Cuernos compartidos primera parte

Como sin saberlo mi mujer y yo nos pusimos los cuernos mutuamente. Es el principio de nuestra libertad sexual.

Bueno voy a contaros por entregas como mi mujer y yo nos pusimos mutuamento los cuernos sin saber lo que hacía el otro. Somos un matrimonio entrado en los cuarenta (ella 46 y yo 45), que lleva mas de 25 años juntos y a los que la rutina les hizo vivir una gran aventura que cambio nuestra aburrida y monótona vida.

Paloma es una mujer algo rellenita, rubia con el pelo largo, preciosas piernas, pecho abundante (usa una 110) y un culo gordito pero interesante. Mide 1,65 y pesa 80 kilos, le encanta besar (mas bien morrear) y cuando lo hace se pierde el sentido. Es ama de casa con lo que dispone de bastante tiempo libre y es muy abierta en el tema sexual.

Yo soy Pepe un hombre alto y fuerte, deportista y con un buen cuerpo aunque en los últimos años he echado un poquito de barriga. Mido 1,86 y peso 95 kg. Soy abierto en el tema sexual y cuando Paloma y yo nos besamos, arde la tierra.

En la última semana santa sucedio los acontecimientos que os voy a relatar en dos entregas, una donde la protagonista es Paloma y otra donde yo lo soy, aunque sucedieron el mismo día, son casualidades que se dan algunas veces en la vida.

Paloma y yo llevábamos un tiempo algo distanciado en el tema sexual, apenas lo hacíamos por no decir que pasaban meses sin que nos tocáramos. Antes eramos muy fogosos pero creo que la rutina es la que hizó entra en esa desidia hacia la otra persona. Para las navidades del 2011 tuvimos una fuerte discursión, y Paloma entro en una depresión, la cual la hizo plantearse nuestra vida de pareja. Busco por internet y encontró a un antiguo novio del que no sabía nada desde hace unos 26 años. Empezaron a chatear, el también estaba casado y vivía con su mujer en otra provincia.

Nunca hemos tenido hijos, algo que Paloma no lleva muy bien, pero fue una decisión, en principio en común, y luego no nos lo planteamos muy en serio hasta que se nos pasó el arroz.

Paloma y Eladio (su antiguo novio) chateaban mas amenudo y aunque él nunca se había planteado engañar a su mujer, el recuperar un viejo amor, con el que había compartido grandes momentos en la cama, le hacía ponerse cada vez mas caliente, y fantaseaban con verse en Madrid algún día y recordar tiempos pasados.

Yo mientras tanto tonteaba con una compañera separada del trabajo, la cual aunque no me atraía sexualmente, tenia su morbillo, pero esa historia ya la contare.

Al final Paloma y Eladio quedaron en verse durante la semana santa ya que el vendría a la capital con su familia a ver a unos tios de su mujer. Mi mujer decidió que se vieran en la cafetería de un hotel ya que era mas fácil que nadie los encontrara alli. El accedio sin saber, que mi mujer había alquilado una habitación por si las cosas se ponían calientes.

El viernes santo mi mujer me dijo que saldría a dar una vuelta por el centro de la ciudad, con una amiga. Yo aproveche para quedar con esta amiga, ya que me dijo Paloma que seguramente comieran juntas y aprovecharan tambien algo de la tarde. Ese día se puso muy guapa, pero como yo estaba pensando en mi cita no note nada extraño. Se había puesto un vestido rojo y unas medias negras con unos zapatos de medio tacón. Debajo, luego me enteraría cuando me lo confeso meses después, un liguero y tanga con un suje negro a juego.

Cuando Eladio llegó se quedo asombrado de lo guapa que estaba Paloma, se dieron los dos besos de rigor en las mejillas y se pidieron un café. Estuvieron hablando del tiempo que no se veían, de los buenos momentos pasados juntos, de como los había tratado la vida. Paloma le dijo que si se acordaba de su primer beso, Eladio dudo y ella se lo recordo sentándose encima de él y plantándole un morreo de los suyos. El la respondio con su lengua y su mano se poso sobre el muslo de mi mujer, Paloma, si sigues besándome así tendre que follarte la dijo. Y a que esperas, fue su respuesta. Le cogió de la mano y se fueron hacia el ascensor. En el trayecto no pararon de comerse la boca y de meterse mano el uno al otro.

Cuando llegaron a la habitación ella le morreo y empezó a quitarle la chaqueta y la camisa. Le mordisqueaba los pezones mientras con su lengua bajaba hacia el ombligo. El gemía de placer. Cuando llego a su cintura, se puso de rodillas, le quito el cinturon y le bajo los pantalones. Eladio no es un hombre que este especialmente dotado pero tiene una polla gorda, como le gustan a Paloma. Jugueteo con su paquete por encima de los calzoncillos y le sento en la cama

Ella estaba que ardia de pasión con lo que se quito el vestido delante de él. Se acerco para que le sobara las tetas, cosa que no tardo en hacer el muy cabroncete, le quito el sujetador y le comia los pezones, pellizcando el otro. El tanga mojado de Paloma le duro poco puesto igual que el calzon a Eladio y se tumbaron en la cama, ella encima de el empezando a comerse mutuamente en un 69 de infarto.

Eladio estaba supercachondo y giro a Paloma para follarsela al estilo misionero, a lo que ella se nego, le tumbo a el y se sento encima de su polla para follarselo ella a el. A ella le encanta llevar el control cuando folla, con lo que no me extraña que lo hiciera. Se metio la polla de un solo golpe, ya que tenía su coño mojadísimo y empezó a cabalgar. Eladio gritaba como un poseso mientra ella no le daba cuartel. Según aceleraba Paloma notaba que Eladio estaba cada vez mas cerca del orgasmo, con las prisas no le había puesto condón, pero no quería dejar de follarselo. No se cuanto tiempo estuvieron así pero Eladio terminó corriéndose dentro de Paloma sin que esta llegara al orgasmo.

Eso si que no le dijo Paloma, yo también quiero disfrutar. Le cogió sus dedos y le dijo, follame con ellos mientras te limpio tu poya. Dicho y hecho los dedos de Eladio se introdujeron dentro de Paloma y su lengua jugueteaba con el clítoris. Mi mujercita se puso a gritar como una loca y se corrio como la perra que es. Tomaron unos momentos de descanso, los que aprovecharon para volver a comerse la boca y magrearse el uno al otro. Eladio la termino de desnudar quitándola el liguero y las medias y se dirigieron juntos al baño.

Se ducharon juntos y hay si cumplio como es debido, se follo a Paloma bajo el grifo y mi mujer disfruto bastante mas que con el primero. Eladio no se corrio sino que la dijo que saliera ella primero, que desde que la conoció y desde que volvieron a hablar tenía una fantasia, queria que le comiera la poya de rodillas en el baño según saliera de la ducha. Paloma no dudo ni un momento en hacerla realidad. Le espero con su boca tragona y según se la puso a su altura empezó a lamerla, primero lentamente desde la punta bajando por un extremo hacia los cojones, los mordisqueo y también se los tragó. Luego subio y empezo a comerle el capullo y meterse toda la poya de Eladio dentro de su boquita.

Lo que nunca me ha dejado Paloma, aparte de hacerle el sexo anal, si se lo permitió a Eladio que fue que acabase dentro de su boca. El cuando estaba a punto de correrse la cogio de la cabeza y acelero el ritmo de la comida, se estaba follando la boca de mi mujer. Derramo dentro de la misma una gran cantidad de leche, la cual se trago mi mujer con mucha ansia. Le limpio su poya a lametazos y se volvieron a la cama a seguir morreándose y tocandose. Descansaron un rato y sono el móvil de Eladio, era su mujer que acababa de salir de casa de sus tios y que si pensaba ir a recogerla. Se vistieron rápidamente y mi mujer le regalo el tanga, con la condición que se lo devolviera cuando volvieran a quedar.

Cada uno se fue para su casa y hasta hace bien poco no han repetido su experiencia.

Yo me entere a través de unos mensajes que mi mujer y su amiga se intercambiaban. Paloma me lo confesó y yo hice lo propio con la aventura que ya os contaré mas adelante.

Desde entonces nuestra vida sexual ha cambiado a mejor. Aunque no quiero ver a mi mujer follando con Eladio, si lo he disfrutado en otras ocasiones con otras personas, y realmente me encanta verla disfrutar, hasta cuando lo hacemos juntos es mucho mejor. Bueno espero que os haya gustado. Un saludo a todos