Cumpleaños feliz

Un buen regalo de cumpleaños.

Ocurrió hace unos 5 años. Yo vivía por motivos de trabajo en los Estados Unidos, concretamente en la costa Este. A los pocos meses de vivir alli había empezado a salir con una chica que había conocido un poco por casualidad, amiga de una amiga. Una barbacoa, un poco de tonteo, intercambio de telefonos y la cosa que tira palante.

Ella era japonesa, aunque nacida y criada en los EEUU, apenas había pasado un par de años en el pais del Sol Naciente, así que su caracter era plenamente occidental. Se llamaba Aki.

Era muy guapa, con unos ojos rasgados negrsísimos preciosos y facciones con un algo especial. Veintipico años, no muy alta (1.60), cuerpo bonito y esbelto, pechos pequeños pero bien formados, pezones ultrasensibles (siempre le decia en broma que en realidad tenía 3 clítoris) y muy divertida, la piel mas suave que habia sentido en mi vida.

Yo estaba loco por ella y nuestra vida sexual era fantástica. A pesar de haber probado ya bastantes cosas ella era lo mejor que me había encontrado jamas. Durante el sexo nos divertiamos mucho pero también nos cominicabamos a un nivel profundo, a veces el sentimiento nos desbordaba...si, creo que es la mejor manera de explicarlo...

Ah, si, no he dicho nada de mi...bueno, poco que contar: cerca de los 30, estatura normal (1.80), medianamente atletico pero sin locuras, moreno, ni guapo ni feo...pero tengo mi encanto y mis momentos.

Un bonito dia de primavera, estábamos sentados en un banco en el jardín de un pub, habíamos bebido dos o tres cervezas cada uno y estabamos con un puntillo alegre y haciendo bromas, unas picantes y otras no.

Entonces ella posó en mi una mirada extraña, picarona, profunda, inquisitiva y me dijo:

quiero que hagas algo por mi

lo que tu quieras, princesa de Tokyo, le respondí. Siempre que decia algo así es que iba a proponer algo divertido relacionado con el sexo.

mi madre cumple 50 años la semana que viene

Vaya, corte de punto total. Yo esperando una proposicion indecente y ya me veia de chofer o algo asi...o arreglando la lavadora, quien sabe.

Su madre se llamaba Yuko-san. Era una señora encantadora. Mas bajita que ella, llevaba su edad muy bien. Guapa de cara (no tanto como su hija), delgada, de caracter timido pero sumamente agradable, era totalmente japonesa en cuanto a crianza y costumbres.

Yo la había visto 3 ó 4 veces en que Aki me había invitado a su casa. Me caía muy bien, aunque era retraida y no daba lugar a excesivas confianzas. Había enviudado unos años atras, aunque parecía llevarlo bien.

quiero que te acuestes con mi madre

Me quedé sin habla. No en sentido metafórico, sino literal. Era lo último que me podía haber imaginado. De hecho dudé mucho si había oido bien. Esperé a que hiciese o dijese algo más sin reaccionar no fuese a ser que se echase a reir, en plan "todo ha sido una broma, a ver que te crees" y yo metiese la pata hasta el fondo.

se que me has oido, di algo por favor

estoy un poco perplejo, balbuceé, me lo has dicho en serio?

si, es en serio

Me dijo que su madre no había tenido novio ni rollete desde que murió su padre. Y que incluso con su padre aun vivo no se entendian demasiado bien. Que yo le encantaba como amante y que pensó que su madre se merecia ese tipo de regalo, y que quien mejor que yo para hacerlo. Que ella (Aki) estaría conmigo todo el rato y que si la cosa no marchaba que me podía rajar, pero por favor que lo intentase.

Lo soltó todo de un tirón, se veia que le costaba y que lo había preparado lo mejor posible, pero que no estaba convencida del efecto de sus palabras.

Yo estaba anonadado. Anonadado del todo. Su madre me parecia una señora guapa y elegante pero jamás se me había pasado por la cabeza pensar en ella de una manera sexual. Incluso en ese momento no se me pasaba.

La idea había sido de la hija (eso me cuadraba más que el que la madre fuese una leona en secreto) y la madre casi se había desmayado, pero que insistiendo insistiendo le había sacado un "lo intentaré". No me dio mas datos.

bueno, qué me dices? Mi madre no está mal, no? Yo la encuentro muy guapa y se conserva bien, que yo la he visto sin ropa

nunca he pensado en tu madre de esa manera...no digo que no me parezca guapa pero no estoy seguro que de la idea me atraiga, dije sintiendo un escalofrio que me recorría la espalda

por favor, intentalo. Y te deberé una que te podrás cobrar como quieras

Así que me acuesto con su madre y encima me debe una...vivan las culturas orientales!

A pesar de no tenerlas todas conmigo dije que si, que vale, que lo intentaría.

Quedamos una semana más tarde, en la casa de la madre. Cuando llegué estaba muy nervioso y no especialmente excitado ante la idea, no se muy bien por que. Quizas porque llevaba toda la semana rumiándolo. Sin duda veia la parte morbosa de la situación pero no acababa de sentirla.

Aki abrio la puerta y antes de dejarme pasar me dio un profundo y jugoso beso, sin duda para animarme y para recordarme que ella estaba allí. Eso me puso más en situacion y entre con decision.

Yuko-san estaba sentada en un sofa y se puso de pie al verme. Sonrio timidamente y me saludo con la mano, me acerque y para romper un poco el hielo la bese suavemente en los labios. La pille por sorpresa y se quedo rígida de la tensión, asi que lo dejé ahí y me separe de ella.

Estaba muy atractiva y un poco mas atrevida de lo habitual (lo que no era decir mucho). Llevaba poco maquillaje, el pelo negro suelto a media melena, una camisa blanca ajustadilla que dejaba entrever un sujetador negro de encaje y una falda azul a media pierna. Creo que era la primera vez que me fijaba en ella como mujer y no estaba nada mal. Empecé a sonreir por dentro.

Como buena maestra de ceremonias Aki habia reaparecido con bebidas, nos las puso en la mano y nos sentamos en el sofa.

Charlamos un poco sobre esto y aquello mientras bebiamos pero no conseguiamos evitar que la tension siguiese ahí, asi que a los pocos minutos decidi que era mejor dar un paso hacia delante.

Me incliné hacia delante, cogí la mano de Yuko-san y armado con mi mejor sonrisa besé sus labios tras humedecerme los mios. Ella cerró los ojos, volvió a ponerse muy rígida y recibió el beso sin corresponderlo.

Segundo intento: la ayudé a levantarse y la abracé para que sintiese mi cuerpo mientras mis manos acariciaban su pelo, su cara y su cuello. Le dije al oido lo guapa que estaba y lo atractiva que la encontraba, y que sin duda (yo) tenia mucha suerte. Tras unos minutos asi la besé otra vez. El resultado fue parecido. Se empezaban a encender las alarmas.

Y entonces tuve una idea: usando una servilleta le vendé los ojos: sin ver lo que habia a su alrededor y concentrandose sólo en sentir le seria más facil relajarse, seria menos consciente de sí misma y de la situación.

Con los ojos vendados pareció relajarse un poco más, asi que volví a acariciarla suavemente en el cuello, la cara, el pelo, que olía a flores, mientras la apretaba suavemente contra mí. Le dije cosas bonitas, ella empezaba a sonreir. Sentí las manos de Aki acariciándome la espalda, esto empezaba a estar muy bien.

La volví a besar y esta vez la cosa fue distinta. Aun estaba tensa pero me devolvió el beso. Y me devolvió otro más. Y pegó su cuerpo un poco más contra el mio. Y pasó sus manos alrededor de mi cintura. Y por fin nuestras lenguas se encontraron, timidamente al principio, con mas confianza y decisión segundos mas tarde.

Su sabor era fresco y apetecible, nos seguimos besando más y más y sus callados suspiros indicaban claramente que cada vez estaba más comoda y disfrutaba más.

Yo, por mi parte, iba dejando atrás el modo National Geographic (obeservarlo todo desde fuera en plan documental) y me concentraba en la situación. Mi pene, hasta ese momento bastante tranquilo, empezaba a hincharse lentamente, una sensación estupenda.

Empecé a besarle el cuello suavemente mientras desabrochaba los botones de la camisa, atento a sus reacciones. Un poco de tensión pero su lenguaje corporal indicaba claramente que ya se habia decidido, que habia saltado al precipicio. Sus manos tocaban mi cara, mi pecho, recorrian mi espalda. Cuando habia abierto su camisa y mis labios rozaron la parte superior de sus pechos, que el sujetador no cubria, Yuko-san se estremeció y suspiro mas fuerte.

Le dejé la camisa puesta y con un rapido movimiento le desabroché el sujetador, que cayó libre hacia delante. Sus pechos, sin ser muy grandes, eran mas grandes que los de Aki, un poco caidos pero aun bonitos y bien formados, de pezones grandes y oscuros. Los cubrí con mis manos, rocé los pezones con mis pulgares, los apreté firmemente…no solo ella estaba disfrutando mucho.

La guié hasta el sofa y me senté. Mi cabeza y sus pechos estaban ahora a la misma altura. Miré alrededor porque hacia bastante que no sabia nada de Aki. Allí estaba, sentada en el otro extremo del salon. Nos miraba con una sonrisa franca y satisfecha, ni pizca de lascivia.

Besé sus pechos por todas partes, lamí sus pezones, que se irguieron recordando buenos tiempos. Eran blandos y acogedores, me sentia cada vez más excitado. Mis labios aprisionaron sus pezones succionando suavemente, intercalando suaves lametones. Yuko-san estaba ya totalmente entregada. Sus manos alrededor de mi cabeza la empujaban contra sus pechos que habian despertado del letargo de años.

De un tirón se quito la venda de los ojos, miró hacia abajo, le gustó lo que vio e inclinandose me besó, esta vez apasionadamente. Acabado el beso sus manos devolvieron mi boca donde estaba antes y que aparentemente tanto le gustaba. A mi también.

Me quitó la camiseta y empezo a besar mi pecho, la pasividad habia quedado atrás. Cerré los ojos, mis nervios y mis dudas tambien habian quedado atrás, y el bulto en mis pantalones segiuia creciendo, ayudado por su mano, que acariciaba mi entrepierna por fuera de los vaqueros.

La tomé de la mano y la llevé hacia el dormitorio, quería seguir llevando la iniciativa y estaba preparado para dar mas de lo que recibiera, a fin de cuentas era un regalo, no? De pie junto a la cama le quité la camisa y el sujetador del todo, deáandola desnuda de cintura para arriba, y bajé la cremallera lateral de la falda, que cayó al suelo. Llevaba una braguita estilo tanga a juego con el sujetador. La miré practicamente desnuda y le dije lo mucho que me gustaba. Un poco de barriguita, el culo un poco caido, pero sin duda 50 años muy bien llevados. Su piel era tan suave que podria haber rivalizado con la de su hija…y muy pocas arrugas

Me desabrochó el pantalon y me lo quitó, lo que agradeci mucho, la presión se habia vuelto dolorosa. Su mano seguia recorriendo mi bulto desde fuera en circulos y mi pene asomaba ligeramente por encima del elástico reclamando libertad. Y ella lo liberó, bajando mis calzoncillos hasta media pierna y agarrando mi casi totalmente erecto miembro. Sus manos eran pequeñas y muy suaves y acariciaban mi pene con curiosidad y decisión. Me miró, se rio y dijo: long time!, me sonrió, se sentó en la cama y empezó a besármerlo, la punta, el tronco, rozándolo con su lengua, humedeciendolo, mientras su mano subia y bajaba ritmicamente….esta vez era yo el que dejaba escapar un suspiro largo con los ojos cerrados.

Abri los ojos y miré/admiré a Yuko-san haciéndome una estupenda mamada. Metia y sacaba mi pene en su boca a la vez que sus manos se delizaban arriba y abajo en perfecta sincronía. A vista de pajaro era muy excitante, una oleada de calor me recorría todo el cuerpo. Estaba muy excitado y mi pene estaba durísimo, al limite. Tenia que darle un descanso si no quería que la fiesta se acabase.

Le pedí que se tumbase en la cama, se dejó caer hacia atrás lentamente, mirándome esta vez. Tambien mirándola a los ojos le quite las braguitas, la ultima barrera. Se habia arreglado el vello pubico y lo tenia afeitado, dejando solo una linea central.

Decidido a llevar hasta el final el regalo de cumpleaños acerque mi boca a sus otros labios y empece a acariciarla, primero con besos y lametones ligeros y luego haciendo mas presion con mi lengua, moviéndola rapido dejando que rozase solo la punta en su clitoris, que estaba muy hinchado.

Al principio la volvi a notar tensa, quiza no le habia pasado muchas veces, pero una vez que se dejo llevar su cuerpo se estremecia, sus ojos cerrados, su boca enteabierta, sus gemidos y su respiracion agitada…pocas veces habia visto a alguien disfrutar de esa manera.

Mis dedos buscaban sus puntos mas sensibles dentro de su chichi, caliente y húmedo, mi otra mano rozaba sus pezones. Ella empezo a murmurar cosas en japones para si misma, mientras sus uñas se clavaban en mi brazo y en mi cabeza. No me cansaba de su sabor, pero notaba que cada vez estaba más cerca. De repente me acorde de Aki…casi la habia olvidado de lo metido en faena que estaba!

Estaba sentada en una silla, mirando ahora mas lascivamente, falda subida, braguitas bajadas, camisa entreabierta…tocandose, mirándonos y disfrutando, se habia contagiado.

Yuko-san arqueó todo su cuerpo mientras soltaba un gran gemido y unas palabras en japones y se corrió. Fue largo, intenso, su vagina empezo a contraerse espasmódicamente apretando mis dedos, luego liberándolos, apretándolos otra vez. Duró mucho, jugos por todas partes, fue precioso.

Con tanta dedicación a mi tarea habia descuidado completamente a mi amigo el de abajo y este habia perdido contundencia, asi que me senté en la cama y mirando alternativamente a Aki, que seguia en su mundo tocándose, y a su madre, que estaba intentando recuperarse del orgasmo, empece a acariciarme suavemente, muy relajadamente, sin prisas, cerrando los ojos de vez en cuando para sentirlo.

Un beso me hizo abrirlos otra vez. Su madre se habia recuperado, y queria seguir con lo que habia dejado a medio terminar antes. Esta vez fui yo el que me recosté y me dejé hacer.

Mis caricias me habían puesto casi a tope otra vez, pero cuando Yuko-san se la metió en la boca y volvió a compaginarlo con subida y bajada de manos ritmicamente, en muy poco tiempo ya estaba en mi máximo esplendor. Me dediqué a disfrutar de la mamada, veia como mi pene desaparecia tragado por sus bonitos labios y como, de vez en cuando se la sacaba de la boca y frotaba la punta contra sus pechos. Parecía disfrutar y estaba concentrada, apenas me miraba, pero mis suspiros la guiaban.

Estaba acercandome al abismo, le pedí que parara un poco, me miró con mi polla fuertemente aprisionada enrre sus manos y me dijo: puedo? Por favor? Yo le conteste: feliz cumpleaños! Y se sentó sobre mi.

Me deslicé con facilidad dentro de ella, su calor me inundó, entraba y salia de ella mientras se movía sobre mi, le agarraba los pechos y se los besaba, le decia cosas al oido en español que no entendia pero no importaba…y de repente oimos un grito ahogado

Nos paramos instintivamente, giramos la cabeza y vimos que Aki se habia corrido, y sus orgasmos eran como terremotos, lo juro, tenia la cabeza echada hacia atrás y parecia exhausta.

Yuko-san volvio a moverse y yo volvi al cielo. Estaba haciendo malabares para no correrme cuando de repente note que se estremecía, que su cuerpo se ponía como una uve invertida sobre el mio…y se corrió, más corto que antes, tambien más intenso, casi sin moverse, como si la estuviesen sacudiendo desde arriba…ahora ya sabía de quien habia sacado Aki la habilidad de correrse dos veces casi seguidas…pura genetica. Al acabar los espamos, se dejó caer de lado, se separó de mi y cayo rendida, sin mirar, murmurando más en japones, olvidándose de mi, y de mi polla aun sin el premio final.

Yo no sabia que decir, queria que me la acabase pero me sentia un poco violento…y Aki, mi Aki, llego al rescate, como una superheroina. Le dijo algo a su madre, riñendole supongo, agarró mi pene, aun muy duro y empezo a chupármela como sólo ella sabia hacer…pasó muy poco tiempo antes de que explotara en su boca en uno de los mejores orgasmos de mi vida. Me zumbaron los oidos, vi las estrellas. Aki dejó caer mi semen desde su boca sobre mi vientre y me miró con dulzura y como disculpando a su madre, que seguia tumbada sin aliento al lado nuestra, sin siquiera mirar, con los ojos cerrados.

Nos quedamos un rato asi los 3, como en catarsis despues de tantas emociones. Luego Aki y yo nos levantamos y nos dimos una ducha. Me fui a casa y salí a hacer algo de deporte intentando poner en orden todas las cosas que se agolpaban en mi cabeza. Aun no le he coseguido del todo tras tantos años pero que mas da

Qué pasó después?..:

Aki y yo lo dejamos meses despues cuando me volví a Europa. Nuestra relación no estaba lo suficientemente madura para tomar decisiones drásticas como yo buscar nuevo empleo y quedarme o ella venirse a Europa.O al menos eso pensamos en su momento.

Pasó alguna vez más? Si una vez más, pero fue algo inesperado, nada planeado, y distinto. Otra historia para otra ocasión.

Afecto a nuestra relación? Yo creo que si. No hablamos mucho de ello, y su madre se comportaba como si nada hubiese pasado. Eso fue una decepcion para mi, crei que iba a ser un recuerdo sobre el que bromear, o excitarse. A mi aun me sorprende que pasara. No me ha vuelto a pasar nada parecido.