D. Ramon 3
D. Ramon parece que conseguirá su propósito con la colaboración de Jorge.Penúltimo capítulo de la entrega.
Demasiado erótico…
D. Ramón estaba al lado y aunque no parecía darse cuenta de nada, eso podía cambiar rápidamente… Jorge había apartado un tirante de mi vestido y besaba mi hombre y mi cuello, el sabia sobradamente cuanto me excitaba. Intente frenarle, pero no ceso… su mano se introdujo en mi braguita… Demasiado… le pare de inmediato.
Volví a mirar hacia D. Ramón… esta vez el nos miraba… y supongo que vio toda la jugada. Me pareció entrever una sonrisa… me sentí… no se… Me levante. Ambos me miraron, les dije que tenia que ir al baño… Azorada salí de la sala y busque los baños de señoras… Me mire al espejo… me gustara o no, estaba excitada… Me recompuse. Salí del baño, solo para encontrarme de frente con D. Ramón.
¿Te encuentras bien?
Si.
Saliste muy rápido… paso algo -sonreía-
Yo…
Vamos, vamos… no pasa nada… tu marido te metía mano delante de mi. Normal. Yo me muero de ganas de tocarte. ¿te han gustado los juguetes que le he entregado a tu marido?.
Cabrón.
- No se de que…
Levanto la mano…
Mentiras no, por favor. Claro que lo sabes. ¿cual te ha gustado mas?.
No pienso…
Te he preguntado algo muy sencillo… responde – lo dijo con autoridad-
No tengo porque responderle nada.
Ni tienes porque estar aquí, pero lo estas. Ni tenias que vestirte así de preciosa, pero lo hiciste. ¿Cual?
Le sostuve la mirada…
- El doble consolador.
Sonrió.
Lo sabia...sabia que te encantaría.
Por favor, debo volver donde Jorge
¿porque?
-¿Como?
¿Porque?. Jorge te ha traído aquí para que yo disfrute de ti. Te ha calentado para mi… estas siendo mas difícil de lo normal, pero eso lo hace mas emocionante. Voy a disfrutar mucho cuando te tenga.
Jamas me tendrá.
Se rio….
- En el fondo, ya lo estas deseando
Cerdo.
- La película se ha terminado. Jorge nos espera fuera. ¿vamos?...- me cedía el paso galantemente.
Jorge estaba esperando en el coche de una manera absolutamente servil, y a mi entender, despreciable. Sabia que D. Ramón intentaba seducirme, y no le importaba. Empezaba a sentir algo mas que asco por mi marido. Aquello iba muy lejos.
Nos despedimos. Sin mas… D. Ramón no hizo ninguna sugerencia, no pidió nada, solo beso mi mano y le dijo hasta el lunes a Jorge… eso fue todo. Durante el camino a casa no dijimos absolutamente nada. Supongo que no había mucho que decir.
Me metiste mano para el.
Si.
¿Porque haces esto?
Porque me gusta.
¿Te gusta que se folle tu viejo a tu mujer?
Me encantaría, si.
Sois asquerosos.
Y eso te excita… estas mojada verdad.
Le atice una bofetada.
!No soy una puta!
Nadie ha dicho que lo seas.. no lo eres… si lo fueras seria todo muy sencillo. Y no es eso.
Jorge… hazme el amor… ahora
No.
!¿Porque?!
No me perteneces. Eres para el.
Escuchame, o me amas ahora mismo o salgo a la calle y lo hago con el primero que encuentre.
Hazlo. Sabes que no lo harás. Vamos. Marchate.
Le mire con odio… me di la vuelta y abrí la puerta, salia a la calle, subí al coche y empece a conducir sin fijarme ningún destino concreto.
- Así que no me atreveré… ya veras si me atrevo o no cornudo de mierda.
Pero sabia que no lo haría… El móvil sonó. Lo cogí sin mirar, pensando que Jorge me llamaba para pedirme disculpas… pero no era el, era D. Ramón.
Hola, Inés. Buenas noches.
¿Que quiere?
Me ha contado tu marido el pequeño desencuentro que habéis tenido.
Déjele en paz.
!oh!, si yo lo hago. No le obligo a nada. Es todo cosa de el.
¿Para que me llama?.
Para darte mi dirección.
Colgué. Que se fuera a la mierda. Empezó a lloviznar. Entro un mensaje. Mire. Era la dirección de D. Ramón “tu marido esta aquí, te estamos esperando”.
Me quede mirando la pantalla.
No fui. En vez de eso conduje durante varias horas, luego fui a casa. Jorge no estaba. Me duche, repase el móvil, no había mensajes… me dormí… me desperté al rato, sudando… me quite el salto de cama y quede desnuda… instintivamente empece a tocarme...seguía sola...separe las sabanas...mi mano jugo con mi coño depilado...empece a imaginarme en aquel cine… siendo desnudada ante D. Ramón...en que pensaba...sus manos gordas me tocaban… sus labios besaban mi piel… me corrí….me volví a dormir casi al instante.
Al día siguiente, Jorge estaba preparándome el desayuno… nos miramos sin decir palabra. De repente el se acerco y me beso en la mejilla.
¿Has dormido bien?
Perfectamente. Muy bien. Gracias. ¿y tu?¿Has estado con tu dueño toda la noche?
¿Con D. Ramón?. Oh, si, estuve en su casa. Es un hombre fabuloso. Encantador.
Estáis locos.
Eso ya lo has dicho.
Jamas me acostare con el.
¿Entonces porque fantaseaste con el esta noche mientras te tocabas?
Lo dijo tranquilamente, mientras se llevaba una tostada a la boca.
¿estabas…?
Oh no. Instale un equipo de vigilancia para el hace unos días. Tenemos todo grabado.
Me quede helada… había salido desnuda de la ducha.
Sois…
Escucha!, dejalo ya. Hoy habla con el y acaba con esto. Deja de ser una niña. Los chicos ya están camino del colegio ¿nos vamos?.
Fuimos a la oficina, como siempre, D. Ramón no me dirigió una sola mirada, ni una sola palabra con segundas intenciones. Todo discurrió como siempre por cauces muy profesionales. Me encontré buscando escusas para ir a su despacho… porque???… en una de esas visitas lo decidí
Yo, venia por el expediente de ERS
Lo tiene Lucia… ya deberías saber eso Inés.
Me senté y le mire.
Esta bien.
¿esta bien el que?
Lo haré
¿el que?
Joder…
Ya lo sabe
No, no se de que hablas.
Lo haré.. yo haré eso.
Enrosco lentamente su estilográfica… me miro…
¿te he dado permiso para sentarte?
Lo siento
Me levante rápidamente.
Bien. Ahora dime detalladamente que es lo que vas hacer.
Haré el amor contigo.
No te he dicho que me tutees. No quiero que hagas el amor conmigo. Quiero que seas miá. ¿lo aceptas Inés.?.
Yo… no se.
Sonrió.
Esta bien, esta bien, comprendo que te ha costado llegar aquí. Bien. Sigue con tus tareas. Pero hoy no salgas al terminar, por favor, quiero verte aquí, en el despacho. ¿entiendes?.
Si
¿Ya estaba?¿Llevaba tanto tiempo persiguiéndome y ahora que podía decirme vamos a follar a algún sitio me decía que siguiera a lo mio sin mas?. Lo malo es que eso lo hacia mas interesante a mi pesar.
Todo transcurrió con total y exasperate normalidad. Llego el momento de terminar la jornada. Nerviosa, me dirigí al despacho. Me imagine que desearía invitarme a cenar y luego llevarme a su casa.
!Que equivocada estaba!