Cuñado virtual (1 Parte)

Jamás pensé que algo así podría sucederme a mi pero el destino es así

Soy una mujer del sur de España, me decido a contar mis experiencias porque así lo deseo y tengo la necesidad, son historias que no te atreves contar ni si quiera a tu mejor amiga pero sin dar mi identidad si, espero explicarme lo mejor que pueda para que entendáis, no pretendo que me juzguéis por mi forma de escribir porque no soy ni aficionada a la escritura, simplemente quiero compartir mis experiencias. Esta es la primera parte de una de algunas historias ocurrida en mi vida, volveré con la segunda parte…..

Con cinco años de casada y 35 años todo comenzó cuando mi matrimonio se iba al traste al encontrar algunas conversaciones de mi marido con alguna chica por whassapp, al pedirle explicación solo sabia decir que era tonterías, que no tenia importancia, nunca conseguí pruebas de que me era infiel pero aquello rondo mi cabeza mucho tiempo y termino por quemar poco a poco mi relación.

Paso el tiempo e intente olvidarlo todo, con el paso de los meses casi superado todo fue cuando entro en escena mi cuñado, me encontraba en casa tranquilamente cuando recibo una invitación de una red social, mi cuñado, hermano de mi marido, y aunque ya eramos amigos en esta red social me explico que había creado otro perfil mas personal e intimo, no tuve problema en aceptar su invitación, de echo se lo comente a mi marido y no puso objeción a ello porque a el también lo tenia agregado en ese perfil.

Así poco a poco fue preguntando e interesándose por nosotros, mi cuñado casado vive en otra provincia de la nuestra y apenas nos vemos en persona, solo cuando viene de visita a ver a la familia de ay que no me extrañara en absoluto su interés casi a diario y cada vez mas.

Toda conversación bolinee se limitaba a preguntar por la familia y contarnos un poco como nos iba en general, mi marido, el trabajo...etc, lo típico cuando no ves a alguien de año en año.

Poco a poco nuestras conversaciones iban en aumento incluso algunos días nos pasábamos horas con el Whassapp, podría sospechar que quisiera hablar tanto conmigo pero no le di importancia, yo estaba agusto y podía contarle mis cosas, llegado a este punto decidimos en mutuo acuerdo no contarle nada a nuestras parejas, quizás fue un error porque podrían pensar cualquier cosa si nos pillaban una conversación pero así hicimos, hablábamos y borrábamos las conversaciones.

Al cabo de unas semanas hablando a diario así fue como poco a poco sus charlas se hacían mas intimas, me hablaba de su mujer, situaciones morbosas, juegos imaginarios, cuando intentaba cortarle y cambiar de tema me decía entre risaque era solo un juego, que no tenia que temer nada, nadie se enterara de nuestras conversaciones, y poco a poco también yo fue abriéndome y contante alguna intimidad.

La confianza con mi cuñado llego a un punto que ahora entiendo como peligroso pero que entonces me hacia sentir bien, me desahogaba con el contando cosas que jamas contaría a nadie.

No tardo en llenarme de piropos, de proponerme hacer video llamadas, fotos..a las que sin problema acedi, siempre poniamos las cam cuando nuestras parejas dormían o durante el día que trabajaban o habían salido de casa, con la escusa de tener que recoger y limpiar lo nadaba a comprar al súper las horas que sabia que mi cuñado estaba solo y previamente habíamos planeado, así fue como nació en mi una sensación de morbo, era como una travesura de críos que el simple echo de hacer lo prohibido aumentaba el cosquilleo en el estomago, me encantaba.

Una mañana al despertar leo un whasapp de el citándome a que pusiera el Skype a una determinada hora. Así me dejó intrigada. Supuse que tendría cosas que hacer y no querría perderse nuestra conversación diaria,

me puse en Skype a la hora convenida. Después de una conversación insustancial de repente sonó la video llamada del Skype. Era mi cuñado. sin decir nada me había pedido poner la cam. Me puse algo nerviosa, eso de hablar de cara a una pantalla nunca se me dio bien. Después de unos segundos de nervios y dudas acepté la llamada. Mi pantalla se puso negra a la espera de conectar la cam y de repente la cara de el ocupo la pantalla, nos saludamos y algo llamo mi atención,

el movimiento de su hombro me hacía imaginar que su mano estaba acariciándose, y mi imaginación comenzó a volar. Acercándose a la cámara por momentos. Yo no sabía qué decir. Le pregunte que estaba haciendo, contesto que nada, no quise profundizar pero ese movimiento me había producido un cosquilleo que me subía desde la entrepiernas, por el estomago y se me habían endurecido los pezones.

Cuando cortamos la video llamada me sentía rara, excitada, cachonda, no pude reprimir mis deseos de masturbarme pensando en ese momento tan surrealista ¿de verdad se estaba pajeando? O era mi imaginación, no tarde en salir de dudas porque me lo reconoció poro después, se disculpo diciendo que le perdonara pero le daba mucho morbo hablar conmigo que soy su cuñada y le pongo a mil, yo reía claro porque esa sensación también la sentía yo pero no podía cometer ese error, no le diría nada…...continuara