Culeame por favor
Los inicios de un circulo de estudio donde Amanda , Erika & Pamela aprendieron a mamar, follar y culear con Dominic.
Culéame por favor.
Amanda era el nombre de aquella niña de 18 que alborotaba a todos lo que estábamos en el colegio.
Siempre se la ingeniaba para ser generosa con todos, no les miento al decirle que todos los viernes a la hora de descanso y después de la hora de deportes , esperábamos que ella viniera del baño, donde se cambiaba al uniforme de falda azul, con su blusa blanca , la diferencia con las demás chicas es que cuando ella se sentaba y cruzaba las piernas lo hacia con tal desenfado que se la subía y como si en cámara lenta que hasta un ciego podía ver aquel monte de Venus que ocultaba su raja prodigiosa, la muy bellaca después de hacer deportes siempre se quitaba su ropa interior.
José, Alberto & Manuel nos disputábamos siempre la esquina donde se tenia el mejor ángulo y la mejor vista dirigida siempre al escondite secreto que nos deleitaba aquella hermosa joven, aquellos minutos eran lo mas gloriosos del día, sacábamos nuestras vergas y casi al unísono disfrutábamos de una rica paja a nombre de aquella morbosidad que nos provocaba Amanda, marcábamos nuestro territorio y siempre me recuerdo la competencia de quien tiraba la leche de nuestra polla mas lejos.
De aquellas 36 semanas recuerdo haber ganado como doce lo cual significaba un tercio de mayor potencia y el gran "ganador" de aquella prueba de infantes deseosos de follar.
Verla jugar bolleyball era también todo un espectáculo, sus pechos ya eran generosos y ganaban movimientos al brincar, pero lo que siempre llamaba la atención era su prodigiosa "semilla" delantera y un apretado trasero donde se marcaba el territorio de la perversidad que mostraba al ser la más guapa de todas.
Amanda utilizo una táctica que siempre le dio resultado y era de formar círculos de estudios donde ella elegía sus compañeras, el truco estaba en elegir a las menos afortunadas de cuerpo, de tal manera que ella siempre era la que mas atención le prestábamos.
Se acercaban los exámenes finales y nunca había sido invitado por ella, no se imaginaba ella que yo me había hecho varias docenas de pajas grupales y solitarias a nombre de ella, rememorando en cada instante aquel escondite que guardaba una telaraña de placeres. Aquel lunes recibí una llamada de ella invitándome a formar parte de su círculo de estudios donde estarían Erika, Pamela y yo.
No se como mis palabras salieron de mis labios y como pude mantener una conversación de 5 minutos con ella, al terminar tuve que saciar mi sed enfermiza y sacar mi polla , explorando una vez mas el deseo de poseerla entre mis brazos, mi leche se derritió entre mis dedos, calmando por un momento mi deseo animal por ella.
Al otro día me puse aquellos jeans súper apretados, donde decidí ir , sin ropa interior con la expectativa que se marcara mi falo y ella lo viera, para mi la forma de combatir una exhibicionista de alto vuelo como lo era ella , era mostrar un poco de su propia medicina.
Al tomar el autobús me entraba un deseo de tocarme, estaba yo parado cuando una chica se puso delante de mi, mostrando sus generosos glúteos que se echaban para atrás buscando quizás apretujarse con mi pinga caribeña, logro su objetivo en mas o menos 5 ocasiones, lo hacia de tal modo que nadie se daba cuenta y dejando por unos 10 segundos su culo en mi verga , aquella pija solitaria quería saltar aquella tela pero no podía, estaba encadenada y solo podía disfrutar de los placeres que gratuitamente nos brindaba aquella chiquilla .
Al desmontarme del autobús, mi verga estaba en la posición izquierda de mi pantalón y estoy casi seguro que cualquier persona que me mirara de frente se podía imaginar mis intensiones juveniles.
Al tocar el timbre de la casa me salio Amanda, la muy maldita no tenia sostén, aquellos pezones jugaban de posición en aquel T-Shirt de tintes rozados y grises, lo complementaba con un short blanco el cual marcaba el territorio apache de su panocha.
La casa de Amanda era de clase media pero tenia un lujo sobre las demás casas un cuarto de estudio, donde tenia una pequeña biblioteca, se veía lo ordenada que era ella ya que tenia un archivo donde estaban todos sus trabajos anuales.
Amanda quería estudiar medicina como así lo hizo cuando se graduó y se espacialazo en urología.
Erika & Pamela me esperaban en aquel cuarto que tenia una mesa redonda donde cabíamos con estrechez nosotros cuatro. Erika era gordita, lo más lindo de ella era su tez blanca, su cara angelical y su sonrisa contagiosa, siempre la conocí de buen humor y esta vez no era la excepción. al darle un beso en su mejilla pude oler aquel perfume de flores de corte suave e intimo que cubría los pabellones de sus oídos y que se esparcían por su cara. Sus vivaces ojos se extendieron cuando me despegue.
Pamela era lo contrario, su delgadez era extrema, su peso era aproximadamente de 44 Kilogramos o casi 96 libras, su timidez era un tanto extrema y no daba señal que se interesara por los chicos.
Al sentarme, Amanda como la estrella de la noche puso un orden en la agenda y me nombro a mi a que le explicara la clase ingles.
Gane confianza al pararme en la pizarra que estaba frente a ellas, conjugando el verbo to be en todas sus dimensiones del pasado, presente y futuro, mi verga tenia una erección al mirar las tetas de Amanda, en un momento determinado no podía distinguir si aquellas tres guarras miraban a la pizarra o a mis muslos, buscando el escondite de aquel falo que se marcaba una y otra vez en el pantalón. Me di cuenta en ese momento que también las chicas fantasean al igual que el hombre.
Al terminar los estudios eran como las 6pm de la tarde, oí la voz de la madre despidiendose ya que tenia que buscar a su marido e ir al supermercado. Al conocer a Doña Samanta, supe de donde Amanda sacaba tanta belleza, aquella mujer de unos 40 de edad conservaba con picardía una hermosura en su cadera y en sus pechos
Tuve que añadirla luego a mis pajas solitarias donde me imaginaba comiéndome a la madre y a su hija.
Fue la flaca de Pamela que me saco de mi letargo y monotonía cuando propuso que jugáramos a la "botella" aquel juego donde se gira la botella y le tienes que dar un beso a la otra persona.
No quería provocar nada ya que era obvio que yo diría que si, mi silencio origino un comentario de Erika, que buena idea Pamela, ¿que dices Amanda?
Todos miramos a la "guarra" de Amanda, me parece que se sintió tan deseada que su repuesta fue ¿porque no? pero lo haremos con una condición, nos despojaremos de la ropa.
Al instante formamos un círculo y aquella botella de Coca Cola fue todo un suceso,
Se gano el honor de iniciar Pamela que fue la de la idea, al girar la botella, mi corazón palpitaba al ritmo de un tambor, la botella apunto hacia Erika, había que ver como aquellas dos mujeres totalmente opuesta a peso, se acercaron con timidez, hasta que Pamela rompió el hielo y junto sus labios con lo de Pamela, pude observar en esos instantes los ojos lujuriosos de Amanda cuando aquel beso se prolongo mas de 10 segundos y vimos con clara visión como aquellas dos lenguas se tocaban la punta, no se si fue mejor que no me besaran en los próximos 4 intentos, donde se alternaron besos de Amanda con Pamela & Erika y donde ellas dos se besaban de nuevo.
Mi polla quería saltar de mi pantalón, los pezones de Amanda se hincharon y se marcaban con mayor claridad en su T-Shirt...
Me toco en la sexta oportunidad con Pamela que me consintió con un largo beso húmedo que toco mis labios y el pabellón de mi oreja, luego en la próxima me pude besar con Erika y no fue hasta el doceavo turno que pude ligar mis besos con Amanda, aquella chica se aproximo, dejando que sus senos, tocaran mi pecho y empezó dándome un beso de lengua dentro de mi oído y bajando por toda mi cara hasta llegar a mis labios.
No fue necesario hacer mas nada como una zorra desesperada, Pamela se abalanzó sobre el cierre de mi pantalón y se dedico a masajeármelo, mientras me desabrochaba y al bajar el pantalón dejaba a la libre mi polla, aquella labios que se pegaron como una lapa en mi verga, bajaron en forma armoniosa todo mi falo, la godita de Pamela se dedico a desnudar a Pamela y meterle su lengua en aquel sexo que se abrió de par en par,
Amanda me regalo sus pechos y me dejo que mis manos exploraran dentro de sus shorts blancos, al llegar a su coño, lamí con más fuerza sus senos, aquellos 5 minutos de gloria estallaron en la boca de Pamela que seguía chupándome la verga como si hubiera descubierto el mejor helado de su vida.
Amanda puso se bajo sus pantalones y me ofreció su sexo en mi boca, mientras que Pamela se comía sus labios y Erika había pasado a mamarle las tetas a Amanda mientras que sus dedos hacían presión en el clítoris que yo mamaba gustosamente.
Aquel coño de sabor inconfundible me dejaba casi sin aire al arrastrarse por mi nariz y terminar finalmente en mis labios y en la lengua que buscaba como furiosamente el secreto de aquel túnel.
Pamela me gano cuando dijo la palabra mágica que todo hombre quiere escuchar, Culéame, como si mi verga tuviera oídos, se levanto como un ave fénix y se clavo aquella panochita de cuerpo frágil, con las ganas de follar que tenia, para mi ella era la mas bonita de todas en ese momento, cuando el hombre traspasa la barrera de resistencia de una mujer se siente Dios, así me sentí yo, al sentir que la cabeza mía penetraba aquel orificio desconocido.
Amanda & Erika establecieron un rico 69 donde se exploraron y saborearon sus hechizos tropicales, aquella mini orgía superaba totalmente mis expectativas. la boca de pamela penetraba en aquel túnel que poco antes había pasado por mis labios, ver dos coños mamándose es algo inexplicable y mucho mas para un imberbe como yo. La raja de Erika era visible que era estrecha, aquel conejito era mamado por la experta boca de Amanda que recorrió de Norte a Sur hasta llegar a la punta del orificio del culo de Erika, sus dedos en forma circular, hacían pinitos en la entrada nupcial de Erika que hacia esfuerzos infructuosos por no dejarse desflorar por aquel látigo que era la lengua de Amanda.
Amanda tumbo todas las barreras que Erika le puso y sus dedos llegaron al fondo de sus entrañas, se perdían como si fueran un ancla que bajaba y subía, el taladro de la lengua de Amanda origino los gemidos más escandalosos en esa habitación.
Retornando a mi follada sentí aquel cuerpo indefenso en mis manos, la penetre con gusto, al sentir su humedad en mi falo, mi lengua se dirigió a esos pequeños senos que hacían pinitos para nacer, los pezones repuntaron como una flor mañanera, sus labios me buscaron y esta vez sin mediar nada mi leche se confundió con sus jugos
Aquella flaca no se dio por vencido y me acostó hasta conseguir lo que ella quería, sus labios duros y su cuerpo rígido delataron aquel orgasmo que terminaba con besos y a diferencia de Pamela, ella susurraba palabrotas sucias que hacían un efecto mortal en mis neuronas enfermas de sexo.
Mientras me recuperaba Pamela y Erika se deleitaban en mamarle el coño de Amanda, aquello coño que había producido docenas de pajas, lo estaba viendo se devorados a menos de un metro, me instale en el sexo de Erika que había sido follado previamente por Amanda.
De sabor más dulce y suave aquella raja tenia su encanto, mi pija comenzó a crecer y se instalo como si fuera buscando protección en el coño de la gordita de Erika, ella no se resistió a mi forcejeo, al contrario me recibió como si fuese su novio, ardientemente sentí como se tocaba su clítoris, mientras yo iniciaba el mete y saca, a diferencia de Pamela no me vine dentro de ella, buscaba tener fuerza para follarme a mi querida amiga Amanda.
Sin embargo para serle honesto no pude en ese momento, el timbre de la casa había sonado y desde la puerta se oyó la voz de la madre de Amanda, llegamos mi hija, ayúdanos a traer la compra del súper.
Con la rapidez que iniciamos tratamos de vestir, para mi fue fácil ponerme los jeans, la camisa y los tenis sin media y salir con Amanda ayudarla a entrar la compra del súper, mientras que las chicas malas de Pamela & Erika se arreglaron para lucir como unas santitas.
Me quede a cenar y aquel estudio fue testigo del circulo vicioso de estudio de Amanda.
Lamentablemente no pude repetir mi primer trío de hembras, con Erika tuve la oportunidad de seguirla follarla todo el verano hasta que se consiguió un tío que seria su novio oficial.
A la gordita de Erika, su plato aparte, mamaba tan bien que duramos hasta graduarnos, nunca fuimos novios, solo necesitábamos desahogar nuestra lujuria para follarnos gustosamente, inclusive fue mi real consuelo cuando termine con mi novia.
Todo este relato no se hubiera producido si al visitar a la clínica me encontré con el nombre de Amanda, me preguntaba si podíamos cerrar ese círculo que dejamos abierto.