Cumpliendo mis fantasias
Me tomo de las nalgas y enterrando sus dedos en mí ano por encima de las bermudas playeras que llevaba puestas me dijo.
Después de ese primer encuentro con Roberto, quedamos en seguir viéndonos, ese fue el comienzo de varias aventuras las que iré relatando de a poco y en las cuales llegábamos al extremo del placer. Decidí a confesarle a mi madurito una de las fantasías mas grandes que tenia hasta ese momento. La misma era llegar a estar con dos o mas hombres en una cama. Le dije que solo era una fantasía ya que en ese momento no me animaba a hacerla realidad.
El solo me miro y sonrió diciendo que algún día seria la putita de dos machos bien calientes que me llenarían todos los agujeros de mi cuerpo con sus pijas.
Pasaron algunas semanas hasta que nos volvimos a escribir para encontrarnos.
Les recuerdo que no es muy fácil hacerlo ya que mi vida cotidiana es la de un chico en pareja con una mujer y esta no sabe nada de mis aventuras homosexuales.
Por fin hablamos y quedamos en encontrarnos un sábado por la mañana en su dpto.
El solo me dijo que me diera mucha prisa y que no le fallara ya que tenía algo lindo que mostrarme.
Al pasar tanto tiempo, yo olvide por completo la confesión que hice sobre mis fantasías ocultas.
Llegue a su casa a las 11:15, toque el timbre y en 5 minutos apareció mi hombre. Ni bien entramos al ascensor, me tomo de las nalgas y enterrando sus dedos en mí ano por encima de las bermudas playeras que llevaba puestas me dijo.
R: Hay pendejo, que bueno verte otra vez, estaba muy caliente pensando en vos y no veía las horas de tenerte de nuevo en mis manos.
Yo: Hola papito, yo también estaba re caliente pensando en vos y en tu hermosa pija.
Mientras le decía esto, manoseaba su enorme paquete que ya estaba duro y quería destrozar el pantalón que lo tenia prisionero.
Yo: Cual es la sorpresa papi?
R: Espera un poco mi amor, ya llegamos a casa y veras, no debes ser tan impaciente.
Me dio un excelente beso de lengua que termino de mojarme por completo. Llegamos a su piso, cuando abrió la puerta de su Dpto. no podía creer lo que estaba viendo. Sentado en el sofá, había un hombre de unos 40 años más o menos, alto, cabellos castaños claros y piel bronceada, a simple vista tenia un cuerpo muy bien trabajado.
R: El es Pablo, la sorpresa de la cual te hable.
Yo no podía emitir sonido alguno, me quede sin habla, no sabia que hacer, tenia ganas de salir corriendo de ese lugar pero algo dentro de mí lo impedía. Realmente tenia mucho miedo, aunque ahora que lo pienso, no era solo eso, si no también tenia dudas si estaría a la altura de estos dos machos que tenia en frente.
Pablo: Hola Santy, como estas?
Yo: Hoola
R: El es Santiago, la ternura de la cual te hable.
PA: Si, ya veo que es una ternurita, pero porque no te relajas un poco?
Mi cara estaba pálida y demostraba mucho nerviosismo.
Roberto noto esto y me dijo, que no debía temer ya que no me obligarían a nada que no quisiera.
Pablo solo asentía. En ese momento me sentí mucho más tranquilo y cómodo.
Los mire y les dije que no se preocuparan por mi, que solo fue la sorpresa de ver a otra persona pero que ya pasaría.
Charlamos durante algunos minutos, mi tensión había bajado muchísimo y me sentía mucho mas cómodo entre estos dos hombres, pero no podía dejar de mirar a Pablo, realmente era un hombre muy atractivo, trataba de imaginar el gran paquete que aparentaba tener, esos pensamientos me estaban exitando de sobremanera pero no me animaba a ser yo quien comenzara nuestra faena sexual.
Aproveche el levantarme a encender un cigarrillo para luego sentarme sobre las piernas de Roberto, el comprendió esto y comenzó a acariciar mis piernas en círculos hasta llegar a mis muslos y luego volver.
Mientras hacia esto le decía a Pablo que observara lo putita y cariñosa que era, Pablo sonreía y asentía mientras Roberto besaba lentamente mi cuello (me gusta mucho que me trate de "ELLA" cuando estoy con el), en ese momento me sentía muy excitado y con muchos deseos de ser penetrado por estos dos machos calientes.
Roberto me levanto de sus piernas y me dijo que jugara un rato con Pablo, no espere ni un segundo y me dirigí a el.
Me arrodille en el piso y baje su bragueta, metí mi mano dentro de su pantalón y tome su pija que ya estaba resbalosa por sus líquidos, no era tan grande como la de mi macho, pero si gordita, la acariciaba lentamente con mis manos por toda su extensión, sintiendo cada centímetro de las cientos de venas que la surcaban, tenia una cabeza muy grande y apetitosa que no tarde en engullir hasta el fondo de mi garganta, realmente tenia un sabor a hombre muy delicioso.
Roberto se levanto de su lugar y acariciaba mi cola por encima de mi bermuda que no tardo en desaparecer para permitirle un contacto directo con mis nalgas.
Sus manos enormes tomaban con fuerza cada cachete y sus dedos rozaban superficialmente los pliegues de mi ano que se contraía por el placer recibido, mientras tanto, yo aun estaba con la pija de Pablo en mi boca, realmente era imposible dejar de chupar ese manjar, mientras se la chupaba, Pablo solo gemía y me decía lo buena que era comiendo pija. Roberto se acerco a mi cara y puso su enorme pedazo de carne delante mío para que también la tragara, era imposible tener esas dos estacas en mi boca, así que deje por un momento a Pablo y me dedique solo a mi otra pija, Pablo se levanto y se coloco detrás mío, ahora era el quien acariciaba mi cola y mis piernas, sentí cuando humedeció sus dedos con saliva y los paso por mi ano y lentamente fue enterrando uno a uno dentro de mi culo hambriento de pija, cuando tuve tres dedos dentro y deliraba de placer, dio paso a su lengua. Si hay algo que nunca voy a olvidar, fue la chupada de culo que me dio este hombre, cada vez que su lengua se posaba en mi ano y se habría paso en el, juro que podía ver todo el universo, al tener la pija de Roberto en mi garganta, no podía casi emitir sonido alguno, solo movía mi cola en círculos en señal de placer total.
Volvió a meter sus dedos en mi culo, esta vez con un poco mas violencia, tenia sus tres dedos adentro mío.
PA: Creo que esta colita ya esta lista para comer.
R: A ver como se comporta mi nena ahora con una pija en la boca y la otra en el culo.
Sin mediar mas palabra, Pablo apoyo su glande contra mi ano e hizo presión, su pija se habría paso hasta llegar al fondo de mi ser, yo solté la pija de Roberto y emití un fuerte grito de dolor digno de una puta, el dolor era insoportable ya que la pija en ningún momento se detuvo, entro en mi ano con violencia y mis esfínteres cedieron abruptamente.
Roberto me tomo de la cabeza y volvió a enterrar su pija en mi boca, sentía que el culo me palpitaba por el dolor, Pablo se quedo inmóvil acariciando mis nalgas y las piernas mientras me decía que el dolor era pasajero.
Fue así, el dolor comenzó a desaparecer y ya sentía mis esfínteres anales dilatarse para amoldarse correctamente a la pija de este macho que me cogía.
Ya estaba empalado por mi macho en la boca y mi nuevo hombre en mi culo, era la primera vez que tenia dos pijas juntas para mi solito, y lo estaba disfrutando como la perra fiestera y puta que soy.
Habiendo pasado el dolor inicial por la penetración violenta, Pablo comenzó a tomar el ritmo lento de un mete y saca que me hacia ver las estrellas mientras yo seguía engolosinado con mi otra pija en la boca. Le pasaba la lengua desde la punta hasta los huevos y a estos los engullía enteros en mi boca, Pablo continuaba con su faena pero el rito ya era mucho más rápido y profundo, mis gritos de dolor ahora eran gritos ahogados de placer y felicidad por la terrible culeada que me estaban proporcionando estos dos machotes hermosos. Mi culo estaba totalmente abierto y apretaba la pija de Pablo, mientras en mi boca se resbalaba la enorme masa de carne de Roberto que llegaba hasta mi garganta, seguimos así durante algunos minutos mas, mis rodillas me dolían al raspar contra la alfombra.
Pablo se salio de mi y nos dijo que fuéramos a la habitación, me levante y nos dirigimos los tres a la cama, nunca antes había sentido mi ano tan abierto como esta vez y estaba feliz por ello.
Roberto se acostó boca arriba y me ordeno sentarme sobre su pija y cabalgarlo, no tuve reparo en hacer esto, comencé a cabalgar su enorme estaca, me sentía en la gloria. Sentía su larga pija entrar y salir y llegar hasta el fondo de mi culo tocando las paredes del mismo mientras Pablo me ponía nuevamente su trozo en mi boca.
Yo: Aaaaahhh si papi siiiii, mmmmmmmmm aahhhhhh, mas fuerte por favor, quiero pija.
R: Toda la que quieras putita, toda la que quieras, quieres mas fuerte, ahora es mas fuerte, vamos putita, grita, gime, llora, que vas a tener pija toda la tarde.
Me tomo de los hombros y me atrajo fuertemente hacia el, levanto un poco mi cola y empezó a meter su pija a una velocidad terrible, sus huevos chocaban contra mis nalgas.
Yo: AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, como me coges papi, que puta me hiciste, aaaaahhhh mmmmmmmmmmmmm. Mira como acaboooo ahhhhhhaaaaaahhhhh
Su bestial mete y saca duro uno o dos minutos en los cuales tuve un enorme orgasmo, otra vez solo su pija había logrado hacerme acabar sin tocarme mi miembro, caí desplomado sobre su pecho, el continuaba moviéndose dentro mío pero esta vez mucho mas lento, la pija de Pablo buscaba mi boca nuevamente, se la chupe solo por algunos segundos hasta que se salio.
PA: Ahora vamos a ver como se comporta esa colita golosa
Dijo esto y apoyo nuevamente su glande en mi ano, la pija de Roberto seguía dentro mío, hizo presión y sentí como mi ano se dilataba hasta desgarrarse para albergar esas dos potentes pijas.
El dolor era increíble, no podía sentir mis piernas, quería que me soltaran, pero no podía moverme, estaba atrapado entre los brazos de Roberto sumado a que estaba totalmente exhausto por mi enorme orgasmo, no podía mas, solo gritaba de dolor y mis lagrimas bañaban mis mejillas.
La pija de Pablo se enterró completamente en mi interior, podía sentirlas moverse en el fondo de mi ser, pero no lo estaba disfrutando, no pensaba en otra cosa mas que en el dolor horrible de tener esas bestias intrusas en mi destrozado culo.
R: Ya putita no llores mas, es solo hasta que te acostumbres, después lo disfrutaras tanto como nosotros
No podía creerlo, mi fantasía mas grande se estaba cumpliendo, tenia dos hombres para mi solo y ambos estaba dentro de mi culo, pero no era como esperaba.
Pasaron varios minutos hasta que me fui amoldando a ellos, pensaba que cualquier cosa que hiciera seria en vano ya que estaba totalmente poseída por estos machos dominantes así que me decidí por tratar de disfrutar, el dolor nunca desapareció, pero si se hizo mucho mas leve.
En la puerta de la habitación había un espejo de cuerpo entero, la imagen que reflejaba era demasiado excitante, yo era sodomizada por dos machos enormes que hacían y desasían a su antojo mi cuerpo , mi pene volvió a crecer y ya no me importo mas el dolor.
Yo: Por favor, cojanme acaben en mi culo, ya no quiero esperar mas. Mmmmmmm.
R: Siii putita vamos a hacerte bien la colita, te vamos a llenar con nuestras leche tu hermoso culo.
PA: Si, volvió nuestra putita golosa, mira como se esta retorciendo de placer.
Dijeron esto y comenzaron a acelerar su mete y saca. Estaba perfectamente coordinado, sus pijas ahora entraban y salían de mi con mucha facilidad, Roberto que estaba debajo me chupaba y mordía mis pezones hasta dejarlos colorados.
Yo: Aaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhiiiiiiiiii, siiiiiiiiiiiiiii, papi que placeeeeeeeeeerrrrrr.
Habían pasado varios minutos y mi culo ya estaba terriblemente abierto, no sentía mis piernas, mis brazos casi no respondían, era toda suya.
En ese preciso momento, Roberto fue el primero en llenar mi interior con su leche:
R: Aaaahh aaaahhhh aaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhh, siiiiiiiiiiiiiiiiii, putita ahí va todo aaaaaaaaahhhhhhhhhhhh, toma toda mi lecheeeeeeeeeeeeeeeeeee.
Mi culo estaba lleno, desbordaba de leche y esta se escapaba por los pliegues de mi maltrecho ano.
Al sentir esto, mi pene volvió a disparar varios chorros de esperma que bañaron nuevamente el pecho de mi macho.
Roberto saco su pene de mi culo, dejando solo a Pablo en su interior.
Me colocaron al borde de la cama dejando mi culo fuera de ella y a su merced mientras que Roberto se disponía nuevamente a enterrar su pija ya flácida en mi boca para yo limpiarla.
Pablo retomo el ritmo frenético, incesante y endemoniado de su brutal cogida, su pìja llegaba hasta el fondo de mi ser y salía nuevamente casi en su totalidad dejando solo su enorme cabezota y volvía a envestir con furia, así durante varios minutos, hasta que sentí que la gruesa estaca que se enterraba en mi culo se hacía cada vez más ancha, sus gemidos eran ya mucho más pronunciados, y sus manos se aferraban con mucha más fuerza a mis caderas.
PA: Aaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, te lleno el culooooooooooo, aaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.
Cuatro o cinco enormes chorros de leche bañaron mis intestinos, casi los podía sentir en i estomago, no recuerdo haber tenido tanta leche junta en mi interior.
Cuando acabo completamente, saco su pija de mi ser y rápidamente la puso también el mi boca para que se la limpiara. Pasados unos minutos caímos los tres en la cama terriblemente exhaustos por esta hermosa tarde de placer que pasamos. Mi culo no dejaba de liberar chorros y más chorros de leche, mis nalgas estaban salpicadas de guasca que llegaba hasta mis piernas.
En ese estado terminamos totalmente dormidos los tres.
Cuando desperté, eran casi las 6 de la tarde, estaba solo en la cama totalmente desnudo y con el culo rojo, muy abierto y dolorido, pero me encantaba.
Mis hombres estaban tomando café en el living y los escuchaba hablar de lo bien que la pasaron con esta putita que los hizo delirar de placer, esto me puso muy feliz ya que una de mis fantasías mas grandes se cumplió y fue mas allá del dolor y el miedo inicial, mucho más placentero que en mi imaginación.
Me levante, fui al baño a limpiarme y nuevamente me aparecí delante de los dos, los salude a cada uno con un beso en la boca y me sirvieron café, charlamos un poco más de lo bien que la pasamos los tres juntos y ya planeábamos repetir nuevamente nuestra fiesta.
Como Pablo tenía que volver a su casa con su mujer, decidí darle algo como muestra de agradecimiento.
Me hinque sobre ambos y liberando sus pijas, se las chupe hasta que acabaron nuevamente en mi boca.
Pablo se retiro con una hermosa expresión de placer en su cara.
Esa tarde Roberto me volvió a coger hasta entrada la noche.
Volví a casa a las 22:00 con el culo adormecido y muy dolorido pero muy, muy feliz por la hermosa tarde de placer que mi brindaron estos hombre que cada día que pasa, hacen de mi una perra más sucia y puta.
Muchas gracias por todos los comentarios recibidos, malos o buenos pero comentarios al fin.
No dejen de hacerlo por favor y a los que les queden dudas sobre si estos relatos son o no reales, le dejo un par de fotos para que puedan apreciar mi culo totalmente roto.
Un beso a todos.