Cuidado con las brasas

Algunas "brasas" pueden ser muy molestas pero otras pueden ser de lo más placenteras...

Cuidado con las brasas

¡Beep, beep! Sonó el móvil de Gabi. Aparto su vista del ordenador y miro el mensaje que acaba de recibir.

“K pasa maricona xd” le había escrito su amigo Lucas con su habitual mala ortografía.

“Na, subiendo el trabajo que me faltaba que por fin lo he acabado” le respondió. Gabi era estudiante de comunicación audiovisual y se había pasado el último mes enfrascado en la edición de un proyecto audiovisual para una asignatura. En cuanto lo subiese empezarían sus vacaciones.

“Guay, ya me ensenaras xd”

“Va”

“Vamos a ir luego de marcha, te apuntas” pregunto a pesar de omitir el símbolo de interrogación.

Gabi volvió a posar la mirada en el ordenador. Se fijo en la fecha. Hacia justo mes y medio que lo había dejado con su ex después de más de un año de relación. Fueron muy felices juntos, pero debido a sus caracteres y diversos problemas más la relación se había resentida, detonando en que cortara con ella en un momento de calentón. Cuando intento arreglar las cosas ella se negó a hablar con él y desde entonces no habían vuelto a verse o a hablarse.

“Venga k no s t ve el pelo puta xd” le envió al ver su tardanza en responder.

“Va, luego me dices la hora” respondió finalmente. No estaba de humor para fiestas, pero necesitaba despejarse y olvidarse de la universidad y quizás de su ex.

  • ¡Que te equivocas de baño! Le dijo con sorna Lorena a su amiga mientras la cogía por los hombros para dirigirla a la puerta correcta.

  • ¡Ups! Iba mirando al móvil y no me he dado cuenta – dijo Itziar a modo de excusa.

  • Ya, ya, ¿seguro que no ha entrado un buenorro y has querido hacerle un favor? – le soltó su amiga divertida.

  • Que tonta – le respondió con una media sonrisa y un movimiento de negación con la cabeza.

  • ¿Sigues depre? Le pregunto Lorena preocupada.

  • Un poco… respondió cabizbaja.

-Pues tengo buenas noticias, ¡esta noche salimos todas de marchuki! – dijo medio bailando.

  • Lore, sabes que yo…

-Siii, sé que no te gusta mucha salir de fiesta, pero casi nunca salimos todas juntas y me ha costado bastante convencerlas. Además lo hacen por ti, porque les preocupas. Así que se buena y di que si – dijo sonriendo.

Con esos argumentos, a Itziar no le quedo más remedio que asentir, para alegría de su amiga.

Eran las 12 y media y Gabi y sus amigos llegaron por fin a la cola. Habían decidido ir a una famosa discoteca de Madrid que era bastante grande y tenía fama de que siempre iban chicas fáciles. Delante de ellos había un grupo de chicas bastante normalillas que no paraban de hablar y reírse de forma escandalosa debido a su evidente estado de embriaguez. Gabi se fijó en la más perjudicada y cercana a él. Era una morena bajita con un vestido rojo con escote palabra de honor muy apretado que hacía que casi se saliesen sus enormes pechos. La joven se fijo en el y sonrió. Gabi era rubio, con pelo largo y ojos azules por lo que siempre llamaba la atención entre las chicas.

  • Me he tomado cuatro cubatas ya – le dijo al joven orgullosa de sus logros.

  • Vaya nadie lo diría - respondió él irónico. Ella se rio y empezó a hablarle de cosas sin sentido y a presentarle a sus amigas a sus amigos. El intento escapar de esa chica tan brasas mirando a otras personas de la cola y se quedo helado.

  • ¡Mierda!

  • Mira ese que culo tiene – le dijo Lorena a su amiga tras llamarla la atención.

  • Estas mas salida… – rio Itziar.

  • Anda no seas remilgada, esta noche tu sales de aquí con un buen maromo como que me llamo Lorena.

Itziar rehuyó la mirada de su amiga para evitar contestarla, miro hacia atrás para ver como de larga era la cola y su corazón le dio un vuelco.

-¡Mierda!

-¿Qué pasa?

-¡Gabi está ahí! – dijo Itziar al señalar con la cabeza donde estaba su ex novio.

-¿Qué pasa? – le pregunto Lucas a Gabi.

  • Joder que mi ex está ahí adelante, en la cola.

  • Jajaja ¿no jodas? Bueno así te follas a esta zorrita delante suya jajaja – dijo su amigo que también iba bastante entonado. El corazón de Gabi latía a mil por hora debido a la imagen de su ex. Estaba preciosa vestida con una falda negra y una camiseta morada con un escote en forma de círculo central que dejaba mucho a la imaginación. Su cabeza se llenaba de pensamientos mientras la brasas del vestido rojo no para de hablarle.

  • Jo tía que mala suerte – le dijo Lorena consciente del mal trago que estaba pasando su amiga. Tú pasa de él, hemos venido a divertirnos y es lo que vamos a hacer. Itziar guardo silencio mientras su cabeza se llenaba de dudas.

La discoteca era bastante grande con forma ovalada. A los lados se encontraban las barras donde ponían copas, en el centro había una pista de baile y un escenario donde el  DJ se encargaba de pinchar la música más popular del momento, por lo general pachangueo. Al fondo había un pasillo con sillones y en la planta de arriba se encontraban los reservados y los baños. Debido a la hora y al tamaño de la sala aun estaba bastante vacía. Itziar se fue al baño sola mientras sus amigas cogían sus bebidas, ya que ella no era muy de beber. Para su consternación había una cola enorme para el aseo, pero lo peor fue cuando Gabi se puso en la cola de los chicos a escasos metros de ella y se miraron incómodos. Pensó en irse y volver en otro momento pero tenia muchas ganar de mear y justo detrás de ella se coloco una tetona con vestido rojo que se puso a darle la murga.

  • ¿Has visto lo bueno que esta ese rubio? – le pregunto la morena señalando a Gabi. No me importaría comérmelo para saber cuánto jajaja – rio la borracha ante su propia ocurrencia.

“¡Que plasta!” pensó aun mas incomoda si cabe y nerviosa por la idea de ver a Gabi con otra. Encima tenía razón, su ex estaba guapísimo con sus vaqueros ajustados y su camiseta negra de pico. Por suerte la cola de los chicos avanzo y Gabi entro al baño.

Tras mear se mojó la cara y se miró al espejo. Había accedido a salir para despejarse y no comerse la cabeza pero la presencia de Itziar estaba produciendo el efecto contrario. Y lo peor es que su amiga Lorena estaba allí y sabía perfectamente lo que la incitaría a hacer. No sería capaz de soportarlo, así que decidió salir para dejar las cosas claras.

Nada más salir se topo de frente con Itziar que estaba esperando a la puerta del baño. Se miraron con una mezcla de seriedad y tristeza.

  • Hola – dijo él.

-Hola.

  • Mira, sé que no hice las cosas bien pero…

Itziar no soportó la forma que él inició la conversación justificando el haberla dejado y le entro un cabreo enorme. En ese momento salió la ocupante del lavabo de chicas y ella entró dejándole con la palabra en la boca. Realizó la misma operación que Gabi anteriormente y se dijo a si misma que si quería reconquistarla tendría que arrastrase. Salió del baño con la cabeza bien alta dispuesta a jugar con él pero le encontró hablando y riendo con la pechugona brasas de antes.

-Por cierto me llamo Sonia – se presento ella.

  • Yo Gabi - dijo el sonriéndola para luego mirar a Itziar.

  • ¿Tu no bebes? – le pregunto con la lengua medio trabada.

  • La verdad es que soy más de bailar.

  • ¿Y se te da bien? – le pregunto ella de forma seductora.

  • Luego te lo enseño - le dijo guiñándole un ojo para luego mirar de soslayo a Itziar antes de irse.

La joven estaba furiosa. Primero había ido a hablar con ella y después se pone a coquetear con otra. Pues si quiere guerra la tendrá pensó ella. Se reunió con sus amigas que estaban ya acabándose sus cubatas y bailando con un grupo de chicos. Lorena estaba con un chico moreno muy guapo con barbita y el pelo de punta.

  • Mira Itziar te presento a Miguel.

  • Encantada – dijo ella dándole los dos besos de rigor.

  • El gusto es mío - dijo él con una sonrisa y repasándola de arriba abajo con la mirada.

-Esta bueno ¿eh? – le pregunto Lorena a Itziar al oído mientras le miraba.

-La verdad es que si, ¿A este también te lo vas a tirar en un portal? – le pregunto divertida.

-Que zorra jajaja eso solo fue una vez, aunque no me importaría repetirlo – dijo volviendo a repasar al joven con la mirada. Pero sinceramente prefiero que seas tú el que le dé un repaso.

-¿¡Yo!? Si yo nunca me he liado con un tío que no conociese, además Gabi…

  • ¡Que le den a Gabi! El cortó contigo ¿recuerdas? Además, seguro que  se estará liando con alguna ahora mismo mientras tú sufres por él.

Itziar rememoró el coqueteo de Gabi con la pechugona  y su orgullo pudo más que sus sentimientos.

  • Esta bien, hablaré con él pero no te prometo nada.

  • Jajaja con que me agradezcas mañana los orgasmos que te de él morenazo me vale.

-Tonta jajaja.

Estuvieron un buen rato charlando y bailando juntos pero no revueltos, sin embargo la discoteca poco a poco se fue llenando por lo que cada vez estaban más juntos. Miguel se envalentonó y se puso a bailar mas pegado a Itziar, ella al principio le rehuyó, pero Lorena que estaba al tanto de lo que sucedía la empujo hacia él. Itziar tuvo que admitir que el chico era muy majo y además bailaba muy bien por lo que se dejo llevar poco a poco. Sin que se dieran cuenta se separaron del grupo principal mientras bailaban cada vez mas pegados.

Gabi no podía parar de pensar en Itziar, había montado el numerito con la pechugona para darle celos por haberle dejado con la palabra en la boca pero no había funcionado porque no la había vuelto a ver. Decidió ir a buscarla antes de comerse más la cabeza para solucionar las cosas, además la discoteca se estaba llenando y pronto seria como buscar una aguja en un pajar. Tras diez minutos de búsqueda la encontró bailando con un chico que no había visto en su vida. Sintió en ese momento una mezcla de celos y tristeza. ¿Cómo podía hacer eso cuando lo habían dejado hace tan poco y sabiendo que podría pillarla?

Itziar se dio la vuelta mientras bailaba y le vio quedándose paralizada. Sus miradas se encontraron la de él cargada de impotencia y la de ella triste y abatida. Antes de que ninguno pudiese reaccionar apareció el elemento estrella de la noche.

-¡Vaya! A ti te andaba yo buscando – dijo Sonia cogiéndole el brazo a Gabi de forma juguetona. Me habías prometido un baile sino me equivoco.

Gabi volvió a mirar a su ex cuya atención estaba siendo reclamada por Miguel a pesar de que ella estuviera más pendiente de Gabi.

  • Te dije que te lo iba a enseñar y eso voy a hacer – sentencio el joven rubio mientras miraba a su ex de forma severa. Tras decirlo se puso a bailar con la ebria morena de forma sensual, mucho más pegados de lo que lo estaban Itziar y Miguel, agarrando a Sonia de la cintura mientras ella lo abrazaba por el cuello.

Itziar, al ser consciente del juego que estaba llevando a cabo su ex, decidió ganarle en su propio terreno, por lo que reanudo su baile con el moreno pero ahora si mucho más sensual, acariciando su cuerpo mientras bailaba, moviendo las caderas y seduciendo a Miguel con la mirada. Gabi decidió subir las apuestas y se situó detrás de Sonia arrimándole la cebolleta. La morena entregada totalmente a su pareja de baile se agacho mientras movía el culo y lo restregaba contra su paquete al más puro estilo twerking.  Itziar no quiso quedarse atrás y sin pensar mucho en las consecuencias arrimo a Miguel a su espalda mientras bailaba y cogió sus manos para guiarle en las caricias del baile, haciendo que las manos del joven recorrieran su vientre, sus caderas y su cintura. También noto el aliento de su compañero de baile en el cuello y su paquete pegado a su culo. Acto seguido Gabi posó sus manos en el culo de le morena llegando a subir ligeramente la falda del vestido acariciando la parte más alta de sus desnudos muslos. Ninguno de los era consciente de las consecuencias de lo que hacían, solo querían que fuese el otro quien se rindiese y aceptara que no podía ver al otro en manos de otra persona, pero ninguno de los dos quería dar su brazo a torcer. Itziar estaba empezando a notar como el calor, lo celos y la excitación  que le estaba provocando Miguel al besarla el cuello, hacían mella en ella y no quería cometer una tontería. Tras pensárselo unos instantes decidió arriesgarse y jugárselo todo a una última carta llevándose al moreno al pasillo de los sillones, donde las parejas daban rienda suelta a su pasión.

Se sentó en el extremo de uno de los sillones y Miguel se sentó a su lado. Sin embargo el joven no era consciente de que simplemente le estaban utilizando para poner celoso a alguien, por lo que no se limitó a sentarse. Itziar que esperaba ansiosa a que Gabi entrara arrastrándose, sintió como la mano izquierda se deslizaba desde su rodilla derecha hasta el nacimiento de sus muslos pasando por debajo de su falda.  El osado Miguel remató la jugada inclinándose y besando delicadamente el cuello de su conquista. La confusa Itziar no pudo evita ponerse muy cachonda, una parte de ella quería dejarse llevar pero otra solo quería que no fuese Miguel quien le estuviera regalando esas caricias. Fue en ese momento de conflicto cuando vio a Gabi que traía de la mano su ebria compañera y se sentaron en el sofá de enfrente. Itziar se fijo en la cara de dolor de su ex justo antes de que la pechugona se colocase encima de él y empezase a besarlo con voracidad. Itziar no se lo pensó ni un segundo más y se entregó a los labios de Miguel. Mientras se enrollaban con Sonia y Miguel, los ex no paraban de mirarse e intentaban subir el tono. Gabi subió la falda de Sonia y le acaricio el culo llegando hasta el límite de su sexo. Itziar beso el cuello a su amante mientras este acariciaba ya su sexo sin impunidad por encima del tanguita. Gabi desesperado y excitado bajo el escote del vestido de Sonia mostrando unas tetas de la talla 95. Mientras acariciaba una con su mano derecha, su lengua se encargaba de describir círculos sobre el endurecido pezón izquierdo de la joven que jadeaba ya de placer. Itziar sintió como la otra mano de Miguel le desabrochaba y bajaba el sujetador. Fue entones cuando aprovecho el singular escote circular de su camiseta para sacar su pecho derecho por él, para a continuación succionarlo con avidez y arrancándola un gemido. Sonia harta de de su papel pasivo, desabrocho los pantalones del rubio y saco con esfuerzo el duro miembro del joven para poder masturbarlo.

Itziar, con su mano derecho encima de los calzoncillos de Miguel mientras le sobaba el paquete y con un dedo del joven acariciándole el clítoris, tuvo un momento de lucidez. No quería ver lo que estaba sucediendo en el sofá de enfrente, era demasiado para ella. Pudo incluso con su excitación, por lo que apartó a Miguel y excusándose en que necesitaba aire se colocó el sujetador y el tanga y salió corriendo con Miguel detrás.

  • ¡Para! – le dijo Gabi a Sonia. Aquí no, que hay mucha gente, vamos afuera y buscamos un sitio mejor.

  • Como quieras – le respondió la pechugona quien entre el alcohol y la excitación no le hubiera importado ni haber follado en medio de la pista de baile.

  • ¿Estás bien? – le preguntó Miguel a Itziar una vez fuera.

-Si… Solo necesito que me dé el aire, no estaba a gusto ahí dentro.

  • Ah bueno, pensaba que te había pasado algo grave… Oye voy a ir a mear detrás de aquellos arboles, ¿estarás bien aquí sola?

  • Si no te preocupes – le respondió con una sonrisa forzada.

  • ¿Bueno y donde quieres hacerlo? Tienes condones ¿no?

  • SI, si, no te preocupes – le dijo Gabi que acababa de divisar a su ex. Tú mira por allí a ver si ves algún sitio apartado y yo busco por el otro lado, nos vemos aquí en cinco minutos.

  • Estupendo – dijo ella despidiéndose con otro beso cargado de alcohol.

Cuando se aseguró que se había ido, se dirigió hacia Itziar, que lo acababa de ver y le estaba esperando cabizbaja. Harto ya de los juegos y las medias tintas decidió tomar la situación por los cuernos.

  • ¿Y bien? ¿Hasta dónde vamos a llegar? ¿Tan difícil es que nos sentemos a hablar de lo nuestro? ¿Por qué recurrir a esto?

  • Contigo todo es difícil, TÚ eres quien ha empezado a tontear con esa fulana y si no lo recuerdas, ¡gracias a ti ya no hay un nuestro!

Gabi podía haber hecho muchas cosas, esas palabras habían sido muy dolorosas pero comprendió que también eran ciertas, por lo que por primera vez en mucho tiempo se trago su orgullo y …

  • Lo siento.

-¿Qué? – pregunto Itziar sorprendida.

  • Que lo siento – dijo el de forma sincera. Siento haber sido tan orgulloso y cabezón, siento no haber sido capaz de sentarme a hablar de nuestros problemas contigo y sobre todo siento la decisión que tome hace mes y medio.

Itziar no estaba preparada para ese ataque de arrepentimiento que la dejó prácticamente desarmada, tenía unas ganas locas de lanzarse a sus brazos y besarlo pero también era consciente de que habían pasado muchas cosas y había sufrido mucho. Ante la indecisión de su ex, Gabi probó a tocarle el brazo pero en ese momento ella se giró para apartarse y lo que entro en contacto con su mano fue el pecho izquierdo de Itziar. Ambos se quedaron de piedra esperando la reacción del otro. Gabi no pudo aguantar más el calentón que tenia acumulado y le amaso el pecho con firmeza. Itziar que aun seguía con su conflicto interior le dio una sonora bofetada a pesar de arrepentirse inmediatamente. Gabi se llevo la mano a la cara, la miro con lujuria, la agarro de los hombros y la arrincono contra una pared cercana. Era la primera vez que estaban tan cerca desde que rompieron, se miraron a los ojos y ya no hicieron falta más palabras. Se fundieron en un tórrido beso en el que cada uno buscaba con ansias la boca del otro. Sus lenguas recorrían cada recoveco y sus manos se movían como si quisiesen superar un record mundial. Desafortunadamente se les corto el rollo cuando vieron acercarse a sus respectivos amantes. Instintivamente se ocultaron a la vuelta de la pared donde había unos contenedores de plástico y cartón.

Miguel llego al punto donde habían estado ellos segundos antes pero no vio a Itziar a quien busco con la mirada y a voces. En ese momento llegó Sonia donde estaba el y empezaron a hablar pero debido a la distancia  y al ruido de la disco ni Gabi ni Itziar podían oírles. De repente Sonia se rio y debido a su estado dio un tras pies. Hubiera caído de no ser por Miguel que la sujeto con firmeza, pero no contento con ello la acerco a él y la beso.

  • Vaya con tu ligue, se nota que le gustabas – le dijo Gabi a Itziar con sorna.

Sonia se abalanzo hacia él y lo beso con ferocidad mientras le cogía sus manos y se las ponía en el culo.

  • Si, no como la tuya que solo tiene ojitos para ti - le devolvió Itziar la coña.

Ambos observaron hipnotizados como sus amantes se daban el placer que minutos atrás les habían dado a ellos. Sonia empujó a Miguel hasta un coche y le sobo el paquete a conciencia mientras él le lamia sus enormes tetazas. La escena estaba haciendo que la temperatura de Itziar aumentara de sobre manera, se fijo en su chico que tenia la boca seca y el pantalón abultadísimo y no pudo evitar manoseárselo. El perplejo y excitado la atrajo hacia sí y le dio el beso que había estado deseando darle desde hace semanas. Sus manos volvieron a atacar a sus zonas más erógenas pero esta vez no hubo una respuesta violenta. Al igual que hacían sus amantes mientras él le comía sus pechos, ella masturbaba con habilidad al joven. Sin poder resistirlo más ella se agacho y empezó a besarle el pubis, el tronco y el glande de su dura polla.

-La echaba de menos – dijo antes de empezar a practicarle una excelente mamada al joven que gemía de placer. Ambos miraron a sus amantes, ella estaba desnuda ya despatarrada en el capó del coche mientras él con los pantalones en los tobillos la besaba a la vez que sacaba y metía sus dedos del coño de Sonia. Gabi levanto a Itziar y la puso contra la pared, se agacho tras ponerse una pierna de ella encima de su hombro saboreo su clítoris mientras su dedo índice exploraba las cavidades más profundas de su chica. Itziar bufaba de placer pero pronto fue eclipsada por los gritos de la borracha que estaba siendo follada con furia encima de un coche.

  • No nos pueden ganar - le dijo Itziar a Gabi a la vez que se daba la vuelta y le ofrecía su precioso culito en pompa y se agarraba a la pared.

  • Adoro este culo- dijo mientras le daba un beso a la nalga izquierda y un mordisco a la derecha. Se acerco bien a ella y restregó su miembro por la más que húmeda hendidura de si chica. Tras unos segundos de jugueteo se la metió de golpe arrancándole un sonoro gemido. La agarró de los hombros y empujo con fuerza para llegar lo más hondo posible. Entonces inicio un lento bamboleo de caderas mientras se agarraba a las de la joven. El la taladraba con más velocidad y ella contribuía empujando desde la pared al ritmo de sus embestidas. No paso mucho tiempo cuando Itziar empezó a convulsionarse mientras se deshacía en un delicioso orgasmo culminado con un gran gemido. El detuvo el ritmo y se arrimo a ella abrazándola y tocando sus pechos mientras le besaba la espalda. Tras una mirada de complicidad dirigieron sus miradas a sus competidores que habían optado por la misma posición que ellos.

  • Vaya copiotas – dijo el haciéndola reír.

  • Parece que no somos sus únicos espectadores – dijo ella al ver a varias personas que se habían acercado a ver a los amantes del coche. Algunos llegaban incluso a jalearles.

Pero a Itziar y a Gabi ya no le importaban. Lo único que les importaba era lo que estaba sucediendo tras esa pared entre los contenedores de reciclaje. Nuevamente frente a frente se besaron, esta vez con mayor delicadeza. El alzo la pierna de su chica y la penetro lentamente, recreándose en las sensaciones que las paredes vaginales le producían en su verga. Sus respiraciones se acompasaron al igual que los movimientos de sus carreras, nadie que los hubiera visto habría negado que se movieran en perfecta sincronía. Sincronía que no falto cuando finalmente ambos se corrieron juntos. El notó las contracciones de la vagina mientras ella se sentía llena por la leche del chico al que amaba. Jadeantes y sudorosos no se dijeron ni una palabra, no las necesitaban. Simplemente compartieron gestos de cariño, caricias y sonrisas. Despertaron de su ensoñación cuando oyeron un gran tumulto.

Miguel se encontraba de pie masturbándose mientras apuntaba a la cabeza de una agachada Sonia. Soltó un bramido y escupió varios perdigones de semen que cayeron sobre la cabeza, cara, tetas y boca de la joven pechugona que trago todo lo que pudo como si no hubiera bebido desde hace días.

  • El nuestro ha sido mejor – declaro Gabi convencido haciendo reír a su reconquistada novia.

Mientras sus fugaces amantes se vestían cada uno por su cuenta y se iban cada uno por su lado, los novios se ayudaron mutuamente y tras cogerse de la mano volvieron a entrar al local para disfrutar juntos del resto de la noche.

Y es que donde hubo fuego…