Dame un beso, soldado

El servicio militar, dos soldados, una pelea, y una reconciliación muy caliente en el dormitorio del cuartel.

DAME UN BESO, SOLDADO.

Pelearme con Germán, había sido un disgusto más entre cientos de otros en el servicio militar. Un sistema corrupto generaba situaciones de injusticia que a mis 21 años no soportaba tolerar. Estaba cansado de obedecer órdenes sin sentido y del maltrato. Del poder ejercido con prepotencia. De los abusos. Del año perdido, de los movimientos "vivos", de los castigos...

"Carrera maaaaaaaaaaarch" "Cuerpo a tierra", "Pasos vivos". "Deescannnso"

Estábamos de guardia, y hacía mucho frío. Durante las veinticuatro horas me tocaban dos guardias de dos horas cada una, en la entrada principal del cuartel, por lo que terminaría con el culo congelado, la pija con escarcha y los huevos helados y maldecía el minuto en que me había tocado "cumplir con la Patria ", y me habían mandado a ese lugar donde todos los otros soldados gozaban de acomodos y privilegios y yo era un simple siervo de la leva para todo servicio. Eso no era cumplir ni defender a la Patria. Eso era servidumbre, esclavitud con uniforme.

"Carrera maaaaaarch" "Fiiiirmes", "Salto de rana" "Cuerpo a tierraaaaa" "Descaannnso. "Venga para aca soldado"

Germán era maestro de escuela, culto y tranquilo, yo estudiante universitario, y nos complementábamos en el trabajo ya que estábamos asignados al mismo sector. Yo estaba secretamente enamorado de él y su buen trato, sentido del humor y amabilidad me habían acercado a él en lo que podría llamarse una amistad.

Ay German que ganas me das........... Ay German, casi me vengo de la calentura que tengo". Pero claro señores mal pensados, no pasaba nada. Pero nada de nada....

En aquellas épocas y en esos lugares, las amistades demasiado cercanas eran mal vistas, y muchas veces me cuidaba de demostrar demasiado interés en él , no sea que pensaran mal. El era muy cariñoso y demostrativo. Cuando en broma intentaba abrazarme si yo me enojaba, lo rechazaba con un codazo. Cuando intentaba tomarme del hombro, bajaba rápidamente su brazo. Pero mi cuerpo se moría por esos cortos instantes de contacto e intimidad. Mi piel ardía por aquella otra piel , estaba perdidamente caliente con Germán. Lo que más me dolía es que el era hetero y su indudable gusto por las mujeres así lo corroboraba. Era sencillamente algo imposible.

Ay Germán que ganas que me das...." Ay Germán contigo me perturbo y de noche me masturbo............"

Soldadito boludito (huevón, pendejo, gilipollas) enamorarte de un machito............

A ambos nos gustaba el cine francés, los cigarrillos negros, la literatura fantástica, la ciencia ficción y éramos fanáticos de los Beatles. Alguna vez, en una reunión, habíamos cantado juntos aquella canción nostálgica "Yesterday" generando el aplauso de la no muy exigente concurrencia de soldados, suboficiales y oficiales.

Ese sábado del mes de julio, Germán había sido excluído de sus guardias a la intemperie, pues el cabo de guardia lo necesitaba para que ayudase a preparar sus exámenes a un sobrino adolescente que debía rendir la prueba de ingreso de la escuela de suboficiales. Como consecuencia de ello, sus dos guardias de dos horas me fueron asignadas a mi , lo que significaba que yo iba a estar ocho horas de pie y en el frío, cuatro de ellas en horario nocturno .

Cuando me enteré, eso me enojó tanto que no pude conmigo y se lo recriminé amargamente, sin saber el motivo por el que se lo excluía de prestar la guardia.. Alegué mi fuerte estado gripal, el frío reinante, mi aversión a las guardias nocturnas en la que otro soldado había sido baleado, y le recriminé que fuera tan acomodaticio y ventajero. Me miró, primero con sorpresa, luego con incredulidad y mas tarde con rabia, con esos ojos azules inmensos que en otros momentos me habían observado con mansedumbre, y lo que dijo, fue hiriente, ofensivo, inesperadamente duro a tal punto que le pegué una trompada, que el devolvió y nos tuvieron que separar antes de que llegara el cabo de guardia.

La pelea me había deprimido enormemente. Me sentía vulnerable , tonto e imbécil y más luego de enterarme del motivo del cambio de guardias. Sabía que había sido injusto y me dolía la mano con que le había pegado a Germán , mas que el golpe que el me había devuelto. Me preguntaba porque entre tantos hijos de perra había descargado mi ira en la persona que mejor me había tratado en ese lugar infernal. En la persona a quien yo quería...

La jornada, salvo aquel incidente, se desarrolló sin problemas. El cabo de guardia , un tipo muy ignorante , era fanático de Olga Guillot, aquella cantante cubana de los años sesenta y setenta, aunque desde su desconocimiento de todo, era un antisemita primitivo y torpe: le molestaba la condición judía de la cantante cubana. Yo le observé y se quedó perplejo que tambien eran judíos , Jesús y la Virgen María. Primero lo negó y luego debió aceptar las consecuencias..... Y en los ratos de descanso, me la pasé escuchando aquellos boleros dramáticos de la gran Olga..

La gorda como Gardel, cada día cantaba mejor.

Y yo que nunca me había emocionado con un bolero, tenía que esconder las lágrimas ante aquellos versos escritos con sangre " Soy ese vicio de tu piel que no puedes desprender. Soy lo prohibido..." Soy esa fiebre de tu ser...... soy el pecado que te dio nueva ilusión para el amor..... Soy lo prohibido....... Soy ese nombre que jamás fuera de aquí pronunciarás..... Soy lo prohibido......."

Y entre mate y mate que le cebaba al cabo en la garita de guardia, escuchaba aquella voz que me recordaba melodramáticamente al objeto de mi adoración: "Aunque tu me has dejado en el abandono....... Aunque ya hayan muerto todos mis ilusiones...... Siento la inmensa pena de tu extravío y sufro del dolor profundo de tu partida...."

Y como la Guillot lloraba mis lágrimas negras en silencio para que nadie me escuchara.

"Lágrimas negras como mi vida....."

Que cursi y romántico se era en aquella época. Que gilipollas, que huevón , que boludoooo......

Y mientras cumplía la última guardia , y caminaba de un lado al otro con mucho frío, para olvidarme del miedo de algun ataque terrorista, recordaba la letra de Delirio, aquella otra canción de la Guillot: "Este amor delirante que abraza mi alma, es pasión que atormenta a mi corazón...." "Porque en ti se encierra toda mi vida, si no estoy contigo mi bien , no soy feliz..."

Bueno no se rían tanto, pero hace muchos años, amar a otro hombre y en ese lugar era claramente revolucionario, yo sería cursi y tonto , pero había que tener cojones.......

Con los ojos enrojecidos de tanto llorar, los pies entumecidos por el frío, y casi temblando, terminada mi guardia pedi permiso para irme a acostar en el dormitorio del cuartel. Abri mi ropero, saqué las sábanas y la manta, me preparé una cama al fondo del salón, cerca de una ventana pero en un rincón bien oscuro, tome mi toallón y mis elementos de higiene y me fui a pegar una ducha. El agua caliente me sacaría ese frío, esa desazón, y comencé a ducharme en el inmenso baño del dormitorio.

Al cabo de dos minutos entró Germán, totalmente ajeno a que yo estaba allí y tan cansado como yo, sin verme se puso bajo una ducha y comenzó a enjabonarse. Yo seguí con lo mío hasta que el se percató de mi presencia. Me miró, lo miré. Me quiso decir algo pero se arrepintió y yo le quise decir algo y no pude. Y el agua caliente seguía cayendo por su cara de chico bueno, por su cuerpo hermoso, por su piel bronceada, por sus cabellos castaños claros y suaves, por sus piernas gruesas , por ese cuerpo que yo deseaba y que jamás pensé tendría, por esa pija enorme que se movía pendularmente entre sus piernas, por sus pelitos delicados, por sus tetillas que mi boca queria besar, por sus huevos colmados de leche.

La lluvia siguió cayendo por mi propio cuerpo pero el temblor cesó y mi pija traicionando mi conciencia comenzó a sentir aquel llamado urgente, aquel cosquilleo que anticipa una erección . Me miró y lo miré y observé que el se daba vuelta, quizás pensé para que no viera que se le había puesto dura, y vi sus nalgas blancas , lampiñas y gruesas, sus nalgas paraditas y redondas, haciendo contraste con su piel bronceada.

Y antes de terminar de secarme, me dirigió una de esas miradas que duelen porque se te clavan en el alma y ahí lo vi desnudo , hermoso , flaco y erecto, y tuve ganas de arrodillarme a sus pies y pedirle perdón , para adorarlo, para acariciar aquella piel que me enloquecía, aquella belleza de estatua que me estaba prohibida.....

" Soy ese vicio de tu piel que no puedes desprender. Soy lo prohibido..." Soy esa fiebre de tu ser...... soy el pecado que te dio nueva ilusión para el amor..... Soy lo prohibido....... Soy ese nombre que jamás fuera de aquí pronunciarás..... Soy lo prohibido.......".

Y la Guillot volvía mientras envuelto en el toallón me dirigía a mi cama ya preparada en el rincón mas oscuro de la cuadra de aquel cuartel , y en la penumbra , escuché que el cerraba las canillas de las duchas , y luego de un rato, divisé su cuerpo, envuelto en un toallón blanco, avanzar en la oscuridad y en el silencio de aquel lugar inhóspito y hostil.

Y sin abrir los ojos, oí sus pasos descalzos que se aproximaban a mi cama, y en la oscuridad me pareció adivinar sus ojos azules tan claros y suaves, y fingí dormir, para no creer nada mas que en lo que ya tenía......Pero se acercó a mi cama y destapó mis pies y con ternura infinita me los acarició , los frotó con inmensa delicadeza y mis dedos frios aceptaron aquellos masajes que intentaban vanamente relajarlos, tras ocho horas de plantón, y mas de dieciséis de guardia. No sé porque lo dejé hacer , si estabamos peleados. Tampoco sé porque sin ninguna objeción dejé que besara mis pies , y pensé que estaba soñando.

Y mientras sus dedos largos y suaves acariciaban mis pies, me pidió perdón y yo le pedí perdón, porque no podría vivir sin su amistad aunque no fuera mas que eso, y el comenzó a temblar y le hice lugar en mi cama y el se acostó a mi lado para que le diera calor y yo lo tapé mientras apoyaba su cabeza en mi pecho y besaba mis pezones muy suavemente, muy dulcemente y llorando le dije que no quería su lástima y que podíamos ser amigos, y me miró en la oscuridad con la ironía de sus ojos azules y su mirada dijo mas que mil palabras, y nos abrazamos apasionadamente conscientes del peligro de hacer lo prohibido en aquel lugar, y mi lengua buscó la suya y mi cuerpo buscó el suyo y su cuerpo se adueño del mío, y toqué con mi mano fría el calor de su sexo, la tersura húmeda de sus huevos, la delicada piel de su culo, y el hizo lo mismo conmigo y cubriéndose con la manta se dirigió a mi pija ya erecta y dura y la besó con pasión y torpeza, pero sensualmente se la metió en la boca y comenzó a chupármela .......

Me la mamó por un rato largo hasta que a punto de acabar quise apartar su boca de mi sexo, pero el insistió y bañé sus labios, su lengua, su garganta y su cuello con mi leche de soldado conscripto. Con mi leche prohibida.

Con la misma urgencia, puso sus dedos ensalivados en mi culo, y levantando mi pierna me penetró con fuerza, y sentí el hierro caliente de su pija, recorrer las paredes de mi tunel de placer, de ese placer pecaminoso y fatal, apasionado y urgente..

Con su pija en mi culo me quedé callado por miedo a que nos descubrieran y el acabó un par de veces, con es consiguiente ardor del día después. También se que ambos nos quedamos desmayados de sueño luego de besarnos enloquecidamente. Terminamos desayunando en aquella confitería famosa por el sabor de sus medialunas, pero el regusto de sus besos , me pareció mas dulce todavía.

galansoy

A los lectores , gracias por tanto afecto y amistad. Escríbanme a galansoy arroba hotmail.com y valoren por favor mis relatos al final de los mismos. Abrazo de g.