Dani y su culo I

Una conversación inicialmente inocente con mi amigo Dani da lugar a una situación de lo más morbosa.

Era una tarde de verano y yo tenía 20 años. Por aquel entonces, estudiaba derecho en Valencia pero ahora estaba de vuelta por las vacaciones en mi ciudad natal. No tenía nada que hacer en todo el día así que decidí ir al gimnasio con  dos de mis mejores amigos hetero, Pablo y Dani, que la verdad es que están buenísimos.

Pablo es un tío moreno, guapo y con cuerpazo, pero que siempre se deja mangonear por las tías con las que está, vaya que es un calzonazos. Por aquel entonces tenía otra una que como todas las anteriores lo llevaba bien atado en corto.

Y luego estaba Dani, que es uno de los tíos más cachondos que he conocido en la vida. Tiene el pelo rubio y rizado, piel bronceada y el cuerpo de un dios griego. Pasaba mucho tiempo haciendo deporte y se le notaba, tenía un torso de revista, y sobre todo uno de los mejores culos que he visto en mi vida. Dani era consciente de lo bueno que estaba, sin embargo ligaba muy poco ya que era extremadamente tímido con las chicas, aunque luego entre amigos le gustase ir de chulito. Viendo a los pedazo de maromos que tenía como amigos, no podía entender lo mal que se lo montaban con las tías.

Entre el calor que hacía y que nuestra ciudad era un desierto en verano, estábamos prácticamente solos en el gimnasio y cuando fuimos a los vestuarios no había nadie más. El rato ducha era un poco incómodo para mí ya que era conjunta y no era plan de ir con la polla como una estaca mientras estábamos los tres en bolas, aunque por otra parte también me daba mucho morbo.

-Bueno está claro que esta es la parte favorita de Jorge- dijo Dani con una sonrisa cuando empezábamos a ducharnos-, ponerse las botas mirando a dos tíos buenos duchándose-.

Yo intentaba no mirarles demasiado fijamente para que mi rabo no me traicionara, para quitarle importancia les dije: - Sí, ya os gustaría pringados-.

-¿Ah sí?- dijo Dani. Entonces Pablo y él se miraron y se me acercaron uno por adelante y el otro por atrás, Dani me agarró la polla y por atrás Pablo con una mano se puso a sobarme el culo y con la otra me cogió de los huevos. Buff, vaya cabrones, al segundo yo me había puesto palote y rojo de la vergüenza, mis amigos se rieron de mí pero también noté que les complacía saber que me la ponían dura, supongo que les subía la autoestima confirmar lo buenos que estaban.

Después de esto cada uno nos metimos en una de las duchas. Pablo me preguntó entonces:

  • Bueno, y ya que estamos ¿cuál de nosotros dos te parece que está más bueno?- .

Los dos me miraron expectantes y yo me quedé atónito, no sabía qué decir. Al ver que me quedaba callado se me acercaron a presionarme, yo no quería decir nada porque me parecía que se podría ofender alguno, aunque tener a dos buenorros en bolas esperando a que los valorara me ponía mucho y mi polla empezó a subir de nuevo.

-Venga vamos a ir por partes, ¿cuál de los dos tiene mejor bíceps?- me dijo Dani, y sacaron el brazo para que los valorara. Aunque los dos tenían buenos músculos, me decanté por Pablo y así lo dije, éste sonrió satisfecho.

-Venga, ¿y cual mejor culo?-. Los dos se giraron para que les pudiera ver bien el culo. En este caso yo tenía claro que mi voto era para Dani, no es que el de Pablo estuviera mal ni mucho menos pero el suyo era insuperable. Aun así, yo que ya estaba bastante animado empecé a sobarles el culo mientras fingía que me lo pensaba. –Dani- dije finalmente.

-Ahora toca la prueba de fuego, ¿qué polla te gusta más?- me preguntó Dani. Ahí les agarré por la polla a los dos. Los dos calzaban bien y tener cada rabo en una mano hacía que estuviera como una puta moto. Además yo notaba como sus pollas se ponían morcillonas en mi mano, sin embargo antes de poder emitir un veredicto Pablo me quitó la mano.

¡Joder, se suponía que Andrea (su novia) iba a pasar a recogerme, llevará como 15 minutos esperándome!-dijo, todo apurado. Dani y yo miramos alucinados como iba a vestirse a toda prisa, acojonado por la posible reacción de su novia. Se preparó rápidamente y se despidió con un gesto, yo no pude evitar soltarle una pequeña pulla: -Oye, te dejas algo aquí-

Se volvió y me dice con prisa: ¿El qué? -Tus pelotas- le dije yo. Dani se partió de risa mientras Pablo se fue corriendo, no sin antes hacerme una peineta.

Aunque por un lado me hacía gracia, también me jodía que Pablo se hubiera ido en medio de nuestro “juego”, yo estaba con un calentón del copón y me había dejado a medias el cabrón.

Dani y yo seguíamos en la ducha enjabonándonos, yo le comenté en confianza: -Tú, vaya huevón es el Pablo ehh, la novia lo lleva tieso como una vela-.

-Jajaja ya ves tío, pero a los tíos nos toca huevonear si queremos meterla en caliente, así estoy que no follo-.

-Jeje, eso los hetero, nosotros los gays podemos follar sin tener que arrastrarnos-. Le dije para picarle, sabía que le daba envidia que yo pudiera follar siempre que quisiera y él estuviera a dos velas.

Dani se me acercó entonces con esa pose de chulito tan característica suya. Vi entonces cómo se empezaba a frotar el rabo y pegó su polla contra la mía. Mi rabo estaba morcillón pero después de eso se volvió a poner tieso como una vela. -¿A qué te gusta, verdad? Ahora mismo harías lo que te mandara si quisiera- me dice. Yo estaba muy cachondo, pero intentando mantener el orgullo le dije que no, pero no soné muy convencido. Él entonces se giró, y puso su culo en pompa contra mi polla dura: ¿Y ahora tampoco?

Con mi tranca rozando su culo se me fue de la cabeza la poca sangre que me quedaba y se me concentró toda en el nabo.  –Bufff Dani, por tu culo haré lo que me digas- le dije. –Je, ya sabía yo que me acabarías dando la razón- me respondió él, y mientras dijo esto se separó los cachetes del culo y dejándome ver su agujero de pleno.

Yo empecé rozándole el ano suavemente y yendo poco a poco, mientras le daba besitos en la nuca. Se notaba que su culo era virgen o casi, puesto que lo tenía muy estrecho. Antes de que se la pudiera meter realmente me dijo, sexy pero autoritario: - Bájate y cómemelo-. Yo le hice caso y fui bajando lentamente, dando besos por su espalda hasta llegar a su culo. Al estar a unos centímetros de su rajita pude ver que llevaba el ano depilado del todo, se  había preparado para la situación el cabrón. Metí la lengua gozoso y empecé a lamérselo mientras Dani gemía de placer, tener la cara enterrada en su culo me ponía a mil. Al rato me ordenó: -Chúpamela-. Yo le hice caso encantado, además a esas alturas habría hecho cualquier cosa que me dijera. Dani no se dio la vuelta, por lo que yo empecé por comerle los huevos desde atrás, tenía un par de pelotas bien gordas y ricas, luego metiendo mi cuerpo entre sus piernas abiertas, pasé a chuparle la polla. Me encantaba ese rabo suyo, por lo que me estaba esforzando por hacerle la mamada de su vida,y por la cara de placer que tenía así parecía ser. Un poco después, se sacó la polla de mi boca y para mi sorpresa descargó sus huevos en mi cara y sin previo aviso.

-Buff que a gusto me he quedado-dijo, mientras esparcía su lefazo por mi cara. Yo le agarré por el culo, con el calentón que llevaba lo único que quería era empalarlo con mi polla pero Dani tenía otros planes y me apartó las manos.

-Jeje por hoy ya he tenido bastante- me dijo- igual la próxima vez te dejo follarme. Yo fui a replicarle, pero me puso un dedo sobre la boca para mandarme callar y yo obedecí sumisamente. –Si no te olvidas de quién manda aquí tú y yo lo pasaremos muy bien, ya lo veras-. Luego acercó de nuevo su polla aún morcillona a mi cara y me dijo: -Por cierto, no te corras, ni sólo ni acompañado, hasta que me vuelvas a ver. Quiero que te reserves para mí-. Yo asentí y él sonrió satisfecho.

Después de eso Dani se dio la vuelta, poniéndome su culo perfecto en mi cara. –Venga, dale un besito de despedida- me dijo. Yo le separé las nalgas y le di un beso en su agujero, luego él se apartó y se marchó mientras yo observaba hipnotizado como movía ese culo de dios griego  que me apetecía follar más que ninguno otro de este planeta.

CONTINUARÁ…