Cuñada no tan sumisa

Me olvidé del tiempo y de que el mundo existía, con mis ojos cerrados ahora por el placer que me daba tocarme sobre todo los senos, me dirigí a mi entre pierna dándome cuenta lo mojadita que estaba, pasé mis dedos por mi vagina, mientras mi otra mano jugaba con uno de mis pezones, al llegar al clítoris solté un suave ahhhhhhh mientras sentía que mis piernas temblaban a punto de balancearme me di cuenta que alguien había llegado, estaban abriendo la puerta no me quedó otro remedio que correr hacia mi habitación.

Llegaba a la casa como siempre después de un arduo día de labores universitarias, de subir y bajar escaleras en busca de salones que se hallaban en edificios diferentes, de presentar exámenes para mantener mi promedio alto pues no lo puedo bajar ya que soy preparadora universitaria....en fin, estaba esos días tan estresada que en lo que llegaba a la casa no quería sino desnudarme y andar así por la misma.

Vivo en un apartamento con mi hermana y su marido, ambos trabajan y bueno yo como he dicho anteriormente me dedico a terminar mis dos últimos semestres universitarios, normalmente como ellos se la pasan en su trabajo, lo primero que hago al llegar a casa es quitándome toda la ropa.

Ayer eran las cinco de la tarde en mi natal Venezuela, hora en la que todo el mundo con horario de oficina debería estar trabajando, rutinariamente llegué a la casa y me dirigí a mi habitación dejando la puerta abierta pues en estos días hace un calor terrible puesto que mi país es un país de clima tropical y, el aire acondicionado estaba apagado, me dispuse pues a desvestirme decidí hacerlo de una manera muy lenta porque pensé que si me agitaba más acalorada iba a terminar.

Una vez desnuda me dirigí a la sala donde el ambiente estaba más fresco, en medio de la sala se encuentra un espejo vertical donde uno se puede mirar completita, al pasar me detuve a verme pues no quiero exagerar pero esas subidas de escaleras en la universidad me ha asentado muy bien, mirándome pude notar que a mis 21 años estaba muy bien formada: buenos senos, buenas piernas, trasero no muy grande pero bien paradito, delgada como siempre me ha gustado estar y con una tez perfecta, piel caucásica ya que soy descendiente holandesa y unos labios medio carnoso que hacen juego con mis ojos ámbar.

De pronto se me olvidó el mundo sólo quería estar con alguien que acariciara mi cuerpo, que me besara estos labios que desean ser besados y mordidos suavemente, sin darme cuenta me empecé a tocar, mis senos estaban más que firmes y con los pezones erectos producto de la excitación en la que me encontraba, los tocaba, los unía suavemente, sin embargo lo que más me excitaba era ver esa cara que ponía mientras lo hacía, estaba en la gloria con una cara de mujer sedienta de sexo, estaba tan enfocada en mí que incluso olvide que en lo que me desvestía y el tiempo que llevaba pegada allí frente al espejo se hicieron las seis y media.

Todo estaba en silencio y mis pensamientos daban rienda suelta, recordé hace quince días cuando mi novio vino a visitarme pues él trabaja en otra ciudad pero siempre viene a verme en ese periodo de tiempo, esta última vez que estuvo conmigo tuvimos muchas salidas y casi no cogimos lo que estamos acostumbrados, así que como se imaginarán quedé tan insatisfecha que ahora saciaba esas ganas con masturbes casi a diario.

Me olvidé del tiempo y de que el mundo existía, con mis ojos cerrados ahora por el placer que me daba tocarme sobre todo los senos, me dirigí a mi entre pierna dándome cuenta lo mojadita que estaba, pasé  mis dedos por mi vagina, mientras mi otra mano jugaba con uno de mis pezones, al llegar al clítoris solté un suave ahhhhhhh mientras sentía que mis piernas temblaban a punto de balancearme me di cuenta que alguien había llegado, estaban abriendo la puerta no me quedó otro remedio que correr hacia mi habitación.

Con el susto seme había pasado la calentura.me vestí y al salir me fijé que era mi cuñado el que había llegado, lo saludé el me saludo hablamos de las noticias  del día, posteriormente llegó mi hermana, cenamos y nos fuimos a dormir.

Al día siguiente tenía la mañana libre así que decidí levantarme tarde a esos de las diez de la mañana, me di un buena ducha como de costumbre y me dirigí aun en toalla para la cocina a prepararme mi desayuno, cual es mi sorpresa que  siento unas manos abrazarme detrás mío, cuando me iba a girar escuché:

-no te asustes soy yo cuñadita, la verdad es que estas tan buena...

-qué haces-respondí-suéltame-le dije mientras intentaba sacármelo de encima, pero me tenía sujetada muy fuerte, a lo que él respondió

-no te hagas la dura se lo que necesitas ayer me di cuenta.

-ayer?-pregunté casi con un nudo en la garganta.

-sí, ayer me diste una gran sorpresa cuando llegué de trabajar me disculpas por haberte interrumpido?

-estás loco le dije, gritaré si no me sueltas te lo  advierto, además que haces aquí a esta hora?

-hoy es día feriado y tu hermana esta de turno en la farmacia, te giraré pero no quiero que me salgas con groserías.

-tu no respetas, no vales la pe..antes de terminar de decir la palabra ya era porque me había dado un beso, al cual no respondí obviamente, sin embargo, me fijé que mi cerebro no respondía pero mi cuerpo sí.

-no estés tensa mi cielo, no he podido sacarte de mis pensamientos desde anoche, te interrumpí porque era necesario tu hermana ya venía camino a casa.

-suéltame por favor, no quiero hacer algo de lo cual tenga que arrepentirme más adelante.

-veamos que tienes por aquí-dijo él quitándome la toalla y dejándome totalmente desnuda ante sus ojos.

-estas demente  que haces?-le dije intentando empujarlo hacia atrás, mirándolo estaba como embrujado con mis senos, no quitaba su mirada de allí.

-míos por fin son míos-dijo agarrándolos.

-no por favor-ya mi voz estaba quebrantada de la excitación que provocó en mí esas palabras, al saber que mis senos lo enloquecía.

Cuando los agarró  los dos con cada una de sus manos y empezó a lamerlos uno  a uno ya mi vagina estaba  que estallaba de lo punzante que estaba.

-ohhh si-decía mientras los lamia-son míos por fin, dime quieres que pare?

-no me conoces-le dije-soltando un leve gemido.

-veo que te gusta tanto como  a mí, déjame hacerte mía, no quieres mi leche?

Sin pensarlo lo tire hacia atrás y cayendo sobre una mesa plástica, le dije:

-te gusta esto? mientras acariciaba mis senos, desde arriba podía ver que tenía su verga bien erecta-qué me dices de esto? llegado a la altura de su cara me agaché y dejé mi vagina frente a su nariz.

-uff cuñadita- decía mientras la olía y lamia colocando sus manos en mis nalgas para apoyarse.

No me esperaba esa reacción, así que no me quedo más que gemir  de placer mientras pegaba aún más su  boca a mi vagina.

-ahh  ahhh ahhhhhh condenado que rico me chupas .ahhh.

Lamió un rato más hasta que vio que iba terminar se detuvo y me dijo:

-no quiero que termines así, quiero que me revientes la verga.

Así que al ver hacia atrás pude ver que tenía el pantalón bajado hasta las rodillas y con su verga bien paradita, sin dudarlo me subí encima y de una me la metí.

-ahhhhhhh-gimió él, sentí su verga grande y sus venas hinchadas dentro de mí.

Mientras lo cogía a mi ritmo veía sus ojos verdes, su buena figura, lo besaba sin parar y le decía:

-te gusta?

-me encantas muñeca ahhhhhhh ahhhhhhh.

-vas a darme tu lechita caliente?

-toda ahhhhhhhh ahhhhhhhhhhh

-ahhhhhhhhh que rico.

Me lo cogía apretando mis labios vaginales  haciéndole ver cuán excitada estaba.

-me vengo linda me vengo -me decía.

-ahhhh ahhhhh ohhh si vente dentro de mi dámela toda ..la quierooooooo toda ahhhhhhhhh también voy a terminar, hazlo ahoraaaa

ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.ahhhhhhhhhh ahhhhhhhhhhhhhhh.

Sintiendo toda su leche dentro de mí, me sentí la mujer más feliz del mundo, y allí sobre el con nuestros cuerpos sudados pudimos descansar, hasta que con un dulce beso me dijo:

-quieres irte a España junto a mí?

Con la boca abierta y perpleja, me quedé sin palabras y parándome encima de él le dije:-que has dicho?

-me gustas mucho y tu hermana no me atiende como antes, piénsalo aún no soy casado si quieres nos casamos.

-estás loco le dije yéndome a lo que él sujetándome por el brazo  y volteándome me dijo: loco por ti. Y me besó a lo cual yo respondí amorosamente con un suave acariciar de cuello.