Cuide a mis sobrinos
Tengo que cuidar a mis sobrinos y paso un rato muy divertido
Era una noche normal, mi esposo y yo estábamos cenando, platicábamos de cómo había estado nuestro día, cuando terminamos de cenar sonó el teléfono, mi esposo contestó. No me di cuenta con quien hablaba, pero él reía mucho, yo me puse a limpiar la cocina, mientras lo hacía pensaba en lo mucho que me había divertido los últimos días, había cogido con mi suegro, después con un tío, un amigo de mis papás, y con dos desconocidos.
Mi esposo me sacó de mis pensamientos al decirme que quien hablaba era mi primo Mario, que quería hablar conmigo, durante un rato hablé con él. Cuando acabé le dije a mi esposo, que Mario celebraba su aniversario de bodas el viernes, que quería llevar a su esposa a cenar y a bailar, y que no tenía con quien dejar a sus hijos, que si yo los podía cuidar, que yo le había dicho a Mario que sí, que por comodidad de sus hijos lo haría en casa de ellos.
Le pregunté a Arturo si me quería acompañar, pero me dijo que mejor él se quedaba en casa, esa respuesta me alegró mucho, los hijos de mi primo son Benito y Estefanía. Con Benito ya me había acostado, así que sería una buena oportunidad de coger otra vez con él.
El viernes iba a ir un rato a la oficina, pero ese rato se convirtió en mucho tiempo, había varias cosas que revisar, como a las 6 me desocupé, ya no me daba tiempo de ir a mi casa, ese día usaba brassier y tanga, blusa blanca, falda beige unos 15 centímetros arriba de las rodillas, tacones negros, me veía bien, me hubiera gustado llevar algún pantalón muy ajustado a casa de Benito ya que eso le gusta mucho a él.
Cuando llegué a casa de mi primo, él también llegaba, entramos saludé a su esposa, ella ya estaba lista para que se fueran, llamaron a sus hijos, primero llegó Estefanía, es una niña encantadora, siempre me he llevado muy bien con ella, después llegó Benito, él me vio noté la lujuria en sus ojos, esperaba que sus papás no lo notaran.
Ellos se despidieron y se fueron. Estefanía quería ver una película de una princesa, nos pusimos a verla mientras Benito se fue a su cuarto, durante un rato vi la película, la cual era demasiado aburrida, me fui a la cocina y preparé algo de cenar para mis sobrinos. Les llamé a cenar, Benito habló muy poco Estefanía fue quien estuvo platicando mucho, cuando acabamos de cenar Estefanía y yo seguimos viendo la película. Cuando la película acabo, le dije a Estefanía que era hora de dormir, eran como las 9 y media.
Cuando Estefanía se quedó dormida, fui a ver a Benito, él estaba viendo la televisión en su cuarto.
P –¿Qué pasa Benito?
B –Nada tía, estoy viendo televisión.
P –Oye debes de ser más discreto, pensé que tus papás se iban a dar cuenta que tenemos algo, me viste con muchas ganas.
B –Perdón tía, pero es que con esa falda se te ve un culote.
Yo comencé a acariciarme las nalgas.
P –¿Te gusta mi culo?
B – Sí mucho.
Me acerqué a él, comencé a besarlo, él estaba acostado en su cama, yo estaba sentada, él me jaló y me hizo acostarme, mientras me besaba mi sobrino me agarraba las nalgas, primero las acariciaba, después me las apretaba, después me daba nalgadas.
P –Así mi amor, nalguea a tu puta.
B –Ponte de perrito.
Me puse como me ordeno Benito, él se puso atrás de mí, me subió la falda, me bajo la tanga, abrió mis nalgas y pasó su lengua por mi ano.
P –Aaaahhhh que rico, sigue.
Él pasaba toda su lengua por mi ano, después lo hizo por mis nalgas, me agarraba las piernas mientras me chupaba. Después me hizo voltearme, paso toda su lengua por mis labios vaginales, después metía la punta de su lengua en mi concha, estuvo así un rato, hasta que su rica lengua llegó a mi clítoris, se puso a chupar ahí, yo gemía de tanto placer.
P –Así Benito, dame con tu rica lengua, mira como me tienes, sigue así.
No aguanté más y llegué al orgasmo.
P –Me vengo, como chupas.
Le llené la boca con mis jugos, yo estaba muy caliente, quería que ya me metiera su verga, pero fui a revisar que mi sobrina estuviera dormida, él me decía que no me fuera, le dije que iba a ver a Estefanía que regresaría en unos minutos. Fui al cuarto de ella, Estefanía estaba dormida, regresé al cuarto de Benito, cerré la puerta.
P –Desnúdate.
Él lo hizo, yo también me desnudé, me acerqué a él, tomé su verga, estaba un poco parada, le acaricié los testículos con las uñas, la vega se la paró un poco más, me agaché y me la metí toda en mi boca, se la empecé a chupar con muchas ganas, tenía tantas ganas de chupar una verga, llevaba todo el día caliente.
P –Que rica sabe tu verga.
Seguí chupando, mi lengua pasaba por toda su verga, él gemía, se la puse bien dura, me la saqué y me acosté en la cama abriendo lo más que pude mis piernas.
P –Vamos méteme esa vergota.
Él se puso arriba de mí, la tomó con su mano y me la paso por los labios vaginales, esto lo hizo varias veces, yo ya no aguantaba.
P –Ya métemela, ya no puedo más quiero toda tu verga dentro de mí, papi.
B –No puta, aún no.
P –Vamos pinche sobrino, estoy bien caliente, quiero verga.
B –Ruégame puta.
P –Vamos papi, te lo ruego, méteme tu verga.
Él me la metió poco menos de la mitad, me sonrió.
B -¿La quieres toda puta?
P –Sí por favor, méteme la verga, soy tu puta.
Terminó de empujarla toda, yo me empecé a mover de atrás hacia adelante, mis movimientos eran lentos y no eran largos, él me pidió detenerme, así lo hice, él me la saco casi toda, solo me dejó la punta, me la metió toda, lo repitió, me sacó todo menos la punta y después me metió su pito, esto lo hizo varias veces, yo sentía delicioso, cuando creí que debíamos hacerlo más rápido se lo dije.
P –Cógeme rápido, rómpeme con ese pito.
Él comenzó a moverse rápido, yo no me moví, cuando ya no aguantaba la excitación comencé a moverme igual de rápido que él.
P –Así, dale rápido a tu puta.
B –Toma puta, como me gusta tu cuerpo.
P –Mi cuerpo es tuyo, dame duro con tu gran verga.
Él me cogía delicioso, sabía que me deseaba mucho y en cada cogida me lo demostraba, no aguanté más y tuve un orgasmo.
P –Me vengo, que bien coges.
Él me aventó, por lo cual mi cuerpo quedó completamente acostado en la cama, me dio una nalgada muy fuerte, después otra, me dio algunas más, se agachó y me comenzó a chupar el ano, me dijo.
B –Tía me dejas metértela por el culo.
P –Claro Benito, dame por el ano.
B –Gracias tía.
P –En mi bolsa traigo lubricante anal, tráelo y revisa si Estefanía sigue dormida.
Benito fue a la sala que es donde se había quedado mi bolsa, cuando regresó al cuarto me dijo que Estefanía seguía durmiendo, empezó a lubricarme el culo, me metió un dedos, después dos, metió tres, me acomodé en cuatro y él me metió la verga, la metió por completo.
P –Aaaahhhh que rico.
B –Que rico aprietas tía culona.
P –¿Te gusta que tu tía tenga un culazo y poderte lo coger?
B -Sí tía de hermosas nalgas, que suerte tiene tu esposo dormir diario con un culo así.
P –Gracias papi, lo importante es que tu disfrutes de las nalgas de tu tía.
Seguimos cogiendo, su verga me abría muy rico, yo sentía delicioso, los dos gemíamos, nuestros cuerpos ya estaban sudando, el olor a sexo ya había llenado el cuarto, él me daba nalgadas, yo gemía más con cada nalgada que me daba.
B –Me vengo puta, me vengo.
P –Sí, siento como me estás llenando el ano de tu caliente leche.
Cuando terminó de venirse me la sacó, los dos nos acostamos, uno frente al otro.
P –Gracias por esta rica cogida que me acabas de dar mi macho vergudo, gracias por tratarme como a tu puta.
B –Gracias a ti tía, me gusta mucho coger contigo.
Benito se durmió, yo me levanté y me vestí. Fui a ver a Estefanía, seguía dormida, regresé al cuarto de Benito, lo desperté y le dije que se pusiera una pijama, se la puso, se acostó otra vez, abrí la venta, quería que se fuera el olor que dejamos con nuestra rica cogida.
Estuve un rato en la sala, llegaron mi primo y su esposa, me dieron las gracias, nos despedimos, yo me fui a mi casa, cuando llegué a mi casa mi esposo ya estaba dormido, yo me metí a bañar, era la madrugada, me quería quitar el olor a sexo para que mi esposo no se diera cuenta, después me fui a acostar a su lado, me dormí pensando en mi sobrino y lo bien que la pasamos estando juntos.