Cumpliendo un compromiso (EBA XVII)

Dieter y Mark avanzaron hacia el cuerpo de Jana tendido en el frió suelo de piedra. Mark se sorprendió de su estado, su cuerpo no parecía tener ni un lugar donde una herida o moradura no hubiera marcado su espacio.

Cumpliendo un compromiso (EBA XVII)

Futuro inquietante

Dieter y Mark avanzaron hacia el cuerpo de Jana tendido en el frió suelo de piedra. Mark se sorprendió de su estado, su cuerpo no parecía tener ni un lugar donde una herida o moradura no hubiera marcado su espacio.

La chica estaba tumbada bocabajo y su cara reposaba sobre su lado derecho, menos magullado quizá que el opuesto al haber tenido tan solo la presión de la bota de Svetlana.

Los dos hombres rodearon el cuerpo observándolo. "Bueno empecemos" dijo Dieter, tomando el cubo de agua fría y la esponja, y tendiéndole una a Mark. "Hay que limpiarla bien, pues Svetlana quiere seguir con nuevos juegos esta noche, sin duda está muy motivada y sádicamente excitada con esta zorra" y empezó a frotar con la esponja que generaba una espuma azulada, las piernas de la esclava.

"Si "dijo Mark, haciendo lo propio con los brazos y espalda de Jana, "cuando le sale la vena sádica total, es temible y pobre de quien caiga en sus manos".

Los dos hombres seguían frotando el cuerpo de Jana que iba tomando un color más natural a pesar de las moraduras, golpes y arañazos y lo hacían casi mecánicamente, pasando de comprobar al consciencia de la mujer.

"¿No te he hablado de este culo?" dijo Dieter sonriendo, mientras con al esponja se detenía con esmero en limpiar el ano de la mujer y sus nalgas, "Svetlana estaba tan excitada que mientras la azotaba me invito a follarla por el culo, y yo que ya estaba muy caliente me puse como una moto…"

"¿Y?..." pregunto Mark, mientras limpiaba el rostro de la chica.

"Pues que la destroce el culo, mira las heridas y desgarros" dijo Dieter mostrando las marcas a su amigo, "espero que en algún momento tu puedas también darle por el culo, es fantástica y aguanta como una buena zorra, es más aprieta el culo para que se lo rompas mejor en vez de relajarlo; no sé de donde habrá salido esta zorra, pero creo que ya no volverá a su vida normal, es una joya y Svetlana está encantada, imagino que acabará vendiéndola una vez bien entrenada", y siguió limpiando las nalgas y muslos de la joven.

Mientras Mark limpiaba despacio el rostro maltrecho de Jana, antes de darle la vuelta para limpiarla por delante.

"No se si follarla, será tan excitante" dijo Dieter pasando sus manos por el coño, aún sin torturar.

Aquella esponja de agua fría me estaba devolviendo a la vida. Aunque seguía consciente ellos no parecían darle importancia y me trataban como a un animal al que hay que limpiar para ponerlo en la parrilla… me sorprendió mi pensamiento comparativo y recordé el principio de la sesión cuando estuve a punto de ser asada como un lechón. Mi cuerpo se estremeció.

Cuando Dieter toco mi coño, sentí un ligero placer y me estremecí, e imagine que estando a solas tal vez ellos quisieran follarme, aunque fuera en plan salvaje. Volvía a asombrarme de mis pensamientos.

"Esta consciente" dijo Mark, tratando de abrir mis entumecidos ojos.

"Si, lo ha estado durante todo el castigo" respondió Dieter que manipulaba mis muslos y ano con rudeza pero yo agradecía su limpieza, "Ha sido una jabata, pocas tías he visto yo aguantar un castigo de Svetlana sin desmayarse, aunque lo de hoy ah sido solo un aperitivo" y rompió a reír.

Mark me acerco un poco de agua en su mano a los labios, y vio el estado de mi boca "chico esto es asqueroso, voy a lavarle la boca, tiene que estar incomoda" y empapo la esponja en agua y me hizo dar unos buches, y escupir en el cubo.

"ja,ja,ja,… es que la cabrona" dijo Dieter mientras me daba la vuelta " se cagó mientras la daba por el culo, y le hice limpiarme la polla…" y siguió riendo.

Empezaba ya a respirar bien, y me sentía más animada, aunque pensaba que sería de mí en las próximas horas tras oír hablar a aquellos hombres sobre las ideas de Svetlana.

Me tumbaron boca arriba "El caso es que la zorra esta buena a pesar de ser cuarentona, aunque" añadió " estas son las mejores para domar" dijo Dieter esmerándose en limpiar mi pubis y mi vientre "y este coñito pelado pero con esos gruesos labios sin duda va a entretener mucho a Svetlana, son sus preferidos, labios grandes y gruesos donde poder jugar y hacer sus diabluras…jajajajajaja" rió con estruendo.

Mark me deposito la cabeza con cuidado sobre la piedra, mis ojos empezaban a ver con mas claridad, veía en al penumbra de las antorchas de la sala, algunos artilugios en el techo y de reojo unas espalderas y unas cruces de varias formas y tipos en las paredes, también unas jaulas colgadas del techo y unos nichos con rejas en una de las paredes.

Mark me limpiaba las tetas "Si límpialas bien, pues sin duda serán el próximo capricho de Svetlana" volvió a reír "Me ha dicho que si me había fijado en las tetas de la zorra, que le gustaban pues eran grandes y buenas para trabajarlas" siguió limpiándome los muslos "La verdad es que toda esta puta tiene un cuerpo para disfrutarlo y hacérselo pasar mal, y no me extraña que Svetlana quiera tenerla lista pronto, así que acelera"

Los dos hombres parecían acostumbrados a esa parte del trabajo, pero cierto era que aquel cuerpo atlético, bien proporcionado y sobre todo con aquel grueso coño y aquellas voluminosas tetas, eran de los preferidos de la Mistress.

Dieter se esmeraba con el coño de Jana "pronto vas a cantar cabroncete" decía mientras limpiaba con la esponja los labios que había estirado con una mano enguantada de látex, para limpiar con la esponja, "y esas tetas le van a dar un buen recital a nuestra Mistress".

Cuando hubieron terminado de asearla, Mark fue a un rincón y volvió con una tabla con unos orificios, a través de los cuales paso las muñecas de Jana. Fijo la tabla al suelo con lo que las manos de la joven quedaban al otro lado. Después le puso un cepo alrededor del cuello. La ayudaron a incorporarse y ponerse en posición de rana, con el culo en pompa. Las rodillas abiertas y sujetas a una barra que impedía que las cerrara y los pies extendidos mediante una especie de zapatos metálicos sin suela que dejaba al aire las plantas de los pies.

"Bueno puta, nos vamos, ahora vendrá Svetlana y cuando empiece el espectáculo volveremos, jajajjjajaja" Dieter recogió las cosas de limpieza y ambos hombres salieron del lugar.

Jana se quedo en esa posición, que ye empezaba a ase incomoda de rana, con el culo en pompa, los hombres habían colocado bajo su vientre un trípode que evitaba que lo bajara, a pesar de que al tener sus rodillas unidas por una barra, era imposible hacerlo.

En las medio tinieblas marcadas por los rasgos rojizos de las antorchas, pude ver frente a mí ahora con más claridad aquellos estrechos nichos con rejas, y las jaulas que colgaban del techo.

"¿Estas despierta zorra?"-

La voz de Svetlana sonó tras de mi como un trueno, no la había oído llegar y mi cuerpo se convulsiono de excitación, de miedo, de placer… note como mis pezones se erizaban, quizá imaginando que les llegaba su turno y mi coño también palpitaba anhelante.

"Bueno, no te han dejado muy linda, al menos la vista trasera que tengo es atractiva y provocadora y…" un silbido rasgo el aire, " y a mi quien me provoca me encuentra…" un latigazo cruzo mis nalgas y el dolor me hizo volver a brotar lagrimas.

Había olvidado que tenía la boca libre, pero no pude o no supe gritar, no me salían los sonidos y me asusté.

"¿Qué pasa la zorra se controla y no grita?"… otro silbido en el aire y un nuevo latigazo cruzo mis nalgas en sentido contrario… pero me era imposible emitir sonido alguno.

Esperaba un nuevo latigazo, pero la oí acercarse por mi lado, con la punta del látigo recorriendo mi cuerpo, sus botas se pararon ante mis ojos.

"Pues a mi me gusta que las zorras griten, supliquen, lloren… creo que aún no has tenido bastante con la sesión anterior" metió el mango del látigo bajo mi barbilla y me levanto la cabeza, "Bueno no esta mal, esa cara vuelve a ser la de una zorra viciosa, pero volverá a estar tumefacta y dolorida…"

Una bofetada propinada con la otra mano, me hizo girar la cabeza a pesar del cepo, y un dolor en el cuello me indico que el giro había sido casi antinatural. No me había repuesto cuando una segunda bofetada, me cruzo la cara en sentido contrario. Esta vez si grite: "¡NOOOOOO, POR FAVOR, NO ME PEGUE MAS¡" las lagrimas brotaban de mis ojos y aunque balbucía mi suplica, a ella pareció gustarle.

"¡BIEN, BUENA VOZ!" se rió mientras repasaba mi rostro con al punta del látigo, "me gustará oírla pidiendo lo contrario, que te castigue mas duro, y esos será muy pronto".

Siguió a mi alrededor y al note detenerse a mi espalda, con el látigo hurgó en mi aún dolorido y dilatado ano.

"¡Buen trabajo hizo el cabrón de Dieter!" siguió hurgando mi culo "pero hemos de romperlo aún más, debe ser como un agujero negro que admita lo que a los machos les apetezca meter en su interior"

Se acercó a Jana portando en la mano un enorme cono metálico, en forma de pene, hueco por dentro y recubierto de pequeñas protuberancias con puntitas muy pequeñas y empezó a introducírselo en el ano.

Sentí un dolor agudo, como de mil agujas atravesando mi esfínter y me revolví gritando que no siguiera, pero ella se reía y siguió introduciendo aquello en mi culo.

De pronto paro y vino a enseñarme el artilugio que ya mostraba restos de sangre, pues sin duda estaba de verdad rompiéndome el culo.

"¿Por qué gritas zorra?" me dijo pasándome por la boca el cilindro "debes aguantar, pues así abriremos más ese culo, así que gime pero no grites, puta" y me largo un par de bofetadas que me hicieron golpearme la cabeza con el cepo.

Volvió a mi retaguardia y esta vez de un solo golpe me introdujo casi todo el cilindro en el culo. El dolor era insoportable, y me sentía muy mal, pero esta vez grite de dolor, y como respuesta recibí en el culo dos fuertes latigazos que me hicieron brincar hacia delante.

Despues, una serie de latigazos que cubrieon mi espalda y culo sin piedad ni compasión me hicieron olvidar el dolor de mi ano desgarrado, y note la sangre que fluia de este y empezaba ya tambien a brotar de los crueles y duros latigazos sobre mi espalda.