Cuñada (1)

De como me cogí a la segunda de mis cuñadas.

MI SEGUNDA CUÑADA

Lo que les voy a contar paso hace ya mucho tiempo, resulta que mi novia, mujer que estaba rebuena, poseía unos senos espectaculares, un trasero perfecto y una boquita enmarcada por unos carnosos y sensuales labios, era la tercera de cuatro hermanas, todas ella mujeres muy hermosas.

Un día nos hemos ido con mi novia y mis dos primeras cuñadas para una fiesta en la casa de unos amigos, allí con el paso de las horas, la música y el trago, nos dieron las cuatro de la mañana, y la gente empezó a retirarse, quedando entonces ocho personas las cuales empezamos a jugar a la verdad o se atreve, cuando el juego se subió de tono mi novia se salió al balcón de la casa a conversar con un amigo, yo me quede dentro de la sala, empezamos a jugar guerra de prendas y en menos de media hora todos estábamos completamente desnudos, yo me quede contemplado los cuerpos de mis cuñadas, la primera mujer de 28 años, era delgada, pero tenía una figura armoniosa, unos labios grandes y carnosos que solo me provocaban cada vez que los veía tenerlos mamándo mi verga, además de unas grandes tetas totalmente redonditas y en su entrepierna se lograba ver solo un poquito de pelo, ya que la tenía toda rasuradita, su culo era redondito, pequeño pero atractivo y al agacharse para quitarse el panty, pude ver el color rosa de su apetitoso ano, que mujer.

Mi segunda cuñada no se quedaba atrás, era una mujer de 1.68, tez trigueña, 24 años, unos ojos embrujadores, unos labios también carnosos y apetitosos, los cuales cuando ella quería provocar daban la imagen que ya eran expertos en el tema de mamar, su cuerpo armonioso poseía unas tetas grandes, redondas y bien paradas, de verdad se notaba que la gravedad no le habían afectado su forma, poseía esta mujer una cintura pequeña la cual finalizaba en unas espectaculares caderas y allí en medio de sus piernas se veía un inmenso enjambre de pelos que resguardaban su sexo y su ano.

Como les dije me quede contemplándolas y sentí como mi verga aumento de tamaño, algo que fue percibido por todos los asistentes y por mi novia que veía desde el balcón lo tiesa y gruesa que se iba poniendo mi polla, a lo cual ella (mi novia) decidió entrar, pero antes de que ella me alcanzará logre sentir las caricias de mis cuñadas y la otra chica sobre mi verga, la cual la tocaron con picardía, pero al querer yo agarrarlas, mi novia me sorprendió con un beso espectacular y agarrándome de la mano me llevo a uno de los cuartos de la casa, donde se desnudo y me cabalgo de una manera extraordinaria, yo solo pensaba en los cuerpos de mis cuñadas y en ese instante me propuse cogérmelas a las dos.

A los quince días de esa fiesta amanecí en la casa de mi novia porque como habíamos llegado en la madrugada y yo estaba un poco pasado de tragos decidieron que me quedará a dormir allí, así que me quede dormido en un sofá solo en bóxer, al despertar eran como la una de la tarde, me levante y me dirigí al baño, pero me percate al instante que estaba solo en la casa, bueno eso creía yo, entre al baño y saque mi verga para orinar y cual no sería mi sorpresa al ver salir de la ducha completamente desnuda a mi segunda cuñada, la cual buscaba en ese momento una toalla para secarse, los dos nos miramos, y en ese instante sin pensarlo dos veces, yo me gire de inmediato y me abalance sobre mi cuñada, le bese sus labios y aunque al principio se resistió un poco, sentí como su lengua empezaba a jugar con la mía, mientras sus manos recorrieron mi cuerpo y bajaron a jugar con mi polla, mientras que yo besaba sus labios, su cuello, y me agarre cual bebe hambriento de sus suculentas tetas, así entre besos y caricias, me quité los bóxer entramos a la ducha, allí, ella abrió la llave del grifo y el agua empezó a caer sobre nuestros cuerpos, lo cual me excitó mucho, mi verga ya estaba tiesa y grande, nos tiramos al piso y con el agua como cómplices hicimos el 69, y descubrí que no estaba equivocado en mis apreciaciones, porque esa mujer la sabía mamar como los dioses, sus labios rodearon mi polla y su lengua jugo lentamente con la punta, con el cuerpo de miembro a lo cual respondía yo moviendo mi cuerpo de arriba a bajo para que entrará en su boca, en un instante paró acerco más su conchita peluda en mi cara dejándome percibir de cerca sus sabor, giro sus caderas y me dijo, chúpala, cosa que yo no había hecho hasta ese momento por lo extasiado que me tenía, entonces mi lengua sintió su clítoris totalmente hinchado y empecé a chuparlo con asías, con arrechera introduje un dedo en su conchita, la cual ya estaba húmeda y ella tembló de placer, sacó mi polla de su boca y me dijo más, dame más, a lo cual yo ni corto ni perezoso, movía ya no uno sino dos dedos dentro de su húmeda concha, sentí como se arrechaba y chupaba mi verga con desesperación hasta que en un momento me dijo es tuyo y lleno mi cara con sus agridulces líquidos yo me los tome todos.

Entonces ella se levantó y me agarró de la mano, me llevó a su cuarto y me dijo ahora yo te daré placer, me acostó en la cama y se arrodilló en el piso y agarró mi verga y la mamó de una manera brusca lo cual me hizo sentir un cosquilleo en todo el cuerpo, mi polla se hinchó y ella metiéndola en su boca totalmente hizo que me corriera profusamente como nunca lo había hecho en esa cantidad, mi leche lleno su boca no una sino varias veces y ella tragaba mis líquidos con placer, al terminar lamió con su lengua mi polla y la limpió de toda mi leche, y siguió mamándola hasta que mi verga se endureció nuevamente, entonces la subí a la cama, la bese, acaricie sus tetas, las mamé mientras introducía tres dedos en su concha, ella se estremeció de placer y me dijo hazme tuya, retiré uno de mis dedos de su concha y se lo introduje lentamente en su ano, ella retiró un poco su cuerpo, pero yo volví a introducir mis dedos, dos en su concha y uno en el culo moviéndolos rápidamente a lo cual ya no obtuve resistencia, por el contrario ella se giró quedando encima mío, abrió sus piernas, agarró mi verga y la condujo a la cavidad de su conchita introduciéndola de un solo empujón, ahhh! Que rico decía, oye que egoísta mi hermana al no compartir esta sabrosa verga, ahh, ahh, ahh.

Su cintura se contoneaba de un lado para otro y mis manos abrazando su espalda la atrajeron hacia mí para que mi boca mamará sus ricas tetas, allí me pegue mientras mi mano buscaba nuevamente introducir los dedos en su culo, al hacerlo grito de placer, mientras que mi verga era bañada con su nueva corrida, saco mi verga de su concha se acostó y yo con lo caliente que estaba me monte encima de ella, puse sus piernas en encima de mis hombros y viendo esa hermosa vista empecé a chuparla nuevamente introduciendo rítmicamente mi lengua y mis dedos, la voltee dejándola en la posición del perrito y me entretuve lamiendo su rosado ano, ella se movía al ritmo de mis lengüetazos, me retire, tome mi verga y al acercarla a su ano, me dijo que por allí no, que era virgen, lo que me puso más arrecho, tomo mi verga con sus manos y la ensartó en su conchita, yo solo veía esa rosadita entrada mientras su culo golpeaba mi cuerpo y mi verga la penetraba una y otra vez, humedecí con saliva dos de mis dedos y se los introduje por ese huequito que me tenía a enloquecer, alistándolo para penetrarlo, ella gemía de placer lo cual me calentó muco más, sentí que nuevamente se corrió y después de humedecer mi polla con sus líquidos la saque bruscamente y antes de que reaccionará ya la tenía introducida en su pequeña caverna, primero solo la punta, pero poco a poco iba conquistando ese hoyito, ella me insulto, y me dijo que le dolía, yo me quede quieto para que se acostumbrará a mi verga y con mi mano, busque su clítoris para jugar con el, al cabo de unos segundos su cuerpo se movía rítmicamente por las caricias a su clítoris, retiró mi mano y se masturbo ella, su cadencioso movimiento repercutía en mi polla, la cual seguía dentro de su hoyito, y como estaba tan apretada por la estrechez de su ano, en un momento me corrí y llene su hoyito de mi leche, saque mi verga para que mi leche se escurriera poco a poco ella entonces de un salto metió mi verga en su boca para dejarla limpia nuevamente mientras sus manos daban paso a su último orgasmo de nuestra cogida, me beso, dormimos media hora y me dijo mientras contoneaba su desnudez hacia el baño que era hora de que me fuera, pero que ni pensará que iba a dejar que su hermana me volviera a disfrutar solamente para ella, promesa que cumplió varias veces, pero esa son otras historias...