Culitos tiernos para un jardinero (33)
En la preparación del carnaval, dos de las chicas se somenten a las perversiones de nuestro protagonista - segunda chica.
1.1 Carnaval en el colegio - dos.
En ese momento sonó el timbre de la puerta. Era su amiga Arancha con una gran bolsa con el disfraz de osito de peluche. Las dos chicas se cruzaron las miradas y se dijeron un escueto adiós justo antes de que Paula abandonase la oficina.
"Arancha, siéntate un momento por favor" le dije apuntando una silla del despacho. "¿has traído tu disfraz supongo?".
"Eeehhh, sí, señor Adolfo está aquí", dijo señalando la bolsa que había traído.
"Muy bien. Puedes pasar ahí al cuarto de baño y ponértelo, pero quiero que debajo no lleves absolutamente nada, es decir solamente vestida con el disfraz". " ¡Ah!, y por cierto antes de todo quiero que te sientes en la taza y hagas cacas. No se te olvide. Es importante".
La chica confundida se levantó y sin decir nada cogió la bolsa dirigiéndose al baño.
"¿Cómo va ese coñito?, ¿te ha salido ya algún pelito o sigue peladito?"
"¿Ehhhh?, ¿cómo?, aaah, esto, no. Ya, eeeh, no está igual", dijo ruborizándose sin levantar la mirada del suelo entrando en el baño y cerrando la puerta.
En unos 5 minutos la chica salió del baño con su disfraz puesto. Era un buzo entero de pies a cabeza, cerrado con una cremallera oculta por delante que le quedaba bastante grande y no permitía saber si dentro había un hombre o una mujer y desde luego mucho menos si tenía un buen cuerpo o no. El buzo tenía una larga cola semi rígida que arrastraba por el suelo. Cubriendo su cabeza iba una enorme cabeza de osito de peluche con la boca abierta que quedaba a la altura de los ojos de la chica para poder ver y respirar.
"Bueno, pues la verdad es un disfraz bien recatado y diferente del de tu amiguita Paula que parece una zorrita. Bueno, veamos, se me ocurre una idea para animar este disfraz. ¿Has cumplido lo que te he pedido sobre tu ropa?".
"Sí señor Adolfo".
¿O sea que debajo vas en pelota picada verdad, pequeña?".
"Sí señor Adolfo".
"¿Y has hecho cacas, preciosa?".
"Estooo, sí, sí señor Adolfo. No tenía ganas pero he hecho un poco".
"Así me gusta. Ven acercaté. Chica la verdad es que la he pegado a tu amiga semejante polvo que estoy agotado, folla como una loba".
La chica se acercó colocándose depiés entre mis rodillas, estando yo sentado en la silla del despacho.
Recorrí el perfil de su cuerpo por encima del disfraz desde los hombros a la rodilla. La verdad es que el disfraz era bastante grueso y no se podía sentir demasiado bien el cuerpo de la chica.
"Date la vuelta y apoya los brazos en la mesa tienes la cola mal puesta y te la voy a descoser para colocáratela bien.".
La chica obedeció y se colocó exactamente como la pedí mientras con unas tijeras y mucho cuidado descosí la cola del vestido de osito separándola del traje y dejando en su lugar un agujero de unos dos dedos de diámetro.
"Bueno ya está descosido. Antes de seguir veámos si has cumplido lo que te he dicho", dije metiendo un par de dedos por el agujero que inmediatamente se toparon con su desnudo culo. No pude acariciarlo demasiado, pero sí pude al menos notar su suave piel adolescente, sus preciosas nalgas y su pelada entrepierna entre las quejas y ruegos de la chica que sollozaba mientras la metía mano. "Hija mia, no será para tanto. El otro día bien te corriste o sea que no será para ponerse hoy tan mojigata. Venga sientate un momento sobre la mesa en lo que hago una cosa".
La chica obedeció y se sentó en la mesa con las piernas colgando mientras me veía con asombro coger una especie de chupa chups grande de latex con una cabeza de unos 8 centímetros de diámetro, aguja, hilo y su cola del disfraz.
"Bueno cariño ahora voy a tardar unos minutos en hacer esta pequeña operación de costura o sea que mientras yo lo hago quiero que me cuentes cosas de ti. Dime, a parte de lo del otro día, ¿eres virgen?, ¿tienes novio?, ¿qué es lo más que has hecho con un chico?, no sé cuentame historias cachondas que te hayan pasado hasta ahora, venga".
"Yooo, estoooo, pues no sé. Sí, he salido con dos chicos, pero solo me lo he hecho con Iker un chico de la cuadrilla un día que habíamos hecho botellón y estabamos los dos muy pasados. Entramos en una disco y en el baño nos lo hicimos. Así fue mi primera vez y luego lo hemos hecho 8 o 9 veces más. Pero él había sido el único".
"Hija sé más explícita y cuéntame qué hicisteis: ¿mamada, comida de coñito, follada, enculadita?".
"Eeehh. Bueno se la comí y el me toco mucho pero no me ha comido nunca, claro para mí es mas facil, ya sabes con agacharme delante de él, pues eso, Luego me lo hizo yo apoyada de manos en la taza del WC, pero solo por delante. Por la, estooo, por la vagina vaya. Y lo hicimos con condón claro. Por detrás era virgen hasta ayer. Ni sabía que se podía hacer por ahí aunque una amiga me había dicho que ella lo intentó una vez".
"Vaya, qué amiguita te dijo eso?".
"Fue Elsa".
"Vaya, la buena de Elsa".
"¿La conoce?"
"Más o menos".
"Bueno, ya está el bordadillo que quería hacer. ¿Qué te parece?", le dije enseñando el chupa chups cosido a continuación de la cola del disfraz, de forma que el "palo" quedaba metido dentro de la cola y solo sobresalía la esfera.
"¿Qué es eso?, ¿qué quiere hacer con eso Señor Adolfo?".
"Quiero hacer el disfraz más realista. La cola va a ir más unida a tu cuerpo, digamos".
"No por favor. Otra vez eso no por favor señor Adolfo".
"No te quejes pequeña, que me cojes cansado y no te voy a dar el repaso que le he pegado a tu amiguita. Venga ponte de pie y de cintura para arriba acostada sobre la mesa".
"No por favor. Me va a doler, por favor".
"Última vez que lo repito, sino ya sabes lo que tus padres recibirán mañana mismo".
Dudando la chica se levantó y se puso en la postura ordenada dejándome acceso a su culo a través del pequeño agujero del disfraz.
"Por favor no me haga eso señor Adolfo. Me va a hacer mucho daño y me hará sangrár por favor".
"Tranquila pequeña no seas exagerada es de latex y se encoge bastante. ¿Quieres que te lubrique un poquito primero o te lo meto así".
"Por favor, no me lo meta por favor, no. Eso es muy grande, por favor", rogaba la chica empezando a llorar.
"Coño, ¿me has oído la pregunta o no?".
"Sí. Sí, mejor lubríqueme un poco, sino me va a hacer sangre seguro, por favor", dijo tras dudar unos segundos.
Primero descosí un poco más el agugero de la cola del vestico, porque era demasiado pequeño y a continuación cogí un bote de vaselina y untándome dos dedos, los introduje por el agujero del vestido de la niña, alcanzando inmediatamente sus nalgas. A ciegas localicé su culito y comencé a lubricárselo por fuera completamente. Volví a coger más vaselina y esta vez coloqué una buena cantidad justo en su ano, y con el dédo índice comencé a introducírsela por el culo. La chica se quejaba y llorando pedía que no le hiciese eso, que le iba a hacer mucho daño, pero se dejaba meter el dedo por el culo bien untado en vaselina. El ano de la chica no podía ofrecer resistencia a la entrada de un dedo tan lubricado y se notaba realmente estrecho. Así repetí la jugada otras 4 veces hasta que pensé que su culo debía estar ya bien forrado de lubricante o sea que con los restos embadurné la "pelotita" y se lo coloqué a la entrada del ano.
"Vamos allí preciosa. Deja el culete relajado que va a ser mejor".
"No por favor, por ahí no por favor. Me va a doler mucho, por favor, por favor, por favor, ¡¡¡auuuuuu!!!", empezó a gritar la chica al notar que un intruso quería perforar su lubricado ano. "¡Me duele!, por favor, por ahí no por favor señor Adolfo, ¡¡¡aaaaayyyy!!!", seguía quejándose al notar como la presión trataba de dilatar su cerrado esfínter.
"Cariño, relaja el culete, sino te va a doler más. Tiene que entrar, o sea que tú verás".
"No, por favor. ¡¡Auuuuu, mi culooooo!!. ¡Me duele muchoooo!", se quejaba la chica sin parar
15 minutos después de empezar, ahí seguíamos tratando de forzar el culito de la chica sin conseguirlo. La verdad es que el hecho de que llevase el disfraz puesto hacía todo más difícil, ya que no podía tratar de abrirle un poco las nalgas con la otra mano o pedirla a ella que se abriese el culo con sus dos manos. Los 15 minutos fueron una verdadera tortura para la chica que no dejaba de llorar pidiendo que no se lo hiciese. Había pasado aproximadamente 45 minutos desde mi último orgasmo con su amiga Paula y mi polla parecía que se iba recuperando por la tortura de su amiga.
"Vaya, pues sí que está difícil. No quería hacer esto, pero no me queda otro remedio.
Metiendo las dos manos por debajo del cuerpo de la chica empecé a bajarle la cremallera del disfraz, que llegaba hasta el ombligo.
"No, por favor. Eso no por favor señor. No siga por favor".
De forma bastante violenta agarré los hombros del disfraz y de un tirón se lo bajé hasta la cintura, dejando su espalda desnuda completamente al aire.
"¡¡Auu!!, me hace daño, por favor. Yo no he hecho nada para que me haga esto por favor, por favor, vale ya", seguía la chica rogando sin parar un momento.
En un segundo tirón le bajé el disfraz hasta los tobillos, dejando a la chica completamente desnuda. Había olvidado lo precioso de su culo y lo linda que estaba en esa postura dejando entrever su pelada entrepierna. Su cuerpo estaba empapado en sudor debido al disfraz y a la tortura sufrida en el último cuarto de hora. Estaba un tanto ridícula totalmente desnuda y con la cabeza cubierta por un gran cabezón de peluche.
"Así. Pon las manos así y tira fuerte. Quiero que te abras el culo al máximo", la dije cogiendo cada una de sus manos y colocándolas en cada una de sus nalgas. "Venga, a ver abreté a tope. Quiero que tu raja del culo desaparezca de lo fuerte que te lo vas a abrir".
La chica sumisa obedeció y apoyando su cara sobre la mesa comenzó a abrirse el culo al máximo hasta hacer desaparecer su raja, abriendo un poquito su culo y bastante su coñito dejando una imagen totalmente imposible de aguantar.
"Joder, así me gusta bien abierta. Ahora ni te muevas, porque sino va a ser mucho peor, te lo prometo pequeña".
No pensaba hacerlo, pero esa visión fue demasiado, o sea que dejé sobre la silla mi invento, me abrí la bragueta, sujeté por la base mi ya durísima polla, me puse un poco de vaselina de la que tenía impregnadas las manos y sin que ella notase nada enfrenté mi capullo a la entrada de su coñito.
"¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhh!!!!!!". El grito de la chica fue enorme a la vez que estiraba el cuello como si mi polla la llegase a la garganta.
"Joder que exagerada eres. Si me has dicho que ya te han follado bien follada, coño, no será para tanto. Así quieta y ábrete bien".
El calorcito de su coño era insoportable pero la chica ni se movió. Solo gemía a cada embestida mía que clavaba la polla hasta el fondo de su pelado coñito. Pasados 10 minutos de follada, saqué la polla y sujetándola por la base se la metía una y otra vez hasta el fondo, volviendo a sacarla después. Así estuve otros 5 minutos de auténtico placer para mi en los que la chica gemía como si mi polla la hiciese tope. En una de esas sacadas, modifiqué un poquito la trayectoria de la entrada y en lugar de dirigirla a su abierto coñito me dirigía a su cerrado culito.
"¡¡¡¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaauuuuuuuuuuuuuuuuu!!!!!!!, por ahí nooooooo", volvió a gritar la chica como loca viéndose sorprendida por mi polla que debido a la falta de resistencia se metió hasta el fondo de su ano.
Mis huevos golpearon su clítoris por la profundidad de la petada anal mientras la chica se estiraba tensando todos los músculos de la espalda.
"Pero qué culo más bacilón que tienes zorrita. Ahora resulta que se deja petar por mi polla y no por el cacharrito, pues nada aprovecharemos para echarte un buen polvo que no pensaba pegarte la verdad".
La chica estaba sudando y sufriendo realmente por mi sodomización, pero no me importó. Sumisa se quedó tal y como la dije y así la di por culo hasta que me corrí en su interior. Metí al fondo mi polla para echarle lo más profundo posible la descarga de leche, que le tuvo que inundar los intestinos.
Una vez relajado, cuando mi polla se empezó a relajar, se la saqué mientras la chica seguía respirando muy aceleradamente. Había sido una follada bastante bestia por mi parte y más teniendo en cuenta que debido a la careta que llevaba la chica, no sabía por donde se la iba a meter.
Cogí el instrumento y presionando un poco la bolita para reducir su diámetro se lo volví a enfilar al culo.
"No por favor. Otra vez eso no por favor. ¡¡aaayyy!!".
Esta vez fue casi instantaneo. La dilatación de su culo, la apertura que ejercía con sus manos, el cansancio de la chica y mi presión hicieron que la bolita se deslizase sin más en el interior del trasero de la niña.
"Vaya. Ahora sí que ha sido fácil. No hay nada como desatascar antes de meter. Ala, suleta las manos y te puedes incorporar".
La chica obedeció y muy despacio se levantó con la respiración agitada, dejándome ver sus preciosas tetas aplastadas contra la mesa.
La hice girar para darme la cara y la retiré la máscara. Su cara y pelo estaban totalmente empapadas principalmente de sudor, pero también de lágrimas y saliva. De hecho la cabeza del peluche por dentro estaba totalmente calada.
"Vaya, parece que te has duchado".
La chica no respondió. Con una mano se limpió un poco la cara mientras la otra la mantenía en su dolorido culo.
"Me duele muchísimo el culo, por favor sáqueme eso de ahí".
"Ni hablar pequeña. Eso lo vas a llevar ahí metido toda la tarde y la noche. De hecho vendrás a clase disfrazada con la cola metida por el culo. Como estás ahora. Yo te llamaré durante la fiesta para comprobarlo y como no estés así aparte de lo que hablamos le mandaré a tus padres el video que he grabado con este polvazo. No creo que lo pasen bien, pero seguro que algún amigo tuyo lo quiere tener en el movil para hacerse unas pajillas, ¿no crees?".
"No puedo, por favor, me va a reventar".
"No te va a reventar nada cariño además ya has hecho cacas o sea que hasta mañana seguro que aguantas. Verás lo divertido cuando las amigas te tiren de la cola en plan coña o algún chico te la pise para jugar. Ahora puedes irte. Si quieres ir disfrazada vete y si prefierese vestirte y meter la cola bajo tu ropa como quieras".
"Me, me, me voy a vestir", dijo la chica entre sollozos de humillación.
"Perfecto. ¡¡¡Plllllaaaaaas!!!", sonó el azote que le dí cuando se volvió hacia el baño. "No pongas esa cara hija que no es para tanto".
"¡¡¡¡¡Aaaaaauuuu!!!!!" se quejó la chica con mi mano impresa en el culo por el fuerte azote.
Arancha se vistió colocándose la cola en la cintura. Como había traído un tres cuartos, tapaba parte de su culo y no se notaba nada, si no se lo quitaba claro. Así andando muy despacito se fue hacia su casa que estaba a un buen paseo que allí o sea que iba a llegar con el culo bastante cachondo.