije sorprendido- no es necesario todo esto, solo me basta con una fruta. –agarre una manzana. –Pero muchas gracias por todo esto es muy lindo-

-solo toma lo que gustes, es para ti…como no sabía que querías prepare todo esto- no dejaba de sonreír. Me miraba con un destello en sus ojos que me sonrojaban.

Cuando termine de comer mi manzana, nos fuimos a su auto para que me lleve al instituto. Durante el camino, hablamos de mi madre y su padre, las clases, el clima….pero no toco todo lo que hablamos anoche. Por un lado preferí que sea de esa forma. Sentí que Alejando estaba volviendo a ser como antes, su manera de hablarme, su sonrisa, su mirada…. Capas el hecho de que me haya contado sus sentimientos le quito un peso de encima.

Llegamos a la entrada del colegio, y antes de despedirnos, Ale me agarro mi mano y tiro hacia él. Me planto un beso que me pareció de lo más tierno. No había lujuria, pero era muy lindo sentir sus labios.

-Ale……- me separe un poco- no sé si es lo correcto todo esto…- baje la mirada.

-Perdona… solo que no puedo evitarlo…- acaricio mi mejilla. –Que tengas un lindo día, suerte en clases-

-Gracias Ale, adiós-

-Pasare por ti cuando salgas- baje del coche.

Camine a mi salón lentamente, como si su beso me hubiera dejado tonto. Dios, que hermoso que era y lo quería mucho, pero…Teo….también lo quería, él era tan bueno como Alejandro. Los dos son dos ejemplares de la perfección. La única diferencia, es que Teo era moreno y Ale rubio.

Todo el día transcurrió igual de aburrido como todos los días en este instituto. Todos me seguían tratando con “respeto” o quizás….”miedo”. Todos me sonreían, muchos me saludaban, otros me daban lugares, en la cafetería tenía una mesa solo para mí… todos sabían quién era yo o mejor dicho, todos sabían quién era mi padrastro. Porque podría asegurar que nadie me conocía. Toda esa gente que se creía mis amigos, eran totales extraños para mí. Nadie, quería conocerme realmente. Era popular, me invitaban a fiestas, salidas, formar grupos… pero yo sabía porque lo hacían. Ellos no querían ser mis amigos ni yo de ellos…solo querían acercase y seguir con su rol de falsedad. Cuando llegue aquí nadie vino en busca de mi amistad, era un extraño más, pero cuando el rumor se corrió las cosas se dieron vuelta. Como me molestaba la gente hipócrita. En fin, el año ya casi iba por la mitad y no faltaría mucho para terminar e irme a la universidad.

A la hora de salida, fui a esperar a Alejandro a que pasara por mí. Me senté en el mismo lugar de siempre mientras miraba como todo se iban.

-Dan! Adivina quién soy?- alguien me tapo los ojos por atrás.  Pero solo había una sola persona que me llamaba de esa forma.

-TEOOOO!- me había sorprendido ya que no lo esperaba. –Cómo estás?-

-mmm, bien… pero ahora que te veo estoy feliz-

-…- me sentía un poco culpable porque desde ayer me bese con Alejandro como cinco veces.

-quieres que te lleve?- me pregunto

-es que……..-

-No puede, Daniel se va conmigo- dijo Alejandro un poco serio. No sé en qué momento llego, pero él estaba ahí.

-pe…pe..pero qu…que…- no podía articular palabra alguna. Ambos vinieron a buscarme.

-Hola Alejandro…ya he hecho mi trabajo, y me quedo tiempo de venir aquí por Dan…pero si él quiere irse contigo no tengo problema…- dijo Teo mirando un poco más serio a mi hermanastro.

-No Teo, Daniel se va conmigo en mi auto…yo paso por él ahora.- dijo ale

-Pero deja que él decida con quien quiere irse o no Dan?- Me pregunto Teo

-EH?- no podía decir nada, sentía que los dos me estaban atropellando.

-Si Dani, con quien quieres irte?- me pregunta esta vez Alejandro. Había mucha tensión entre ellos dos. No quería elegir, sé que si me voy con uno lastimaría al otro. Pero…porque ellos estaban actuando de esa manera? Como si ellos estuvieran compitiendo…

-Porque se comportan de esta manera? Parecen dos niños- dije un poco mosqueado. –No me obliguen a elegir, porque no quiero elegir…-

-Pero Daniel…-dijeron los dos al mismo tiempo

-Pero nada, yo me voy caminado- me di la vuelta y empecé a caminar. Me ponían nervioso y no iba a elegir. Pero igual algo estaba pasando, y no se me iba a escapar de mis narices. Los deje a los dos parados atrás mío. Pero los dos me seguían caminando. Dejaron sus coches estacionados frente al colegio como si no les importara. No podía creer la actitud de los dos. Igualmente no podía evitar sentirme querido de alguna manera. ¿Se  estaban peleando por mí? Me pregunte a mí mismo mientras caminaba. Podía escuchar que algo se decían entre ellos, pero un murmullo que parecía una discusión. Camine más rápido hasta llegar a la avenida principal y de ahí tomaría un taxi. Ale me dijo que esperara, pero no iba a detenerme.

-No sé qué les pasa a los dos… porque actúan así?- les dije una vez que llegue a la gran avenida. Ambos se miraron y asintieron a la vez.

-Es que…- empezó a decir Teo.

-No, deja que lo explico mejor- dijo Ale. –Mira Dani…después que te deje en el colegio, decidí hablar con Teo. Le conté todo lo que hice, que los seguía y esas cosas. También le conté que yo te quiero mucho y que estoy enamorado de ti. Pero le explique que yo no quería terminar mi amistad con él, por el hecho de que él también está enamorado de ti.-

-Yo no sabía que  Alejandro estaba enamorado de vos, eso me lo conto todo hoy…pero yo no quiero renunciar a lo que tenemos Dan- me dijo Teo con su hermosa carita de ángel.

-Pero yo también quiero estar contigo- decía mi hermanastro mientras se tocaba el cuello un poco nervioso.-Por eso decidimos…que tu elijas con quien estar, y cuando tu elijas  a uno, el otro tiene que aceptar tu decisión. No queremos pelearnos y romper la amistad que tenemos nosotros- dijo Ale mirando a Teo.

-Pero porque tengo que decidir yo? – Me estaban dejando todo el peso a mí.- Saben qué? Me voy…- me gire sobre mis pies- Taxi!!!- grite y un taxi para a unos metros no los salude solo entre en el auto y le pase la dirección al taxista.

Yo no quería decidir de esa manera… al menos no tan repentinamente. Los deje a esos dos solos, librándome al menos por un rato de tomar alguna decisión. El viaje en taxi fue corto. Cuando entre en mi casa, salude a un hombre de seguridad y pase directo a la sala. Deje mi mochila en el sofá y me senté. Me hice una bolita, me abrace a mis piernas para relajarme. Y de repente sentí una mano en mi hombro. Pego un leve grito del susto y me di la vuelta.

-Calma, soy yo- dijo Mauricio mi padrastro. –como te fue en clases?- dijo fríamente. Siempre era muy serio, era su forma de ser. Pero ya me había acostumbrado.

-Hola…bien muchas gracias señor- le dije. –pensé que estaba solo en la casa…-

-Es que surgió un evento y vine a buscar a Alejandro. Cuando llegue dile que me busque en mi despacho- su cara nunca expresaba nada, solo cuando estaba con mi madre. Ella sola podía robarles sonrisas y dulces miradas.

-si señor…lo hare-  le sonreí.

-y por cierto… necesitas dinero?- siempre me quería dar dinero. Capaz era su forma de demostrar cariño.

-no señor, estoy bien…gracias-

-toma…si no lo quieres guárdalo para cuando lo necesites- saco dinero de su cartera. –y no es necesario que me llames señor.-

-si señor….perdón… Mauricio- mi padrastro se gire y fue a su despacho.

Mi madre todavía no había llegado. La extrañaba y necesitaba uno de sus abrazos. La busque en mi teléfono y la llamé. Pero no atendió, su teléfono estaba apagado. Quizás estaba trabajando y apago su celular.

Al cuarto de hora llego Alejandro y Teo.  Cuando los vi juntos me puse un poco nervioso pero recordé el mensaje de Mauricio. Apenas entro Ale al salón le dije que su padre lo buscaba porque había surgido un “evento”. Seguramente era al relacionado con el trabajo familiar.

Ale fue directo al despacho de su padre dejándome solo con Teo. Así podría hablar con él, nos debemos una charla porque mal o bien teníamos una relación que decidimos llevar ya casi hace un mes.

-Vamos a mi cuarto?- le dije a Teo mientras lo tiraba de su brazo.

-Me estas proponiendo algo prohibido?- sonrió con un poco sugerente. –

-TEOOOOO!-

-JAJAJAAJAJAJA- se rio fuertemente. –solo bromeaba Dan.- cuando entramos a mi cuarto cerré la puerta y nos sentamos en la cama. –Bien, de que quieres hablar Dan?-

-Es que…- suspire.- me gusta estar contigo…realmente lo disfruto mucho, todo este tiempo nunca hablamos si éramos novios pero cada paseo, cada instante que pase a tu lado me encanto. Me malacostumbraste a todos tus cariños, tus cuidados…a todo de ti. Me encantas y lo más importante…es que yo también te quiero muchísimo. Pero Alejandro….yo siento muchas cosas por él. Desde que pise esta casa él me hiso sentir en un hogar y también lo quiero mucho.-

-mmm… yo solo puedo decir que Ale es grandioso y si lo eliges sé que vas a hacer una gran elección. Solo, no olvides que estoy enamorado de ti… y siempre voy estar contigo para lo que quieras.- me sorprendió mucho su respuesta.

-Solo….solo quiero que me des tiempo…- dije en voz baja por miedo a una respuesta negativa.

-Claro que te voy a dar tiempo para que puedas estar seguro Dan…pero, eso no quiere decir que no voy a intentar conquistarte porque sé que Alejandro tampoco dejara de intentar.- los ojos de Teo destilaban un brillo como si de un niño se tratase.

-Gracias Teo, por entender….- me lance a sus brazos para fundirme con los míos. Apoye mi rosto en su pecho mientras nos abrazábamos y cuando levanté mi rostro Teo me beso. No pude rechazarlo porque sé que dentro de mí lo estaba deseando.

-mmm, de solo besarte ya me excito….- me dijo entre besos. Honestamente yo también.

-espera….espera…- me aparte un poco de Teo. –No quiero que Ale nos vea así, no quiero lastimarlo.

-…- suspiro- yo igual, es mi amigo y no quiero lastimarlo tampoco. No sé qué pensar de todo esto- dijo mirándome fijo a los ojos.

-y no te imaginas yo…- dije un poco apenado. –Parezco uno cualquiera, eligiendo entre dos hombres y para colmo son mejores amigos.-

-no quiero que vuelvas a repetir eso nunca- Teo se puso serio y levantó la voz.- Tú no eres cualquiera, solo que nosotros te confundimos… Sé que todo esto es raro, pero así se dieron las cosas…Esto no pasaría si no fueras tan hermoso –dijo tiernamente acariciando mi rostro- cualquiera se enamoraría de ti… eres tan perfecto Dan, me sorprende que tengas novio cuando te conocí…-

-no seas tonto…- me reí de los nervios- pero gracias Teo… de todas formas me gustaría estar a tu nivel como Alejandro..-

-Puedo asegurarte que estas a muchos niveles más que nosotros dos- me volvió a besar pero con un poco más de pasión. Me volvía loco, como yo iba a estar a más nivel que ellos dos. Pero me ponía feliz que dos chicos tan grandiosos como ellos se fijaran en mí.

Estuvimos hablando un poco hasta que Alejandro entro en mi cuarto un poco brusco, como si tuviera la intención de sorprendernos besándonos o algo parecido. Pero no fue así, solo estabas charlando.

-Teo, prepara el auto que nos tenemos que ir, surgió algo…- dijo mi hermanastro muy serio. Su expresión me preocupo mucho. –Primero pasa por el despacho de mi padre, él te dará algo y espérame en el auto.- El ambiente era muy tenso, la cara de Teo cambio su semblante. Solo asintió con la cabeza y se despidió de mí saliendo de mi cuarto.

-¿Todo está bien? ¿Qué está pasando Ale?- le pregunte una vez que Teo nos dejó solos.

-Si…todo está bien, no tienes por qué preocuparte Dani. Solo es parte del trabajo. Surgió un evento y los tenemos que arreglar.- dijo Ale tratándome de tranquilizar.

-Qué evento? Por qué tanto misterio?....sé que tiene que ver con la mafia de tu padre…por qué no me dices-

-Dani…si lo supieras, que crees que puedas hacer?- dijo mientras se sentaba a mi lado- Es mejor que ignores todo, tienes 17 años aún… y estas cosas solo te van perder más. Ignóralo,  si te contara solo preocuparía más. Es una orden de Mauricio…y más importante, tu madre pidió que no sepas…porque ella te conoce y sabe que solo te preocuparías haciéndote mala sangre.-

-Pero… es que… al menos…solo dime que van a estar bien.- la mafia era algo que me aterraba. No soy idiota, sé que hay muchas cosas que apestan en este negocio. Pero Ale tiene razón. No sé si me gustaría saberlo todo.

-Si Dani, vamos a estar bien. Te lo prometo- Se acercó a mí, posando sus labios en los míos. Era él quien llevaba el ritmo. Solo duro un poco, pero recordé que hace tan solo unos minutos estaba besándome con su mejor amigo produciéndome un vacío en el pecho de culpa. –Te quiero Dani…pero debo irme, descansa que mañana tienes clases.- me volvió a besar y salió

-yo también te quiero-.dije en el aire.

Me pase la noche entera pensando en Teo y Alejandro. Solo deseaba que estén bien. Casi no pude dormir en toda la noche. Durante la madrugada baje a la cocina en busca de agua, y vi la luz prendida en el despacho de mi padrastro. Me acerque a la puerta y mire si había alguien pero estaba vacío. Gire sobre mis pies y pegue un grito. Mi padrastro estaba detrás de mí con una mirada muy seria.

-Perdona por asustarte no fue mi intención…qué haces aquí?- dijo Mauricio fríamente.

-solo vine por agua…- dije un poco nervioso.

-agua? En mi despacho?- dijo con su mismo tono de voz.

-solo que…vi la luz… y…. quería saber si estaba Alejandro…-

-él está haciendo un trabajo… no creo que venga esta noche. Porque mejor no vuelves a la cama? Anda ve.-

-Buenas noches señor- me despedí de mi padrastro.

-Que no me llames de esa manera, solo dime Mauricio. Buenas noches.- me palmo la espalda y se encerró en su despacho.

Casi no dormí. Ya era viernes y tenía que ir a clases. Ale no estaba en la casa así que tendría que ir caminando al instituto como antes. Pero para mi sorpresa mi madre se ofreció a llevarme. Me gusto que ella me llevara. Durante el viaje hablamos de nuestras cosas, me pregunto si tenía alguna novia o amigos en el colegio. Mi madre es muy cotilla con esas cosas, pero de todas formas amo su forma de ser. Por mucho tiempo tras la muerte de mi padre, mi madre se esforzó por mí. Ella me saco a delante, costo pero juntos mal o bien pudimos seguir a delante. Aún lo extraño, pero sé que este donde este él está ahí, cuidándome a mí y a mi madre. La relación con mi mama era muy buena, podíamos hablar de cualquier tema siempre es muy flexible. Diría que es una madre común pero no lo es. Sé que ella es muy especial. Muchas veces pensé en contarle que soy gay, pero no me he animado aún. Calculo que quizás ella ya lo sepa. Nunca le presente una novia o le he hablado de alguna chica. Las madres siempre lo saben, y quizás está esperando que yo le contara pero todavía no tenía el valor. Cuando llegamos, me deseó un buen día. Beso mi mejilla y entre al instituto. Estoy muy feliz de tener una madre como la mía.

Entre al salón, me senté en mi banco y respondí un “hola” a todos los que me saludaron. Revise mi celular, y tenía dos mensajes de whatsapp. Eran dos audios… uno de Ale y el otro de Teo. Puse los auriculares para que nadie más escuche y presioné primeo el de Teo que decía: “Buen día Dan, espero que estés bien. Te quiero mucho y te deseo un gran día. Mañana es sábado, y te voy a llevar a un lugar especial…” al terminar de escuchar esa grabación  no podía dejar de sonreír. Después presioné el audio de Ale que decía: “Buen día Dani, perdona por no poder llevarte al instituto, pero te prometo que mañana daremos un paseo. Ojala tengas un lindo día….”. Mi hermanastro y Teo me estabas diciendo que saldríamos el sábado. No podía ir con los dos. Tendría que elegir salir con uno. Pero no quiero generar discordia entre ellos. Me quite los auriculares y el profesor entro a la clase.

-Buenos  días alumnos, hoy ingresara un nuevo compañero…espero que le den una buena bienvenida. Entre señor Gabriel- dije el profesor alzando la voz. Se abrió la puerta y entro un chico de pelo castaño, peinado asía un lado maso menos de mi altura con unos ojos miel que hacían juego con todo su rostro. Tenía que admitir que era lindo.

-Buenos días, me llano Gabriel Díaz- dijo el chico nuevo. El grupo de Iván hiso algún que otro comentario fuera de lugar pero el profesor los mando a callar.

-Pasa y siéntate donde encuentres lugar que comenzare con la clase- el único lugar libre era el mío. Gabriel se sentó a mi lado.

-Hola- me dijo sonriendo-

-hola- le respondí.

Esa fue toda nuestra conversación. Hasta que llego el recreo. Todos se levantaron y algunos chicos se acercaron con el chico nuevo. Yo sin ningún interés fui a la banca que siempre voy…la que está frente al hermoso jardín, ya había adoptado ese lugar… realmente me gustaba esa parte. Recorrí la viste por todo el lugar y vi a Gabriel con un grupo de chicas. Todas parecían desesperadas por el chico nuevo. Me causo un poco de gracia verlas de esa manera. Seguramente estaba conociéndolo… pero no puede evitar preguntarme porque no paso de la misma forma conmigo… a simple vista se podía ver que ese tal Gabriel era muy carismático. Quizá, mi humor o mi forma de ser no sean como las de él. Tengo que admitir que soy un poco frio y cuando entre en este colegio yo no puse interés en hacer amigos. Mucho menos ahora que todos quieren ser mis “amigos”. El recreo termino y volvimos a clases. Gabriel me pregunto algunas cosas como que materia vendría, o a qué hora terminaba o quien era ese profesor….yo solo le respondía y hasta ahí llegaba todo. Llego la hora del almuerzo y fui a la cafetería. Me senté en mi lugar como siempre y me dispuse a comer mientras pensaba en Teo y Alejandro. Pero de repente…

-Puedo sentarme aquí?- dijo Gabriel sentándose sin esperar mi respuesta.

-Si….aunque ya te has sentado…- dije.

-Pero que humor tienes. Siempre sos así con los chicos nuevos?- me quede mirándolo a los ojos.

-…..- suspire. –Tienes razón, disculpa es que ando un poco raro…-dije apenado. Gabriel tenía razón, no tenía por qué ser tan cortante siempre.

-Estas perdonado…y porque tienes esta mesa para ti solo?- dijo mientras miraba las otras mesas.

-Debe ser que nadie quiere sentarse aquí…conmigo-

-mmm…. No sé, pero ahora yo estoy acá… mmm, no sé si decirlo- dijo como si lo estuviera pensando en voz alta.-Pero algunos me dijeron que no me junte contigo por cierto rumor que anda corriendo- Gabriel me miraba fijo a los ojos atento a cualquier expresión mía.

-Capaz… ese rumor sea cierto- dije manteniéndole la mirada.

-Aun así, prefiero arriesgarme- casi no parpadeábamos.

-sin que te importe el rumor?-

-JAJAJAJAJA- estallo entre risas, provocando que algunos de otras mesas se voltearan a vernos.-Eres tan gracioso Daniel- me confundió lo que dijo, pero me giño el ojo y nos empezamos a reír como dos tontos. No entendía porque nos reímos pero lo hacíamos. –Si ese rumor es cierto… no creo que tu tengas que ser una mala persona- dijo sonriendo.

-Tienes razón…- Me estaba agradando mucho y rápidamente. No me juzgaba por ese rumor. Obviamente ese rumor es que yo pertenezco a la familia Velásquez pero a este chico parece no importarle.

En las clases que restaron me las pase hablando con Gabriel. Era muy agradable y  carismático. Quizás nos volviéramos buenos amigos.

A la hora de salida, camine hasta la entrada y ahí estaban los dos otra vez. Teo y Alejandro parados esperándome. Pero  esta vez ambos estaban en el mismo auto así que hoy los dos me llevarían a casa. Me preguntaron cómo estuvo mi día y hablamos trivialidades. Quise saber cómo estaba el tema del “evento” de su trabajo pero solo obtuve un “todo está bien” por parte de los dos.

Me dejaron en casa y me dieron un beso en la mejilla, pero pude sentir sus labios lentamente. No me besaron en la boca, porque los dos estaban presentes. Pero cuando me dieron ese beso en la mejilla lo hicieron lentamente y un poco cerca de la comisura de los labios. Baje del coche y ellos se fueron.

Me pase el resto de la tarde mirando televisión. Era viernes, y lo más normal en un chico de mi edad seria, que estaría preparándome para ir a alguna discoteca. Pero como no suelo actuar como un chico normal solo me lo pasaría en casa. También pensé mucho el tema de mañana. No sabía si elegir a uno de los dos. Pero concluí que lo mejor sería que no salga con ninguno. Esa va a ser mi respuesta.

Llego la hora de la cena y mi hermanastro llego. Estuvo hablando un rato en el despacho con mi padrastro y luego ambos se centraron en la mesa para cenar. Mi mama seguramente sabría qué es lo que estaba pasando con el negocio. Yo era el único que ignoraba esa información. Pera nada del tema se tocó en la charla familiar, solo unas frías miradas entre Ale y su padre.

Fui a la cama, y me puse a hablar con Teo por celular. Solo hablamos uno minutos porque Alejandro entro en mi cuarto y colgué es celular.

-No era necesario que le cuelgues a Teo, vuelvo en otro momento- dijo Ale desde la puerta.

-no no, quédate un rato….- dije para que no se fuera.

-Si me lo pides así me quedo- dijo riendo con picardía. Se acostó a mi lado y mirábamos el techo sin hablar hasta que rompí el silencio otra vez.

-No sé qué está pasándonos…. Como podemos estar así los tres- dije refiriéndonos a Teo y nosotros.

-Solo puedo decirte…que Teo es un gran tipo y si lo elijes sé qué harás bien…- dijo mi hermanastro.

-es curioso…porque Teo me dijo lo mismo de ti… creo que eso complica aún más la situación.- gire y lo miraba de perfil. Estaba tan lindo mirando al techo.

-Dani…solo tienes que dejarte llevar….- se lanzó a mí y nos empezamos a besar, primero fue despacio pero cada vez había más lujuria. Podía sentir su erección en mi pierna. Estábamos muy excitados los dos. Ale me rodeo con sus brazos y piernas y apoyaba su pene con el mío. Nuestras manos recorrían todos nuestros torsos hasta que Ale toco me pene. Metió la mano dentro del pantalón y me hacía una paja lentamente. Me encantaba y quería más. Yo busque su pene en su entre pierna, la sentía muy caliente…y ya estaba largando pre seminal. Tenía un pene grande, nunca lo había visto erecto pero me encantaba sentirlo en la mano. Estábamos los dos pajiandonos el uno al otro sin dejarnos de besarnos en ningún momento.

Solo nos separamos, y nos sacamos las remeras y los pantalones quedándonos en bóxer ambos. Ya no podía más. Ale se despegó de mis labios y bajo para meterse mi pene en la boca. Cuando sentí el calor de su boca me sabía a gloria. Era una sensación nueva que me parecía muy placentera. Estuvo unos minutos chupándome y le dije que parara porque iba a acabar. Nos volvimos a besar y podía sentir el sabor a pene. Tenía que devolverle el favor y también lo deseaba. Mire su pija en todo su esplendor y no dude. Lo metí en mi boca u empecé a chupar. Choque un par de veces con mis dientes, pero Ale no se quejó. Sentía el sabor salado o acido no sabría decirlo…pero no me molestaba, trate de chuparla toda pero no me cabía. Mi hermanastro no para de gemir y decirme lo que estaba haciendo muy bien. Me dijo que estaba por venirse y empecé a chupar más rápido. Mientras yo me masturbaba y de repente sentí como me llenaba la boca de semen. Por acto reflejo trague un poco y otro poco salía por la comisura de mis labios. Yo empecé a despedir semen en la cama.

Ale me agarro con sus manos la cara y empezó a lamer los restos de su corrida. Nos fundimos en un beso, sus brazos me rodeaban tiernamente. Estábamos desnudos con nuestras piernas entrelazadas. Nos quedamos en esa posición y nos dormimos. Pase la noche con él, y me había parecido mágico.

Cuando desperté ya era sábado. Y Ale estaba durmiendo a mi lado con todo su peco descubierto. Era tan lindo, parecía un bebe…escuchaba su respiración pausada. No podía dejar de mirarlo.

Me levante, me vestí… me lavé los dientes y lo deje dormir en mi cama. Antes de salir del cuarto Ale me hablo…

-no salgas, quédate acá conmigo…- dijo mientas se desperezaba.

-Puede entrar mi madre… y Teo esta por venir… quiere que salgamos a dar un paseo-

-mmm, pero hoy vas a salir conmigo…-hacia puchero con sus labios-  anoche fue mágico para mí… cada vez estoy más enamorado de ti…-

-es el timbre! Teo- escuche en timbre de la puerta. Seguramente Teo había llegado. –Dale Ale vístete que no nos vea así- dije tirándole su bóxer.

-Espera! Espera!- se levantó desnudo y me planto un beso. –Buen día Dani- y me dio otro beso

-Voy a Abrirle a Teo.- baje corriendo.

Me mire al espejo y termine de arreglar mis pelos rebeldes. Abrí la puerta y ahí estaba él. Perfectamente hermoso como siempre. Sonriente.

-Buenos días mi Dan- me saludo.

-Buenos días Teo, anda pasa…- fuimos a la cocina. –quieres desayunar conmigo?-

-no, gracias… Pero espero a que tú lo hagas- me rodeo con sus fuertes  brazos. –Extraño mucho tenerte abrazado a mi lado- nos dimos un beso.

-Espera…que mi mama o mi padrastro se pueden levantar en cualquier momento…- Trate de hacerme el fuerte. También tenía que pensar en Alejandro.

  • o yo! Yo también me puedo levantar y sorprenderlos- dijo Alejandro entrando en la cocina mirando fijo a Teo. Instantáneamente nos separamos.

-Perdona…- dije apenado.

-No pidas perdón, si no pasó nada… - dijo Ale sentándose a comer una fruta a mi lado. Estaba con todo su torso desnudo solo llevaba un pantalón corto.

-Yo también pido perdón Ale…- dijo Teo.

-Teo, los dos sabemos que estas cosas pueden pasar… ya lo habíamos hablado- mi hermanastro no dejaba de mirarlo, pero no había odio en su mirada.

-Si… lo sé…- no podía creerlo. Tanto como Teo y Alejandro sabían que yo me besaba con los dos. Eso me hacía sentir peor persona. Pero se lo tomaban tan bien que me sorprendía

-Aparte…. Se que es muy difícil no resistirse  a Dani. – Ale me giño un ojo.

-Si tienes razón…pero es tu casa…y pensé que te molestarías si me vieras con Dan de esta forma.- Teo se sentía un poco mal. Seguramente no quería lastimar a Ale.

-No te preocupes Teo… Aparte… yo beso mejor no Dani?-  me dijo Ale. Yo quede totalmente perplejo.

-Ya quisieras Alejandro, yo beso mucho mejor que tú y Dan lo sabe- no podía creer lo que Teo estaba diciendo.

-Chicos, no voy a responder- me sentía muy incómodo. –esas cosas ni me las tienes que preguntar, no sean idiotas- dije un poco enojado. Ale se acercó a mí y me paso a mi derecha y a mi izquierda estaba Teo. Yo quede sentado en medio de ellos.

-Anda Dani… tienes que decirlo- dijo mi hermanastro.  –Haber mira-  puso su mano en mi cuello y tiro asía él besándome. Me separe de él y no sabía que hacer mi cuerpo no respondía.

-Ahora me toca a mí….- dijo Teo- y tiro de mí hasta atraparme con sus labios.

-y ahora Dani? Quien besa mejor?- dijo Alejandro mirándome fijo a los ojos.

-Son unos idiotas…no les voy a responder…y no vuelvan a hacer eso.-  mi cabeza estaba a mil- Pero tenía que admitir que los dos besan mágicamente, son iguales de excitantes.

-Bueno al menos dime con quien vas a salir hoy? Conmigo con Alejandro?.- dijo Teo. Lo pensé un poco.

-No le voy a decir no a ninguno. Solo voy a salir con los a la vez y pasamos un día los tres.- Ale y Teo se miraron fijos, pero al final sonrieron y aceptaron.

Nos fuimos en el auto de Alejandro. Los dos iban adelante y yo en la parte trasera. Era una locura lo que estaba pasando. Pero todo esto estaba sucediendo realmente. Fuimos a recorrer un gran centro comercial, me compraron un poco de ropa y ellos aprovecharon para llevarse algo para ellos. Cuando llego la hora del almuerzo, fuimos al patio de comidas… Aunque sea raro, estaba pasando un día genial. Los tres nos llevábamos muy bien. Nos estábamos divirtiendo mucho y todo era muy agradable. Risas, chistes, juegos, charlas, miradas abrazos…todo era perfecto. Me gustaba verlos, se notaba que estaban de alguna forma contentos. Ellos eran mejores amigos, y yo…yo estaba ahí y creo que estaba enamorado con locura de los dos.

Cuando entramos en una tienda, Teo me beso y después en el probador Ale entro y nos empezamos a besar. Después él salió y me dijo que me probara un pantalón. Cuando me estaba en bóxer entraron los dos juntos, y una risita picara en sus rostros me sorprendieron.

-Que hacen?- dije.

-nada…solo queríamos verte como te queda ese pantalón.- dijo Teo.

Me sentía acorralado, pero a la vez muy excitado. Pero debía razonar y volver a la realidad. Me les acerque y los bese.

-Salgan de aquí los dos- los empuje y puse la traba en la puerta. Me parecían graciosas  las cosas que hacen estos dos.

Cuando salimos de la tienda. Y Ale y Teo entraron a una tienda de deportes, yo me quede afuera mirando otras cosas que llamaban mi atención. Una librería hermosa, repleta de libros. No me daban los ojos para ver.

-hey hola!- me saludo un chico a mis espaldas. Cuando gire vi que se trataba de Gabriel, el chico nuevo del instituto con el que había empezado una especie de amistad.

-hola. Qué tal?- dije sorprendido.

Nos pusimos a hablar de muchas cosas. Me dijo que le gustaba leer, en particular de la temática policiales. Era muy fluido, ya que compartíamos casi los mismos gustos. Me recomendó algunos libros y le recomendé otros.

Salimos de la tienda, riéndonos. No podía creer lo bien que me caía Gabriel. En un momento, mi hermanastro y su mejor amigo se acercaron como dos buitres.  Literalmente atropellaron a Gabriel con sus preguntas. Me pareció una escena de celos por parte de los dos. El pobre de Gabi se puso un poco nervioso. Pero supo llevar la situación con su carisma. Entonces, Gabriel antes de irse rodea mi cintura con un brazo y se queda en esa posición. Automáticamente, Ale y Teo empezaron a echar fuego por los ojos. Miraban de mala manera al pobre de Gabi pero él de todas formas solo sonreía.  Cuando se fue, tuve que aclaran quien era Gabriel y fue ahí cuando se empezaron a tranquilizar. Era como salir con dos niños caprichosos estos dos.

Todo el día me sentó muy. Fue una pasada salir con los dos. Los quería mucho y sé que ellos a mí. Pero todo termino cuando Alejandro recibió una llamada de mi padrastro. Algo había pasado, pero esta vez sí era grabe porque ninguno de los dos pudo disimular su cara. Fuimos de prisa al coche. Teo me dijo que me ponga en cinturón. Y antes de arrancar Alejandro saco dos armas de debajo de su acento y le dio una a Teo. De solo ver esas pistolas me entro pánico. Un miedo me recorrió todo el cuerpo.

-Ale….Teo….que esta pasando?- dije con mucho miedo…

-Vienen por nosotros y ya no hay tiempo- dijo Alejandro. Puso el auto a toda marcha.

Tenía mucho miedo…

Continuara-