Cubriendo sus necesidades maritales I

Como terminé en una relación incestuosa con mi madre.

Mi nombre es Raul. Tengo 22 años y voy a contar la historia de como terminé teniend

o encuentros sexuales con mi mamá.

Esto ocurrió a mis 19 años. Soy un chico delgado, un poco marcado y con una verga de 17 cm. Por motivo de mis estudios superiores tuve que mudarme a la ciudad de Santiago de Chile a tres horas de mi pueblo de origen. Mi madre aprovechó la situación para mudarse conmigo ya que tenia problemas maritales con mi padre. A todo esto casi no lo visito por la distancia. Es un buen hombre mas lo suyo con mi madre ya no funciona.

El nombre de mi madre es Maria. Es una mujer joven 20 años mayor que yo. Es muy guapa, cuida mucho de su cuerpo y  practica diariamente atletismo. Su piel es clara, sus ojos son color cafe claro y unas piernas de diosa. Pero lo que mas llama la atención es su culo. Es redondo, duro y dan ganas de comerlo. Y sus tetas que son una ricura al verlas. En resumen, la mujer es un objeto de deseo de jóvenes y adultos.

Antes de esta situación debo decir que nunca la vi con otros ojos mas que ser mi madre. En algunas ocasiones mi madre iba a mi cuarto a recostarse a mi lado y abrazarme mientras veíamos el noticiero matutino. Mas en un viernes de octubre entró a mi cuarto vestida con una playera blanca de mangas un poco rota y un pequeño short que ocupaba para correr. En ese momento me encontraba solamente cubierto por una ligera sabana medio transparente y vestido con boxers. Se recostó en mi cama sobre las sabana y me abrazo mientras ponia su cara en mi pecho.

Yo tenia una ligera erección matutina que se notaba poco tras la sabana. Mi madre por alguna razón comenzó a acariciar lentamente mi abdomen mientras me decía que ya había crecido. Que era un hombre muy apuesto y me preguntó si ya había tenido sexo. No conteste a ninguna de sus preguntas.

Esta situación me generó morbo suficiente para empalmarme magistralmente y hacer notoria una carpa sobre mi entrepierna. Al momento el pudor pudo contra mi y me volteé dando la espalda a mi madre. Ella se incorporó y me abrazo de cucharita mientras miraba la televisión. No aguanté mucho así. Me estaba poniendo muy caliente por la situación asi que decidí ir al baño. Al levantarme de la cama y rodearla para salir por la puerta pude darle todo un espectáculo a mi mamá de mi verga bajo el boxer. Noté como sus ojos no se perdieron de vista mientras recurría el cuarto. Esa vez no pasó a mayores mas no pude quitarme de la cabeza lo que había ocurrido.

A la semana, por la noche me encontraba en la sala haciendo un boceto de un proyecto escolar cuando mi madre tras regresar de hacer ejercicio entró a la casa vestida con ese mismo minishort y la misma pequeña playera blanca rota y una gorra puesta hacia atrás. Su piel estaba sudada y su cara roja por el entrenamiento. Paso a saludarme con un abrazo mientras me restregaba los pechos en mi rostro y procedió a hacer estiramientos.

-Hijo, ¿como vas con tu proyecto?

-Pues aun me queda unos arreglos que hacer

...

Mientras charlabamos ella me daba la espalda al flexionar y mostraba su precioso culo y piernas. Alcancé a ver el borde de una pequeña tanga que traia puesta. Automáticamente reaccioné con una ereccion y solo tenía ganas de hacerme una paja.

-Oye hijo, ¿y tienes alguna novia o novio? (Con una ligera risita)

-No mamá. La verdad no he conocido a nadie que me llame.

-¿Ah no? Se me hace raro hijo. Eres un muchacho muy apuesto. Si no fuera tu madre te haría mi novio (lo dijo con un tono sugerente)

-Ay no mamá, no digas eso, como crees. No estoy tan guapo para alguien como tu.

Al momento de decir eso se volteó completamente y comienzó a flexionar mientras me mira de frente. Afortunadamente podía ocultar mi ereccion bajo la mesa porque me estaba mostrando el interior de su escote al agacharse.

-Hijo, como dices eso. Eres muy guapo y tienes un cuerpo que muchas deseariamos

Con el comentario me puse rojo y no sabía que decir. Entonces para safarme le pregunté sobre como iba con papá y su relación.

-Ay hijo. Es bueno darnos un tiempo. Ya casi un año tiene que no lo veo. A veces me llama y me intenta convencer de regresarme al pueblo con el. Pero no se si pueda seguir con el.

-oh ya, ¿no extrañas su compañía?

-Extraño la compañía pero no se si esa compañía (intentaba hacer un juego de palabras)

Al momento de decir se acercó a mi, me abrazo restregando nuevamente sus tetas en mi rosto, me dio un beso en el cachete y dijo: "también tengo necesidades que debo cumbrir"

Y se fue a su cuarto mientras camina lentamente. No dije nada. La seguí con la mirada y vi como movia su culo de forma mas notoria mientras se alejaba.

Debo confesar que ambas situaciones me comenzaron a generar muchos pensamientos. Esa misma noche al recostarme me hice una paja pensando en mi mamá. Tuve la fantasía de follarla en su cama mientras solo traia puesta su gorra al revés. Me corrí como pocas veces lo había hecho.

Al dia siguiente me desperté empalmado y caliente. Queria follar con mi madre a como diera lugar. Entonces se me ocurrió un simple plan. Esa misma noche cuando mi madre saliera de bañar iba a pasar frente a su puerta que da al baño vestido solo con un short largo, sin boxer y sin playera. Esperando que al verme así me llamara al cuarto por cualquier bobada.

Asi fue como procedí. Calculé muy bien para salir justo cuando ella saliera de bañarse. Al escuchar que salió de bañar deje pasar 2 segundos y salí lentamente y con mi carpa entre las piernas en dirección al baño. Para mi sorpresa mi madre habia dejado la puerta abierta de su cuarto. Estaba sentada a la orilla de la cama y solo traía un brassier negro con encaje puesto. Yo me quedé viendo de reojo mientras entré al baño y me puse frente al espejo según para revisar si tenía un barro en la cara. Como el baño era pequeño me encontraba de perfil viendome al espejo con mi carpa entre las piernas.

A mi madre le molestaba que me pellizcara la cara por las marcas. Así que no duré ni 10 segundos sin que me dijera

-Dejate el rostro Raul, te lo vas a dejar feo

-mamá, creo que tengo un barro. Deja me lo quito

-No, te estoy ordenando que te dejes. (Lo decía con una voz un poco autoritaria).

-Lo dejo solo si me ayudas a quitarlo tu. Así no queda marca.

-A ver, ven.

Mi plan había salido a la perfección. Iba caminando a su encuentro solo con mi short, empalmado y sin camisa. Ella solo con el brassier y una toalla que le cubría las piernas. Al acercarme ella volteó y no dejó de verme la entrepierna.

-Acuestate, anda.

Obedecí quedando mis pies tocando el piso y mi carpa de la entrepierna sobresaliendo de la cama. Al momento, se acercó a mi rosto mientras me revisaba la cara con sus manos. Yo podia ver su señor escote y en el espejo que tenia a un lado de la cama pude notar que no tenía nada debajo de la toalla, ya que al acercarse se movió. Yo me encontraba a mil por hora en esa posición. Tanto que estaba a nada de lanzarme y besar sus carnosos labios. Pero se incorporó en el ultimo momento mi mamá.

-No tienes nada. Son ideas tuyas hijo.

-Ah, pero si lo sentí. Puede que lo tronara sin querer al rascarlo

-Si, puede que eso ocurrió...oye hijo. Me haces un favor

Al momento de escuchar eso mi corazón latió fuertemente

-Puedes darme un pequeño masaje en la espalda. Me siento un poco fatigda de tanto ejercicio.

-Claro. A ver, recuestate.

Debo confesar que me encontraba nervioso en ese momento. Mis manos temblaban y sudaban. Tenia a mi madre de espaldas solo con un brassier puesto y una toalla a mitad de nalga.

Comencé a masajearla sentado de lado de ella. Tocaba su espalda alta, sus hombros y poco a poco bajé a su espalda baja. Procuraba no tocar directamente su piel para provocarla aun más. Estaba dando resultado. Notaba como levantaba el culo mientras mas me atrevía a bajar y abría las piernas un poco más. Estuve así unos 3 minutos hasta que me atreví a tocar la parte superior de su culo. Esperaba una protesta o reacción y lo único que tuve fue un ligero gemido y que levantó aun mas su culo.

Ambos nos encontrabamos en una situación de mucha tensión. Debía dar el siguiente paso. En eso, guiado por la calentura me acomodé sobre su culo dejando mi pene bajo mi short sobre su precioso culo. Era evidente que lo sentía. Mas no decía nada. Al medio minuto mientras seguia tocando toda su espalda y culo note que empezó a mover ligeramente la cadera. Yo no podía mas, queria follarla. Inclusive se notaba en mi short liquido preseminal.

Era todo o nada. Estaba decidido. Ya tenia la intención de empezar a besar su cuello cuando me dice mi mamá

-Amor, puedes sobarme ahora por delante

-Claro ma, con gusto

-Solo levantate un poco, para darme la vuelta

Ella al darse la vuelta se le cayó disimuladamente la toalla. En ese momento se desabrochó el brassier dejando solo sobrepuesto y abrió un poco las piernas. Por fin, pude ver su vagina. Con un poco de vello alrededor y algo que parecía líquido en el. Mi madre estaba muy mojada.

Me senté nuevamente sobre ella un poco mas abajo de su cadera, con la mayor ereccion de mi vida apuntando a su cara. Ella cerró los ojos. Yo comencé a masajearla de los hombros, el cuello. Al bajar un poco mas, con su mano quitó el brassier quedando completamente desnuda ante mi. Lo tomé como una carta abierta y comencé a masagear semejantes tetas. Pellizque sus pezones. Ella gemia. Procedí a lamer dos dedos míos. Nuevamente toqué sus pezones con ello. Eso la puso al mil. Tanto que con los ojos cerrados toco mi verga sobre el short.

Ya no había vuelta atrás.