Cuñada Endemoniada

Una Cuñada antipatica se convierte en el centro de sus obsesiones.

Cuñada Endemoniada

Por Sandra.

Conocí a Steve en Londres, mientras hacia unos estudiaba Ingles. Después de muchas experiencias amorosas y estando seguros de amarnos verdaderamente, el me pidió que nos casáramos. Fue una boda bien preparada, con todas las de la Ley y en ceremonia católica. Solo los padres de Steve pudieron asistir, porque el viaje desde Australia a un país de Latinoamérica no es algo barato. Sin embargo estaba feliz con la presencia de mis suegros y el anuncio de que ellos nos darían una parte de una gran hacienda que tienen en las afueras de Sydney. La luna de miel fue deliciosa y el me hizo cosillas que no se había atrevido a hacer antes. Yo también lo recompense con unos trucos orales que había visto en videos y que los reservaba para una ocasión especial. La verdad quedo tan satisfecho que cuando volvimos a la casa de nuestros padres no tuvo ganas de hacer el amor en los primeros cuatro días. Dos al quinto día salimos para Sydney y de ahí para la hacienda.

Obviamente, después de un viaje tan largo, no quedan ganas de mucho, llegamos cansados a la hacienda y nos recibieron los hermanos de el Bob y Joe y su hermana Sue. Ellos dos con buena pinta de australianos: blancos, rubios, altos (1.80 y 1.78, respectivamente), delgados y algo atléticos, bastante amables. Sue, rubia, 1.74, delgada, ojos azules profundos, esbelta y sexy y busto mediano, trasero poco pronunciado. Cabello largo pero recogido. Tenia cara de niña mimada, altanera en la que resaltaban, además de sus ojos su boca, demasiado roja y carnosa. Me llamaba la atención el que se mantuviera de pantalón corto y camisa caqui, como si estuviera a toda hora con uniforme.

Era toda una petulante pensé, casi ni me saludo y me miraba con no se que risita.

Desde el primer día se hablo de que las latinas somos muy ardientes y ellos, todos los hermanos hacían bromas con eso. La verdad, el calor del verano que comenzaba me excitaba bastante y todas las noches y a veces en las tardes hacia el amor con Steve.

Una noche de luna creciente estaba mas excitada que nunca y aunque Steve estaba cansado una buena chupada lo excito, yo no aguantaba las ganas y me desvestí rápido mientras el quedaba en calzoncillos. El me besaba desesperadamente los senos y bajaba a mi cuca a hacerme sexo oral, poco me demore en estar a punto, mis gemidos escapaban sin poderlos controlar, su lengua era maravillosa masajeándome el clítoris. Le dije que lo metiera y sentí la dicha mas inmensa al sentirlo adentro, tenia unos deseos increíbles, mi respiración estaba agitada y los gemidos se me escapaban cada vez mas fuertes. Cuando comencé a tener los calorcitos y espasmos preorgasmicos, quise cambiar de posición y lo tire boca arriba en la cama y lo cabalgue moviéndome arriba y abajo para que entrara y saliera. En un momento iba a reventar, cuando al alzar mis ojos a la ventana vi la cara de Sue con los ojos brillantes y expresión de deseo, mi corazón empezó a latir mas rápido y quería gritar, pero Steve movía las caderas rápido metiéndomelo y sacándomelo y me hizo acabar. No podía controlarlo, cerraba los ojos pero cuando sentía los fuertes espasmos, pero al abrirlos me encontraba con la mirada de Sue que parecía estar masturbándose al otro lado de la ventana.

El placer me hizo doblar y cuando me levante para cambiar de posición ella ya no estaba.

No le deje nada a mi esposo pero quede con la sensación de mi intimidad violentada, esa noche no pude dormir recordando los ojos y la cara de Sue. Esa mirada diabólica, pero al mismo tiempo erótica, y esos labios carnosos, inflamados y abiertos en lujurioso trance mientras me observaba orgasmar.

Dos dias después, Steve me dijo que me fuera con Sue a la piscina en la casa de Rob. Ella y yo nos quedaríamos alli supervisando unos trabajos en la cerca, mientras el y Rob iban a Sydney.

No hablamos de nada, me avergonzaba ello. Fuimos a revisar la cerca y a dar unas instrucciones, comimos algo y después de arreglar una despensa, ella me invito a la piscina. No era muy grande, pero era suficientemente profunda y en forma de media luna, cercada con una barda de madera, de tal manera que no se ve nada desde el otro lado. Le dije que no tenia vestido de baño a la mano y me dijo q no importaba que ella se iba a bañar con la ropa interior, así que nos dimos una ducha rápida para quitar el sudor y nos tiramos a la piscina. Ella buceo algo dentro del agua y me dijo hacer lo mismo, la verdad esa agua fresca se senita una bendición en aquel día tan caluroso.

Me quede recostada a la pared en una orilla masajeándome la espalda con el chorro del agua que alimentaba la piscina. Cuando voltee al otro lado vi que Sue venia buceando hacia mi y al salir como a un metro de donde estaba me di cuenta de que estaba desnuda. Sus senos blancos, con un pezón rosado, casi sin areola, redondos y medianos me parecieron de una modelo.

Sentí un no se que en todo el cuerpo, no se si vergüenza o excitación o ambos. Ella se dio cuenta y empezó a hacerme bromas, me dijo que si ella me había visto en plena acción, lo justo es que yo también la viera, que me tranquilizara. Y se echo para atrás levantando la cadera y abriendo as piernas. No pude evitar verle su rosada raja, casi sin vellos y tan grande, comparada con la mía, que sentí curiosidad. Ella volteo y siguió nadando como si nada pasara. Su trasero aunque no tan parado como el mío es erótico, no se pero pensé que le caía bien a su cuerpo esbelto.

En esto pensaba cuando llamaron desde afuera, necesitaban a Sue, así que salimos y nos vestimos rápido. En la noche, cuando hacia el amor con Steve me venían imágenes del cuerpo desnudo se Sue, de sus hermosos senos, de sus nalgas, de su cuca rosada, la ultima imagen que tuve antes del orgasmo fue el de su cara con sus ojos bellos y lujuriosos mirando mientras me estremecía.

La mañana siguiente Steve recibió una llamada de Canberra, el y Rob, deberían ir allá para firmar unos contratos unos contratos. Cuando estaba preparando la maleta recibí una llamada de Sue citándome para su cabaña, a las 4 de la tarde, sonó como preocupada así que le dije que allá estaría.

Despedí a Steve, almorcé y tome una siesta y una ducha antes de salir para donde Sue. Al llegar, vi la puerta abierta pero ajustada y me dispuse a entrar cuando escuche gemidos suaves, pero de innegable naturaleza sexual. Mi corazón empezó a latir fuertemente y sentí mariposas en el estomago y las piernas temblorosas, en la garganta también sentía algo que me apretaba. Instintivamente me dirigí, gateando, hacia donde los gemidos se sentían mas fuertes. La ventana que daba a la habitación, allá se veía la espalda de un hombre arrodillado delante de la cama con dos piernas abrazadas a ella mientras unas manos le agarraban fuertemente la cabeza, parecía muy bueno haciéndole oral a Sue, que respiraba fuerte, gemía y movía las piernas y las manos como tratando de tragárselo por la vagina. La escena era excitante sentí que las piernas me temblaban aun mas y la humedad en descendiendo en mi vagina. La naturaleza sexual de Sue parecía al máximo y yo aunque recién había recibido una ducha comencé a sudar. Me acorde de la cara de ella mientras me espiaba e instintivamente me puse la mano entre las piernas. Senti estremecimiento al ver que tan mojada estaba. Apretaba la mano derecha contra mi cuca mientras Sue gemía mas y mas fuerte pidiendo mas y mas, no podía separar mis ojos de esa visión; los gemidos, la respiración y los olores me tenían al borde. Me levante de mi posición de cuatro patas, despacio y pude ver los senos de Sue, moviéndose al ritmo de la lengua de aquel tipo y después su cara, roja de la excitación, con los labios abiertos, carnosos e hinchados, con la lengua a punto de salir y mirándome aun con mas lujuria. Su cadera se movía con el ritmo del lamedor, mientras sus manos se agarraban a lado y lado de la cama. No pude evitar apretarme mas la cuca, sentía la humedad en ella y mi clítoris queriendo salirse. Comencé a mover mi mano despacio, acariciando mi vulva, Sue abría mas sus labios y me miraba fijamente con deseo. Su amante se separo un momento de ella, como para ponerse un condón y yo instintivamente me escondo de su posible vista.

Volvi a mirar cuando Sue gimió y la cama empezó a traquear. Era delicioso ver el trasero de aquel desconocido como se movía adelante y atrás penetrando con su miembro las entrañas de aquella diablilla. Ella agitaba sus piernas como queriendo que le hundiera no solo su miembro y sus huevos sino todo lo mas que pudiera.

Que delicioso es observar a otros hacer el amor, ya tenia mis pantys en las rodillas y me masajeaba rico, a punto de explotar. La mano derecha en mi cuca y la izquierda apretaba mi pezón. Cuando el gemía para venirse, acelere el ritmo de mis caricias, Sue se movía mas rápido pero no pudo tener su orgasmo, el acabo primero y yo casi acabo con el. Pero el verlo ahí tirado encima de ella y ella insatisfecha acabo mi excitación.

Rápidamente me subí el panty y me retire sin hacer ruido a la entrada y espere a que ella saliera. Pense que esa era la causa de su constante calentura que ella: Su novio no le daba satisfacción.

Pero pasaron unos 15 minutos y no salió. Entonces volví a entrar despacio, deje los zapatos en la entrada, y al acercarme a la habitación oí el ruido de los labios de Sue chupando su miembro y los ruidos de el de felicidad. Me acerque a la ventana despacio y estaba haciendo 69, la cabeza de mi cuñada hacia mi, chupando un pene bastante grueso aunque no bastante largo. Ella levanto un poco la mirada hacia mis ojos mientras devolvía hacia fuera algo del pene que se había tragado. Sus labios carnosos y rojos rodeando ese miembro, era una escena digna de verse. Con los ojos me hizo señas de que me escondiera, cuando volví a mirarla estaba encima de el tragándose el miembro en su vagina, cabalgando pero mirando hacia mi, me gustaba verla como subía y bajaba y como ese miembro desaparecía entre su vagina para aparecer otra vez mientras el gemía.

Ella me miraba fijo a los ojos como deseando que yo pudiera sentir lo que ella estaba sintiendo. La verdad yo bastante estaba excitada y lo único que se me ocurrió fue tocarme la vagina. Eso la excito demasiado lo. veía en sus ojos y en sus movimientos. Podía percibir como tragaba saliva y como su cara y senos se tornaban cada vez mas rojos. Yo estaba como hipnotizada mi mano sobaba mi clítoris y ya el panty estaba en el suelo así que lo saque completamente. Ella me miraba con deseo y veía en sus ojos como su orgasmo se aproximaba. Pestañea bastante, tragaba saliva y sus movimientos arriba y abajo se hacían cada vez mas frenéticos. De pronto la veía como se fruncía tragando de tragarse todo el pene y controlar su orgasmo pero sus ojos me mostraban que ya no podía mas, además su novio comenzó a gemir mas rápido. Mi excitación también aumento mirando su cara, sus labios , sus ojos, su vagina tragándose el pene y sus senos moviéndose rítmicamente. Comenzaron mis espasmos pero no podía gemir ni gritar, ella los noto y la excitación la hizo orgasmar, se movía y gemía como loca, su cara se torno rojísima y sus ojos se contorneaban como denotando desmayo, yo me mordía mi mano izquierda para no gritar mientras ella tenia el orgasmo mas delicioso que haya presenciado.

Cuando vi que ella empezaba a doblarse, me aleje para no ser vista por su novio.

Rápidamente me fui de allí a masturbarme otra vez pensando en todo lo que había visto, oído, olido y sentido.

Había que dar el próximo paso.....

Sandra