Cuidando de mi padre

- "No sabes el tiempo que llevo deseando verte asi" me susurró mientras el camisón resbalaba suavemente hacia mis pies

Empezar un relato con la serie de tópicos típica que se leen en muchos de ellos no es una buena entrada, pero no hay otra forma de comenzar a relatar mi experiencia.

Mario es la persona que me ayuda después del accidente de mi padre. Aunque entre nosotros había mucha complicidad y las conversaciones giraban entorno a cualquier tema sin resultar embarazosas no era el tipo de persona en la cual me fijaría para llegar a algo más. Algo como lo que sucedió aquella mañana. No era un chico especialmente atractivo y nada de lo que podría ofrecerme era algo especial distinto a lo que yo tenía ya en casa con mi marido.

No me he presentado todavía. Me llamo Sonia, tengo 35 años. Morena. 1'70. Fisicamente soy una chica normal.Por suerte o por desgracia no tengo cuerpo de modelo, pero es lo que suele pasar cuando te gusta comer y llevar una vida sedentaria.

Ese día me quede dormida. Me sobresaltó la llamada al timbre. Mi marido ya se había ido y no me había despertado como otras veces. Otra vez el timbre. Vista fugaz al despertador:las 8, la hora en la que venía Mario. De un salto en pie, y en dos pasos en la puerta.

  • "Buenos días Mario...lo siento, me he quedado dormida"

  • "Buenos días, no te preocupes, ha merecido la pena esperar...bonito camisón!" dijo ya por mitad del pasillo

Todos los días salía con la ropa de estar por casa, pero evidentemente aquella mañana fue diferente por las prisas. El camisón no era nada del otro mundo, pero con sus palabras me di cuenta del tirante juguetón que se había descolgado parcialmente por mi hombro

Mi padre nos saludó medio dormido, como solía estar generalmente. Después del accidente no había sido el mismo. Lo primero que solemos hacer es asearle, asi que, mientras Mario iba a por el agua yo me dedique a desnudarle

  • "Me parece que ese tirante está bastante travieso esta mañana" me dijo Mario dejando el recipiente con agua en la mesilla mientras yo sólo pude esbozar una media sonrisa.

La verdad que me empezaba a poner un tanto inquieta la situación porque en apenas 10 minutos sus dos observaciones fueron totalmente distintas a las de otras ocasiones y ese tirante estaba provocando lo que quizás también llevaba algún tiempo fantaseando

Alargó su mano y me ofreció una esponja. Mientras lavaba el pecho de mi padre se ausentó de la habitación, lo cual me tranquilizó momentáneamente. Una breve pausa ya que al levantar la mirada lo vi observandome desde la puerta. Un pensamiento fugaz: desde esa distancia y debido a mi posición y al camisón su visión de mi cuerpo debió de ser de una exhibición generosa por mi parte. De nuevo inquietud, pero con una sensación distinta. No se si os ha pasado alguna vez, pero mis pensamientos me evadieron momentáneamente de la situación, hasta que un roce me devolvió a la realidad. Un cosquilleo recorrió todo mi cuerpo. Mario se había acercado. Estaba frente a mi. Mis ojos persiguieron la yema de sus dedos deslizando hacia mi antebrazo el tirante del camisón. Nuestra mirada se cruzó un instante mientras se situó tras de mi y dirigía su mano hacia el otro tirante

  • "No sabes el tiempo que llevo deseando verte asi" me susurró mientras el camisón resbalaba suavemente hacia mis pies

  • "Esto no está bien Mario" dije sin mucha convicción

Sus dedos se deslizaron por mi espalda, recorriendola de abajo hacia arriba varias veces. Quise girarme, quise negarme...pero no pude. Sus manos estaban ya sobre mis bragas. Mientras su lengua recorría mi nuca y mi espalda mi ropa interior bajó hasta los tobillos. Sentí sus manos separando mis nalgas. Sólo abrí un poco más las piernas ansiosa por recibir su lengua.

Mi padre se había dormido e inconscientemente incliné mi cuerpo hasta apoyarlo encima del suyo. La lengua y los dedos de Mario comenzaron a penetrarme con increible facilidad

  • "mmmh...Sonia, esto está mejor de lo que me imaginaba" acerté a oirle con voz entrecortada mientras seguía chupandome la zona entre mi culo y mi vagina

Estaba tan excitada que recoloqué mi cuerpo y con el acierto involuntario de colocar mis pechos en una zona en donde comenzaron a rozarse con el miembro de mi padre en los suaves vaivenes ante la penetración de los dedos de Mario. Noté como se endurecía bajo mi piel. Levante una timida mirada y lo vi dormido. Nunca se me hubiera pasado por la cabeza aquello, pero en aquel momento lo desee con todas mis fuerzas. Volví a acomodarme situando mi cabeza en el vientre de mi padre y saque la lengua buscando el contacto con su pene. Lo relamí despacio para después introducirla por completo en mi boca, donde terminó de endurecerse, volví a relamer la punta y baje suavemente hacia sus testículos.

Debido a mi mamada mi padre se movió, lo que hizo que me quedara inmovil un instante siendo consciente de la inimaginable realidad: se la estaba chupándo a mi padre mientras Mario me masturbaba.

  • "Sigue chupándosela asi que parece que sigue dormido" No me había dado ni cuenta que Mario no seguía tras de mí. No se cuanto tiempo llevaría, pero estaba frente a la cama, desnudo y grabando la situación con su teléfono..."Joder Sonia!, quien lo diría, de todas las situaciones que he imaginado contigo no me había planteado esta ni de coña!! menudo subidón!!" dijo sonriendo

Mis ojos dejaron la visión general de la situación para fijarse sólo en su pene, mientras sólo acerté a balbucear

-"Qué...qué estás haciendo con el móvil?"

  • "Tranquila Sonia, esto será...para jugar más adelante" me contestó mientras se dirigía hacia la mesilla a colocando el móvil de pie sobre ella

No me gustó demasiado la idea de ser grabada, imaginando cosas quizás exageradas, asi que me incorporé y me dirigí frente a él

  • "Tranquila, es para consumo propio mujer...menudas tetas tienes por dios...que lujo!!" dijo mientras comenzó a acariciarlas.

Mis pezones acogieron con gozo las caricias y se endurecieron más de lo que ya estaban al contacto con su lengua. La incomodidad causada por la grabación con el móvil fue vencida de un plumazo por el placer. Giré la mirada a la cama donde dormía mi padre y pude se consciente, por primera vez, el tamaño considerable que tenía su polla que permanecía semi erecta. Las manos de Mario cogieron las mías y las llevaron hacia la suya. Comencé a masturbarle suavemente. Levantó su cabeza y nos besamos

  • "Chúpamela.." me susurro

Me puse de cuclillas y alcance la punta. Sentí sus manos en mi cabeza empujando hacia él. Se introdujo prácticamente entera dentro de mi boca. Una vez, dos veces, tres veces...empezó a incrementar el ritmo. Yo se lo frené haciendo una pequeña resistencia con mi cabeza ante el movimiento de sus manos

  • "No seas ansioso, esperate un segundo y dejame hacerte disfrutar un poco más" le dije mientras me ponía de pie. Yo mismo me autosorprendi con aquellas palabras

  • "Es que me tienes ahora mismo encendido Sonia"

Me besó de nuevo y se tumbó sobre la cama

  • "Chúpamela de nuevo anda...déjame acabar" me insistió

Me tumbé entre sus piernas y lamí sus testículos. Recorría los centímetros de piel lentamente, deteniéndome sobre su frenillo y masturbándolo entre mis dos labios, eso le encantaba a mi marido Juan. Baje una de mis manos hacia mi clítoris. Deseaba tenerla dentro, pero seguí comiéndosela. De nuevo sus manos sobre mi pelo. Su cuerpo se tensó. Sus gemidos se aceleraron. Llegaba el momento. No tenía mucho ánimo a que se corriera en mi boca, nunca lo había querido experimentar con mi marido, pero en esa situación ni pude, ni seguramente quise apartarme. Me penetré con mis dedos con fuerza cuando noté el primer chorro sobre el paladar. Segundo sobre mi lengua. Segui lamiendo su glande mientras terminaba de eyacular. Fue una cantidad grande. Su semen caía entre mis labios por su pene hasta la mano que masajeaba su escroto. Ya no hacía la leve presión en mi cabeza asi que la volví a recorrer entera bajando hacia abajo recogiendo con mi lengua todo su semen.

Yo había dejado de masturbarme para volver a acariciarle a él. No había terminado y lo necesitaba

  • "Necesito sentirla dentro" le dije mirándole. Me volvieron a sorprender mis palabras.

Él no dijo nada, sólo miró hacia la cama de mi padre y se incorporó levantándome a la vez.

  • "Ahí tienes un buen ejemplar..."

  • "Pero no puedo hacer eso..."

  • "Ya puedes hacer cualquier cosa Sonia...estás deseando hacerlo..."

Mario cogió aceite corporal y lo derramó sobre la polla de mi padre. A continuación me cogió la mano y la puso sobre ella. Ante mis caricias se endureció bastante más rápido que antes. Me subi a la cama. Me arrodillé delante de él. Mario volvió a coger el aceite y derramó una pequeña cantidad al final de mi espalda. Pude sentir cómo resbalaba hacia debajo.

Lleve con mis dedos la punta del pene de mi padre hacia la entrada a mi vagina. No hacía falta el aceite pues yo estaba ya muy excitada. Tuve una sensación extraña, pero la situación se me había ido tanto de las manos que mi cuerpo no quería echarse atrás. Quizás mi mente tampoco. Sólo una pequeña sensación de culpa. Baje lentamente mi cuerpo hacia mi padre, mientras su polla iba entrando en mi. Cerre los ojos repitiendo el movimiento: un poquito más adentro. Otra vez. Y otra vez. Apoye mis manos en su pecho y lo miré. Seguía en su estado de semi-inconsciencia habitual. Incrementé un poco el ritmo al tiempo que incrementaban mis jadeos. No me había olvidado de Mario que seguía de pie al lado de la cama mientras me acariciaba. Sus manos en mis pechos me volvían loca de placer. Volví a incrementar más el ritmo buscando el orgasmo que deseaba desde hacía un rato. Mario se situó detrás de mi. Noté sus manos abriendome las nalgas. Su dedo recorrer entre la raja juguetenado con el aceite corporal hasta llegar a la entrada de mi culo. Una leve presión y su dedo entró con facilidad. Me estremeció. Tampoco lo había querido probar antes y la sóla idea de sentir ese dedo en mi interior me iba a provocar el orgasmo. Un segundo. Mario de nuevo a mi lado recorriendo con su lengua mi pezón. Uno de sus dedos en mi ano. Y llegó mi orgasmo. Inmediatamente después llegó la corrida de mi padre en mi interior. Estaba cansada. Jadeante. Mario no paraba de mover sus dedos. Seguramente ya sería más de uno dentro. Me recosté sobre mi padre.

  • "Uf madre mía...yo la tengo de nuevo dispuesta. Ahora es mi turno"

Mire a Mario. Volvía a tener su polla tiesa. Sentí flácida la de mi padre bajo mi vientre. Me deje llevar. Sentí a Mario sobre la cama. Levante ligeramente mi culo. Me sujetó de la cintura

  • "Relajate, me toca disfrutar..."

Ese "me toca disfrutar" resonó en mi cabeza y volvió a encender mi cuerpo. Note la punta introducirse en mi ano. Sorprendentemente le costó muy poco hacerse camino hacia mi interior. Una ligera envestida

  • "Madre mía Sonia...madre mía"

Me recosté sobre mi padre. Su polla resbalaba sobre mi clítoris mientras la volvía a sentir endurecerse. Su respiración relajada cerca de mi oreja me excitaba. Mario llevaba el ritmo a la conveniencia de su placer. Por momentos sus movimientos se aceleraban y al rato prácticamente no se movía. No acertaba a entender lo que decía entre jadeos

Me incorpore levemente hasta situar el miembro semirigido de mi padre dentro de mi coño. Dos sacudidas más de Mario y llegó de nuevo mi orgasmo. Me quede inmovil mientras Mario se corría dentro de mi. Estaba cansada.

Mario se bajó de la cama y se acercó a mi cara. Saco su lengua y lamió mis labios. Mi lengua se encontró con la suya.

  • "Me tengo que marchar ya ¿te importa que me de una ducha rápida?" Cogió el móvil y se fue hacia el aseo

Yo también baje de la cama. Mi padre estaba lleno de semen por su corrida y la de Mario en mi, asi que me esmeré en limpiarlo con la esponja

  • "Sonia, ¿me puedes traer una toalla por favor?"

A medida que caminaba hacia el aseo empece a oir unos jadeos que se hacían más nítidos cuanto más cerca estaba. Antes de entrar me reconocí en ellos ya que se oía hablar a Mario. Al entrar me esperaba desnudo mirando el movil sonriendo

  • "Es que mira cómo me pones!" me dijo mientras se agarraba de nuevo la polla erecta con la mano "este video es buenísimo!!"

  • "Qué vas a hacer con él Mario, por favor..."

  • "Tranquila Sonia, ya te he dicho que es para consumo personal. No creo que lo necesite para nada más"

  • "No crees?" "Qué significa no crees?"

  • "Mujer...tranquila. Confia en mi cojones. Te quiero para mi"

Se terminó por acercar él a mi. Sus manos volvieron a coger las mías e hizo que comenzara a masturbarle. Nos miramos a los ojos. Volvió a lamer mis labios con su lengua. Nos besamos de nuevo. Sus dedos volvieron a descolgar los tirantes del camisón con el que me había vuelto a vestir de nuevo, que cayó deteniendose en mi cintura. Mi mano incrementó el ritmo mientras me masajeaba los pechos. Empezaba a excitarme de nuevo, pero estaba aturdida por sus últimas palabras y por los gemidos que salían desde su móvil. Sus manos empujaron de mis hombros hacia abajo y me agache despacio hasta ponerme de rodillas. Casi sin tiempo para acercar mis labios una descarga de semen cayo sobre mi pecho.

  • "No te ofendas Sonia, pero no tenía esta percepción sobre tí. Mira que tenía ganas de engancharte, pero has superado todas mis espectativas. Nos vemos mañana"

Sentí la puerta de la calle cerrarse. Me prepare un baño y me masturbe de nuevo pensando en la situación que se había producido y que se me planteaba a partir de este momento...