Cuestión de Principios

Una llamada insesperada puede convencerte de lo delicioso que es que ella no sepa que tú lo sabes.

ANDREA:

  • Fer, ya se te está haciendo tardísimo para el trabajo

  • Ya voy, mi vida, ¿qué te pareció lo de anoche?

  • Maravilloso... pero no empieces, todo tiene un límite.

Anoche hicimos el amor hasta muy tarde, él me pidió que imaginara que me montaba otro tipo, no puedo negar que me da un poquito de morbo y disfruto como nunca cuando imaginamos eso, sin embargo me inquieta que últimamente se porte tan insistente al respecto. ¡Dios!, qué tarde es...

FERNANDO:

  • Maravilloso... pero no empieces, todo tiene un límite...

Pinche Andrea, corta las alas a mi imaginación ¿qué hay de malo en que me guste imaginarlo?, en fin, supongo que es cuestión de principios.

  • Nos vemos en la tarde mi amor

  • Nos vemos mi vida, te quiero.

Besos.

[EN EL COCHE, CAMINO AL TRABAJO, UNA ESTACION DE RADIO EN EL ESTEREO DEL COCHE]

“BRUTAL FORCE... lo toman ellos, lo disfrutamos nosotras... “

Puta madre, ni que no tuviera los huevos para hacer feliz a mi mujer.

[EN EL TRABAJO: JUAN, EL COMPAÑERO MAS HIJO DE PUTA DE FERNANDO LLEGA A CONTARLE OTRA DE SUS HAZAÑAS, AHORA FUE ROSITA, LA DE RECURSOS HUMANOS]

  • ...

  • no mames... ¿y quién será la próxima?

  • No sé, tal vez tu mujercita

  • Chingas a tu madre pendejo, mi esposa es una mujer muy decente y me sería fiel hasta la muerte.

  • Tranquilo... mejor platícame por qué estás tan seguro.

  • Eh.. buuu..eno, mira, no entenderías, es cuestión de principos.

Está bien que tenga fantasías con que otro se tire a mi mujer, pero lo de éste pendejo me aterra ¿y si de verdad lo intentara? No, yo sé que no sucedería. Además mi mujer es una santa.

ANDREA:

[REGRESANDO DEL MERCADO, CAMINANDO POR LA CALLE]

  • Adiooooos, mamacita, [SILBIDOS Y MURMULLOS] –

Me encanta que los hombres me miren... ¡Ay, qué cosas pienso!, no, no, ya no quiero pensar en eso...

  • Buenos días Don Jacinto

  • Buenos días señora ¿le puedo ayudar con las bolsas?

  • Está bien, gracias...

  • Por favor, primero las damas.

Pinche viejito rabo verde, nadamás se ofrece cuando traigo falda, sé que me viene mirando, humm, qué rico... no, no, ¡basta!

[LLEGAN AL PISO Y DON JACINTO UN POCO TURBADO]

  • Gracias Don Jacinto, es usted muy genitil

  • De nada señora, ya sabe que estoy para ayudarle en lo que se le ofrezca.

... EN LA TARDE:

  • ...

  • por cierto mi amor, mañana te me pones muy guapa, recuerda que es la cena de aniversario de la empresa

  • ¿Qué? No Fer, no tengo ganas de ir.

  • Es importante, mi amor, tengo qué estar ahí.

  • No.

  • Por favor ¿si?

  • Está bien...

ANDREA:

Malditas reuniones, gente aparentando lo que no es, en fin... bueno, hagámoslo divertido.. qué tenemos por aquí... me encanta esta mini... hum recuerda la regla: la mitad atrevido y mitad sobrio si no quieres parecer una puta: cuestión de gustos, cuestión de principios.

FERNANDO:

  • Sr. Camarena, mire, le presento a mi esposa, Andrea, el Sr. Camarena, nuestro nuevo contralor.

  • Encantado señora.

  • Mucho gusto...

[... UN INTRUSO SE METE ENTRE LOS TRES]

  • ¿qué pasó, Fernandito, no me va a presentar?

  • Andrea, él es el sr. Gálvez, ella es MI ESPOSA.

  • Es un placer conocerla, es usted una dama muy distiguida.

  • El placer es mio sr. Gálvez.

Hijo de la chingada, tan modosito, cabrón.

  • Disculpe sr Tapia, necesito que me aconseje sobre el nuevo....

[EL SR. CAMARENA SE LLEVA A FERNANDO HACIA UN LUGAR EN LA TERRAZA]

ANDREA:

  • Bien, parece que el buen Fer anda en asuntos importantes.

  • Así parece señor Gálvez.

  • Juan, llámame Juan, ¿puedemos tutearnos?

  • Eh, sí ¿por qué no?

  • Gracias Andrea, me siento como el Ulises de Joyce

  • ¿de qué hablas?...

  • ...

  • ...

¿Qué tiene éste tipo?, es agradable, bueno me encanta. ¡Dios!, qué estoy pensando, y eso que se le nota abajo, hum, debe ser delicioso, ji ji ji.

FERNANDO:

Este descgraciado, seguramente está tramando alguna de sus bajezas, pobre de mi mujer, ella tan inocente, tal vez está muy reprimida, ni debe pensar en esas cosas, pobrecita.

[MONOTONÍA DEL DÍA SIGUIENTE...]

  • Hola Lupita, buenos días ¿cómo está?

  • Bien señor Fernando, ¿y usted?

  • Bien también. Oiga, no ha visto a Gálvez

  • ¿Gálvez?... Ah, sí, Juanito. Fíjese que no vino, se reportó enfermo, y como está bien palancas allá en recursos humanos, pues...

  • ok, ok, bueno, disculpe la molestia, con su permiso.

[LLEGA A SU OFICINA Y MIRA EL RETRATO DE SU MUJER. UN VESTIDO AMPLIO Y HASTA EL TOBILLO, BLANCO Y UNA MARGARITA EN LA OREJA]

Ah, mi mujer, me preocupa. Siempre tan dedicada al hogar y a mí, y yo queriéndole meter mis ideas sucias... estoy enfermo, no soy normal.

[SUENA EL TELÉFONO]

  • Hola

  • Quihubo Fernandito, cómo están las cosas en la oficina

  • Cabrón, ya ni la chingas, tenemos qué terminar el proyecto hoy, ¿pues dónde andas?.

  • ¿Ya viste el identificador?

[FERNANDO SE QUEDA FRÍO, EL NÚMERO CORRESPONDE SIN DUDA AL DE SU PROPIA CASA]

  • ¿Qué chingados haces tú en mi casa?

  • Shh, cállate, y disfruta de lo que escucharás, claro, si ella al salir del baño no nota que el telèfono está mal colgado.

[FERNANDO NO SIENTE UNA MEZCLA DE SENTIMIENTOS ENCONTRADOS, O MEJOR DICHO YA NO SABE QUÉ SENIR]

[VOCES Y RUIDOS TENUES PERO CLAROS AL TELÉFONO]

  • Ay, mi amor, cómo la tienes.

  • Así me pones.

  • ¿me das?

[SILENCIO Y ALGUNOS GEMIDOS DE HOMBRE]

  • Hum, qué rico, ¿todo ésto me querías meter anoche?

  • Ufff, sí mi vida, y creo que hoy sì no te salvas.

  • Ven mi amor, cómeme... hum ah, ough, ay, ay, auch, así, así, ay ahhhh, más, chúpame, ahh, qué bien me lo comes.. ahhh, uffff, nadie me lo habìaaaa, ahhh, comido como tú.. hum ahhhh auch, ya la quiero.

  • Mmm, ¿Qué quieres?

  • Ya sabes, que me penetres.

  • No te entiendo

  • hum, aaay, que me metas tu cosa

  • ¿Qué?

  • Que me metas la verga ya, la necesito, necesito ese buen trozo de carne en mi interior... Juan, besame, hum, ah aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay ya te siento, ahhhh es enorme, me abres toda, ahhh, me llenas con todo eso... hummmm, ahhhh, aaaay.

  • ¿Te gusta la verga?

  • Hummm, Sí Juan, me encanta tu verga, así, así dame más.

  • Uff, oguh...¿y la de otros mi amor?

  • Ahhh, dame, sì

  • Ahhh, eres una zorra, aprietas rico, asì

  • Ahhh, ahhh, Juan, me llenas toda

  • Hum, mmmm, imagìnate todas las vergas que te han clavado desde que te casaste con el pendejo de tu marido.

  • Ay, sí mi amor, auch, hummm me las estoy imaginando.

  • ¿cuántas, perra?

  • Aaaay, auf..no sé, unas siete.

  • Eres una zorra, me mojas todo, ahhhhh, dime la verdad...

  • Ay, dame asì, así, ay qué rica verga, así mi macho

  • ¿cuántas vergas te has metido de casada puta?

  • No sé, la verdad si soy muy puta, ahhhh,

  • Ahhh, ¿eres una perra en celo verdad?

  • Uyyy,, auu, la tienes muy gruesa ...me acuesto con el primero que me gusta.

  • Toma zorra, puta fácil

  • Ahh, ahhh, aaaaaaaaaaay, auuuuuuuuuu!!

[SILENCIO TOTAL AL TELÉFONO... DESPUES DE UN PAR DE MINUTOS: BIP, BIP, BIP]

[ESE MISMO DIA, EN LA NOCHE FERNANDO Y ANDREA SE ACUESTAN, PERO NO HACEN EL AMOR POR QUE OTRA VEZ LE DUELE LA CABEZA A ANDREA]

  • Mi amor ¿Dejarías que otro te cojiera para hacer realidad mi fantasía?

  • Claro que no Fernando, ¿por quién me tomas?

  • No mi amor, no te ofendas, chiquita, sólo que...

  • Ni lo pienses ¿crees que sería capaz de algo así?

  • No digo eso, pero no sé...

  • Fernando, hay cosas que se hacen y cosas que no. Mi moral es incorruptible, es cuestión de principios.