Cumpliendo fantasías

Mi Amo sabe cómo hacerme feliz. He cumplido mi fantasía.

Llego a la oficina y me encuentro un regalo sobre mi mesa. Una caja, no muy grande, con un lazo y una nota. Mi Amo me la ha dejado antes de irse de viaje.

Leo la nota:

  • Este regalo te ayudará a cumplir tu fantasía.

No dice nada más.

Abro el paquete y me encuentro un teléfono móvil.

No entiendo. No sé qué fantasía he de cumplir y no sé qué relación puede tener un móvil con todo esto.

He trabajado poco esta mañana, el móvil se ha metido en mi cabeza y no soy capaz de pensar en otra cosa.

La jornada se me ha hecho larga. He estado esperando que algo ocurriera pero nada ha pasado. Tempoco sé muy bien si tiene que pasar algo.

Todos se han ido ya, así que yo me iré también para casa. Llamaré a mi Amo y le preguntaré.

Suena una melodía desconocida, me ha asustado.

El móvil, casi lo olvido sobre la mesa.

Descuelgo.

-Calle Covadonga esquina San Bernabé. Cinco minutos

Me cuelgan.

No he reconocido la voz.

Estoy desorientada pero voy a seguir el juego, mi Amo me ha preparado algo y no puedo defraudarlo.

El lugar indicado está cerca pero he de darme prisa.

Esto es una zona comercial, muy concurrida. ¿Cómo sabré...?

Un coche se ha parado a mi lado.

  • ¿Carmen?

  • Sube

Subo sin pensarlo aunque no conozco al conductor.

El coche arranca y empieza a callejear por la ciudad.

  • Súbete la falda

Cuando paramos en los semáforos la gente puede verme, puede ver la mano del conductor sobre mi muslo, puede ver cómo abro las piernas para facilitarle la labor.

Aunque sea un desconocido para mí, está claro de que no lo es para mi Amo.

  • Estás bien enseñada

El coche entra en un céntrico parking y estaciona en una apartada plaza del último piso.

  • Bajemos.

Es extraño, no conozco al hombre pero no tengo miedo, tengo curiosidad.

Estoy excitada.

Se va hacia un rincón.

Se apoya en la pared y se baja la cremallera del pantalón.

  • Arrodíllate y cómemela.

No lo dudo.

La polla ya está dura antes de que yo llegue a tocarla. El hombre está muy excitado.

Sujeto su polla con fuerza por la base y me la meto en la boca.

Es grande pero entra bien, mucha saliva y relajación, ahí está el truco.

Cuando la saco hago que mi lengua juegue con fuerza con su frenillo.

La situación es comprometida, todos los parking tienen cámaras y no me gustaría ser grabada.

Eso me excita más y hace que me aplique con más interés.

Me sujeta la cabeza sin miramientos y me folla la boca con fuerza. La recibo entera, sin problemas y eso le gusta.

Ha aguantado poco. Mi boca recibe el primer latigazo de leche, la saca y el resto caen sobre mi cara y mi vestido.

Todo ha sido muy rápido.

El hombre se guarda la polla mientras yo me levanto.

Me he roto las medias por las rodillas.

El hombre sube al coche y baja la ventanilla.

Yo espero alguna indicación.

Mete la mano en su bolsillo, saca un billete de diez euros y me lo da.

Arranca y se va.

Quedo desconcertada viendo el coche alejarse.

No sé cómo reaccionar mientras miro el billete.

Suena mi nuevo móvil.

Identifico el número que me llama, es mi Amo.

  • Enhorabuena, ya has cumplido tu fantasía.

Es cierto.

Sonrío mientras me arreglo la ropa y me limpio el semen de la cara.

Me dirijo eufórica a la salida del parking.

Miro el billete.

Mi Amo sabe cómo hacerme feliz. He cumplido mi fantasía.

Ya soy puta.