Cuernos compartidos segunda parte
Ahora toca contar los cuentos que yo le puse a Paloma el mismo dia que ella me los ponía a mí.
Bueno ya os conté como mi mujer Paloma me ponía los cuernos el mismo día que yo se los ponía a ella, ahora toca que conozcais mi historia. Ya sabeís como soy.
Tras la crisis de las Navidades, las relaciones entre Paloma y yo se enfriaron bastante lo que provoco que buscara fuera de casa lo que no tenía en ella. En la cena de navidad de la empresa me fije en dos compañeras separadas, una tenía fama de ser facilona, y con ella estaba Carmen, una separada de 49 años, morena, 155 60 kg y una 95 de pecho, en la que apenas me había fijado hasta ese día. Después de la cena nos fuimos un grupillo a tomar una copa. Carmen y Anabel vinieron en el coche con mi compañero Javier y conmigo. Los cuatro estabamos contentillos y la charla se volvió un poco picante. Cuando llegamos al Pub ellas se fueron al servicio y Javier me dijo "esta noche me follo a Anabel, has visto que forma de provocar tiene la muy puta", es verdad, llevaba un vestido bastante corto y escotado, cada dos por tres se echaba hacia delante enseñando sus pechos. Carmen llevaba una blusa blanca y falda por encima de las rodillas. Entreten tu a Carmen y yo entro a saco a Anabel me dijo.
Cuando volvieron del servicio, cogí del brazo a Carmen y empece a hablar con ella mientras Javier se lanzaba hacia Anabel. No habían pasado ni diez minutos cuando esos dos se estaban pegando el lote en un sillon. Carmen se sentia un poco violenta con la situación y decidimos irnos juntos a otro sitio. Ni se enteraron cuando nos fuimos.
La conversación y la compañía eran agradable, después de unos días de tensión en casa era agradable estar tan agusto con otra persona. Cuando salimos del último sitio Carmen se agarro de mi brazo diciendome que había bebido mas de la cuenta. Se había llevado el coche y me pregunto si no me importaba conducir a mi hasta su casa, donde le esperaba su hermana que se había quedado a cuidar a su hija. Resulta que no vivía lejos de mi casa, lo que me sorprendió es que llevando 3 años trabajando juntos apenas sabía nada de ella.
Cuando se sentó en el asiento del acompañante, se le subió un poco la falda y enseñó su muslo embutido en las medias negras que llevaba. Aprovechaba cada vez que cambiaba de marcha para rozarle con mis manos sus muslos. Ella hizo como que no se enteró. Cuando llegamos a su casa, aparque en la parte de atras, me quite el cinturon de seguridad y acerque mi boca a la suya mientras mis manos subian por su muslo. No opuso ninguna resistencia y nos dimos un beso muy húmedo. Mi mano había llegado a su entrepierna, estaba un poco mojada y la toque por encima de las medias mientras nuestras lenguas seguían enrolladas.
Saque mi mano de su entrepierna y empece a tocarla el pecho, le meti la mano por debajo de la blusa y le subí el sujetador. Tenía el pezon superduro
la desabroche la blusa lo justo para sacarla el pecho y empezar a lamerla la teta. Suspiro y su mano fue a mi entrepierna. Me dijo, hoy no podemos hacer nada pero si quieres un finde que mi ex tenga a la niña te vienes y hacemos de todo. Esto me calento mas. Pero no me dejes con este calentón la dije. Ella me dijo que era incómodo en el coche y que mejor lo dejábamos para otro día. Al final me fui a mi casa con una erección de caballo.
Por circunstancias del trabajo y de casa, aunque nos veíamos para desayunar no pudimos quedar hasta que mi mujer quedo con Eladio. Aproveche para llamarla y decirle que teníamos algo pendiente. Cuando Paloma salió de casa yo hice lo propio y fui a ver a Carmen.
Esta me abrio la puerta de su casa con una bata fina, casi transparente negra. Debajo llevaba un tanga negro, suje del mismo color y medias con liguero. Calzaba unos zapatos negros con medio tacon. No dio tiempo a decir nada ya que nuestras bocas se fundieron en un morreo bestial, mientras mis manos sobaban su culo. La batita le duro ni un minuto puesta, mi boca despues del morreo bajó hacia sus pechos y empece a morderle los pezones a traves del sujetador, Carmen suspiraba y cogia mi cabeza con sus manos para que no me separara de sus tetas. luego baje por su tripa hasta su sexo, lo lamí por encima del tanga y apartándolo hacia un lado empece a chuparle el clítoris.
Carmen estaba como loca pidiendo que no parase, la quite el tanga y el sujetador en el salón. Ella se arrodillo frente a mi y empezo a tocarme la poya atraves del pantalón mientras yo me quitaba la camisa. Quiero ver esta tranca que el otro día no pudistes enseñarme me dijo y me bajo los pantalones. Tenía una fuerte erección y ella me quito el slip. Empezó a besarme la polla dentamente, muy despacio. Luego subio y besandome en los labios me dijo: voy a enseñarte mi casa, que mala anfitriona soy.
Me cogio de la malo y yo la seguí, no abria ninguna puerta solo decia, cocina, baño, habitación de la niña hasta que al fondo del pasillo estaba su habitación. Entramos en la misma y al borde de la cama nos volvimos a comer la boca, ella se queria poner de rodillas para comerme la poya pero yo la dije que queriá primero verla disfrutar. La puse a 4 patas en la cama y empece a comerla el coño y el culito, metiendo un dedito donde no estaba mi lengua. Ella no paraba de gemir, cabron me voy a correr gritaba. Al final le metí un dedo por su culo mientras que empece a comerle mas rápido su coño. No tardo en correrse.
Sin dejarla descansar me tumbe en la cama y ella me puso el coño sobre mi boca mientras su boca y mano buscaban mi poya. Empezamos a hacer un 69 bien rico. Note que volvía a ponerse a tono y la dije, que me follara. Se sentó encima mío y empezo a metersela poco a poco. No tardo ni dosl minutos en tener otro orgasmo, mas fuerte que el anterior. Yo no paraba de metersela hasta el fondo, cada vez mas fuerte y rápido. Estaríamos como 10 minutos asi, me incorporaba un poco y le comia los pezones, hasta que no pude más y me corri dentro de ella. Tuvimos el orgasmo a la vez, por primera vez en mi vida.
Carmen se tumbo a mi lado y me enpezo a contar su historia, que llevaba como 6 años sin estar con un tío, que siempre se había sentido atraida por mi, que Anabel decía que me follaria cuando quisiera. Según confeso nunca había tenido dos orgasmos en la misma sesión y que no sabía que le había pasado conmigo. Mientras charlabamos me tocaba la polla despacio, hasta que me la volvio a poner a tono. La dije que se pusiera otra vez a 4 patas y cuando la tuve a mi disposición le meti un dedo en el culo mientras le restregaba mi poya contra su coñito. Después le metí un segundo dedo por el culo, ella dijo que era virgen y que si seguíamos viendonos me dejaria estrenarlo, lo que hizo que me pusiera bien burro, acerque mi poya y de un solo empujon se la meti hasta el fondo. Carmen grito pero la agarre bien fuerte de la cintura mientras mi poya bombeaba dentro de ese coño caliente y mojadito. Enseguida se puso a gritar y pedirme que la follara mas duramente.
Este segundo orgasmo fue muy bueno, me volví a correr dentro de Carmen y caimos los dos rendidos en la cama. Nos quedamos un poco de tiempo dormidos y cuando nos despertamos, nos besamos y nos fuimos a la ducha. Nos enjabonamos juntos y jugamos un poquito aunque ninguno de los dos teníamos fuerzas para otro envite. Después me vestí y quedamos que en adelante nos veríamos mas amenudo. He repetido ya varias veces con ella y no para de sorprenderme, y hasta me ha dejado que la desvirgara su culito de melocoton. Esa es otra historia. Espero os haya gustado. Saludos