Cuentas en el Hotel
De una tragedia de paseo a pagar con sexo
Antes de acabar el año pasado, decidí darme un gusto con un paseo, mi paseo de fin de año sola algún lugar más calientito de donde vivo, comencé a buscar por internet, alisté maletas, las metí al carro y decidí irme, el viaje era aproximadamente 8 horas en carro.
Me fui la verdad muy cómoda, ya que el viaje era algo largo, una blusa algo ombliguera con un escote que resaltaba mis tetas y en short algo cortito, todo iba súper bien, pare después de 4 horas de viaje a almorzar, todo muy tranquilo, pero cuando volví al carro note que me costaba encenderlo, pero al intentar e intentar prendió sin problemas así que decidí seguir mi camino sin darle importancia.
Después de una hora más de viaje, en una distracción mía tome por otro camino donde era mi destino, comencé a entrar en un camino totalmente malo y alejándome de mi destino, cuando me di cuenta decidí parar a preguntar si iba bien por mi camino, apague el carro.
- Hola disculpa, aquí es el camino hacia Monterrey
- No muñeca, cogiste mal el camino, es por el túnel no por aquí, lo mejor es que te devuelvas, mira que el camino por aquí es demasiado malo.
Se notaba mi cara de enojo – No jodas, tome mal el camino, muchas gracias – Intentaba prender el carro y no prendía ni nada – No quiere… no quiere prender esto- El tipo que le pregunte se acerco
- Ven linda te ayudo, pero una muñeca como tu como va viajar solita, cuidado te roban
- Jajajaja quería pegarme una escapada
El hombre en cuestión miro el capo del carro, no vio nada malo, pero dijo que la única solución era empujar el carro, otros dos hombres ayudaron y al empujar encendió algo mal el carro.
- Muñeca, antes de seguir viajando ve al pueblo y que te revisen el carro, mira que ya se está haciendo algo tarde y si te baras solita es malo y busca un hotel.
Tome el consejo del hombre y lo primero que hice fue agarrar el celular y buscar un hotel con piscina, aunque el lugar no era tan cálido quería descansar y ponerme mi bikini, relajarme un poco, busque el hotel y me dirigí hasta allí, cuando llegue al hotel eran unas cabañas súper bonitas, con piscina y donde aguardar el carro ya eran como las 4:30 p.m.
- Buenas tardes, ¿servicio?
- Hola si buenas tardes, ¿buscas quedarte en el hotel? – Me hablo un señor como de 55 años, algo gordo, mucho más alto que yo.
- Sí señor, lo que pasa es que mi carro está teniendo problemas y querría saber si lo puedo dejar aquí para que un mecánico venga mañana y de paso quedarme unos días, pero no sé si es muy costoso aquí, vi un anuncio y me pareció un lugar muy lindo.
- Pues nena – El me miraba el escote mucho – La noche aquí vale 250.000 pero por ser una niña como tú en 200.000, ¿Viajas solita, es que te ves joven?
- Es que se me va mucho el presupuesto, no podrías más barato, es que mira no sé cuánto me salga el arreglo del carro
Luego de una amplia charla la decisión del hombre fue:
- Hagamos un trato okey, ven te muestro tu cabaña y esta noche hablamos tranquilamente y te digo en cuanto te dejo la noche pequeña no tan pequeña – Volvió a mirar mi escote
- Me parece perfecto, ¿don?
- Dime Pedro muñeca
- Don pedrito – Le sonreí coquetamente - ¿Hasta qué hora es el servicio de piscina?
- Muñeca, solo hasta la seis, pero como no hay mucha gente hoy, dale hasta la hora que quieras muñeca.
Me mostro la cabaña, una cabaña de una cama gigante, baño y bañera, súper acogedor, hablamos otro rato, nos despedimos y me dijo que me veía en la piscina y en la noche.
Ya eran como las 5:20 p.m. me puse un bikini que decidí estrenar, una tanga negra donde se me veía genial las nalgas, y un bra donde no alcanzaba a esconder totalmente mis grandes tetas, me veía espectacular.
Era verdad, la piscina estaba prácticamente vacías, solo estaba un grupo de jóvenes y el socorrista y ya está, en un momento me bese con uno de los jóvenes, pero se fueron y no pasó nada más, estuve hasta casi las 7 de la noche, no quería que me ganara el frio que estaba comenzando a hacer, al salir de la piscina el dueño del hotel estaba por el lugar y se acercó.
- Muñeca, si disfrutaste de la piscina – Me tomo de la cintura, traía mi toalla alrededor de la cintura hasta abajo como si fuera falda.
- Estaba deliciosa la piscina don pedro, pero ya el frio gana.
- Eso sí noto muñequita, y tu mira con ese bikini tan pequeño, ¿ya voy a tu cabaña?
- Me baño y hablamos te parece don pedro
- Claro muñeca, así que ahorita te llego.
Me fui para mi cabaña, me tome algunas fotos con el bikini (Pueden pedirlas en mi correo) y me bañe.
Me puse un top y un short, el clima, aunque algo frio para mí no estaba tan mal, me puse a leer un rato cuando a las 8 tocaron a mi cabaña.
- Muñeca, ya bañadita si te pusiste más linda.
- Gracias don Pedro, sigue, hablemos de negocios – Nos reímos juntos, el ingreso a la cabaña.
- Bueno muñequita, primero que todo ve y saca dos copas porque traje ron – Se sentó en el sofá de la cabaña – Y segundo a ver como solucionamos esto, es que 200.000 ya está muy barata la habitación muñeca.
- Claro que lo sé – Saque las dos copas y me senté junto a él en el sofá – Pero mire viaje solita, no traje tanto dinero – Era falso eso – y pues es tal vez solo esta noche o tal vez otra, además ese arreglo del carro no se cuanto sea.
Nos tomamos ambos de un sorbo la copa de ron mientras él ya servía otra.
- Pero muñeca, me es difícil, mira lo linda de la cabaña no crees – Me volvió a tomar de la cintura
- Es demasiado linda, por eso me da pena, pero no me darías un descuento, porfis – Le comencé a hacer pucheros
- Muñeca que difícil es decirte que no, muñequita eso sí, que mamacita te veías nadando con ese bikini – me tome la otra copa y él me sirvió más ron.
- Si me veía linda.
- No linda, mamacita te veías muñeca, ese cuerpo tuyo – de reojo note como él se acomodaba el pantalón, mientras su bulto en medio de las piernas se hacía cada vez más grande.
- Como que miraste mucho don pedro – Tomé su copa y la puse en medio de mi escote del top
- Muñeca no hagas eso, que no respondo – Su mano bajo hasta tocar mi short
- Que hice de malo – Volví a hacer pucheros, el no dijo nada.
El comenzó a acerca su boca a la copa, saco su lengua, la paso por mi piel rosando mis tetas, tomando la copa con la boca y tomándose el ron
- Muñeca, con ese bikini tus grandes tetas no cabían muñeca
- Si las tengo algo grande
- Si me las dejas ver, te dejo la cabaña más barata.
Lo mire, su cara era de un hombre con hambre y yo una fácil zorrita que quería ser comida, Me levante del sofá, lo mira fija mente, su mano estaba acariciando su paquete que ya resaltaba, me quite lentamente el top, se lo bote a la cara, mis tetas eran libres.
- Muñeca, que hermoso par tienes muñeca
Me acerqué a él, decidí ya sentarme encima de él y ponerle mis tetas en su cara, el me tomo con su mano de mis nalgas y con la otra comenzó a manosearme las tetas, su lengua, sus labios todo jugaba con mis tetas, chupaba mis pezones.
- Mmmmm Don pedrooooooooooooooooo
Comencé a sentir como subía mi calor, comencé a mover las caderas para sentir el rico paquete de él, pedro seguida pegado a mis tetas, mis tetas ahora eran suyas pero mi boca se derretía, necesitaba saborear su verga, sentir como entraba en mi boca. Me levante bruscamente su cara era de incrédulo.
- Muñequita, ¿Me pase? – Su mirada era de niño regañado, mientras veía como me ponía de rodillas – mmmmm muñequita, esta traviesa hoy o mejor decirte PU TI TA – me tomo del cuello y me cacheteo.
Comencé a quitarle la correa, luego bajar la cremallera del pantalón, él se levantó, yo le baje la ropa interior y también el pantalón, su verga estaba tan dura que me pego directamente en el cachete, sonreí mientras escuchaba un cómelo puta de fondo.
Su verga superaba los 16 cm, entraba perfecto en mi boca, cada rincón cada cm fue saboreado lentamente por mi boca, sabia delicioso, sentir como su mano estaba en mi cabello mientras se lo mamaba, lo mire a los ojos, el gemía, su cara era de placer como una puta de 19 se la estaba mamando de esta forma, lo masturbe mientras le chupaba las bolas, las puse en mis tetas, lo masturbe con mis lolas, mi entrepierna se humedeció, necesitaba su verga dentro.
Me levanto, me volteo y comenzó a manosearme las tetas, sentía como su verga rayaba en mis nalgas, lo tenía tan mojado y tan duro, me metió dos dedos en la boca, mientras su mano se metía dentro de mi short.
- Que puta eres muñequita, tan chiquita y sin ropa interior, cualquiera te puede tener si te ven así de mostrona putita.
Me penetro con sus dedos, eran grandes y gordos, 3 dedos en mi vagina mientras gemía de placer, estaba muy húmeda por su culpa.
Me inclino en el sofá, me bajo con rabia el short, se puso detrás mío y sin medir distancia me el clavo duro, se movía a gran ritmo, no paraba, no dejaba de penetrar mi chochito, dominaba la situación, me agarraba del pelo mientras no dejaba de gemir, cada vez más duro.
Paro, mientras acto seguí me botaba al sofá, abriendo las piernas para que él se hiciera encima, el misionero comenzó, me penetraba mientras me besaba, su pene se abría paso, entrando toda en mi vagina, se sentía delicioso, mis piernas temblaban, no podía más con sus movimientos de cadera.
- Ahhhhhhhhh no mmmm no pares mmmmm no PAREEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEES – Mis piernas temblaban de placer, moje toda su verga, su cara de satisfacción era increíble.
- Puta, mojaste mi verga muñequita – Se masturbaba a gran velocidad – quieta muñeca, te quiero bañar.
Se subió a mí, se masturbaba muy cerca a mis tetas con gran velocidad, me veía fijamente, yo saque mi lengua, su leche se disparó a mi cara y en mis tetas.
- PUUTAAAAAAAAAAAAA MUÑECAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA – Se la mame otro rato, su verga sabia a su leche.
Se vistió rápido, miro como me limpiaba y antes de irse me nalgueo y me dijo
- Muñeca me debes 100.000 mañana vengo a cobrar, ahora tengo que recibir a la fea de mi esposa, espero verte en bikini zorra. – Me beso y se fue.