D. Ramon 4 y ultimo

Al final no solo D. Ramón va a conseguir lo que desea. También Ines.

Entre en su despacho después de llamar a la puerta y obtener la respuesta de “pase”. Dentro D. Ramón estaba en su sillón, escribiendo algo. Jorge estaba sentado también a la mesa, se levanto al verme entrar.

  • Hola amor.

Me beso.

  • Bien, y ahora...¿que?… supongo que…

  • Desnudala Jorge. Ya sabes como.

Jorge me rodeo sin decir palabra. Soltó mi pelo que llevaba recogido… me quito la chaqueta. Yo estaba nerviosa…

  • Pero.

  • Tsee.. calla… no digas nada… tranquila.

Jorge comenzó a desabotonarme los botones de la blusa… mis nervios aumentaban en cada botón que cedía. No la abrió… desabotono mi falda y bajo la cremallera, esa cayo suavemente a mis pies… el se agacho, levanto un pie, luego otro, y me la quito tirándola a una silla cercana. Tomo mi cintura y me empezó a bajar suavemente el panti. Me quito los zapatos. Sentí la moqueta del despacho en mis pies. Yo miraba fijamente a D. Ramón que tampoco sacaba la vista de mis ojos… y de mi cuerpo… Mis pensamientos se amontonaban ¿quedaría alguien en al oficina?¿Y si alguien entraba y me veía en esa guisa?...Dios en que me estaba metiendo.

Jorge entonces abrió la blusa y me la quito despacio… muy despacio...D. Ramón se lo estaba pasando en grande obviamente… note que me humedecía… participar en aquel espectáculo me excitaba enormemente. Sentí las manos de Jorge en mi piel, descendían por mis hombros… buscaron el broche del sujetador en mi espalda...aquel momento era clave… si quería huir era entonces… si quería parar era ahí y ahora...¿Que hacia?¿Porque accedía a aquello?¿Porque me encontraba tan excitada y sensible?… sentí el sujetador deslizándose por mi cuerpo… Jorge lo agarro y lo separo...instintivamente cubrí mis pechos con las manos… pero Jorge lo impidió susurrándome “lo estas haciendo muy bien”… los puso a ambos lados de mi cuerpo… Ahora D. Ramón me tenia casi desnuda, excepto por el diminuto tanga, mis pequeños pechos se mostraban en todo su esplendor, erectos, con unos pezones duros y unas aureolas oscuras que, claramente, le excitaban. Jorge bajo sus manos hasta mi cintura liberándome del tanga… Ahora mi cuerpo estaba plenamente expuesto.. Podía verlo todo: mis pechos, mi coño depilado. Mis piernas torneadas. Jorge me hizo girar… mi culo quedo expuesto también a D. Ramón. ¿ahora es cuando me haría suya?.

  • Preciosa… increíblemente preciosa. Bien, desnudate -se dirigió a Jorge-.

Jorge se quito la ropa… completamente desnudo se situó a mi lado. Su polla permanecía erecta...no la había visto así en mucho tiempo.

  • Bien, y sabes que deseo Jorge.

Mi marido se acerco a D. Ramón… desabotono su pantalón y se lo bajo, al igual que el calzoncillo. Se había sentado en el sofá, y podía ver perfectamente su polla erecta...gruesa… vieja...Imagine lo que me esperaba… volví a equivocarme… Jorge se inclino ante D. Ramón y se metió en la boca aquella verga...Me quede sorprendida...Me tenia allí para el y ¿se la daba a mi marido?… De repente aquella escena me excito enormemente.. mi coño se humedeció… D. Ramón me miraba.

  • ¿te gusta?

¿Que debía decir?

De repente, D. Ramón se corrió… Jorge no saco la boca de esa polla… por lo que toda su leche se vertió en su paladar… Lentamente se separo de D. Ramón y se acerco a mi… se agacho, abrió mis piernas… y comenzó a comerme el coño. Gemí. Erre los ojos. Sentía la lengua de Jorge trabajando mi sexo… buscando mi clítoris… mis gemidos aumentaron… la situación de estar allí, desnuda, ante D. Ramón era… no sabría definirla...No se cuanto estuvo Jorge… sentí que el orgasmo llegaba en una oleada que no cesaba… y mis gemidos se transformaron en un grito de placer… Jorge me condujo al sofá donde se encontraba D. Ramón… Su polla estaba tiesa...Me giro… y comprendí… me senté sobre ella haciéndome penetrar…

  • Folla -me ordeno D. Ramón. Sus manos se situaron en mis pechos, jugo con mis pezones… Empece a moverme arriba y abajo, apretando con mi coño su polla. Mi marido me besaba en los labios, introduciendo su lengua… aumentando mi placer que ya era desbordante. Las manos de D. Ramón se deslizaban por mi cuerpo, en mi vientre, en mis pechos, en mi cara… acariciaban mi pelo… mi ritmo se hizo mas frenético… sentí como gemía.

Jorge se puso de pie, su polla quedo a la altura de mi boca… me la metí y comencé a chuparla mientras no dejaba de follarme a D. Ramón. Sentí a este decirme “que no se corra, haz que disfrute, pero no le dejes correrse”… ¿y como controlaba eso? Pensé yo…. Era demasiado… mi coño era un rio que no dejaba de chorrear… sentí que la polla de mi marido temblaba… me aparte para que no se corriera… le estaba obedeciendo…. D. Ramón y yo tuvimos un orgasmo al mismo tiempo, sentí como su polla se vaciaba dentro de mi y sus manazas apretaban mis pechos amplificando mi orgasmo.

Jorge se acerco a mi, y me dio un prolongado beso en la boca…

  • Estoy orgulloso de ti.

  • ¿Lo he hecho bien? -¿como podía preguntar aquello?

  • De cine… -sentí a D. Ramón que seguía con su polla, ya flácida, dentro de mi.

Jorge me levanto… tomo mi ropa...y comenzó a vestirme del mismo modo que me desvistió….luego se vistió el mismo. D. Ramón no dijo nada.

-¿Ordena algo mas D. Ramón?- Jorge pregunto ante mi asombrada mirada.

-No, podéis retiraros. Os haré saber si deseo alguna otra cosa. Buenas tardes.

¿Que?… Iba a decir algo, pero mi marido me tomo por el brazo y me indico “di buenas tardes, y da las gracias”… Le mire… pero al mirar a D. Ramón vi que nos miraba a ambos severamente.

  • Buenas tardes D. Ramón, gracias.

  • No hay de que. Para eso estamos. Retirate -sonreía.

Salimos del despacho. De camino al garaje a tomar el coche, Jorge no dejo de repetirme que lo había hecho maravillosamente bien, que estaba orgullosisimo de mi, que había sido fantástico…

  • Jorge, acabas de entregarme a otro hombre.

  • Si ¿no es increíble?.

  • Pero….

  • ¿Has disfrutado?¿Has gozado?¿te has corrido como no lo habías hecho en mucho tiempo?

Si.. pero no dije nada. Calle. ¿vergüenza?¿Humillación?. Mi marido había comido la polla de otro hombre, una polla que luego había tenido dentro de mi, ante el.

  • ¿esto es todo?¿Se acabo?

  • !Que dices!, acabamos de empezar. Hoy has dado un gran paso.

Al llegar a casa, atendimos a nuestros hijos… luego Jorge me indico que esa noche me llevaría a una cita con D. Ramón.

  • Debes estar disponible para el. Llamara y te dará las indicaciones pertinentes. ¿no te emociona y te excita que te desee de esa forma?

Si… pero no le daría el gusto de reconocerlo...y ya puestos ¿desde cuando comía rabos mi marido?.

Sonó mi móvil, serian las 21.00. Era D. Ramón.

  • Buenas noches Inés.

  • Buenas noches.

  • Necesito que vengas a mi casa. Te traerá Jorge. Permanecerás aquí toda la noche, te necesito para unas tareas.

  • Si, por supuesto.

  • No es necesario que traigas nada. ¿comprendes?

  • Eh… se refiere a material de trabajo, expedientes…

  • Jajajaja… bien. Jorge te explicara. Debes estar aquí en 20 minutos.

Jorge me miro excitado.

  • ¿Que te ha dicho?¿que deseaba?

Cornudo repulsivo…

  • Quiere que este en su casa en 20 minutos, tu me llevaras. No quiere que lleve nada, no se a que se refería.

  • Yo si. Quiere que acudas desnuda.

Le mire...Ahora si que se les había ido la pinza definitivamente.

  • A ver si lo pillo, porque soy algo cortita… ¿tu y ese chalado queréis que me suba desnuda a un coche y cruce la ciudad en pelotas?.

  • Si. Exactamente.

Le mire alucinada.

  • Por supuesto que no lo haré.

Me miro decepcionado.

  • Es su deseo. Eres suya.

  • No.

  • Bien. De acuerdo.

Me puse un vestido hasta la rodilla, un tanguita, sujetador, y unos tacones medios. Me solté el pelo. Me maquille ligeramente. No podía creer que estuviera entregándome a un amante, y que ademas fuera mi marido el que me llevaría hasta su cama.

Veinte minutos después, el asistente de D. Ramón abría la puerta de su casa !menos mal que no había hecho caso a sus instrucciones descabelladas!.

D. Ramón nos recibido en un saloncillo. Jorge se acerco para hablar con el, se despidieron, y me dejo sola con mi amante.

  • ¿porque no has obedecido?.

  • Me pareció una locura.

  • Inés., tendrás que acostumbrarme a cumplir mis deseos… de lo contrario quizá sera mejor que lo dejemos ¿no crees?. No eres la única perra en el mundo, solo la mas mona y la que mas se me ha resistido.

¿perra?… enrojecí de vergüenza.

  • Somo se atreve a…

La bofetada casi me tira al sofá.

  • Por favor… no grites. Debo disculparme, pero a veces la educación hace necesaria la toma de medidas contundentes… y tu estas muy mal enseñada. Ahora, desvístete.

Le mire… y comencé a desnudarme lentamente, con lagrimas en los ojos… pero no por el dolor físico, sino por la vergüenza que estaba pasando, mezclada con un extraño placer de desvestirme en aquel saloncillo ante el que era un hombre con el que en condiciones normales jamas haría nada de nada… ¿porque accedía?¿porque lo consentía?.. solo tenia que abrir la puerta y marcharme, el no me lo impediría, estaba segura.

Debió leer mi pensamiento.

  • Puedes irte Inés., eres libre. Estas aquí por tu propia voluntad. Exclusivamente. Nadie te obliga.

No respondí. Me libre de mis ropas que fui colocando en un sofá que tenia a mi lado. Una vez desnuda el se acerco a mi. Me beso en los labios...entre abrí los míos deseando sentir su lengua dentro de mi.

  • Me perdonas Inés.?, por la bofetada.

  • Si… yo también…

-¿también que?

  • Lo siento

Sonrió. ¿pero que estaba diciendo?¿sentir?¿humillarme así?.

Tomo una campana y la agito. El hombre que nos había abierto entro en la estancia. Me cubrí las como pude…

  • Por favor, retira la ropa de la señora. No la necesitara. Quemala. Luego vuelve.

  • Si señor.

Me miro descaradamente de arriba abajo y salio de la estancia para volver al cabo de un rato.

  • Llevala a mis aposentos, por favor.

  • Si señor. Me acompaña señora.

Completamente desnuda seguí a aquel desconocido, subimos una escalera y entramos en un pasillo con varias puertas, abrió una de ellas. Una gran cama con bisel la presidia.

  • Espere aquí…

Me miro otra vez repasando mi cuerpo… se sonrió y salio. Revise la habitación. Recargada, pero lujosa. Sentí una puerta. D. Ramón entro.

  • Bien querida. Aquí estaos, donde según tu nunca estarías.

  • Lo se.

  • Ven.

Me acerque a el… me abrazo… me beso… respondí con deseo. Sus manos se posaron en mi culo. Abrí la bata que tenia puesta para descubrir su cuerpo desnudo y arrugado, velludo… su polla erecta sintió mi mano. Le coja la mano y lo conduje a la cama.

  • Mi marido me dijo que me espiabais…

  • Si.

  • Hoy vas a conocer a Inés...como nunca la imaginaste.

Mis labios se cerraron sobre los suyos… mi boca empezó a recorrer su cuerpo… Descubrí mi entrega como jamas, como nunca se había producido… Busque su polla y me empeñe en realizarle una mamada como nunca nadie se la había realizado. Descubrí cuanto había deseado comerme aquella polla.

El me separo, me volteo sobre la cama, se tiro sobre mi y me penetro de forma violenta y desconsiderada… mi primer orgasmo llego de inmediato. Sus labios buscaron mis pechos, succionaron mis pezones, comenzó a follarme a un ritmo constante… gemí y grite sin cortarme nada. Mi coño era una autentica cascada… mi cerebro excitado no me dejaba pensar en las consecuencias de mis acciones.

Aquel hombre de 70 años se vació en mi interior en medio de convulsiones… me beso largamente… acaricio mis tetas…acaricio mi pelo…

  • ¿has disfrutado Inés.?

  • Si...y tu.

  • Mucho… pero aun puedes disfrutar mucho mas.

Toco una campana situada en la mesita.., Inmediatamente entro su sirviente.

  • Follatela. Dejala exhausta.

  • Si, señor.

  • No – grite..

Inútil. D. Ramón me sujeto los brazos. El otro sujeto, se quito el pantalón mostrando un monstruo de proporciones considerables.

  • Vamos, metéselo, a que esperas.

  • No, no no…

Aquel hombre abrió mis piernas, se situó y me penetro… pero no con violencia, mi coño estaba empapado, fue haciéndolo mientras me sonreía, despacio…

  • No, por favor, no…

Comenzó a moverse… D. Ramón me beso, me pellizco los pezones.

  • Vamos, vamos… relajate y disfruta.

  • No…

  • Yo no puedo complacer solo a una mujer como tu… ¿entiendes?

El ritmo de aquel hombre aumento… deje de resistirme. Me deje llevar. El tipo empezó a tocarme con sus manos, yo me levante hacia adelante y busque su boca, que me entrego, mientras D. Ramón se reía.

  • Mirala… y no quería. Vamos, dale por el culo.

Me volteo, de un tarro saco algo con lo que hunto mi ano, mientras D. Ramón metía su polla en mi boca… Sentí como aquello entraba dentro de mi rompiendo mi culo. Era grande. Era enorme y estaba dura, tremendamente dura. Le oí gemir.

  • Joder, que buena esta.

La polla de D. Ramón llegaba a mi campanilla… yo la chupaba con deseo. Había perdido completamente la razón. Me estaban violando, pero no me importaba. Me dolía el culo, mezclado con oleadas de placer… El fulano se vació dentro de mi ano. Pensé que vendría otra cosa, pero no…

  • Marchate.

  • Si señor.

Me quito la polla de la boca…

  • Ven…

Me tumbo a su lado, acariciándome… haciéndome gemir, suspirar. Tomo un vibrador de su cajón doble, para culo y coño… me lo entrego, besándome.

  • Metelo.

Obedecí… El toco interruptor y comenzó a vibrar… las oleadas de placer se sucedieron nuevamente.

  • Me vuelves loco Inés.

Yo movía la cabeza y gemía desesperada… el orgasmo llego de golpe consiguiendo arquear mi espalda. Retiro el aparato y lo sustituyo por el suyo… Comenzó a golpearme con su cuerpo en un mete saca continuo, le abrace haciendo que mis pechos endurecidos se pegaran a su pecho arrugado… el gimió… le gustaba sentirme. No besamos mientras ambos nos corríamos al tiempo.

  • Eres un cielo Inés. Y me perteneces… toda… hoy… siempre.

Le mire...mire el espejo que nos contemplaba abrazados. Intente ordenar mis pensamientos. ¿En que me había convertido?¿A donde quería ir?.

Deseaba estar allí. Deseaba aquel momento. Aquel instante.

  • Si.

Fin.