Currando en Mallorca II
Segundo día con los Sevillanos
Pues nada, aprovechando que los Sevillanos se iban a la playa en chanclas, decidí entrar otra vez en la habitación a buscar mi tesoro. A pesar que mis compañeras habían hecho la habitación, aquello parecía una cuadra. Maletas abiertas con todo tirado por la habitación.
En la mesa, mis air max blancas deseadas y unas adidas superstar, un gayumbo usado y algo más de ropa. Sin pensármelo pille las air max y me las llevé a la cara. No os podéis imaginar el pestazo a sudado que emanaba de aquellas bambas que marcaban un 47.5. Las adidas deberían ser de alguno de los otros dos sevillanos pues marcaban un 44.
Aprovechando que estaba ahí pillé los gayumbos para llevármelos a la nariz, me puse las air max en mis pies, me sobraba zapatilla pero me daba un morbazo tremendo, y me hice un pajote tremendo. Después aproveché ya que estaba la maleta abierta para ver otras zapas y lo que encontré no tenía desperdicio.
Antes de irme, les dejé más amenities para aprovechar la excusa de haber entrado a la habitación.
Ya por la tarde, en la zona de la piscina, y aprovechando que los sevillanos me pedían bebidas, me dieron las gracias por los "jaboncitos" como él llamaba a los amenities. Yo le guiñé un ojo y le dije cualquier capricho que tengas me lo pides e intentaré conseguirtelo. No sé si fue casualidad o no pero se llevó la mano a su bañador turbo.
No tenía pinta ninguna de ser maricón, pero yo tampoco y me molaba tragarme pollones.
No comenté, que el hotel tiene 27 habitaciones y una especie de "casa" para el personal del hotel con 3 habitaciones dobles para el staff, en ese momento ocupadas por 4 chicas en las otras dos habitaciones y en la mía que estaba solo (aunque si hay otro chico compartimos habitación). Según me dijo Rubén esa noche no saldrían, pues estaban cansados de la noche anterior y querían estar en plan tranquis. Me empezaba a imaginar que el sevillano más buenorro de los tres se me insinuaba, lo que no tenía muy claro es si iba enserio la cosa o eran imaginaciones mias.
A la hora de la cena, alli estaban los 3 en el buffet, si bien no tiene gran cantidad de variedad si que la comida está muy buena para lo que se paga por las habitaciones. Los 3 bajaron en pantalones cortos tipo fútbol y Rubén llevaba sus air max y otro unas adidas LA y el otro bajó en chanclas. Intenté averiguar quien calzaría el 44 pero andaban muy iguales los otros dos, lo que si estaba claro es que Rubén era el propietario de esas air max que tanto deseaba.
Mi jornada acaba a las 23h, después del servicio de cena, por lo que podía irme arriba a mi habitación o salir por ahí. (Los que trabajamos en hoteles, restaurantes y demás, también salimos en nuestros ratos libres). Le pregunté a Rubén que plan llevaban por si me podía unir a ellos (ya que habian comentado que no tenían ganas de salir de fiesta), y al decirme que tenían pensado ir a un local de shishas le pregunté si me invitaban a ir con ellos a lo que aceptaron.
Me cambié y fue a la habitación en busca de los 3, aunque a mi solo me llamaba la atención Rubén. Me dijeron que pasase porque estaban arreglándose un poco todavía. Yo no paraba de observar la habitación y las zapas que veía por ahí, incluidas las air max de Rubén. Yo me había puesto unos vaqueros slim que marcaban muy bien mi culo y unas nike 720. Rubén que le molaba el rollo de las zapas (aunque no como mi rollo) me dijo llevas unas nike muy guapas y de ahí empezamos a hablar de zapatillas como si nos conociesemos de toda la vida. Mientras los otros dos terminaban en el baño saliendo uno de ellos de la ducha con una toalla puesta en la cintura y al quitársela para ponerse la ropa dejó a la vista un buen rabo. Encima al vestirse de puso las adidas superstars (ya sabría yo de quien eran a partir de ahora).
Los 4 pillamos un taxi y nos fuimos a uno de los locales de moda de cachimbas y demás. Entre copas y demás, yo presagiaba una noche larga (y al día siguiente tenía que estar listo a las 10h).