Dame una limosna...!!!

Es solo una buena acción.

Todos los días de semana a las 7:45 p.m. Luis sale de clases en la universidad. Ese día no era la hora que acostumbraba, por culpa de sus compañeros de clases se tuvo que quedar mas tarde en la biblioteca sacando información para el trabajo grupal, a pesar de que a el no le gusta hacer trabajos con sus compañeros porque al fin y al cabo salen haciendo nada y el se queda con toda la carga. Ese día él estaba harto, así que les puso de requisito que ellos saquen la información y el la revisaría así haría el trabajo. El a pesar de saber que lo haría todo, lo único que deseaba era joderles la tardecita a sus amigos y de paso la de él.

Como pocas de las veces, decidió irse a casa caminando, eran mas o menos 30 minutos hasta su casa, tenia que cruzar un par de parques. Uno de ellos con escasas personas, la gente no pasaba mucho y menos de noche, por la cantidad de limosneros, prostitutas, y gente de mal vivir. A pesar de que era de noche, estaba de tan mal humor que decidió caminar por ahí y si alguien se atrevía a joderlo entrarle a golpes. Llegando al parque de "los placeres" como lo llamaban los transeúntes, un par de prostitutas preguntaron si deseaba el servicio, "fuera chucha tu madre, me vez cara de pervertido?" les dijo y una de ellas le respondió "de pervertido no, sino de maricón".

A pesar de ser ofensivo lo que le dijo la mujer, le dio risa verse en esa situación. Su humor cambio.

  • Una limosna joven. – Le dijo un hombre anciano, que estaba al final del parque

  • No tengo dinero – le contesto

  • Un pan, estoy hambriento – le decía mientras arrastraba su cuerpo teniendo su mano en el aire aun pidiendo su ayuda

  • Señor por favor, no puedo ayudarlo – le dijo algo fastidiado.

  • Ayúdeme por favor, por caridad

  • No, No quiero, No puedo, No me interesa – le dijo él. Mirándolo con desprecio

  • Ayúdeme a dejar de molestar a los demás

Cuando el oyó eso, a los ojos y por primera vez vio en los ojos de alguien sinceridad. El anciano le pedía que lo ayude por piedad, quitándole la vida, porque estaba cansado de vivir, que el había tenido muchas cosas, pero ahora "Dios" no lo quería ayudar. "Quiere que lo mate?", le pregunto, "Si" respondió el pordiosero, su voz se oyó determinada y segura con lo que estaba pidiendo y un escalofrió por la espalda de Luis descendió, no podía ni quería salir corriendo. El hombre aun tirado en el piso de la calle, le jalo la manga del pantalón y el quiso soltarse.

"Si es que me ayudas a morir, sabrás que hiciste tu buena acción" – le dijo; y la voz del anciano se hacia mas segura, mas melosa a los oídos de Luis. Cuando se dio cuenta el tenia su correa en la mano, y miraba al viejo con cara de maniático. "lo haré, pero si gritas te suelto", el hombre asintió y con el cinturón en la mano, lo puso en el cuello y ajustando la Hebilla. El limosnero abría los ojos con mas fuerza, sabia que su vida se apagaba, Luis apretaba su correa con mas fuerza y cerrando los ojos oyó como es que la respiración fuerte del hombre se dejaba de oír, y la de el se hacia mas fuerte. El pesado cuerpo del anciano perdió la tensión y se abandono, ahora Luis sintió el cuerpo del viejo caer, abandonarse en el cuelo, y habiendo sentido eso, apretó con mas fuera el cinto, como cerciorándose de que no se levantara. Cuando sintió su propia respiración menos agitada, lo soltó y en el suelo se oyó el sonido del golpe del cuerpo con el piso. Luis lo miro, y saliendo corriendo de allí. No paro de correr hasta llegar a su casa, y haberse sentido alejado de lo que hizo.

Se paro en su puerta, respiro hondo y sonrió.

  • Porque tan alegre? – le dijo su madre

  • Ayude a un anciano a cruzar la pista mamá – y sonrió de oreja a oreja.