Cupido en sus Momentos *12*
Ya Lo Decidiste
“Se perdieron en miles de besos que no tuvieron fin, en miles de caricias que… sólo llenaban ese vacio que existió alguna vez en toda la palabra de su ser, cuando se sentían tan fríamente solitarias al estar con personas que no saciaban, necesidades tan simples como el amar… “
Kathy, quiso olvidar por esa noche lo que se preparaba para venir, sabía bien que; iba a estar muy difícil poder seguir con esa locura, escaparse… como si fuera tan fácil, se preguntó cada vez que pudo ¿ por qué tenia que ser así? Por qué tanto maldito homofóbico en la calle, por qué tanta inseguridad para sentir, por que tantos pretextos para aceptar que hay personas que marcan la diferencia y no sienten igual qué los demás.
El sueño por fin, venció, pero no fue a ella… fue Ana quien primero cayó, contempló su rostro todo el tiempo que pudo, era perfecta… sus ojos tiernamente cerrados, sus labios entre abiertos, esa expresión a tranquilidad que denotaba su rostro, su cuerpo abrazando el suyo… en realidad, el amor le había llegado, y era eso lo que estaba temiéndole. Aún estaba muy pequeña, ella misma lo sabia, como para enfrentar a un mundo errado de pensamientos moralistas. Para Ana era sumamente importante su familia, ya lo había demostrado… entonces… ¿Qué iba a pasar?
Toc, Toc
Dos golpecitos sutiles, distrajeron sus pensamientos, desacomodó su cuerpo y con sumo cuidado, se retiró de la cama cobijando a su novia de su desnudez.
- -¿Quién es?
- -Señorita – la misma voz de la camarera que subió anoche – necesito saber que desean desayunar
- -¿Desayunar? – cuestionó buscando un reloj, esperó unos segundos y abrió la puerta. Sonriendo saludó a la mujer y la miró contemplando su expresión – ya amaneció?
- -así es
- -¿pasa algo?
Bajó su rostro, y miró a su lado izquierdo – perdóneme
Kathy no comprendió nada, no, no comprendió nada sólo hasta que vio a los padres de Ana, junto con los suyos entrar por la habitación.
Ana
- -esto si es el colmo!
- -Papá! – intento despertar, por favor que sea una pesadilla, giro mi cabeza y como la primera vez que la conocí, allá está ignorando lo que le dicen y se concentra en vestir su cuerpo – Kathy ¿Qué pasa?
Me mira con lagrimas en sus ojos – que te vistas! He dicho – mi papá me toma del brazo, y con afán me cubro con la sabana – las espero abajo, y una cosa Katherine – se refiere a ella seriamente – si vuelven a irse, juro por Dios que en la vida la vuelves a ver – y se marcha dándonos a la vista no más que sus pasos llenos de prisa y enojo.
- -intentamos hacerlo calmar pero no se pudo ¡Es Una Barbaridad esto! Como se les ocurre escapar?
- -ya salte papá! – dice ella restándole importancia a lo que el acaba de hablar – tu estás de acuerdo con él – el señor intenta, pero no logra susurrar nada. Y termina marchándose de la habitación junto con su esposa
Ya no sé qué esperarme, ella no dice nada, me levanto y me visto con afán tengo miedo, mi papá me lo advirtió… ¿Qué va a pasar ahora?
- -no llores – dice, terminando de componer su camisa – todo va a estar bien – me da un beso en mis labios mientras ubica sus manos en mi cuello – pasé contigo una noche inolvidable ¿Sabias? – su voz se quebranta pero la evade carraspeando su garganta – y si llega a pasar algo, guarda aquí – ubica su dedo corazón en mi parte externa de mi cabeza – que te amo
“Triste”
- -¿por qué hablas así?
- -sé que es capaz de hacer tu papá
- -no digas eso Kathy. El no es un mal hombre
- -roba la felicidad de su hija, eso está bien?
- -no hables así – me separo de ella – sólo démosle tiempo, verás que después terminará aceptándolo – intenta hablar pero la callo con un beso – amor, por favor no me pongas en estas, no me siento bien…
- -Ana… quédate conmigo, si? Él está equivocado ¡Tu madre lo sabe! Y si le haces caso seguirá con su maldita estupidez de alejarnos
- -te dije que no hables así de él Katherine – me mira sorpresiva – sea lo que sea, es mi padre y le debo respeto
- -tu si, yo no.
Termina poniéndose el uniforme, y dispuesta a salir la tomo del brazo
- -después de lo que pasó, vamos a terminar así?
- -necesito estar segura que sabrás que hacer, si a tu papá le da la gana de mandarte lejos, te vas a ir? Y dirás “Lo siento”? – baja su rostro – responde ¿Qué harás?
En sus ojos… hay tantas cosas, hay tristeza mezclada con un miedo capaz de hacerla hacer cosas que no quiere, hay ira, desilusión, y esa rebeldía en su presencia que quisiera que dejara por algunos momentos…
- -¿Estás conmigo Kathy?
- -sabes que si – me besa de nuevo – sabes que te amo – me abraza – pero…
- -shhh
- -no Ana, no juguemos a pensar que todo saldrá bien, por qué sabemos lo que va a pasar – y en ese preciso momento la puerta se abrió desde afuera, era ella…
- -Manuela –
- -señorita – baja su rostro – la esperan abajo
- -claro que eras tú! Ayer cuando te vi, me pareció haberte visto pero nada contigo ¡Schek! Puedo apostar qué estabas espiándonos hasta qué salimos del colegio
No entendí bien que estaba diciendo Kathy, Manuela baja su rostro y repite nuevamente
- -baje ya señorita Ana
- -¿Vez Ana? Vez lo que digo, ésta era la niña qué ayer subió a traernos la comida
- -¿enserio Manuela? – ella no responde nada, Kathy se nota realmente alterada
- -bajemos de una vez por todas – choca con el hombro de Manuela y sale de la habitación
- -¿por qué? – le pregunto intentando saber que es lo que pasa
- -su papá… él me indicó que siguiera cada paso suyo y…
- -no sigas – de mis ojos de la manera mas rebelde, una lagrima bajó apresurada, me dolía sentir que Kathy tenia razón con respecto a mi padre, me dolía ver que era una persona que… no estaba haciendo lo mejor para yo sentirme orgullosa de él.
Tomo el bolso, Manuela se adelanta y yo cierro la puerta al fin, bajo a recepción, la misma niña que ayer nos atendió me da una sonrisa cómplice de resignación, como entendiendo la situación y de algún modo diciendo “Lo Siento”
Salgo finalmente del hotel, veo a mi padre discutiendo con el papá de Kathy, mi mamá envuelta en lágrimas al mirarme, la mamá de Kathy intentado calmar las cosas, y ella está aparte de ellos con su mirada fija en mí.
- -Bien – dice mi padre al sentirme cerca – Ana Torres, te expongo dos opciones – con su mano le indica soezmente a Kathy que se acerque, ella obviamente lo ignora – tu también eliges – y al final, termina cediendo. – primero, te vas conmigo ésta temporada a Argentina, yo debo terminar algunos asuntos allá – y siento que de sólo escuchar esto, todo se parte dentro de mi – segundo, te quedas acá, pero dando tu palabra de que jamás volverás a estas andadas con esta muchachita
- -bueno, ya respeta! – Dice el papá de Kathy ofuscado – no has hecho más que tratar a mi hija secamente, te recuerdo que el problema es de las dos, así que si no quieres tener problemas conmigo, le bajas a las expresiones con ella
- -cálmate papá – habla ella calmadamente – dígame señor, para que me quiere aquí?
- -tu deberás elegir, en que respetas la decisión de ella si decide quedarse aquí, y no acercarte a ella en ese plan en el que están
- -cual plan señor? Dígame ¿Qué es plan para usted?
- -¿Estás bromeando Jovencita? Ayer, él las encontró en la cama, hoy lo hice yo ¿Qué otro plan será ese?
Ella sonrió irónicamente – Ana ¿Qué decides? Te vas con él, o te quedas sin mi?
La miro con ganas de… ¿por qué me pone en esta situación?
- -Ana Torres, espero una respuesta
- -papá no me hagas esto… mamá por favor – le suplico a mi madre casi llorando – no se dan cuenta qué…
Ella me mira
- -¿qué, qué? – pregunta papá enarcando su ceja derecha
Kathy me evade con su mirada…
- -Ana que decides?
- -me quedo… - digo al fin, ella se acerca y con su mirada fija, manifiesta:
- -ya la escuchó señor, ella se queda, y yo respetaré su decisión – toma su bolso y se adelanta de prisa, la veo alejarse de mi a paso lento, ¿Qué mas podía decir? Ella no me entiende, para ella las cosas son fáciles por qué no está en la misma situación…
- -Hiciste bien hija – y hace un pequeño ademan de abrazarme, pero me retiro inmediatamente, tomo mi bolso y abro la puerta del carro.
El camino se vuelve un verdadero infierno para todos, ellos por que son fríamente ignorados por mi, yo por qué no puedo saber finalmente en que quedan las cosas con Kathy… le envió mensajes, que no son respondidos, y con el pasar de los segundos, algo me avisa que las cosas no están bien-
Kathy
- -¿Qué haces tarada? – me empuja rápidamente para qué algún profesor no nos vea – schek! Eres tonta o te haces?
- -ya deja el drama ¿Queres? No pasa nada
- -¿qué no? Kathy, te echan si te ven fumando!!
- -y qué importa?
- -ven, vamos a clase
- -no quiero verle la cara
- -¿Es por lo que me contaste ayer?
- -Si.
- -dale tiempo ¿no?
- -no. Creo que ya está muy grandecita para saber elegir, ella elije a su familia y yo la comprendo, sólo ahora no quiero verla. Ve tu a clases, no las pierdas por mi
- -no, me quedo contigo – me abraza y con sutilidad, le da una larga calada al cigarrillo que está apunto de acabar, la alarma de descanso suena rápidamente, es irónico que el tiempo pase lento cuando estás dentro de una clase, pero afuera, ni siquiera sientes los minutos, yo llevo a Diana conmigo a mi “lugar especial” vemos de acá a todas las estudiantes, sin querer o tal vez, queriendo mas de la cuenta mis ojos la buscan, y la encuentran al lado de algunas compañeras, su mirada se pierde mirando todo, quizás me está buscando, sus ojos vidriosos supongo de tanto llorar, si fuera mas fácil, si tan sólo se hubiera arriesgado un poco.
- -¿Qué pensas, amiga?
- -no se, no hice el trabajo de Literatura
- -oh ¿enserio? ¡Que raro que tu no lo hagas! – sonríe sarcásticamente – quieres comer algo?
- -Vamos Diana, estás buscando pretextos para salir y hablar con ella, y es enserio… no quiero
- -deja de ser terca Kathy ¿por qué se hacen daño sin necesidad?
- -no es así, ella decidió; Dime voy y le digo que a escondidas? Y después que su padre la mande lejos?
- -tampoco va hacer eso, es solo presión
- -no lo creo
- -¿Estás segura que las cosas terminaron?
- -eso parece.
Y sin esperarlo, en medio de conversaciones sin importancia, de nuevo la alarma sonó, está vez llamaron en sentido general a todos los amplificadores del colegio para que pudiese escucharse bien
- -Por Favor, si alguna estudiante o profesor sabe donde están las estudiantes Kathy y Diana, se acerquen a rectoría, gracias. – este mensaje, lo enviaron 3 veces seguidas
- -nos mentimos en problemas
- -ven, vamos a clase no quiero que llamen a mis padres y tenga que aguantarme otro regaño como el de de ayer
- -si?
- -Uff, 30 minutos ¡Los conté!
- -jajaja pobre – se levanta y extiende su mano para que yo haga lo mismo, junta vamos a clase, me siento nerviosa de algún modo por verla, confundida por su temor, triste por su decisión, decepcionada de mi misma por enamorarme de quien no debo.
Diana toca la puerta, y abre la profesora de Literatura, en sus ojos una mirada de enojo se expresa a través de su rostro y nos hace pasar.
Algunas risas al entrar nos reciben con euforia, otras resignadas a esperar lo que ven, y la de ella… Dios… paso por su lado, toma mi mano y me entrega una notita pequeña, el encanto llega cuando cruzo con sus ojos, la ternura llega a mí, al ver esa mirada triste en ellos… siento un impulso por abrazarla pero me detengo de solo pensarlo.
- -te amo – susurra despacio y sigo adelante aguantándome las ganas de decirle con un beso “Yo También”
- -Katherine, ¿podrías leerme un poco de tu trabajo?
Oh, oh! Todas me miran esperando mi respuesta y aún no soy capaz de darle la cara a la profesora ¿Qué me invento? Las risas comienzan aparecer, y el comentario de Diana me hace sonrojar
- -Kathy, léelo, no te de pena amiga, tu eres capaz
Me doy la vuelta y observo a la profesora con una gran ironía en su rostro, sabe que no la hice y está esperando mi excusa.
- -no la hice profe, lo siento
- -Wow, comenzamos hacer sinceras?
- -parece que si – me siento en el mismo instante que abro la nota
“sé qué no te merezco, mereces alguien que si”
Y de nuevo, tontamente esperando algo diferente, me siento caer derrotada ante cualquier rastro de esperanza por animar las cosas con ella, y mientras la clase toma su rumbo le envío un mensaje de texto.
“como digas”
Se da l a vuelta y me mira, ha llorado... lo sé… después de esta clase, toca de educación física, el estiramiento normal mientras esperamos a que llegue el profesor, ella está con Diana y yo me siento, el sol está rebelde hoy y golpea con fuerza, saludo a Renata quien pasa por el segundo piso, me llama para que me acerque, y me fijo tanto en su mirada que camino sin ver a donde piso hasta qué choco tan fuerte con alguien que todo se me va encima y siento el peso de otra persona golpear mi cuerpo fuertemente.
Pierdo la noción por unos segundos, o minutos, no sé, solo cuando me levanto, están casi todas mi compañeras tocándome y obligándome a reaccionar. Lo primero que toco es mi cabeza y siento como sangra un poco, me levanto alterada y voy directo a la enfermería hasta que su mano me detiene.
- -estás bien, ya pasó
- -estoy sangrando, no ves?
- -si, pero es poco, ya te revisaron, tómate esto – extiende su mano y me da unas tabletas de algún medicamento que no sé que es pero espero que logren quitarme el dolor de cabeza
- -¿Qué pasó?
Señala a la izquierda, me volteo y miro… a una niña preciosa acercarse, tiene puesto un conjunto deportivo extremadamente… sexi, su cabello recogido y poco maquillaje en su rostro.
- -hola – dice apenada – te golpeé muy fuerte?
- -¿Fuiste tú? – sonrío mirándola a los ojos – al menos das la cara, eh?
- -chocamos y perdí el equilibrio, en realidad lo siento
- -ya pasó, tranquila
- -coffh, coffh – Ana interviene en la conversación y me toma de su mano – ven para qué te tomes esto – ella nos ve y se aleja un poco sonriendo –
- -como es tu nombre?
- -Kathy, y vos?
- -Eliana, un placer – Ana me empuja hacia ella, camina violentamente hasta llegar a la cafetería donde está Diana
- mira, aquí te la dejo – dice refiriéndose a Diana – espero que te mejores Kathy
Intenta alejarse, me siento herida, aún recuerdo el mensaje en su nota, ella arregla las cosas así de fácil.
- -oye, una pregunta – se detiene y gira su cuerpo para mirarme
- -si?
- -sabes que puedo tomar para cuando se rompe un corazón?
Alza su mirada y se acerca
- -Tranquila que somos dos, al menos a ti se te pasa coqueteando con otra – me levanto de manera Fugaz y la tomo fuertemente del brazo
- -por qué dices eso?
- -es cierto Kathy – se rinde y una pequeña lagrima sale – no podes ver a cualquier niña linda que se acerque a ti, por qué con esa queres
- -y que queres? Que le sea fiel a una mujer que decide estar sin mi?
- -Tu por qué carajos no entiendes – alza su voz logrando asustarme – por qué no te metes por una vez en mis zapatos?! Tus papás lo saben, lo entienden, lo respetan, Los míos no! – llora
- -cálmate, no llores Ana
- -no Kathy, intento hacer lo mejor que puedo pero sabes una cosa? Uno no vive sólo de amor
Me quedo en silencio
Y ella se acerca, me abraza con fuerza y de nuevo me susurra “te amo” cerca a mi oído
- -yo también… - me quiebro, la gente nos ve y no me importa – tenemos qué hacer algo
- -shhh, quizás después las cosas den. Ahora, soy una cobarde como tú lo dices, y tú eres muy segura para mi – sus palabras entran a todo mi cuerpo como golpes salvajes y fuertes que me destruyen – yo te amo, tu no me entiendes…
- -¿Qué quieres decir?
- -no funcionaron las cosas, ya lo sé
- -Ana no estás hablando enserio ¿Qué pasó?
- -nada, sólo que veo la verdad tu eres una coqueta, no me respetas
Me sofoco – no te respeto, espera – la tomo del brazo de nuevo – repite lo que le dijiste ayer a tu papá – me mira – repítelo
- -que me quedo
- -te quedas y qué?
- -sin ti
- -Ok – la suelto – entonces a quien debo de respetar si ni quiera te importa que pasemos la mejor de las noches para que arruines todo con tu estúpido miedo
- -No me hables así – sin darnos cuenta la gente comienza a notar por demás la discusión, algunos profesores nos miran inquietos, Diana se acerca y nos separa
- -no sigan más – dice en tono bajo
- -yo iba a luchar por ti – susurro, me duele… siento que me duele… algo dentro de mi
- -te estaba pidiendo tiempo
- -Ana ¿Qué tiempo? - baja su rostro
Alguien llega y con euforia en su voz, comenta
- -Anaaaaaaaaa! Afuera hay un chico Muy Lindo preguntando por ti – ella sólo atina a mirarme, e intentando decir algo me acerco, le doy un beso en su frente
- – no digas nada más, ya lo decidiste