Cumpliendo fantasias

En ese instante, escuchó un ruido en la puerta, se le erizaron los pelos de la excitación, había llegado el momento.

CUMPLIENDO FANTASÍAS

Llevaban casados 3 años, Marta tenía 28 años y Jorge 30. Él era un tipo alto, moreno y atractivo. Ella, morena, 1.65 de altura, y un cuerpo diez, pero sobresalían sus bonitos pechos, bastante grandes. Ella tenía un hermano de 19 años, que solía visitarles, ya que los padres de ella vivían dos calles más abajo.

Era lo que se dice un matrimonio perfecto, no tenían problemas económicos, se llevaban muy bien, de cara a la gente eran un matrimonio muy serio y moderado,pero con el sexo todo cambiaba, era delicioso. Al poco tiempo de casarse, comenzaron a contarse sus fantasias sexuales, que poco a poco iban cumpliendo. Lo habían hecho en cines, lugares públicos, simulando que él la violaba, a menudo él le compraba ropa interior de lo más atrevida. Vamos que habían realizado muchas fantasias, y disfrutaban con cada una de ellas. Nadie sabía nada de aquellas fantasías, no se las contaron ni a sus amigos más íntimos, y menos a su família, y nadie podía imaginarse que de puertas para adentro, todo cambiaba, y ella se comportaba como una puta, aunque más de una vez habían estado a punto de ser sorprendidos. Una vez , realizando una de sus fantasías (estaban follando sobre su coche, dentro del parking), oyeron que alguien entraba en el parking, se vistieron lo más rápido posible, y justo entró su hermano (que guardaba el coche en el mismo parking):

Hola hermanita, os marchais?-

Hola Marcos (así se llamaba el hermano)! Sí,si, estabamos limpiando un poco el coche, pero ya nos marchamos.

-Que vergüenza! Casi nos pillan,y encima era mi hermano, me hubiera muerto de vergüenza.- le dijo Marta, todavía con el susto en el cuerpo. No querían que nadie se enterara de sus perversiones.

Jorge, trabajaba de informático en una gran empresa, y normalmente llegaba por la noche a su casa. Allí durante el día, se imaginaba que fantasía cumpliría aquella noche con su mujer. Pensando llegó la fantasía de aquella noche. Agarró el teléfono, marcó el número de su casa. Marta descolgó el teléfono. – Hola putita- Ella rápidamente, se dio cuenta que era su marido, y le siguió : Sí, dígame?- Esta noche me vas a recibir con tu ropa más sexy, te vendarás los ojos y te atas a la cama. Dejas la puerta abierta, para que cualquiera pueda entrar y te dejarás hacer todo lo que quiera-.

Marta dejó un pequeño silencio, y colgó. Se empezó a calentar pensando en el polvo que le iba a echar su marido aquella noche, haciendose pasar por un extraño. Jorge, estaba impaciente esperando que llegara la hora.

Faltaba una hora para que Jorge llegara a casa, así que Marta comenzó a prepararse. Se duchó, fue al armario y se puso un camisón negro muy sexy, y unas braguitas, tambien negras. Abrió un poquito la puerta, para que no se notara. Volvió a la habitación, sacó unas esposas de un cajón, se puso un pañuelo como venda en los ojos, cerró las esposas en su mano izquierda, la pasó por detrás de un barrote de la cama y se encadenó su mano derecha, quedando atrapada con las manos sobre la cabeza.Pero antes de todo, Marta había escondido una cámara que grabaría toda la escena, y luego le daría una sorpresa a su maridito.

Jorge estaba impaciente, ya quedaban diez minutos para ir a su casa, cuando un problema informático, hizo que la red quedara inutilizada en toda la empresa, lo que le obligaba a quedarse a solucionar el problema, ya que ese era su trabajo. –Mierda, pensó.

Bueno, así me esperará con más ganas.

Marta, estaba cachondísima, cada minuto que pasaba la excitaba, esperando a que su "extraño" entrara y la follara. Había pasado mucho tiempo, y no llegaba. Quiere hacerme esperar para cogerme con más ganas. Pensaba para ella.

En ese instante, escuchó un ruido en la puerta, se le erizaron los pelos de la excitación, había llegado el momento.

Pero lo que no sabía Marta, era que el que había entrado no era Jorge. Marcos, su hermano, iba a salir de marcha, y decidió pasar por la casa de su hermana, para pedirle una llave por si llegaba borracho.( Lo hacía a menudo, así si bebía demasiado, dormía en casa de su hermana para que sus padres no le vieran borracho), y había ido con un amigo. Cuando fue a llamar a la puerta, se la encontró abierta, y los dos entraron extrañados. Comenzaron a mirar habitación por habitación, hasta que llegaron al dormitorio de matrimonio, y encontraron algo que jamás habían imaginado.

Marta tumbada boca arriba en la cama, atada con las manos sobre la cabeza, con los ojos vendados y vestida con un camisón que casi dejaba ver sus bragas. Se quedaron los dos mirándose sin saber que hacer. –Hola señor, quién es, que va a hacer conmigo?- Marta estaba metida en el papel.

Sin más, Marcos dio el primer paso, se acercó lentamente a la cama y comenzó a acariciar las piernas de Marta suavemente,- Señor, soy toda suya, haga lo que quiera conmigo-, aquel comentario calentaba más a los dos, Marcos se quitó la ropa y se quedó desnudo con la polla durísima, frente a su hermana. Jamás hubiera imaginado, que Marta se dedicaba a hacer esas cosas con su marido. Subió sus caricias hasta sus muslos, mientras ella se retorcia de placer,le levantó el camisón por encima de la cintura dejando sus bragas al descubierto. El amigo de Marcos, ya se había sacado su polla, y había empezado a pajearse.

Marcos abrió suavemente las piernas, y dirigió su boca al coño de su hermana, primero por encima de las bragas, para seguir apartando las bragas y lamiendo su raja directamente. – Cómemelo,sigue, méteme la lengua. No podía creer que esos comentarios salían de la boca de su hermana, pero le hacían ponerse más cachondo. Sacó sus pechos por encima del camisón, y los manoseaba con suavidad mientras seguía acariciando el coño con su lengua. Marta estaba empapando sus bragas y la lengua de su hermano,con su primer orgasmo y se le escapaban gemidos de placer: siiiiiiiii, hazme lo que quieras, soy tuya.

Marcos seguía chupando aquel clítoris, y acariciando los pechos de su hermana, con los pezones durísimos.- Vamos cabrón, fóllame ya, metemela de una vez, soy tu perra- Aquel comentario hizo que Marcos ya no se aguantara más, no se molestó ni en quitarle las bragas, se las apartó lo suficiente para poder follársela,primero le metió lentamente la punta, la sacaba y la metia acariciando su clítoris, quería que su hermana se lo pidiera, y no se hizo esperar: -Fóllame, me tienes cachonda cabrón,- y la polla de Marcos entró hasta el fondo de un solo golpe, la bombeaba lentamente, quería disfrutar follándose a su hermana, pero Marta acelaraba el ritmo de penetración con sus movimientos al llegar su segundo orgasmo. El amigo de Marcos acabó su paja corriendose abundantemente sobre la moqueta del suelo.

Marcos la bombeaba cada vez con más fuerza, cuando notó que estaba a punto de correrse, la sacó y la acercó a la boca de su hermana, que la chupó ferozmente, haciendo que su hermano se corriera en su boca, y tragándose todo el semen. Marcos se apartó. Era el turno de su amigo, que se desnudó y se acercó a Marta, que respiraba fuerte,como queriendo coger aire.

Le acarició los pezones, que todavía seguían duros.- Todavía quieres más,eh? Yo también.- El amigo tenía ya la polla tiesa, y empezó a darle pequeños golpes con la punta en los pezones de Marta. Entonces se levantó y comenzó a buscar por toda la habitación, hasta que encontró lo que quería: las llaves de la esposas. Le desató solamente una mano, entonces la giró y la puso boca abajo, y volvió a cerrar las esposas tras el barrote. La puso a cuatro patas y le levantó el camison sobre la espalda, le bajó las bragas de un tirón fuerte.- Sí, cabrón, fóllame el culo, reviéntamelo-.

Con la visión de su hermana a cuatro patas,con el camisón sobre la espalda, las bragas por las rodillas, y pidiendo que se la metieran por el culo, Marcos ya tenía la polla otra vez a punto y comenzó a pajearse.En ese momento , su amigo le metía un dedo por el culo a Marta, intentando dilatarle el agujero. – A qué esperas cabronazo, reviéntame de una vez-. El chico apuntó con su polla, metió la punta y poco a poco la penetró hasta el fondo, se notaba que no era la primera vez, se echo sobre ella y mientras la penetraba con golpes secos de cadera, pasó sus manos por delante de ella y empezó a estrujarle las tetas con violencia, y Marta se acariciaba su clítoris, provocándole otro orgasmo: -Así,así, rompeme el culo, soy tu perra caliente-.

Marcos ya no aguantó más, la escena de su amigo follándose por el culo a su hermana, era demasiado para él, buscó entre los cajones y sacó unas bragas de su hermana, se rodeó la polla con ellas y se pajeó hasta correrse, y luego se limpió con ellas dejándolas de nuevo en el cajón.

El amigo ya llevaba unos minutos penetrando el culo de Marta, y con una embestida más fuerte soltó todo el semen en el interior del culo,tuvo que aguantarse para no gritar, pero la dejó inmóvil dentro mientras se vaciaba. Terminó, se la sacó y comenzaron los dos a vestirse,y se marcharon.

Marta se quedó tumbada boca abajo exhausta,-Hoy ha sido demasiado,cariño-, pero nadie le contestó.- Vamos cariño, ya me puedes soltar-. Comenzó a enfadarse y a gritar: Vamos, Jorge suéltame.- Después de unos minutos de seguir gritando, se resignó y se quedo dormida atada a la cama.

Cuando llegó Jorge, bien entrada la madrugada, llegó tan cansado de trabajar toda la noche, que no tenía ganas de fantasías ni nada por el estilo, -Pobre, se ha quedado dormida esperandome-.,entonces la desató, pero Marta se despertó:

Ya era hora que me soltaras, después de pedirtelo toda la noche. Pero estás perdonado, porque esta noche me has hecho correrme como una loca- Jorge se quedó extrañado, -pero que dices cariño,si yo he estado trabajando toda la noche-. Vamos Jorge,el juego ya ha acabado- . –Te lo juro Marta,he estado tan ocupado que no he podido ni llamarte para avisar-.

Marta se asustó mucho, se levantó rápido y fue hacía la cámara que tenia escondida,le explicó a su marido para que la había escondido.Comenzaron a ver la cinta, y Marta se quedó de piedra al ver entrar en la habitación a su hermano y su amigo, se la habían follado los dos y ella misma se lo había pedido, iban a pensar que era una puta. Paró la cinta sin que se viera nada más, y llorando se fue a dormir. – Esos cabrones!tranquila, mañana hablaré con tu hermano y....-No, no le digas nada, me moriría de vergüenza-.

Marta se quedó dormida, al despertar vió luz en el comedor, y al asomarse vio a Jorge pajeandose, mientras miraba la tele. Estaba viendo la cinta, ahí estaba su hermano comiéndole el coño, y ella pidiéndole que se la follara, al principio se cabreó, pero aquello comenzó a mojarle su chocho, cada vez más. Se acercó a jorge se bajó las bragas delante de él y se sentó encima de su polla, y comenzó a montarlo, estaban follando mientras veían al amigo de Marcos, revéntandole el culo.

-Te ha gustado como te han follado esos niñatos, puta?- Marta, se sintió extraña, pero al recordar como la follaron, se ponía más cachonda,- Si, me han follado y me han reventado el culo,y yo he disfrutado como una puta-. Jorge aceleró sus embestidas y se corrió como nunca lo había hecho.

Nunca le dijeron nada a Marcos, hicieron como si no hubiera pasado nada, y evidentemente ni Marcos, ni su amigo tampoco lo hicieron. El matrimonio siguió como siempre, aunque su hermano sí sabía lo puta que era su hermana, pero jamás lo contaría a nadie.

Marta y Jorge de vez en cuando se ponen la cinta en casa, y acaban follando como locos, aunque ella jamás volvería a entregarse a nadie que no fuera su marido, a pesar que Jorge se lo ha pedido en numerosas ocasiones.