Curiosidad - tercera parte

Me desvirgaron ........

Al otro día estaba distraído, una y otra vez se me venía la imagen de semejante verga en mi boca, recordaba su sabor, su textura, estaba caliente, con ganas de probar otra. Si bien es cierto esa me había encantado tenía que aprovechar el tiempo que me quedaba para probar al menos un par mas y casi todo el día busque en internet a alguien de la ciudad, pero sin éxito.

Pero algo extraño sucedió, no lo había notado antes, pero esa mañana entró Luis, un tipo de la oficina del lado, pelo castaño claro, delgado, casi de mi edad. Como estaba ya decidido a probar más vergas, ya a todos los miraba como posibles candidatos y este sí que emanaba ondas gay. Le presté solo un poco mas de atención y noté por su parte más atención hacia mi persona. De hecho vino mas de costumbre a preguntarme cosas o dejarme papeles, momento en los que yo también alargaba esos pequeños encuentros, hasta que cerca de las 5 de la tarde, mi compañero volvió a entrar , diciéndome que había sido un día extenuante y que se moría de ganas de tomarse una cerveza. De inmediato le seguí la corriente, diciéndole que yo también me moría de ganas y que si no tenía nada que hacer, a la salida podríamos ir a tomarnos unas cervezas por ahí.

Luis de inmediato aceptó y quedamos que me pasaría a buscar a la salida. Llego la hora de mi salida, estaba en mi pc cuando Luis llega a mi oficina a buscarme. Salimos juntos del edificio, sin levantar la sospecha de nadie. Ya estando solos en camino, noté un cierto coqueteo de su parte. En la oficina se notaba un poco delicado, pero no pensé que fuera raro, pero ahora me convencía cada vez más.

Llegamos a una fuente de soda y pedimos dos cervezas y mantuvimos una agradable conversación.  Dos, tres, cuatro cervezas, ya con los efectos que la cerveza produce en mi, “calentura”,  me mostraba más interesado en él , en lo que decía , como se comportaba etc , y él por su parte en mi.

Me sentía toda una “loca”, alabando su corte de pelo, su forma de vestir etc recibiendo de su parte la misma atención.  Ya no me cabía duda, por debajo de la mesa sentía una y otra vez su pierna rozar la mía, cosa que me tenía muy caliente, hasta que me preguntó si tenía algo que hacer, invitándome a su casa a ver una película. Yo sabía muy bien que tal película no existía, era demasiado evidente lo que él quería y ya entregado a probar cosas nuevas, le dije que me parecía una excelente idea. Pagamos la cuenta y nos fuimos en colectivo hasta su casa.

Según me dijo vivía solo, por lo que todo el camino, las miradas eran más que evidentes de lo que ambos queríamos. Me tenía la verga a full, sintiendo la mirada de Luis sobre esta, haciendo que me creciera aun más. Ya había oscurecido cuando llegamos a su pequeña casa.  Entramos a esta, le pedí el baño y me lavé bien la verga en el lavamanos, ya completamente dura, esperando algo de acción.

Salí del baño y sorpresivamente me encuentro a Luis en el pasillo esperándome. Se abalanzó sobre mí a tratar de besarme. Lo detuve diciéndome que no me gustaban los besos, pero que si me gustaría tener algo con él. Me entendió perfectamente y nos quedamos de pie, apoyados uno sobre el otro, mientras yo le tocaba su verga por sobre el pantalón, el me agarraba el culo, restregándose contra mí.

Que extraño, yo en esa situación, pero me mataba la curiosidad de estar completamente desnudo con un hombre y esa era mi oportunidad. Me tomo de la mano y me llevo hasta su cuarto. Comenzó a desabrocharme la camisa y yo la de él. Nos desvestimos y quedamos solo con ropa interior, notándose nuestros bultos bajo esta. Luis tenía un cuerpo muy agradable, era blanco, sin vellos en el cuerpo. Delgado pero no flaco, con un culo bien gordito y cuando se sacó su última prenda, una verga delgada y de un tamaño adecuado, nada que ver con la pitón del día anterior.

Yo por mi parte me saqué lo mío, mostrándome completamente desnudo ante mi colega de trabajo. Me acosté en la cama y Luis se acomodó a mi lado, acariciándome el vientre, las piernas , todo muy lentamente, hasta que me tomo la verga suavemente y me comenzó a masturbar suavemente.

- ¿ has estado con otro hombre antes?

- No, nunca  … ¿tu si?

- Si,  soy gay , aunque nadie sabe , aun no salgo del closet

- Ahhh .. ¿y qué te gusta hacer?

- Mmm todo … me gusta acariciar, besar, chupar …

- ¿Si? … ¿y al momento de acabar?

- ¿ te refieres si me lo trago?

- Si

- Me encanta

- Mmm que rico

- No, tu eres rico … te voy a comer entero …

Se acomoda un poco mas y comienza a darme una suave lamida a mi verga, recorriéndola por completo con su lengua, subiendo y bajando. Se mantuvo un buen rato así, llegando hasta mis bolas , pasándome la lengua entre ellas, saboreando cada parte de mis genitales, hasta que luego de un rato, abrió la boca y la metió por completa a su boca. Me imagino que debe haber llegado hasta su garganta por qué tan chica no la tengo. Continuó con su trabajo oral que realmente era un trabajo de un profesional. Cada gesto, cada sonido, se notaba que lo había hecho muchas veces antes.

Realmente Luis sabía lo que hacía, la fuerza justa , el intercambio de una chupada a otra, el roce de mi verga por su cara, al justa presión al succionarme las bolas, lejos una de las mejores mamadas que me han hecho en mi vida.

Pero yo también quería hacerlo y moviéndome un poco, me abalancé sobre el, quedando sobre Luis, con mi verga aun en su boca y la suya a pocos centímetros de la mia, en un glorioso 69.  No lo pensé mucho y comencé a chupársela,  supongo que no tan bien como él, pero si puse bastante empeño. Era la segunda verga que tenía en mi boca y la sensación me gustaba cada vez mas. Aparte que en esta, la mía también era succionada al mismo tiempo, lo que era mas excitante aun. Pero luego comencé a sentir la lengua de Luis en mi culo, lengüeteándome el ano y ahí la cosa cambió. Me calentó sentir como esa lengua desvirgaba mi ano, sintiendo sensaciones nunca antes experimentadas.

Luego de unos minutos, me cambié de posición, quedando de espaldas sobre la cama, con mis piernas completamente abiertas, pidiéndole a Luis que me siguiera chupando el culo. El me hizo colocar una almohada bajo mi culo, quedando este mas levantado y luego se costo bajo este, para continuar metiéndome su lengua. La sensación era divina, me estaba haciendo disfrutar mucho, pero luego comenzó a tratar de meterme un dedo por el culo y reconozco que me dolió. Se lo hice saber y dejó de hacerlo, para continuar alternando entre mi verga

Nos dimos lengua en nuestros sexos por mucho rato, quizás unos 40 minutos, entregándonos placer oral mutuo, en la comodidad de una cama, sin que nadie nos fuese a molestar, hasta que se colocó en cuatro patas, pidiéndome que se la metiera. Me pasó un preservativo y se untó una especie de gel en el culo.  Yo ya estaba decidido a todo, por lo que me puse el preservativo y apuntándole mi verga al culo de Luis se la fui metiendo de apoco, hasta que ya luego de un rato y por la dilatación experimentada de mi compañero, le entró sin problemas comenzado a follar a un ritmo pausado. Ya luego de un rato mi verga entraba y salía del culo de Luís sin ningún problema mientras él se quejaba con todas sus ganas disfrutando de la follada que yo le daba.

Luego cambiamos de posición,  me acosté yo sobre la cama y Luis se montó sobre mí, tragándose por el culo toda mi verga , haciendo todo el trabajo. Yo solo miraba como Luis disfrutaba enterrándose mi verga , alabando mi tamaño y desempeño.

Debo hacer notar que casi nunca follo con condón, porque no me gusta , por lo que al hacerlo ahora, me hizo durar mucho más de lo que estoy acostumbrado.

Al rato Luis se detiene y me dice si me gustaría experimentar a mí. Era la oportunidad, que quizás nunca mas se me presentaría. Estaba el lugar ,  nadie me conocía o nadie llegaría, la verga de Luis no era tan grande, estaba el gel y estaba tan caliente que de inmediato le dije que sí. Cambiamos de posición, esta vez fui yo el que se coloco en cuatro patas , cual perra en celo dejándole expuesto todo mi culo a Luis, el que me untó una buena cantidad de gel en este.

Quedamos de acuerdo que lo haría muy despacio, que si en algún momento me arrepentía o me dolía el se saldría. Seguí sus instrucciones y luego de dilatarme un poco el ano con su dedo, sentí que me colocaba la verga en la entrada de mi culo.

Estaba nervioso, por más que trataba de relajarme no lo conseguía. Sentía que su verga no entraba, a pesar de todo, hasta que en una contracción de mi ano, sentí que algo de esta consiguió entrar. Le dije a Luis que se detuviera, que me dejara un minuto acostúmbrame, hasta que le pedí un poco más, y luego otro poco. Me dolía, pero era soportable, por lo que me aguanté hasta que me vi enculado por Luis, el que comenzó un muy suave mete y saca.

Sentía mi culo lleno de verga , una sensación extraña , algo de dolor pero a la vez mucho placer. Me contuve y Luis continuó perforándome el ano, cada vez más adentro, cada vez más rápido, se sentía rico, era placentero quizás no tanto físicamente pero sicológicamente si , saber que se sentí , al fin saciar mi curiosidad en un ambiente completamente tranquilo y con alguien buena presencia, desconocido  y discreto .

Ya mi culo no presentó ni un problema para recibir la verga de Luis, que no dejaba de entrar y salir, llenándose el cuarto de quejidos de ambos. Debo reconocer que Luis era un buen amante, se contuvo todo lo que quiso, hasta que aun sin ninguno acabar, quedamos tendidos en la cama, con nuestras vergas apuntando el techo.

- Ahhh …

- Ja ja …. ¿ te duele?

- No , ya no … solo un poco

- Mañana te vas a acodar de mi

- Ja j aja … me imagino ¡ , cuando me siente

- Si , pero te acostumbras

- Te desempeñas bien en la cama

- Tu también … igual estuve varias veces a punto de acabar, pero quería esperarte, me cuesta tener una segunda erección

- Si, yo prefiero una buena larga  .. que varias cortas

- ¿quieres una cerveza?

- Ufff .. seguro que si

Luis salió desnudo del cuarto y volvió con dos cervezas las que bebimos fumándonos un cigarro desnudos en la cama.  La conversación era muy tranquila, cordial, me sentía muy cómodo con el. Éramos como dos amigos conversando de cualquier cosa, sin importar nuestra desnudez. Sin embargo yo quería provechar al máximo este encuentro y volví a chuparle la verga. Al rato Luis me chupaba la mía y terminé nuevamente enculándolo  con todas mis fuerzas. Luis me aviso que de seguir así, lo iba hacer acabar y dentro de todo el fragor de la lucha , continué y cuando estuvo a punto lo dí vuelta, me arrodille al lado de la cama y se la chupé con todos mis fuerzas pidiéndole su lechada en la boca.

No pasó ni dos minutos cuando Luis , masturbándose el mismo, me mete la verga a la boca y comienza a descargarse ahí. Estaba tan caliente que no lo pensé dos veces y comencé a tragar su descarga, que quemó la garganta, trague todo lo que pude como toda una puta, excitándome de sobre manera al verme en esa situación. Casi al mismo instante mi cuerpo me traicionó, sentí que iba a acabar y levantándome rápidamente, con el percatándose de lo que pasaba, rápidamente se sentó en la cama con mi verga en su boca alcanzando a recibir toda mi descarga. Fue una acabada espectacular, grandiosa Tenía mucha leche acumulada luego de estar tanto rato así y no me retiré de ahí hasta que se me puso blanda, mientras el no dejaba de chupármela.

Caí rendido, de boca sobre su cama, mientras Luis a mi lado me acariciaba el culo cariñosamente.

- Uffff que locura

- Una rica locura

- Jamás pensé estar así con alguien

- Siempre hay una primera vez …. ¿ y te gustó?

- Si … estoy muerto

- Ja ja …  descansa , te lo mereces

Luis se levantó y trajo dos cervezas más. Mientras las bebíamos él jugaba con mi verga ya muerta

- No se me va a volver a levantar, almeno dentro de un rato

- No quiero que se te levante , solo que me gusta tocarla así

- Bueno … toda tuya

Permanecí como media hora mas con Luis, me hizo una buena paja , y nuevamente me hizo acabar en su boca. Luego me vestí y él me acompañó desnudo hasta la puerta. Me dio las instrucciones para tomar colectivo hasta mi hotel y despidiéndome de el con un apretón de manos, me marche.

Al otro día me dolía el culo de una forma increíble. Cada vez que me sentaba aguantaba el dolor, incluso hasta para caminar me costaba. Luis apareció cerca de las 10 de la mañana por mi oficina, encontrándome solo, preguntándome como había amanecido y si me acordaba de él. Me reí y le dije que si, cuando llega una compañera de trabajo y el disimuló perfectamente. Me invitó mas tarde a que fuéramos por unas cervezas , pero lo rechacé diciéndole que estaba algo cansado y adolorido, dejándolo para otra oportunidad.

Tuve un par de encuentros más, igual de candentes con Luis, siempre en la intimidad de su casa,  pero trataba de evitarlos, ya que lo veía demasiado interesado. Ya había cumplido mis fantasías, me quedaba dos semanas más para mi traslado y quería aprovecharlas al máximo, ya que retornando, dejaría todas estas experiencias atrás y volvería a mi rutina heterosexual.

Continuara ....