Cumpleaños 2

Sigue la historia de Alexandra en el cumpleaños de la amiga de su hija

Giovanni condujo hasta un aparcamiento muy poco concurrido entre dos playas, yo seguía excitadisima en el asiento del copiloto con su sabor en mi boca, al parar el coche me dijo

-Decían que eras una guarra, me gustaría comprobarlo por mi mismo.

-Ponme a prueba, ya veremos… Le dije mientras apretaba las piernas para notar el vibrador hacer su trabajo.

El volvió a llevar la mano hacia mi hucha, pero esta vez tiró de la antena del vibrador sacandolo de mi ser, se lo llevó a la boca y absorbió todos mis flujos que habían quedado pegados al aparato, me excitó tanto que me llevé 2 dedos al clítoris y me lo apreté, él me agarró de la muñeca y me quitó, poniendo su enorme mano entre mis piernas, con la parte más cercana a la muñeca me apretaba el clítoris e introdujo tres dedos por mi jugosa vagina, los metió todo lo que pudo, dobló los dedos en forma de cucharón y los sacó, intentando extraer el máximo jugo de mi, nada más sacarlos, note como me humedecia el ano con ellos empezando a hacer círculos con el anular, entre eso y que seguía apretando el clítoris con la palma me estaba volviendo loca de placer, pero no iba a darle el gustazo de correrme enseguida, abrí un poco más las piernas para dejarle hacer, Giovanni separó mis ñalgas con dos de sus dedos y empezó a introducir el dildo poco a poco, lo metía y lo sacaba dilatando mi culo lentamente hasta que logró meterlo entero, una vez dentro me pidió el mando a distancia, por lo visto tenía uno igual para jugar con su mujer, yo, se lo di sin replicar, al coger el mando, pasó por todos los programas, rápido, más rápido, intermitente, intermitente más rápido, de menos a más, de más a menos y apagado, ahí lo dejó, salió del coche mientras me hacía un gesto para que lo siguiera, al levantarme, notaba un poco de incomodidad atrás, así que lo metí un poco más y ahora si, podía caminar sin parecer un pato. Giovanni abrió la puerta trasera se bajó el pantalón y se sentó con la polla algo morcillota, habían pasado unos 20 minutos desde que se había corrido en mi garganta y ya estaba lista para el segundo asalto, me arrodilló en el suelo y la metí hasta el fondo de mi boca, la dejé ahí mientras se hinchaba, poco a poco fue llenandome, note como tocaba mi campanilla, cuando note que me iba a dar la primera arcada iba a sacarla pero el se dio cuenta, me agarró del pelo y me empezó a follar la boca salvajemente, él no lo sabía, pero eso me encanta, sentirme sumisa, el dildo en el culo me estaba encantando, nunca me lo había puesto ahí y esa forma de violar mi cara…. Ummmmm no pude más, tube un segundo orgasmo aún más fuerte que el anterior, Giovanni se había dado cuenta de mi orgasmo, paró el mete saca en mi boca y me dijo:

-Habrá que probar ese chochete que no para de correrse ¿no?

Yo jadeaba, me incorporé y me senté encima dándole la espada, Giovanni no perdió el tiempo, ya tenía la punta entre mis piernas aunque no había logrado meterla, la agarré y me la pasé desde el clítoris hasta el agujero, al llegar allí me la inqué de una sentada iniciando una cabalgada de pura sangre, Giovanni se tumbó en el asiento mientras yo seguía a lo mío, la sacaba hasta la punta y volvía a meterla rápidamente, estaba tan mojada que solo se oían ruidos repugnantes, pero estaba tan excitada que todo me daba igual, de repente, un hombre de unos 50 años salió de entre unos árboles que había enfrente, todo el mundo sabía que ese aparcamiento lo frecuentaba gente que les iba el dogging, al tener la puerta abierta del coche, se sobreentiende que se puede unir, pero eso no lo sabía, yo seguía a lo mío, el señor cada vez estába más cerca mientras se masturbaba mirándonos fijamente, eso me excito tanto que casi tengo otro orgasmo, siguió acercándose, ahora ya estaba en el campo de visión de Giovanni, que me ordenó que se la comiera, cosa que ya iba a hacer, agarré del culo al desconocido, tirando de él para que me metiera su pequeña polla entera en la boca, creo que no se lo esperaba, porque se corrió instantáneamente, intenté tragarlo todo pero la sacó muy rápido y me lleno la cara de esperma, acto seguido salió corriendo, en ese mismo momento noté como Giovanni gamia y me llenaba de su semilla caliente por dentro, ahí me dejé llevar y yo también tuve mi último orgasmo del cumpleaños de la amiga de mi hija, nos recompusimos un poco y arrancamos para tomar la última en la fiesta mientras nos reíamos de que al final había ganado el desconocido al orgasmo más rápido.