Dándole las nalgas a mi perro virgen
Un nuevo amigo y amante llega a mi vida. La única manera que encuentro de agradecerle es dándole mis hermosas nalgas 🍑 para su gocé.
Ahí estaba por primera vez tocando esa enorme verga roja, la sostenía con mi mano derecha desde la base del nudo y veía como salían los chorros a presión del líquido blanquesino pre-eyaculatorio. Estaba consciente de que sería la primera vez de mi nuevo compañero y era algo que deseaba desde los primeros días que lo adopté… Si, había estado devastada y depresiva desde que Dak murió pero tenía que seguir adelante e hice caso de adoptar a un nuevo amigo, compañero y amante. Desde antes de adoptarlo sabía que necesitaba adoptar a un perro lo más pequeño posible para que fuera virgen y de esa manera poder darle mis nalgas para desvirgarlo. “Darle las nalgas” es una frase que me da risa y a la vez me excita mucho y la aprendí obviamente en México. Y así fue, después de varias semanas eternas de búsqueda pude dar con este nuevo amante mexicano que tenía enfrente: Una bella cruza callejera de tamaño grande muy parecido a un Golden retriever pero negro con algunas manchas blancas.
Jamás imaginé que crecería tan rápido enn 4 meses pero así fue (no lo adopté bebé, tenía alrededor de 8 meses de nacido).
Tuve paciencia para llegar hasta este punto en que estoy sosteniendo su gran verga (no era la primera vez que la veía pues ya había estado acondicionandolo para este momento) y es por eso que está tranquilo sin alterarse, solo jadeando con la lengua de fuera mientras me mira. Para llegar a ese punto me lleve varias mordidas, sustos y rasguños; mi perro es virgen y no sabía cómo reaccionar las primeras veces pero ahora ya sabía cómo se sentía mi mano al sostener su nudo.
Podía sentir los espasmos desde la base del nudo cada que salía un chorro disparado al frente y caia al piso haciendo un pequeño ruido muy perceptible por la soledad en la que se encontraba mi departamento.
Lo deje en mi mano y los acariciaba con la otra, se sentía húmedo desde que salió del capuchón y yo estaba ya más que excitada sin poder ordenar mis pensamientos, me sentía muy emocionada como si también fuera mi primera vez: Sentía cosquillas en mi estómago y mi vagina desnuda ya se sentía caliente y húmeda. No me había tocado yo para nada y sin embargo, cuando voltee a ver mi vagina podía observar que colgaba un hilillo de lubricación espesa que poco a poco llegaría al piso.
Era el momento de empezar a “adorar” ese enorme pene y sin más preámbulo me lo engulli hasta que me dio la primera arcada y lo saqué rápidamente. Así repetí varias veces. Podía sentir el chorro chocar contra mi garganta durante el tiempo que me lo metía en la boca así como el sabor salado y metálico de su néctar.Lo lamía como loca, como si mi vida dependiera de ello, con mi lengua recorría desde la base de su bola hasta la punta; abría la boca y apuntaba su punta hacia mi garganta con la lengua de fuera para poder saborear su jugo. Esperaba unos segundos a qué mi boca se llenará y expulsaba el líquido, escurriendo por mi boca, cuello y pecho; un poco más caía al suelo. En verdad soy una perra que adora penes perrunos.
La saliva escurría de su pene y en mi boca también escurría pero una mezcla de mi saliva con su líquido preseminal. Lo estaba disfrutando en grande y me sentía orgullosa de ser la primera perra en darle placer sin embargo no quiero que descargue toda su leche en mi boca, esa va a ir donde la naturaleza dicta que debe ir: Dentro de mi vagina. Sé que aún así ya me trague una cantidad considerable de espermas pero aún no cuenta como una desvirgada ¿O si?
Mi boca dejar de recorrer ese delicioso falo y lo vuelvo a sostener con mi mano. Observo… Sigue aventando líquido pero ya debe ser esperma, miro de reojo y veo su esfinter contrayéndose lo cual me confirma que está eyaculando…
No se cuánto tiempo paso, solo sabía que había llegado el momento de desvirgarlo como debe ser. Mire nuevamente esa monstruosidad de pene rojizo lleno de mi saliva le di un suave beso en la punta y después paso mi mano a sus bolas y siento como palpitan, mi perro gruñe pues nunca le había tocado esa parte y voltea de forma violenta.
Intento calmarlo y lo logro; “Es hora” volví a tocar sus bolas pero ahora me arriesgue más y le di un beso… Es momento de hacer mi trabajo y vaciar esas hermosas bolas dentro de mi vagina como debe ser…
CONTINUARÁ….
PS. Hola a todos mis hermosos berries, espero hayan notado qu cambie el formato de mi relato. Lo intento hacer de la forma en realment sucederieron y suceden las cosas. Muchas veces me preguntan si es real lo que relato y si, todo es real pero agrego un poco de ficciones como los diálogos o la ropa que según llevo puesta. Por lo que este relato se acerca más a la realidad… díganme si desean que continúe en este formato o para la segunda parte quieren que vuelva a agregar ficción.