Cuernos compartidos... c. consentidos (2)

Continua el viaje, se devuelve la visita del primer relato. Gracias comentarios y valoraciones

CUERNOS COMPARTIDOS.. CUERNOS CONSENTIDOS (2. Durmiendo con el enemigo… o con su mujer)

…Cuando recuperada su camiseta de andar por casa, sus braguitas de algodón y su cara lavada sale al salón la imagen la deja impresionada, en la pantalla plana de 40 “su marido visiona los archivos de la habitación ocupada, del sexo realizado… y con los pantalones bajados se masturba desenfrenadamente,… Se da la vuelta y se va a dormir, pero antes aprieta los muslos y piensa en la siguiente cita.

(Continuación)

No supo especificar cuanto tardo su marido en volver a la cama, solo noto que se acerco a ella para darle un beso en el hombro. Ambos sabían que ninguno de los dos dormía pero los dos pensaban en el grado de satisfacción que habían conseguido.

La mañana la despertó emocionada y pudo observar como su pareja yacía todo lo largo que era encima de la cama. Pero noto una diferencia, su pene estaba erecto inconscientemente, y sabia el motivo, su mente recordaba las imágenes del pen-drive y le habían gustado. Retiro la sabana y le beso la polla antes de engullirla por completo, notó el semen reseco de su masturbación del día anterior, un sabor amargo y frió, no con el calor del semen que se había comido el día anterior.

Lo lamió, se lo introdujo hasta el fondo de su garganta valorando la erección de la que hacia tiempo no disponía a su antojo… El aunque consciente prefirió no hacer por moverse, notaba el calor de la boca de su esposa infiel en el pene, recordaba las imágenes y disfrutaba. Tan solo se movió cuando noto que se iba a correr y su “mamadora matutina” esperaba los chorros que la llenasen… acaricio su cabeza e hizo por que bajase mas adentro para descargar… recibió las tres descargas y siguió mamando para recoger todo lo que podía salir de la polla extremamente sensible de su marido.

Con la boca cargada y cerrada se acerco a el y pese a la resistencia inicial le beso, consiguió que abriese la boca y compartiese con ella el semen que pese a salir de sus entrañas nunca había probado, se lo repartieron, notaron el calor del liquido y despejaron reparos al sabor de los fluidos.

EL no estaba ni recuperado del placer cuando ella se incorporo de la cama, se paso los dedos por los labios y recogió los restos que escurrían de su boca.

-          “Estas bien?,… disfrutaste anoche?... Perdona que no te esperase pero ya vistes que llegue cansada”. Además te dejé entretenido.

-          “No pasa nada”, balbuceo él.

Tomo un trago de agua para quitar sabores y empezó el discurso que había pergeñado durante la noche. LE pasó la botellita a su marido semiincorporado y con la polla en descanso y le dijo.

-          “ Te agradezco la confianza que has demostrado, creo que lo que ha pasado y va a pasar nos venga bien en nuestra relación, te lo aseguro. No creo que darte mas detalles de los que has visto te de una idea de mi deseo y mi intención de seguir del modo que estamos. Así que no vamos a comentarlo más de lo necesario, tan solo vamos a hacer lo siguiente: EL pen-drive me lo vas a devolver, puedes hacer una copia en el ordenador de casa, la Web-cam que sigue en la caja la instalaras hoy y me configuraras una cuanta mía, la contraseña ya la pondré cuando lo tengas, voy a salir a comprarme ropa, ropa interior, para mi, para mi seducción, tu seguirás “disfrutando” de mis modelos anteriores y creo que voy a pasar por un Sex-shop a comprarme unos juguetes que creo son necesarios en mi mesilla de noche… Quieres venir a acompañarme o me voy sola?”…

-          Voy… tan solo esa palabra salio de su boca,… tenso por la determinación de su mujer se sentía excitado.

La vio entrar en el baño orgullosa y desde la cama veía como se duchaba, como salía desnuda del plato de ducha y como con la toalla se secaba el sexo y los pechos.

-          “Por cierto, creo que en unos días voy a ir a depilarme esto” y le mostró el coño rasurado hacia dos días. “me han aconsejado que lo haga por ser mas definitivo y evitar picores incómodos”.

El se acerco y de cerca vio su sexo depilado, hinchado y rojo por el propio rasurado, el sexo disfrutado y la excitación del momento. “Toma, puedes darme la crema hidratante, pero con delicadeza que esta muy inflamado”. Indeciso sin saber la cantidad que iba a necesitar se la puso en la mano mientras su mujer subía una pierna sobre la taza y se apoyaba en el lavamanos, orgullosa… Tembloroso acerco la mano y el frió de la crema la hizo estremecer, volvió a rememorar los dedos pero los que la estaban tocando no eran los mismos, estaban indecisos, vacilantes en introducirse en su sexo húmedo.

Ella le ayudo empujando la mano hacia adentro y facilitando la masturbación. Los dos se estaban excitando  ella vio como la polla que había eyaculado dos veces se volvía a levantar por tercera vez. Se excito y consiguió su orgasmo, derribo los artilugios de la encimera en su espasmo e intento recuperar la compostura. Beso a su marido consentidor, le agarro de la polla y le confirmo… “Ves como así lo podemos pasar bien”…

-          Si, cariño!...

Los siguientes días transcurrieron entre compras y cambios en la casa y en las personas. Ella paraba en escaparates y sin esperar su aprobación se dirigía a comprar un camisón transparente, unas braguitas de encaje, un sujetador que realzase su pecho, el admiraba su decisión, simplemente cargaba las bolsas, hoy una, mañana dos, y asistía a los pases de modelos por la casa, y después de simplemente admirarlos veía como ella se ponía delante del ordenador metódicamente y encendía la Web-cam para compartirlos con su amante, y oía risas y veía sombras de paseos mostrándose esplendorosa delante del a cámara para otro. Sentía el dilema de la excitación y de lo que debía consentir, ganaba lo primero por que desde esa salida al hotel su estado y el de los dos habían mejorado y mucho. Sabía que una vez confirmado lo acertado de la decisión en la compra tendría su recompensa… Una mamada de rodillas con ella masturbándose con el juguete que había comprado, una cabalgada en la que el tan solo podía agarrarse a las tetas de su mujer receptiva, húmeda y deseosa de orgasmos, pero siempre se acercaba a el ya desnuda, sin la ropa que era para ella y su amante, disfrutaba de su cuerpo pero pagaba las compras. También pagó las del juguete que se compro que les costo por que debía tener unos centímetros determinados, un ancho especial y una textura símil carne que le hacia pensar en una polla en especial…

… La noche que ella se relamía con su semen todavía en la boca después de su “ración” de ordenador y sexo y le dijo…

“Te manda recuerdos y dice que esta semana va a venir, que si quieres organizamos algo o lo organizo yo con el, serán solo dos días, sinceramente que vayamos a un hotel no me parece y así que si quieres preparamos la habitación de “invitados”  y ya veremos quien la usa”.

Se dio por aludido pero la balanza del deseo le hizo asentir.

El día de la visita, ella le pidió el coche, hacia años que no conducía y el se mostró reacio a ceder lo único que le quedaba en exclusividad…

-          “ Prefiero llevarlo yo y os acompaño!... Estaréis mejor y mas cómodos”… El viaje a la estación estuvo salpicado de mensajes recibidos y respondidos hasta que sonó el teléfono…

-          “Hola!...

-          …

-          Si, vamos a la estación, claro que es más cómodo hablar, aquí escribir es difícil con el tráfico…

-          …

  • Ningún problema, te recogemos y aunque “hemos” preparado algo vamos viendo sobre la marcha, comemos y vemos que hacemos.

-          …

-          Ningún problema, te quedas en casa (miro a su marido que asintió), Jiji!! No hace falta que traigas nada de regalo, los amigos estamos para eso y para más.

-          …

-          Un beso, espero que no se retrase o les reclamo el dinero y el tiempo perdido!! Jiji!!

-          …

-          Yo también lo deseo!!... mas besos.

En el aparcamiento ella no espero a encontrar un sitio se bajo y le dejo aparcando dando vueltas sin sentido. Cuando lo consiguió el tren ya había entrado y la escena que vio era digna de una  película, se estaban besando ella se colgaba de su cuello y el posaba su mano en el culo de su esposa. Se mantuvo al margen hasta que se dieron cuenta de su presencia, presentaciones, momento tenso, mirada a la cara, a la figura que estaba delante de el, ni se comparaban, ninguno de los dos tenia la ultima palabra, era ella la que decidía y no podían mas que aceptarlo, … o no??.

Salieron hacia el coche agarrados del brazo, pero el troley se bamboleaba y hacia el paseo incomodo, el marido se lo quito de la mano y lo agarro el, así facilitaba las caricias y los tres iban mas cómodos, el mango del troley se convirtió en la metáfora de la rabia contenida y el plástico tuvo que resistir el apretón de la mano que lo acarreaba. Pero la mirada de felicidad de su mujer le hizo comprender que todo era por su bien, el de los dos y aflojo.

-          Vamos atrás, así charlamos y nos contamos cosas, aunque anoche ya nos “contamos” de todo… jiji!!...

El metió la maleta en la trasera del coche mientras los dos se acomodaban detrás de su asiento de conductor, ella sobre el besándolo, el acariciando su pecho por encima de la blusa y buscando la unión de la blusa con la falda… Las marchas no entraban, los frenazos mas apurados, las miradas al retrovisor interior más continuas…

-          “Ten cuidado, que como tengamos un toque y nos dejen otro coche de sustitución va a ser peor el remedio que la enfermedad, además te has empeñado tu en venir”… a todo esto las manos de su amante ya sopesaban sus pechos y acariciaban las puntillas del sujetador.

La llegada al restaurante con reserva produjo el primer equivoco, el personal dio por hecho que la pareja era la que mas lo demostraba y así se dirigió a ellos en primer lugar, considerando al tercero un acompañante incomodo para dos personas que se amaban. Les servían a ellos primero, les comentaban los platos y la bodega a ellos, les ofrecían los entrantes en primera persona.

Entre conversaciones delicadas en los temas y risas cómplices entre los amantes se desarrollo la comida, las copas de vino iban cayendo del lado del marido principalmente, y las caricias y el disfrutar de la comida del lado de los dos amantes. Un cuchicheo, una intimidad al oído y los dos se excusaron un momento para ir al servicio…

Allí se metieron en el de señoras (había menos mujeres en la sala) y era mas amplio y dieron rienda suelta a la pasión, a meterse mano entre ropa descolocada, …

-          Te deseo!!... no puedo esperar, déjame sentir lo que llevo días deseando, déjame gozar de mi comida proteinica, que tus flujos sean el postre que estamos esperando.

Y mutuamente, sin pensárselo se devoraron, ella le mamo la polla hasta hacerle correrse y ella aguanto el tirón que rompió su braguita no por las gomas que es difícil sino directamente en el encaje que cubría su sexo húmedo y sobre la taza del servicio, con las piernas abiertas se derrumbo en un orgasmo del que tuvo que recuperarse…

  • “Deberíamos volver, nos están esperando y queda mucho día”.

  • “Si, pero déjame coger aire que lo estaba deseando y me ha sabido a poco. Si que esta fuerte el vino!, se me ha subido un poco con este calentón, que mareo!...

  • “déjame colocarme la ropa”, si no los camareros van a pensar mal… y viendo el lamentable estado en que habían quedado sus bragas decidió quitárselas… En su mano el las olió y le dijo.. “huelen a ti”…

Con las bragas dentro del puño se dirigieron a la mesa donde su marido ya daba cuenta de un combinado mientras en la mesa sus postres se derretían y la última botella permanecía encima del mantel.

  • “Excusadme, pero como tardabais he pasado del postre y del café…os apetece algo a vosotros??...” Recibió el beso de su mujer, la negativa a una copa y si a unos cafés y por debajo de la mesa se encontró en la mano con las bragas rotas de su mujer. Se la metió al bolso y espero jugando con la copa en la mano…

La cuenta la pidió el y las bebidas subían mas que la propia comida, se hizo cargo de ella mientras su esposa y su ex se lo agradecían y se dirigían a la puerta despedidos por los camareros que recogían el servicio de la mañana.

El gesto de su esposa extendiendo la mano le hizo comprender el estado en que estaba y la incapacidad que tenia de conducir y le cedió el llavero que paso directamente a mano del amante que se hizo acompañar de ella delante mientras el ocupaba el asiento trasero.

Recostado sobre el veía como su mujer se acomodaba de lado con una pierna en el asiento y la falda subida con la rodilla junto a la palanca de cambios, cerro los ojos queriendo dormirse, no ver,… pero  sentía que deseaba ser participe también de la situación ,mantener la dignidad que había perdido incluso en el coche.

Ellos charlaban, se miraban y la mano pasaba de la palanca de cambio a su rodilla o eso parecía, por que el coche era automático… son manías de conducir con la mano en algo…

Tomado el tranquillo a la conducción la mano ya no se quito de la rodilla y buscaba su hueco entre las piernas, con la consiguiente búsqueda de postura, para facilitar el acceso.

-          “Estas Bien?, que te ha sentado mal, el vino o el guiso de venado del restaurante?”… el comentario levanto risas y cruce de ideas.

-          “Si, voy bien… Pero el también debería mirar adelante! Y no de lado…” fue lo único que se permitió entre los vapores del alcohol.

La llegada a casa fue pasada mas de media tarde, un paseo para enseñársela al invitado y una tele encendida que no emitía nada interesante. El troley se quedo en el pasillo, pero el gesto de ella de meterlo en la habitación de matrimonio le hizo ver su lugar. Así que se sirvió una copa mas cargada si cabía y les dejo mientras se cambiaban de ropa y se aseaban el uno del viaje y la otra de su sofocón… Desde el baño donde estaban los dos oyó como le decían…

-          No seas egoísta y ponnos a nosotros también una copa, y recargarte la tuya, que vamos a brindar”... Fue a por mas hielo y pasando por delante del servicio les vio abrazados ella semidesnuda y el besando su cuello. El calor de su mente  casi hace que el hielo no llegue a sus copas.

El salio con una chaqueta cómoda suya y ella con alguna de las ropas que se había comprado y que el ya intuya solo iba a ver. El brindis fue entre ellos compartido con un beso  un simple chocar copas con él, y  mientras ellos se dedicaban a dejar la copa en la mesilla y bailar agarrados el se agarro más a la copa y a la siguiente botella de lo que ellos llamaban “Camino Soria”… el “cuatro rosas” que había en el aparador y que sin estar frió entraba bien…

Bailaron, se achucharon, el adivino camisetas de el quitadas, manos en los senos de su mujer, besos y roces al ritmo de música de otros tiempos… y la botella apurada, los hielos de ellos derretidos, la inconsciencia y luego manos que lo levantaban, que lo acercaban a una cama donde según llego se durmió dándole escaso tiempo a notar una puerta de un dormitorio que se cerraba.

-          Me parece que otra copa no tiene sentido, o quieres beber algo mas?”

-          “Lo que voy a beber lo tienes tu dentro y tendré que sacarlo”.

La noche empezaba y nadie se había marcado horas de terminarla.

Cuando se levanto la primera vez para vomitar no miro el reloj, pero se oían risas, ruidos de cama y jadeos de mujer, cuando se levanto bien avanzado el día no oyó nada, se perdió por la casa recogiendo vasos aguados, ropa quitada y toallas mojadas y sucias en el baño. La puerta estaba cerrada, y solo después de preparar un desayuno proteínico se animo a invitar a los “encerrados” a compartirlo.

Llamo un par de veces y recibió un “adelante” de parte de su esposa… No sabia que iba a recibir su vista pero se encontró con su mujer desnuda, tapada por la sabana y ni rastro de acompañante,… no pensaba que se hubiera escondido en el armario ni debajo de la cama y el troley no estaba tampoco.

-          “Se ha marchado ya, se le hacían tarde unos compromisos, me dijo que te agradeciese la visita por anfitrión”. Ven, acércate y descansa un poco que nos hace falta”

Más hundido por la resaca que por la situación se acurrucó en los brazos de su esposa y la acaricio. “Por cierto! –comento ella- Le he dejado el coche y luego nos lo deja en la estación, las llaves en consigna, iras a por el? Gracias!”… y le mezo la frente…

Ella acerco su mano a su pene para buscarlo pero con un mohín el la rechazo, su cuerpo no estaba para jaranas… “Si tu no quieres me parece bien, pero yo si necesito un poco de gusto, además así te doy el detalle que ha dejado para ti”…

Pensó que de que le serviría una botella de vino (arcada al recordar el alcohol) o una chorrada de estantería que le recordase la noche y la visita. Pero se aprestó a satisfacer a su esposa que retirando de golpe la sabana y abriendo las piernas esperaba una “compensación”… La lengua insensible todavía hizo lo que  pudo, y aunque reseca se encontró con un coño caliente y húmedo, suave, inflamado por el sexo y de diferente sabor, lamió, chupo e intento hidratarse con el líquido que rezumaba su sexo.

El puso su empeño en darle placer e intento meter un dedo en el agujero de su ano, ella con delicadeza se lo retiro.

  • “Dejalo tranquilo, esta noche ya ha trenido lo suyo, tu solo comeme y tocate la polla si quieres.” El levanto la cabeza sin separar la boca y se dedico a lo que estaba haciendo.

-          “Cariño, no lo sientas, no me he levantado en toda la noche, y antes de irnos me han cargado bien y quería que lo probases… “.

En su semiinconsciencia siguió chupando y noto que algo entre sus piernas tomaba vida. “Habéis usado el pen-drive?..”

-          “Si hemos conectado directamente el ordenador.” Y con la cabeza de su marido entre las piernas y cercana al paroxismo del deseo le mesaba la cabeza y le decía..

-          “Que sabes de “…” la novia aquella que tuvistes antes de casarnos?... Sigues manteniendo contacto con ella, verdad?... Hemos estado hablando e igual seria conveniente que retomases la amistad con ella… Ya te diré por qué!”.

La leche que se estaba tomando se le corto en el estomago, los fantasmas del pasado aparecieron de repente, se cruzaron imágenes de infidelidades, sexo compartido, sumisión, consentimiento e incluso orgías e intercambio de parejas, la única imagen que no se le cruzo por la mente era la de la separación, ella estaba contenta y se la veía feliz…