Cuidados especiales

Atenderlo durante un accidente será más placentero de lo que imaginó.

Cuidados especiales

Regresaba a casa después de un pesado día de trabajo cuando un conductor ebrio se abalanzo sobre mí con su auto golpeándome en la cabeza. Desperté tres días después en el hospital con las piernas y los brazos quebrados y completamente mallugado, me dijeron que tenía suerte de estar vivo ante un accidente tan severo.

Lo único que sabia en ese momento es que todo me dolía. Por supuesto mi familia estaba acompañándome, sin embargo verme en tal estado hizo que entrara en una pequeña depresión, sabía que pasaría mucho tiempo en recuperarme.

Después de algunas semanas, el medico me dio de alta para seguir con mi recuperación en casa, es aquí donde los acontecimientos toman un rumbo inesperado.

Yo vivía con mi esposa y su madre desde que me case con mi mujer hace 4 años, con todos los gastos médicos mi esposa trataba de ocuparse la mayor parte del tiempo posible de mis cuidados, sin embargo durante el día tenia que trabajar para salir adelante con los gastos mientras yo me recuperaba. Así que durante el día mi suegra Julia se encargaba de atenderme, mi esposa en algún momento propuso contratar una enfermera, sin embargo su madre la persuadió diciéndole que no había ningún problema y que ella me atendería así nos ahorraríamos un mayor gasto.

Los primeros días en casa fueron bastante difíciles adormecido la mayoría del tiempo por los fuertes medicamentos, recuerdo con horror el momento en que sentí necesidades de ir al baño y fui incapaz de moverme de la cama. Mi esposa y mi suegra eran muy compresivas y se empeñaban en ayudarme de la mejor manera.

Adormecido aun por los medicamentos que me suministraban para controlar el dolor, podía darme cuenta de que mi esposa y mi suegra se turnaban para ayudarme en mis funciones corporales, comprensivamente tomaban mi pene en su mano y me ayudaban a dirigir mi orina hacia un contenedor, cuando sentía necesidad de evacuar los sólidos, comprensivamente me ayudaron con un contenedor para esto, incluso me aseaban después.

Pronto esto se convirtió en una rutina, mi esposa me hacia el desayuno, me alimentaba y con un suave beso en los labios, marchaba a su trabajo, mientras mi suegra permanecía en casa ocupándose de mi.

Mi suegra entonces traería al cuarto una cacerola con agua caliente y me daba un fresco baño de esponja. Debo agregar que cuando me trajeron a casa del hospital y ante la dificultad de cambiarme de ropa, mi esposa y me suegra acordaron que seria mas fácil si me dejaban desnudo.

Después de algunas semanas, la dosis de los medicamentos empezó a hacerse menor, dándome cuenta de todo cuanto sucedía a mí alrededor y de que mi suegra se ocupaba de atender mis necesidades.

Recuerdo claramente el día que mi suegra igual que todos los días entro en mi habitación con la cacerola de agua caliente para darme el baño.

Ella se sentó, como de costumbre y bajo la sabana que cubría mi cuerpo hasta la cintura, y empezó a limpiar mi cara y cuello con la esponja, luego descendió limpiando mi pecho. Remojando la esponja, mi suegra aparto mas la sabana, quitándola de mi cuerpo, y como siempre empezó a limpiar mi ingle.

Pero esta vez no sentía tanto dolor, y las sensaciones de la forma en que limpiaba mi verga y mis bolas, pronto tuvieron un nuevo efecto. Empecé a sentir los indicios de una erección.

Sin mirarme, mi suegra continuo lavando mis partes intimas, aun cuando mi verga empezó a crecer y ponerse dura, había sido tanto tiempo sin ningún sentimiento sexual, que repentinamente a sentirme agobiado de deseo, con mi verga completamente erecta, mi suegra levanto su vista y me miro directamente a los ojos y sin decir una palabra, acaricio mis pelotas, envolviendo su suave mano alrededor de mi duro miembro, me sentí estremecido y sacudido de placer.

Aun sin decir una palabra, pero con su mirada fija en la mía, mi suegra empezó a bombear lentamente mi verga, llevándome rápidamente a un estado de delirio, me encontraba allí impotente, incapaz de moverme, mientras mi suegra apretaba mas fuerte mi verga entre su mano y aceleraba el ritmo, ante la intensidad del momento, sentí como mi cuerpo se tensaba a punto de explotar de pasión, mi suegra sabia muy bien lo que hacia, y en el momento máximo esta inclino su cabeza y empezó a chupar ardientemente mi verga, estalle disparando potentes y abundantes cantidades de semen acumulados por tanto tiempo en su caliente boca.

MI suegra continúo mamandome y trago todo mi semen, mientras yo gemía fuertemente ante tan inmenso placer, empecé a temblar del esfuerzo y ante la satisfacción tan grande de lo que acababa de suceder. Era incapaz de hablar, no sabia que decirle a mi suegra. Por suerte ella hablo primero "Creo que debemos mantener lo que sucedió como nuestro secreto, esta de acuerdo?"

Todo lo que pude hacer fue cabecear afirmativamente, mientras sentía como el cansancio llegaba a mi aun golpeado cuerpo y empezaba a quedarme dormido.

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