Dani apuesta que no es gay (3)

Soy un chico muy activo sexualmente, pero mi novia que es muy morbosa me acaba convenciendo para que vaya a visitar a un amigo que es bisex. Apostamos a que yo no soy gay y que no me seducirá, pero...

Mi experiencia haciendo un trio bisex con Sandra y Marcos fue increible. Yo siempre me había considerado muy sexual, me encantaba disfrutar del sexo. No sólo mi polla siempre estaba con ganas de follar, sino que disfrutaba besando, acariciando, masajeando, para mi el sexo tenía muchas posibilidades.

Mis experiencias sexuales se ampliaron cuando conocía a Sandra, una chica de mentalidad abierta con la que disfruté muchísimo del sexo llegando incluso a hacer trios. El primer trío que hicimos con una amiga suya fue maravilloso. Las dos eran bisex y, además de disfrutar conmigo, no tenían ningún prejuicio a la hora de tener sexo lésbico mientras yo participaba con una pasión increible.

Además de hacer tríos con otra chica, Sandra me animó a hacer un trío con Marcos, un monitor de gimnasio atractivo, musculoso y tambien muy vicioso. Esas aventuras con Marcos las conté también en mi perfil,

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Pero lo que voy a contar hoy fueron las consecuencias y como descubrí placeres y vivencias insospechadas.


Al día siguiente de que Sandra y yo estuvieramos en casa de Marcos, Sandra me llamó toda emocionada.

  • Hola cielo, que tal has dormido? - me dijo en cuanto contesté al móvil - no me digas que aún estabas durmiendo?.

  • No, que va. Pero estaba tumbado viendo la tele.

  • Y seguro que masturbándote, verdad? - Había veces que Sandra parecía que me leía el pensamiento - que te conozco cielo, seguro que estabas tumbado pensando en el trío que hicimos anoche con Marcos, el monitor de gimnasia, a que sí?.

  • La verdad que sí, Sandra. Estaba tumbado y me estaba tocando un poco porque me sentía caliente - confesé yo por la confianza que nos teníamos - no te puedo mentir.

  • Lo sé Dani, seguro que te estabas acordando de lo dura que tenía la polla Marcos y lo que te gustó chuparla a que sí? - a Sandra le gustaba la gente si tabús así que no le escondí nada.

  • Bueno me estaba acordando de todo un poco, pero sí, la verdad es que me gustó como se le puso dura y lo caliente y morboso que era Marcos - confesé yo, acordándome de que incluso me la había metido un poco en mi culito y la sensación me gustó mucho.

  • Claro cielo, anoche tú fuiste muy gay y eso le gustó a Marcos. Se quedó con ganas de meterte toda su polla en tu culito, y tu también te quedaste con ganas, verdad? - Sandra quería que yo confesara.

  • Bueno, los tres estabamos muy excitados - dije yo tratando de recordar que ella también disfrutó muchisimo.

  • Claro, ya sabes que a mi me encanta ver a dos gays como os besabais y como se la chupaste, y sé que tú estás deseando que te haga completamente gay y tu culito se acostumbre a una polla así de rica, a que sí? - me dijo Sandra poniéndome muy caliente - justamente he estado hablando ahora con Marcos y lo hemos comentado.

  • Habéis estado hablando de mi? - pregunté yo con curiosidad.

  • Claro cielo. Marcos tiene ganas de volver a verte. Estoy segura de que quiere que le hagas una visita y follarte de mil maneras distintas - me dijo Sandra - Sin duda le pusiste muy caliente, y hacéis una buena pareja sexua jeje.

  • Vernos otra vez? Quiere hacer otra vez un trío con nosotros? - pregunté yo.

  • No, no, yo hoy no puedo que mañana tengo un viaje de trabajo y tengo que prepararlo todo, pero tú sí puedes ir - me dijo Sandra.

  • Ir yo solo a casa de Marcos? - pregunté extrañado - pero Sandra, anoche hizimos un trío muy morboro, pero yo no soy gay. Yo nunca he quedado sólo con otro chico, no creo que me gustase.

  • Dani, yo sé que cuando vuelvas a ver a Marcos él te follará completamente y te morirás de gusto - me dijo Sandra riendose a carcajadas - y seguro que le dices que eres muy gay y que quieres que folle muchísimas veces.

  • Jaja, me gusta mucho el sexo, pero no soy gay, no creo que le dijera eso jaja - respondí yo riéndome también aunque un poco extrañado porque la conversación me había puesto mi polla super dura y saliéndome muchísimas gotitas.

  • Te apuesto una cena a que cuando Marcos te penetre lo dirás? - me dijo Sandra desafiándome - además, si no eres gay ganarás la apuesta y simplemente tendrás una tarde de sexo muy gozosa como la de anoche y encima ganarás una cena. No pierdes nada.

  • Me estás diciendo que quede con Marcos otra vez? Y que vaya yo sólo? - le dije con asombro.

  • Sí Dani. Y que le pidas que te folle tu culito con esa deliciosa polla. Seguro que os lo pasáis muy bien los dos, recuerda con que pasión le besabas en la boca anoche, y como él te abrazaba y luego te agachabas para meterte su polla todo lo que podías en la boca. Luego me llamas por teléfono y si te mueres de ganas de repetir yo habré ganado la apuesta y me deberás una invitación de una cena. Si simplemente te lo has pasado bien y has disfrutado como anoche pues yo te pagaré una cena. Si, como tú dices, no eres gay, no tienes nada que perder. Vas a ganar una cena.

La verdad es que Sandra tenía razón, no tenía nada que perder. Soy un chico de mentalidad abierta y no debo tener prejuicios a una tarde de sexo con un chico guapo y agradable como Marcos. Y encima con una polla grande y preciosa. Según lo pensaba me estaba masturbando cada vez más deprisa y si no llego a parar me hubiera corrido en ese momento, sin duda me excitaba aunque confieso que no quería reconocerlo.

  • Anda deja de tocarte y arreglate para ir a ver a Marcos. Me ha dicho que tiene muchas ganas de verte - me dijo Sandra sobresaltándome de mis pensamientos - Total no tienes nada que hacer esta tarde y seguro que lo pasáis bien. Pero no dejes de contármelo.

Cuando Sandra se ponía autoritaria yo no podía resistirme, creo que soy un poco sumiso y me gusta complacer y ser obediente, así que accedí.

  • Bueno, está bien. Me acerco esta tarde a ver a Marcos aunque sólo sea a tomarme una cervecita con él para complacerte - accedí finalmente.

  • Muy bien, pero no dejes de ir provocativo que será más divertido - me dijo Sandra.

  • Qué quieres decir? - pregunté pero ya sabiendo que iba a aceptarlo todo porque cuando estoy caliente soy incapaz de decir que no.

  • Pues que te pongas unos jeans muy ajustados para que se te marque ese culito, y por supuesto nada de calzoncillos, que no quedan bien si vas ajustado. Tienes que llevar un tanga, me encanta que seas divertido.

  • Pero no tengo tangas, quizás algún slip de los que uso para hacer deporte - dije yo.

  • Ni se te ocurra. Eso no es nada elegante. Mira que te dije que te compraras tangas, que los hombres sexys como tú deben llevar tanga - me dijo Sandra en tono autoritario - Vete al cajón del final del armario que creo que aún tengo algo de ropa mía de cuando me quedaba en tu casa. Y usa alguno de mis tangas que estarás sexy. Y no me repliques, simplemente hazlo y piensa en lo dura que se le pondrá la polla a Marcos al ver tus nalgas expuestas.

Me puse rojo como un tomate, menos mal que la conversación era telefónica, pero no repliqué. Simplemente me fui a la ducha y me empecé a preparar sin que se me bajara la excitación con mi polla toda dura.

Estuve bastante rato relajándome debajo de la ducha y me lavé muy muy bien mi culito. Incluso me depilé todos mis testículos y mi trasero. Normalmente me gusta ir cuidado y depilado, pero ese día me esmeré mucho incluso por mi culito. Además, mientras me lavaba a conciencia y con la excusa de limpiarme también mi culito, estuve mucho rato metiéndome uno y dos dedos con jabón. La verdad es que nunca hacía estas cosas, pero ese día me pareció normal. Me pareció natural que durante la ducha me metiera uno y dos dedos enjabonados en mi culito.

Era como si, por un lado mi cabeza me decía que sólo iba por obedecer a Sandra y por tomarme una cervecita con Marcos, pero que no iba a pasar nada más porque yo no era gay. Pero por otro lado estaba actuando como si fuera a quedar con mi novio y que supiera que me iba a follar por todos lados y yo me lo tomara con naturalidad. Era una sensación muy extraña y morbosa.

Me puse un tanga de Sandra y, aunque era imposible que mi polla cupiera, el tener mis gluteos al aire y que el hilo del tanga se me metiera en el culito, me daba un morbo enorme. Creo que era por eso por lo que me sentía tan excitado, o eso creía.

Cuando ya estaba vestido y notando todo lo que se me metía el tanga dentro de mi culito, me senté en el sillón porque me empezaron a surgir dudas. ¿Porqué iba a ir a casa de Marcos si apenas le conocía?. Yo nunca había quedado sólo con otro hombre. Es verdad que había hecho algún trío, sobre todo la experiencia de anoche en la que, fruto de la excitación, devoré la polla de Marcos con mucho deseo, e incluso cuando nos besamos sentí la misma excitación que cuando besaba a una chica. O quizás más, no lo tenía claro.

Estaba con estos pensamientos cuando me sonó el Whatsapp. Era Sandra que había hecho un grupo de whatsapp con Marcos y conmigo.

“Hola Dani, qué tal? Te has puesto guapo para ir a ver a Marcos?”.

No supe que decir, pero inmediatamente escribió Marcos: “hola a los dos. A mi Dani me va a gustar de cualquier manera, es muy guapo y sexy”.

Yo estaba un poco confundido. Me daba morbo hacer un trío, y obedecer en todo a Sandra, pero parecía que Marcos era un gay que quería ligar conmigo. Yo no era gay, sólo muy vicioso.

En lugar de responder en el grupo de whatsapp, escribí sólo a Sandra “hola, Sandra. Parece que Marcos es un poco gay, verdad?”.

“No Dani, Marcos es todo un macho. Lo he comprobado porque he tenido su deliciosa polla en mi coñito. Lo que pasa es que él no tiene prejuicios y también le gustaría follar tu culito. Y a ti te gustaría tambien, pero como eres un poco gay te da miedo probar y reconocerlo. A que sí?”

La respondí inmediatamente “No me da miedo nada, podría ir perfectamente. Acuerdate que hemos hecho una apuesta”

No sé porqué le escribí eso porque en el fondo sí que tenía miedo de ir solo a casa de Marcos. Qué le diría? Y si el me dice de tener sexo? Follaríamos los dos solos aunque no estuviera Sandra?

Estaba pensando esas cosas cuando Marcos mandó un whatsapp al grupo “Creo que Dani no se atreve a tener sexo conmigo porque es gay y le da miedo descubrirlo, verdad Sandra?”.

Sandra respondió inmediatamente “Yo me he apostado con él a que si va a verte le gustará tanto que repetirá, verdad Dani, sigue en pie la apuesta o no te atreves?”

No pude evitarlo. Sin pensarlo escribí “Ahora voy a verte Marcos, yo no tengo ningún problema en tomarme algo contigo a solas”.

Salí de casa rápidamente y me encaminé a casa de Marcos. Cuando estaba llegando me di cuenta que me había dejado el tanga que me había puesto mientras hablaba con Sandra. Ya no había tiempo para regresar a cambiarme, hubiera parecido que no quería ir. Así que llegué a la casa de Marcos y llamé a la puerta.

  • Hola Dani, que tal? Me alegro de que hayas venido, pasa - me recibió Marcos con toda naturalidad.

  • Hola - dije yo tratando de aparentar naturalidad.

  • Me alegro que te hayas decidido a venir, pensé que igual no te animabas a pesar de que anoche te lo pasaste bien - me dijo abrazándome con sus fuertes brazos - porque te lo pasate bien, verdad?

  • Sí, la verdad que fue morboso - dije yo mientras me miraba a los ojos e iba acercando su boca a la mia.

Marcos me dio un beso sin soltarme. No pude hacer nada, solo responder a su beso y sentir su lengua jugar con la mía. El beso se prolongó mientras Marcos me abrazaba y me hacía sentir sus fuertes músculos en tod mi cuerpo. Creo que me estaba gustando pero no dije nada.

  • Sientate, si me esperas un momento te traigo algo de beber y charlamos, pero permiteme que me duche rápidamente en un minuto - me dijo separándo nuestras bocas y alejándose hacia la cocina.

Me senté y oí la ducha. Al poco rato vino con dos vasos de vino y se acercó a darme uno. Venía sólo con una toalla alrededor de la cintura y aún tenía el cuerpo mojado que le resaltaba más todos sus músculos.

  • Toma guapo, bebamos un poco para que estés más relajado - me dijo Marcos mientras me daba la copa quedándose de pie en frente mío.

Cogí mi copa pero Marcos se quedó pegado a mi, mirándome a los ojos. Dejó caer la toalla. Estaba desnudo delante de mi, con su polla a escasos centímetros de mi cara. Me seguía mirando fijamente a los ojos. Sabía que en cuanto desviase la mirada vería su polla que la recordaba grande y rica pero no me atrevía a mirar.

  • Te noto nervioso - dijo Marcos sin dejar de mirarme a los ojos - Si te incomoda que esté desnudo es porque tienes miedo de ser gay, y dijiste que no lo eras , verdad?

  • No, no lo soy, a mi me gusta el sexo mucho pero no soy gay - dije yo pero cada vez con más deseo de mirarle la polla.

  • Entonces no seas tímido y no te pongas nervioso porque yo esté desnudo - me dijo mientras cogía su polla y me golpeaba con ella en la cara mientras se reía con la broma - podemos jugar y no pasa nada.

  • Tienes razón - dije yo relajándome y ya mirando la polla que me golpeaba en la cara. Era preciosa, muy grande y dura, como la recordaba de la noche anterior.

Marcos me siguió dando toquecitos en la cara con su polla y jugando medio de broma, aunque yo notaba que cada vez se le ponía más dura.

  • Toc toc, se puede? - me dijo mientras golpeaba en los labios como llamando a una puerta.

Cuando yo me reí nerviosamente Marcos aprovechó y metió la punta de su polla en mi boca. Yo me quedé paralizado, no sabía que hacer pero Marcos siguió con la broma metiéndome cada vez más su polla.

  • Gracias por abrir, puedo pasar hasta dentro? - me dijo sin dejarme responder porque estaba entrando cada vez más dentro - que rico, a mi polla le encanta tu boca.

Yo no sabía como había llegado a esta situación, estaba sólo en casa de Marcos y otra vez mamándole la polla. Dejé de pensar y me concentré en la mamada, creo que me estaba gustando porque yo me sentía excitadísimo.

  • Que rico, eres delicioso Dani - me dijo Marcos entre jadeos - desnudate tú también, pero no saques la polla de tu boca que me está encantado.

Me puse a desabrocharme la camisa y el pantalón como pude, pero no tenía intención de dejar de chupar. Me estaba sintiendo muy bien con esa polla dentro de mi boca. Aunque me resultaba imposible tragarmela entera y chupaba con mucho deseo la enorme cabeza y lo que podía.

Finalmente me quité camisa y pantalón y tumbados en el sillón yo seguía haciéndole una viciosa mamada. Marcos estaba disfrutando tanto que tenía los ojos cerrados y con sus manos me agarraba la cabeza para que yo no dejara de chupar, pero pronto se dio cuenta de que yo llevaba puesto un tanga muy femenino.

--- Continuará si no les ha parecido mal que Dani se esté convirtiendo en un vicioso de las pollas grandes.

No duden en enviarme sus comentarios (buenos o malos) y puntuar este relato en la web o simplemente saludar. Un beso

dulcex@gmx.es