Dafne

La mujer morena de los ojos de felina.

Mi prima Luna y somos las mejores amigas, ella es mayor que yo por seis meses, asistimos a la escuela juntas, nos mudamos a un depto de tres ambientes cuando iniciamos la cursada de nuestras distintas carreras en una facultad del centro. Ella estudia abogacia, yo artes plásticas, ella es la profesional y yo la hippie. Tenemos personalidades diferentes, pero como bien dicen, los opuestos se atraen. Somos lesbianas, y Luna ha tenido mas amantes de las que puedo contar con los dedos. A veces las trae al depto y por la mañana, si es que no se va temprano, desayunamos con su nueva conquista y luego nunca las vuelvo a ver. Yo soy mas sentimental, solo tuve dos noviazgos largos, la primera fue mi mejor amiga de la secundaria, y la segunda una compañera del taller de arte. Con ambas duré poco mas de dos años, por alguna razón nunca llego al tercer aniversario.

Una noche Luna trajo a una morena con mas curvas que una ruta. Yo estaba en el sofá viendo televisión, entraron golpeando la puerta contra la pared, pero sus risas descontroladas me percataron unos segundos antes de que provocarían tal estruendo, por lo que apenas giré la cabeza para serciorarme de que no se dieran un buen porrazo contra el piso. Luna la arrastró a su cuarto tomándola de la mano, y la morena me vio y yo a ella, me clavó sus ojos verdes como los de un felino y le sostuve la mirada por varios segundos. Ingresó en la habitación de mi prima y la oí preguntar por mí y que Luna le respondía que yo era su prima. No volví a escuchar sus voces, salvo sus gemidos y frases incomprensibles. Pasados unas horas, me fui a acostar y soñé con la morena de ojos verdes. Ella estaba junto a mí en mi cama, acostada panza abajo, me miraba con sus ojos de felina y podía ver mi mano entrelazando sus dedos. Me besaba la mano y me acariciaba la cabeza con su mano libre. Se acercaba más a mí, estrechando su nariz con la mía, sentí el roce de sus labios, y cuando los estaba por abrir, me desperté suspirando.

Mi cuerpo entero sudaba, me levanté de la cama, aturdida y excitada por ese bello sueño, y me di una ducha rápida. Salí en bata de baño, con una toalla envolviendo mi pelo, me preparé el desayuno y me senté en la mesada a devorar las tostadas con mermelada. Cuando vi a la morena yendo a la cocina en ropa interior negra, pasando junto a mí como si yo fuera invisible, me atraganté con una tostada y tosí.

  • Oh! Lo siento, no te vi. Te encuentras bien?

  • Sí...Es solo...una tostada...

Tosi para aclarar mi garganta, bebí un sorbo del café que había preparado y se me pasó. La cocina no tiene puerta, por lo que miré a la morena mientras se preparaba un café, o mejor dicho, le miré su enorme culo moreno, sintiéndome una completa pervertida pero no lo suficiente como para dejar de mirárselo. En cuanto se giró con la taza en mano volví a hacer de cuenta que comía una tostada. Solo le di un pequeño mordizco. Ella se sentó en la silla frente a mí, yo estaba contra la ventana, me gusta recibir el sol en la espalda. Mis piernas temblaron como locas y sostuve la tostada en el aire, no fuera cosa que me volviera a atragantar.

  • Con que...eres prima de Luna - me indagó con cierta sospecha.

  • Sí, lo soy...Perdona, no sé tu nombre.

  • Dafne.

  • Dafne...Qué lindo, no lo había oído antes.

  • Gracias - dijo con una sonrisa dibujándose en su rostro. - La gente cree que miento respecto con mi nombre. Creen que soy una prostituta...Y tú cómo te llamas?

  • Patricia.

  • Puedo decirte Pato?

  • Sí, claro, todo el mundo me dice así.

Dafne le dio un sorbo a su taza de café. Sus ojos no se apartaron de mí.

  • Tienes novio?

  • No, yo también soy lesbiana.

  • Ah....Y tienes novia?

  • No por el momento.

Noté una sonrisa sutil en su rostro.

  • Yo tampoco tengo. De hecho, nunca estuve de novia.

  • Igual que Luna - dije yo pensando en voz alta.

  • Ah, ella también le teme al compromiso?

  • Eso parece. No se queda con la misma chica por menos de una semana.

  • Y tú?

  • Yo qué?

  • Te tiras chicas por ahí, o...?

Hizo una pausa para sorber por segunda vez el café.

  • No, no soy esa clase de chica...sin ofender.

  • No me ofende, yo tampoco soy la clase de chica que tú eres...y tu prima mucho menos.

  • Lo sé...

  • Luna es buena en la cama - dijo como al pasar.

  • Eso no lo dudo. A veces quisiera entrar en su habitación y pegarles con un palo de escoba para que se dejen de gritar.

  • Jaja...Yo haría lo mismo que tú...o me les uniría.

Me atraganté, esta vez con el café. Dafne se rió de mí mientras yo me limpiaba el líquido del mentón.

  • Eso no sería incesto??

  • Mas o menos, si también te follas a la chica con la que esté tu prima.

  • Jamás de los jamaces sería capaz de una cosa así.

  • Quién sabe? Capaz que una noche oyes sus gemidos, y en vez de entrar con un palo de escoba entras en pijama y te metes en medio de la cama con ellas y las dejas acariciarte y hacerte cosas lindas...- dijo con los ojos desviados como si soñara.

  • Tú lo has...hecho? - me atreví a preguntarle.

  • Sí. Con mi prima y su novia. Me quedé a dormir en su casa y justo estaba Gloria, su pareja...Siguen juntas todavía, cinco años!... Y las oí gemir, mi cuarto estaba junto al de Lore, mi prima. Me levanté de la cama, abrí la puerta de la habitación y la vi a Gloria con la cara hundida en el coño de Lore, sacudía la cabeza y Lore gemía mas...Y me puse muy cachonda...Ellas me vieron. Creí que me sacarían a patadas pero en vez de eso Gloria me tendió su mano y me senté en la cama en medio de ellas. Mi prima me desnudó y Lore me manoseó por todas partes, metió su mano en mi coñito y me masturbó...Yo estaba en el cielo, me besaban y me lamían y me chupaban las tetas...y les chupé el coñito a las dos y fue increíble cuando ellas me lo chuparon a mí...Las dos...con sus lenguitas...Pato?

Yo me había imaginado todo lo que Dafne me relató, sin que ella se percatara de lo mucho que me calentaba y de cómo se me mojaban las bragas y me contenía de masturbarme allí mismo.

  • Pato?...Pato!

  • Qué?? Lo siento, me...

  • Joder! Te he puesto cachando con lo que te conté, no es así?

  • No...Bueno, sí...Algo...- le respondí con mi mirada clavada en la taza donde el café se enfriaba.

  • Está bien, linda - sentí sus piernas frotando las mías bajo la mesa. - Me agradas, mas que Luna, debo decir.

  • Tú también me agradas, Dafne - le dije con tímidez.

Levanté la cabeza y sus ojos de felina me hipnotizaron. Sonreía como si estuviera tramando una travesura, se levantó de la silla apoyando las manos en la mesa, inclinándose hacia mí. No pude evitar clavar mis ojos en su voluminoso escote.

  • Quieres que vayamos a tu habitación? Puedo contarte mas historias... - dijo con esa sonrisa traviesa y los ojos encendidos.

  • Luna no se molestará?

  • No lo creo, linda...Vamos.

Atravesó la sala de estar con su andar de felina, y como si estuviera en trance, me levanté de mi silla, me saqué la toalla del pelo y la seguí hacia mi cuarto. Dafne se detuvo a esperarme antes de abrir la puerta, con una mano en el picaporte. Me sonrió con picardía cuando choqué contra su espalda. Giró el picaporte y entramos en mi cuarto. Dafne se recostó en mi cama y yo me tendí a su lado, apoyando mi cabeza en su hombro. Me peinó el cabello con ternura, mirándome a los ojos.

  • Dime...Qué quieres que te cuente?

  • Cuéntame de tu primera vez.

  • Esa ya te la conté.

  • Fue con tu prima??

  • Y su novia.

  • Ajá.

  • La segunda fue con una amiga. Me quedé a dormir en su casa, dormimos en la misma cama, estábamos muy pegadas, era invierno y hacía mucho frío. La apreté contra mí, temblaba como una hoja, pobrecita...Le di un beso...Y le gustó...Me pidió que la besara de nuevo y lo hice. Después no me pidió mas, nos besamos sin pedirnos permiso...Le saqué la musculosa y le chupé las tetas...no te imaginas cuánto le gustó...Me metí bajo las sábanas y le bajé las bragas...Lamí su coñito y le metí mis deditos...Eso le gustó mucho mas...Se tapaba la boca con la almohada, para no despertar a sus padres...Después ella me lo hizo a mí, pero no me metió sus deditos, aunque me chupaba muy rico el clítoris...No volvimos a ser las mismas después de esa experiencia....Las noches en su casa ya no las pasábamos viendo películas...Follábamos...Nunca nos propusimos ser novias...Se cambió de escuela al año siguiente y no volví a saber de ella...

  • Debiste extrañarla mucho.

  • Sí, pero lo superé. Ahora te tengo a tí - me dijo acariciando mi rostro dulcemente.

  • Dafne...

  • Sí, Pato?

  • Follarías conmigo?

  • Qué crees que vengo tramando desde hace rato, mujer?

Me reí inocentemente, ella me besó un labio y luego el otro, abrí la boca para suspirar y su lengua se hundió en mi garganta. Nos besamos salvajemente, Dafne se puso encima mío, aplástandome ligeramente con el peso de su cuerpo. Me arrancó la bata de baño, dejándome completamente desnuda, me chupeteó las tetas con sus carnosos labios y lamió mi abdomen hasta llegar a mi coño. Chupó mi clítoris suavemente entre sus labios, dándoles lenguetazos de vez en cuando, dedicándole más tiempo que a mi tetas, sin deterse aún cuando dos de sus dedos se hallaban curvados en mi vagina, penetrándome despacio y luego más rápido, llevándome a la estratósfera del placer.

  • Aaahhh...Dafne...oooohhh...No pares...sigue, sigue...

  • Mjmmm...

Dafne se mantuvo ocupada con mi coño por un buen rato, me corrí tres veces, no podía creerlo, fue hermoso. Se me pasó el tercer orgasmo y Dafne retiro sus dedos de mi vagina, subió a mis labios y me besó dulcemente.

  • Oh...Dafne...- gemí entre sus labios.

  • Pato...

  • Sí, Dafne? - suspiré

  • Me encanta cómo dices mi nombre.

  • Dafne...- le gemí al oído.

Ella suspiró, me besó de nuevo, luego se hirguió y se sacó el sostén, dejando sus tetas al aire. Eran enormes, de pezones morados y erectos. Se las chupetié con deseperación, como agua en el desierto. Sus senos estaban tibios y duros. Dafne me acariciaba la cabeza, gemía con los ojos cerrados y los abría para encontrarse con mis ojos lujuriosos. La volví a besar manoseando sus tetas, lamí su cuello y volví a bajar hacia su abdomen, lamiendo su ombligo. Paré de lamerla para sacarle las bragas negras, Dafne se reincorporó sobre la cama, me empujó sin mucho ezfuerzo, mi cuerpo establa flojo, y se arrastró de rodillas hasta ubicarse sobre mi rostro. Hundí mis narices en su coño, le chupé el clítoris con ternura y lo lamí con mi lengua, ella se retorcía con su gracia felina, presionaba mi cabeza contra sus caderas y yo logré penetrar en su vagina con mi lengua. Sabía tan delicioso como olía. Moví mi lengua en su interior, y pude ver que sus ojos se extraviaron por un instante. Jadeó con fuerza, sus piernas se tensaron aplastando mi cabeza y pegó un gemido largo y agudo al tiempo que sus jugos orgásmicos inundaban mi paladar.

Para cuando me liberó de sus piernas, mi cabeza parecía un tomate. Dafne se rió de mi aspecto, me besó en la frente y se acostó a mi lado.

  • Pareces un morrón.

  • Es por tu culpa.

  • Lo siento, no suelo tener control sobre mi cuerpo cuando una chica tan linda como tú me lame el coño tan rico.

  • Te gustó?

  • Ajá...Y a tí qué te gustó de mí?

  • Todo. Eres una diosa del sexo.

  • Lo dices en serio?

Dafne se ruborizó.

  • Muy en serio...Quiero mas...

  • Pídemelo "por favor."

  • Por favor...lame mi coño una vez más.

  • Será un placer... - dijo volviendo a hundir su cabeza entre mis piernas.

El sexo con Dafne era fantástico. No quería acabar, cada vez que sus dedos o su lengua frotaban mis partes erógenas un nuevo orgasmo se precipitaba. Yo adoraba besarla, lamerla y chuparla toda, como a una verdadera diosa del sexo que merece que la alaben como se debe. Pasamos horas encerradas en mi habitación, la cual olía a mujeres excitadas.

Cuando por fin salimos, Luna se había levantado de la cama y estaba almorzando pollo con ensalada.

  • Ya era hora! Cuánto tiempo más pensaban quedarse ahí encerradas?

  • El que fuera suficiente - dijo Dafne tomando mi mano y besando mi mejilla.

Me sonrojé y Luna se echó a reír.

  • Ay, Pato! Por fin te liberaste, prima!

  • No estás molesta?

  • Molesta, yo?! Pato, te acabas de follar de lo lindo con una morena que te llevó a los mil orgasmos. Deberías estar brincando de felicidad, y yo debería envidiarte.

  • Me tienes envidia?

  • Naaahhh!!!

Bebió gaseosa de un vaso de cristal y luego de tragar eruptó como un cerdo. Las tres nos reímos doblándonos en dos. Dafne no me soltaba la mano. Se quedó a almorzar, nuestros pies se frotaron bajo la mesa y Luna se tentaba de la risa. Antes de irse, Dafne me dio su número del celular, me dijo que la llamara cuando la extrañara, que estaría disponible para mí, y me besó en los labios, un beso largo y profundo.

Desde entonces soy otra, o tal vez la verdadera yo. Salgo, me divierto, coqueteo con una linda mujer o dos. Ya tuve mi primer trío con un par de rubias con cuerpo de modelos que me llevaron a su departamento, me desnudaron y me acariciaron todita. Fue una asombrosa experiencia; dos mujeres chupando mis tetas, masturbándome con sus delgados dedos, y lamiendo mi coño sin pelear, compartiéndolo, y yo entregada por completo, gimiendo dichosa del placer que esas bellas mujeres me hicieron alcanzar.

Me encuentro con Dafne cada tanto, caigo en el hechizo de sus ojos verdes de felina y nos echamos un buen polvo. No pienso comprometerme con nadie por un largo tiempo.


Y??? Qué les pareció?? jaja!

Espero sus comentarios ;-)

Hasta la próxima!

  • Brasita