Dandoselo todo a mi querida madre

Una incestuosa madre convence a su incestuoso hijo de mantener relaciones sexuales con su Prima Hermana.

Ha sido imposible escribir ningún texto desde

La violenta pasion de mi hijo,

mas que nada porque ha sido un verano muy intenso.

Mi madre y yo hemos hecho nuestro primer crucero juntos, y tambien nuestro primer intercambio de parejas con Alberto y Cristina.

Alberto y Cristina son padre e hija, con 45 y 22 años respectivamente.

Nos conocimos gracias a esta Web (

www.todorelatos.com

), leyeron nuestros relatos y contactaron con nosotros por correo electrónico.

Ha sido el Crucero más placentero que hemos hecho en nuestras vidas, esperamos repetir el próximo año, sino antes.

Dedicamos esta historia a Alberto y Cristina, que aunque no tiene nada que ver con el crucero en el que follamos como si el mundo se acabase mañana, si provocó en cierto modo la situación tan morbosa en la que nos encontramos ahora.


Todos aquellos que hayan leído mis anteriores historias, recordarán a Agata, es mi tía, hermana de mi madre.

Para mi tía, la cual lleva en su haber dos divorcios, siempre he sido su sobrino preferido,quizá por ser el único.

Aunque Helena mi madre piensa que su hermana, hace años que le gustaría ser ensartada por la polla por su amado sobrino.

Tengo que reconocer que aparte de los efusivos abrazos en los que se me aprieta como una lapa y los bailes de Bodas en los que aún se pega mas, mi tía no demostraba demasiado el que yo le gustase.

De su primer matrimonio tuvo una hija, Marta.

Actualmente tiene algo más de dieciocho años, es una chica alta, delgada y con la piel muy blanca, la realidad es que no le gusta nada ir a la playa .

Hasta que cumplio los 16 años nos llevabamos muy bien, a Patricia ( mi Ex ) y a mi no gustaba tenerla por casa, desde los 13 años que le ayudaba con los deberes, todos los martes y jueves.

Pero a los 16 empezó a salir con un chico mayor que ella, y dejo de venir a visitarnos, hasta que al final no apareció más por casa.

El novio era de ese tipo de personajes que son muy posesivos y controlan todas las relaciones de su pareja con los demas.

Así que la sana amistad entre primos se vio muy mermada, mas que nada porque nos dejamos de ver, no porque nos enemistasemos.

Mi separación de Patricia y la muerte de mi padre hizo que me olvidase de mi prima, a la cual le tenia mucho cariño.

En septiembre después de las vacaciones, una tarde en la que me folle a mi madre en la mesa del comedor, aunque se puede decir que prácticamente la viole, porque no le dio tiempo a lubricarse, aunque esto ya lo tenía previsto y me había embadurnado toda la polla de lubricante vaginal.

Este tipo de polvos asalvajados y por sorpresa le encantan a mi madre.

La ponen de muy buen humor, ella dice que es

“el liberador de tensiones definitivo”

.

Después del polvo, fuimos a la ducha y nos pusimos cómodos, los dos nos habíamos puesto pijama (sin nada debajo).

Mientras vemos la televisión sentados en el sofá con la mano de mi madre en mi pierna, peligrosamente cerca de mi paquete, empieza a hablar;

  • Estuve esta mañana en Casa de tu Tia Agata, hay novedades.
  • Di, Mama.
  • Tu prima Marta ha dejado su relación con ese novio suyo tan celoso y desagradable, Ágata está contenta por ello, pero tu prima está bastante alicaída, piensa que queramos o no son dos años de relación y eso no se olvida de un dia para otro.
  • Es comprensible.
  • Por cierto, hijo, pregunto por ti y me dijo que hacía mucho que no os veiais.
  • Prácticamente, no nos vemos desde que empezó a salir con ese personaje que tenia de novio.
  • Le he dicho que estás en casa y la he invitado este sábado a comer en casa.
  • Genial, me alegrara verla de nuevo.
  • Hijo, hablando de alegrías.

Mientras decía esto, mi madre metía la mano en el pantalón del pijama y me acariciaba el glande, como era de esperar mi polla empezó a crecer con entusiasmo.

Para no ser menos, yo le acariciaba el vello púbico y  bajaba con lentitud mi mano hacia los  labios de su coño , ante lo que mi madre abría las piernas para permitir mejor acceso a mis manos.

Mi madre libera del pantalón mi polla y empieza a lamerla desde la base hasta el prepucio sin metersela en la boca, cuando toda mi herramienta está húmeda por la saliva de mi madre, le sugiero con gestos que se ponga en posicion perrito.

Le bajó los pantalones sin quitarselos, el precioso y apetitoso culo de mi madre queda expuesto.

Me fijo en los labios de su coño que sobresalen mucho por detrás ( algo que siempre me ha excitado hasta los límites), le meto un dedo dentro y mi madre tiembla un poquito, mi dedo esta muy humedo, me ha costado muy poco introducirlo.

Acerco mi cara a su trasero y le doy un cariñoso beso en los labios del coño, aprovecho para dar un lametón para saborear sus jugos:

  • Querida madre, este beso es de cariño.
  • Y el lametón ¿De que es? -

Preguntó mi madre.

Mi contestación fue meterle toda la polla de golpe, noté como arqueaba un poco la espalda para recibir mejor el empellón.

Con una mano agarraba a mi madre de la cintura para bombear con más fuerza y con la otra abría su culo y le acariciaba el esfínter

Escuchar sus bufidos de hembra satisfecha y verla ensartada  a medio desvestir, me estaba poniendo a cien.

  • Hoy estas muy salido, hijo.-

Dijo mi madre con la respiración entrecortada, y algún quejido de placer.

Al notar como se le ponía piel de gallina por todo el cuerpo, supe que Mamá iba a tener un orgasmo, con lo cual aumente el ritmo y la fuerza de las embestidas.

En cuanto se corrió, relajo todo su cuerpo y dejo reposar la cabeza en el sofa, con lo cual todavía tenía más a mi merced su culo (algo que me calienta sobremanera).

A la quinta embestida, solté toda la leche que tenía en el cuerpo, al menos esa fue la sensación que me dio.

Esa sensación es una de las que para mi la que diferencia un polvo normal, de un polvo superior, la de parecer que estás vaciando todo tu cuerpo en tu pareja.

Nos fuimos a la cama y como es lógico y natural, nos dedicamos en ella a descansar, ya no no vimos hasta el viernes por la tarde.

Helena seguía de muy contenta, debo reconocer que cuando más feliz la veo, mas ganas de follarmela salvajemente me entran, y os aseguro que eso con mi ex (Patricia) no me pasaba.

Serían las 7 de la tarde cuando empezamos a hablar en la cocina, le pregunté directamente la razón de tanta alegría.

  • Querido hijo, con lo bien que lo pasamos ayer no esperaras que esté llorando.
  • Mama, tu estas feliz por otra cosa, aparte de por lo bien que te cuido, no me mientas.
  • Son tonterías, Javier, pensaba en el pasado y como vuelve a nosotros de nuevo.
  • Pues explícamelo, ya sabes que entre nosotros no debe haber secretos.

Me miró con un poco de seriedad y se fue al comedor invitándome con gestos a que la siguiese.

Nos sentamos en el sofá y empezó a hablar, otra vez con una sonrisa que estaba haciendo despertarse al bulto de mis pantalones.

  • Mañana viene Marta.
  • Y…………
  • ¿No te apetece ver a tu prima?.
  • Tengo cierta curiosidad, Patricia y yo la queríamos mucho, estaba mucho tiempo en casa, pero nos dejó de visitar prácticamente de golpe.
  • ¿En el crucero te lo pasaste bien con Cristina?.

La sonrisa de felicidad de mi madre, ahora tenía el añadido de que mostraba una picardía que no había conocido hasta ahora.

  • Creo que Alberto te alegro mucho el viaje y el cuerpo a ti también, confieso que me puse algo celoso sobre todo los últimos días que estabais los dos muy pegajosos, No me digas que los has invitado mañana, estoy alucinando.
  • Da la sensación de que te gustaria repetir con Cristina.
  • Mama, te mentiría si te dijera lo contrario, esa chica tiene un cuerpazo impresionante y no veas qué elasticidad, es lo que tiene estar recién salida de la adolescencia y estar en plena juventud, de hecho la envidio un poco.
  • Pues, sintiéndolo mucho no vendrán, hijo.
  • Entonces……….
  • ¿No preferirías estar con una jovencita de 18 años recien cumplidos?.

Mi madre ahora ya no tenía cara de picarona sonriente

,

si no de hembra caliente, muy caliente.

Me percate al instante que me estaba sugiriendo que me follara a mi prima.

  • Mama, ¿no estaras hablando de Marta?.
  • ¿De quién si no ?, querido hijo.
  • Pero, Mamá, es como si fuese mi hermana pequeña.
  • Y yo soy tu madre, lo cual no nos impide follar cada vez que nos place.
  • Hijo, no te hagas el remolón, parece que la situación te pone, al menos eso es lo que se deduce del crecido bulto de tu pantalón.

Diciendo esto, me saco la polla del pantalón, le dio un besito en el prepucio y antes de que me diese cuenta se dio la vuelta con la falda subida (no llevaba braguitas) la tenía sentada encima de mi polla.

Estaba tan mojada que mi pene le entró de golpe, de hecho algo de flujo humedecia mis pantalones, los movimientos de cadera de mi madre eran muy intensos, el cursillo de la danza del vientre que hizo es una de las mejores decisiones que tomo para mejorar su vida sexual.

Es esta posición que a mi me fascina, pero a mi madre no tanto ya que no nos vemos las caras mientras follamos, puedo masajear su clítoris, acariciar su espalda y pellizcar sus pezones.

Cuando empiezo a notar que me voy a correr le cojo de la nuca con mucha delicadeza y le acarició el monte de venus, esa es la señal para que acelere o haga más lentos sus movimientos en dependencia de su cercanía al orgasmo.

Prácticamente nos corremos a la vez, después de ello la beso en la espalda y mi madre para agradecermelo contrae la vagina y yo doy un respingo al notar que aprieta mi pene.

Ahora está haciendo unos ejercicios para reforzar el suelo pélvico, y cada vez en más ocasiones hace este tipo de contracciones, lo cual cada vez me gusta más.

Hace el ademán de levantarse, pero la agarro de las caderas para que no lo haga, me apetece hablar con ella con mi pene dentro de ella.

  • Acaso quieres que siga ejercitando mi coño y te siga apretando.
  • No, Mama simplemente me apetece estar dentro de ti y sobre todo acabar la conversación que hemos interrumpido con este polvo.
  • Hijo, esta es una posicion muy comoda para mi, sobre todo si me besas la espalda, Me siento como una REINA MADRE.
  • Bien, Mama, quiero que me expliques que es lo que te pasa por la cabeza que te tiene tan caliente.
  • Javier, ¿Sabías que Marta estaba muy enamorada de ti cuando estabas con Patricia?.
  • No.
  • Pues, Patricia me dijo que estaba preocupada por Marta, porque la veía muy obsesionada contigo, le agradaba que viniese por casa, pero le daba algo de lástima verla tan enamorada de ti.
  • Patricia, nunca me dijo nada a mi.
  • Quizá porque no dejaras de ayudarla con sus estudios o la tratases de forma diferente, ya que se la veía feliz cuando estaba contigo .
  • Mama, y eso que tiene que ver con nosotros.
  • Aunque seamos amantes, no dejamos de ser madre e hijo, y entre nosotros hay una diferencia de edad, y aunque ahora no la tienes en cuenta dentro de unos años, no estaremos igual que ahora, y el que te diga lo contrario miente.
  • Mama, deberías de dejar pensar esas cosas.
  • Viendo lo bien que te lo pasastes con Cristina y después de ver a mi sobrina hace unos días a la cual se le observa de forma clara que le brillan los ojos cuando pregunta por ti, Creo que queda claro que cual es mi plan.
  • Tengo claro tu plan, quieres que me acueste con mi prima. -

Le dije yo con algo de tedio. * Te aseguro que mañana cuando veas a tu prima, estarás de acuerdo conmigo.

Y dicho esto, mi madre empezó a frotarse el clítoris, aprovechando para tocarme a mí, mi polla empezó a crecer dentro de su coño de nuevo, contrajo de nuevo los músculos de la vagina y todavía creció más, cuando ella noto que estaba más dura, se levantó y con un sonido de succión la saco, se dio la vuelta y esta vez se sentó frente a mi, no sin antes haberse introducido mi polla dentro de nuevo y dijo:

  • Vuelta y vuelta.

Empezamos a reír y cada risa de mi madre contrajo su coño, eso me puso tan cachondo que la levante en volandas y la volví a tirar en el sofa, encima de ella en plan

misionero

de sofa.

La folle con furia, mi madre chillaba como intentando provocar un polvo más duro, sus pechos se movían hacia delante y hacia atrás, ella levantaba la pelvis para recibir mejor mis acometidas.

Se sujetaba los pechos en un intento de inmovilizarlos y los soltaba para dejarme ver de nuevo como se movían, de vez en cuando se acariciaba los pezones y se mordía el labio inferior, cada vez me costaba aguantar sin correrme, cuando mi madre empezó a temblar supe que acababa de de orgasmar, así que me deje ir y le solté toda mi leche.

Nos duchamos y nos fuimos a dormir totalmente satisfechos.

y llegó el sábado, nos pasamos toda la mañana preparando picoteo, no había mucha cantidad pero sí mucha variedad.

Marta llegó puntual, mi madre fue a abrir la puerta y yo las esperaba en el comedor.

Me esperaba una chica de 18 años alta y delgada con una ropa tan insulsa como holgada.

La mujer que entró llevaba un traje chaqueta con una falda muy ceñida, la cual por muy pocos centímetros no era minifalda.

De la delgadez de su adolescencia, había pasado a tener curvas en todos esos lugares en los que un hombre las agradece y las demás mujeres las envidian.

En su cara también se habían redondeado sus facciones, y aunque tenía los mismos labios daban la sensación de ser mucho más carnosos, seria por el lápiz de labios rojo intenso.

La media melena castaño oscura la hacia mas madura, pero sus cándidos ojos verdes desvelaban su verdadera edad.

  • Hola primo.
  • Bienvenida Marta, hay que ver como has cambiado, si te viese por la calle no te reconocería.
  • Primo, pues tu sigues igual.

Mi madre nos invitó a que nos sentaramos, Marta se quitó la chaqueta y aprecie lo bien torneados que tenía los brazos y sobre todo los perfectos pechos que se adivinaban debajo de la camisa.

Estuvimos comiendo,hablando y bebiendo hasta casi la 11 de la noche, nos explicó que ahora estaba en la universidad estudiando química entre , nosotros le explicamos que ahora vivíamos en la misma casa, obviando claro está en que follabamos juntos.

Marta planteó irse, pero al igual que nosotros había bebido más de lo aconsejable para conducir, así que mi madre le propuso cenar con nosotros y que se quedase a dormir en la habitación de los invitados.

Acepto de buen grado, y nos pusimos a cenar, seguimos bebiendo, los tres estábamos bastante contentos, después de comer nos pusimos a ver la tele, mi madre dijo que estaba algo mareada que no estaba acostumbrada a beber y que sintiéndolo mucho se iba a dormir.

Tanto Marta como yo le dijimos que no teníamos sueño  y que veríamos un rato la tele antes de ir a dormir.

En la televisión no daban nada interesante, así que decidimos apagarla, cuando estaba a punto de despedirme de ella e irme a la cama, Marta me hizo una sugerencia.

  • En la piscina he visto unas tumbonas, podrias poner música y dedicarnos a charlar un rato.
  • Perfecto.

5 minutos despues estabamos en la piscina tumbados en las hamacas con unas copas y escuchando música de

ENYA

, Marta había cerrado la puerta de la piscina.

  • Con la habitación de Helena tan cerca, no estaba demasiado a gusto a la hora de hablar, tenía miedo que nos escuchara.
  • Mi madre toma unos somníferos muy potentes y es casi imposible despertarla.

Mi madre no toma ningún tipo de medicamento para dormir, cuando está inquieta lo mejor es un buen polvazo, pero habíamos quedado que era mejor que Marta pensase que no habria ningun tipo de interrupciones.

Con la efusividad que me confería haber tomado unas copas de mas la cogi de la mano (lo hice sin pensarlo) y la pasee por casa hasta la habitación de mi madre, encendimos la luz.

Allí estaba mi madre totalmente desnuda, haciéndose la dormida encima de la cama con las piernas abiertas.

Marta estaba absorta por la desnudez de mi madre, me acerque a la cama, con la mano izquierda cogi la sabana que estaba a los pies de mi madre y la comencé a tapar, eso si cuando llegue a la altura del pecho con la mano derecha aprete el pecho de mi madre dos veces e hice con la boca un ruidoso :

  • MOC,MOC.-

Como si el pecho de mi madre fuese una bocina, termine de tapar a mi madre y salimos de la habitación, lo cual hizo que Marta soltara unas risitas.

  • ¿Tu madre duerme desnuda?
  • Creo que no, aunque últimamente se estaba quejando de que algunas veces tenía sofocos, además de que ha bebido, así que habrá decidido que esta asi mas a gusto.
  • Se ve  joven para tener sofocos, además por lo que he visto tiene un cuerpazo.
  • Ha hablado la larguilucha, Entonces, ¿Tu que tienes por cuerpo?.-

le dije yo con una sonrisa

. * Hacía tiempo que no me llamabas así, me ha parecido tan extraño como gracioso lo que has hecho con el pecho de tu madre. * Por Dios, Marta, no te habrás escandalizado por ello. * No, pero me ha extrañado. * He hecho cosas peores, se las he chupado. * No me lo creo, Javier. * Cuando era un bebé se las chupe.

Marta volvió a sonreír, recuerdo un consejo de mi abuelo, que decia:

“Hacer sonreir a una mujer no solo es una alegria, tambien es una buena forma de abrir sus piernas”.

La sabiduría de las personas mayores siempre me ha cautivado.

Esta vez ella me cogió de la mano y nos fuimos a la piscina de nuevo.

Bebimos unos chupitos de

Pisang Ambon

muy frío, que parece que no tiene alcohol, pero en cuanto te bebes 3 o 4 te pone muy eufórico, incluso si se me permite decirlo caliente.

  • Primo, ¿pretendes emborracharme?.
  • Dios me libre de pervertir a la larguilucha.
  • Primo, te echaba mucho de menos.
  • Yo a ti también, Marta.

Nos quedamos tumbados cada uno en su hamaca en silencio lo que me pareció una hora, ni ella, ni yo nos dormimos, estábamos muy a gusto escuchando música, disfrutando de nuestra algo más que ligera embriaguez.

  • Primo, ¿te puedo confesar una cosa?.
  • Lo que pasa en la piscina se queda en la Piscina, Larguilucha.

Se lo pensó un momento, como si estuviese re-planteándose lo que iba a decir.

  • Aunque te parezca cruel, me alegré cuando te divorciaste de Patricia.
  • Pues creía que tú la querías mucho, como si fuese tu madre o tu hermana.
  • La realidad era así hasta que tu me empezaste a gustar.

Todo esto lo decía, tumbada mirando al techo, como si le diese vergüenza mirarme, me puse a su altura, confesando yo otra cosa:

  • Parece que va a ser una noche de confesiones, así que ahora me toca a mi. un mes antes de que nos dejásemos de ver

,

te sentaste en mi rodilla un momento mientras te estaba enseñando un ejercicio de matematicas. * Fueron unos minutos,Marta, en los cuales temi dos cosas, primero que nos viese Patricia y segundo, que por ello tuviese que dejar de vernos, por pensar lo que no era. * Es muy halagador, Primo, que recuerdes ese momento, si para ti fue un momento inquietante para mi fue uno de los momentos más sensuales de mi adolescencia, te puedo asegurar que ese dia no aprendí nada de lo que me explicastes. * Prima, ¿sabes por qué no te fui a visitar a tu casa?. * No. * Por miedo a lo que pensara Patricia y sobre todo miedo a tu madre. * ¿Miedo a mi madre?

  • pregunto extrañada Marta.
  • Si mi madre te adora, estuvo a punto de venir para verte.
  • Cada vez que aparecía por tu casa me sentía acosado, como una jovencita delante de una obra con albañiles recien comidos y bebidos.
  • Y querida Prima, en la Boda se pegó unos restregones dignos de Instinto Basico, eso por que no hablamos de la despedida de soltero.
  • Primo, ¿Que paso en la despedida de soltero?.
  • En mi despedida de soltero, nos encontramos a tu madre en un Pub y me dijo que si queria podia terminar la fiesta en su casa, que me haría un magnífico regalo de despedida de soltero, que eso era algo que deberían hacer todas las tías a sus sobrinos.
  • Primo, te mentiría si te digo que no me lo creo, es típico de mi madre, no se corta un pelo.

Marta se movió en la hamaca, como para mirarme, yo hice lo mismo y mientras la miraba a los ojos, algo somnolientos por que aparte de haber bebido eran las cuatro y media de la mañana, con voz muy cansada dijo.

  • Javier, me ha dado el bajón, estoy algo mareada, ¿me ayudas a ir a la habitación?.
  • Pues claro, Prima.

La ayudé a levantarse de la hamaca y la cogí de la cintura, Marta me pasó el brazo por encima de los hombros, su mano hizo ademán de palpar mi musculatura disimuladamente.

El tacto de su cintura a través de la camisa era terso y firme, lo cual estaba haciendo que mi polla empezara a despertarse.

Cuando llegamos a la cama de la habitación de invitados, la ayude a acostarse vestida encima de la cama y le quite los zapatos.

  • Quédate un rato conmigo aquí tumbado.-

dijo Marta dando una palmadita en la cama con la mano. * Me encantaría, aunque creo que nos quedariamos los dos dormidos y nos pillaria mi madre por la mañana. * Tienes razón, una lástima que se acabe el dia. * Pues para que no se acabe quédate mañana, por favor. * Javier, es que no tengo ropa para cambiarme. * Habla con mi madre mañana, creo que Patricia dejo varias mudas olvidadas aquí en casa, parece que teneis la misma talla, bueno a ti seguramente te quede algo pequeña, ya que eres un poco más alta. * Cómo te fijas en los detalles, Primo.

Le di las buenas noches a Marta y me dispuse a cerrar la puerta, antes de cerrarla me llamó y me dijo algo que me puso a cien:

  • Buenas Noches Primo, aunque creía que ibas a tocar la bocina antes de ir a dormir.

Conteste casi sin pensar:

  • Querida Prima, mi código de buena conducta solo me permite tocar la bocina de Bellas Durmientes, tu belleza es más que evidente, sin embargo no estás dormida, por ello no cumples la regla para que lo pueda hacer.
  • No te preocupes demasiado por ello,Javier, me dormiré rápidamente.

Los dos nos reímos con un punto de complicidad, le di las buenas noches y cerré la puerta.

Como a cualquier hombre que se precie de serlo, me hubiese acostado con ella esa misma noche, de hecho sabia que tenia en esos momentos sabía que ella tenía el coño a punto de nieve.

Pero si me la hubiese follado la primera noche, Marta, consciente o inconscientemente se hubiera percatado de que solo lo hacia por deseo sexual, lo cual me convertiría en un pelele más con el que se había acostado.

Ahora yo sabía que ella me deseaba y ella no tenía muy claro si yo la deseaba a ella.

Además me apetecía hablar con mi madre  y aparte de conversar os aseguro que la hubiera ensartado varias veces esa noche, pero no me podía arriesgar por si Marta salía de su habitación.

Así que me fui a mi habitación, estuve pensando en masturbarme pero preferí reservarme para el domingo.

Me costó dormirme, esa noche no paso nada mas.

Alrededor de las 10 de la mañana me desperté y me vestí para irme a correr una hora, tenía algo de resaca, la mejor forma de empezar el dia era haciendo ejercicio.

Mi madre estaba ya despierta en el comedor y acababa de desayunar.

Como era de esperar me pregunto por como había nos había acaecido la noche, le dije que ya que Marta estaba dormida y se podía despertar en cualquier momento, para evitar que nos escuchara por casualidad, que utilizasemos  Whatsapp.

Una hora y media después, cuando termine mi sesión de ejercicio le envie un mensaje a mi madre;

  • Javier: Ya he terminado mi sesión de ejercicios.
  • Javier: Se ha despertado Marta????????.
  • Mama: yo estaba esperando a que terminaras, acaba de irse.
  • Javier: Se ha ido??????????.
  • Javier: Estoy a cien metros de casa, enseguida estoy contigo.

Llegue a casa y me duche, aunque reconozco que estuve pensando en que debía haberme acostado con mi Prima cuando pude.

La situación recordaba el refrán:

  • Mas vale pájaro en mano que ciento volando.

Una vez vestido, fui al comedor y mi madre estaba leyendo.

  • Hijo, dime que paso ayer por la noche, aparte de que me tocaste un pecho delante de tu prima y a duras penas pude aguantar la risa.
  • Pues, Mama, todo fue muy bien, bebimos e hicimos muchas bromas, nos reímos, incluso Marta me propuso que la tocase como a ti, pero no lo hice.
  • Y al no hacerlo seguro que se sintió rechazada, creo que debias haberte acostado con ella ayer, Javier.
  • Mama, ¿como la has visto cuando se ha ido?.
  • Parecía que tenía mucha prisa, ni siquiera ha desayunado.
  • No te preocupes, Mama, dejaremos este tema por ahora, te espero en la habitación en 5 minutos, me tengo que resarcir de lo que no hice ayer, verte desnuda ayer y con los ojos cerrados me dio una idea.

Cuando entró mi madre en la habitación exactamente 5 minutos después, estaba yo totalmente desnudo encima de la cama con una erección de las que hacen época y los ojos tapados con un lazo.

  • Mama a partir de este momento no debes hablar, piensa que estoy dormido, laidea es,

no ver nada solo sentirlo todo

. * De acuerdo, espera un momento.

Me dio la sensación de que mi madre abandonaba la habitación, cuando de súbito comence a escuchar música

Chill-Out

a muy bajo volumen y mi madre empezó a darme mordisquitos en las orejas.

Noto cómo me echa algo con textura de gel en el pecho y va esparciendo hasta mi ombligo, despacio muy despacio, va masajeando la zona de arriba a abajo y viceversa.

Baja un poquito más hasta prácticamente la base de mi pene con el gel.

Siento que se mueve y se pone encima mio, noto como mi pene roza sus nalgas, ella se pega a mi como restregándose el gel que tengo en el cuerpo, se mueve lentamente, acerca y aleja sus nalgas, noto su vagina tocando mi pene.

Intentó cogerla del culo para metérsela con ansia, pero ella me coge las manos y me las pone en la cama de nuevo.

Deja de estar encima de mi y siento como empieza a embadurnar mi pene con ese gel con firmeza, desde la cabeza de mi polla hasta su base como si me estuviera masturbando, cuando llega a la cabeza, hace un movimiento giratorio con la mano tal como si estuviese abriendo el tapón de rosca de una botella de Coca-Cola.

Mi madre vuelve a estar encima de mí, sin embargo esta vez percibo el excitante olor de su vagina cerca de mi cara, vuelve a hacer lo mismo que con las nalgas, se restriega pero esta vez cuando su cara se acerca a mi pene, se lo mete en la boca y juega unos segundos con la lengua y se aleja, con la alegría de que cuando hace esto acerca su coño a mi boca para permitir durante unos segundos que aprecie su sabor y su olor con unos rápidos lametones.

Mi pene esta a punto de reventar, intento levantarme para follarme a mi madre salvajemente, lo cual se está convirtiendo en una costumbre, pero ella aprieta hacia abajo para que no me levante.

Deja de nuevo de estar encima mio, y me echa gel aunque esta vez en las caderas, con una lentitud premeditada, de vez en cuando acerca su boca a mi pene y da besitos a su base.

Sigue así, durante unos minutos en las que me cuesta mucho resistir mis ganas de levantarme y prácticamente violarla con ímpetu brutal, cuando en un movimiento fulminante se sube encima de mi y se introduce toda mi polla de golpe, suelta un bufido y empieza a galoparme como una posesa, el gel que me ha puesto en las caderas le permite deslizar mejor su cuerpo las suyas, con lo que combina un movimiento de arriba y abajo, con uno hacia delante y hacia atrás.

Intentó cogerla del culo para controlar sus movimientos, pero me las vuelve a dejar encima de la cama.

Ella lo controla todo, me relajo y la dejó hacer, ella lo nota y empieza a dar  más velocidad y fuerza a los embates,  en eso que empieza a temblar y a gemir, parece que va frenarse, cuando escucho un gemido casi nasal, y sigue cabalgando, cada vez me cuesta mas aguantar sin correrme.

Cinco golpes de cadera de mi madre después, tengo una eyaculacion de las que hacen época, de las que parece que vacían tu cuerpo y tu energía.

Tal y como si fuese su caballo, no deja su montura y me quita el lazo de los ojos y veo sus mejilla sonrosadas por el esfuerzo y por el reciente orgasmo, imagen extremadamente sensual.

  • Hijo, ¿ya puedo hablar?.
  • Pues claro, querida madre.
  • Menuda idea se te ha ocurrido.
  • Mama, yo solo me he tapado los ojos, todo lo demás ha sido idea tuya.
  • Mama, ha sido un polvo impresionante.
  • Querido hijo, esto lo tenemos que probar al revés, tengo ganas de una buena comida de coño por tu parte.

Me apretó el pene tres veces con sus músculos vaginales y me descabalgo, se quedó acostada a mi lado.

  • Javier, que vamos a hacer con Marta.
  • Mama, ¿crees que vale la pena que cambiemos esto tan bueno que tenemos los dos ahora mismo?.
  • Recuerda, Hijo mío, piensa que no seré siempre tan ardorosa.

Nos miramos fijamente, nos besamos apasionadamente y me la lleve en brazos a la ducha, donde acabe con las pocas reservas de semen que me quedaba en el cuerpo en el culo de mi madre.

Lo que pasó después con Marta es otra historia.


Cuando empecé esta historia, no esperaba que se extendiese tanto, pero no explicar cómo llegamos a la situación actual y hacerlo desde el punto de vista de una de las implicadas era imposible sin partirla en dos historias independientes aunque complementarias .

Por ello, cuando pueda terminaremos de explicar esta historia, desde la perspectiva de Marta.